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El Proyecto de Creación de su Empresa

El proyecto de crear la empresa tiene su origen en la idea que les surge a los promotores, desde
este momento es necesario realizar un estudio exhaustivo para determinar la viabilidad del
proyecto y la puesta en marcha de la empresa.

El estudio, que será más o menos profundo en función del tipo de empresa a crear y de la
inversión a realizar, va a dar lugar al Plan de Empresa, documento en el que se refleja el
contenido del proyecto empresarial y al que se dedica la mayor parte de este capítulo. Se inicia
determinando las características y cualidades que se va a exigir al empresario así como un
análisis de la idea de negocio, resaltando la importancia que tiene la creatividad en todo este
proceso.

Temas como el mercado al que la empresa va a dirigirse, la evolución previsible del mismo,
las empresas de la competencia, la política comercial a seguir, las ventas esperadas, los
recursos técnicos y económicos necesarios, etc., deberán estudiarse y definirse con el máximo
detalle antes de iniciar la creación de la empresa.

Las fases de este proceso son:

1. la generación de la idea
2. la definición del proyecto empresarial
3. la puesta en marcha
4. consolidación de la actividad de la empresa.

La creación de una empresa supone estructurar medios humanos, materiales y económicos con
una finalidad: La obtención de beneficios.

1. Las características del Empresario


2. La Idea de Negocio
3. Elaboración del Proyecto Empresarial
4. La Decisión de Crear la Empresa

5. La Supervivencia.Obstáculos.
.1. ¿Quién inicia un proyecto empresarial? El Emprendedor

Antes de pasar al desarrollo de las fases de un proceso de creación de empresas es preciso


presentar al protagonista principal que será quien ponga en marcha el proyecto: el
emprendedor, emprendedora o emprendedores, si son más de uno.

Este podrá ser una persona o un equipo de trabajo, pero en general, deberá ser alguien que
tenga una idea de negocio y ser capaz de llevarla a la práctica.

¿Qué lleva a una persona a crear una empresa?

Las motivaciones pueden ser variadas. En encuestas realizadas en diversos puntos de la


geografía nacional se señalan como razones para la creación de una empresa las siguientes:

 Más de la mitad de los nuevos empresarios habían iniciado su andadura por poseer una
buena idea de negocio.
 Más de un tercio afirmaba contar con algún cliente antes del inicio de su actividad.
 Otro motivo era la búsqueda de la independencia laboral.
 Una cuarta parte de las respuestas respondía a la tradición empresarial familiar.
 Uno de cada cinco encuestados apuntaban la situación de desempleo.

Lo cual se puede resumir en:

 Aprovechar una idea nueva y ponerla en práctica


 El deseo de prosperar
 Ser independiente

 Autoempleo, que surge como alternativa al desempleo

La aventura de crear una empresa no es tarea fácil y puede suponer un período de tiempo largo,
en función de:

1. Grado de maduración de la idea


2. Nivel tecnológico
3. Necesidades de financiación
4. Especialización de las inversiones requeridas
5. Complejidad y distancia de los mercados objetivo

En definitiva, crear una empresa supone:

 Invertir medios económicos


 Comprar materiales
 Utilizar recursos humanos, emplear nuevas personas o autoemplearlos.

 Coordinar a la vez todos esos recursos de manera que se destinen a cumplir los
objetivos previamente establecidos.

Por ello, el nuevo promotor debe ser capaz de llevar a cabo una serie de tareas
multidisciplinares que no es fácil de encontrar reunidas en una misma persona.

En este sentido, adquiere importancia la figura de equipo de trabajo en un proyecto, en el que


las distintas personalidades se complementan y reúnen las capacidades necesarias:

 Dirigir
 Organizar
 Abordar nuevos proyectos
 Tener nuevas ideas
 Reunir los medios económicos necesarios para abordar esos proyectos
 Seleccionar y contratar al personal de la empresa

 Dirigir al personal de tal manera que puedan alcanzar los objetivos motivándolos
El Proyecto de Creación de su Empresa

3. La Elaboración del Proyecto Empresarial

3.1.Definición y Características del Plan de Empresa


Una vez determinada la idea de negocio, el siguiente paso es diseñar el proyecto empresarial,
que habitualmente se recoge en el denominado Plan de Empresa.
¿Qué es el Plan de Empresa?

Es el documento:

 Que refleja de una manera detallada el contenido del Proyecto Empresarial que se
pretende poner en marcha.
 Que abarca desde la definición de la Idea a desarrollar hasta la forma concreta de
llevarla a la práctica, incluyendo la programación de las fases y los medios y recursos a
utilizar.

¿Para qué sirve el Plan de Empresa?

Su utilidad es doble:
 Obliga a realizar un esfuerzo de coherencia, organización, rigor, planificación y
eficacia, previo a la puesta en marcha del proyecto, de forma que sirva para determinar
la viabilidad de la idea.

