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RESUMEN DE DERECHO AGRARIO

UNIDAD 1: INTRODUCCION AL DERECHO AGRARIO

El Derecho Agrario, como lo concebimos actualmente, sólo aparece cuando el contexto socio económico
mundial recibe el gran impacto que provocó la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y, junto con el cambio de
costumbres y estructuras, las causas que provocaban que permaneciera oculto dentro del Derecho Civil
comienzan a desaparecer. Se formulan entonces nuevas teorías jurídicas —que en su conjunto constituyen lo
que parte de la doctrina llama derecho social—, que se traducen en nuestro campo en una renovación del
concepto de los contratos agrarios y en la realización de estudios acerca de la realidad sociológica de la
empresa de producción económica. Aparece una nueva concepción filosófica-jurídica para la formulación de
las Cartas Magnas: el constitucionalismo social, que incorpora el principio de la función social de la propiedad.
El estado abandona su papel de estado-gendarme y comienza a regular y controlar la producción,
industrialización, comercialización y transporte de los productos agropecuarios. Otro componente de gran
importancia para la irrupción del derecho agrario fue el hecho de que se comienzan a diferenciar los bienes
productivos de los no productivos, permitiendo aglutinar a los agrarios dentro de los primeros, con la
consiguiente justificación para una regulación distinta y especialmente concebida para satisfacer sus
necesidades y sus finalidades. El Derecho Agrario nace como unidad de la organización y la utilización de la
tierra en la producción agrícola; esto es así porque es derecho de actividad, no sólo de propiedad.

PERIODO FUNCIONAL: En una primera etapa, a la que podemos denominar “fundacional”, se plantea, como
adelantamos, una discusión entre aquellos que sostenían la autonomía del Derecho Agrario, encabezados por
Giangastone Bolla y los que, en cambio, sólo aceptaban su especialidad, liderados por Ageo Arcangeli. Bolla
sostiene que la disciplina que regula jurídicamente la actividad agrícola se diferencia de la del derecho común,
basándose en el tecnicismo de la materia y denominando “hacienda” a la unidad económica del fundo, factor
esencial alrededor del cual giran todas las relaciones jurídicas agrarias. Para esto incorpora al concepto de
hacienda que formulaba la economía agraria moderna, un concepto histórico: el del fundus instructus
romano. Alrededor del fundo y del conjunto de bienes organizados para el ejercicio de la actividad agrícola
confluyen todas las relaciones, tanto técnicas como jurídicas. El ius propium de la agricultura debe ser,
entonces, la regulación del rus (suelo) y del fundus (hacienda agraria), que son los institutos específicos
fundamentales en la producción agrícola. Por el contrario, Arcangeli niega la autonomía por la inexistencia de
principios generales propios y específicos y por el contrario, sólo reconoce la especialidad del Derecho Agrario,
ubicándolo dentro del Derecho Privado.
PERIODO CONTEMPORANEO: Carrozza nos dice que con respecto al tema de la autonomía debe ser
reemplazado, en cuanto al orden importancia, por el del objeto del derecho agrario y de sus institutos, que
constituyen su esqueleto, que forman su “mosaico”. Se puede identificar entonces a 1962, año en que el
maestro pisano propone esa nueva metodología de abordaje del estudio del Derecho Agrario, como el del
comienzo de la etapa “moderna” del mismo. Carrozza concibió una noción extrajurídica del fenómeno agrario
caracterizándola como “el desarrollo de un ciclo biológico vegetal o animal, ligado directa o indirectamente al
disfrute de las fuerzas o de los recursos naturales y que se resuelve económicamente en la obtención de
frutos, vegetales o animales, destinados al consumo directo, sea como tales o bien previa una o múltiples
transformaciones”. Desde entonces, esta “noción de agrariedad” pasó a ser el A-B-C para la calificación de las
actividades agrarias.

Zeledón agrega al análisis del fundamento de la autonomía y organicidad del Derecho Agrario el aspecto
axiológico, sosteniendo que actúa concomitantemente al aspecto técnico ya señalado. Considera que es a
partir de que la doctrina agrarista logra establecer la vinculación perdida con los derechos humanos, que nos
encontraríamos con el período moderno del Derecho Agrario. Llega a esa conclusión tratando de encontrar
respuesta al enigma consistente en que, durante el período “fundacional” o “clásico”, se logró una concepción
del Derecho Agrario que presentaba cierta unidad, a pesar de que la conformación del contenido de la
disciplina no fue uniforme, ya que unos lo identificaron con el derecho de la agricultura, otros con el de la
reforma agraria, más adelante algunos con el de la empresa agraria, unos pocos los vieron como el derecho de
los recursos naturales y no fueron menos los que lo calificaron como el derecho de los contratos agrarios. Así
se fue elaborando un Derecho Agrario con un contenido propio muy distinto, en muchos casos, en los distintos
países, adaptándose a la realidad económico-social de cada momento y cada lugar, a pesar de lo cual el mismo
exhibe un concepto de unidad “más intuido que demostrado sobre bases ciertas”. Siguiendo su línea de
pensamiento, este afirma que cuando en la última parte del Siglo XX los derechos humanos de la tercera
generación comienzan a tener efectiva trascendencia jurídica, los agraristas advierten su influencia sobre la
materia agraria y los incorporan dentro de su teoría general. Aquí podemos observar como el Derecho Agrario
va a estar compuesto por normas, hechos y valores: sus normas deben interpretarse en función de la realidad
donde deben aplicarse y con una visión axiológica en los derechos humanos, esta rama del derecho debe
entenderse como un derecho de equidad.

PRINCIPIO DE PREOCUPACION: Con la aparición de la biotecnología aparece como una gran contrapartida la
posibilidad de impactos ambientales perjudiciales con la potencial característica de poder ser graves,
irreversibles, colectivos y con una proyección espacio-temporal de magnitud. En consecuencia apareció la
bioseguridad como instrumento para garantizar su uso seguro y en su caso gestionar esos riesgos. Cuando la
misma se refiere a plantas y animales, puede ser denominada agro-bioseguridad y ha sido materia de
regulación en el orden nacional e internacional. Este concepto de desarrollo calificado irrumpe en la cuestión
agraria como actor central, teniendo gran importancia en el mismo –y para el mismo- el principio de
precaución, al que definimos como “aquel que, cuando una actividad constituya amenaza potencial, pero
incierta por falta de información o conocimientos científicos suficientes, de daño grave o irreversible, tanto
presente como futuro, a la salud o al medio ambiente, habilita y obliga a los poderes públicos a adoptar
medidas preventivas efectivas, proporcionadas y de carácter provisional, previa evaluación experta del riesgo
de producción del mismo”. El principio de precaución se ha incorporado al Derecho Agrario pudiendo tal vez
ser considerado como un verdadero principio general, modelando y marcando sus confines y su futuro.
DERECHO AGRARIO EN LA ACTUALIDAD: Adoptando entonces como marco teórico el método propuesto por
Carrozza, podemos afirmar que existen institutos jurídicos agrarios típicos, siendo los genéricos la propiedad
agraria, la empresa agraria y los contratos agrarios, girando alrededor de los mismos otros, que podemos
denominar satélites. Al estar fundado en la naturaleza de los hechos y de las relaciones comprometidas con la
agricultura en sus diversas articulaciones, el Derecho Agrario es un derecho en movimiento. Por esta razón el
sistema cambia constantemente o es disímil en un mismo tiempo pero en distintos espacios, y los institutos se
transforman a causa del continuo y a veces frenético cambio de los factores sociales, políticos, económicos y
tecnológicos que lo informan. Entre los factores recientes que más contribuyen al enriquecimiento de las
fuentes del Derecho Agrario encontramos al proceso de internacionalización que afronta esta rama jurídica.
Así debemos traer a colación tanto los procesos de integración como los tratados internacionales
multilaterales, que abren una nueva dimensión del Derecho agrario. El Derecho Agrario es pionero de la
protección ambiental. Coincide Massart con lo explicado, apuntando que hay por lo menos dos factores —el
medio ambiente y el comercio internacional— que ejercen, más que otros, una influencia considerable sobre
la agricultura de todos los países, modelando ab initio sus procesos de desarrollo y las proyecciones hacia el
mercado.

UNIDAD 2: INTERVENCION DEL ESTADO EN LA AGRICULTURA

Aquí hay que observar que la actividad agropecuaria es muy distinta a las demás actividades económicas ya
que este es una actividad de desarrollo del ciclo biológico, lo cual este fenómeno es subyacente a toda forma
de cultivo o cría de animales , el hombre contribuye a la obtención de los resultados pero no lo determina,
dependencia del ambiente y de las leyes de la naturaleza ( factores inajenables y a veces imponderables) y
esto hace que a veces este desarrollo agrícolas produzca ciertos riesgos, estos riesgos pueden ser técnicos los
cuales pueden ser intrínsecos o biológicos que consisten en enfermedades y plagas de plantas y animales los
cuales están regulados por las normas de sanidad y luego el otro riesgo que podemos observar es el extrínseco
que nos habla de cuestiones climáticas ( inundaciones, sequia, granizo, etc.) que se encuentran reguladas por
la LEY DE EMERGENCIA AGROPECUARIA y las cuestiones químicas ( derivado del uso de agroquímicos) que son
normas sobre uso de fitosanitarios; otro riesgo que hay que tener en cuenta es el riesgo económico
Históricamente el riesgo económico se relacionaba con la gran fluctuación del precio de los productos
agrícolas y los nocivos efectos que la imprevisibilidad de esta situación ocasionaba sobre el productor. La
intervención estatal se hacía con la intención de otorgar previsibilidad a la actividad. Se establecían, por
ejemplo, precios base, con la intención de que el productor tomara sus decisiones con algún nivel de
certidumbre. En otros casos, un Estado fuertemente intervencionista, intermediaba en todo el proceso de
comercialización, siendo él mismo el principal comprador de los productos agrícolas. Ciertas particulares al
respecto del mercado de productos agrícolas denominado COMMODITIES. Acá hay un precio “DADO” en el
cual el productor no puede determinarlo solo es tomador del precio del mercado, hay que considerar también
que hay una inelasticidad en el precio y el ingreso que en relación a las variaciones de precio o ingresos en
relación a la demanda son escasas, y por ultimo hay que observar la configuración del mercado en materia de
oferta diseminada vs demanda concentrada.
Se pueden observar ciertos fundamentos jurídicos en el cual el Estado interviene en la economía como por
ejemplo el ARTICULO 75 INCISO 18 que habla al respecto de la Clausula de la prosperidad (establece algunos
grandes lineamientos o directivas en relación a las políticas que debe adoptar el Estado Nacional, a través del
Congreso Nacional: “Proveer lo conducente a la prosperidad del país, al adelanto y bienestar de todas las
provincias, (…) promoviendo la industria, la inmigración, (…) la colonización de tierras de propiedad nacional,
la introducción y establecimiento de nuevas industrias, la importación de capitales extranjeros (….) por leyes
protectoras de estos fines y por concesiones temporales de privilegios y recompensas de estímulo”). Luego
tenemos el ARTICULO 75 INCISO 19 que menciona la Clausula de progreso (por su parte, dispone que el
Congreso debe “Proveer lo conducente al desarrollo humano, al progreso económico con justicia social, a la
productividad de la economía nacional, a la generación de empleo (…), a la investigación y al desarrollo
científico y tecnológico, su difusión y aprovechamiento) y por ultimo hay que hacer referencia al ARTICULO 28
de la CONSTITUCION DE SANTA FE constituye una verdadera declaración de principios en materia de política
agraria: 1) función social de la propiedad, 2) estabilidad de las poblaciones rurales, 3) mejoramiento del
régimen de tenencia de la tierra, 4) la incorporación de tecnología y los métodos racionales de producción, 5)
el cooperativismo agrario, 6) la protección de la flora y fauna y, 7) la forestación y reforestación. . También hay
que tener en cuenta los derechos que también reconoce nuestra Constitución Nacional como el derecho a
ejercer industria licita, derecho a trabajar, etc. Hay que tener en cuenta los niveles de regulación, el siguiente
esquema que se presenta nos muestra como se regulariza el mercado, a través de leyes que una de ellas
puede ser La LEY DE CARNES, luego esto va a un precio sostén establecido por la JUNTA NACIONAL DE
GRANOS nació en 19338 como herramienta para hacer frente a una baja muy pronunciada en el precio de los
granos, que afectaba las posibilidades de subsistencia de los agricultores. En sus principios tuvo como función
principal la de intervenir en el comercio (en concurrencia con los particulares) comprando productos (trigo,
lino y maíz) por los que se pagaba un “precio sostén o compensatorio”, para luego venderlos al precio del
mercado internacional, en general menor al pagado por el Estado. No obstante, su actividad no era en ese
entonces monopólica, ya que los particulares también podían intervenir en el negocio, ofreciendo precios
iguales o superiores a los propuestos por la Junta. Posteriormente, y al igual que la JNC, la Junta Nacional de
Granos pasó luego a tener funciones monopólicas, fijando un precio, no ya “base” sino “único”. La
comercialización de los granos y otros productos y subproductos serían a cargo exclusivo y excluyente del
Estado, el que podía actuar de manera competitiva tanto en el mercado interno como en el externo. La JNC
también tuvo a su cargo la construcción y explotación de una red de elevadores e instalaciones portuarias que
facilitaban las operaciones de exportación. En un momento llegó a ser un gran organismo burocrático que
tuvo hasta 8.000 empleados. Corresponde señalar que muchas veces la intervención ha resultado nociva o
contraproducente para la actividad, generándose un sistema burocrático pesado y muy difícil de destrabar, en
cuya configuración no sólo influían los intereses del Estado, sino también los intereses de sectores privados
vinculados al agro. En 1991, en el marco de las normas de Desregulación Económica y de Reforma del Estado,
se liberaron los mercados, suprimiéndose numerosos organismos con funciones de intervención y regulación
de actividades comerciales, entre las que se encontraban la JNC y la JNG. El Decreto de desregulación
transfirió a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación las funciones de política comercial
interna y externa de los productos agropecuarios, sin que hasta la fecha se haya vuelto a implementar el
esquema de intervención de las Juntas. y por otro lado JUNTA NACIONAL DE CARNES la cual fue en principio
como un organismo de promoción y control de calidad, y de regulación comercial, integrado por los propios
sujetos del mercado (sociedades rurales, frigoríficos, etc). Posteriormente, al mismo tiempo que se estatizaba
el comercio exterior, la Junta fue convertida en una dependencia puramente estatal; el Estado era el único
comprador y vendedor habilitado, y obviamente quien fijaba el precio. La idea era aprovechar los precios
internacionales altos, reservando el Estado el mayor valor para poder pagarle siempre al productor el precio
base, aún cuando el precio de mercado se encontrare por debajo del precio base. Esto fracasó ya que el plus
de precio se destinó a otras cosas y luego cuando los precios bajaron y los países emergentes de la guerra se
cerraron al comercio externo, no existían fondos para garantizar el precio base comprometido. La JNC va a
sufrir luego diversas restructuraciones, pero en general, hasta su final disolución, mantuvo la función de
intervenir directamente en el comercio, a veces con facultades monopólicas, otras en concurrencia con los
privados, esto conlleva al Monopolio Estatal del Comercio Exterior, de ahí se hace una desregularización de la
economía osea se libera el mercado y culmina con la recaudación fiscal y control de variables económicas
comprendidas por las retenciones, compensaciones y cupos de exportación. Las retenciones o derechos de
exportación son tributos que la exportación de productos agropecuarios. Hay distintos derechos de
exportación establecidos en nuestra constitución como por ejemplo los derechos de exportación no
coparticipables que se encuentran en el articulo 75 inciso 2 y 3, y algunos más que voy a ir nombrando ahora,
como el sujeto obligado a pagarlos que es el exportador que ingresa al tributo del fisco, otro es el derecho de
exportación trasladable que finalmente recae sobre el producto primario, luego tenemos la famosa
recaudación que permite al Estado obtener una gran suma de dinero de manera cómoda, como así también el
impuesto agresivo que no tiene en cuenta las circunstancias ni los beneficios o ganancias del productor y por
ultimo este tipo de derechos de exportación genera cambios distintos con el objetivo de compensar una
estructura desequilibrada.
FALLO CAMANORERA: También resulta trascedente destacar que en 2014 en el mencionado fallo dictado en la
causa “Camaronera Patagónica S.A.”12, la CSJN se expidió en relación a cuestiones que tienen decisiva
influencia en cuanto a la legalidad de los derechos de exportación. La sentencia fue dictada a partir de una
acción de amparo que pedía declarar la inconstitucionalidad de la Resolución 11/2002 del Ministerio de
Economía, que había fijado la alícuota en concepto de derechos de exportación a determinadas mercaderías.
Si bien la cuestión debatida no involucra a las retenciones a los productos agropecuarios, la doctrina sentada
tiene directa incidencia sobre éstas, ya que el sistema normativo que las regula es similar. El fallo traza
importantes lineamientos sobre la materia: Reafirma la vigencia del principio de legalidad o principio de
reserva de ley, rígido y estricto, en materia tributaria (incluyendo a los derechos de exportación). La creación y
modificación de tributos es de la competencia exclusiva del Poder Legislativo (arts. 4°, 17, y 52 CN). Este
principio no cede tampoco en caso de que el Poder Ejecutivo actúe mediante el mecanismo de la delegación
legislativa del art. 76 CN: los aspectos sustanciales del derecho tributario no son materia respecto de la cual la
Constitución autorice la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo. Esto no significa que el PL no pueda
delegar ciertas facultades, pero las facultades que el PL le delegue deben encontrarse circunscriptas,
exclusivamente, al aspecto cuantitativo de la obligación tributaria. Esto es, podría autorizar a elevar o
disminuir las alícuotas aplicables, siempre y cuando se fijen límites y pautas precisas para su ejercicio,
mediante una clara política legislativa. Pero en el caso analizado estas exigencias no se cumplían; el aspecto
cuantitativo de los derechos de exportación quedó completamente librado al arbitrio del Poder Ejecutivo. El
Código Aduanero no determinaba de manera cierta e indudable cuál es la forma de cuantificar el tributo (no
prevé la alícuota, ni siquiera estableciendo baremos máximos y mínimos para su aplicación). En consecuencia,
la Corte declaró, a través de su sentencia, la inconstitucionalidad de la mencionada Res. 11/2002 y sentó un
criterio a partir del cual podemos concluir que el ejercicio de facultades delegadas por parte del Poder
Ejecutivo para el establecimiento de derechos de exportación (tal como lo ha hecho durante muchos años) es
inconstitucional, salvo que se cumplan estrictamente con las pautas del art. 76 CN o que cuente con
ratificación posterior del Congreso.
COMERCIO INTERNACIONAL DE PRODUCTOS AGRICOLAS: Aquí hay que observar las exportaciones de
productores agropecuarios en nuestro país, como por ejemplo las exportaciones provenientes de la cadena
agroindustrial* representaron el 63% en el total exportado por Argentina en 2019,productos primarios ligados
al sector agrícola (es decir, sin tener en cuenta los minerales y los derivados de la pesca) más manufacturas de
origen agropecuario (MOA); las provincias de la Región Pampeana que integran la Zona Núcleo (Santa Fe,
Buenos Aires y Córdoba) exportaron el 75% del total de las exportaciones agroindustriales argentinas en 2019,
Argentina es el tercer exportador mundial de porotos de soja, maíz, harina y aceite de girasol, y el primer
exportador de harina y aceite de soja, en carne vacuna, Argentina se ubica en la quinta posición en cuanto a
volumen de producción y exportaciones y principales destinos de las exportaciones argentinas de productos
agrícolas: China, Vietnam, Unión Europea, India, Brasil, Indonesia y Argelia. Acá haya que tener en cuenta los
tratados comerciales globales en el cual podemos encontrar el GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y
Comercio) que tiene como principales objetivos el desarrollo de las economías de las naciones que lo integran
a través de la reducción o eliminación de aranceles y otras barreras al comercio internacional. En este punto,
corresponde señalar que, en materia de Comercio Internacional, se habla en general de dos tipos de barreras
comerciales: 1) Los gravámenes o aranceles: concepto que abarca los derechos aduaneros (impuestos) y otros
recargos (de carácter fiscal, monetario, cambiario) que se aplican sobre las importaciones. 2) Las restricciones
o medidas para-arancelarias: son medidas de carácter administrativo, financiero, cambiario o de cualquier
otra naturaleza (pero excluyendo los aranceles) mediante las cuales un Estado impide, obstaculiza o dificulta el
comercio de determinada mercadería. Incluye, por ejemplo, a las tasas por servicios aduaneros, las exigencias
de certificados de calidad o de origen de la mercadería, o las exigencias de tipo fitosanitarias. El método para
lograr la eliminación de estas barreras comerciales en el marco del GATT es la negociación multilateral, a
través de las llamadas Rondas; se acuerdan los objetivos y un plazo para la negociación, y se realizan sucesivas
reuniones entre los miembros (que en general 1 Inicialmente integrado por 23 países, el GATT en la actualidad
tiene 164 miembros. van conformando distintos grupos de intereses) para intentar lograr tales objetivos. A
partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, y luego de un período donde había predominado el
proteccionismo como política económica en las potencias mundiales, comenzó a reconocerse la necesidad de
impulsar y fomentar el comercio internacional como una de las herramientas para revitalizar las economías
afectadas por el conflicto. Los acuerdos de Bretton Woods dieron nacimiento al acuerdo general sobre las
tarifas (GATT), que se propuso reglamentar el comercio en base al principio de libre comercio, y en el marco
de este proceso se ubica la firma en 1947, en Ginebra (Suiza), del Acta Fundacional del GATT (General
Agreement onTariffs and Trade – Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio)1 . El marco jurídico se
propone entonces asegurar la realización de la economía de mercado, con reglas claras y previsibles,
asegurando la libre competencia, dotada de una regulación administrativa y jurisdiccional eficaz. El otro
tratado comercial global es la OMC ( Organización Mundial de Comercio) que es un organismo internacional
cuyas funciones son: 1) constituir un foro para las negociaciones comerciales entre las naciones miembros, 2)
administrar los acuerdos arribados (convenios o tratados internacionales), 3) implementar el sistema para la
resolución de las controversias, 4) supervisar las políticas y reglas comerciales de los países y, 5) brindar
asistencia técnica. Los compromisos asumidos se encuentran plasmados en el llamado Acuerdo sobre
Agricultura, en el que se prevé la eliminación gradual de las barreras (arancelarias o para-arancelarias) y de
aquellas normas internas de los Estados (como subsidios a los productores, que terminan influyendo sobre los
precios) que se consideran distorsivos del comercio de los productos agrícolas. Por otro lado, durante la Ronda
Uruguay, los miembros del GATT lograron arribar también al Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas
Sanitarias y Fitosanitarias, complementario del anterior, y que tiene como objeto la reglamentación de este
tipo de medidas (normas de calidad y seguridad que se aplican en la importación de mercaderías) con el
objetivo de que no sean utilizadas para restringir el comercio. En el ámbito del comercio internacional, el
intercambio en relación a los productos agropecuarios es una de las áreas más conflictivas. La existencia de
fuertes intereses contrapuestos, fundamentalmente entre los países desarrollados y los países en desarrollo
con economías agroexportadoras hacen que para éstos resulte muy difícil la obtención de concesiones
comerciales de parte de aquéllos. Otro factor preponderante para la incorporación del tema agrícola en la
agenda del comercio internacional fue la conformación del llamado Grupo Cairns, que significó una alianza de
los principales países agros exportadores que no subsidian ni la producción ni las exportaciones agrícolas.
Conformado en la actualidad por 19 países (Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa
Rica, Filipinas, Guatemala, Indonesia, Malasia, Nueva Zelanda, Pakistán, Paraguay, Perú, Sudáfrica, Tailandia y
Uruguay) que en conjunto representan un tercio de las exportaciones mundiales de dichos productos, la
principal finalidad del Grupo Cairns es negociar en forma alineada la eliminación de las medidas
proteccionistas aplicadas por las naciones desarrolladas para lograr el acceso a sus mercados en condiciones
de competitividad. Para Argentina y las demás naciones que conforman el grupo Cairns, los acuerdos
asumidos siguen resultando insuficientes. Los acuerdos de la Ronda Uruguay no han tenido como efecto una
apertura de los mercados que logre conformar los intereses de los países principalmente agroexportadores.
Los desequilibrios en la materia subsisten y la aplicación de aranceles a las importaciones sigue siendo una
herramienta muy extendida entre los países.

