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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE HONDURAS

CONSTITUCION DE UNA EMPRESA


“Procesos de Creación de una empresa”

Alumna: Andrea Álvarez


LIC. Bessy Cruz

Desarrollo de Productos
SECCION 0090

CUIDAD UNIVERSITARIA

TEGUCIGALPA MDC 30 DE JULIO DEL 2022


Pasos para la Creación de una empresa
1. La idea de negocio
Toda empresa empieza por una idea. Simple o muy elaborada, clásica o tecnológica. La
elección del tipo de negocio a poner en marcha es el punto de partida de todo proyecto
empresarial. Debes tener muy en cuenta que una mala idea es suficiente para que no
funcione una empresa y que una buena idea no es nada sin el equipo promotor adecuado.

Estos son algunos de los factores que pueden incluir en la creación de una empresa:
 Oportunidades de negocio en mercados
 Repetición de experiencias ajenas: es el efecto
reflejo de los negocios nuevos, que se produce
frecuentemente en las épocas de expansión de la
economía.
 Conocimientos técnicos sobre mercados, sectores o
negocios concretos
 La experiencia del futuro empresario, que ha sido
trabajador o directivo de otro negocio y que
pretende independizarse.
 Cuando se posee un producto innovador que se
estima que puede generar mercado.

2. Elaborar un Plan de empresa

Puede definirse como el documento en el que se va a reflejar el contenido del proyecto


empresarial que se pretende poner en marcha, y que abarcará desde la definición de la idea a
desarrollar hasta la forma concreta de llevarla a la práctica. Se trata por ello de una herramienta
idónea para poder hacer un seguimiento del desarrollo de la actividad empresarial, analizando y
comparando previsiones y resultados.

El Plan de Negocio nace de un exhaustivo análisis de los elementos que componen la idea de
empresa. Las proyecciones deben ser viables y realistas. Dichos elementos son:

 Los recursos disponibles.

 El producto.

 El mercado al que se aspira.

 La financiación.

 Los competidores.

 El público.
3. Adquisición de recursos
Dado que el sostenimiento de una empresa depende
casi exclusivamente de su modelo de financiación, el
tercer eslabón en la cadena corresponde a la
definición de recursos. En esta categoría entran no
sólo la inversión inicial y los socios que realizan
aportes al negocio, sino también las estrategias de
sostenibilidad. El principal objetivo de esta etapa es
garantizar la viabilidad de la idea de negocio, pues un
número significativo de emprendedores inician
labores sin saber a ciencia cierta cuánto tiempo
permanecerá el negocio en funciones. Riesgo no es
sinónimo de improvisación.

 Buscar Financiación: La financiación puede realizarse a través de ámbitos cercanos al


emprendedor como su familia, amigos o allegados. Otra forma, aunque más
convencional y que supone más requisitos, son los créditos bancarios o los préstamos.
Raros son los casos en los cuales la empresa no necesita financiación externa para
empezar. Incluso si para arrancar ha sido suficiente con las aportaciones de los socios,
normalmente se plantea una fase de crecimiento que requiere una mayor aportación de
capital. Por eso, es imprescindible asegurarse de agotar todas las posibles fuentes de
financiación, desde el ahorro personal, los préstamos de familiares y amigos, las
subvenciones y ayudas, la banca tradicional, el capital riesgo, los business angels, el
crowdfunding, la financiación interna, etc.

4. Nacimiento del negocio:


Cuando la viabilidad y los otros elementos han sido
definidos, el negocio puede ponerse en marcha. Sin
embargo, antes de esto es necesario que el emprendedor
cumpla con las exigencias legales y jurídicas vigentes en
el lugar de operación. Por ejemplo: trámites, licencias,
permisos, auditorías, inspecciones, etc.
En algunos países, como por ejemplo en España, existen
subvenciones o ayudas para el emprendimiento a
condición de que los proyectos cumplan con toda la
documentación requerida, lo que constituye otra
alternativa de financiación.

 Optar por una forma Juridica: La elección del estatuto jurídico de la empresa es
otro paso importante en la creación. Cada opción tiene sus ventajas e
inconvenientes, principalmente en tres aspectos: fiscalidad, responsabilidad y
trámites requeridos. Hay que tener cuidado con lo que se elige, porque no siempre
es tan fácil cambiar después. Puedes consultar nuestra guía: ¿autónomo o sociedad?
En primer lugar, tienes que elegir entre la personalidad física o la personalidad jurídica. En
la primera categoría entran el empresario individual (autónomo) y sus asociaciones como la
Comunidad de Bienes (CB) o la Sociedad Civil (SCP).

5. Crecimiento y sostenibilidad:
El trabajo del emprendedor no acaba con la apertura. Por el
contrario, es el inicio de un proceso de consolidación y
estabilidad. Una vez la empresa esté en funcionamiento, es
necesario generar estrategias que ayuden a captar nuevos
ingresos, contactar a nuevos clientes y aumentar las ventas.
Desde luego, también debe existir una preocupación por la
mejora de los procesos internos y de la calidad de los
productos, dos elementos que, sin duda, constituyen la mejor
inversión a largo plazo para cualquier empresa. Si se los toma
en serio, pueden constituirse en valores añadidos a la marca

 Escoger a los Proveedores: Aunque siempre la mirada de una empresa está orientada
hacia sus clientes, no te puedes olvidar de hacer una elección minuciosa y bien pensada
de tus proveedores. Algunos tendrán un impacto muy significativo sobre tu negocio, y a
esos les llamarás proveedores estratégicos y buscarás la forma de asegurar con ellos una
relación de trabajo fiable, conforme a tus objetivos y de confianza.

 El precio: es muy importante, pero tendrás que valorar otros aspectos, como la
flexibilidad o el plazo de respuesta en caso de necesidad. En definitiva, intenta ver a tus
proveedores como socios más que como enemigos, por ya tendrás bastante con tus
competidores para pelearte.

 Producir: En principio ya tienes todos los ingredientes para empezar: un sitio, una
empresa registrada con su nombre. Tienes socios, dinero, empleados, y has escogido tus
proveedores. Solo te falta elaborar tu producto o servicio. Para eso necesitarás organizar
el proceso productivo, por muy simple que sea.

 Vender: Hasta que no hayas vendido (y cobrado) tu primer producto o servicio, no se


puede considerar que hayas realmente empezado tu andadura como empresa.

 Satisfacer al cliente: Si vendes, pero no consigues que tu cliente tenga una buena
experiencia, lo más probable es que no vuelva a comprarte. Quizás pertenezcas a uno de
esos sectores en los cuales por lo general solo se le vende una vez a un cliente en
particular (inmobiliaria, por ejemplo) y por lo tanto te de igual si haya quedado
satisfecho o no.

 Medir los resultados continuamente: Para mejorar tienes que saber en qué punto
estás. Y para eso tienes que definir un cierto número de variables que puedas medir
fácilmente, y que te vayan dando indicaciones sobre como lo estás haciendo. La
principal es por supuesto la rentabilidad de tu negocio, porque el propósito de crear una
empresa es ganar dinero. Pero si te limitas a medir los beneficios, estás interviniendo
muy abajo en la cadena de consecuencias. Necesitas buscar indicadores adelantados que
te ayudarán a corregir las cosas antes de que se traduzcan en malos resultados
económicos

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