 Es la "tarjeta de presentación" de un promotor empresarial ante terceras personas:


posibles socios inversores, colaboradores, clientes, instituciones financieras… Por ello
es muy importante tener en cuenta tanto su valor interno como externo.

Características de un Plan de Empresa

En general, el contenido del plan variará de un proyecto a otro y estará muy relacionado con la
actividad a desarrollar, la dimensión del proyecto y el volumen de inversión a realizar.

En cada caso concreto habrá que definir su contenido y hacer especial hincapié en los
apartados que caracterizan la actividad a ejercer.

Básicamente un buen plan de empresa habrá de recoger:

 Los objetivos que se persiguen con la creación de la empresa y una detallada


descripción de las estrategias que habrán de seguirse para la consecución de tales
objetivos y la previsión de resultados.
 La descripción del negocio que se pretende crear, en todos sus aspectos: técnicos,
productivos, comerciales y financieros.
 Un profundo y serio estudio acerca de la viabilidad real de la idea, viabilidad que ha de
ser tanto técnica como económica y financiera.

 Además, ha de ser convincente, no sólo para su propio artífice, sino también para todas
aquellas personas que tengan acceso al Proyecto, puesto que de ello puede depender el
conseguir o no suficientes recursos financieros que permitan poner en marcha la
iniciativa.
Concepto de Empresa

Estas páginas pretenden ser un elemento básico de ayuda y consulta para aquéllos que se
plantean, por diferentes motivos y en variadas circunstancias, la posibilidad de crear una
empresa.

Por ello quizá sea conveniente en primer término delimitar conceptualmente, aunque sólo sea a
grandes trazos, qué entendemos por "empresa".

 ¿Qué es una empresa?

Desde una perspectiva económica y mercantil podemos definir la empresa como aquella
unidad de producción compleja en la que se coordinan diversos medios productivos (trabajo
humano y elementos materiales e inmateriales) bajo la dirección del empresario con el fin
inmediato de elaborar productos y/o prestar servicios, satisfaciendo así, directa o
indirectamente, una necesidad humana, lo que previsiblemente conducirá a la obtención de
alguna clase de utilidad o beneficio para sus titulares.

 ¿De donde nace la empresa? Binomio idea – emprendedor.-

En la raíz de toda nueva iniciativa empresarial late la idea de una persona (un emprendedor, un
promotor) que, con la vista en los posibles beneficios derivados de su actividad, pone en
marcha su actividad productiva – de bienes, de servicios o de ambos-, arriesgando, en
ocasiones, su propio patrimonio.

Idea empresarial

¿Dónde encontrar una idea?

Por lo general, las ideas pueden encontrarse observando:


 El propio trabajo

El descubrimiento de una idea empresarial puede llegar de la observación, en el trabajo


cotidiano, de oportunidades de mejora de los productos fabricados o los servicios
ofrecidos por la empresa en que trabaja el futuro emprendedor. Esa labor diaria puede
asimismo revelar nuevos segmentos de mercado, demandas insuficientemente cubiertas
que ofrecen una oportunidad de negocio al que sepa aprovecharlas a tiempo.

 La vida diaria

En otras ocasiones, son los familiares, amigos o conocidos, acaso nosotros mismos,
quienes percibimos la carencia de un bien o servicio que podría cubrir determinadas
necesidades, facilitarnos ciertas tareas; otras veces, es la lejanía o incomodidad para
obtener ese bien o servicio lo que hace brotar la oportunidad de negocio.

 La vida económica

El seguimiento de publicaciones económicas o profesionales, publicaciones


especializadas en la creación de empresas, pueden, igualmente, darnos la pauta a la
hora de descubrir las nuevas oportunidades. Del mismo modo, el análisis de estudios
estadísticos elaborados por determinadas instituciones (Cámaras de Comercio,
organizaciones y asociaciones empresariales, sindicatos, etc) o por la propia
Administración pueden permitir el descubrimiento de nuevas oportunidades de
negocio.

 Las ideas ajenas

Si en muchas ocasiones son ideas propias las que impulsan la nueva actividad, no es, ni
mucho menos, infrecuente que sean ideas de otras personas las que permitan su
nacimiento. Es el caso de los traspasos de negocio, los ejemplos e ideas de negocio que
se analizan en revistas especializadas en ámbitos comerciales o industriales, las
franquicias, las concesiones comerciales, la adquisición de derechos de propiedad
industrial (patentes) o de licencias de fabricación, explotación, o distribución (p. ej.:
una exclusiva de distribución de ciertas importaciones), etc.

Si se recurre a ideas ajenas para crear una empresa, es aconsejable mantener una actitud
de vigilancia y seguimiento de nuevos productos o servicios, nuevas tendencias de
consumo, nuevas ideas de marketing, etc. (en la mayoría de revistas especializadas
existe una sección dedicada a estos asuntos).

El binomio de elementos que posibilita el nacimiento de una nueva empresa se completa


con la figura del EMPRENDEDOR (también denominado promotor, nuevo empresario,
etc).

