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Aún, nadie se ha puesto de acuerdo en tratar de definir el trabajo -al menos en el orden de
diseño organizativo- de un curador. No existe alguna teoría al respecto. Pienso que esto,
fundamentalmente, se debe a los conceptos de los discursos curatoriales que mueven el interés
de cada uno de ellos, en cualquier época o latitud geográfica. Estos intereses hacen maniobrar
las curadurías en giros muy personales sobre acontecimientos meramente artísticos o sociales
de cualquier índole, en espacios específicos y con diversos recursos, que van desde la
utilización de acciones paralelas ( plásticas o teatrales) o de equipamientos de avanzada
tecnología, entre otros muchos.
La Dra. Magaly Espinosa, en su trabajo CURADURÍA POR QUÉ Y PARA QUÉ, trata de
explicar esta actitud artística desde un punto de vista muy actual (décadas de los 80 y 90) en
Cuba, adentrándose en el campo estético-sociológico y de sus múltiples aspectos, pero sí
señalando “el papel que debe desempeñar el curador dada su natural inclinación como gestor
y promotor del arte y de la política artística”, como uno de los problemas más polémicos de la
actualidad en tal sentido. Yo tomo la cita por sí sola, fuera de su contexto, para hacerla valer
1
desde todos los tiempos o épocas. El curador es, ante todo, un promotor cultural, aún teniendo
otras definiciones, como nos las señala la misma Dra. Espinosa en su mencionado trabajo: “
( ... ) se habla indistintamente de curador, comisario o responsable de exposiciones”, por sólo
mencionar algunos términos en español.
Ella misma, no obstante, llega a una posible definición, que para mí también es válida desde
todo punto de vista: “En el mundo del arte él es un agente que se desplaza entre los valores
formales y las conductas estéticas, por ello siempre se le exige en su labor que posea no sólo
erudición y una fina sensibilidad, sino también un agudo ingenio para calar en las
circunstancias y adelantarse a la propia distinción artística”.
Ahora bien, ¿qué movió y qué hizo Domingo Ravenet como aquel imprescindible curador en
una época que necesitaba cambios artísticos, en un país que urgía reformas sociales, que
necesitaba –además- de un público reflexivo, capaz de valorar el hecho artístico de su país y
de admirar las grandes obras de la cultura universal?
A Ravenet lo movió la seducción que sobre él ejercía la gran obra social y cultural, ésa que
necesitaba el país, en una muestra de desinterés sin precedentes en la historia de las artes
plásticas cubanas, para dedicarse al desarrollo de una enorme acción cultural, ideada y
lidereada por él, sin dejar de lado, en ningún momento, su personal y multifacética creación
artística; Ravenet se entregó, en cuerpo y alma, a esta inmensa e ilustre obra de proporciones
nacionales. “No queda sordo Ravenet a la llamada desesperada del pobrísimo ambiente
cultural que impera en nuestras artes. Siente el generoso e irresistible impulso de poner al
servicio de su patria la experiencia cultural y la seguridad adquiridas”.1
Así, en 1934, llega a Santa Clara, a la Escuela Normal de Maestros, para formar parte del
claustro de profesores. “Ravenet era uno de aquellos jóvenes que había traído de sus años
parisinos y de lo recóndito de su ser, el amor por la belleza, la inquietud por un mundo nuevo,
y el afán de darse a los demás”. 2
1
Guy Pérez Cisneros. LA OBRA DEL PINTOR RAVENET. Palabras del catálogo de la exposición RAVENET
(óleos y acuarelas). Junio de 1944. Lyceum Lawn Tennis Club.
2
Gaspar Jorge García Galló. MI COMPAÑERO Y AMIGO RAVENET (1981).
En : Volumen especial preparado por el Museo Municipal de La Lisa, en 1989, en ocasión del XX Aniversario
de su desaparición física.
2
Allí –desde la Cátedra de Dibujo y Modelado- realiza una acción artística cuyo resultado se
vería cristalizado en la ejecución de los primeros frescos modernos cubanos, inaugurados el 5
de diciembre de 1937.