MERCOSUR
Un bloque comercial es, entonces, una organización internacional que agrupa a un conjunto de países con el
propósito de obtener beneficios mutuos en el comercio internacional y, en general, en materia económica. El
instrumento jurídico específico para su constitución y regulación es, en primer término, la suscripción de
tratados internacionales. El 26 de marzo de 1991 se firmó el Tratado de Asunción, por medio del cual Paraguay
y Uruguay se unieron a la propuesta que originariamente Argentina y Brasil habían acordado un año antes, y
decidieron crear, para el 31 de diciembre de 1994, un mercado común, denominado Mercado Común del Sur
(MERCOSUR). El objetivo primordial del Tratado de Asunción es la integración de los cuatro Estados parte, a
través de: la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos; el establecimiento de un arancel
externo común (AEC) y la adopción de una política comercial común; la coordinación de políticas
macroeconómicas y sectoriales; y la armonización de las legislaciones en las áreas pertinentes.
POLITICA AGRARIA COMUN DE LA UNION EUROPEA: La agricultura en Europa tiene una estructura que es
necesario comprender, debiéndose tener en cuenta los factores objetivos y subjetivos que la influyen. En
cuanto a los efectos objetivos, tenemos: : infraestructura, geografía, topografía, diversidad biológica y
alimentación de la población, entre otros. Estos factores objetivos son determinantes en las características
propias de la agricultura que se desarrolla en una zona dada y están a la base, consecuentemente, de las
medidas que se tomen. Los factores subjetivos tienen que ver con factores personales y sociales: la
composición de la sociedad, sus características (determinantes de sus necesidades), los hábitos y las
costumbres. La agricultura tiene en términos de macro-economía un peso relativo. La agricultura de la UE
tiene una estructura compleja, caracterizada por una cantidad importante de explotaciones muy pequeñas
que deben mantenerse competitivas para asegurar su supervivencia. Nació para asegurar y fomentar la
actividad agrícola en un momento del desarrollo de la mecanización y la profesionalización de la misma. Se
organizó de manera vertical por productos, y a cada uno se le dio una organización común de mercado (OCM).
Las disposiciones de la PAC se toman por proceso de codecisión y la misma conserva desde su inicio los
mismos objetivos), a saber: a) incrementar la productividad agrícola, fomentando el progreso técnico,
asegurando el desarrollo racional de la producción agrícola, así como el empleo óptimo de los factores de
producción, en particular, de la mano de obra; b) garantizar así un nivel de vida equitativo a la población
agrícola, en especial, mediante el aumento de la renta individual de los que trabajan en la agricultura; c)
estabilizar los mercados; d) garantizar la seguridad de los abastecimientos; e) asegurar al consumidor
suministros a precios razonables.
POLITICA AGRARIA COMUN: Nació para asegurar y fomentar la actividad agrícola en un momento del
desarrollo de la mecanización y la profesionalización de la misma. Se organizó de manera vertical por
productos, y a cada uno se le dio una organización común de mercado (OCM). Las disposiciones de la PAC se
toman por proceso de codecisión y la misma conserva desde su inicio los mismos objetivos), a saber: a)
incrementar la productividad agrícola, fomentando el progreso técnico, asegurando el desarrollo racional de la
producción agrícola, así como el empleo óptimo de los factores de producción, en particular, de la mano de
obra; b) garantizar así un nivel de vida equitativo a la población agrícola, en especial, mediante el aumento de
la renta individual de los que trabajan en la agricultura; c) estabilizar los mercados; d) garantizar la seguridad
de los abastecimientos; e) asegurar al consumidor suministros a precios razonables
LOS RIESGOS BIOLOGICOS Y QUIMICOS. LEYES DE POLICIA SANITARIA.FUNCIONES DEL SENASA. Cuando se
habla de riesgos químicos, como adelantamos, se hace referencia a los derivados del uso de la tecnología en la
producción por el uso de por ejemplo agroquímicos o variedades transgénicas y los peligros que pueden
derivarse de su uso inadecuado. En relación a éstos el Estado dictará normas relativas, por ejemplo, a
fitosanitarios lo que se tratará in extenso en la bolilla correspondiente. No debe confundirse al riesgo
propiamente dicho, con la intervención que toma lugar. El riesgo es la contingencia y la intervención es la
reacción que el Estado, a través de distintos organismos, tiene ante dichos riesgos. Las leyes de policía
sanitaria son dictadas por el SENASA, es decir el Servicio Nacional de Sanidad Animal, el que pese a su nombre
se ocupa también de la sanidad vegetal. Según la propia definición que de sus funciones da el actualmente
denominado Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, es un organismo descentralizado, con
autarquía económico-financiera y técnico-administrativa y dotado de personería jurídica propia, dependiente
del Ministerio de Agroindustria de la Nación, encargado de ejecutar las políticas nacionales en materia de
sanidad y calidad animal y vegetal e inocuidad de los alimentos de su competencia, así como de verificar el
cumplimiento de la normativa vigente en la materia. También es de su competencia el control del tráfico
federal y de las importaciones y exportaciones de los productos, subproductos y derivados de origen animal y
vegetal, productos agroalimentarios, fármaco-veterinarios y agroquímicos, fertilizantes y enmiendas. En
síntesis, el Senasa es responsable de planificar, organizar y ejecutar programas y planes específicos que
reglamentan la producción, orientándola hacia la obtención de alimentos inocuos para el consumo humano y
animal. Las funciones de lo que hoy es el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) se
inician a fines del Siglo XIX, básicamente, para dar garantías sanitarias a las exportaciones de materias primas
desde la República Argentina. Las funciones primarias del Organismo estuvieron enfocadas, exclusivamente, a
la importación y la exportación; luego siguió un progreso a nivel nacional en donde el Estado se fue dando
distintas estructuras administrativas para atender nuevas problemáticas e incorporó la producción
agroalimentaria con tránsito federal destinada al mercado interno. A partir del año 2003 el gobierno dispuso
fortalecer al Senasa, con un mayor presupuesto con aportes del Tesoro Nacional lo que permitió incluir y
priorizar programas de acción más allá de los necesarios para el enclave agro-exportador. En ese marco se
incluyó a la agricultura familiar dentro de las funciones a controlar por el Senasa. Dadas las particularidades
locales, regionales y de tamaño del sector se está trabajando en la formulación de normas específicas que
contemplen la realidad de los productores y, al mismo tiempo, aseguren la sanidad y la inocuidad de la
producción destinada al mercado interno. El nuevo paradigma, según el propio organismo explica, implica un
Sistema Integrado Sanitario y Fitosanitario Nacional con la activa participación del Estado, nacional, provincial
y municipal, focalizando la fiscalización y el control sobre los procesos y no sobre los productos terminados.

A modo de resumen de lo más importante diremos que se divide en seis (6) direcciones principales: 1)
Dirección Nacional de Sanidad Animal 2) Dirección Nacional de Protección Vegetal 3) Dirección Nacional de
Inocuidad y Calidad Agroalimentaria 4) Dirección Nacional de Técnica y Administrativa 5) Dirección Nacional
de Agroquímicos, Productos veterinarios y Alimentos 6) Dirección Nacional de Laboratorios y Control Técnico.
La Dirección Nacional de Sanidad Animal tiene a su vez en varias divisiones que se ocupan de distintos temas:
a) La Dirección de Normas cuarentenarias: que se ocupa de la coordinación de las Regulaciones zoosanitarias y
dicta normativa de exportación e importación de productos de origen animal.

b) La Dirección de Programación Sanitaria que coordinará planes y programas sanitarios relativos a


enfermedades zoonóticas y aquellas que impactan a nivel nacional e internacional.

c) Dirección de Epidemiología y Análisis de Riesgo

d) Dirección de Control de gestión y Programas Especiales

e) Coordinación General de Ejecución Técnica.

Por su parte la Dirección Nacional de Protección Vegetal tiene una serie de direcciones similares: a) Dirección
de cuarentena Vegetal, que entre sus funciones destaca la de coordinación de Análisis de Riesgo de plagas b)
La Dirección de Vigilancia y Monitoreo, que coordina los sistemas de Vigilancia fitosanitaria c) La Dirección de
Sanidad Vegetal que coordina los programas fitosanitarios, incluidos la sanidad de Forestales y de Frutales. e)
La dirección de Certificación Fitosanitaria que tiene a su cargo la coordinación de Exportaciones,
Importaciones, tránsito Internacional y Fronteras de Producción de Origen Vegetal. f) La Coordinación General
de Ordenamientos y Proyección g) La Coordinación General de Control de Gestión h) La Coordinación de
Bioseguridad Agroambiental i) La Coordinación de Sanidad de Material Vegetal de Propagación. Al respecto de
otras funciones del Senasa, se ampliará en la bolilla siguiente.
a) Ley de Emergencia Agropecuaria Nacional N° 26.5093: Sistema Nacional para la Prevención y Mitigación de
Emergencias y Desastres Agropecuarios. A nivel nacional y en el ámbito de la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentos del Ministerio de Producción se creó el llamado “Sistema Nacional para la
Prevención y Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios”, con el objetivo de “prevenir y/o mitigar
los daños causados por factores climáticos, meteorológicos, telúricos, biológicos o físicos, que afecten
significativamente la producción y/o la capacidad de producción agropecuaria, poniendo en riesgo de
continuidad a las explotaciones familiares o empresariales, afectando directa o indirectamente a las
comunidades rurales”4 . Nótese que no sólo se protege la pérdida de la producción, es decir y a modo de
mero ejemplo, que se haya perdido más del 50% de la cosecha, como cuestión puntual, sino que se busca
proteger la capacidad de producción. Por otro lado, si bien todas las producciones se encuentran protegidas
independientemente del sujeto que las lleve adelante, la ley prioriza a las producciones familiares
estableciendo que “La ayuda económica establecida en las medidas preventivas y de mitigación, debe
considerar el principio de equidad y dar prioridad a los productores agropecuarios considerados como
agricultores familiares”5 . Para la implementación y funcionamiento de la norma la ley crea, por un lado, el
Consejo Consultivo de Emergencia Agropecuaria6 cuya misión será la de formular observaciones y propuestas
con relación a los mecanismos de monitoreo y evaluación del sistema creado por la ley. Por otro lado se crea
la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios7 con trascendentes funciones8 ya que es ésta
la que propondrá al Poder Ejecutivo Nacional, a través hoy de la Secretaria de Agroindustria, que sea
declarada la emergencia agropecuaria de la zona afectada conforme los términos de la ley y con delimitación
del área territorial, “cuando factores de origen climático, meteorológico, telúrico, biológico o físico, que no
fueren previsibles o siéndolo fueren inevitables, por su intensidad o carácter extraordinario, afectaren la
producción o la capacidad de producción de una región dificultando gravemente la evolución de las
actividades agropecuarias y el cumplimiento de las obligaciones crediticias y fiscales”. Deberá, asimismo,
proponer la fecha de iniciación y finalización, en función del lapso que estime abarcará la emergencia y/o
desastre agropecuario y el período que demandará la recuperación de las explotaciones. Estipula la norma que
los estados de emergencia agropecuaria o zona de desastre deberán ser declarados previamente por la
provincia afectada, la que deberá solicitar ante la Comisión, la adopción de igual decisión en el orden nacional.
La Comisión deberá expedirse en un plazo no mayor de veinte días. Por otro lado determina que no
corresponderá la declaración de emergencia y/o desastre, cuando del análisis que determina el estado de
emergencia agropecuaria se concluya que la situación es de carácter permanente. La ley 26.509 conceptualiza
cuando nos encontramos frente a una “emergencia” y cuando se encuentra configurado un “desastre”16.
Dispone que habrá emergencia agropecuaria cuando los productores comprendidos en las zonas de
emergencia se encuentren afectados en su producción o capacidad de producción en por lo menos el
cincuenta por ciento (50%). Se tratará de desastre agropecuario cuando tal afectación sea en por lo menos un
ochenta por ciento (80%); La ley dispone que, una vez que ha sido declarado el estado de emergencia y/o
desastre agropecuario la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, deberá17, entre otras cosas:
a) Asignar y/o reasignar los recursos humanos, financieros y otros que el estado de situación demande; b)
Gestionar ante la Jefatura de Gabinete de Ministros los recursos presupuestarios complementarios; c) Asistir
técnica y financieramente a los productores para restablecer la capacidad financiera, productiva y económica.
d) Asistir técnica y, financieramente a los entes públicos durante el estado de emergencia y/o desastre
agropecuario18 . e) Coordinar con las provincias, municipios, Banco de la Nación Argentina, agentes
financieros provinciales o municipales, la asistencia al productor agropecuario afectado por los fenómenos
adversos, facilitando, la provisión de los recursos en tiempo y forma. Asimismo deberá: a) Asistir
financieramente a la reconstitución del aparato productivo; b) Controlar el sistema de asistencia para que los
recursos asignados sean efectivamente destinados a los fines propuestos por la ley. c) Asistir a los productores
agropecuarios para reducir las pérdidas, recuperar la capacidad productiva de los sistemas de producción y
reducir la vulnerabilidad para eventos futuros. Por otro lado, la ley crea un fondo al que denomina Fondo
Nacional para la Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios (FONEDA) y que estará destinado a
financiar: a) Aportes no reembolsables para gastos de inversión para construir instalaciones, equipamiento,
mejoras fundiarias u otras inversiones que reduzcan la vulnerabilidad de los pequeños productores
agropecuarios; b) Líneas de crédito especiales, o garantizar por sí o través de sociedades de garantías
recíprocas tales créditos destinados a financiar gastos de inversión y capital de trabajo para las medidas
estructurales de mitigación en el establecimiento agropecuario y períodos de gracia de hasta dos (2) años
incluso estableciendo bonificaciones de tasas o tramos no reembolsables de capital . Por otro lado se busca
“tercerizar” beneficios buscando la financiación desde otras entidades con lo cual se dispone que las
instituciones bancarias nacionales, oficiales o mixtas, concurrirán en ayuda de los productores agropecuarios
comprendidos en la declaración de emergencia o zona de desastre, aplicando de acuerdo a la situación
individual de cada productor y con relación a los créditos concedidos para su explotación agropecuaria, las
medidas especiales que se detallan seguidamente: a) Espera y renovaciones a pedido de los interesados de las
obligaciones pendientes a la fecha en que fije como iniciación de la emergencia o desastre agropecuario y
hasta el próximo ciclo productivo, en las condiciones que establezca cada institución bancaria; b)
Otorgamiento, en las zonas de emergencia o desastre agropecuario, de créditos que permitan lograr la
continuidad de las explotaciones, la recuperación de las economías de los productores afectados, y el
mantenimiento de su personal, con tasas de interés bonificadas en un veinticinco por ciento (25%) en las
zonas declaradas en emergencia agropecuaria y en un cincuenta por ciento (50%) en las zonas de desastre
sobre las vigentes en plaza para estas operaciones conforme con las normas que establezcan las instituciones
bancarias; c) Unificación previo análisis de cada caso de las deudas que mantengan los productores con cada
institución bancaria interviniente, en las condiciones que establezcan estas últimas; d) Suspensión de hasta
noventa (90) días y/o ciclo productivo después de finalizado el período de emergencia agropecuaria o zona de
desastre de la iniciación de juicios y procedimientos administrativos por cobros de acreencias vencidas con
anterioridad a la emergencia o desastre agropecuario.
- Desarrollo Rural. Concepto. Aspectos socio políticos y económicos. La expresión desarrollo rural hace
referencia al conjunto de acciones e iniciativas llevadas a cabo para mejorar la calidad de vida de las
comunidades no urbanas, las que abarcan casi la mitad de la población mundial. Es central que el desarrollo
rural se vea estructurado y planificado a través de políticas públicas de carácter agrario, con preceptos e
intervenciones concretas. El Estado debe hacerse presente contribuyendo a sortear falencias organizativas, de
capacitación, financieras, tecnológicas, etc. que estancan el desarrollo de las comunidades rurales. Siempre en
consonancia con la cultura propia de cada comunidad o de cada región donde se apliquen las políticas. La
ejecución concreta de los programas, políticas, planes pueden llevarse adelante, y de hecho asi se realizan, a
través de las mismas comunidades o de organizaciones civiles o internacionales que tienen dentro de sus
objetivos el desarrollo rural y mejorar la calidad de vida y productiva de estas regiones. En general podemos
decir que el desarrollo rural tiene en cuenta 3 ejes: a. Aspectos económicos que se relacionan con una mejor
colocación de los productos agrícolas en la cadena agroalimentaria o agroindustrial buscando competitividad y
diversificación, para lograr que las zonas rurales sean atractivas para invertir, para trabajar y para vivir en ellas.
b. El aspecto humano, no solo en forma de participación individual, sino también a través de instituciones
representativas debidamente organizadas, generando empleo e inclusión social. c. El aspecto medioambiental,
enmarcado dentro del principio de desarrollo sostenible o desarrollo sustentable. El carácter productivo de la
actividad agraria tiene que ir de la mano con la preservación del medio ambiente garantizando no
comprometer a las generaciones futuras.

Ley de agricultura familiar nº 27.118 Esta ley se enmarca claramente entre las normativas tendientes a
fomentar, lograr y aumentar el desarrollo rural y dentro de su articulado se detectan la utilización de
principios y herramientas tradicionales, como la función social de la propiedad agraria, el del asociativismo
agrario o el de la unidad económica agraria familiar (art.7). Asimismo hace referencia a los servicios
ambientales que aporte la agricultura familiar, campesina e indígena y al fomento de la conservación de la
biodiversidad y el mejoramiento de la calidad de los recursos naturales, mediante su aprovechamiento
sustentable. La ley 27.118, declara de interés público la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena por su
contribución a la seguridad y soberanía alimentaria del pueblo, por practicar y promover sistemas de vida y de
producción que preservan la biodiversidad y procesos sostenibles de transformación productiva y rea el
Régimen de Reparación Histórica de la misma (art. 1 y 2) El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la
Nación, en el ámbito del Poder Ejecutivo nacional es el organismo de aplicación. Los sujetos beneficiarios de la
ley son los agricultores y agricultoras familiares que desarrollen actividades productivas y que estén
registrados en el Registro Nacional de Agricultura Familiar (RENAF) (art. 5 y 6) La finalidad prioritaria declarada
es incrementar la productividad, seguridad y soberanía alimentaria, y valorizar y proteger al sujeto esencial de
un sistema productivo ligado a la radicación de la familia en el ámbito rural, sobre la base de la sostenibilidad
medioambiental, social y económica. Objetivos generales y específicos de la ley en sus art. 3 y 4. En su artículo
16 crea el Banco de Tierras para la Agricultura Familiar, con el objetivo de contar con tierras aptas y
disponibles para el desarrollo de emprendimientos productivos de la agricultura familiar, campesina e
indígena, invitándose a las provincias a tomar iniciativas del mismo tipo en sus jurisdicciones.

UNIDAD 3: ORGANISMOS PUBLICOS EN MATERIA AGRARIA


Dentro de esta unidad vamos a observar el MINISTERIO DE AGRICULTURA, GANADERIA Y PESCA, el actual
ministro de este órgano es Luis Basterra. Es el principal órgano de decisión y de ejecución en materia de
política agropecuaria. Los ámbitos de su competencia podrían clasificarse, a grandes rasgos, en las siguientes
areas:

REGULACION Y CONTROL DE COMERCIO: Aquí junto con otros órganos competentes interviene en la
elaboración y ejecución de las medidas de control del comercio, interno y externo, de los productos
agropecuarios.

PROMOCION Y FOMENTO DE LA ACTIVIDAD: Tiene a su cargo la definición y ejecución de las políticas de


promoción de los productos de origen agropecuario: - Establece la política comercial en el campo de las
exportaciones. - Otorga certificados de origen y calidad de los productos destinados a exportación. – Ejecuta
políticas de desarrollo de cooperativas y mutuales.
SANIDAD ANIMAL Y VEGETAL: Tiene a su cargo el control y la adopción de las medidas necesarias para la
prevención y erradicación de las enfermedades de animales y vegetales: - Fiscalización sanitaria de la
producción y de alimentos. - Regulación de las normas y certificados de calidad de los productos primarios. -
Defensa fito y zoosanitaria de fronteras, puertos, y fiscalización de importaciones.

Este ministerio se organiza jerárquicamente por Secretarias, Subsecretarias y Direcciones:

SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERIA Y PESCA: Esta secretaria se encarga de la elaboración y ejecución


de políticas y normas de promoción, regulación, fiscalización y control de la producción de los sectores
agrícola, ganadero y pesquero, atendiendo principalmente sus aspectos sanitarios, comerciales y tecnológicos.
Las acciones llevadas a cabo deben procurar un equilibrio entre productividad, sostenibilidad de los recursos
naturales y distribución territorial. Asimismo, se busca el fortalecimiento de la competitividad a nivel
internacional de los productos, y la generación de valor. También se encuentra a su cargo todo lo relativo al
uso y desarrollo de la biotecnología, y las políticas de bioseguridad en cada caso. Esta Secretaría está dividida
en Subsecretarías, según las actividades productivas en cada caso:

Subsecretaría de Agricultura Producción agrícola (extensiva e intensiva) Mercados agrícolas y forestales, y


comercialización y transporte de sus productos, a nivel interno e internacional.

Subsecretaría de Ganadería y Producción Animal Producción ganadera y comercialización de sus productos.


Incluye a la promoción y desarrollo de la actividad hípica. Subsecretaría de Pesca y Acuicultura Tiene a cargo
todo lo relacionado con la pesca, marítima (fundamentalmente) o continental, y el cultivo y explotación de
especies acuáticas (ej. criaderos). Gestiona el otorgamiento, suspensión o cancelación de los permisos de
pesca, y las medidas de vedas o reservas, y delimitación de áreas permitidas.
SECRETARÍA DE AGRICULTURA FAMILIAR, CAMPESINA E INDIGENA: Esta encargada de las políticas y
gestiones para el desarrollo rural teniendo en cuenta las particularidades de las distintas regiones y sectores
productivos, a través de medidas y programas que tiendan a la modernización y diversificación de las
economías regionales. También tiene a su cargo la ejecución de las medidas en casos de emergencias y
desastres agropecuarios .En su orden jerárquico se divide en dos subsecretarias: SUBSECRETARIA DE
AGRICULTURA FAMILIAR Y DESARROLLO TERRITORIAL que tiene como función atender las necesidades
específicas de la agricultura familiar, a través de herramientas como planes de apoyo o asistencia técnica y de
gestión, o el financiamiento a través de créditos o asistencia económica. Esta Subsecretaría también se
encarga del RENAF (Registro Nacional de Agricultura Familiar), previsto en la Ley 27.118 de Agricultura
Familiar, que tiene como objetivo la inscripción de las familias u hogares de productores (agropecuarios,
forestales, pescadores y/o con actividades artesanales, agroindustriales o turísticas) que cumplen con las
siguientes condiciones: - arraigo territorial: viven en el predio, ubicado en una zona rural, - trabajo familiar: la
gestión de la unidad productiva es aportado principalmente por miembros de una familia o por personas que
mantienen lazos de cooperación gratuita, - el trabajo en el predio es la principal fuente de ingresos y
abastecimiento de ese grupo de personas. La inscripción en el Registro permite al Ministerio diseñar y ejecutar
las políticas sobre tierras, de acceso al agua, de apoyo a la producción y a la comercialización, y de
infraestructura necesarias para el apoyo e impulso a estas economías. Los productores inscriptos pueden
acceder a beneficios impositivos, obtener créditos o subsidios, ser destinatarios de planes de sanidad animal o
vegetal, de asistencia técnica o de acceso a tecnología o equipamiento rural, acceder a programas de
capacitación, etc-SUBSECRETRIA DE PROGRAMAS DE DESARROLLO PRODUCTIVO
SECRETARIA DE ALIMENTOS, BIOTECNOLOGIA Y DESARROLLO REGIONAL: Esta secretaria tiene como
funciones la de entender en el desarrollo de estrategias, estudios, investigaciones, informes económicos, de
inteligencia comercial y por cadena de valor, así como análisis prospectivos que fomenten la comercialización
de productos alimentarios, coordinando con los organismos de la Administración pública nacional, pertinentes
para incrementar la exportación de alimentos, de estrategias, estudios, investigaciones, informes que
fomenten la comercialización de productos alimentarios, coordinando con los organismos de la
Administración pública nacional, pertinentes para incrementar la exportación de alimentos. Dentro de este
existen dos subsecretarias, que son -SUBSECRETARÍA DE DESARROLLO DE ECONOMIAS REGIONALES -
SUBSECRETARIA DE FORTALECIMIENTO PRODUCTIVO Y SUSTENTABLE PARA PEQUEÑOS Y MEDIANOS
PRODUCTORES AGROALIMENTARIOS.

En la órbita del Ministerio se puede observar organismos descentralizados como el INASE (Instituto Nacional
de Semillas) • INIDEP (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero) • INTA (Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria) • INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura) • SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y
Calidad Agroalimentaria).

Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), organismo creado en 1956, con el propósito de impulsar
y vigorizar el desarrollo de la investigación y extensión agropecuarias, la tecnificación y el mejoramiento de la
empresa agraria y de la vida rural. Su objetivo central es contribuir a la competitividad del sector
agropecuario, forestal y agroindustrial, en un marco de sostenibilidad ecológica y social. No tiene funciones de
control o fiscalización. Prioriza entre sus acciones la generación de información y tecnologías para procesos y
productos de este vasto sector, poniendo los mismos al servicio del productor rural a través de su sistema de
extensión. Está organizado a partir de un Consejo Directivo, integrado por representantes del sector público,
de Universidades Nacionales y de organizaciones de productores (cinco miembros provenientes del ámbito
oficial y cinco miembros del sector privado), que define las políticas institucionales a nivel nacional. Para
ejecutar los lineamientos fijados por el Consejo Directivo, la estructura orgánica presenta una Dirección
Nacional. Existen 15 Centros Regionales, que cuentan con sus respectivos Consejos, integrados por
representantes regionales y provinciales. Y de estos Centros dependen un total de 47 Estaciones
Experimentales Agropecuarias y 260 unidades de extensión, que cubren todo el país y donde se desarrollan
actividades de investigación aplicada y de adaptación, experimentación adaptativa, transferencia de
tecnología y extensión. También se puede observar 15 Institutos de Investigación desarrollan investigación
estratégica y fundamental. Las principales actividades del INTA se dan en el marco de: - la investigación y
desarrollo tecnológico (ej. desarrollo de variedades vegetales, de razas ganaderas, o de procesos de
producción especiales). - los programas de extensión y desarrollo rural, a fin de apoyar el desarrollo integral
del sistema agroalimentario. Para esto se trabaja en los diversos niveles de la cadena agroindustrial. - la
vinculación con universidades, cámaras, organismos y empresas nacionales e internacionales - los servicios a
los productores y empresas del sector agropecuario: análisis de procesos y productos, gestión de calidad,
certificación, cursos y jornadas de capacitación.
Instituto Nacional de Semillas (INSE):Es el órgano de aplicación de la ley de Semillas y Creaciones
Fitogenéticas 20.247/73 y de su Decreto Reglamentario Nº 2183/91. Creado en 1991, disuelto en 2000 y
ratificado luego por ley 25.845 de 2003. Funciones: - dirigir los Registros Nacionales de Comercio y
Fiscalización de Semillas; de Cultivares; y de Propiedad de Cultivares. - autoriza la comercialización de las
semillas. - ejerce el control botánico, agrícola e industrial de las variedades inscriptas o a inscribirse. - ejerce la
inspección de los cultivos sometidos a fiscalización. - controla el rotulado de las semillas identificadas. -
detenta el poder de policía sobre el comercio de semillas y controla la importación y exportación. El INASE
administra 3 registros: REGISTRO NACIONAL DE COMERCIO Y FISCALIZACION DE SEMILLAS En él deben
inscribirse todos aquellos operadores que intervengan en el comercio de semillas. REGISTRO NACIONAL DE
CULTIVARES De carácter obligatorio previo a la comercialización o utilización de una nueva variedad. Tiene
como objeto la identificación y el control sobre todas las nuevas variedades. Debe inscribirse todo cultivar que
sea identificado; esto es, las variedades nuevas o inéditas (identificadas por primera vez; esto es que no
figuren ya inscriptas con una descripción similar). La inscripción debe ser patrocinada por Ing. Agrónomo.
REGISTRO NACIONAL DE LA PROPIEDAD DE CULTIVARES No es obligatorio para la comercialización. Objeto:
proteger el derecho de propiedad intelectual de los criadores u obtentores de nuevos cultivares. Se exigen los
requisitos de novedad, diferenciabilidad, homogeneidad y estabilidad. El obtentor debe conservar una
muestra viva de la variedad inscripta durante todo el plazo. El título de propiedad es otorgado por la SAGPyA
por un plazo de veinte años como máximo. En el título deben figurar las fechas de expedición y caducidad, y
puede ser transferido (debe inscribirse la transferencia).

CONABIA: La Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria creada por Resolución 124/91,
funciona como instancia de evaluación y consulta para la regulación y control de las actividades relacionadas
con organismos genéticamente modificados (OGM) de uso agropecuario, con el objetivo de garantizar la
bioseguridad del agroecosistema.

SENASA (SERVICIO NACIONAL DE SANIDAD Y CALIDAD AGROALIMENTARIA): Está regulada en la ley 23.899 y
decreto 1585/96, es una fusión del antiguo SENASA (SANIDAD ANIMAL) y la IASCAV (INSTITUTO NACIONAL DE
SANIDAD Y CALIDAD VEGETAL). Es un organismo del Estado con funciones de policía sanitaria, el cual se
encarga de ejecutar políticas nacionales en materia de sanidad y calidad animal y vegetal, y verificar el
cumplimiento de la normativa. El SENASA entiende asimismo en la fiscalización de la calidad agroalimentaria,
asegurando la aplicación del CODIGO ALIMENTARIO ARGENTINO para aquellos del area de su competencia.
También es de su competencia el control del tráfico federal, importaciones y exportaciones de los productos,
subproductos y derivados de origen animal y vegetal, productos agroalimentarios, fármaco-veterinarios.
Las Acciones del SENASA son :-Prevenir, diagnosticar, controlar y erradicar las enfermedades de los animales y
las de ese origen, transmisibles al hombre, así como las plagas y enfermedades que afecten a los vegetales.
----Entender en la fiscalización y certificación de: a) La sanidad y calidad de los animales y productos de origen
animal. b) La sanidad y calidad de vegetales y productos de origen vegetal. c) control y erradicación de plagas
agrícolas, enfermedades de los animales y las de ese origen, transmisibles al hombre. d) La calidad de los
productos destinados al diagnóstico, prevención y tratamiento de enfermedades y plagas de animales y
vegetales. e) Las condiciones de los efluentes y residuos resultantes de estos productos. - Establecer zonas y
fronteras epidemiológicas. - Adoptar y ejecutar las medidas técnicas apropiadas, inclusive el sacrificio de
animales y destrucción de vegetales, para salvaguardar el patrimonio sanitario animal y vegetal. - Registrar,
habilitar, clausurar y fiscalizar plantas de procesamiento, acondicionamiento, almacenamiento, transporte y
comercialización de los productos del área de su competencia. - Registrar, autorizar o prohibir los
agroquímicos. - Fiscalizar y controlar el cumplimiento de normas higiénico-sanitarios y de seguridad
alimentaria en a) producción y faena animal y sus productos b) productos biológicos y biotecnológicos,
intervinientes o relacionados con la medicina veterinaria y la producción anima c) productos agroquímicos,
productos y drogas fitoterápicos, biológicos y biotecnológicos - Elaborar y proponer las normas técnicas de
sanidad y calidad.

Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (RUCA): Creado por Res. 302/2012 del Ministerio
de Agricultura. Deben inscribirse las personas físicas o jurídicas que intervienen en el comercio y/o
industrialización de las cadenas comerciales agropecuarias y alimentarias de los mercados: 1. Lácteos 2.
Granos, cereales, oleaginosas y legumbres. 3. Ganados y carnes (bovina, ovina, porcina, avícola, equina y
caprina). 4. Laneros. No se refiere al productor primario, sino al resto de la cadena de comercialización. Las
inscripciones se realizan anualmente a través de declaraciones juradas presentadas vía internet. Deben
cumplirse un gran número de requisitos en cada caso (ej. libre deuda fiscal, habilitaciones municipales o
administrativas, libros contables o sociales, nómina de empleados en relación de dependencia,
documentación de libre deuda de ART, pago de aportes y contribuciones, etc). Aquellas personas o empresas
que comiencen a realizar algunas de las actividades incluidas deben someterse a una fiscalización por parte
del Ministerio. La inscripción puede ser otorgada en forma provisoria, sujeta al posterior cumplimiento de
todos los requisitos. La inscripción es un requisito indispensable para el desarrollo de las actividades
alcanzadas y los operadores sólo pueden operar con otros agentes inscriptos. Se prevén sanciones de
suspensión, multa, clausura para el caso de incumplimiento.

Registro de existencia de Granos: Creado por la Resolución 684/2008. Busca determinar las existencias de
granos y oleaginosas en poder de los productores y todavía no ingresados en el circuito comercial, ya sea en
silos (silo bolsa, chapa o material), o almacenado en celdas, galpones, bolsas e intemperie. Los productores
agropecuarios deben presentar una declaración jurada con: el tipo de grano y oleaginosa almacenado, el
volumen almacenado expresado en toneladas, la cosecha a la que pertenecen los granos y oleaginosas
declarados y el tipo de instalación donde se encuentran almacenados. Existen también otros registros, de
naturaleza fiscal y administrada por la AFIP, en los que deben inscribirse los productores y operadores de la
comercialización a los fines impositivos. Estos registros establecen 10 sistemas diferenciados de retenciones y
anticipos en IVA e Impuesto a las Ganancias según el sujeto se encuentre inscripto o no.

Carta de Aporte: La Carta de Porte se encontraba prevista en el art. 167 del Código de Comercio como título o
instrumento que prueba el contrato de transporte pero en el caso de productos agropecuarios, el Decreto
34/2009 nos dice que en estos casos crea un sistema de emisión, seguimiento y control de Carta de Porte
como único documento válido para el Transporte Automotor y Ferroviario de Granos y Ganado con cualquier
destino dentro del territorio de la República Argentina. Se encuentra prohibido el transporte y la descarga de
dichas mercaderías sin estos instrumentos. El sistema está reglamentado por Resoluciones de AFIP, ONCCA y
Secretaria de Transporte. La Carta de Porte debe ser solicitada en todos los casos, para poder realizar dicho
transporte, por parte de: - los productores agropecuarios inscriptos como tales en la AFIP. - los operadores
inscriptos en el Registro Único de Operadores. Para su emisión, estos actores deben solicitarla vía internet,
acreditando el cumplimiento de una serie de requisitos que hacen al cumplimiento regular de las obligaciones
frente a la AFIP, la ONCCA, los organismos de seguridad social, etc. Las Cartas de Porte tienen una vigencia
acotada de 60 días, se imprimen en cuatro ejemplares (para la instalación de destino, el destinatario, el emisor
y el transportista) y contienen todos los datos que hacen a las partes de la operación de transporte (remitente,
destinatario, transportista), y las características y cantidades de los granos transportados. La ONCCA otorga un
número de cartas de porte a cada productor u operador de acuerdo a los volúmenes de producción o
comercio denunciados (finalidad de control fiscal). Cada Carta de Porte debe contener un Código de
Trazabilidad de Granos (CTG) que se solicita por internet, por teléfono o por mensaje de texto. El
incumplimiento de las obligaciones puede determinar la aplicación de sanciones por parte de la
administración (exclusión de registros, multas, etc).

SISA: En 2018 se Crea el Sistema de Información Simplificado Agrícola, que reemplaza algunos registros y
regímenes informativos vinculados con la actividad de producción y comercialización de granos y semillas en
proceso de certificación (cereales y oleaginosas) y legumbres secas tales como: RFOG – Registro de
Operadores de Granos (AFIP) PPGM – Padrón de Productores de Granos Monotributistas (AFIP) TIRE –
Registro de Tierras Rurales (AFIP) RENSPA Agrícola (SENASA) Declaración Jurada de Siembra y Origen de
Semillas" y "Declaración Jurada de Producción y Reserva de Semillas" (INASE) Régimen Informativo de
Capacidad Productiva y Producción" - 1 DDJJ Existencias, 2 DDJJ Superficie, 2 DDJJ Producción- (AFIP)
Declaración Jurada de Producción de Granos anual" (SENASA)

En la Provincia de Santa Fe el Organismo que tiene a cargo las políticas de impulso y desarrollo de las
actividades económicas productivas es el MINISTERIO DE LA PRODUCCIÓN, CIENCIA Y TECNOLOGÍA, su
estructura orgánica está prevista en la Ley de Ministerios. La organización del Ministerio cuenta dentro de su
órbita con órganos específicamente encargados de temas agropecuarios con ejes de trabajo en: Desarrollo
industrial, producción agropecuaria, el río y sus recursos, comercio exterior, economía social, lechería,
desarrollo rural y producción sustentable de alimentos, promoción de Pymes y las Agencia de Desarrollo.
Tiene a su cargo la implementación de políticas relacionadas con los sistemas de producción agrícola y
forestal, incluyendo los aspectos sanitarios, comerciales y lo relativo al fomento y desarrollo de cultivos
industriales tales como el algodón, la caña de azúcar, yerba mate, etc. Tiene en su ámbito de aplicación las
acciones vinculadas a la producción ganadera y lechera, incluyendo los aspectos sanitarios, comerciales y la
piscicultura. Asimismo tiene funciones en materia de ordenamiento territorial, esto es el planeamiento de la
localización de las diferentes actividades económicas y sociales dentro del espacio geográfico del territorio
provincia. También es competente en materia vinculada con el desarrollo de políticas de desarrollo rural, local
y regional, cooperativismo y asociativismo agrario y con la agricultura familiar.
Comisión Provincial de emergencia Agropecuaria: Es el sistema creado por la LEY PROVINCIAL 11.297 el cual
es integrado por representantes de todos los poderes que se refieren a la cuestión agropecuaria cuyas
funciones son las de proponer al Ejecutivo Provincial las declaraciones de zonas de emergencia o desastre, así
como la gestión de las medidas que se ordenen en cada caso y su seguimiento.

UNIDAD 4: ASPECTOS CONSTITUCIONALES Y LEGALES DEL


DERECHO AGRARIO.
Para comenzar la explicación de esta unidad hay que entender que en el derecho agrario no hay un Código
Agrario Nacional. Lo que sí hay es la sanción de leyes cada vez mayor de carácter agrario, promulgadas por el
Congreso Nacional y/o Congresos Provinciales, de acuerdo a los poderes y/o facultades que le otorga la
Constitución Nacional Argentina. Y se critica que esto lo es en forma dispersa e inorgánica. Emerge por tanto
de la Carta Magna la posibilidad de dictar por las Provincias, sus propios Códigos Rurales. El primer Código
Rural, fue el de la Provincia de Buenas Aires en el año 1865, obra de Valentín Alsina, que constituyó según la
crítica, más un código policial que rural. Aquí podemos observar que las provincias median el artículo 121 de la
Constitución Nacional, determina que “las provincias conservan el poder no delegado por la Constitución al
Gobierno Federal y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su
incorporación”. Y también debemos mencionar el artículo 124 de la CN (incorporado en 1994), que afirma que
“corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio.
Destacamos en relación a los poderes implícitos la Ley 3959 de “Sanidad Animal”. Respecto a los poderes
reservados a las provincias, le corresponden, los Códigos Rurales Provinciales y también las reglamentaciones
de las Unidades Económicas. Y lo dispuesto a partir de la reforma de 1994 de la CN, en el art. 124,
“corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio”. En
cuanto a los poderes o facultades concurrentes de la nación y las provincias, históricamente los regímenes de
colonización de sus tierras públicas. Y entre las novedades con la reforma de la constitución en 1994, el tema
ambiental con sus particularidades, en el art. 41 CN.

Los poderes delegados de la nación son: El derecho privado en el cual a partir art. 75 inc. 12 de la CN, surge la
facultad de dictar la “legislación común”, es decir la atribución para el dictado de los cuerpos normativos de
derecho de fondo, como el Código Civil, Comercial, Penal de Minería y de Trabajo y Seguridad Social y no solo
lo atinente a dichos cuerpos normativos, sino también las legislaciones que se incluyen, aún no mediando tal
declaración, que los integran, modifiquen y amplían; como bien lo ha expresado la CSJN, en el caso “Oberti c/
Panzirragui”. Es decir que le compete en materia agraria al Congreso Nacional todo lo que atañe a sus formas
de adquisición (como por ejemplo el régimen de marcas y señales), o las restricciones al mismo, o la
regulación de los contratos por los cuales se concede su uso y goce. De lo dispuesto por el art. 121 y 126 de la
CN, en donde se establece en el primero que las provincias conservan todo el poder no delegado a la nación y
en la segunda disposición que las provincias no ejercen el poder delegado a la nación; surge que las provincias
deben inhibirse de entender en las potestades que le corresponden a la nación. A excepción de los casos en
los que existan facultades y/o poderes concurrentes. En el régimen de comercio agropecuario y su contralor
en el ART 75 inciso 13 de la CN se le fija al Congreso Nacional “Reglar el comercio con las naciones extranjeras
y de las provincias entre sí”.
Además de lo dispuesto en el art. 126 de la CN, como contracara, la prohibición por parte de las provincias de
“expedir leyes sobre comercio o navegación interior o exterior, ni establecer aduanas provinciales” Y la
complementación con lo dispuesto en el art. 75 inc. 32, que le corresponde al Congreso Nacional, hacer todas
las leyes y reglamentos que sean convenientes para poner en ejercicio los poderes antecedentes, y todos los
otros concedidos por la presente Constitución al Gobierno de la Nación Argentina. Históricamente con
relación al comercio de los productos agropecuarios, tanto de carnes como de granos, existió por parte del
gobierno nacional ese contralor especialmente a partir de la Primera Guerra Mundial y luego de la Segunda,
en donde se creó una doctrina apoyada en la jurisprudencia, y partiendo de las disposiciones constitucionales
del hoy art. 75 inc 13 y también del inc. 32 del mismo artículo, (antes art. 67 inc 28 de la CN). En jurisprudencia
surgieron casos emblemáticos como “Compañía Swift de la Plata y otros c/ Gobierno Nacional” y “Frigorífico
Anglo c/ Gobierno Nacional”, referidas al contralor del comercio de carnes bajo las normas de la segunda y
tercer década del siglo XX, en el sentido de que: “la reglamentación legislativa con las limitaciones del art. 67
inc 28 (hoy art. 75 inc 32) estará condicionada por la necesidad, armonía y orden en el ejercicio de los
derechos de defender y fomentar la salud, la moralidad, la seguridad, la conveniencia pública y el bienestar
general. La medida de los intereses y principios de carácter público a tutelar determinará la medida de las
regulaciones en su caso”, y que existen industrias relacionadas especialmente a los frigoríficos “que sin ofrecer
ningún reparo en ese orden, siendo lícitos, sanos, fecundos y progresistas, llegan en su técnica, organización y
extensión a afectar intereses fundamentales de la sociedad en un período más o menos largo, o acaso
permanente de su vida, destacando que coordinar el interés privado con el público, los derechos individuales
con los de la sociedad, es el fin de la reglamentación que prevé el art. 14 de la CN y concluía que la medida del
interés público inherente a una industria, determina la medida de la regulación necesaria para tutelarlo.” En el
art. 41 de la CN, se afirman los principios de preservación del ambiente, del cuidado de los recursos naturales
y del desarrollo sostenible. Y expresamente en el 3er. párrafo de dicho artículo determina que: “Corresponde
a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de protección, y a las provincias las
necesarias para complementarlas, sin que aquellas alteren las jurisdicciones locales”. De esta disposición
constitucional surge que las regulaciones que corresponda a los “presupuestos mínimos ambientales” le
compete a la Nación siendo el rol de las provincias, acatarlas y complementarlas en lo que fuere necesario.
Esta disposición está directamente relacionada con los arts. 121, 123, 124 y concordantes de la CN que
configura un caso sui generis respecto de los poderes concurrentes entre nación y provincia. En virtud de lo
dispuesto por el art. 41 de la CN, se sanciona la Ley 25675 de “Política Ambiental Nacional” que establece “los
presupuestos mínimos para el logro de una gestión sustentable y adecuada del ambiente, la preservación y
protección de la diversidad biológica y la implementación del desarrollo sustentable (art. 1); los objetivos
políticos de la norma surgen del art. 2 y el carácter de orden público de la ley regirá en todo el territorio
nacional, siendo sus disposiciones operativas “y se utilizarán para la interpretación y aplicación de la
legislación específica sobre la materia, la cual mantendrá su vigencia en cuanto no se oponga a las provincias y
disposiciones contenidas en esta”(art. 3). Asimismo, la ley fija los principios que reglan su interpretación y
aplicación y/u otra norma atinente al respecto, principios de congruencia, prevención, precautorio, equidad,
intergeneracional, profesionalidad, responsabilidad, subsidiaridad, sustentabilidad, solidaridad y de
cooperación (art.4) Es de importancia lo dispuesto en el art. 6 de dicha ley 25675, que nos da el concepto de
presupuesto mínimo establecido por el art. 41 de la CN, “a toda norma que concede una tutela ambiental
uniforme o común para todo el territorio nacional, y tiene por objetivo imponer condiciones necesarias para
la protección ambiental. Esto produce que se tenga que garantizar la dinámica de los sistemas ecológicos.
Con respeto al poder de policía sanitaria-animal podemos observar que en el actual art.75 inc. 32 – llamada
cláusula elástica- (ex art.67 inc. 28) atribuye al Congreso Nacional el “hacer todas las leyes y reglamentos que
sean convenientes para poner en ejercicio los poderes antecedentes, y todos los otros concedidos por la
presente Constitución al Gobierno de la Nación Argentina”. El hecho de que “sea conveniente” daría al
Congreso, no habilitaría a una facultad extraordinaria, debiendo “tenerse en cuenta que la facultad implícita
que ejerce es fruto de ese poder delegado a la Nación en forma expresa y encuentra “en él su apoyo, es decir
que sea el medio para ponerlo en movimiento”. Hubo ciertas opiniones encontradas con respecto a la ley
3959 que habla sobre estas cuestiones, aquí RAMOS MEJIAS decía que esta facultad le correspondía al ESTADO
NACIONAL, en cambio JOAQUIN V. GONZALEZ nos decía que en realidad le correspondía a las Provincias
encargarse de esto, y luego aparece QUINTANA para aclarar que hay una concurrencia entre estos dos pero
que en realidad se tendría que promulgar por ley nacional.

La ley 3959 se promulgo en el año 1900 la cual regula “la defensa de los ganados en el territorio de la
República contra la invasión de enfermedades contagiosas exóticas y la acción de las epizootias ya existentes
en el país…” (art.1º).

La Ley 17160 del año 1967 modifico a la Ley 3959 substituyendo su artículo 10 (diez) por el siguiente: “Art.10.
El Poder Ejecutivo reglamentará por intermedio de la Secretaria de Estado de Agricultura y Ganadería, todo lo
relacionado con la habilitación, fiscalización sanitaria integral e inspección de los mercados de ganado,
tabladas, ferias, mataderos, frigoríficos, saladeros, mataderos de aves, acopio, comercialización e
industrialización de la caza y de la pesca, y en general de todos los establecimientos donde se elaboren o
depositen productos de origen animal, cuando los lugares donde se efectúen las ventas o el sacrificio de
animales o donde estén ubicados los establecimientos en que se fabrican, depositan o de que se extraen
productos, correspondan a la jurisdicción federal, o si están situados en una provincia, los animales o los
productos proceden de otra nación, de otra provincia o de otro territorio o se destinen a comercio
internacional, interprovincial o al de una provincia con territorios de la jurisdicción federal o viceversa. Los
productos mencionados precedentemente transitarán con la correspondiente documentación sanitaria. Los
productos de origen animal no comestibles procedentes de establecimientos no habilitados en el orden
nacional, podrán transitar por el territorio de la República Argentina. Con destino a un establecimiento
habilitado previo cumplimiento de los requisitos que establezcan la reglamentación. El Poder Ejecutivo
requerirá de los Gobiernos de provincias que adecuen sus actuales normas a las exigencias de la presente ley y
su reglamentación y formalizará con las provincias, municipios y demás autoridades provinciales, los acuerdos
y convenios que considere necesarios para el logro de los fines enunciados”. Hacemos especial hincapié en
este artículo, atento que a la fecha como la misma ley 3959 – con sus modificaciones –se encuentra vigente.
En el año 1970 se sanciona la Ley 18811 ”Régimen de Habilitación y Funcionamiento para Establecimientos
Faenadores”, reglamentando especialmente la actividad en todo el territorio del país, el régimen de
habilitación y funcionamiento de los establecimientos donde se faenan animales, se elaboren o depositen
productos de origen animal en todo lo relacionado a requisitos para la construcción e ingeniería sanitarias y
los aspectos higiénicos-sanitarios en la elaboración, industrialización e inclusive el transporte de carnes y sus
derivados con destino al consumo dentro de las provincias o Capital Federal y la documentación sanitaria.

La Ley 19499 del año 1972 estableció las normas para los establecimientos de faena ubicados en Buenos Aires
y sus alrededores y sujeta a la JNC.
La Ley 22375 del año 1981 “Régimen de habilitación y funcionamiento de los establecimientos donde se
faenan animales, se elaboren, depositen productos de origen animal” ; deroga las leyes 18811 y 19499, sin
dejar de tener en cuenta y reiterar aspectos ya reglados en la Ley 18811, a su vez impone a las Autoridades
Provinciales y las competentes en la Capital Federal y del Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e
Islas Atlántico Sur, el ejercer el cumplimiento de la reglamentación en sus jurisdicciones que actuaran
conjuntamente con el SENASA.

