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EL ESTADO DEL FLOW UNA VÍA PARA LA ORGANIZACIÓN

EMOCIONALMENTE INTELIGENTE.

Ingrid Lisseth Hernández Bracho


Terminal de pasajeros Polica Salas de Coro
hernandezingrid693@gmail.com

RESUMEN
Los gerentes en las organizaciones de hoy en día, han de estar apropiados de los
atributos de la experiencia optima o flow, en el sentido de que comprende el
estado de la implicancia total en una actividad que requiere la concentración
completa o el estado en el cual las personas se hallan tan involucradas en la
actividad que nada más parece importarles conllevando a una sensación
placentera de las actividades que se realizan. Por su parte la inteligencia
emocional está relacionada con capacidades y habilidades que permiten a los
seres humanos relacionarse con ellos mismos y con los demás, en ese sentido es
la capacidad de reconocer los sentimientos propios, los sentimientos de los
demás, motivarse y manejar adecuadamente las relaciones que se sostienen con
los demás y con sí mismos. El propósito general de esta investigación fue
comprender los aspectos positivos de la experiencia humana para alcanzar el
estado de flow como vía para la organización emocionalmente inteligente. Este
estudio se abordó desde el enfoque cualitativo, bajo la metodología de
investigación documental, en donde a través del análisis e interpretación de
teorías se desarrolló la fundamentación teórica del estado de flow y se develaron
las habilidades y capacidades para trascender hacia la organización
emocionalmente inteligente. Se concluye que la teoría de flow comprende un
estado de concentración máximo mientras se ejecuta una actividad, la inteligencia
emocional comprende las competencias personales que permiten a los gerentes
apropiarse de la conciencia emocional, la valoración adecuada y confianza de sí
mismo, el autocontrol, confiabilidad e integridad, adaptabilidad e innovación,
motivación, compromiso y optimismo, las competencias sociales conllevan a la
internalización y práctica de la comprensión de los demás, orientación hacia el
servicio, aprovechamiento de la diversidad, conciencia política, influencia,
comunicación, liderazgo, canalización del cambio, colaboración, cooperación y
habilidades para trabajar en equipo.

Palabras Clave: Estado de Flow, organización, inteligencia


Abstract

Managers in today's organizations must be aware of the attributes of the optimal


experience or flow, in the sense that it comprises the state of total involvement in
an activity that requires complete concentration or the state in which People are so
involved in the activity that nothing else seems to matter to them, leading to a
pleasant sensation of the activities that are carried out. For its part, emotional
intelligence is related to capacities and abilities that allow human beings to relate to
themselves and others, in this sense it is the ability to recognize their own feelings,
the feelings of others, motivate themselves and adequately handle the
relationships with others and with themselves. The overall purpose of this research
was to understand the positive aspects of the human experience in reaching the
flow state as a pathway to emotionally intelligent organization. This study was
approached from the qualitative approach, under the documentary research
methodology, where through the analysis and interpretation of theories the
theoretical foundation of the flow state was developed and the skills and abilities to
transcend towards the emotionally intelligent organization were revealed. It is
concluded that the flow theory includes a state of maximum concentration while
carrying out an activity, emotional intelligence includes personal skills that allow
managers to appropriate emotional awareness, adequate assessment and self-
confidence, self-control, reliability. and integrity, adaptability and innovation,
motivation, commitment and optimism, social competencies lead to the
internalization and practice of understanding others, service orientation, taking
advantage of diversity, political awareness, influence, communication, leadership,
channeling of change, collaboration, cooperation and teamwork skills.

Keywords: Flow state, organization, intelligence

Introducción.

La teoría del flujo nos vislumbra el camino para recuperar la existencia, en la


que la psicología de convierte en una vía, Csikszentmihay (1990), brinda las
herramientas sobre lo que se puede hacer para mejorar nuestro futuro, para lo
cual es necesario apropiarse de los atributos de la autonomía, en ese sentido una
persona debe aprender a darse recompensas, debe desarrollar habilidades para
encontrar diversión y propósito sin tener en cuenta las circunstancias externas.

Se tiene entonces que el precitado autor converge con Goleman (1998), en


relación a la competencia de la conciencia emocional, en ese sentido las vías de
liberación, permiten el control sobre la conciencia, es lo que nos conduce al control
sobre la calidad de la experiencia, cuando se tiene dominio de lo que sucede en la
conciencia se vive una vida más feliz, en síntesis, la comprensión de la conciencia
permitirá conseguir con mayor facilidad la liberación personal.

Seguidamente, es importante destacar que los gerentes deben garantizar que el


talento humano que conforma a las organizaciones esté apropiado de las
herramientas que conllevan a mejorar la calidad de vida, de la anatomía de la
conciencia, del disfrute y la calidad de vida, de las condiciones del flujo, del cuerpo
en flujo, del flujo del pensamiento, del trabajo como flujo, del disfrute de la soledad
y de los demás y de la superación del caos.

Ahora bien, para transitar el camino hacia las organizaciones emocionalmente


inteligentes es necesario la apropiación y práctica de las competencias
personales que determinan el modo en que nos relacionamos con nosotros
mismos, comprenden la conciencia de uno mismo, relacionada con la capacidad
de saber lo que estamos sintiendo en un determinado momento y de utilizar
nuestras preferencias para guiar la toma de decisiones basada en una evaluación
realista de nuestras capacidades y en una sensación bien asentada de confianza
en nosotros mismos.

Sumado a lo expuesto la autorregulación, permite manejar nuestras emociones


para facilitar que las tareas que se llevan a cabo no interfieran con ella, ser
conscientes y capaces de recuperarnos prontamente cuando se nos presente un
estrés emocional, por su parte la motivación, está referida a utilizar nuestras
preferencias más profundas para encaminarnos hacia nuestros objetivos,
ayudarnos a tomar iniciativas, ser más efectivos, perseverar a pesar de los
contratiempos y las frustraciones que se presenten.

