Está en la página 1de 2

SENTENCIA CORTE CONSTITUCIONAL Nro.

045-15-SEP-CC, de 15 de septiembre de
2015.

“Derecho a seguridad jurídica: En lo que se refiere al derecho a la seguridad


jurídica, la Corte Constitucional ha señalado que consiste en la expectativa
razonable de las personas respecto a las consecuencias de los actos propios y de
ajenos en relación a la aplicación del Derecho. Para tener certeza respecto a una
aplicación de la normativa acorde a la Constitución, las normas que formen parte del
ordenamiento jurídico deben estar determinadas previamente, teniendo que ser
claras y públicas, solo de esta manera se logra crear certeza de que la normativa
existente en la legislación será aplicada cumpliendo ciertos lineamientos para el
respeto de los derechos consagrados en el texto constitucional.; Mediante un
ejercicio de interpretación integral del texto constitucional se determina que el
derecho a la seguridad jurídica es el pilar sobre el cual se asienta la confianza
ciudadana en cuanto a las actuaciones de los distintos poderes públicos; en virtud
de aquello, los actos emanados de dichas autoridades deben observar las normas
que componen el ordenamiento jurídico vigente.; De igual manera, la seguridad
jurídica implica la confiabilidad en el orden jurídico y la sujeción de todos los
poderes del Estado a la Constitución y a la ley, como salvaguarda para evitar que
las personas, pueblos y colectivos sean víctimas del cometimiento de
arbitrariedades. Esta salvaguarda explica la estrecha relación con el derecho a la
tutela judicial, pues cuando se respete lo establecido en la Constitución y la ley, se
podrá garantizar el acceso a una justicia efectiva imparcial y expedita".

Para el autor Federico Arcos, “El principio de seguridad jurídica exige que el Derecho
posea certeza, eficacia y no exista arbitrariedad, fines estos con un contenido mucho más
abierto y positivo y, por tanto, más difícil de precisar”. El mismo autor señala que “la
seguridad jurídica es una magnitud graduable, tanto en su intensidad o peso como en la
frecuencia de su aplicación. (Arcos, 2012, pág 75)

El autor Arcos al señalar que la seguridad jurídica como principio del Derecho exige
efinitivamente, regularidad, firmeza, certeza, eficacia y no arbitrariedad en los ámbitos es
del sistema jurídico.

La seguridad jurídica es el requerimiento de toda sociedad moderna y libre para


desenvolverse racionalmente dando estabilidad a los agentes productivos, y certeza a los
individuos acerca de cuáles son sus derechos y cuáles son sus deberes; pues la
seguridad jurídica exige la previsión de una respuesta conforme a derecho para los
diferentes conflictos que se suscitan en la convivencia humana; pues solo de esta manera
se produce estabilidad, que a la final es conseguir la fidelidad al principio de legalidad.

Para el autor Luzzatti, “La seguridad del derecho como hecho no es una característica
que se dé completamente o no se de en los sistemas jurídicos. Al revés, aquélla se
configura como una característica graduable cuya medida varía en cada caso”. (Luzzatti,
2009, pág 98).

Un elemento básico que le diferencia a la seguridad jurídica de otras instituciones del


derecho, no es tanto la eficacia en sí, sino más bien la expectativa que de la misma
poseen los ciudadanos en general. El tener seguridad jurídica se traduce a tener
esperanza, fe o confianza en que el derecho entendido como un conjunto de normas
jurídicas, cuya aplicación y ejecución será regularmente eficaz.
En el sentido formal de la ley es cuando de verdad su contenido es justo pero cada vez va
adquiriendo un valor moral en la medida en que se da su eficacia, finalmente la seguridad
jurídica garantiza el orden social, así la acción formalmente justa de los aplicadores del
derecho es condición necesaria de la generación de la seguridad jurídica.

Para el autor Migue Hernández Terán, en la Seguridad Jurídica Análisis, Doctrina y


Jurisprudencia, “La seguridad jurídica supone ante todo que el titular tiene una situación
jurídica garantizada, lo que significa que la pérdida o el menoscabo de su derecho no
puedan producirse sin su voluntad”. (Hernandez, 2004, pág 35).

Genera confianza por los valores éticos y morales que esto conlleva, produce estabilidad
política y por lo tanto estabilidad gubernamental, que se convierte en estabilidad jurídica,
en caso de discrepancias o controversias, garantiza una justicia ágil, oportuna, con
ausencia total de arbitrariedad por parte de jueces.

Según el tratadista Antonio Fernández, en su Introducción a la Filosofía del Derecho,


expresa a este respecto “Específicamente, la seguridad jurídica se refiere a las
situaciones completas delos particulares dentro del orden del derecho. Este debe
proporcionar seguridad al individuo en el sentido de que en todo momento sepa con
entera claridad hasta donde llega su esfera de actuación jurídica y donde empieza la de
los demás, que conozca con plena certeza a lo que le compromete una declaración de
voluntad, y en general, las consecuencias de cualquier acto que él o los otros realicen en
la órbita del derecho; que pueda prever con absoluta certidumbre los resultados de la
aplicación de una norma, en fin, que en todo instante pueda contemplar deslindados con
perfecta nitidez, los derechos propios y los ajenos”. (Fernández, 2009, pág 32).

También podría gustarte