Destacamos que el “Servicio de Sanidad Animal” (Ley 23899/1990-) hoy -por el artículo 38 del decreto-ley
nacional Nro 660/96 basado en la Ley 24629- que fusiono el “Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA) y
el “Instituto Argentino de Sanidad y Calidad Vegetal (IASCAV) es el “Servicio Nacional de Sanidad y Calidad
Agroalimentaria.

COIDIGOS AGRARIOS PROVINCIALES

En el año 1970 se aprueba por Ley 7716 el proyecto de un nuevo Código Rural para la provincia de Buenos
Aires con asesoramiento de Eduardo Pigretti que contenía disposiciones vinculadas a suelo, fauna y flora,
como también la forma de utilizar el agua y especial hincapié se hace sobre la atmósfera, incorporándose los
recursos naturales. Y finalmente en 1983 es derogado el citado código rural y por decreto ley 10081 se
promulga uno nuevo ratificando gran parte de lo contenido en el anterior, y que hoy rige en base a Ley 10081,
pese a las actualizaciones que ha sufrido hasta la actualidad. La mayoría de las provincias en nuestro País, han
dictado y tienen sus Códigos Rurales, con similitudes en sus disposiciones la doctrina es rica al respecto, no
obstante, cabe referenciar que hay provincias que mantienen sus viejos códigos con modificaciones, los cuales
superan el siglo de vigencia, siendo que la mayoría de los mismos han sido sancionados uno o dos siglos atrás.
Nuestra provincia de Santa Fe es una de ellas, rige el Código Rural sancionado en el año 1901 por Ley 1108 con
sus modificaciones, que reemplazo al del año 1867. Diversos proyectos se han presentado para su derogación
y sanción de un nuevo y actualizado cuerpo legal con resultados negativos a la fecha, no obstante ello se nos
hace referenciar al maestro Fernando Brebbia, con la colaboración de Claudio Bermúdez y demás integrantes
en base a uno de redacción originaria año 1994, alcanzando en reiteradas oportunidades estado
parlamentario, pero sin llegar a ser aprobado en la actualidad.

Facciano dice que el proyecto “tiene la bondad” de incluir en su Título Preliminar “nociones fundamentales
sistematizadoras” y conceptos que hacen a la modernidad del derecho agrario como son la “actividad agraria”-
con la teoría agrobiológica de Antonio Carroza; “el empresario agrario” y la “Hacienda Agraria”, lo que
constituiría de ser sancionado, un importante aporte jurídico a nuestra materia.

Los poderes concurrentes son aquellos que pueden ser ejercidos por la Nación y/o las Provincias en relación
directa a las facultades delegadas en ciertas áreas que la Constitución Nacional les otorgo competencia en
formas simultáneas. Un ejemplo de ellos se puede ver en los Regímenes de Colonización e Inmigración (Art 75
inc 18 de la CN) y el otorgado por los constituyentes de 1994 en el art.41 en forma “sui generis”. En efecto el
Art 41 dice entre otras cosas que “Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos
mínimos de protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquellas alteren las
jurisdicciones locales”; apreciándose que bien podríamos estar ante unas facultades concurrentes por cuanto
la Nación ha de dictar las normas de presupuestos mínimos por un lado y las provincias todas aquellas que se
requieran para complementarlas, como así se observa que aquellas alteren sus jurisdicciones locales”.
Por ende la competencia judicial para entender en dichas cuestiones lo determina los poderes provinciales. y
las provincias todas aquellas que se requieran para complementarlas, como así se observa “…sin que aquellas
alteren sus jurisdicciones locales”, por ende la competencia judicial para entender en dichas cuestiones lo
determina los poderes provinciales.

UNIDAD 5: JURISDICCION AGRARIA.


Como estuvimos anteriormente el Derecho Agrario es una rama autónoma del derecho la cual necesita un
fuero agrario, el cual traería ciertas ventajas como normas procesales adecuadas a las necesidades agrarias y
un conocimiento técnico por parte de los funcionarios y magistrados. Un antecedente en materia agraria con
respecto a la jurisdicción fue que en la provincia de Santa Fe por la ley 2.291 en el año 1932 se creó el
TRIBUNAL AGRARIO que tenía como objetivo resolver conflicto entre propietarios y arrendatarios relacionados
a los montos máximos que debían abonarse.

COMISIONES PARTITARIAS DE ARRENDAMIENTOS RURALES

Estas comisiones son creadas en las comunas, las cuales se encuentran integradas por dos arrendatarios y dos
arrendadores , que en caso de que haya un conflicto se produzca un empate el que dirime la cuestión es el
presidente de la comisión de fomento y si hay una apelación se va ante la dirección de fomento agrícola
ganadero.

La primera ley de arrendamiento fue la 11.710 en el año 1921 el cual regulaba los montos indemnizatorios
por mejoras realizadas, sino había acuerdo lo resolvía una comisión integrada por un representante de cada
parte y un tercero nombrado entre partes. Luego hubo una segunda ley de arrendamiento que se denomino
LEY 11.627 que determino cuales serian los árbitros que resolverían.

FUERO AGRARIO

Acá hay que tener en cuenta a la CAMARAS DE CONCILIACION Y ARBITRAJE OBLIGATORIO DE


ARRENDAMIENTOS Y APARCERIAS RURALES que se crea en el año 1948 por la ley 13.246 que trajeron
finalmente la autonomía legislativa del derecho agrario y su independencia del derecho civil en la cual se
dirimían una amplia gama de conflictos, en estas cámaras estaban dentro del ministerio de agricultura, se le
otorgaba a estas cámaras a partir del art 47 la facultad para dirimir la litis bajo esfera separada de los jueces
ordinarios, su pronunciamiento tenia carácter de cosa juzgada, era ejecutada por autoridades judiciales
federales o provinciales y sus sentencias eran apelables ante una cámara central o cámara federal. Con la ley
13897 se amplía competencia con respecto a los conflictos, lo resuelven las cámaras regionales y hay
apelación ante la cámara federal.

Pero frente a estas cámaras se empezaron a producir ciertos conflictos de constitucionalidad ante el dictado
de las sentencias por las cámaras y de una forma se objeto que las mismas sentencias violan el principio de
separación de poderes, la forma republicana de gobierno, la defensa de garantía en juicio y las facultades de
las provincias para aplicar las leyes de carácter común dictadas por el congreso .
Los dictámenes de la CSJN han dado una postura muy favorable a las sentencias de las cámaras paritarias. En
1953 EN LOS CASOS “CAMPS, JUAN Y OTRO C/ GONZALEZ ELISEO” Y EN “LOPEZ OSORIO DE MIGUENZ IDA C/
GRILLO HNOS,” SOSTUVO EL CRITERIO AFIRMATIVO DE LOS FALLOS DICTADOS POR LAS CAMARAS pero
POSTERIORMENTE CON NUEVA INTEGRACION DE LA CORTE AÑO 1960 EN EL CASO “FERNANDEZ ARIAS C/
POGGIO” RESOLVIO: A) QUE SI BIEN LAS CAMARAS SON ORGANISMOS ADMINISTRATIVOS Y EJERCEN
FUNCIONES JURISDICCIONALES DICHAS FUNCIONES NO PUEDEN IR CONTRA LOS LIMITES QUE IMPONE LA
CONSTITUCION RESTANDO ATRIBUCIÓN AL PODER JUDICIAL A FAVOR DEL PODER EJECUTIVO, ES UNA
VIOLACIÓN AL PRINCIPIO DE DIVISIÓN DE PODERES Y DE LA FORMA REPUBLICANA DE GOBIERNO. (VOTO DE
MAYORIA) B) EN MINORÍA TAMBIÉN SE DIJO QUE SU CREACIÓN SERÍA ATENTATORIA AL PRINCIPIO DEL ART.
67 IN.11 (HOY 75 INC. 12) DE LA CONSTITUCION NACIONAL, YA QUE CORRESPONDE A LAS PROVINCIAS LA
APLICACIÓN DE LAS LEYES.

Con la ley 15720 SE FACULTA INTERPONER RECURSO DE APEACION ANTE LA CAMARA CENTRAL O ANTE LA
CAMARA FEDERAL. HUBO UN CASO EMBLEMÁTICO LLAMADO “OBERTI C/ PANZIRRAGUI” AVALA EL CRITERIO
QUE SOSTIENE LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS FALLOS DE LAS CAMARAS.

Con el decreto 1638/63 se derogó la normativa referida a las cámaras arbitrarias diciendo que los juicios que
eran de su competencia deberían iniciarse ante los tribunales provinciales que le correspondan de acuerdo a
las normas procesales de cada jurisdicción. Con respecto a la importancia de la creación de las cámaras se
demostró la necesidad de la implementación de un fuero agrario y se llego a la conclusión de que debían estar
de hombres versados en derecho.

FUERO AGRARIO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Este fuero se estructura por decreto ley 868/57, y pertenecía como parte integrante del PJ, el cual se modifica
por decreto 21.209 del año 1957 en el cual se establece una cámara de apelaciones en lo civil y comercial, y en
siete juzgados de primera instancia rurales los cuales tendrían en una comisión versada en tema rurales como
asesora integrada por representantes de las partes del conflicto y un ingeniero agrónomo designado por el
juez interviniente. Con respecto a su competencia se iria a los tribunales de trabajo para atender cuestiones
rurales a partir de 1958 posteriormente por 9299 se determina que todos los conflictos rurales debían
acogerse como de competencia de los juzgados de paz letrada, lo que tuvo vigencia hasta la sanción de la ley
9682 que lo restituyo a los tribunales del trabajo. Ley 11911 del año 1997 acuerda jurisdicción en materia
agraria a los juzgados de paz letrada y a los civiles y comerciales.

La provincia de buenos aires en cuanto a la subdivisión de inmuebles se remite a la justicia en lo contencioso


administrativo de acuerdo a la ley 11911 que rige el proceso sumario reglado por el código procesal civil y
comercial de la provincia de Buenos Aires con excepción de aquellos procedimientos especiales. Y que se
puede observar que la apelación de sentencias en la provincia de Buenos Aires ante la cámara de apelaciones
en lo civil y comercial. Se utiliza el Código Procesal civil y comercial para regular el aspecto procesal en relación
a desalojos, juicios ejecutivos y ejecuciones especiales.

COMPETENCIA EN LA PROVICNIA DE SANTA FE SOBRE ARRENDAMIENTOS Y APARCERIAS RURALES

El articulo 111 LOT dispone que los jueces de primera instancia de circuito son competentes para la locación
de muebles o inmuebles urbanos o rurales y todo litigio que verse sobre desalojo.
Hay un problema sobre competencia ya que LOT habla de cuestiones de desalojo y arrendamiento y hay un
problema que se planteo con las aparcerías que no estaban expresamente mencionadas.

• FALLO PLENO EN AUTOS “DAPERNO LORENZO C/ ASTENGO ENRIQUE S/ CUMPLIMIENTO DE CONTRATO.

LA RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL PLENO DE CIRCUITO CIVIL DEL 8 DE ABRIL DE 1992 QUEDO FIRME LA
INCOMPETENCIA DEL TRIBUNAL DE ORIGEN DICTAMINANDO QUE PARA EL CASO DE APARCERIAS DEBERÍAN
LITIGARSE ANTE EL JUZGADO DE DISTRITO. RECURSO EXTRAORDINARIO ANTE LA CSJ QUEDO FIRME YA QUE
LO DECLARO INADMISIBLE EN RAZON DIRECTA A LA LEY 7055 SE HA PERDIDO LA OPORTUNDIAD DE
REFORMAR EL ART. 111 DE LA LOT Y DECLARAR COMPETENTE A LOS JUZGADOS DE CIRCUITO PARA TODAS LAS
CUESTIONES AGRARIAS.

La ley 13178 que nos habla sobre la justicia comunitaria sobre las pequeñas cosas nos dice que se dará
competencia a los juzgados comunitarios creados en temas agrarios, esta ley se creó en el año 2011. El
artículo da competencia funcional y material para atender controversias derivadas de la explotación tambera,
los contratos agrarios y pecuarios y sus homologaciones como así también toda cuestión derivada de la
aplicación del código rural. Esta ley en su artículo 124 se produce competente para las causas enumeradas en
el artículo 123 hasta que la cifra equivalente a diez unidades jus por lo que vemos que temas agrarios la
cuantía va a superar esta competencia. Esta ley se aplica al juzgado de circuito salvo que el juzgado recurrido
tenga asiento en un municipio donde existe una cámara de circuito a donde deberá recurrirse.

FUERO AGRARIO EN EL DERECHO COMPARADO

Aquí hay que ver la comunidad europea con respecto a la teoría del jurista calamandrei que nos dice que no
existe un derecho procesal de la agricultura, la solución debe encontrarse dentro del problema general de la
reforma del proceso ordinario limitándose al aspecto vinculado con los contratos agrarios. Hay muchos países
latinoamericanos como Chile, Perú, Venezuela, México y Colombia que tienen un derecho procesal en base de
buscar una solución a los conflictos emergentes de la aplicación de las leyes de la reforma agraria y la FAO
recomienda la creación de tribunales especializados.

UNIDAD 6: EMPRESA AGRARIA


En esta unidad se va hablar con respecto a la concepción y definición de que es una empresa y su incidencia en
el derecho agrario. El Código Unificado italiano de 1942, el que gira en torno a la misma. Su artículo 2082
define al empresario diciendo que es quien ejercita profesionalmente una actividad económica organizada
dirigida a la producción o al intercambio de bienes o servicios. Si bien parte de un concepto unitario de
empresa, como género o categoría general, se la puede aplicar a la empresa agraria o a cualquier otra
actividad de carácter económico. Existen distintas opiniones doctrinarias respecto a su naturaleza: la empresa
como sujeto de derechos y estiman que la entidad que forman diversos bienes integrados en esta no es la
suma de ellos sino es una realidad totalmente nueva y distinta, dentro de esta caracterización se encuentran
aquellas posturas que la ven como una INSTITUCION O COMUNIDAD U ORGANIZACIÓN D EPERSONAS Y
BIENES, esto produce una critican porque se la puede confundir con la Sociedad, la empresa como STATUS
esta postura afirma que la cualidad del empresario como tal hace provenir a la empresa;
La empresa como objeto a la cual la van a identificar con la hacienda y la definen como un organismo vivo
compuesto de trabajo, cosas materiales y bienes materiales destinadas a la integración de hombres y capitales
con fin de economía social, se la critica porque limita a la empresa o se la quiere reducir a su aspecto objetivo,
es decir, la hacienda, siendo esta en realidad el instrumento del que se vale el empresario para el ejercicio de
aquella no pudiendo asimilares ambos términos y la empresa como actividad se la define como un complejo
de hechos y actos jurídicos realizados en forma ininterrumpida y duradera, dirigidos a la producción de bienes
y servicios, asi podemos afirmar la actividad del empresario es la actividad de la empresa, otros nos dicen que
al hablar de actividad es hablar de organización, esta naturaleza es la que toma el CODIGO CIVIL ITALIANO. En
su redacción original, el art. 2135 definía al empresario agrícola, como aquél que ejercita una actividad dirigida
al cultivo del fundo, la silvicultura, a la crianza del ganado, y a las actividades conexas; estas últimas son
aquellas dirigidas a la transformación o la enajenación de productos agrícolas cuando estén comprendidas en
el ejercicio normal de la agricultura. Este artículo fue modificado por el decreto legislativo nº 228 del
18/05/2001, que ordena esta redacción: “Es empresario agrícola quien ejercita una de las siguientes
actividades: Cultivo del fundo, silvicultura, crianza de animales y actividades conexas. Por cultivo del fundo,
por silvicultura y por crianza de animales se entienden las actividades dirigidas al cuidado y al desarrollo de un
ciclo biológico o de una fase necesaria del ciclo mismo, de carácter vegetal o animal, que utilizan o pueden
utilizar el fundo, el bosque, o las aguas dulces, salobres o marinas. Se entienden igualmente conexas las
actividades ejercidas por el mismo empresario agrícola, dirigidas a la manipulación, conservación,
transformación, comercialización y valorización, que tengan por objeto productos obtenidos prevalentemente
del cultivo del fundo, o del bosque o de la crianza de animales; así como las actividades dirigidas al suministro
de bienes o servicios mediante la utilización prevalente de equipamiento o recursos de la hacienda
normalmente empleados en la actividad agrícola ejercida, entre ellas comprendidas las actividades de
valorización del territorio y del patrimonio rural y forestal, o también de recepción y hospitalidad, como las
define la ley” Como vemos, la reforma del 2001 da carácter normativo en Italia a la “Noción de la agrariedad”
al incorporarla a este artículo, proporcionando un fundamento técnico, y a su vez general, a la actividad que
caracteriza la disciplina jusagrarista. Los requisitos que debe tener una empresa agraria son los siguientes: La
profesionalidad (Requerida al titular de la empresa, concepto que exige un sujeto dedicado a la actividad que
desarrolla con criterios de habitualidad, el empresario debe soportar de forma constante un riesgo de pérdida
el cual se compensa por la expectativa de obtener un beneficio ilimitado), la organicidad (organización de los
factores de producción, factor humano o capital de trabajo y hacienda agraria entendida como todo el
conjunto de enseres necesarios para el desarrollo de la actividad, a través de una dirección a cargo del titular
de la empresa.) y la economicidad (desarrollo de una actividad con fines de mercado. Es económico porque
consiste en la producción de bienes, el intercambio o transformación (que puede ser una o más
transformaciones) de bienes, frutos o servicios. Que sea económica no significa necesariamente que sea
lucrativa). Estos tres requisitos definen la existencia de una empresa en sentido jurídico. Otros autores,
fundamentalmente la doctrina española, como Ballarín Marcial, Vattier Fuenzalida, Soldevilla, agregan el
requisito de la imputabilidad (Entendido en cuanto los resultados de la empresa le son imputables al sujeto
que la desarrolla, sean estos positivos o negativos. Es responsable de la actividad que desarrolla y sus
consecuencias, en todos los sentidos, le son atribuibles. Este requisito adquiere especial importancia).
ACTIVIDAD AGRARIA

Aca podemos mirar que la actividad agraria se divide en ACTIVIDAD DIRECTA O ESENCIALMENTE AGRARIA que
en nuestro derecho positivo no existía una normativa expresa que defina la actividad agraria. La nueva ley de
trabajo agrario nº 26727, en el art. 5º incorpora una definición, entendiendo por tal “a toda aquella dirigida a
la obtención de frutos o productos primarios a través de la realización de tareas pecuarias, agrícolas,
forestales, hortícolas, avícolas, apícolas u otras semejantes, siempre que éstos no hayan sido sometidos a
ningún tipo de proceso industrial, en tanto se desarrollen en ámbitos rurales”. Como se observa adopta
básicamente el criterio territorial, efectuando una enumeración de actividades que consideran agrarias, lo que
consideramos un criterio obsoleto. El Código Italiano en la redacción original del art. 2135, vimos que también
define la actividad, típica, directa o esencialmente agraria, y la enumera taxativamente. Consideraba
actividades directamente agrarias al cultivo del fundo, a la silvicultura y a la críanza de ganado. El cultivo del
fundo, que es la actividad dirigida a obtener frutos de la tierra. Es lo que entendemos por agricultura. Implica
la idea de racional cuidado de las explotaciones, y comprende tanto los tradicionales medios de agricultura
como las nuevas tecnologías. . La silvicultura, entendida como actividad forestal. Pero no cualquier extracción
de madera de un bosque es actividad agraria. Se excluye de esta actividad la recolección de frutos silvestres y
aquella que no implica una regular producción de madera, es decir talas racionales y periódica sustitución de
plantas. Para gran parte de la doctrina su inclusión es sobreabundante porque en realidad es un caso
particular de la cultivación del fundo, es decir que la comprendería. La crianza de ganado (en la actual
redacción crianza de animales), es lo que denominamos ganadería. Para Carroza , tanto la actividad agrícola
como la ganadera, son estructuralmente idénticas, porque implican el cultivo y la cría de vegetales y animales,
y se diferencian solamente por las distinta naturaleza, animal o vegetal del producto que resulta de ellas. La
nueva redacción cambió el término ganado por animales, porque no existía acuerdo en la doctrina en cuanto a
que debía entenderse por ganado . En su nueva redacción, el 2135 expresa que “por cultivo del fundo, por
silvicultura y por crianza de animales se entienden las actividades dirigidas al cuidado y al desarrollo de un
ciclo biológico o de una fase necesaria del ciclo mismo, de carácter vegetal o animal, que utilizan o pueden
utilizar el fundo, el bosque, o las aguas dulces, salobres o marinas. Es decir que deja de lado el criterio de la
enumeración taxativa para dar paso a la noción de la agrariedad elaborada por Carroza. Actividad agraria por
conexión. Por su parte, son actividades agrarias por conexión, aquellas que en principio son de naturaleza
comercial o industrial, y que devienen en agrarias cuando se encuentran en un grado de conexión con una
cualquiera de las tres taxativamente enumeradas.

Decía el art. 2135 original que son aquellas que implican transformación o enajenación de productos agrícolas
cuando estén comprendidos en el ejercicio normal de la agricultura. El criterio de normalidad es lo que definía
una actividad conexa. En la redacción ordenada por el decreto del 2001, “se entienden igualmente conexas las
actividades ejercidas por el mismo empresario agrícola, dirigidas a la manipulación conservación,
transformación, comercialización y valorización, que tengan por objeto productos obtenidos prevalentemente
del cultivo del fundo, o del bosque o de la crianza de animales” Pero no se las constriñe a las relacionadas con
las actividades agrarias tradicionales, sino que incluye también “las actividades dirigidas al suministro de
bienes o servicios mediante la utilización prevalente de equipamiento o recursos de la hacienda normalmente
empleados en la actividad agrícola ejercida, entre ellas comprendidas las actividades de valorización del
territorio y del patrimonio rural y forestal, o también de recepción y hospitalidad, como las define la ley”.
Es decir que se enrola en la corriente que sostiene la multifuncionalidad de la agricultura, receptada por la
normativa comunitaria europea. Es importante destacar que nuestro CCC, en su artículo 320, 2da. parte, 2do.
párrafo, al definir lo que es una actividad conexa, reproduce los términos de la redacción original del art. 2135
del Código Civil Italiano del 42. Se consideran conexas a las actividades dirigidas a la transformación o a la
enajenación de productos agropecuarios cuando están comprendidos en el ejercicio normal de tales
actividades. Es decir que nuestro CCC determina como parámetro para delimitar la materia agraria, en una
actividad conexa, la normalidad de tal actividad. La conexidad debe ser subjetiva (es decir debe ser realizada
por el mismo titular de la empresa agraria) y objetiva (la actividad agraria se presenta como accesoria de la
principal, existiendo ligamen económico entre una y otra actividad).

HACIENDA AGRARIA

El elemento objetivo de la empresa. Así lo define el art. 2555 del Código Italiano, cuando hablamos de
hacienda, nos estamos refiriendo al conjunto de elementos, materiales e inmateriales, que el empresario
organiza para ejercitar su actividad económica. Luna Serrano nos dice que la hacienda es el conjunto de bienes
y derechos que el empresario enlaza y organiza para llevar a cabo su actividad productiva. Jurídicamente lo
más importante es el enlace de estos elementos. Para Ballarín Marcial la hacienda agraria “es aquella unidad
organizada según criterios técnicoeconómicos, formada por la tierra, sus pertenencias y accesorios, mediante
los cuales el empresario ejercita en su nombre propio, una actividad de cultivo, pecuaria, forestal o mixta.

Los que deben llevar contabilidad son las siguientes personas establecidas en el artículo 320 del código civil y
comercial: las personas jurídicas privadas; - quienes realicen una actividad económica organizada; - los
titulares de una empresa o establecimiento comercial, industrial, agropecuario o de servicios; - y cualquier
otra persona puede llevar contabilidad si solicita su inscripción y la habilitación de sus registros o la
rubricación de los libros. Los titulares de una empresa o establecimiento agropecuario; cuando nos referimos
a una actividad económica organizada, estamos hablando de “empresa”, aunque esté a cargo de una persona
humana, y cuando mencionamos a los titulares de una empresa o establecimiento agropecuario que están
obligados de llevar estados contables, nos estamos refiriendo a una explotación que se encuentra
instrumentada como empresa. El artículo también nos dice quienes están excluidos de llevar contabilidad: -
personas humanas que desarrollan profesiones liberales, – las personas humanas que realicen actividades
agropecuarias o conexas que no estén ejecutadas en forma de empresa, y – aquellas que por el volumen de su
giro resulte inconveniente.