Con respecto a las competencias sociales determinan el modo en que nos


relacionamos con los demás, de ellas forman parte la empatía, que no es más
que comprender lo que están sintiendo las personas, el gerente debe tener la
capacidad de ponerse en el lugar de sus colaboradores y cultivar la relación y
acuerdos con una amplia diversidad de personas, finalmente las habilidades
sociales permiten que los gerentes manejen bien las emociones en las relaciones,
interpretando adecuadamente las situaciones y la redes sociales; interactuar
fluidamente; utilizar estas habilidades para persuadir, dirigir, negociar, resolver
conflictos; cooperar y trabajar en equipos.

De todas las consideraciones planteadas, surge la necesidad del presente


estudio de naturaleza documental, el cual tuvo como propósito comprender los
aspectos positivos de la experiencia humana para alcanzar el estado de Flow
como vía para la organización emocionalmente inteligente y como propósitos
específicos describir la fundamentación teórica del estado de flow y comprender la
fundamentación teórica de las organizaciones emocionalmente. Con la finalidad de
cumplir con el propósito propuesto se inició la revisión teórica de la bibliografía
relacionada con la teoría del flow y la inteligencia emocional, como punto de
partida para redimensionar los saberes, reorientar los esfuerzos y establecer la
relación entre el conocimiento teórico y las prácticas diarias en la experiencia
optima y la inteligencia emocional. Seguidamente, se presentó una sistematización
de la información con el propósito de develar el estado de flow como una vía para
la organización emocionalmente inteligente.
Aspectos Fundamentales del Estado de Flow

En el mundo actual y sobre todo en las organizaciones la psicología se mueve


hacia aspectos positivos de la vida humana, y en este contexto para
Csikszentmihay (1990), la teoría de Flow o experiencia optima es un estado en la
que el ser humano se encuentra completamente absorta en una actividad que
proporciona placer y disfrute, en donde el tiempo parece volar y nuestras
acciones, pensamientos y movimientos se suceden sin pausa. En ese sentido
todas las energías y pensamientos están concentrados en la tarea, haciendo uso
de habilidades que permiten llevarlas a un estado de satisfacción.
Ahora bien, Csikszentmihay (1990), hace referencia a un aspecto fundamental
para la alcanzar la experiencia optima, el cual está relacionado con la felicidad
como una condición vital que cada persona debe preparar, cultivar y defender
individualmente. Las personas que saben controlar su experiencia interna son
capaces de determinar la calidad de sus vidas, como una forma de aproximación
para ser felices. Al respecto conviene citar lo planteado por Goleman (1998),

La autorregulación es la capacidad de controlar nuestros impulsos y


sentimientos conflictivos, depende del trabajo combinado de los centros
emocionales y los centros ejecutivos situados en la región prefrontal. Ambas
habilidades primordiales, el control de los impulsos y la capacidad de hacer
frente a los contratiempos constituyen el núcleo esencial de cinco
competencias emocionales fundamentales: el autocontrol, la confiabilidad, la
integridad, la adaptabilidad y la innovación. (Goleman, 1998, p.95).

Del argumento planteado se infiere, que la autorregulación está relacionada


con el encontrarse del ser, para lograr la autocomprensión que permita
controlar situaciones relacionadas con los conflictos internos, convertirse en
un ser integro, capaz de adaptarse a los cambios e innovaciones del mundo
moderno y sobre todo estar apropiado de una visión optimista que le permita
trascender hacia la experiencia optima

Seguidamente se devela en este apartado el concepto de flujo, para


Csikszentmihay (1990), no es más que el estado en el cual las personas se hallan
tan involucradas en la actividad que nada más parece importarles, por lo tanto,
siempre que el objetivo sea mejorar la calidad de vida, la teoría del flujo puede
vislumbrar el camino, en ese sentido se hace uso del flujo para generar ideas y
aplicaciones prácticas.

Ahora bien, se devela en este apartado la argumentación opuesta a lo


anteriormente planteado, relacionado con las raíces del descontento, para el
precitado autor está referido a situaciones en la que las personas están tan
obsesionadas en lo que desean alcanzar que ya no obtienen placer con lo que
están haciendo, generando así sentimientos de insatisfacción, no obstante hay
personas que tienen la capacidad de reflexionar y han superado tales
comportamientos logrando así mejorar su calidad de vida, se sienten satisfechas e
inspiran a las personas que le rodean a que también sean felices.

Prosiguiendo con la teoría del flow, se discute en este apartado lo relacionado a


los escudos de la cultura, para el precitado autor a lo largo de la evolución
humana, las función principal de la cultura ha sido proteger a sus miembros frente
al caos, reafirmando su propia importancia y su éxito final, esto ha traído como
consecuencia que las personas se apropian de un pensamiento de que el
progreso es inevitable y que la vida es más fácil, generándose así la pérdida de
valor y la determinación a la hora de enfrentarse a los primeros signos de la
adversidad. En ese sentido para superar esa cultura de temor al caos se
recomienda apropiarse de una de las condiciones que nos plantean Nonaka y
Takeuchi, (1999) para la creación del conocimiento organizacional como lo es la
fluctuación y caos creativo, al respecto conviene citar lo siguiente:

El caos se genera naturalmente cuando la organización se enfrenta a una


crisis, como un rápido descenso en el desempeño debido a cambios en las
necesidades del mercado o a un crecimiento significativo de los
competidores. También se puede generar intencionalmente cuando los
directores de la compañía quieren evocar un sentimiento de crisis entre los
miembros de la organización, estableciendo metas desafiantes. Este caos
intencional, al que se llama caos creativo, incrementa la tensión en el interior
de la organización y hace que los miembros se concentren en definir el
problema y resolver la crisis. (Nonaka y Takeuchi, 1999, p.91).