¿Quién puede ser emprendedor?

La primera advertencia que puede hacerse a este respecto es que todos podemos ser
emprendedores.

Si bien es cierto que los rasgos de la personalidad del nuevo emprendedor, sus
motivaciones a la hora de embarcarse en un nuevo negocio, la capacidad intelectual o
física, la formación o experiencia previa pueden, indudablemente, influir en el éxito de
la nueva empresa, no cabe atribuir a estos aspectos un valor absoluto, ni elevarlos a la
categoría de requisitos previos e indispensables que deban reunirse obligatoriamente
para poder afrontar con perspectivas un nuevo negocio.

¿Qué características definen al emprendedor? El perfil del emprendedor.

Un hipotético "retrato robot del emprendedor ideal" debe servir, antes que nada, para
prevenir y conocer puntos fuertes y débiles presentes en el emprendedor, para elaborar
un "diagnóstico" que haga posible establecer las soluciones adecuadas (ya sean,
formativas o de otro tipo).

A continuación, se señalan las características de la personalidad, las habilidades o


capacidades psíquicas o intelectuales y la formación y/o experiencia previas que más
comúnmente citan los expertos a la hora de establecer el "perfil tipo" de un
emprendedor. Seguidamente se hace una mención meramente enunciativa de
motivaciones frecuentes y sus posibles implicaciones en la puesta en marcha y
desarrollo de la empresa. (Fuentes: Agence pour la Création d'Entreprises – APCE;
Negocios con futuro. Guía de creación de Empresas, del Institut Municipal de Formació
Ocupacional i Feina. Ajuntament de Palma de Mallorca).

Rasgos de la personalidad:

1. Iniciativa
2. Decisión
3. Asunción de riesgos
4. Confianza

Capacidades o aptitudes personales:

1. Habilidades organizativas y de coordinación


2. Adaptación a los cambios
3. Liderazgo
4. Aptitudes negociadoras
5. Competitividad
6. Capacidad de trabajo
7. Resistencia física

Formación y/o experiencia previas deseables:

1. Experiencia empresarial directa o cercana


2. Conocimiento global de una empresa y/o desempeño de tareas en áreas
diferentes de la misma
3. Formación específica para la gestión y/o puesta en marcha de una empresa.
4. Formación técnica, directiva o en el sector de actividad propio de la empresa que
vaya a constituirse.

Motivaciones:

Otro de los elementos que tradicionalmente es objeto de análisis a la hora de estudiar la


figura del emprendedor es el de las motivaciones que determinan la creación de la
empresa.

Dichas motivaciones pueden determinar una actitud y respuesta diferentes a la hora de


poner en marcha y desarrollar la actividad empresarial. Es conveniente anticipar cuál
podrá ser esa respuesta, al objeto de reforzar potenciales puntos fuertes o prevenir
posibles debilidades.

De forma meramente enunciativa, se señalan algunas de las motivaciones típicas del


emprendedor, cada una de ellas con un breve comentario.

Este tipo de motivación puede determinar una insuficiente


Solucionar una situación
reflexión acerca del proyecto. Asimismo, debería valorarse
personal (dificultades
el posible empeoramiento del estatus social a causa de un
profesionales, afectivas, etc)
nivel de rentas inicialmente inferior al acostumbrado.
Crear su propio puesto de Puede existir incompatibilidad entre la preparación rigurosa
trabajo (autoempleo). del proyecto de empresarial y la búsqueda activa de trabajo.
La situación de necesidad (mayor o menor) es susceptible de
incidir en una deficiente preparación del proyecto,
Aumentar el nivel de renta.
descuidando el necesario ajuste entre aquél y la persona que
lo acomete.
Permanecer o establecerse en Tomar la decisión en función de semejante interés puede
un lugar geográfico del gusto implicar una mala selección del mercado objeto de la
del emprendedor. empresa.
Crear una empresa para ofrecer
Debería evitarse que los afectos personales incidan en el
más o mejores oportunidades a
rigor y objetividad del planteamiento del proyecto.
los descendientes.
Desarrollar una empresa en Suele implicar una decisión meditada y cabal, contribuyendo
toda su extensión. así a reducir las probabilidades de error.
Poner en práctica una idea Es aconsejable afrontar el proyecto de forma equilibrada,
empresarial como fórmula de buscando la máxima adecuación entre las posibilidades
realización personal. personales y el proyecto que se acomete.
Además de la posibilidad de que los afectos personales
Crear una empresa para poder
"contaminen" el análisis previo del proyecto, deben tenerse
trabajar con el cónyuge, con
en cuenta ciertos riesgos, tales como la duplicación de
los padres, los hijos, con
funciones y responsabilidades, el posible choque de puntos
compañeros de trabajo, etc.
de vista en cuanto al modo de gestión de la empresa, etc.
Debería valorarse objetivamente si el emprendedor que
pretende iniciar la actividad empresarial satisface los
Tradición familiar
requerimientos personales y materiales normalmente
exigibles.
Independencia, anhelo de La necesidad de puesta en práctica de determinadas
poder, reconocimiento social, pretensiones personales no debería menoscabar el rigor en la
mejora del estatus social, etc. preparación.