Ravenet fue el curador ( organizador y promotor cultural, en aquel entonces ) de esta acción,
exhibida en galería abierta a los ojos de aquellos estudiantes y de los visitantes al lugar; su
discurso se centró en “ (...) hacer que la pintura mural fungiera como un medio educativo y a
la vez fuera portadora de nuevas técnicas (fresco) y valores. El hecho, además de reunir en
esta experiencia figuras que devendrían pilares de nuestra plástica, denota un interés por
conjugar lo nuevo con valores universales. Empresa patrocinada por la iniciativa privada y, en
particular, por el ansia de Ravenet, tiene una significación histórica indiscutible, pero además
queda como un acto relevante para su época y como un obligado antecedente de las
soluciones colectivas en centros escolares, ofrecidas en el período revolucionario ”. 3
Es de suponer (la fecha es totalmente imprecisa, pero por lo que dice la cita, se podría
establecer que ocurrió antes de la acción muralística de Santa Clara, entre 1934 y 1937) que
Ravenet organizara, también, en esta etapa como curador, la primera muestra personal de
Ernesto González Puig, quien, en 1981, declara: “ (...) fue entonces, en Santa Clara, que lo
conocí y pude familiarizarme con él, con toda su generosidad para los pintores jóvenes a los
que siempre ayudó y estimuló. (...) Cuando vió mis primeras cosas se entusiasmó y es a él que
debí la oportunidad de mi primera exposición personal en el entonces Lyceum, la
participación en otras colectivas e intervenir en el primer ensayo de pintura al fresco en
nuestro país “. 4
3
Luz Merino. RAVENET, MULTIPLE... En : Volumen especial preparado por el Museo Municipal de La Lisa,
en 1989, en ocasión del XX Aniversario de su desaparición física.
NOTA: En esta acción participaron los siguientes pintores: Amelia Peláez, René Portocarrero, Jorge Arche,
Mariano Rodríguez y Ernesto González Puig, así como el escultor Alfredo Lozano, quien instaló una escultura,
LOS SENTIDOS, en el patio de la escuela.
4
Ernesto González Puig. Escrito en 1981.
En : Volumen especial preparado por el Museo Municipal de La Lisa, en 1989, en ocasión del XX Aniversario
de su desaparición física.
3
Marina, publicada el día 13 de ese mes y firmada por A.M. (se supone, Armando
Maribona).
Ravenet partió de una idea que tuvo dos principales objetivos: mostrar -a modo de recuento-
lo más significativo del arte cubano y del universal, y contribuir a la formación de un público
ávido de conocimientos artísticos, todo lo cual fue ordenado con un concepto de programa.
ESCUELAS EUROPEAS, que fue visitada por más de veinticinco mil personas, reunió, con
un criterio orientador didáctico, todas las obras maestras europeas, entre los siglos XV y XX,
ambos inclusive, que existían en el país en aquella época, por lo que recurrió a la pinacoteca
del Museo Nacional y a la colaboración de coleccionistas privados; EL ARTE EN CUBA
exhibía el desarrollo alcanzado por los pintores modernos, llamando a filas a las fuerzas más
vivas de nuestra plástica ( doce artistas participaron en esta muestra: Abela, Arche, María
Capdevila, Caravia, Carlos Enríquez Ramón Loy, Amelia Peláez, Pogolotti, Ramos Blanco,
Ravenet, Sicre y Víctor Manuel; de igual forma, doce críticos de arte –entre ellos Lezama
Lima, Luis de Soto y Guy Pérez Cisneros- escribieron sus respectivos puntos de vista para
cada exponente, en el catálogo que se confeccionó al efecto y cuyas palabras centrales fueron
realizadas por la Comisión Organizadora de la muestra : Abela, Aquiles Maza y Ravenet );, y
300 AÑOS DE ARTE EN CUBA que se convirtió en una revisión de nuestro pasado artístico,
en “un recuento de lo que podría llamarse tesoro artístico de la nación” 6, logrado “no por
citaciones librescas” 7. Graziella Pogolotti, al referirse a esta última exposición, apuntó : “ A
través de una curaduría avant la lettre , la muestra comenzó a articular una primera versión de
la historia de las artes plásticas en Cuba. ” 8; para ello, Ravenet consiguó la participación de
63 coleccionistas privados e institucionales y confeccionó un programa de siete conferencias
5
Luz Merino. Obra citada.
6
Luz Merino. Obra citada.
7
Guy Pérez Cisneros. Obra citada.
8
Graziella Pogolotti. LAS ESTRATEGIAS DE UN CRITICO, prólogo del libro del mismo título. ( Antología
de la crítica de arte de Guy Pérez Cisneros). I.C.L. Editorial Letras Cubanas, 2000. Pág. XV.
4
sobre arte, las que fueron dictadas por Alejo Carpentier, Juan Marinello, Martínez Inclán y
Guy Pérez Cisneros, por sólo mencionar algunos de ellos. El 4 de mayo, el propio Domingo
Ravenet dictaba la conferencia EL PUNTO DE VISTA DEL ARTISTA, como parte de esta
“mega-curaduría”, al decir de la Dra. Magaly Espinosa.