De lo anteriormente planteado, se comprende que los gerentes para gestionar


el conocimiento y lograr que el talento humano trascienda la visión rutinaria y
mecanizada han de generar situaciones caracterizadas por el caos para que los
empleados desarrollen su potencial creativo y habilidades para reflexionar acerca
de las acciones a tomar en cuenta para hacer frente a los cambios y
trasformaciones.
De igual forma, conviene hacer énfasis al arraigo hacia lo material, desde que
tenemos razón de ser se nos ha inculcado que la felicidad depende de la cantidad
de bienes que se posea logrando así que el materialismo ha superado lo espiritual,
ocasionando grandes daños a la humanidad. Al respecto para Morin (2006),
estamos en presencia de una crisis de los fundamentos éticos marcados por el
debilitamiento de la solidaridad, de la responsabilidad, el desconocimiento
filosófico y científico, rupturas entre la sociedad, falta de comunicación entre los
seres humanos, el mal uso de la burocratización en las empresas del estado, la
superación del egocentrismo al altruismo, la división especie/individuo/sociedad, el
amor al dinero y al materialismo y la corrupción entre otros.

Por lo que se hace urgente volver a las fuentes éticas que no es más que volver
a las raíces, a la conciencia del deber ser, a la religación
individuo/especie/sociedad y sobre todo en palabras de Morin (2006), “al despertar
interior de la conciencia moral”, en donde los individuos tienen la potestad de
elegir sus valores y sus finalidades y practicar comportamientos éticos
caracterizados por el amor al prójimo, la amistad, la solidaridad, teniendo muy en
cuenta en no confundir ese amor al prójimo con la idolatría.

De los escudos de la cultura, se transita a la recuperación de la existencia, para


Csikszentmihay (1990), es necesario que cada persona utilice cualquier
instrumento a su alcance para construir una vida con sentido y que le permita
gozar de ella. Al respecto uno de los instrumentos de mayor relevancia para ese
logro lo ofrece la psicología, la cual brinda las herramientas sobre lo que se puede
hacer para mejorar nuestro futuro, para lo cual es necesario apropiarse de los
atributos de la autonomía, en ese sentido una persona debe aprender a darse
recompensas, debe desarrollar habilidades para encontrar diversión y propósito
sin tener en cuenta las circunstancias externas.
Finalmente, dentro del tema de la felicidad, se describe en este momento las
vías de liberación, para el precitado autor el control sobre la conciencia es lo que
nos conduce al control sobre la calidad de la experiencia, cuando se tiene dominio
de lo que sucede en la conciencia se vive una vida más feliz, en síntesis, la
comprensión de la conciencia permitirá conseguir con mayor facilidad la liberación
personal.

Ahora bien, para lograr la comprensión de la conciencia se hace necesario


reflexionar sobre la anatomía de la conciencia, para el precitado autor las
personas que tienen dominio sobre la conciencia viven una vida más feliz, pues
su función permite representar información en relación a lo que está sucediendo
dentro y fuera del organismo de tal modo que el cuerpo pueda evaluarla y actuar
en consecuencia para lograr transformar situaciones desesperantes en desafíos,
perseverar a pesar de los obstáculos y retrocesos, es así como estas actitudes
generan admiración de los demás hacia uno, lo cual se convierte en uno de los
rasgos más importantes, no solo para alcanzar el éxito en la vida, sino para
disfrutarla, por lo tanto para adquirir este rasgo de la personalidad, uno debe hallar
la manera de ordenar la conciencia y ser capaz de controlar los sentimientos y
pensamientos.

Seguidamente, entre los aspectos que comprende la anatomía de la conciencia


está los límites, para el precitado autor la conciencia es un sistema abierto, en
efecto, puede expandirse indefinidamente y ahí no es necesario tener en
consideración sus limitaciones, también es importante destacar la importancia de
la cantidad de información que permitimos que entre en nuestra conciencia, pues
esto permitirá ampliar las capacidades y como tal es lo que determina el
contenido y la calidad de nuestra vida.

Prosiguiendo con el análisis crítico, se desarrolla en este apartado la atención


como energía psíquica, para el precitado autor la información entra en la
conciencia ya sea porque le hemos dedicado atención o como resultado de
nuestros hábitos basados en las instrucciones sociales o biológicas. Así mismo la
atención es la que selecciona las señales de información relevante entre los
potenciales millones de señales posibles. De igual forma se hace uso de la
atención para recuperar de la memoria las referencias apropiadas, para evaluar el
acontecimiento y luego elegir la acción correcta. En ese sentido la señal de que
una persona controla la conciencia es que tiene la habilidad de centrar su atención
a voluntad, que puede evitar las distracciones y concentrarse tanto tiempo como lo
necesite para alcanzar su objetivo, logrando así disfrutar con el curso normal de su
vida cotidiana.

Otro de los aspectos que comprende la anatomía de la conciencia es entrar en


la personalidad, es el elemento más importante de la conciencia en muchos
aspectos, puesto que representa simbólicamente todos los demás contenidos de
la conciencia y también el esquema de sus interrelaciones, en el sentido de que su
accionar está caracterizado por la circularidad, si la atención, o la energía
psíquica, se dirigen a la personalidad y la personalidad es la suma de los
contenidos de la conciencia y la estructura de sus objetivos; y si los contenidos de
la conciencia y los objetivos son el resultado de las diversas maneras de hacer
trabajar la atención, estamos en presencia de un sistema que está girando sobre
sí mismo.