¿Cómo diagnosticar la aptitud y actitud del nuevo emprendedor?

Una vez descrito, esquemáticamente, el hipotético "perfil ideal" o retrato robot del
"perfecto emprendedor", quedaría aún por descubrir el perfil real del concreto aspirante
a empresario.

Como instrumento de ayuda para el análisis del perfil y la personalidad del nuevo
emprendedor, suelen ofrecerse cuestionarios de auto – diagnóstico.

Sin desconocer que pueden constituir un excelente instrumento de apoyo y de


conocimiento de las aptitudes y actitudes que a priori presenta el emprendedor, debe
insistirse en la idea antes avanzada: sus resultados deben relativizarse, (del mismo modo
que no cabe esperar que la obtención de un "buen resultado" en un test de auto –
evaluación garantice el éxito de nuestra aventura empresarial, es perfectamente posible
que una adecuada preparación personal y del proyecto subsanen las carencias que se
desprendan del mismo).
A modo de ejemplo, recomendamos un cuestionario de auto – evaluación ofrecido en la
Guía de Creación de Empresas en Canarias, desarrollada por los Servicios de Creación
de Empresas de las Cámaras de Comercio de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.

¿Para que sirve un plan de empresa?

El objetivo último del plan de empresa es concretar la viabilidad y rentabilidad de un proyecto


a medio y largo plazo. Esto nos permitirá llegar a conclusiones y decidir si finalmente debe
constituirse la empresa, asumiendo unos riesgos controlados, o si debe desecharse la idea de
negocio, evitando de esta manera un fracaso seguro. Tanto en uno como en otro caso, el plan
de empresa habrá sido una herramienta de gran utilidad.

Internamente sirve para que los promotores reflexionen acerca de su idea inicial, le den forma
y la estructuren con coherencia, evaluando todas las posibilidades. El hacerlo por escrito
constituye un medio de reflexión. De esta forma, un estudio exhaustivo del proyecto permite
saber la viabilidad del proyecto, desde una perspectiva técnica, económica y jurídica.

Externamente, el plan de empresa es una carta de presentación de nuestro proyecto, útil a


diversos niveles: obtener financiación, optar a posibles subvenciones, convencer a un posible
socio para que participe, captar los primeros clientes, etc.
¿Qué aspectos deberían incluir un plan de empresa?

Con carácter general, suele afirmarse que un plan de empresa debería contener una referencia
suficiente de, al menos, los siguientes elementos:
 Producto o servicio que se ofrecerá (características diferenciadoras, ventajas
competitivas, competencia, etc.)
 Equipo de personas que conforman la empresa (habilidades, experiencia, titulaciones)
 Mercado (búsqueda del nicho de mercado correspondiente, debilidades y fortalezas de
nuestros competidores, preferencias del cliente)
 Operativa ordinaria de producción y de gestión (gestión diaria, procesos, tecnología,
etc.)
 Previsiones financieras y económicas del negocio (costes, ventas, etc.)
 Mecanismos de financiación puestos en juego.

El mundo de la moda puede parecer muy atractivo a simple vista, pero se trata de un
mercado muy difícil y competitivo. El emprendedor tiene que conocer una serie de
datos básicos sobre los aspectos económicos y financieros que rodean la creación de un
negocio de diseño.

El mundo de la moda es un mercado muy competitivo, por lo que es difícil captar la


atención del cliente y hacerse un hueco en él. Además de diseñar la ropa, el empresario
tiene que conocer todos los entresijos de su negocio, como puede ser la producción o la
gestión económica, si no quiere que su establecimiento pierda empuje con el paso del
tiempo.

Uno de los pilares básicos de cualquier empresa es ser realista, ya que no sólo es
necesario tener una buena idea, sino conocer qué producto se va a ofrecer y a qué
público se va a dirigir. “En una empresa de moda, el consumidor y el comprador no
tienen por qué ser la misma persona, pero hay que cuidar a los dos”, asegura Mercedes
Cardenal, la escritora del libro Moda y Empresa, en el que se relatan los pasos para
gestionar una empresa de este tipo durante sus primeros años. “Un claro ejemplo es la
ropa de bebé; la madre es quien compra la ropa, pero el niño es el que la lleva”, reitera.

Por eso, una de las decisiones iniciales es definir cuál es el cliente, para poder crear así
su colección más adecuada. Para ello, los expertos aseguran que es aconsejable observar
cómo lo hace la competencia y qué le gusta al público.

La burocracia
Al igual que en cualquier tipo de empresa, hay que realizar un plan de negocio. Gudrum
Thorsteinsdothir es una diseñadora de 29 años que está creando su primera tienda de
moda. “Este año he vendido 200 prendas por mi cuenta, pero creo que es el momento
para crear mi propio negocio. Desconozco los pasos para establecer una empresa, por lo
que he tenido que recurrir a una consultora para hacerlo”, comenta. “Estas entidades
permiten solventar los principales errores que se cometen, como realizar un plan
demasiado largo o no identificar los competidores directos del producto”, explica.