Ravenet había dejado plasmado, en imágenes fílmicas (y también como propósito medular,
“para la posteridad”, de una curaduría), todo aquel valioso acontecimiento para nuestra
historia del arte, convirtiéndose así, si no en el pionero, al menos en uno de los primeros
documentales artísticos que se realizan en nuestro país : documento vívido (con sus
protagonistas y sus obras, con sus más de cien metros lineales de exhibición filmados) de un
hecho que -como dijera Renée Méndez Capote- se convirtió en “un disparo de metralleta que
5
despertó muchas conciencias alertagadas” 9. Domingo Ravenet había orientado el uso de esa
película ( y de hecho aquella actividad ya lo hacía cumplir ) para la formación y preparación
artística futura del estudiantado secundario y universitario, marcando –nuevamente- su
adelantada preclaridad y consciente de la magnitud de la obra realizada como excepcional
curador. Afortunadamente, muchos lo pudimos ver desde nuestras aulas universitarias;
lamentablemente, se archivó en las bóvedas del más alto centro docente habanero y su no
utilización –y también su olvido- ocasionaron la sulfatación de su material fílmico. Se le había
arrancado, a la historia, una preciosa página...
En 1942, organiza una exposición que sentaría, para el futuro, el más monumental homenaje a
nuestro Apóstol, en espacio abierto a los centenares de miles de visitantes nacionales y
extranjeros que acudirían a él. En carta firmada por Roberto A. Netto, Secretario de la
Comisión Central Pro-Monumento a Martí, de 14 de agosto de ese año, y dirigida a Domingo
Ravenet, dice –entre otras cosas- lo siguiente: “(...) tengo el gusto de dirigirme a Ud. para
hacerle presente nuestra gratitud por su valiosa colaboración en relación con el concurso de
maquetas y proyectos para el monumento a José Martí, cuya exposición fue instalada
recientemente en el Salón de los Pasos Perdidos del Capitolio Nacional”. Debemos recordar
que Ravenet participaría –incluso- en este “espacio expositivo”, la Plaza de la Revolución,
con la instalación de su escultura INTEGRIDAD para el otrora Tribunal de Cuentas, hoy
edificio central del Ministerio del Interior.
Entre ese mismo año, 1942, y 1946, organiza y dirige cuatro de las llamadas, también,
grandes exposiciones; grandes por el criterio cuantitativo de sus respectivas curadurías y
9
Renée Méndez Capote. MI RECUERDO VIVO DE DOMINGO RAVENET. La Habana – 1981. En :
Volumen especial preparado por el Museo Municipal de La Lisa, en 1989, en ocasión del XX Aniversario de su
desaparición física.
10
De los 42 artistas plásticos que participaron en la exposición ARTE CUBANO CONTEMPORÁNEO, 32 de
ellos conformaban el listado de pintores y dibujantes, entre ellos : Abela, Arche, Cundo Bermúdez, Caravia,
Carreño, Carlos Enríquez, Gattorno, González Puig, Mariano, Martínez Pedro, Amelia Peláez, Pogolotti, Ponce,
Portocarrero, Domingo Ramos, Ravenet, Valderrama y Víctor Manuel; 10 fueron los escultores, entre ellos :
Boada, Gelabert, Rita Longa, Lozano, Ramos Blanco y Sicre.
6
grandes por la propia significación artística que tuvieron cada una de ellas: CARTOGRAFÍA,
URBANISMO, FOTOGRAFÍA Y GRABADOS ANTIGUOS DE CUBA; LA URSS EN LA
PAZ Y EN LA GUERRA; COLECCIÓN DE PINTURAS DE LA LEGACIÓN DE CUBA
EN MOSCÚ y PINTURA CUBANA EN MEXICO.
Ravenet vuelve al Capitolio Nacional, a su Salón de los Pasos Perdidos, para dejar allí
instalada la exposición LA URSS EN LA PAZ Y EN LA GUERRA, exhibida entre el 4 y el
19 de diciembre de 1943, contando con la colaboración del Frente Nacional Antifascista y de
la Legación de la Unión Soviética en nuestro país. Mil quinientas fotografías y carteles,
divididas en nueve bloques temáticos, “apresan maravillosamente los 26 años de vida
soviética”, según expresa el catálogo. En éste no aparece algún crédito para Domingo Ravenet
ni para nadie de los que habían trabajado con él, pero en la edición de la tarde del sábado 27
de noviembre de 1943 de EL PAÍS, se plantea que le ha sido confiada su “ Dirección Artística
”.
