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Ahora bien, el talento humano, básicamente es la actividad de las personas en las empresas.
No obstante, hay factores o variables que influyen en la actividad de las personas en las
organizaciones, y que tienen efecto directo en la productividad y la satisfacción en el trabajo;
la personalidad, la percepción, las actitudes y las emociones, son algunas de ellas.
Existen una serie de factores que determinar la personalidad jugando diversos papeles a lo
largo de la vida y dentro de estos encontramos la herencia; entendida como aquellos aspectos
genéticos; el ambiente que marca de manera directa la forma en como nos relacionamos con
los demás y la situación, que hace referencia al momento y las circunstancias en que nos
hallamos en un momento determinado.
Por otro lado también encontramos los rasgos de la personalidad que nos permiten percibir las
diferencias individuales que coinciden en 5 dimensiones, extroversión (sociable y
comunicativo); afabilidad (alguien de buen carácter cooperativo y confiable); rectitud
(responsable, confiable); estabilidad emocional (emocionalmente estable y equilibrado) y
apertura a la experiencia (indica lo abierta que es una persona).
A su vez, están las actitudes que son otro factor que emplean los individuos para hacer las
labores, es decir su forma de ser o el comportamiento de actuar; también puede ser
considerada como cierta forma de carácter al hacer las labores y son adquiridas a través de
procesos de aprendizaje y de las experiencias por las cuales atravesamos a los largo de la vida.
Las actitudes están conformadas por tres componentes básicos que son: el cognitivo que se
refiera a lo que la persona sabe o piensa del objeto de actitud; el afectivo a los sentimientos
que el objeto de actitud despierta en el individuo y el conductual hace referencia a lo que el
individuo hace o la manera en la que se comporta con el objeto de actitud.
Por último, está la motivación que es entendida como uno de los factores internos del
comportamiento humano en la organización que requiere mayor atención, ya que sin un
mínimo conocimiento acerca de lo que motiva una conducta será muy difícil comprenderla. El
ciclo motivacional inicia con una necesidad, provocada por un estímulo que rompe el estado
de equilibrio orgánico y produce Estados de tensión, insatisfacción o inconformismos que
lleva a buscar una solución que proporcione el equilibrio.
Por consiguiente, los principios teóricos del talento humano requieren de reclutar, seleccionar,
orientar, recompensar, desarrollar, auditar y dar seguimiento a las personas, además formar
una base de datos confiable para la toma de decisiones, que la gente se sienta comprometida
con la empresa y sentido de pertenencia, solo de esta forma se lograra la productividad,
calidad y cumplimiento de los objetivos organizativos.