Entendemos que se refieren a las actividades de subsistencia o autoconsumo. Reiteramos que cuando hace
mención a las actividades conexas, el presente artículo 320, 2da. parte, 2do párr. reproduce los términos de la
redacción original del art. 2135 del Código Italiano de 1942: “Se consideran conexas a las actividades dirigidas
a la transformación o a la enajenación de productos agropecuarios cuando están comprendidos en el ejercicio
normal de tales actividades”. Existen dos formas de llevar contabilidad:

1- Formal: - Que libros se tienen que llevar (art. 322 CCC); - Como han de ser llevados (art. 321, 323, 324, 325,
327, 328 y 329 CCC); - Valor de los asientos para la prueba (art. 330 y 331).
2- Material: - El resultado económico de la actividad, que puede ser próspera o adversa, es una valoración
jurídica del Balance.

Con el nuevo Código se incorpora lo que llamamos “régimen de protección de vivienda”, que es lo que la ley
14.394, incorporada al Código Civil anterior, regulaba como el “régimen del bien de familia”. En el art. 256 del
CCC, se refiere específicamente a nuestra materia: al inmueble rural que no exceda de la unidad económica,
de acuerdo con lo que establezcan las reglamentaciones locales, le van a ser aplicables las disposiciones del
régimen de protección de vivienda. (Entendemos por unidad económica rural, todo predio que por su
superficie, calidad de tierra, ubicación, mejoras y demás condiciones de explotación racionalmente trabajada
por una familia agraria que aporte la mayor parte del trabajo necesario, permita subvenir a sus necesidades y
a una evolución favorable de la empresa. Este concepto se desarrolla en la unidad siguiente). Como requisito
de dicha afectación es que tenga que habitar dicho inmueble que esté destinado a vivienda. Hoy el marco de
protección se amplía, ya que el propietario puede ser el único beneficiario. Constituyente y beneficiario son las
mismas personas, no requiere como lo requería el régimen anterior, la declaración de familiares a cargo como
beneficiarios. Lo único que se exige es que lo habite personalmente, lo que la ley llama “habitación efectiva”.
El antecedente de esta figura, se encontraba en la ley 14394, que formaba parte del Código Civil derogado,
que establecía la indivisión forzosa del establecimiento agrícola o ganadero, entre otros que enunciaba, que
podía imponer el causante a sus herederos. También sobre la oposición a la división del establecimiento por el
cónyuge supérstite que hubiera intervenido en su formación o adquisición por un término máximo de diez
años. (arts. 51 primer párr. y art. 53 respectivamente de la ley 14394). El CCC, en los arts. 2330 y 2334
determina con algunas variantes el instituto de la indivisión forzosa. El antecedente en el art. 51 ley 14394, la
figura de la indivisión forzosa se la podía aplicar a todas las sucesiones hereditarias, aún a las intestadas,
cuando se refería a un establecimiento agrícola o ganadero que constituyera una unidad económica. En el art.
2330 del CCC limita esa facultad al “testador”, manteniéndose el plazo de diez años como máximo o hasta que
todos los herederos sean mayores. El art. 2331 del CCC se ocupa del pacto de indivisión por diez años
renovables entre los herederos en forma similar como lo establecía el antecedente en el art. 52 de ley 14394.
El art. 2332 del CCC determina la posibilidad del cónyuge supérstite a oponerse a la división de un
establecimiento agrícola o ganadero, que es de nuestra incumbencia, que constituya una unidad económica
por un máximo de diez años. Y como requisitos se exige que “debe haberlo adquirido o formado en todo o en
parte” o “haber participado activamente en su explotación. El antecedente es el art. 3475 bis del Código Civil,
que determina que “Aunque los bienes sean divisibles, no se los debe dividir si ello hace antieconómico el
aprovechamiento de las partes”. Dichas pautas surgen de las normativas provinciales sobre la unidad
económica, que forma parte de la unidad siguiente. El actual CCC en su artículo 2375, dentro del capítulo
correspondiente a los modos de hacer la partición de los bienes hereditarios, establece una pauta similar.
Pactos sobre herencia futura relativos a una explotación productiva: El art. 1010 del CCC determina que los
pactos relativos a una explotación productiva o a participaciones societarias de cualquier tipo, con miras a la
conservación de la unidad de la gestión empresaria o a la prevención o solución de conflictos, pueden incluir
disposiciones referidas a futuros derechos hereditarios y establecer compensaciones en favor de los otros
legitimarios. La misma disposición establece que estos pactos van a ser válidos, sean o no parte el futuro
causante y su cónyuge, si no afectan: - la legítima hereditaria, - los derechos del cónyuge, - ni los derechos de
terceros.
Esta disposición incorpora los llamados “protocolos de familia”, que permiten planificar la continuación de
empresas de cualquier tipo, no solamente las agrarias, planificando la adjudicación futura de bienes a
herederos determinados.

La atribución preferencial se encuentra en el art. 2380 del CCC, incorpora esta figura, que es nueva,
consistente en la posibilidad de solicitar la “atribución preferencial del establecimiento” en una sucesión
mortis causa, por parte del cónyuge supérstite o por alguno de los herederos. Esta atribución se la pide en la
partición de la herencia, con cargo de pagar el saldo si lo hay, del establecimiento agrícola, que constituye una
unidad económica, y en cuya formación participó. También puede solicitarse esta atribución preferencial si se
tratare de una explotación con forma social, sobre los derechos sociales, en tanto no afecte las disposiciones
legales o las cláusulas estatutarias sobre la continuación de la sociedad con el cónyuge supérstite o con uno a
varios herederos. En este supuesto el saldo debe ser pagado al contado, excepto acuerdo en contrario. El art.
2380 CCC se refiere al “establecimiento agrícola”, o rural, no habla de “inmueble”, se refiere a un concepto
mucho más amplio comprensivo del inmueble y de todos los bienes o instrumentos necesarios para el
funcionamiento de la explotación, es decir: maquinarias, animales, enseres, marcas, etc. la atribución
preferencial la soliciten más de un legitimado. En este supuesto quien va a decidir, será el juez, y deberá tener
en cuenta según lo establece la ley: - la aptitud de los postulantes para continuar la explotación y –la
importancia de su participación personal en la actividad.

Esta disposición del CCC establece la posibilidad de la atribución preferencial por partición de la comunidad
entre cónyuges, es decir por disolución de la sociedad conyugal, que puede ser por fallecimiento de uno de los
cónyuges o por divorcio de los mismos. Este 11 artículo replica la misma solución con relación a la partición de
la comunidad entre cónyuges, que dispone el art. 2380 CCC. El art. 499 CCC dice que uno de los cónyuges
puede pedir la atribución preferencial del establecimiento agropecuario por él adquirido o formado que
constituya una unidad económica aunque excedan de su parte en estas, con cargo de pagar en dinero la
diferencia al otro cónyuge o a sus herederos. Y faculta al juez que establezca plazos para el pago con garantías
suficientes.

UNIDAD 7 PROPIEDAD AGRARIA


En esta unidad podemos analizar la diferencia entre propiedad agraria o rural y propiedad urbana. La
propiedad es un carácter estructural del derecho agrario y, como tal, la doctrina se ocupó de su
caracterización. Algunos encontraron esa diferenciación en el carácter de “función social” al que está
sometida la propiedad rural, otros en el hecho de que la propiedad urbana sirve para la habitación de la
familia, que no es instrumento de producción ni interesan sus reservas naturales, está supeditada a escasos
riesgos, la renta diferencial depende sólo de su ubicación y no importa su fertilidad, satisface intereses locales
y es un bien de renta. Sin embargo, la verdadera diferenciación se encuentra en el carácter de “unidad
productiva” del fundo, como hacienda agraria. Se pasa del concepto de fundo, como terreno destinado a la
producción, al de fundus instructus, comprensivo del fundo y las demás cosas ligadas a él cómo verdadera y
típica institución. Lo cierto y fundamental, entonces, como señala Galloni, es que “es el acto de destinación de
la tierra a los fines de la producción agrícola lo que señala el pasaje del estudio civilístico del derecho de
propiedad y de los otros derechos reales de goce sobre la cosa al estudio agrarístico de la tierra como
elemento de producción, pero en realidad la verdadera diferenciación entre estos dos tipos de propiedades es
en el carácter de unidad productiva del fundo, como HACIENDA AGRARIA.
PROPIEDAD URBANA: Destino habitacional. No es instrumento de producción. No tiene riesgos propios. La
renta diferencial depende de solo de su ubicación. No interesan sus reservas naturales. Satisface intereses
locales. No importa su fertilidad. Es un bien de renta

PROPIEDAD RURAL: Solo tiene destino habitacional en una mínima parte. Sujeta a los riesgos técnicos
biológicos y climáticos y de mercado. Es un instrumento de producción. Sustentabilidad ambiental de
utilización. Es trascendente para determinar si es apta para sus fines o no. Satisface además de un interés
público de carácter alimentario por su finalidad productiva. Son múltiples los factores que van a determinar su
rentabilidad. La propiedad agraria constituye uno de los institutos básicos del derecho moderno agrario. Es un
instituto verdadero, propio y autónomo. La propiedad agraria se diferencia del género propiedad ya que la
primera es el soporte de la empresa agraria y al servicio de ella, de un modo directo cuando empresa y
propiedad se confunden y de un modo indirecto cuando la empresa está dirigida por un sujeto distinto del
propietario de la tierra. En la propiedad agraria el dominio es perfecto, perpetuo, exclusivo y excluyente. * El
dominio perfecto es el DERECHO REAL que otorga todas las facultades de USAR, GOZAR y DISPONER material
y jurídicamente DE UNA COSA, dentro de los límites previstos por la ley.

El dominio no se extingue AUN CUANDO EL DUEÑO NO EJERZA sus facultades y AUN CUANDO LO EJERZA
OTRO SALVO que este otro las adquiera por prescripción adquisitiva. El dominio es exclusivo ya que no puede
tener más de un titular. Es excluyente ya que puede excluir a extraños del uso, goce o disposición de la cosa,
REMOVER por propia autoridad los objetos puestos en ella, y encerrar sus inmuebles con muros, cercos o
fosos, sujetándose a las normas locales. El código se ocupa de la extensión del derecho real de dominio (art.
1945) y determina que: - El dominio de una cosa comprende los objetos que forman un todo con ella o son sus
accesorios. - El dominio de una cosa inmueble se extiende al SUBSUELO y al ESPACIO AÉREO, en la medida en
que su aprovechamiento sea posible, excepto lo dispuesto por normas especiales; Todas las construcciones
SIEMBRAS O PLANTACIONES existentes en un inmueble pertenecen a su dueño, excepto lo dispuesto respecto
de los derechos de propiedad horizontal y superficie. - Se PRESUME que las construcciones, siembras o
plantaciones, las hizo el dueño del inmueble, si no se prueba lo contrario.

Se define, asimismo el DOMINIO IMPERFECTO (art. 1946) disponiéndose que tal es el que se encuentra
sometido a CONDICIÓN O PLAZO RESOLUTORIO, o si la cosa está GRAVADA CON CARGAS REALES. El Código
Civil hablaba de un dominio ABSOLUTO, en vez de PERFECTO y esto tenía que ver con el fuerte carácter de
corte individualista que tenía el Código Civil antes de la reforma de la ley 17.711. El concepto de FUNCIÓN
SOCIAL DE LA PROPIEDAD encuentra un quiebre en el Código Civil Velezano a partir de la sanción de la ley
17.711, ley que agiorniza y humaniza todo el derecho civil, de lo que no escapa el derecho de propiedad.

Hoy, un ejercicio absoluto de un derecho es impensable. El ejercicio del dominio circunscripto a la PROPIEDAD
AGRARIA tiene una eminente FUNCIÓN SOCIAL y en él está fuertemente comprometido el INTERÉS GENERAL,
el que ha ameritado múltiples “limitaciones” al derecho, partiendo, por ejemplo y en términos muy generales,
de la exigencia de una PRODUCCIÓN SUSTENTABLE Y RESPETUOSA DEL AMBIENTE.
Con respecto a las relaciones de familia y el derecho agrario el art 463 refiere a que, ante la falta de opción
hecha por los cónyuges, quedarán sometidos desde la celebración del matrimonio, al régimen de comunidad
de bienes. Este tipo de Régimen patrimonial del matrimonio es desarrollado en el capítulo 2do y distingue
entre bienes propios de cada cónyuge y bienes gananciales. El art. 464 identifica a los bienes propios y el 465 a
los gananciales. La sección 4ª establece disposiciones relativas a la GESTIÓN DE LOS BIENES EN LA
COMUNIDAD y sienta los principios generales. Así el art. 469 en relación a los BIENES PROPIOS dispone que
“Cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición de sus bienes propios, excepto lo
dispuesto en el 456” El art. 456 refiere a actos que requieren asentimiento del otro cónyuge a los fines de
habilitar su disposición. El objetivo es claramente la protección de la vivienda familiar. Ninguno de los
cónyuges puede sin asentimiento del otro disponer de los derechos sobre la vivienda familiar ni de los
muebles indispensables de ésta aun cuando se tratara de un bien propio. El art. 470 dispone que LA
ADMINISTRACIÓN Y DISPOSICIÓN DE LOS BIENES GANANCIALES CORRESPONDE AL CÓNYUGE QUE LOS HA
ADQUIRIDO, SIN EMBARGO, es NECESARIO el ASENTIMIENTO del otro para ENAJENAR O GRAVAR: a) Los
bienes registrables b) Las acciones nominativas no endosables y las no caratulares, con excepción de las
autorizadas para la oferta pública c) Las participaciones en sociedades no exceptuadas en el inciso anterior d)
LOS ESTABLECIMIENTOS comerciales, industriales o AGROPECUARIOS.

Con respecto a la unidad económica este es un punto muy importante en donde nos tenemos que situar ya
que se refiere a como la unidad económica fue teniendo modificaciones a lo largo de nuestra historia. El
nacimiento de la Unidad Económica agraria en argentina estuvo siempre ligada a la colonización de tierras. En
un principio se intentó buscar la medida justa para determinar la extensión de los predios rústicos, que
consistía en el otorgamiento de un número rígido de hectáreas por parte de la autoridad estatal. Así,
encontramos la Ley Avellaneda de 1876, referida a la Inmigración y Colonización, que dividía los territorios
nacionales en lotes de 100 hectáreas. El Instituto de Unidad Económica aparece por primera vez en nuestra
legislación (aunque sin llamarlo todavía de esa forma) con la Ley Nacional de Colonización 12.636 de 1940,
dictada bajo la presidencia de Ramón Castillo. El capítulo VIII de la Ley estaba referido a la subdivisión de los
lotes. En el artículo 21 se establecía que la superficie de los mismos quedaría subordinada a “la naturaleza y
topografía del terreno, teniendo en cuenta la posibilidad de que el agricultor pueda realizar la mayor parte de
la labor agrícola utilizando su trabajo personal y el de su familia y con capacidad productiva para cubrir sus
necesidades de vida y a su vez le permita mejorar sus condiciones sociales y económicas y la técnica de su
explotación”. Nótese que no se habla de empresa agraria, como sí lo hará posteriormente el Decreto
Reglamentario de la Ley 13.246. Posteriormente, el principio de Unidad Económica aparece consagrado ya
con esa denominación, y con mayor rigor conceptual en el artículo 30 del Decreto 7786/49, reglamentario de
la Ley 13.246, definiéndola como “todo predio que por su superficie, calidad de tierra, ubicación, mejoras y
demás condiciones de explotación, racionalmente trabajado por una familia que aporta la mayor parte del
trabajo necesario, permita subvenir a sus necesidades y a una evolución favorable de la empresa”. La Ley
12.636 de 1940 es modificada por la Ley 14.392 en enero de 1955, dictada durante la presidencia de Juan
Domingo Perón y bajo las prescripciones de la Constitución Nacional de 1949, teñida en su totalidad por un
profundo constitucionalismo social.
El artículo 21 consagraba nuevamente el concepto de Unidad Económica, en iguales términos que el Decreto
Reglamentario de la Ley 13.246. Después de terminada la Primera Guerra Mundial, se produce una
reivindicación general de las conquistas sociales, y estas conquistas sociales se empiezan a plasmar en el
derecho positivo. La aparición del Constitucionalismo Social le otorga al Derecho Agrario y a la propiedad
fundiaria un nuevo matiz. La propiedad de la tierra deja de concebirse en términos absolutos para dar paso a
una noción de propiedad en función social. La sanción del Código Civil italiano de 1942 no escapa a este
proceso. Las disposiciones relativas a la propiedad de la tierra quedan expresamente consagradas a partir del
Libro Tercero, Título II. La Unidad Económica Agraria o “la Minima Unità Colturale”, así llamada por los
italianos, conforma uno de sus principales institutos, siendo después imitado por las legislaciones de varios
países europeos y americanos. El artículo 846 in fine del Código Civil italiano (es necesario puntualizar que
algunas de sus disposiciones sufren una fuerte reestructuración con la Ley del 18 de mayo de 2001) se refería
a la Unidad Mínima de Cultivo o “Minima Unità Colturale”, como “la extensión de terreno necesaria y
suficiente para el trabajo de una familia agrícola y si no se trata de terreno roturado, para ejercitar un cultivo
según reglas de buena técnica agrícola”. Como puede observarse, el concepto manejado por los italianos es
mucho más restringido que el arraigado en nuestra tradición jurídica, ya que se habla de una porción de tierra
“necesaria y suficiente” para el trabajo de una familia agraria, sin hacer referencia a la “evolución favorable de
la empresa”, lo que implica sin lugar a dudas un alcance más vasto . La reforma de la Ley 17.711 de 1968, se
inspira en la materia, en el Código Civil italiano, pero es necesario subrayar que la legislación italiana relativa a
la propiedad fundiaria goza de una completa sistematización de la cual carece nuestro Código, ya que además
de contener las disposiciones relativas a la Unidad Económica Agraria, también contiene normas de
recomposición fundiaria o parcelaria, como la creación de consorcios y transferencias coactivas de propiedad,
expropiaciones, etc. La Unidad Económica y la recomposición fundiaria son dos caras de la misma moneda. La
excesiva subdivisión predial viene a encontrar un freno con el Instituto de Unidad Económica, pero es de hacer
notar que el impedimento es sólo a futuro, sin alcanzar a revertir la subdivisión excesiva cuando ya se ha
consumado. Es por eso que, para revertir el proceso que provoca la subdivisión ilimitada de predios rústicos,
en algunos países, se han utilizado herramientas jurídicas de recomposición fundiaria o parcelaria. Como ya
expresáramos con anterioridad, nuestra Ley de fondo no contiene normas de concentración parcelaria, como
sí contiene el Código Civil italiano a partir del artículo 850. En Argentina existen sólo, a nivel provincial, algunas
medidas no sistematizadas de promoción de la recomposición fundiaria, limitándose a disposiciones de
carácter impositivo y crediticio, para aquellos productores que quieren constituir una Unidad Económica.
Recordemos que la reconcentración parcelaria implica una fuerte restricción al derecho de propiedad y, como
tal, sólo podría ser abordada por el Congreso Nacional, no pudiéndose inmiscuirse en el asunto las legislaturas
provinciales. El espíritu de nuestro Código Civil sufre una alteración importante a partir de la reforma
introducida por Ley 17.711 de 1968 y posteriormente con el nuevo Código Civil y Comercial.

El derecho de propiedad, de carácter absoluto e ilimitado, cede el paso hacia una nueva concepción del
mismo, ya no siendo posible al propietario desnaturalizar, degradar o destruir la cosa. Es necesario destacar
que la reforma de la Ley 17.711, como la reforma del Código Civil y Comercial no utilizan la palabra “función
social de la propiedad” en ninguna parte. Probablemente, esta circunstancia no haya sido casual, y hubiese
sido preferible la utilización del término en forma lisa y llana ya que para la fecha de sanción de ambas
reformas, el término función social de la propiedad ya estaba aceptado por la mayoría de los países
occidentales. Sin embargo, este hecho no obsta a que el derecho de propiedad se haya teñido de un nuevo
paradigma filosófico, impregnado de “función social.
En igual sintonía que el Código de Vélez y el artículo 2326 de la Ley 17711, la nueva redacción del 228, primer
párrafo expresa: “Cosas Divisibles. Son cosas divisibles las que pueden ser divididas en porciones reales sin ser
destruidas, cada una de las cuales forma un todo homogéneo y análogo tanto a las otras partes como a la cosa
misma”. Para Vélez Sarsfield, la división de cosas en divisibles e indivisibles hacía referencia únicamente a la
posibilidad física y material de dividirlas, sin tener en cuenta la finalidad económica o el uso asignado a las
cosas. Este criterio es modificado a partir de la reforma de la Ley 17.711, al agregarle al artículo 2326 un
segundo párrafo y que la reforma del Código Civil y Comercial decide mantener en líneas generales. Además
de la indivisibilidad física, se incorpora la noción de indivisibilidad legal o jurídica. El segundo párrafo del 228
indica: “Las cosas no pueden ser divididas si su fraccionamiento convierte en antieconómico su uso y
aprovechamiento. En materia de inmuebles, la reglamentación del fraccionamiento parcelario corresponde a
las autoridades locales”. Acordemos que este artículo se inspira en el artículo 1112 del Código Civil italiano
que expresa: “La disolución de la comunidad no puede ser pedida cuando se trata de cosas que, si fueran
divididas, acabarían de servir al uso al cual están destinadas” . La incorporación del segundo párrafo del
artículo 2326 y que el artículo 228 del Código Civil y Comercial decide mantener, implica una nueva restricción
al dominio con fines de interés público. Esta restricción al dominio no hace más que ratificar que, a partir de la
reforma de la 17711 y luego con la reforma del CCC, el ejercicio del derecho de propiedad dejó de ser
absoluto, y que el propietario de fundos rústicos no va a poder dividirlos, cuando ello convierta en
antieconómico su uso y aprovechamiento. Optó por cambiar el término UNIDAD ECONÓMICA por
FRACCIONAMIENTO PARCELARIO. Se critica dicho cambio, ya que como advertiremos más adelante, el
fraccionamiento parcelario hace referencia a la extensión de los predios, siendo la conceptualización de la
Unidad Económica Agraria como algo mucho más amplio, que si bien incluye la extensión de los predios.

Por último, respecto a los parámetros que deben utilizarse para la determinación de la Unidad Económica,
tanto el Código Civil como el CCC guardan silencio. Este mutismo se aparta de la solución ofrecida por el hoy
derogado artículo 847 del Código Civil italiano, que expresaba: “La extensión de la Unidad Mínima de Cultivo
será determinada distintamente por zonas, teniendo en cuenta al ordenamiento productivo y a la situación
demográfica local, con regulación de la autoridad administrativa, que se va a adoptar oídas las asociaciones
profesionales”.

La Ley 9319 del mes de noviembre de 1983 y por su Decreto Reglamentario 3872/14, que deroga el decreto
242/94. La novedad del nuevo decreto es que incorpora el concepto de Unidad Económica Discontinua o
anexión a distancia. El artículo 2º de la Ley define a la Unidad Económica como “la superficie mínima, de
conformación adecuada, que asegure la rentabilidad de la empresa agraria de dimensión familiar y un
adecuado proceso de reinversión que permita su evolución favorable”.
El Decreto Reglamentario 3872/14 incorpora el concepto de Unidad Económica Discontinua (UED), que
significa que la Unidad Económica se puede conformar con parcelas no linderas, siempre que se cumplan
ciertos requisitos establecidos por el Decreto Reglamentario. Consiste en que dos o más parcelas de un mismo
titular, que se encuentran físicamente separadas unas de las otras, conformen igualmente una Unidad
Económica, si se demuestra técnicamente que eso no lesiona el espíritu de la misma, garantizando una
actividad productiva sustentable, que permita no sólo el mantenimiento de la familia agraria sino también su
evolución favorable. El Decreto Nº 3872, al igual que el derogado 242/94, mantiene para toda la provincia
nueve regiones agroeconómicas con superficies mínimas referenciales, por debajo de las cuales no pueden
dividirse los inmuebles rurales, que van desde las 20 ha en zona de quintas cercanas a Rosario hasta las 2.500
hectáreas en los departamentos del norte donde la actividad corriente es la ganadería (20, 120, 200, 300, 400,
500, 700, 1500 y 2500).