La primera, contó con la selección de 29 obras de 22 artistas, entre los que se encontraban
Arche, Amelia Peláez, Portocarrero, Mariano, Pogolotti, Lam, Ponce, Carlos Enríquez, Víctor
Manuel y el propio Ravenet, entre otros. La confección del catálogo le fue encargada a Guy
Pérez Cisneros, del cual es la siguiente frase, motivo inspirador del discurso curatorial de la
muestra: “En la selección de los pintores se ha atendido, en primer lugar, a la calidad, y
7
después a la representación completa de las distintas tendencias estéticas que florecen en la
isla. También se ha querido estimular algún que otro joven pintor”.
Juan A. Martínez, refiriéndose a estas dos muestras, apunta los logros alcanzados por Ravenet
en la “curaduría (dice en inglés: curating) de las exposiciones viajeras de arte moderno en
Moscú (1944) y en México (1946)” 12.
Entre estas dos grandes curadurías, Ravenet organiza, en 1945, la primera muestra personal de
la joven pintora Uver Solís, en el Lyceum-Law Tennis Club y realiza las palabras del catálogo
y de presentación inaugural, explicando aquí el por qué de la selección del espacio expositivo:
“ (...) Es por esta buena tradición que he escogido esta casa como el lugar más propio para
presentar a mi alumna de la Escuela Normal para Maestros, Uver Solís (...)”. El discurso
11
El 10 de junio de 1946, el diario EL NACIONAL, de México, publica el artículo HISTORIA INTERNA DE
UNA EXPOSICIÓN, de Francisco Ichaso, que es una reproducción del que ya había aparecido en el DIARIO
DE LA MARINA de La Habana. Ichaso, tratando de explicar la selección de los artistas, por parte de Ravenet y
Pérez Cisneros, plantea: “¿Discriminación? Es enteramente gratuito enarbolar este socorrido y casi siempre
demagógico vocablo. Toda elección supone, desde luego, exclusiones. Pero las exclusiones no pueden estimarse
como despectivas o mortificantes cuando la elección que las produce no ha sido ni personal ni caprichosa, sino
que ha respondido a un criterio, a una actitud, a un punto de vista. Hemos querido enviar ahora a México un
aspecto de nuestra pintura: el más nuevo, el más inquieto, el más vivaz. Eso es todo”.
Los artistas que participaron en la exposición PINTURA CUBANA EN MEXICO fueron, en su totalidad: Abela,
F.I. Acevedo, Arche, Carmelo, Mirta Cerra, Cundo Bermúdez, Diago, Carlos Enríquez, Eberto Escobedo,
Girona, Lam, Mariano, Martínez Pedro, Felipe Orlando, Osvaldo, Amelia Peláez, Pogolotti, Ponce, Portocarrero,
Ravenet, Serra Badué, Uver Solís y Víctor Manuel.
12
Juan A. Martínez. CUBAN ART AND NATIONAL IDENTITY. The vanguardia painters 1927–1950.
University Press of Florida, Pág. 163.
8
inaugural resulta, también, un sorprendente alegato de las propias aspiraciones de Ravenet
como pedagogo y formador, aspecto que bien merece un compendio aparte. Refiriéndose al
sistema de enseñanza artística y a los métodos propuestos por él, apunta en su oratoria: “ (...)
Si estas clases que se pretenden dar en las nueve mil aulas de educación primaria de la nación,
se realizan sabiamente, podríamos transformar en pocos años al pueblo cubano en un pueblo
culto ”. Ravenet se adelantaba, en 58 años, al propósito actual del proceso revolucionario
socialista en su batalla por una cultura general integral para nuestra población.
Cerrando la primera mitad del siglo XX y abriendo su segunda, sucede otra de las más
grandes e importantes exposiciones que se presentan en Cuba durante esa época: LA
PINTURA COLONIAL EN CUBA, organizada por la Corporación Nacional de Turismo en
el Capitolio Nacional, del 4 de marzo al 4 de abril de 1950. Aunque ninguno de los dos
catálogos (“el corriente y el de lujo”) se refiere a la dirección específica de la muestra y
Domingo Ravenet aparece, precisamente, en el Comité Organizador por la Corporación
(Sección de Atracciones Culturales de este organismo), no sería ilógico pensar en el
importantísimo papel que aquí jugaría y suponer que él fuera su Director Técnico; más,
cuando en este comité aparecen Luis de Soto y Luis A. Baralt, personas con las que Ravenet
había trabajado en equipos curatoriales. Guy Pérez Cisneros aparece, también, en el listado
organizador por el Patronato Pro Museo Nacional (organismo cooperador en este empeño) y
escribe la presentación del catálogo (“Recorrido por la pintura colonial cubana”); en esta
introducción sólo se remite a la historia del tema, no haciendo referencia alguna al sentido que
motivó la realización de tan valiosa exposición en la que se mostraron ¡252 obras de 53
artistas!, provenientes de un buen listado de coleccionistas privados e institucionales, como el
propio Museo Nacional, la Escuela de San Alejandro, la Sociedad Económica de Amigos del
País y el Ateneo de La Habana, entre otros.