Dentro del plan de negocio, hay que saber con qué dinero se cuenta para empezar, ya
que uno de los retos de cualquier negocio es la insuficiencia del capital social. Para
conseguirlo hay que analizar todos los préstamos que ofrecen las entidades bancarias,
porque los tipos de interés, las condiciones de devolución y las exigencias que pidan
pueden incrementar en exceso el coste del préstamo.

No hay que descartar las ayudas y subvenciones que ofrecen las comunidades
autónomas. El Plan Global de la Moda realizado por el Ministerio de Economía recoge
las intenciones gubernamentales sobre la moda y todas las ayudas y promociones
institucionales dirigidas al diseñador.

Después de conseguir los recursos necesarios, el diseñador tiene que saber qué forma
jurídica le conviene más para su negocio: empresario individual, sociedad civil,
sociedad de responsabilidad limitada o nueva empresa. Por ejemplo, una de las ventajas
de inscribirse como empresario individual es la escasa dificultad en cumplir las
obligaciones legales y fiscales, ya que no es necesario inscribirse en el Registro
Mercantil. Además, el empresario puede desgravarse la Seguridad Social si registra el
negocio antes de cumplir 30 años o antes de los 45 años si es mujer.

Para una empresa de diseño es muy importante el nombre. “La marca de la empresa es
muy relevante para el negocio y aconsejamos que la denominación de la sociedad, de la
marca y del dominio de Internet sean iguales, ya que da una idea corporativa sólida”,
comenta Mercedes Cardenal. No es nada fácil conseguirlo, para ello muchos
diseñadores optan por utilizar su propio nombre y apellido, porque es difícil que exista
otra persona que se llame igual, pero esta opción cuenta con un problema, porque si el
proyecto fracasa, la imagen de la persona queda dañada ante proveedores, clientes,
tiendas, prensa y público en general.

“A diferencia de lo que puede pensar la mayoría, para gestionar una marca no es


suficiente con un gran presupuesto de publicidad, ya que entran en juego otros
elementos de márketing, como la promoción, el punto de venta, el producto y la
experiencia de uso”, explica el manual.
Cambia la idea
El tejido es la materia prima de una empresa de diseño. Para conseguirlo, Elena
Salcedo, profesora del Instituto Europeo di Design y escritora también del libro Moda y
Empresa, estima que se puede recurrir a los mayoristas porque tienen la ventaja de que
no obligan a comprar una cantidad mínima. “Pero también hay que tener en cuenta que
puede ser más caro, ya que no deja de ser un intermediario”, explica. Además, el tejido
se puede encontrar en las ferias o concertar una reunión con el representante del
proveedor.

Por último, el precio de las prendas es el elemento que proporciona ingresos a la


empresa. Los expertos recomiendan realizar un buen análisis antes de poner un valor al
producto.

Elena Salcedo estima que hay que tener en cuenta el coste de la producción y de las
ventas más los márgenes. Los precios de las prendas hay que fijarlos también de
acuerdo al precio del sector y al que esté dispuesto a pagar el cliente. “El precio nos lo
marca el mercado; si queremos más margen, sólo podremos bajar los costes, lo que será
difícil sin renunciar a la calidad o alcanzar grandes volúmenes”, comentan las autoras.

Un buen ejemplo puede ser Mariola Munar, que tiene una empresa de complementos
hechos a medida en Palma de Mallorca. “En mi caso, no tengo una competencia directa,
por lo que el precio se establece en relación a los costes de producción más el margen
que se quiera ganar, pero siempre teniendo en cuenta que debe ser atractivo para que el
cliente lo pueda comprar”, concluye Munar.
HALO

Invisibilidad:
Presiona Start en cualquier nivel y en el menú mientras mantienes
presionado Izquierda, pulsa: X, X , Blanco, Negro, A, Y.

Recarga Rápida:
Presiona X y después B.

Final Alternativo:
Para un final diferente deberás ganar el juego en modo Legendary.

Todos los Niveles:


Para poder acceder a todo niveles solo tienes que crear un jugador
con el nombre Micosil.

Munición Infinita, Todas las Armas, Modo Dios:


En el menú principal mientras mantienes presionado atrás/derecha,
presiona: B, X, Y, A, A, A, B, X, Y, Y, Y, B, B, Y, Start.