Entonces, como principio general, se puede decir que la división de inmuebles rurales no puede ser autorizada
por la autoridad de aplicación si, como consecuencia de la partición, surgen parcelas (linderas o no a partir del
DR 3872) cuyas superficies no representen como mínimo una Unidad Económica. Este principio general
contiene excepciones, es decir, se va a poder subdividir en los siguientes casos (art. 5 del Decreto
Reglamentario): Si como consecuencia de la partición, se constituya una o más UE (ej. tengo 100 ha en un lado
y 40 ha en otra parcela en condominio con otro. Puedo subdividir ese condominio de 40 ha, y anexarla a la
parcela de 100 ha quedándome una UE de 120 ha. En la zona sur de Santa Fe, donde la extensión de la UE es
de 120 ha). Si como consecuencia de la partición se mejora integralmente la situación preexistente
conformándose una superficie mayor o igual a la original que se pretende subdividir con una tolerancia de más
menos el 15% (ej. Tengo lote de 15 ha en un lado y 5 ha en condominio de un lote mayor de 15 ha. Si
subdivido este condominio y anexo las 5 ha al lote de 15 ha me da una superficie de 20 que mejora las 15 ha
originales. Igual caso pero tengo un lote de 9 ha. En un lado, y 5 ha. En condominio de un lote mayor de 15 ha.
Si subdivido ese condominio y anexo esas 5 ha. Al lote de 10 ha., me da una superficie de 14 ha, es decir una
superficie menor que la original que se pretende subdividir, pero si aplico el 15% de tolerancia, darían los
números para subdividir. En los casos de minifundio y parvifundios, conforme a las actividades corrientes de
la zona se puede subdividir para anexar solamente a parcelas linderas a los fines de lograr reagrupamiento
parcelario.

Respecto de las distancias entre parcelas, el Decreto Reglamentario establece los siguientes parámetros: 40
km como máximo para departamentos 9 de Julio y Vera. 30 km como máximo para San Javier, San Cristóbal y
San Justo. 20 km como máximo el resto de los Departamentos. Estas distancias deben calcularse teniendo en
cuenta el trazado de caminos habilitados, con una tolerancia de más menos el 15%. Entonces las distancias
podrían elevarse de 40 a 46 km; de 30 a 34,5 km y de 20 a 23 km. Se establece que la Autoridad de Aplicación
evaluará la viabilidad conforme a los siguientes parámetros: a) superficie de las parcelas, b) capacidad
productiva de las mismas; c) número de parcelas independientes entre sí; d) forma final de las mismas a los
fines productivos. En todos los casos que se forme una Unidad Económica Discontinua se debe incorporar una
nota marginal citando los inmuebles involucrados y se debe hacer constar en el título del inmueble al que se
anexa que la fracción pasa a ser parte de éste y no puede enajenarse separadamente.
Este autor argentino, conceptualiza en forma diferente y novedosa las nociones de “minifundio”, de
“parvifundio” y de “latifundio”. A diferencia de la mayoría de la doctrina agrarista, que se refiere al
“minifundio” como un fundo insuficiente y deficitario, para el profesor Vivanco, el “minifundio” hace
referencia, como su nombre lo indica, al fundo mínimo, por medio del cual se puede lograr organizar una
estructura agraria adecuada, por cuanto no excede las medidas superficiales ideales, ni tampoco está por
debajo de los índices mínimos. Es decir, el autor denomina minifundio a lo que otros autores denominan
Unidad Económica. Por su parte, define al “parvifundio” o “microfundo” como el fundo deficitario, que por lo
exiguo de su superficie, no llega a producir rendimientos económicos aceptables ni sustentables.

Por último, Vivanco define al “latifundio” como la forma defectuosa del fundo agrario, caracterizado por la
existencia de una superficie predial excesiva, con mano de obra asalariada, con escasos bienes de capital y
servicios, cuyo rendimiento siempre es insuficiente. Es decir, lo define como una gran propiedad rural, en la
que se invierte poco capital y se trabaja limitadamente.

ANÁLISIS DE LA LEY 26737 Y DECRETO REGLAMENTARIO 820/16: El 22 de diciembre de 2011 se sancionó la


Ley 26737 llamada Régimen de Protección al Dominio Nacional sobre la Propiedad, Posesión o Tenencia de las
Tierras Rurales, siendo promulgada el 27 de diciembre de ese mismo año. La misma es conocida como Ley de
Tierras. Hay CUATRO LÍMITES IMPORTANTES la Ley de Tierras imponen cuatro límites claros a la
extranjerización, que surgen de los arts. 8, 9 y 10 de la Ley: — Sólo el 15% del territorio a nivel nacional,
provincial o sub provincial (partidos o departamentos) puede extranjerizarse. — Sólo el 30% de ese 15%,
puede estar en manos de personas humanas o jurídicas de una misma nacionalidad extranjera. — El límite
personal es de 1000 hectáreas por cada titular extranjero en zona núcleo o superficie equivalente por fuera de
la zona núcleo (las superficies equivalentes son determinadas por las provincias). — Imposibilidad, por parte
de extranjeros de adquirir tierras rurales que contengan o sean ribereños con cuerpos de agua de envergadura
y permanentes. Como se puede observar en el estudio de la Ley, se tiende a preservar de la extranjerización
no sólo la tierra sino también otros recursos estratégicos de los países, como son los reservorios de agua
dulce. El carácter de orden público se ve reforzado por el art. 7, que establece que todos los actos jurídicos
que se celebren en violación a la Ley serán de nulidad total, absoluta e insanable. Del mismo modo, el artículo
6 prohíbe toda interposición de personas humanas de nacionalidad argentina, o de personas jurídicas
constituidas en nuestro país para configurar nacionalidad argentina y así infringir las disposiciones de la Ley,
considerándose ese accionar como simulación ilícita y fraudulenta. Ahora bien, no todas las personas
extranjeras tienen limitación para adquirir tierras rurales, debiendo hacer jugar en este punto los arts. 3 y 4 de
la ley que enumera cuales son las personas humanas y jurídicas que se encuentran alcanzadas y excluidas.
Quedan entonces exceptuadas de la aplicación de la Ley las siguientes personas humanas de nacionalidad
extranjera: 1) las que cuenten con 10 años de residencia continua, permanente y comprobada en el país; 2) las
que tengan hijos argentinos y demuestren una residencia continua, permanente y comprobada en el país de 5
años y 3) las que se encuentren casadas con ciudadanos argentinos con cinco años de anterioridad a la
constitución de los derechos sobre tierras rurales argentinas y demuestren residencia continua, permanente y
comprobada en el país por igual término.
Dentro de las personas jurídicas, el artículo 3 detalla en varios incisos cuáles son las alcanzadas por la Ley,
pudiendo simplificar a grandes rasgos que se encuentran limitadas a adquirir tierras rurales aquellas personas
jurídicas constituidas en la Argentina o en países extranjeros, cuyo capital social, en proporción superior al
51%, o en proporción necesaria para formar voluntad social mayoritaria independientemente del porcentaje
accionario, sea de titularidad de personas físicas o jurídicas de nacionalidad extranjera en los términos de la
Ley, etc. La autoridad de aplicación de la Ley, prevista en el artículo 14, es el Registro Nacional de Tierras
Rurales (RNTR).

Algunos de los contenidos del decreto 820 en sus aspectos más destacados:

• Cómputo de superficie de tierras rurales en casos especiales — Dentro de las aspectos no previstos por el
régimen revisado, y que generaban dudas interpretativas respecto de a quién debían computarse las tierras
rurales en determinados supuestos, el decreto 820/2016 en su art. 2 clarifica varias situaciones, como los
casos de dominio desmembrado (usufructo, superficie, uso y habitación) y anticresis; de dominio revocable y
específicamente del caso de fideicomiso; de ejecuciones inmobiliarias ( ADQUIRIENTE EN SUBASTA); de
adquisiciones en el marco de concursos y quiebras (adquiriente o adjudicatario); de disolución de sociedad
conyugal ( ADJUDICATARIO) o ruptura de unión convivencial; de usucapión, etc.

• Conceptualización de la persona jurídica extranjera — Otro punto algo confuso de la Ley de Tierras, y que
genera dudas interpretativas, tiene que ver con la calificación que hace respecto de lo que se entiende por
persona jurídica extranjera. El artículo 3, en dos de sus párrafos, pareciera prever, para una misma situación,
porcentajes accionarios diferentes. Por un lado define a las sociedades extranjeras como aquellas cuyo capital
social sea de propiedad —en una proporción mayor al 51%— de una persona extranjera, y luego, en otro
párrafo del mismo artículo, prevé un porcentaje del 25% para el mismo supuesto. A tal fin, el artículo 2 del
decreto 820/16 toma partido por la primera interpretación, no quedando claro en qué casos se tomaría en
cuenta el porcentaje del 25% establecido en la Ley.

• Caracterización de la residencia continua — Un aspecto que se observa en el Decreto 820/16, y que también
genera dudas para su implementación, es la eliminación de los parámetros a tener en cuenta para que la
residencia sea considerada continua y así poder estar exceptuado del régimen de la Ley. En efecto, el artículo
4 del régimen revisado (Decreto 274/12), disponía que la persona debiera permanecer efectivamente en el
país un mínimo de nueve meses por cada año aniversario a computarse. El Decreto 820 suprime dichos
parámetros objetivos de caracterización, lo que conlleva a incertidumbre respecto de cuándo se va a
configurar una residencia continua, y así quedar excluido dentro de los parámetros de la Ley.

• Cuerpos de agua — Uno de los temas más sensibles del sistema de restricciones tiene que ver con la
previsión legal contenida en el art 10 de la Ley de Tierras, que imposibilita lisa y llanamente a las personas
extranjeras la adquisición de tierras rurales de aquellos inmuebles que contengan o sean ribereños de cuerpos
de agua de envergadura.
• Derechos adquiridos — La Ley de Tierras prevé en su artículo 17 la no afectación de los derechos adquiridos,
con lo cual queda claro que las personas que, a la fecha de su entrada en vigencia, estén en contravención con
sus disposiciones no se verán afectadas en sus derechos. Sin embargo, el art. 8 del decreto 820 va un poco
más allá de la previsión legal y permite un supuesto vedado por la Ley, como es la posibilidad de compensar
tierras que ya han sido adquiridas con anterioridad. Es decir que en caso de transmitirse esas tierras rurales,
sus titulares las podrán canjear por extensiones equivalentes y seguir en violación a la Ley de Tierras. También
el Decreto analizado es más benévolo a la hora de establecer penalidades para los casos en que se verifiquen
incumplimientos por parte de titulares extranjeros; también se reducen los supuestos en los que se requiere
tramitación de certificados de

habilitación, etc.

Otro tema de análisis es la medianería rural que se encuentra regulada en los artículos 2031,2032 y 2033 del
Código Civil y Comercial. El artículo 2031 regula el “derecho” y la “obligación” de encerrarse. Es decir, que el
titular de un predio rural tiene el derecho a levantar un cerramiento, con las características que sean, y a su
vez tiene la obligación de contribuir al cerramiento solo si su predio queda completamente encerrado. Es
decir, se limita al supuesto de que la heredad haya quedado completamente cerrada por las vecinas y no si
queda parcialmente cerrado. En este caso, si el cerramiento del inmueble no es total, sino parcial no hay
obligación de contribuir. A la luz de lo expuesto, quedaría sin efecto los lineamientos contenidos en el Código
Rural de Santa Fe (arts. 24 y 26) que obligaba a contribuir al cerramiento si el campo vecino quedaba cerrado
en las dos terceras partes del perímetro de su propiedad.

El derecho de reembolso contemplado en el art. 2032, segundo párrafo, exige considerar el valor del
cerramiento empleado. Si hay acuerdo entre los condóminos, cada cual deberá pagar su parte del precio
consensuado, pero si no hay acuerdo se establece que el valor a considerar es el que corresponde a un
cerramiento efectuado conforme a los estándares del lugar. De este modo se busca evitar reclamos excesivos.
Será entonces una cuestión de hecho que deberá ser definida en cada caso concreto. Ni el Código Civil ni el
Código rural de Santa Fe establecen qué materiales deben utilizarse para la construcción de cercos, pero el art.
23 de este último digesto establece con buen criterio que cuando el propietario quiera cercar con material
costoso, sólo se está obligado a contribuir con el importe que correspondería a una cerca de cinco alambres,
atado con torniquetes y postes enteros de madera dura, colocados a 10 metros uno de otro. Por último, para
todos los derechos y obligaciones relativas a los condóminos se establece una aplicación subsidiaria de las
normas que rigen en materia urbana en cuanto fuera compatible (Artículo 2033).

Luego tenemos el DERECHO DE SUPERFICIE que es un derecho real temporario que se constituye sobre un
inmueble ajeno y que permite plantar o edificar sobre el mismo a cambio de una contraprestación, aunque
también a título gratuito, o directamente adquirir una obra, plantación o forestación ya existente. Se trata de
una figura jurídica que tuvo su origen en el Derecho Romano, continuando su aplicación durante la Edad
Media. El código Civil Napoleónico no la reconoció, por considerarla una de las antiguas formas de sofocación
de la propiedad inmobiliaria. Esta fue en general la política de los Códigos decimonónicos, de corte liberal e
individualista, que en su mayoría se mostraron contrarios a la propiedad dividida.
Este criterio fue el criterio también seguido por Vélez Sarsfield, quien al redactar su Código Civil decidió
otorgar una clara prioridad al derecho de dominio por sobre otros derechos reales conocidos y utilizados hasta
ese momento, entre ellos la enfiteusis y el derecho de superficie, los cuales no tuvieron cabida dentro de su
sistema de numero clausus. En efecto, consideraba Vélez que la multiplicidad de derechos reales sobre un
mismo bien sería una fuente de complicaciones y pleitos, y que perjudicaría la explotación y circulación de la
propiedad.

En cambio, el derecho de superficie, difundido modernamente por el derecho germánico, le confiere una
mayor relevancia al esfuerzo productivo por sobre la propiedad estática. De alguna manera, el derecho de
superficie es una expresión de la idea de la tierra en su función productiva. Ahora bien, nuestro sistema
mantuvo el criterio de exclusión de esta figura hasta que, en 2001, la Ley 25.509 creó el derecho de superficie
forestal. Con el fin de propiciar que se destinen tierras para la actividad forestal, dentro del marco de la Ley de
Inversiones para Bosques Cultivados (N° 25.080), se creó un derecho real temporario que implicaba, para su
adquirente, la titularidad sobre lo plantado en un inmueble ajeno, durante un plazo de hasta cincuenta años,
contando con las facultades de uso, goce y disposición. En la actualidad este derecho se encuentra en el art.
2114 CCyC que el concepto del derecho de superficie: es un derecho real temporario, que se constituye sobre
un inmueble ajeno, que otorga a su titular la facultad de uso, goce y disposición material y jurídica: a) del
derecho de plantar, forestar o construir, o b) sobre lo plantado, forestado o construido en el terreno, el vuelo
o el subsuelo. Se produce entonces una desmembración del derecho real de dominio: el titular del terreno
conserva el llamado dominio vacuo o vacío, y el superficiario accede al dominio útil . El art. 2115 distingue dos
modalidades: el superficiario, en primer lugar, puede realizar construcciones, plantaciones o forestaciones
sobre la rasante, vuelo y subsuelo del inmueble ajeno, haciendo propio lo plantado, forestado o construido. El
derecho de superficie también puede constituirse sobre plantaciones, forestaciones o construcciones ya
existentes, atribuyendo al superficiario su propiedad. En ambas modalidades, el derecho del superficiario
coexiste con la propiedad separada del titular del suelo. Este derecho real de superficie tiene, entonces, dos
manifestaciones: el denominado ius edificandi, que es el derecho de usar el inmueble con el fin de construir,
plantar o forestar; y la propiedad superficiaria, que es del derecho a tener, mantener, gozar y disponer de lo
edificado, plantado o forestado. El art. 2116 permite que el derecho de superficie sea constituido sobre todo
el inmueble o sobre una parte determinada de él, con proyección en el espacio aéreo o en el subsuelo. Es
decir que podrán coexistir sobre un mismo inmueble distintas superficies constituidas incluso con distintas
finalidades, con la salvedad de que las mismas no podrán superponerse. El derecho puede constituirse, para
las forestaciones y plantaciones, por un plazo de hasta cincuenta años. El plazo convenido puede ser
prorrogado, siempre que se no exceda el máximo indicado. Para el establecimiento de estos términos de
duración se tuvieron en cuenta los tiempos de vida útil y amortización de las actividades económicas a las que
está destinada la figura. Por otro lado, debe tenerse en cuenta que una prórroga indefinida podría perjudicar a
terceros que ostenten derechos que se consolidarían al extinguirse la superficie.
Según el art. 2118, están facultados para constituir el derecho de superficie los titulares de los derechos
reales de dominio, condominio y propiedad horizontal, y de acuerdo al art. 2119, se constituye por contrato,
oneroso o gratuito, y puede ser transmitido por actos entre vivos o por causa de muerte. En caso de
transmisión, el derecho sigue sujeto al plazo por el cual fue constituido. Se trata de un derecho que no puede
ser adquirido por usucapión, aunque sí es admitida la prescripción breve de diez años para el saneamiento del
justo título preexistente. El art. 2122 dispone que la destrucción de lo construido, plantado o forestado no
extingue el derecho de superficie si el superficiario construye nuevamente dentro del plazo de seis años, que
se reduce a tres años para plantar o forestar. El derecho de construir, plantar o forestar se extingue, según el
art. 2124, por renuncia expresa, vencimiento del plazo, cumplimiento de una condición resolutoria, por
consolidación y por el no uso durante cinco años en el caso de plantación o forestación. Al momento de la
extinción del derecho de superficie, en caso de cumplimiento del plazo convencional o legal, el propietario del
suelo hace suyo lo construido, plantado o forestado libre de los derechos reales y personales impuestos por el
superficiario.

Si el derecho de superficie se extingue antes del cumplimiento del plazo, los derechos reales constituidos
sobre la superficie o sobre el suelo continúan gravando separadamente las dos parcelas, como si no hubiese
habido extinción, hasta el transcurso del plazo del derecho de superficie. También subsisten los derechos
personales durante el tiempo establecido. El art. 2126 establece que, como principio, y salvo pacto en
contrario, cuando se produce la extinción, el titular del derecho real sobre el suelo debe indemnizar al
superficiario. En caso de que el monto de la indemnización no hubiera sido convenido por las partes, el Código
dispone que deberán tomarse en cuenta los valores subsistentes incorporados por el superficiario durante los
dos últimos años, descontada la amortización. La regla es, entonces, la indemnización al superficiario, y tiene
fundamento en tratar de evitar el enriquecimiento injustificado del dueño del suelo, que hace suyo lo
construido o plantado. La superficie en el derecho agrario tiene trascendencia en el tema de producción
forestal.

En esta unidad también hay que tener en cuenta el uso de aguas en materia agrícola desde la mirada del CCYC
en su art. 16 CCyC, el agua es una cosa. Se trata de un bien material susceptible de valor económico y, por otro
lado, también entra dentro del concepto de “fuerzas naturales susceptibles de ser puestas al servicio del
hombre”. Por lo tanto, en tanto cosa, el agua puede ser objeto de derechos individuales y formar parte del
patrimonio de las personas, y desde una mirada de la CONSTITUCION NACIONAL contiene una serie de normas
que se ocupan de la navegación y exploración de las vías navegables: arts. 12, 14, 20, 75 (incs. 10,13 y 18), 116
y 125 CN. Ahora bien, las disposiciones más importantes de la Constitución en torno al uso y aprovechamiento
del agua como recurso natural están en los arts. 124 y 41. Por su parte, el agua es colocada como objeto de
protección en el art. 41 CN, junto con los restantes recursos naturales comprendidos por esta norma Por su
parte, las normas de Derecho Internacional Público, con vigencia directa en nuestro sistema jurídico a partir
de la jerarquía otorgada a los tratados internacionales por el art. 75, inc. 22 CN, reconocen como uno de los
derechos humanos fundamentales el acceso al agua y su saneamiento, encontrándose la República Argentina
obligada a tomar todas las medidas necesarias para garantizar dicho derecho.
EL PRINCIPIO GENERAL EN MATERIA DE AGUAS ES QUE SON BIENES DE DOMINIO PÚBLICO. LAS AGUAS DE
CARÁCTER PRIVADO CONSTITUYEN LA EXCEPCIÓN Por su parte, en relación al dominio del agua, encontramos
que el CCyC establece el principio general del dominio público de las aguas que corren por cuencas naturales y
tienen aptitud para satisfacer usos de interés general (arts. 235 y 239). Así, la enumeración del el art. 235, inc.
c) incluye, como bienes de dominio público del Estado a: 1) Los ríos, estuarios, arroyos y demás aguas que
corren por cauces naturales. La parte final del inciso, por su parte, aclara: “Se entiende por río el agua, las
playas y el lecho por donde corre, delimitado por la línea de ribera que fija el promedio de las máximas
crecidas ordinarias”. 2) Los lagos y lagunas navegables. Por lago o laguna se entiende el agua, sus playas y su
lecho, respectivamente, delimitado de la misma manera que los ríos. 3) Los glaciares y el ambiente periglacial.
4) Toda otra agua que tenga o adquiera la aptitud de satisfacer usos de interés general.5) Las aguas
subterráneas, sin perjuicio del ejercicio regular del derecho del propietario del fundo de extraerlas en la
medida de su interés y con sujeción a las disposiciones locales. ¿Qué características tienen, entonces, los
bienes que son de dominio público? Estos bienes se caracterizan porque el Estado es el titular formal del
derecho de dominio, se encuentra destinado a la satisfacción de necesidades de utilidad general y librados al
uso público, que en principio es gratuito. El art. 237 dice que “Los bienes públicos del Estado son
inimaginables, inembargables e imprescriptibles. Las personas tienen su uso y goce, sujeto a las disposiciones
generales y locales”.

El uso y aprovechamiento de las aguas de dominio público se va a encontrar regulado por normas del Derecho
Público, específicamente de Derecho Administrativo. Por su parte, dicha normativa en principio será de
carácter provincial, teniendo en cuenta que el mencionado art. 124 CN les otorga a las provincias el dominio
originario sobre los recursos naturales que existan en su territorio. Ahora bien, existen casos en los que se
aplican normas nacionales (ej. leyes de presupuestos mínimos de protección ambiental dictadas en los
términos del art. 41 CN) o intrafederal (ej. tratados interprovinciales que regulan el uso de las cuencas de ríos
que forman parte del territorio de dos o más provincias). Los bienes de dominio público pueden ser objeto,
por parte de los particulares, de un uso común o especial:

• Uso común: Es el uso que pueden realizar todas las personas sin más requisito que la observancia de las
disposiciones reglamentarias de carácter general. Aquí el usuario está considerado persona anónima,
indeterminada, no individualizada. En principio se trata de un uso gratuito, aunque excepcionalmente podría
establecerse su onerosidad. En materia de aguas, pueden mencionarse los siguientes usos comunes (aunque
siempre dependiendo de las reglamentaciones dictadas en cada caso por las autoridades locales): beber,
bañarse y lavar ropa, abrevar y bañar ganado, navegar y pescar, el riego en ciertos casos (domésticos o que no
requieren grandes cantidades de agua), y en general todos aquellos que no disminuyen ni alteran
sensiblemente la cantidad y calidad del agua pública.
• Uso especial: es el que únicamente pueden realizar aquellas personas que hayan adquirido la respectiva
facultad conforme al ordenamiento jurídico correspondiente. No es un uso general de la colectividad, sino un
uso privativo, exclusivo, que ejercen personas “determinadas”. La adquisición de este derecho requiere
indispensablemente un acto administrativo que tradicionalmente lleva la forma jurídica de “permiso de uso” o
“concesión de uso”. La diferencia esencial entre estas figuras consiste en que el permiso de uso otorga un
derecho precario al particular, sin plazo, que puede ser extinguido en cualquier momento por el Estado sin
generar derecho a indemnización; la concesión, en cambio, genera un derecho de “propiedad” para su titular,
se otorga por un plazo determinado (aunque puede ser otorgada a perpetuidad en algunos casos) y confiere el
derecho a un resarcimiento en el supuesto de revocación anticipada por parte del Estado. El permiso y la
concesión pueden ser gratuitos u onerosos (aunque es más común que la concesión sea onerosa). La
utilización de aguas para riego de la producción agrícola, por ejemplo, suele ser categorizada como un “uso
especial” por parte de las leyes o códigos provinciales, sujeto a veces al pago de un canon (especialmente en
los lugares donde el Estado construye y mantiene canales o acequias).

Ahora bien, los arts. 240 y 241 CCyC establecen otra serie de limitaciones al ejercicio de los derechos de los
particulares sobre los bienes de dominio público: Artículo 240: El ejercicio de los derechos individuales (...)
debe: a) ser compatible con los derechos de incidencia colectiva. b) conformarse a las normas del derecho
administrativo nacional y local dictadas en el interés público c) no afectar el funcionamiento ni la
sustentabilidad de los ecosistemas de la flora, la fauna, la biodiversidad, el agua, los valores culturales, el
paisaje, entre otros, según los criterios previstos en la ley especial. El art. 241, por su parte, dice que
“cualquiera sea la jurisdicción en que se ejerzan los derechos, debe respetarse la normativa sobre
presupuestos mínimos que resulte aplicable”, o sea, la dictada por el Estado Nacional en los términos del art.
41 CN para la protección de los recursos naturales.