Seguidamente, se discute sobre el desorden en la conciencia: la entropía


psíquica, al respecto una de las principales fuerzas adversas que afecta la
conciencia es el desorden psíquico, es decir, cuando la información entra en
conflicto con las intenciones previamente existentes o cuando nos distrae o nos
impide llevarlas a cabo, el precitado autor las denomina estas condiciones como
dolor, miedo, rabia, inquietud o celos, en ese sentido todas esas variedades de
desorden obligan a la atención a desviarse hacia objetivos indeseables,
limitándonos así a no tener libertad de usarlas según nuestras preferencias, lo cual
ocasiona que la energía psíquica se convierta en algo rígido y eficaz.
Sumado a lo expuesto, se tienen entonces que cuando la información
desorganiza la conciencia al amenazar sus metas, sucede el desorden interior, o
entropía psíquica, una desorganización de la personalidad que menoscaba su
efectividad. Las experiencias prolongadas de este tipo pueden debilitar la
personalidad hasta el punto de no ser capaz de prestar atención a las cosas y
perseguir sus metas.

Continuando con los aspectos de la anatomía de la conciencia, se tiene el


orden en la conciencia: flujo, para el precitado autor el estado compuesto de la
condición de entropía psíquica es la experiencia optima, en ese sentido cuando la
información que llega a la conciencia es congruente con nuestras metas, la
energía psíquica fluye sin esfuerzo, por lo tanto la retroalimentación positiva
fortalece la personalidad y la atención es más libre para enfocarse en el entorno
exterior y el interior. Finalmente, cuando una persona es capaz de organizar su
conciencia para experimentar flujo tan frecuentemente como le sea posible, la
calidad de vida mejora inevitablemente.

Como último aspecto de la anatomía de la conciencia se tiene la complejidad y


el crecimiento de la personalidad, para Csikszentmihay (1990), a través de una
experiencia de flujo, la organización de la personalidad es más compleja de lo que
había sido antes. Y como llega a ser cada vez más compleja, podría decirse que la
personalidad crece. Al respecto la complejidad es el resultado de dos procesos
psicológicos: la diferenciación y la integración, primera implica un movimiento
hacia la originalidad, hacia separarse de los demás. La integración se refiere a lo
opuesto: a la unión con otras personas, con ideas y entidades más allá de la
personalidad. Una personalidad compleja es la que logra combinar estas
tendencias opuestas.

Seguidamente se discute en este apartado sobre el disfrute y la calidad de la


vida, para el precitado autor existen dos estrategias principales que podemos
adoptar para mejorar la calidad de vida, la primera es intentar que las condiciones
externas estén de acuerdo con nuestras metas. La segunda es cambiar nuestra
experiencia de las condiciones externas para aplicarlas a nuestras metas. A tal
efecto sentirse seguro es un componente importante de la felicidad. Así mismo
otro método por el que podemos sentir más seguridad implica modificar nuestros
modelos mentales en relación a lo que entendemos por seguridad, ese sentido si
uno no espera a que la seguridad sea perfecta, está en capacidad de reconocer
que los riesgos son inevitables y consigue disfrutar en un mundo menos ideal y
menos predecible, en resumen, la amenaza de inseguridad no tendrá tantas
oportunidades de estropear su felicidad.

Ahora bien, para el precitado autor el primer componente del disfrute y la


calidad de vida está referido al placer y disfrute, al respecto el placer es un
sentimiento de satisfacción que uno logra cuando la información en la conciencia
nos indica que hemos conseguido cumplir con las expectativas controladas por los
programas biológicos o por el condicionamiento social, el placer es un
componente importante de la calidad de vida, pero por sí mismo no trae la
felicidad.

Seguidamente cuando la gente cavila sobre que hace que su vida sea más
agradable, tiende a ir más allá de los recuerdos divertidos y comienza a recordar
otros sucesos, otras experiencias que se superponen con las experiencias
placenteras pero que caen en una categoría que merece un nombre aparte: el
disfrute. En ese sentido los sucesos capaces de hacernos disfrutar ocurren
cuando una persona no solamente ha cumplido alguna expectativa anterior o halla
satisfecho una necesidad o un deseo, sino también cuando ha ido más allá de lo
que él o ella se habían programado hacer y logran algo inesperado, tal vez algo
que nunca habían imaginado.

Continuando con la teoría del flow, se describen en este apartado los elementos
del disfrute, para Csikszentmihay (1990), comprenden la experiencia que ocurre
cuando nos enfrentamos a tareas que tenemos al menos una oportunidad de
lograr, cuando somos capaces de concentrarnos en lo que hacemos, cuando la
concentración es posible porque la tarea emprendida tiene unas metas claras y
nos ofrece una retroalimentación inmediata, cuando se actúa sin esfuerzo, con un
profundo involucramiento que aleja de la conciencia las preocupaciones y
frustraciones de la vida cotidiana, las experiencias agradables permiten a las
personas ejercer un sentimiento de control sobre sus acciones, cuando
desaparece la preocupación por la personalidad y el sentido de la duración del
tiempo se altera; las horas pasan en minutos y los minutos pueden prolongarse
hasta parecer horas. La combinación de todos estos elementos ocasiona un
sentimiento profundo de disfrute.

De los elementos del disfrute se transita a una actividad desafiante que requiere
habilidades, al respecto el precitado autor destaca que la lectura es una actividad
porque requiere la concentración de la atención y tiene una meta y para realizarla
es necesario la comprensión de las reglas del lenguaje escrito, así mismo otra
actividad agradable es estar con otras personas en la cual se puedan establecer
relaciones de diálogo. Finalmente, una manera simple de encontrar desafíos es
convivir en ambientes caracterizados por situaciones competitivas.