Ese mismo año, en julio, dirige la exposición CUBA EN TAMPA, como parte de La Feria del
Progreso en saludo al centenario de la fundación de ese territorio estadounidense y que tanta
significación tuvo para nuestro país. Lamentablemente, sólo existe un Diploma de
Reconocimiento, firmado por las autoridades de ese país y por la comisión cubana
9
organizadora del evento, por lo que no podemos abundar en datos que pudieran ayudarnos a
perfilar la labor curatorial que llevó a cabo Ravenet para esta exposición.
EL PERÍODO REVOLUCIONARIO.
Ravenet sólo pudo vivir los primeros once años del proceso revolucionario que se abría para
Cuba el 1ro. de enero de 1959. No obstante, su labor como curador no desmayó...
En mayo de 1961, organiza (como Director Técnico, según reza el catálogo) la EXPOSICION
INTERNACIONAL DE TRAJES REGIONALES, en el Capitolio Nacional, bajo los
auspicios de la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO, para la cual seleccionó los trajes
típicos de 24 países en "(...) un poco más de acercamiento cultural y en el camino de la
coexistencia pacífica”, como se plantea en el catálogo de dicha muestra.
Ravenet realizó, entre 1928 y 1968, dicisiete muestras personales y no es difícil ni errado
suponer que fuera él su propio curador, como lo demuestra la que realizara en diciembre de
1965, para el Palacio de Bellas Artes de La Habana. Él mismo escribiría, en este catálogo, el
propósito curatorial de la muestra: “En esta exposición encontrarán mis compañeros, un
modesto esfuerzo para contribuir a realizar la tarea que los pintores revolucionarios cubanos
nos hemos asignado: Conquistar para Cuba un puesto de orientación en el Arte Americano...
Solamente un trabajo intenso y una continua investigación nos pueden proporcionar los
medios expresivos para realizar tan ardua labor... que requiere años de trabajo”.
Ravenet fue pionero en muchas empresas artísticas... Una lectura a su biografía, pronta a
aparecer, así lo demostraría. En este campo, en el de promotor o gestor cultural, en el de
director u organizador, en el de comisario o curador de exposiciones, fue el que abrió el
camino cubano en tal sentido; fue nuestro primer curador... , el imprescindible curador de toda
una época ...
Estoy de acuerdo con un artista, quien hace muchos años publicara un trabajo sobre Ravenet,
en la Revista REVOLUCION Y CULTURA, cuando dijo (y así tituló su artículo) que él era
UNA ISLA POR DESCUBRIR.
Tendríamos que seguirlo estudiando; no obstante, su obra está aquí, ésa que nunca debiéramos
olvidar ni soslayar.
La Habana, 7 de marzo de 2003
10
INDICE DE CITAS Y ACOTACIONES PERSONALES DEL AUTOR :
Consulta obligada, también, fue la realizada en los catálogos originales de todas las
exposiciones citadas, atesoradas en la colección privada de Mariana Ravenet, así como en
la de diversos artículos y notas aparecidas en los diarios de la época, correspondencia
personal y trabajos escritos por Domingo Ravenet, custodiada celosamente por su hija.
Público visitante...
La Corporación Nacional de Turismo cedió 1,520 catálogos para ser enviados a las
escuelas del interior del país.
Se realizaron, además:
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PRINCIPALES EXPOSICIONES Y ACCIONES PLÁSTICAS ORGANIZADAS Y
DIRIGIDAS POR DOMINGO RAVENET ESQUERDO
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PRIMERA MUESTRA PERSONAL DE UVER SOLIS. 1945. Lyceum-Lawn Tennis Club.
La Habana. Cuba.
PINTURA CUBANA EN MÉXICO. Exposición. Junio de1946. Salón Verde del Palacio de
Bellas Artes México D.F.
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