INTRODUCCION AL PROYECTO EMPRESARIAL


El eje central sobre el que gira la creación de una microempresa es lo que, en
el mundo empresarial, se denomina Plan de Negocio.
El Plan de Negocio es la herramienta fundamental para planificar el desarrollo
del proceso de creación de una empresa en todos sus aspectos de tal forma que
la elaboración ordenada todos sus puntos permita clarificar todas las acciones
encaminadas a poner una empresa en funcionamiento.
Pero además el Plan de Negocio es el instrumento necesario para aquellas
empresas que, aunque ya se encuentren en funcionamiento, precisen reorientar
su actividad de una forma general o en distintos aspectos, tales como: ampliar
mercados, elaboración de planes de marketing, reorganización de distintos
departamentos de la empresa (comercial, producción, recursos humanos,
financiero, etc.), mejoras en la gestión integral de la empresa, realizar nuevas
inversiones en inmovilizado, equipamientos o maquinaria, lanzamiento de
nuevos productos o servicios, etc.
Asimismo el Plan de Negocio es una herramienta de necesaria presentación
para acceder a las distintas subvenciones que conceden los distintos
organismos públicos y para apoyar nuestras tesis a la hora de solicitar
financiación en una entidad de crédito.
He aquí una guía para la elaboración del plan de negocio que diferencia en
distintos apartados las acciones a seguir. Dependiendo del tipo de empresa
algunos de los puntos enumerados no será necesario tratarlos y a otros habrá
que darles más énfasis.

En los últimos tiempos se habla con mucha frecuencia sobre el autoempleo y


la creación de empresas como la mejor herramienta a la hora de generar
puestos de trabajo. Incluso se ve reflejado con insistencia en los medios de
comunicación y son las propias administraciones públicas las que ponen en
marcha programas de apoyo para su puesta en marcha.

La experiencia de quienes han sacado adelante iniciativas empresariales


constata que el riesgo que se asume a la hora de crear empresas se puede
reducir considerablemente analizando la viabilidad del proyecto, elaborando
un plan de empresa y adquiriendo la formación necesaria para la gestión
posterior de la misma.

Esto que inicialmente parece fuera de nuestro alcance, realmente no lo está.


De hecho, emprender únicamente significa poner en marcha una actividad y
una persona emprendedora es la que acomete con resolución estas tareas.

El hecho de emprender requiere del individuo dotes y capacidades que de


alguna manera tienen que aportar y que de alguna parte tienen que venir.
Será obligación de la sociedad fomentar esa cultura emprendedora y formar
y apoyar en el cometido de aprender a emprender.

Parte de esta tarea consistirá en saber analizar los problemas y tomar


decisiones, trabajar duro y conocer muy bien el mercado objetivo, tener
buena cualificación técnica como profesionales y ser capaces de vivir en un
continuo proceso de aprendizaje.
Los/as nuevos/as emprendedores/as deben añadir a su experiencia
profesional el saber relacionarse en el mercado. Y si se dan las condiciones
para que ese potencial de creatividad emprendedora pueda emerger y
madurar, lo más seguro es que muchas de estas iniciativas se consoliden
dando lugar quizá a otras nuevas.

Por lo tanto, es necesario apoyar con decisión los primeros pasos en la


creación de nuevas empresas, mediante una ayuda técnica, humana y
financiera, que les permita ir verificando la viabilidad de su proyecto.

Será en un fase posterior al hecho de emprender cuando nos ocupemos del


desarrollo de la empresa y de cultivar los conocimientos para una gestión
eficaz, tan importante o más que el propio hecho de emprender.

No basta con tener iniciativas, sino que es obligado ponerlas en marcha con
todas las garantías posibles de éxito. Es decir, deben adquirirse habilidades
que han de llevar al/la empresario/a a una gestión eficaz de su proyecto.

LA IDEA

Para llevar a cabo la creación de una empresa necesitaremos partir siempre


de la concepción de una idea a desarrollar. Muchas veces la idea no es del
todo nueva, sino que por el contrario viene a mejorar o a complementar
ideas de empresas que ofrecen determinados productos o servicios.

Lo importante es saber qué es lo que queremos hacer y, al mismo tiempo,


que hayamos detectado una necesidad en el mercado para introducir o
desarrollar nuestro producto o nuestro servicio.

Muchas veces se nos ocurren ideas sobre negocios que nosotros/as


mismos/as consideramos irrealizables. No debemos desanimarnos en estos
casos, sino, más bien al contrario, debemos tratar de concretar nuestra
idea por escrito, de cuantificarla y de analizar su viabilidad.

El origen de una idea está íntimamente ligado a la creatividad. Existen 2


tipos de creatividad:

Creatividad Externa: Es la introducción de nuevas ideas desde fuera. Se


puede estimular ejercitando sistemáticamente la curiosidad por los nuevos
descubrimientos, ideas, etc.

Creatividad Interna: Es descubrir en el propio pensamiento nuevas formas


de hacer las cosas o nuevas cosas que hacer.
Algunas fuentes de donde podemos extraer ideas empresariales son las
siguientes:

 Desarrollar la idea básica del negocio a partir de un hobby o de


aquello por lo que el lector o lectora tenga un interés especial.
 Encontrar la respuesta a la pregunta, "¿Por qué no habrá
un ...?"
 Observar y aprovechar los fallos que se vean en otros
productos o servicios.
 Encontrar usos extraordinarios para cosas ordinarias.
 Buscar oportunidades en los cambios sociales.
 Desarrollar nuevos medios para resolver problemas.
 Aprovecharse de los avances de la tecnología.
 Pensar en salir de la ocupación actual.