Seguidamente, se reflexiona sobre las metas claras y la retroalimentación, para


el precitado autor la razón que justifica una involucración tan completa que una
experiencia de flujo es que, normalmente, las metas están claras y la
retroalimentación es inmediata. De igual forma casi cualquier tipo de
retroalimentación puede ser agradable, siempre que esté lógicamente relacionada
con la meta en que uno tiene empleada su energía psíquica.

Otro de los aspectos que conforma el disfrute y la calidad de vida, está


relacionado con la concentración sobre la tarea actual, una de las dimensiones
más frecuentemente mencionadas de la experiencia de flujo es que, mientras
dura, uno es capaz de olvidar todos los aspectos desagradables de la vida. Este
aspecto de flujo es un subproducto importante de que el hecho de las actividades
agradables requiere de un enfoque total de la atención en la tarea presente, y así
no se da oportunidad a ningún espacio en la mente para informaciones que no
sean relevantes.

En ese mismo orden de ideas, se discute en este momento en relación a la


paradoja del control, para el precitado autor, lo que hace disfrutar a las personas
no es el sentimiento de tener el control en situaciones difíciles. No es posible
experimental un sentimiento de control a menos que se esté dispuesto a
abandonar la seguridad de las rutinas protectoras. Únicamente cuando está en
juego un resultado dudoso, y cuando uno es capaz de influir en ese resultado, la
persona podrá saber si realmente tiene o no el control.

Otro aspecto que comprende el disfrute y la calidad de vida, está relacionado


con la perdida de la autoconciencia, para el precitado autor significa una pérdida
de la conciencia de la personalidad. Lo que se halla por debajo del umbral de la
conciencia es el concepto de la personalidad, la información que usamos para
representarnos a nosotros mismos, quienes somos. Y ser capaces de olvidarnos
temporalmente de quienes somos parece ser muy agradable. Cuando no estamos
preocupados por nuestras personalidades, realmente tenemos la oportunidad de
expandir el concepto de quienes somos. La pérdida de la autoconciencia puede
llevar a la trascendencia, un sentimiento de que se han sobrepasado los límites de
nuestro yo.

Como penúltimo aspecto, se tiene la transformación del tiempo, al respecto una


de las de las descripciones más frecuente de la experiencia optima expresa cómo
el tiempo parece no pasar de modo en que ordinariamente lo hace. La duración
objetiva, externa, que medimos con referencia a acontecimientos exteriores como
la noche y el día, o la progresión ordenada de los relojes, se convierte en algo
irrelevante debido al ritmo que nos marca la propia actividad. Finalmente es
importante destacar que la liberación de la tiranía del tiempo se añade a la euforia
que sentimos mientras nos encontramos en un estado de completa involucración
con lo que hacemos.

Un último aspecto del disfrute y la calidad de vida, está relacionado con la


experiencia autoética, en ese sentido la palabra “autoética” deriva de dos palabras
griegas, auto, que significa en sí mismo, y telos, que significa finalidad. Está
referido a una actividad que se contiene en sí misma, que se realiza no por la
esperanza de ningún beneficio futuro, sino simplemente por la esperanza de
ningún beneficio futuro, sino simplemente porque hacerlo es en sí la recompensa.
Se tiene entonces que cuando la experiencia es autoética, la persona está
prestando atención a la actividad por sí misma, y cuando no es así, la atención se
centra en la consecuencia.

Otro de los temas que comprende la teoría del flow, está referido a las
condiciones del flujo, para el precitado autor está referido a la descripción de
actividades particulares que probablemente producirán experiencias óptimas y las
características personales que ayudan a la gente a lograr fácilmente el flujo, en
ese sentido como primer aspecto se desarrolla las actividades que producen flujo,
al respecto se debe tener presente que cualquier actividad que transforma la
manera en que percibimos la realidad es capaz de hacernos disfrutar, por lo tanto,
las actividades de flujo conducen al crecimiento y al descubrimiento. Uno no
puede disfrutar haciendo la misma cosa al mismo nivel durante mucho tiempo.
Pues esto conlleva al aburrimiento y la frustración; y entonces el deseo de disfrutar
nos estimulará nuevamente para que pongamos a prueba nuestras habilidades o
para que descubramos nuevas oportunidades de usarlas.

Como segundo aspecto se tiene el flujo y cultura, al respecto para el precitado


autor las culturas son construcciones defensivas contra el caos, diseñadas para
reducir el impacto de la aleatoriedad sobre la experiencia. Son respuestas
adaptativas. Prescriben normas, proporcionan metas, construyen creencias que
nos ayudad a abordar los desafíos de la existencia. Por su parte, aunque el flujo
es un poderoso motivador, no garantiza la virtud de quienes lo experimentan. En
las mismas condiciones, una cultura que proporciona flujo podría verse como
mejor que otra que no lo hace.

El tercer aspecto está relacionado con los efectos de la familia sobre la


personalidad autotélica, para el contexto familiar que promueve experiencias
optimas comprende cinco características, a saber: la claridad relacionada con el
diseño de metas y la retroalimentación en la interacción familiar son
fundamentales, el centramiento o la percepción de estar interesados en lo que se
hace en el presente en sus sentimientos y experiencias concretas, seguidamente
se tiene la elección, existe una posibilidad de variedades para escoger, la idea es
estar dispuestos a enfrentar las consecuencias, como cuarta característica se
tiene el compromiso, o la confianza que permite sentirse lo suficientemente
cómodo e implicarse en cualquier cosa en la que se esté interesado sin ser
consciente de sí mismo y finalmente el desafío, o la dedicación en este caso de
los padres a ofrecer a sus hijos oportunidades cada vez más complejas para la
acción.