El art. 239 CCyC, a su vez, se refiere a las aguas de los particulares, estableciendo que sus dueños pueden usar
libremente de ellas, pero con una serie de excepciones que coinciden con el principio general del dominio
público de las aguas. Esta norma establece, entonces, tres reglas generales: 1) “Las aguas que surgen en los
terrenos de los particulares pertenecen a sus dueños, quienes pueden usar libremente de ellas, siempre que
no formen cauce natural”. El segundo párrafo refuerza esta regla: “Pertenecen al dominio público si
constituyen cursos de agua por cauces naturales. Los particulares no deben alterar esos cursos de agua”. Se
entiende por “cauce” la concavidad del terreno, natural o artificial, por donde corre un río, un canal o
cualquier corriente de agua. 2) “Las aguas de los particulares quedan sujetas al control y a las restricciones que
en interés público establezca la autoridad de aplicación”. 3) “Nadie puede usar de aguas privadas en perjuicio
de terceros ni en mayor medida de su derecho”. 4) “El uso por cualquier título de aguas públicas, u obras
construidas para utilidad o comodidad común, no les hace perder el carácter de bienes públicos del Estado,
inalienables e imprescriptibles”. 5) “El hecho de correr los cursos de agua por los terrenos inferiores no da a
los dueños de éstos derecho alguno”.

Las aguas subterráneas son aquellas que se encuentran debajo de la superficie de la tierra, ya sea en forma
confinada o con movilidad restringida, o bien corriendo más o menos libremente en sentido horizontal o
vertical. Su principal origen es el agua de las lluvias que se filtra desde el suelo.
UNIDAD 8: PROPIEDAD FORESTAL
En esta unidad podemos ver un gran problema al respecto en materia de bosques dentro de la jurisdicción
legislativa. Entre las distintas posturas doctrinarias, nos encontramos que para los Dres. Eduardo Pigretti y
Colombo legislar en materia forestal era una facultad local; en sentido contrario los Dres. Pérez Llana, Galán y
Garibotto sostenían que era una facultad concurrente entre Nación y Provincias. Sin embargo existe una
tercera posición, que es la seguida por la cátedra, expuesta por José Marinelli y Carlos Almuni, adherida por
Fernando Brebbia que sostenían que legislar en materia forestal es una facultad delegada en la Nación,
porque así lo disponen los artículos 75 inc. 12, 121, 126 de la Constitución Nacional. En otras palabras, le
corresponde al Poder Legislativo de la Nación legislar en materia forestal porque es el congreso nacional a
quien le compete legislar en materia de fondo. Con la modificación de la Constitución Nacional de 1994,
quedó ratificado en el artículo 75 inc. 18 que las leyes forestales son dictadas por el Poder Legislativo Nacional,
modificación constitucional que, además, incorporó en el artículo 41 la concepción de sustentabilidad. Hasta
aquí, podemos concluir que es el Poder Legislativo de la Nación es quien tiene a su cargo el dictado de leyes
sobre bosques y tierras forestales. Sin perjuicio de lo expuesto, la problemática sobre la doble legislación
forestal surge en relación a la facultad que se han arrogado las provincias al dictar sus propios códigos rurales.
Éstas están facultadas para legislar sobre la materia mediante el poder reglamentario que les compete como
también les corresponde ejercer el poder de policía dentro de sus respectivas jurisdicciones. Esta postura es
mantenida por el Dr. Luis Facciano, en su disertación sobre código rural de la provincia de Santa Fe,
expresándolo textualmente de la siguiente forma: La posición mayoritaria sostuvo la atribución de la provincia
de dictar sus códigos rurales, ya que los mismos no se encuentran entre los delegados al Congreso en el inc.11
del art.67 de la Constitución Nacional pero que eso no era equivalente a permitirles regular cualquier materia.

Esa misma norma limita los tópicos que pueden abordar las provincias, las que, por esa misma norma y en
virtud del “principio de unidad de legislación” (a diferencia del modelo norteamericano) ha delegado al
Congreso de la Nación todo lo que sea derecho de fondo. A modo de síntesis, sostenía Fernando Brebbia que
corresponde al Congreso de la Nación dictar la legislación de bosques reglando la propiedad de ellos, sus
frutos y productos y las restricciones y limitaciones al ejercicio de este derecho, la explotación, la defensa,
mejoramiento y ampliación de los bosques, en los cuales están interesado el orden público conforme lo dice el
art.1 de la ley vigente 13.273, y por lo dispuesto en el artículo 75 inc. 12, 18 y 32 de la Constitución Nacional.
Una cuestión que corresponde destacar es la adhesión que las provincias ejercen a las leyes nacionales que
regulan los bosques y tierras forestales a través del dictado de sus propias leyes por medio de las cuales las
normas nacionales son de aplicación en la jurisdicción provincial adherida por ley.

Desentrañada la problemática legislativa y siguiendo al Dr. Carlos Alberto Almuni, podemos definir al derecho
forestal como la rama jurídica que contiene las normas reguladoras de la propiedad de los bosques, sus frutos
y productos; su explotación, y dentro del contenido del régimen de la propiedad forestal, el usufructo,
hipoteca, servidumbres, régimen jurídico integrados de cultivos, contratos forestales. Además, considera que
el derecho forestal también incluye el tema de los suelos en el aspecto edafológico refiriendo concretamente
a la protección, erosión, agotamiento y degradación de éstos.
Es importante destacar que en materia forestal que toda legislación que regule su problemática debe hacerlo
a través de un código como sucede en Francia o Brasil, o mediante leyes especiales como se encuentra
legislado en nuestro país, Chile, Costa Rica, Bolivia, o EEUU. Esta particularidad se debe a que toda la cuestión
forestal requiere necesariamente de un régimen jurídico del dominio distinto a establecido en el derecho
común en el cual el propietario es libre de usar y gozar de su inmueble rural, a diferencia del propietario
forestal que tiene el deber de conservar su inmueble en estado boscoso aunque le resulte desventajosa su no
transformación.

LEY DE DEFENSA DEL BOSQUE 13.273 /1948

El objetivo de esta ley es defender, mejorar y ampliar los bosques. Marca límites y restricciones al ejercicio de
los derechos sobre los bosques y tierras forestales de propiedad privada o pública, sus frutos y productos; y
dentro de esta aparece la definición de BOSQUE (Como toda formación leñosa, natural o artificial, el tipo de
asociación vegetal es la resultante de la combinación de dos factores que son el suelo y el clima de una
región), como también la definición de TIERRA FORESTAL que es aquella que, por sus condiciones naturales,
ubicación o constitución, topografía, calidad y conveniencias económicas, sea declarada inadecuada para
cultivos agrícolas o pastoreo y susceptible en cambio de forestación, obras de forestación y reforestación,
tendientes al mejor aprovechamiento de las tierras. Para ello deben cumplirse los trámites pertinentes de
conformidad a lo dispuesto por la ley de expropiación. Esta ley no define a la actividad forestal, sino que relega
a la silvicultura a aquella actividad que se desarrolla en tierras inútiles para la actividad agraria (cultivo y
ganado).

Decreto 710/1995. FORESTACION

El decreto 710/1995 es un decreto que el Poder Ejecutivo Nacional dictó con fuerza de ley, posterior a la
reforma constitucional de 1994, recibiendo la denominación “Defensa de la Riqueza Forestal”. Entre los
aspectos más destacados del decreto encontramos el orden normativo que caracteriza el texto de la ley de
bosques. Dentro de las modificaciones implementadas en el mismo, se advierte la eliminación de términos
que por el paso del tiempo desde la sanción de la ley 13.273 habían caído en desuso por imperio de la
costumbre e incorporaron nuevos conceptos en la materia. Además, dado que estaba vigente el decreto
2284/91 denominado” Desregulación económica”, necesariamente y acorde al momento político que
transitaba nuestro país en aquel momento, el Decreto 710/1995 introduce dos temas centrales relacionados
con la agenda internacional ambiental que son la protección de la biodiversidad y el cambio climático
vinculando a estos temas, el destino de las masas forestales del planeta. Para ello, principalmente eliminaron
los obstáculos que impedían el desarrollo de la producción y el comercio forestal dificultando al mismo el
tiempo el ingreso de nuevos inversores. Incluso, se introduce el fomento de las actividades forestales en zona
de seguridad de frontera y la desregulación e intercambio perdieron relevancia respecto de la nacionalidad de
los titulares de los derechos forestales. Como aspecto negativo de la sanción de este decreto corresponde
destacar que lamentablemente se eliminó el carácter de orden público otorgado en el primer artículo de la ley
13.273 que había declarado de interés público la defensa, la regeneración, el mejoramiento y la ampliación de
los bosques. Como corolario de quedaron eliminadas las restricciones económicas al aprovechamiento forestal
de superficies boscosas.
Jurisdicción forestal

Es importante destacar que conforme lo dispuesto en el artículo 3 de la 13.273, que debe entender la justicia
federal cuando existe un conflicto de intereses en materia forestal, con ello refiero que el juez que va a
entender en materia de bosques o tierras forestales es el juez con competencia Federal por la materia y lugar.
Específicamente, el artículo 3 de la ley, establece expresamente que: a) Los bosques y tierras forestales que se
hallen ubicados en jurisdicción federal; b) Los bosques y tierras forestales de propiedad privada o pública
ubicados en las provincias que se acojan o adhieran al régimen de la presente ley; c) Los bosques protectores y
tierras forestales que respondan a algunas de las condiciones especificadas en el artículo 8º, ubicados en el
territorio provincial, siempre que los efectos de esa calidad incidan sobre intereses que se encuentren dentro
de la esfera de competencia del gobierno federal, sea porque afecten al bienestar general, al progreso y
prosperidad de dos o más provincias o de una provincia y el territorio federal o a la defensa nacional.

La Ley dispone que Las provincias que se acojan al régimen de la presente ley gozarán de los beneficios
siguientes:

a) Participación en la ayuda federal, afectada a obras de forestación y reforestación.

b) Régimen del crédito agrario hipotecario o especial para trabajos de forestación y reforestación en bosques
de propiedad provincial o comunal.

Y además el acogimiento al régimen de la presente ley, comporta correlativamente las siguientes obligaciones:
a) Creación de un organismo provincial encargado de la aplicación de la presente ley;

b) Creación de un fondo provincial de bosques, en base a los impuestos que graven los frutos y productos
forestales naturales y otros provenientes del presupuesto general de la provincia;

c) Hacer extensivo a la jurisdicción provincial el régimen forestal federal o administrar sus bosques con
sujeción al mismo;

d) Conceder las exenciones impositivas previstas en los artículos 57 y 58;

e) Coordinar las funciones y servicios de los organismos provinciales y comunales encargados de la


conservación y fomento forestal con los de la autoridad forestal federal;

f) Coordinar con la autoridad forestal federal los planes de forestación y reforestación y la explotación de los
bosques fiscales, provinciales o comunales, especialmente en lo relativo a oportunidades para realizarlas,
monto de los aforos o derechos de explotación;

g) Adoptar en su jurisdicción el régimen del capítulo V de esta ley para los bosques fiscales

Y por su parte la adhesión a la ley de PPMM de Bosques Nativos, conlleva otras obligaciones por parte de las
provincias para gozar de los beneficios que la misma establece.

Clasificación de bosques
Los tipos de bosques son enunciados en el artículo 7:

BOSQUES PROTECTORES: Son aquellos que por su ubicación sirven conjunta o separadamente a la defensa
nacional: protegen el suelo, caminos, costas marítimas, riberas fluviales y orillas de lagos, lagunas, islas,
canales, acequias y embalses, y prevenir la erosión de planicies y terrenos en declive; proteger y regularizar el
régimen de las aguas, fijar médanos y dunas, asegurar condiciones de salubridad pública; defender contra la
acción de los vientos, aludes e inundaciones, y al albergue y protección de la flora y fauna que se declare
necesaria.

BOSQUES PERMAMENTES: Todos aquellos que, por su destino, constitución de su arboleda y/o formación de
su suelo deban mantenerse, como ser: a) Los que formen los parques y reservas nacionales, provinciales o
municipales; b) Aquellos en que existieren especies cuya conservación se considere necesaria; c) Los que se
reserven para parques o bosques de uso público. d) El arbolado de los caminos y los montes de
embellecimiento anexos disfrutarán del régimen legal de los bosques permanentes.

BOSQUES DE PRODUCCION: Los naturales o artificiales de los que resulte posible extraer periódicamente
productos o subproductos forestales de valor económico mediante explotaciones racionales.

MONTES ESPECIALES: Los de propiedad privada creados con miras a la protección u ornamentación de
extensiones agrícolas, ganaderas o mixtas.

REGIMEN FORESTAL COMÚN: Este régimen se aplica a cualquier categoría de bosques, se prohíbe la
devastación de bosques y tierras forestales y la utilización irracional de los productos forestales. Deber de
prevención y lucha contra los incendios forestales. Quien esté en conocimiento tiene la obligación de
denunciar el incendio a la autoridad más próxima. Lo que constituye una carga pública y regulado en un
capítulo especial, donde La autoridad forestal o la más cercana podrá convocar a todos los habitantes
habilitados físicamente entre los 15 y 50 años, que habiten o transiten dentro de un radio de 40 kilómetros del
lugar del siniestro, para que contribuyan con sus servicios personales a la extinción de los incendios de
bosques y proporcionen los elementos utilizables, que serán indemnizados en caso de deterioro.

REGIMEN FORESTAL ESPECIAL: Es para los bosques protectores y permanentes, los que deberán ser inscriptos
en un registro en base de planos y estudios técnicos. Los dueños deben dar cuenta en caso de venta o cambio
en el régimen, deben conservar y repoblar el bosque, y explotarlo con sujeción a las normas técnicas que se
aprueben. Corresponde pedir autorización para el pastoreo y permitir a la autoridad forestal la realización de
las labores de forestación y reforestación. Incluso, se puede solicitar una indemnización por la disminución
efectiva de la renta del bosque.

BOSQUES FISCALES: Los bosques y tierras forestales que formen parte del dominio privado del Estado son
inalterables salvo que se destinen a la colonización o formación de pueblos. Y un régimen de bosques fiscales
para los que forman el dominio privado del estado. La explotación forestal se realizará por concesión, previa
adjudicación en licitación pública, por administración o por intermedio de empresas mixtas.
CREDITO FISCAL PARA LA FORESTACION: Con el dictado de la ley 21.695/1977 se implantó un sistema de
crédito fiscal para la forestación. A través del otorgamiento de un crédito fiscal se aspiraba a lograr el aumento
de la superficie a forestar, orientándola hacia zonas más aptas y coordinando la actividad forestal con la
industria que utiliza la madera. El articulado otorgaba beneficios a las personas de existencia visible o ideal
que realicen efectivas inversiones en plantaciones forestales en predio propio o ajeno, de acuerdo a planes
técnicos, económicos de forestación y/o reforestación aprobados por el Instituto Forestal Nacional (IFONA),
todo de conformidad al plan Nacional de Forestación. El beneficio se otorgaba a quienes hayan obtenido la
aprobación de planes de forestación y/o reforestación que consistía en el derecho de acceder a un crédito
fiscal por un importe fijo por hectárea fijado por el Ministerio de Economía anualmente, diferenciando la zona
y la especie. El crédito debía ser reintegrado en aquellos casos en que los beneficiarios no hayan iniciado la
ejecución del plan respectivo; o no hubieran cumplido la forestación o reforestación en toda su extensión,
debiendo reintegrar el crédito proporcionalmente a la reducción de la superficie, salvo caso fortuito o fuerza
mayor derivados de contingencias climáticas. La ley introduce en el artículo 2 segunda parte el concepto de
reforestación entendiendo como la forestación practicada sobre un predio que ya fue forestado, habiéndose
cortado los árboles de modo tal de permitir un nuevo ciclo.

LEY DE INVERSIONES PARA BOSQUES CULTIVADOS (LEY 25080).

La ley 25080 tiene por objeto la promoción de nuevos emprendimientos forestales y el incentivo de proyectos
forestoindustriales a través de la ampliación de los bosques existentes o la implantación de nuevos bosques;
con el fin de aumentar la oferta maderera tanto a nivel comercial como industrial. Tenía un plazo de diez (10)
años, sucesivamente prorrogados por diez (10) más por las leyes 26.43212 y 27.48713, es decir, que vencerá el
19/01/2029. Esta última ley también introdujo varias modificaciones al sistema.

El nuevo art. 4 define como emprendimiento forestal, a las plantaciones de especies forestales
ecológicamente adaptadas al sitio, y que permitan satisfacer la demanda actual y potencial de materia prima
por parte de distintas industrias, sea en plantaciones puras, mixtas o en sistemas agroforestales, y al
emprendimiento forestoindustrial aquel que utiliza madera como insumo la última reforma eliminó la
definición de Bosque implantado o cultivado, recordamos que el mismo es el obtenido mediante siembra o
plantación de especies maderables nativas o exóticas adaptadas ecológicamente al sitio con fines comerciales
o industriales. Estas actividades podrán ser desarrolladas por personas humanas y jurídicas, incluyendo a las
sociedades del Estado, las empresas de capital mayoritariamente estatal o los entes públicos, las sucesiones
indivisas y los fideicomisos, así como también otras figuras contractuales no societarias o equivalentes que
realicen efectivas inversiones en las actividades objeto de la presente ley. Las actividades comprendidas en el
régimen instituido por la presente ley son: la implantación de bosques, su mantenimiento y su manejo
sostenible incluyendo las actividades de investigación y desarrollo, así como las de industrialización de la
madera, cuando el conjunto de todas ellas formen parte de un emprendimiento forestal o forestoindustrial
integrado. Las autoridades de aplicación nacional y provinciales deberán establecer una zonificación por
cuencas forestales para la localización de los emprendimientos, en función a criterios de sostenibilidad
ambiental, económica y social. La autoridad de aplicación es la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca,
de la Secretaría de Agroindustria de la Nación, o la que en el futuro la reemplace.
La autoridad de aplicación podrá descentralizar funciones en las provincias y en los municipios. Las provincias
podrán adherir a esta ley Nacional a través del dictado de una ley provincial que deberá contemplar la
invitación a sus municipios a hacer lo propio. Deberán designar un organismo provincial encargado de la
aplicación del presente régimen, e invitar a los municipios a que hagan lo propio en el ámbito de su
competencia territorial, incluso a través de la constitución de entes intercomunales. Los emprendimientos
comprendidos gozarán de estabilidad fiscal por el término de treinta años (30) contados a partir de la
aprobación del proyecto, plazo que podrá ser extendido hasta un máximo de cincuenta (50) de acuerdo a la
zona y ciclo de las especies que se implanten. Los plazos serán otorgados según el tipo de producción con el
fin de dar seguridad jurídica al productor o inversor en base al cálculo de costos que el proyecto prevea. La
estabilidad fiscal significa que las personas físicas o jurídicas sujetas a un régimen de inversiones en materia
forestal no podrán ver incrementada la carga tributaria total. Los titulares podrán solicitar la emisión de los
certificados de estabilidad fiscal que correspondan, con los impuestos, contribuciones y tasas aplicables a cada
emprendimiento, tanto en orden nacional como provincial y municipal, vigentes al momento de la
presentación. Además, la ley contiene una serie de incentivos consistentes en medidas destinadas a aliviar la
carga tributaria al momento de presentar el proyecto. Otro incentivo contenido en la ley es que los sujetos
titulares de emprendimientos comprendidos en el presente régimen y aprobados por la autoridad de
aplicación, podrán recibir un apoyo económico no reintegrable el cual consistirá en un monto por hectárea,
variable por zona, especie y actividad forestal, según lo determine la misma, variando de acuerdo a la cantidad
de hectáreas del emprendimiento. Las infracciones a la ley serán sancionadas, previa sustanciación del
sumario correspondiente, cuya instrucción estará a cargo de la Dirección Nacional de Desarrollo Foresto
Industrial, con una o más de estas sanciones, de acuerdo a la naturaleza de la transgresión, las características y
gravedad del hecho u omisión pasible de sanción, el perjuicio causado y los antecedentes del infractor:
apercibimiento, la caducidad total o parcial del tratamiento otorgado, devolución del monto del subsidio
otorgado, restitución de los impuestos no abonados y reintegro de todo otro beneficio no ingresado de
naturaleza fiscal, concedido en jurisdicción nacional, provincial o municipal multas.

LEY DE PRESUPUESTOS MÍNIMOS PARA BOSQUES NATIVOS

Las leyes de presupuestos mínimos: son aquellas que incluyen conceptos y principios rectores de protección
ambiental y normas técnicas que fijan valores que aseguran niveles mínimos para una vida sostenible. El
concepto de presupuesto mínimo surge de la Ley General del Ambiente, N° 25.675, donde allí en el Art 6 se
expresa que “Se entiende por presupuesto mínimo, establecido en el artículo 41 de la Constitución Nacional, a
toda norma que concede una tutela ambiental uniforme o común para todo el territorio nacional, y tiene por
objeto imponer condiciones necesarias para asegurar la protección ambiental. En su contenido, debe prever
las condiciones necesarias para garantizar la dinámica de los sistemas ecológicos, mantener su capacidad de
carga y, en general, asegurar la preservación ambiental y el desarrollo sustentable.” A partir de la sanción de
ley 26.331, se conceptualiza al bosque como un verdadero ecosistema o ambiente natural. La ley define a los
bosques nativos como un ecosistema forestal compuesto por especies arbóreas maduras con su flora y fauna
asociada, en conjunto con el medio que las rodea: suelo, subsuelo, atmósfera, clima y recursos hídricos.
La ley 26.331 (BO del 26/12/2007) tiene por objeto establecer presupuesto mínimo de protección ambiental
para enriquecimiento, restauración, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos y de los
servicios ambientales que los bosques brindan a la sociedad. Hacer prevalecer los principios precautorio y
preventivo, manteniendo bosques nativos cuyos beneficios ambientales o los daños ambientales que su
ausencia generase, aún no puedan demostrarse con las técnicas disponibles en la actualidad; A los efectos de
la presente ley se entiende por:

- Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos: A la norma que basada en los criterios de sostenibilidad
ambiental establecidos en el Anexo de la presente ley zonifica territorialmente el área de los bosques nativos
existentes en cada jurisdicción de acuerdo a las diferentes categorías de conservación.

- Manejo Sostenible: A la organización, administración y uso de los bosques nativos de forma e intensidad que
permita mantener su biodiversidad, productividad, vitalidad, potencialidad y capacidad de regeneración, para
atender, ahora y en el futuro, las funciones ecológicas, económicas y sociales relevantes en el ámbito local y
nacional, sin producir daños a otros ecosistemas, manteniendo los Servicios Ambientales que prestan a la
sociedad.

- Plan de Manejo Sostenible de Bosques Nativos: Al documento que sintetiza la organización, medios y
recursos, en el tiempo y el espacio, del aprovechamiento sostenible de los recursos forestales, maderables y
no maderables, en un bosque nativo o grupo de bosques nativos, para lo cual debe incluir una descripción
pormenorizada del terreno forestal en sus aspectos ecológicos, legales, sociales y económicos y, en particular,
un inventario forestal con un primer nivel de detalle tal que permita la toma de decisiones en cuanto a la
silvicultura a aplicar en cada una de las unidades de bosque nativo y a la estimación de su rentabilidad

- Plan de Aprovechamiento del Uso del Suelo: Al documento que describe el objeto del aprovechamiento y
especifica la organización y medios a emplear para garantizar la sustentabilidad, incluidas la extracción y saca.
- Desmonte: A toda actuación antropogénica que haga perder al "bosque nativo" su carácter de tal,
determinando su conversión a otros usos del suelo tales como, entre otros: la agricultura, la ganadería, la
forestación, la construcción de presas o el desarrollo de áreas urbanizadas.

Tenemos dos tipos de bosques: Bosques nativos de origen primario y Bosques secundarios; formados luego
de un desmonte como los resultantes de una recomposición o restauración voluntaria.