Una vez que la persona haya emprendido su propio negocio, deberá seguir
mejorando su producto o servicio para eliminar la competencia. Encontrará
en la matriz del producto-mercado una herramienta útil para llegar al fin
que pretende. La matriz comprende cuatro casillas que indican las
posibilidades de utilizar los recursos de que dispone para aumentar sus
ventas. Estas posibilidades son:

 Producto o servicio existente-mercado existente, que cubre el


mercado tradicional en que usted se desenvuelve.
 Nuevo producto o servicio- mercado existente, que supone vender
más artículos a la clientela actual.
 Producto o servicio existente-nuevo mercado, que implica la
diversificación del mercado ganando nueva clientela.
 Nuevo producto o servicio-nuevo mercado, que supone desarrollar
nuevos productos o servicios creando un mercado nuevo (nueva
clientela).

De las cuatro posibilidades, la última es la más arriesgada. Al mismo tiempo,


es la opción que ofrece la posibilidad de lograr mayores beneficios. LA
FIGURA DEL EMPRENDEDOR/A

 1. LAS CARACTERISTICAS DEL/LA EMPRENDEDOR/A MODERNO/A

Los/as emprendedores/as que aplican sus capacidades a la creación de empresas y negocios


no son siempre personas perfectas, sus defectos y virtudes son muchos.

Algunas características básicas y comportamientos que define a estas personas son:

Entrega a la tarea
Las personas con alto nivel de necesidad de realización, una vez que se han decidido por una
pauta de acción, se absorben en ella, se sumergen en su tarea y siguen con su proyecto
hasta que se haya completado con éxito.

Elección de un riesgo moderado

Desean un riesgo moderado, lo suficiente para que resulte emocionante, pero con una
esperanza razonable de ganar.

Están dispuestas a asumir la responsabilidad de cualquier proyecto o tarea que creen poder
dirigir con éxito valiéndose de sus propias competencias. Conocen su propia capacidad. Su
actitud, es la de un realismo agresivo. Su entrega a una tarea se basa en la serena
apreciación de su habilidad para influir con éxito en los resultados.

Aprovechamiento de las oportunidades

Las personas de talante emprendedor ven y aprovechan rápidamente las oportunidades.


Demuestran una mentalidad creadora y convierten las oportunidades que observan en
programas de acción. No se dejan vencer por los obstáculos. A menudo, descubren nuevas
formas de allanar estos obstáculos.

Objetividad

Las personas con gran necesidad de realización son más realistas que las demás acerca de
sí mismas y de los fines que persiguen. No suelen permitir que lo que les gusta o disgusta
interfiera en su camino. Cuando necesitan ayuda, se dirigen a expertos y no a amigos o
parientes.

Necesidad de información de control

Los empresarios y empresarias buscan inmediatamente información sobre la marcha de sus


actividades. Quieren rápidamente datos sobre los resultados que han obtenido.

Optimismo en situaciones nuevas

Las empresarias y empresarios tienden a ser optimistas en las situaciones que no conocen.
Las probabilidades de éxito quizá no estén claras, pero las circunstancias pueden ser
atractivas.

Siguen adelante, sin desanimarse por la falta de directrices, y consiguen frecuentemente


sacar mayor partido de cualquier tipo de oportunidad existente que las personas precavidas
que esperan a que las perspectivas de éxito sean mejores.

Actitud hacia el dinero

Respetan el dinero, pero no son avariciosas. No ven el dinero como algo que hay que
atesorar. Por el contrario, el dinero es para ellas como las fichas de un juego. Cuando sus
operaciones obtienen beneficios, los consideran un indicador de que están ganando la
partida.
Iniciativa y previsión en la gestión empresarial

Las personas con gran necesidad de realización, planifican el mundo en que se desarrolla su
negocio como a ellos les gustaría que fuese. Trabajan con empeño para hacer de sus planes
una realidad.

Profesionales y creadores

Consideran más importante el trabajo bien hecho, la buena organización y dar un buen
servicio a los clientes que ganar dinero rápidamente. Actúan con amplitud de miras y
consideran el éxito económico como una recompensa a su buen hacer.

Combinan individualismo y trabajo en equipo

Combinan un fuerte individualismo (el ser emprendedor/a es un hecho más individual que
social) con una gran inclinación a colaborar con otras personas, porque comprenden que la
complejidad de sus empresas, sean pequeñas o grandes, exige una multiplicidad de
cualidades que uno solo no puede aportar.

2. EL EQUIPO DE TRABAJO

Cuando la nueva empresa es promovida por más de una persona o el/la emprendedor/a
requiere colaboradores cobra especial importancia el equipo de trabajo.