Como último aspecto se tiene la gente del flujo, en ese sentido las
características que determinan una personalidad, en su mayoría, se revelan más
claramente en las personas que parecen disfrutar con situaciones que otras
personas ordinarias encontrarán insufribles. El precitado autor también plantea
que cuando la adversidad amenaza con paralizarnos, necesitamos reafirmar el
control encontrando en una nueva dirección hacia dónde invertir la energía
psíquica que este fuera del alcance de las fuerzas externas.

Para finalizar el apartado relacionado con la teoría del flow , se desarrolla en


este momento el juego de las palabras, para Csikszentmihay (1990), un uso más
significativo de las palabras que potencialmente podría mejorar nuestras vidas es
el perdido arte de la conversación, en ese sentido a través del diálogo se logra
intercambiar sentimientos, pensamientos y deseos de las personas conllevando
así a la mejor comprensión de los seres humanos. Esto guarda relaciona a lo
planteado por Senge (2010)
Una visión compartida también brinda un timón para mantener el rumbo del
proceso de aprendizaje cuando arrecian las presiones. El aprendizaje puede
ser dificultoso, incluso doloroso. Con una visión compartida, tenemos más
propensión a exponer nuestro modo de pensar, a renunciar a perspectivas
arraigadas y a reconocer los defectos de una persona o una organización.
Todos esos problemas parecen triviales comparados con la magnitud de lo
que intentamos crear. Como dice Robert Fritz: “En presencia de la grandeza
la mezquindad desaparece. En ausencia de un gran sueño, la mezquindad
prevalece. .(Senge, 2010,p. 265)

De lo anteriormente planteado se desprende que, la visión compartida


fortalece el aprendizaje, permite trascender los pensamientos lineales que limitan
la creatividad, al mismo tiempo permite que el talento humano a través de la
comunicación logre aflorar sus percepciones con respecto a si mismo y hacia los
demás y hacia la organización, pero sobre todo lo prepara para hacer frente a las
situaciones de riesgo e incertidumbre.

Aspectos fundamentales de la organización emocionalmente inteligente

En palabras de Goleman (1998) el término “inteligencia emocional” se refiere a


la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los
demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con
los demás y con nosotros mismos. (P349). Por otro lado, para Cooper y Sawaf
(2004), es la capacidad de sentir, entender y aplicar eficazmente el poder y la
agudeza de las emociones como fuente de energía humana, información,
conexión e influencia. (p18)

Así mismo, Weisinger (2001), en su libro: la inteligencia emocional en el trabajo,


la define como el uso inteligente de las emociones: de forma intencional, hacemos
que nuestras emociones trabajen para nosotros, utilizándolas con el fin de que nos
ayuden a guiar nuestro comportamiento y a pensar de manera que mejoren
nuestros resultados (p6).

De acuerdo a lo planteado previamente y contextualizando el termino con las


organizaciones, se tiene que la inteligencia emocional es la capacidad que tiene el
ser humano en este caso el gerente de comprender sus sentimientos, los de los
colaboradores, promoviendo e impulsando las relaciones intrapersonales e
interpersonales, la motivación, el optimismo, entusiasmo, la confianza para la
cohesión social y la actuación entusiasta hacia el logro de los objetivos.

Habilidades y capacidades para trascender hacia las organizaciones


emocionalmente inteligentes.
Para el desarrollo de las organizaciones emocionalmente inteligentes, Goleman
(1998), plantea las competencias personales, las cuales determinan el modo en
que nos relacionamos con nosotros mismos y las competencias sociales,
determinan el modo en que nos relacionamos con los demás, con respecto a la
primera el gerente debe apropiarse y practicar las habilidades relacionadas con la
“Conciencia de sí mismo” que no es más que la capacidad de comprender lo que
está sucediendo en cualquier situación y mediante la racionalidad y la confianza
que debe tener el gerente en sí mismo tomar decisiones asertivas.

Ahora bien¸ la “Conciencia de sí mismo” comprende la conciencia emocional, es


así como el gerente que este apropiado de esta competencia podrá saber que
emociones está sintiendo y por qué, comprende los vínculos existentes entre sus
sentimientos, pensamientos, palabras y acciones, conoce el modo en que los
sentimientos influyen sobre su rendimiento y tienen un conocimiento básico de sus
valores y objetivos.

Seguidamente dentro de la “Conciencia de sí mismo”, está la valoración de sí


mismo, la cual permite conocer nuestros recursos, capacidades y limitaciones
internas, en ese sentido el gerente dotado de esta competencia, está consciente
de sus puntos fuertes, debilidades, tienen la capacidad de reflexionar y aprender
de la experiencia, es sensible al aprendizaje sincero de la experiencia, a los
nuevos puntos de vista, a la formación continua y al desarrollo de sí mismo y
cuentan con un sentido del humor que les ayuda a tomar distancia de sí mismos.

Finalmente, se tiene la confianza en sí mismo, los gerentes dotados de esta


competencia manifiestan autoconfianza, poseen presencia, pueden expresar
puntos de vista impopulares y defender sin apoyo de nadie lo que consideren
correcto, son emprendedores capaces de asumir decisiones importantes a pesar
de la incertidumbre y las presiones.

Continuando con las competencias personales, se describe ahora la


autorregulación que no es más que el control de nuestros estados, impulsos y
recursos internos, comprende el autocontrol relacionado con la capacidad de
manejar adecuadamente las emociones, los impulsos conflictivos, en ese sentido
los gerentes apropiados de esta competencia, logran gobernar adecuadamente
sus sentimientos impulsivos, emociones conflictivas, permanecen equilibrados,
positivos e imperturbables aun en los momentos más críticos, piensan con claridad
y permanecen concentrados a pesar de las presiones.

