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UNIVERSIDAD FERMÍN TORO

VICERRECTORADO ACADÉ MICO


FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓ MICAS Y SOCIALES
ESCUELA DE RELACIONES INDUSTRIALES

INTELIGENCIA EMOCIONAL

Integrante

Rosnell Montes 24.145.980


La Inteligencia Emocional en la Gestión por Competencia

La gestión de competencias es el modelo de referencia en muchas empresas


para seleccionar, desarrollar, motivar e incentivar a sus empleados. Este modelo
distingue entre competencias técnico-profesionales (conocimientos, habilidades y
actitudes relacionados con el desempeño específico del puesto) y competencias
socio personales (conocimientos, habilidades y actitudes relacionados con la
interacción social y personal del trabajador). Dentro de este último grupo estarían
las competencias emocionales, como la motivación, la autoconfianza, el
autocontrol, la tolerancia al estrés, la asertividad o la empatía. Aunque el modelo
más conocido en el mundo empresarial es el de inteligencia emocional, existen
diversas propuestas teóricas que son antecedentes de este modelo y otras que se
han derivado como consecuencia del avance de la investigación en esta área. Las
investigaciones muestran que las competencias emocionales tienen un rol
importante en la predicción de distintas variables organizacionales, como el
desempeño o el compromiso, y que también pueden tener un rol amortiguador
ante situaciones de estrés laboral o burnout. Sin embargo, existe ambigüedad en
la definición de estas competencias dentro de los perfiles de los puestos que
puede dificultar su aplicación en los distintos ámbitos de la gestión de personas en
la empresa

Una de las principales funciones de la gestión es la de detectar todas las


competencias que el puesto de trabajo exige, para que al momento de contratar a
la persona cumpla con todas las expectativas en cuanto a la realización de un
excelente desempeño laboral. Otra función es la de elegir a la persona apta, es
decir que cumpla con las competencias que requiere el puesto de trabajo en
cuestión. Por último, se dice que ayudará al desarrollo de aquellas competencias
que estén propensas al mejoramiento; todo esto para lograr el buen desempeño
laboral. Todas estas funciones harán que la organización cree una ventaja
competitiva hacia la organización, debido a que se explotarán algunas
competencias que tal vez aún no se habían utilizado.

Es por ello que una de las competencias más útiles para mejorar las dinámicas y
la productividad de una organización es la inteligencia emocional, entendida como
la capacidad de comprender las emociones propias y ajenas desde un contexto
objetivo para interiorizarlas y manejarlas en pro de las relaciones interpersonales y
la relación con uno mismo.

Uno de los deberes del área de Recursos Humanos en las organizaciones es


definir las competencias claves que se deben contratar, promover y formar en una
organización desde los valores y la cultura que se desee construir.
Las emociones juegan un papel muy importante dentro de nuestra vida cotidiana,
ya que son aquellas mediante las cuales basamos la mayoría de las decisiones
que tomamos a lo largo de nuestras vidas. Existe gente con un dominio emocional
mucho mayor que otras; generalmente son las personas que tienen más éxito en
sus vidas, en comparación con las que tienen un IQ alto y con bajo dominio
emocional; es por eso que hay que prestar mayor atención a este tipo de
habilidades que pueden marcar nuestra vida tanto o más que el capital intelectual

La gestión por competencias supone definir los conocimientos, cualidades y


competencias que deben tener los trabajadores, seleccionar candidatos que los
posean, formar en las habilidades que se pretenden potenciar, contribuir a generar
un buen ambiente de trabajo y favorecer planes de desarrollo profesional.

Como se ha dicho anteriormente se debe tener en cuenta competencias,


conocimientos y habilidades “saber hacer” y actitudes, valores y rasgos personales
“querer hacer”.

La inteligencia emocional, es la capacidad que tiene una persona para conocer e


interpretar las emociones humanas, tanto externas como internamente. Una
persona con “inteligencia emocional” es capaz de conocer y controlar sus propias
emociones, las de otras personas y las de un grupo de personas.

Dentro del campo de estudio de la inteligencia emocional, también encontramos


que hay cinco “competencias” básicas que se pueden aprender, y si es así,
habilitan y dan capacidades a las personas que lo hagan, para ser mejores
consigo misma y con los demás.

 Autorregulación

La autorregulación te da la opción de seleccionar la emoción que deseas


experimentar en un momento dado, en cada situación particular.

 Auto-motivación

Auto-motivación, te permite utilizar tus emociones para lograr cambios positivos en


tu vida a través de la búsqueda de tus metas, sin importar los obstáculos que
vayas encontrando en tu camino.

 Empatía

La empatía, en la inteligencia emocional, es la capacidad de poder sentir lo que


otra persona está sintiendo, y así poder ver y sentir la vida desde la perspectiva de
otro. Esto te permite darte cuenta del estado emocional de otro, de forma racional
y eficaz. Es la mejor manera de poder guiar a otros, a un estado de positividad y
optimismo.
 Fomentar las relaciones

Para fomentar las relaciones se requiere poder demostrar, de forma sincera un


interés emocional y entendimiento por los demás. Las acciones y palabras deben
reflejar el debido respeto hacia el esfuerzo de los demás, con un objetivo de
compromiso y trabajo en equipo.

Estas tres características o competencias se tienen que tener muy presentes a la


hora de optar un cargo ya que, hoy en día los miembros de las organizaciones ya
no sólo tienen que conocer su trabajo, los procesos y procedimientos para llevarlo
a cabo, la tecnología y su uso adecuado, las herramientas de gestión más
apropiadas sino que también deben poseer competencias que le permitan
“navegar” en ese mar de relaciones que es la organización, construyendo un
“clima emocional” que permita el fluir de todos esos procesos humanos vinculados
a las emociones que subyacen inevitablemente en esos entes de convivencia que
son las empresas, y donde pasan una cantidad de tiempo .

Actualmente ya no importan solo las capacidades del intelecto sino, también el


apoyo en las emociones y ejercer procesos personales de liderazgo y manejarnos
“emocionalmente inteligente”, tal como dice Senge citado por Cooper y Sawaf
(1998:8):

Al coeficiente intelectual debe sumársele el coeficiente emocional que evidencias


las actitudes personales y sociales. El poder hacer que se deriva de la educación
formal y la experiencia, se combina con el querer hacer representado por
competencias como motivación, deseo de asumir responsabilidades y honestidad.

Inteligencia emocional no se refiere a “ser simpático”. En ciertos momentos puede


significar enfrentar a alguien sin rodeos, significa manejar los sentimientos de
modo tal de expresarlos adecuadamente y con efectividad.

“Los individuos con alto nivel de maestría personal…no se pueden permitir


escoger entre razón e intuición, entre cabeza y corazón, como no elegirían
caminar con una sola pierna o ver con un solo ojo”.

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