Este equipo consiste en un pequeño número de personas con habilidades complementarias


que están comprometidos en un fin común, utilizan métodos estructurados y son
mutuamente responsables de su realización.

Características de un equipo de trabajo

 Tener objetivos de equipo. El equipo debe tener una razón para trabajar como
conjunto.
 La interdependencia. Es importante que los miembros del equipo sean
interdependientes, es decir, que cada uno necesite de la experiencia, habilidad y
entrega de los demás para lograr objetivos mutuos.
 Eficiencia en el desempeño. Los miembros del equipo deben estar convencidos de la
idea de que el equipo de trabajo si es realmente eficiente consigue siempre
mejores resultados que individuos que trabajen aisladamente.
 La responsabilidad. El equipo debe tener responsabilidad sobre sus actuaciones y de
los logros obtenidos.

 Para que el equipo de trabajo sea eficiente se deberán tener en cuenta una serie de
factores que favorecerán el funcionamiento del grupo.

 Tener claro los objetivos del equipo de trabajo.


 Proporcionar la suficiente formación y autogestión para que el equipo sea dueño del
proceso.
 Proporcionar todos los medios materiales necesarios para el funcionamiento del
grupo.
 Dejar claro que en un equipo de trabajo no solo se trabaja en las reuniones sino que
también entre reuniones.

 CONCLUSIONES

El éxito de un/a emprendedor/a no sólo se consigue en los grandes sectores de la economía,


sino que está allí donde exista un hueco en el mercado y una idea concretada en un proyecto
empresarial viable.

Habitualmente los/as emprendedores/as tienen que introducirse en un mercado en el que


ya están establecidos sus competidores, por lo que deberán buscar la forma de hacer las
mismas cosas para el cliente, pero con mayor calidad y mejor precio.

La mayoría saben que deben sopesar al máximo las posibilidades de las pérdidas por
anticipado, basándose en un juicio acertado y en un profundo conocimiento del mercado,
además de la posible reacción de la competencia y del análisis completo de factores
externos.

Estas exigencias son tan altas que lo más importante de todo/a emprendedor/a es ser
capaz de aprender constantemente para adaptarse a la realidad, cambiar con agilidad y
crear valores por sí mismo y para los demás, que acaban dejando un sentido a la labor
realizada.

¿Qué requisitos deben cumplirse


para crear una empresa de
trabajo temporal?

De acuerdo con la definición contenida en la Ley 14/1994,


reguladora de las empresas de trabajo temporal, las mismas
tienen por actividad la puesta a disposición de otra empresa
-empresa usuaria-, con carácter temporal, de trabajadores
contratados por las primeras.

El desarrollo de esta actividad requiere la obtención de una


autorización administrativa previa, competencia de los
órganos autonómicos responsables de la política de empleo.
El plazo para la concesión de la autorización es de tres
meses. Pasado dicho plazo, el silencio se entenderá en
sentido denegatorio. En cambio, tratándose de prórrogas de
una autorización inicial, el silencio tendrá sentido
estimatorio. La validez de la autorización es de un año y
permite prórrogas por dos periodos sucesivos iguales. El
ejercicio debidamente autorizado de la actividad durante
tres años permitirá que la autorización gane el carácter de
indefinida.

Estos son algunos de los requisitos a la hora de conceder la


autorización:

• La ETT solicitante debe disponer de una estructura


organizativa suficiente para cumplir sus obligaciones como
empleador. A tal fin, se valoran elementos como la
dimensión, equipamiento y régimen de titularidad de los
centros de trabajo; el número, cualificación y estabilidad en
el empleo del personal interno de la ETT; los procesos y
sistemas tecnológicos previstos para seleccionar y formar a
los trabajadores, que serán puestos a disposición de las
empresas usuarias, etc

• La entidad solicitante deberá dedicarse exclusivamente a


la actividad que define a las ETT.

• Se debe garantizar el cumplimiento de las obligaciones


salariales y de Seguridad Social, así como de las deudas por
indemnizaciones económicas derivadas de la finalización del
contrato de puesta a disposición. A tal fin la ETT podrá
hacer un depósito en efectivo o en valores en la Caja
General de Depósitos; constituir aval o fianza de carácter
solidario prestado por un banco, caja de ahorros,
cooperativa de crédito, sociedad de garantía recíproca; o
contratar una póliza de seguros.

• La denominación deberá incluir los términos empresa de


trabajo temporal o su abreviatura (ETT).

• Al tiempo de la solicitud, la entidad solicitante debe


carecer de obligaciones fiscales o de Seguridad Social y no
haber sido sancionada en dos o más ocasiones con
suspensión de su actividad.

Otras obligaciones reseñables para las ETT se refieren a la


información a la autoridad laboral. Así, mediante una
relación, darán cuenta a aquélla de los contratos de puesta
a disposición celebrados con empresas usuarias. Habrán de
informar, igualmente, de todo cambio de titularidad,
apertura o cierre de centros, etcétera.

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