De igual forma dentro de la autorregulación, se tiene la confiabilidad e


integridad, relacionada con el ser íntegro y responsable, así pues, los gerentes
dotados de esta competencia actúan ética e irreprochablemente, su honradez y
sinceridad proporcionan confianza a los demás, adoptan posturas firmes y
fundamentadas en sus principios, cumplen sus compromisos y promesas, se
responsabilizan de sus objetivos y son organizados y cuidadosos con el trabajo.

Finalmente, dentro de esta competencia está la innovación y adaptabilidad, la


cual permite permanecer abierto a las ideas, a los enfoques nuevos y lo
suficientemente flexibles como para responder rápidamente a los cambios, de ello
se desprende que los gerentes apropiados de esta competencia buscan siempre
nuevas ideas de una amplia variedad de fuentes, aportan soluciones generales a
los problemas, adoptan nuevas perspectivas asumiendo riesgos en su
planificación, manejan adecuadamente las múltiples demandas, reorganizan
prontamente las prioridades adaptándose rápidamente a los cambios, adaptan sus
respuestas y tácticas a las circunstancias cambiantes, su visión de los
acontecimientos es sumamente flexibles.

Como último aspecto de las competencias emocionales, está la motivación,


referida a las tendencias emocionales que guían o facilitan el logro de nuestros
objetivos, comprende la motivación al logro, permite esforzarse por mejorar o
satisfacer un determinado criterio de excelencia, es así como los gerentes dotados
de esta competencia están orientados hacia a los resultados, poseen una
motivación muy fuerte para cumplir sus objetivos, exigencias, no vacilan en
afrontar objetivos desafiantes, asumir riesgos calculados, recaban la información
necesaria para reducir la incertidumbre, descubrir formas más adecuadas de
llevar a cabo las tareas en las que estén involucrados y aprenden a mejorar su
desempeño.

Ahora bien, conviene en este apartado desarrollar las competencias sociales,


las cuales comprenden la empatía, que no es más que la conciencia de los
sentimientos, necesidades y preocupaciones ajenas, dentro de sus atributos está
la comprensión de los demás, relacionada con la percepción de los sentimientos y
puntos de vista de los demás e interesarse activamente por sus preocupaciones,
en ese sentido los gerentes dotados de esta competencia, permanecen atentos a
las señales emocionales y escuchan bien, son sensibles, comprenden los puntos
de vista de los demás y los ayudan basándose en la comprensión de sus
necesidades y sentimientos.

Sumado a lo expuesto se devela en este momento, la competencia de la


orientación al servicio, es la capacidad de anticiparse, reconocer y satisfacer las
necesidades del cliente, en donde los gerentes apropiados de este atributo,
comprenden las necesidades de sus clientes, tratan de satisfacerlas con sus
productos o servicios, buscan el modo e aumentar la satisfacción y fidelidad de
sus clientes, brindan desinteresadamente la ayuda necesaria asumiendo el punto
de vista de sus clientes, actuando, como una especie de asesores en quienes se
puede confiar.

Como penúltimo tributo de la empatía, está el aprovechamiento de la


diversidad, relacionada con cultivar las oportunidades que nos brindan las
diferentes personas, por lo tanto los gerentes dotados de esta competencia,
respetan y se relacionan bien con individuos procedentes de diferentes sustratos,
comprenden diferentes visiones del mundo, son sensibles a las diferencias
existentes entre los grupos, consideran la diversidad como una oportunidad,
creando un ambiente en el que puedan desarrollarse personas de sustratos muy
diferentes, afrontan los prejuicios y la intolerancia.

Finalmente, se desarrolla la conciencia política, referida a tomar conciencia de


las corrientes sociales y políticas subterráneas, por esta razón los gerentes
apropiados de esta competencia, advierten con facilidad las relaciones claves de
poder, perciben claramente las redes sociales más importantes, comprenden las
fuerzas que modelan el punto de vista y las acciones de los consumidores,
clientes, competidores, e interpretan adecuadamente tanto la realidad externa
como la realidad interna de una organización.

Ahora bien, conviene en este apartado describir las habilidades sociales,


definidas como la capacidad para inducir respuestas deseables en los demás,
comprenden la influencia relacionada con el atributo de poseer herramientas
eficaces de persuasión, de este modo los gerentes dotados de esta competencia,
se caracterizan por ser muy persuasivos, recurren a presentaciones muy precisas
para captar la atención de su auditorio, utilizan estrategias indirectas para recabar
el consenso y el apoyo de los demás y orquestan adecuadamente los hechos más
sobresalientes para exponer eficazmente sus opiniones.
Seguidamente se desarrolla, la comunicación, relacionada con escuchar
abiertamente y enviar mensajes convincentes, en ese sentido la apropiación de
esta competencia permitirá a los gerentes saber dar y recibir, captar las señales
emocionales, sintonizar el mensaje, abordar abiertamente las cuestiones difíciles,
escuchar bien, buscar la comprensión mutua y no tener problemas en compartir el
conocimiento del que disponen, fomentan la comunicación sincera permaneciendo
abiertos tanto a las buenas noticias como a las malas.

Continuando con las habilidades sociales, se desarrolla en este momento el


liderazgo, definido como la inspiración y guía del talento humano, así como de los
grupos, por lo tanto, los gerentes apropiados de esta competencia, articulan,
estimulan el entusiasmo por las perspectivas y los objetivos compartidos, cuando
resulta necesario, saben tomar decisiones independientemente de su posición,
son capaces de guiar el desempeño de los demás y lideran con ejemplo.

Del liderazgo se transita ahora a la canalización del cambio, referida a la


capacidad de iniciar o controlar el cambio, así pues, los gerentes dotados de esta
competencia, reconocen la necesidad de cambiar y eliminar barreras, desafían el
status, reconocen las necesidades del cambio, promueven el cambio consiguiendo
que otros hagan lo mismo y modelan el cambio de los demás.

Otro de los componentes que forma parte de las habilidades sociales es la


resolución de conflictos, definida como la negociación y complementación de los
pensamientos opuestos para lograr el consenso, en ese sentido los gerentes que
tengan internalizado esta competencia, manejan a las personas difíciles y las
situaciones tensas con diplomacia y tacto, reconocen los posibles conflictos, sacan
a la luz los desacuerdos y fomentan la desescalada de la tensión, alientan el
debate, la discusión abierta y buscan el modo de llegar a soluciones que
satisfagan plenamente a todos los involucrados.
Como penúltima habilidad social, se tiene la colaboración y cooperación, la cual
significa trabajar con los demás en la consecución de objetivos compartidos, cabe
señalar que los gerentes apropiados de esta competencia, equilibran el esfuerzo
en la tarea con la atención a las relaciones, colaboran, comparten planes,
información, recursos, promueven un clima de amistad, cooperación, buscan y
alientan las oportunidades de colaboración.

Finalmente se describen las habilidades de equipo, las cuales tienen como


propósito la creación de una sinergia laboral enfocada hacia la consecución de
objetivos colectivos, por lo tanto, los gerentes dotados de esta competencia
alientan las cualidades grupales como el respeto, la disponibilidad, cooperación,
impulsan la participación, el entusiasmo, consolidan la identidad grupal, el
compromiso, velan por los intereses del grupo, su reputación y comparten los
méritos.

Consideraciones finales.

La teoría del flúor permite comprender que los mejores momentos de nuestras
vidas ocurren cuando el cuerpo o la mente de una persona se esfuerzan al
máximo en un esfuerzo voluntario por lograr algo difícil o que merezca la pena. En
ese sentido permite al ser humano experimentar una sensación placentera y
liberadora, por el hecho de hacernos sentir inmersos en una actividad que
estimula nuestras pasiones.

Un aspecto importante, es la anatomía de la conciencia, las personas que


tienen dominio sobre la conciencia viven una vida más feliz, pues su función
permite representar información en relación a lo que está sucediendo dentro y
fuera del organismo de tal modo que el cuerpo pueda evaluarla y actuar en
consecuencia para lograr transformar situaciones desesperantes en desafíos,
perseverar a pesar de los obstáculos y retrocesos, es así como estas actitudes
generan admiración de los demás hacia uno, lo cual se convierte en uno de los
rasgos más importantes, no solo para alcanzar el éxito en la vida, sino para
disfrutarla, por lo tanto para adquirir este rasgo de la personalidad, uno debe hallar
la manera de ordenar la conciencia y ser capaz de controlar los sentimientos y
pensamientos.

Es importante destacar que la felicidad no es el placer. La felicidad es fluir: un


estado de experiencia óptima; un estado de alegría, creatividad e implicación total
en el que los problemas parecen desaparecer y existe una estimulante sensación
de auto trascendencia y control. Pero la fluidez no es algo que nos ocurra, es algo
que podemos diseñar y mejorar cada vez más, independientemente de lo que
hagamos, de con quién estemos o de lo que nos depare la vida.

Para trascender hacia las organizaciones emocionalmente inteligentes, se hace


necesario la comprensión de un conjunto de habilidades que implican emociones;
primeramente, está la habilidad para reconocer el significado de las emociones,
sus relaciones para razonar y resolver problemas en base a ello, seguidamente
esta la habilidad para reconocer, percibir, valorar las propias emociones, así como
regularlas, expresarlas en los momentos adecuados y de manera pertinente.

En ese sentido, la gerencia de estos tiempos de cambios, debe apropiarse de


habilidades emocionales que permitan instaurar un clima laboral armónico, el
sentido de compromiso y pertenencia de los colaboradores hacia la institución y
sobre todo que propicien las buenas relaciones interpersonales, el potencial
creador del talento humano, la recursividad organizacional , la complementación
de pensamientos opuestos, para poder hacer frente a las situaciones caóticas y de
incertidumbre que caracterizan estos tiempos.

Seguidamente, en el marco de la competencia emocional, los gerentes deben


apropiarse de herramientas y estrategias que les permitan gestionar el cambio en
las organizaciones, se considera relevante practicar tanto las competencias
personales como las sociales, las primeras determinan el modo en que nos
relacionamos con nosotros mismos, y comprenden la conciencia de uno mismo,
conciencia de nuestros propios estados internos, recursos e intuiciones, la
autorregulación, no es más que el control de nuestros estados impulsos y recursos
internos, a su vez permite a los gerentes la adaptabilidad, que no es más que la
flexibilidad para afrontar los cambios, así como también los prepara para asumir la
innovación, estar abiertos ante las nuevas ideas, enfoques e información y la
motivación es la capacidad que orienta y facilita el logro de nuestros objetivos.

En lo relacionado a las competencias sociales, estas determinan el modo en


que nos relacionamos con los demás y comprenden la empatía, un aspecto muy
importante motivado a que permite a los gerentes tener conciencia de los
sentimientos, así como las necesidades y preocupaciones ajenas, de esta manera
el directivo se convierte en un ser que comprende a los demás, se orienta al
servicio, hace uso de la diversidad y de la conciencia política.

Finalmente se considera necesario hacer énfasis en las habilidades sociales,


las cuales están relacionadas con la capacidad para inducir respuestas deseables
en los demás, de acuerdo a estos argumentos el líder al estar apropiado de las
mencionadas habilidades potencia su capacidad de influencia, comunicación,
liderazgo y un aspecto de significativa relevancia para la gestión de cambio es
que fortalece las estrategias para iniciar o dirigir los cambios, la resolución de
conflictos, la colaboración y cooperación y el trabajo en equipo.

Referencias Bibliográficas

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