Para ello promueve: 1) Ordenamiento Territorial de los bosques nativos y la regulación de la expansión de la
frontera agropecuaria y de cualquier cambio de suelo. 2) Implementan medidas para evitar la disminución de
la superficie; y mantener los procesos ecológicos. 3) Servicios ambientales que los bosques le brindan a la
sociedad considérense Servicios Ambientales a los beneficios tangibles e intangibles, generados por los
ecosistemas del bosque nativo, necesarios para el concierto y supervivencia del sistema natural y biológico en
su conjunto, y para mejorar y asegurar la calidad de vida de los habitantes de la Nación beneficiados por los
bosques nativos. 1) Regulación hídrica; 2) Conservación de la biodiversidad; 3) Conservación del suelo y de
calidad del agua; 4) Fijación de emisiones de gases con efecto invernadero; 5) Contribución a la diversificación
y belleza del paisaje; 6) Defensa de la identidad cultural.
Categorías I (rojo) sectores de alto valor de conservación que no deben transformarse. Incluye áreas que por
su ubicación tiene valores biológicos sobresalientes o por la protección de cuencas que ameritan la
persistencia del bosque a perpetuidad, o porque puede constituir un hábitat de comunidades indígenas y ser
objeto de investigación científicas.

Categoría II (amarillo) sectores de mediano valor de conservación, que pueden estar degradados, pero que a
juicio de la autoridad de aplicación jurisdiccional con la implementación de las actividades de restauración
pueden tener un valor alto de conservación, se los puede someter a aprovechamiento sostenible, turismo,
investigación científica.

Categoría III (verde) sectores de bajo valor de conservación que pueden transformarse.

UNIDAD 9: PROPIEDAD DEL GANADO


La actividad ganadera es muy importante en nuestro país. Aquí, la producción de animales se lleva adelante
tanto de manera extensiva, a campo, como de manera intensiva, lo que comúnmente se conoce como sistema
feedlot. La actividad involucra a muchos sectores de la economía local: cabañas de reproductores; cría y recría
de ganado; invernadores; frigoríficos; comercializadores; exportadores. El código civil (CC) de Vélez Sarsfield,
vigente a partir de 1871, no contenía normas específicas destinadas a regular la propiedad del ganado. En su
lugar, todo lo referente a la propiedad de los semovientes quedaba regulado por las disposiciones del artículo
2412 del CC. Este artículo, aplicable a toda cosa mueble, no registrable, disponía que “La posesión de buena fe
de una cosa mueble, crea a favor del poseedor la presunción de tener la propiedad de ella y el poder de
repeler cualquier acción de reivindicación, si la cosa no hubiese sido robada o perdida”. De este modo, se creó
a favor del poseedor la presunción de propiedad y se le otorgó el derecho de repeler la acción de
reivindicación, si la cosa no había sido robada o perdida. La posesión, de buena fe, equivalía a título, no
admitiéndose prueba en contrario (iure et de iure). Con relación a la presunción de propiedad Este régimen,
previsto por el CC, resultó a todas luces insuficiente. La doctrina de aquella época propuso distintas soluciones
a este problema, a modo de ejemplo podemos mencionar: *El proyecto propuesto por la Sociedad Rural
Argentina *Proyecto de Ramos Mejía *Anteproyecto de Bibiloni *Proyecto de Eleodoro Lobos *Comisión
Reformadora de 1936 *IV Conferencia Nacional de Abogados (Tucumán, 1936). A pesar de todo ello, y de la
importancia de regular la actividad y poder acreditar la propiedad del ganado, recién en 1983 se sanciona la
Ley 22.939 de Marcas y Señales.

LEY 22.939

La ley se inspiró en un proyecto de 1901, el de Eleodoro Lobos, y establece una serie de principios en relación
a la marca: el diseño elegido debe estar previamente autorizado por la autoridad de aplicación; la marca a
utilizar debe estar previamente registrada; no puede haber dos marcas iguales. Conforme con ello, las
disposiciones del Código Civil y Comercial de la Nación (CCC), se aplican como complementarias a la ley. La ley
manda a marcar el ganado mayor y señalar el menor.
En cuanto a la especie porcina, permite utilizar métodos alternativos de identificación a la marca o señal
(caravana; tatuaje; implante). En cuanto al ganado de pedigrí, se utiliza la registración de cada animal en
particular, como medio de su individualización y del de su origen genealógico. En cuanto a los orejanos se
aplican las disposiciones del CCC.

La marca según el artículo 1 de la ley, se trata de la impresión que se efectúa, sobre el animal, de un dibujo o
diseño por medio de: hierro candente marcación en frío cualquier otro procedimiento que: ◦ asegure la
permanencia en forma clara e indeleble ◦ autorice la Secretaría de agricultura, ganadería y pesca (SAGPyA) del
Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca (MAGyP autoridad administrativa a nivel nacional).

La marca a hierro candente se ha criticado por la disminución que produce en el valor de los cueros y porque
casi la mitad del año, la hecha a frío destruye las células de pigmentación y hace visible el dibujo o diseño
después de aplicado. Puede realizarse, por ejemplo, con hielo seco o nitrógeno líquido. Para utilizar otro
procedimiento de marcación, el que se elija debe cumplimentar los dos requisitos que fija la norma: que deje
una impresión permanente, clara e indeleble y que haya sido autorizado por la SAGPyA.

El artículo 2, segundo párrafo, indica que la autoridad de aplicación “establecerá las características técnicas a
las que deberá ajustarse cada medio de identificación establecido en el artículo anterior.” Los códigos rurales,
contienen disposiciones sobre el tema que no son idénticas. En modo general establecen que se debe hacer
del lado izquierdo, en la pierna, en el cachete o en la quijada. Se trata de aspectos que deben ser regulados
por la autoridad local.

Según el artículo 3°, no se admite el registro de marcas iguales o que pudieran confundirse en sí, dentro del
ámbito territorial de una provincia. Quedan incluidas, no sólo aquellas que presenten un diseño idéntico o
semejante sino, también, “aquellas en las que, uno de los diseños, al superponerse a otro lo cubriera en todas
sus partes.” La norma incluye un procedimiento para resolver el supuesto en que dos marcas iguales, o
susceptibles de confundirse, se encontraran de hecho, registradas dentro de una misma provincia. En este
caso, se debe modificar la más reciente. Para ello, la autoridad local debe indicar las modificaciones que deban
realizarse al diseño y el titular debe hacerlas efectivas dentro de los 90 días de que se le haya cursado
comunicación formal al efecto, so pena de caducidad de su registro.

La Señal se trata de un “corte, o incisión, o perforación, o grabación hecha a fuego, en la oreja del animal.” Es
una mutilación, que también se inscribe, y que según la ley sólo puede hacerse en la oreja (no en el hocico o
quijada, por ejemplo). La ley 22939, no indica que no puedan existir dos señales iguales. El Código Rural de
Santa Fe, en cambio, si lo hace. No pueden existir dos señales exactamente iguales en establecimientos
situados en el mismo departamento, ni a menos de 5 km cuando estén en departamentos colindantes.

Medios alternativos de identificación

Según la norma referida, la caravana, “es un dispositivo que se coloca en la oreja del animal mediante la
perforación de la membrana auricular.” El tatuaje, “es la impresión en la piel del animal de números y/o letras,
mediante el uso de puntas aguzadas con o sin tinta.”El implante, “es un dispositivo electrónico de
radiofrecuencia, que se coloca en la oreja del animal”. Se trata de una norma amplia, que deja abierta la
posibilidad de que, la autoridad de aplicación pueda incorporar otros medios de identificación del ganado. En
cuanto a los animales de pura raza, la marcación puede sustituirse por tatuajes o reseñas, según las especies.
Efectos de la registración de la marca

El artículo 4° confiere a su titular el derecho de uso exclusivo de la marca o señal por el plazo que las
respectivas legislaciones provinciales establezcan, pudiendo ser prorrogado por la autoridad competente. En
la provincia de Santa Fe, este plazo es de diez años. Transcurrido ese tiempo, se debe realizar un trámite de
renovación para continuar con la misma. Para obtenerla, debe elegirse un dibujo o diseño previamente
habilitado por la autoridad de aplicación. En Santa Fe, el trámite se lleva adelante en la Administración
Provincial de Impuestos (API) y deben abonarse una serie de sellados. Este derecho de uso sobre la marca es
transmisible tanto por acto entre vivos como por actos de última voluntad, y se prueba con el título expedido
por la autoridad competente o, en su defecto, por las constancias registrales comúnmente conocidas como
boleto de marca o de señal.

Obligaciones de los propietarios de la hacienda

La ley 22939, establece una serie de obligaciones, a cargo del propietario de la hacienda, cuyo incumplimiento
priva al propietario de los animales de los derechos que esta le acuerda, referentes al régimen de propiedad
del ganado. Según el artículo 5° es obligación para todo hacendado tener registrado a su nombre el diseño que
emplea. Además, se prohíbe marcar o señalar el ganado, sin haber registrado la marca que se pretende
imprimir sobre el animal. La única excepción a la norma está dada en relación con la señal, exclusivamente en
el supuesto en que ésta se pretende realizar, como método de identificación complementario de la marca del
ganado mayor.

Formas de acreditar el dominio originario del ganado (propiedad)

Según el artículo 9° de la ley 22939, el ganado se puede encontrar en cuatro situaciones distintas, generando
las siguientes presunciones en relación a su propiedad:

OPCIÓN 1) Que es propietario del ganado, la persona que tiene registrada la marca y marcados los animales
cuando se trata de ganado mayor. Lo mismo ocurre con el menor señalado con la señal registrada y el porcino
identificado con medio alternativo especialmente autorizado. Igualmente, ante la presencia de crías no
marcadas, se establece una presunción de que pertenecen al propietario de la madre, si se encuentran al pie
de ésta.

OPCIÓN 2) En relación con los ejemplares de pura raza, el artículo 11° del mismo cuerpo legal señala que “La
propiedad de los ejemplares de pura raza se probará por el respectivo certificado de inscripción en los
registros genealógicos y selectivos reconocidos, que concuerde con los signos individuales que llevaren los
animales”. La ley reconoció los Registros Genealógicos, que son los encargados de otorgar certificados de
inscripción. La inscripción en el registro tiene carácter constitutivo de la propiedad y acredita, no sólo ésta,
sino también el origen y calidad del animal. La Sociedad Rural lleva el registro de los bovinos de pura raza y el
Jockey Club, el de los equinos de pura raza. Se trata, como ya hemos afirmado, de un modo de identificación
individual del animal, lo cual se diferencia de la marca que es un modo de identificación colectivo de la
hacienda.

OPCIÓN 3) El ganado Equino de pura sangre, tiene un régimen especial, que se contempla en la ley 20378 y
que trataremos en mayor profundidad infra.
OPCION 4) A la hacienda orejana, se le aplican sin más, las normas del CCC, ya no como complementarias a las
leyes especiales, sino de manera directa.

Transmisión de la propiedad del ganado

Para su transferencia, hace falta un certificado de adquisición. Este instrumento, es el que permite transferir la
propiedad del ganado mayor o menor y debe ser autenticado por la autoridad local competente. La marca o
señal prueban la propiedad originaria, pero si transferimos al animal, este pasará a ser de propiedad de
alguien distinto de quien tiene el derecho de uso exclusivo de la marca registrada. Antes se usaba la
contramarca y remarca. El artículo 12 de la ley de marcas y señales, exige que la transferencia del ganado se
instrumente por el certificado de adquisición autenticado por la autoridad local competente.

A este documento hay que acompañarlo por otro conocido como DT-e (Documento de tránsito electrónico)
que es el comprobante sanitario que expide Senasa.

El certificado debe contener una serie de requisitos, que se detallan en el artículo 13 de la ley 22939. La norma
dispone el certificado deberá contener: Lugar y fecha de emisión del certificado. Nombre, apellido, domicilio y
documento de identidad de las partes y en su caso de sus representantes. Especificación del tipo de operación
de que se trata. Matrícula del título de la marca, señal o medio alternativo de identificación. Diseño de la
marca, señal, medio alternativo de identificación o el tatuaje de la reseña correspondientes en los animales de
raza. En cuanto a los animales comprendidos en la operación, se debe especificar la cantidad, sexo y especie.
Firma del transmitente o de su representante. Firma y sello del oficial público competente que autentica el
certificado. Sin embargo, el “certificado de transferencia” no basta por sí sólo sino que es necesaria, la
tradición para que se perfeccione la transferencia.

El ganado es una cosa mueble cuyo dominio se adquiere y transmite, no sólo según las pautas previstas en la
ley 22939, sino también, obviamente, por las normas sobre derechos reales aplicables a ellas. En estos
supuestos, siempre se requiere título (acto jurídico) y modo suficiente (tradición posesoria) para adquirir su
propiedad. La consecuencia jurídica de la falta del certificado de adquisición es la nulidad del acto
(transferencia de la propiedad). El adquirente debe requerir el certificado y DT-e, y si el transmitente no las
tiene, no es dueño del ganado y no puede transmitir. Si una persona que no es titular de la marca o señal,
logró transferir el ganado presentando certificado y Dt-e, estaremos ante un caso de posesión viciosa. El Art.
15 agrega que la intervención del oficial público, que autenticó el certificado, no subsana las nulidades o vicios
que pudieren afectar el acto de transmisión. La transmisión de dominio de los animales de pura raza, por otro
lado, se perfecciona, mediante acuerdo de partes, por la inscripción del acto en los “registros genealógicos y
selectivos”. En este caso especial, el registro es el modo de la transmisión

Transporte del ganado: las guías

Según el artículo 16 de la ley 22939 “Para la licitud del tránsito de ganado, es obligatorio el uso de guía,
expedida en la forma que establezcan las disposiciones locales. La validez de la guía y su régimen, serán
juzgados de acuerdo a las leyes de la provincia en que fuera emitida.”
, el artículo 17 dispone que “las guías que por ellos se extiendan deberán mencionar esa circunstancia y
suministrar los datos que puedan contribuir a individualizar cada animal. En todos los casos deberá acreditarse
la propiedad de dichos animales.” El Certificado acredita la propiedad del ganado adquirido. La Guía, en
cambio, sirve para poder trasladar la hacienda de un lado a otro dentro una misma Provincia, o de una
Provincia a otra. En algunas legislaciones locales esta diferencia entre el Certificado y la Guía desaparece pues
un mismo documento funciona simultáneamente como certificado y a la vez habilita a su circulación.

Régimen legal de los equinos de pura sangre de carrera (LEY 20378)

Según esta norma “La inscripción de animales equinos de sangre pura de carrera en los registros genealógicos
reconocidos por el Ministerio de Agricultura y Ganadería acredita su origen, calidad, como ejemplares de
pedigríes y la propiedad a favor del titular. Se considerarán como tales registros genealógicos los actualmente
existentes, los cuales deberán ajustar su organización y funcionamiento a las condiciones que establezca el
Poder Ejecutivo nacional, que los controlará a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería.

UNIDAD 10: PROPIEDAD INTELECTUAL DE LAS CREACIONES


FITOGENETICAS
Primero hay que definir el concepto de Propiedad Intelectual que es el derecho de exclusividad sobre una
invención/creación de manera temporaria otorgada por el Estado para explotar una invención con alcance
determinado. Dentro de esta unidad podemos observar que hay dos sistemas de protección de la propiedad
intelectual: El primero es el DERECHO DEL OBTENTOR que es la protección de la propiedad intelectual en
vegetales y está limitado ese derecho de propiedad al material de reproducción es decir a la semilla o a la
creación fitogenética o a la multiplicación de la mismas con fines comerciales y queda por fuera de esto el
producto obtenido de esa siembra o cosecha, es una innovación obtenida o descubierta y el segundo sistema
es el DERECHO DE PATENTES que significa la protección de la propiedad intelectual en plantas o variedades,
animales y creaciones biotecnológicas, tiene que ser novedoso, que haya actividad inventiva y producción o
aplicación industrial. Estos dos sistemas de protección de propiedad intelectual están rígidos por el ADIPC
(Acuerdo sobre Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el comercio), el número
de esta ley en el ordenamiento interno argentino es la 24425, se crea en la RONDA de Uruguay del GATT en
1994. El ADIPC establece en sus estados partes deben proteger las obtenciones vegetales mediante las
PATENTES, SISTEMA SUI GENERIS (DOV) o COMBINANDO AMBOS SISTEMAS. Argentina adhirió el acta UPOV
de 1978 ratificada por ley 24376, la nación Argentina es miembro desde 1994. La Unión Internacional para la
protección de las obtenciones vegetales (UPOV) es una organización gubernamental que tiene sede en
Ginebra Suiza y que fue creada por el Convenio Internacional de 1961 en Paris. En el acta que se adhiere la
Argentina prohíbe la doble protección, que los países firmantes deben elegir por un de los dos sistemas, pero
en el año 91 se permite la doble protección de propiedad intelectual. Los DERECHOS PROTEGIDOS en UPOV 78
protegen la producción con fines comerciales, o la puesta en venta o la comercialización de material de
reproducción o de multiplicación, y en UPOV 91 además se protege la multiplicación en cualquier forma o la
preparación para reproducción y la posesión.
Los estados pueden, en UPOV 78 extender la protección al material cosechado, en UPOV 91 se extiende el
derecho del obtentor hacia el material cosechado. UPOV 78 contempla la excepción del fitomejorador (que no
requiere autorización del obtentor para producir una variedad distinta), UPOV 91 también, salvo que sea una
variedad esencialmente derivada. Variedad Esencialmente derivada, se distingue claramente de la variedad
inicial, excepto por las diferencias resultantes de las derivaciones conforme a la variedad inicial en la expresión
de los caracteres esenciales. Deriva principalmente de la variedad inicial.

Para poder ampliar los temas abordados aquí se recomienda la lectura paralela de la ley 20247. Tendremos en
consideración las principales definiciones y finalidades de la ley, a saber:

OBJETO DE LA LEY: El objeto de Ley de Semillas 20.247, tiene un amplio espectro, sin detenerse solamente en
regular el sistema de protección de la propiedad intelectual en las semillas, que si lo hace, regula además los
demás eslabones de la cadena de producción, comercialización y uso de la semilla. Tiene tres objetos centrales
de regulación, a saber: Promover una eficiente actividad de producción y comercialización de semillas,
Asegurar a los productores agrario (la identidad y la calidad de la simiente) y Proteger la propiedad de las
creaciones fitogenéticas.

DEFINICIONES que están en la ley, y que son importantes para poder realizar una interpretación integral de la
misma:

SEMILLA O SIMIENTE: toda estructura vegetal destinada a la siembra o propagación. Esto es, todo órgano
vegetal, tanto la semilla en sentido estricto como los frutos, bulbos, tubérculo, yemas, estacas e incluso
plantas de viveros destinadas o utilizadas para siembra, plantación o propagación. (art. 2 ley 20.247 y art. 1 inc
a. decreto reglamentario 2183/91).

CREACION FITOGENÉTICA: el cultivar obtenido por descubrimiento o aplicación de conocimientos científicos al


mejoramiento heredable de la planta.

Otras definiciones OBTENTOR: Es la persona que crea o descubre y desarrolla una variedad

VARIEDAD: (reglamentación) conjunto de plantas de un solo taxón botánico del rango más bajo conocido que
pueda definirse por la expresión de los caracteres resultantes de un cierto genotipo, y que pueda distinguirse
de cualquier otro conjunto de plantas.

FITOMEJORADOR: persona que utiliza una variedad para mejorarla o crear una nueva variedad, a través de la
ciencia.

El ORGANO DE APLICACIÓN DE LA LEY es el MINISTERIO DE AGROINDUSTRIA con el asesoramiento de la


CONASE. Y el PODER DE POLICIA en estas cuestiones es el INASE.
Comisión Nacional de Semillas (CONASE)

Creada en la Ley 20.247, en jurisdicción del Ministerio de Agroindustria. Compuesta por 10 miembros (5
representan al estado, y 5 a la actividad privada, y dentro de la actividad privado se pueden observar a uno
que se encarga de los fitomejoradores, dos a la producción y al comercio y dos a los usuarios). Estos son
designados por el Ministerio de Agroindustria a propuesta de las entidades más representativas de cada
sector. El mandato dura 2 años y pueden ser reelegidos. Las FUNCIONES Y ATRIBUCIONES de la Conase son:
Proponer normas y criterios de interpretación de la ley. Indicar las especies de semillas que requieren ser
fiscalizadas. Opina sobre el cumplimiento de la ley y su reglamento siempre que lo requiera el Ministerio.
Tomar conocimiento y emitir opinión sobre políticas, proyectos, leyes vinculados a la materia. Examina
antecedentes y propone sanciones a las infracciones a la ley. Toma intervención cuando existen diferencias
entre actores. Propone los aranceles para los servicios de la ley. Dentro de la CONASE hay tambien COMITÉ
TECNICOS se cuenta con ellos a partir del reglamento, para conocimiento técnico de cada variedad.

DE LA SEMILLA. REQUISITOS PARA PODER SER COMERCIALIZADA.

Definición: Toda estructura vegetal destinada a la siembra o propagación (art. 2 ley 20.247 y art. 1 inc a.
decreto reglamentario 2183/91). Los requisitos para ser comercializada una semilla son los siguientes: La
semilla expuesta al público o entregada al usuario a cualquier título, debe estar identificada en el rótulo del
envase (nombre del identificador, comerciante o expendedor, nombre de la especie o mezcla, nombre del
cultivar, germinación, contenido, año de cosecha, porcentaje de pureza físico-botánica, categoría de la semilla,
si la tuviere, Semilla que haya sido tratada por sustancias toxicas, etc.) Todo se encuentra en el artículo 9 de la
ley.

Podemos observar varias CLASES DE SEMILLAS.

La ley establece clases de semillas:

Identificada: la que cumple con los requisitos del art 9 (dicho anteriormente)

Fiscalizada: además de cumplir con los requisitos del art 9 haya demostrado un buen comportamiento en los
ensayos aprobados oficialmente y sometida a control oficial durante las etapas de su ciclo de producción. La
ley establece el rotulado obligatorio de la semilla y de las especificaciones que deben constar en el mismo,
entre otras el identificador y el comerciante que expende la semilla. Que conste en el rotulo quien es el
creador de la variedad y quien el comerciante, va a representar, ante un posible conflicto, la posibilidad de
conocer el responsable ante el productor. La ley crea esencialmente dos registros, uno de ellos obligatorio
para el obtentor, el otro de carácter voluntario, por la finalidad que tiene cada uno, veremos:

REGISTRÓ NACIONAL DE CULTIVARES: Creado en el ámbito del Ministerio de Agricultura, (INASE) donde se
deberá inscribir todo cultivar que sea identificado por primera vez. Como observamos es de registración
obligatoria al cultivar del que luego se extraerá la semilla y la variedad vegetal. Dicha inscripción estará
patrocinada por Ing. agrónomo, especificando el nombre del solicitante, la especie botánica, nombre del
cultivar, origen, caracteres más destacables. Esta inscripción no da derecho a propiedad.
REGISTRO NACIONAL DE LA PROPIEDAD DE CULTIVARES: Este registro tiene el objeto de proteger los
derechos de propiedad de los creadores o descubridores de nuevos cultivares, no es obligatorio, sino que es
un derecho del descubridor u obtentor de inscribir la propiedad de su cultivar. Serán considerados bienes las
creaciones fitogenéticas o cultivares distinguibles de otros anteriormente conocidos cuyas características sean
homogéneas y estables a través de generaciones futuras. Es constitutivo, pues su inscripción otorga la
propiedad del cultivar al obtentor. El título de propiedad sobre un cultivar será por un período no menor a
diez años ni superior a veinte.

ALCANCES DEL TITULO DE PROPIEDAD: El título de propiedad lo otorga el Ministerio (INASE) con
asesoramiento de la CONASE, por los períodos antes dicho, pertenece a la persona que lo obtuvo y no impide
que otras puedan utilizar el cultivar para la creación de uno nuevo.

EL DERECHO DEL FITOMEJORADOR: Lo encontramos en el art. 25 de la Ley. Que establece que cualquier otra
persona puede utilizar una creación fitogenética protegida bajo la propiedad intelectual, para el desarrollo de
un nuevo cultivar.

EL DERECHO DEL AGRICULTOR AL USO PROPIO Lo encontramos a este derecho (llamado por algunos autores
como excepción del agricultor) en el art. 27 que sostiene: “no lesiona el derecho de propiedad sobre un
cultivar quien entrega a cualquier título semilla del mismo mediando autorización del propietario, o quien
reserva y siembra semilla para su propio uso, o usa o vende como materia prima o alimento el producto
obtenido del cultivo de tal creación fitogenética”. Es decir que el productor agropecuario podrá reservarse
parte de su cosecha para luego volver a utilizarla (como semilla en este caso) para una nueva siembra.

RESOLUCIONES QUE LIMITAN EL DERECHO DE USO PROPIO. El INASE (Instituto Nacional de Semillas), a partir
del dictado de algunas resoluciones ha avanzado en la limitación amplia del uso propio del agricultor, a saber:
La Resolución 35/96 de INASE que establece los requisitos para que se configure el uso propio (lo denomina
excepción del agricultor). En su art. 1 manifiesta que para gozar de dicha “excepción” debe reunir los
siguientes requisitos: Ser agricultor. Haber adquirido legalmente la semilla originaria. Reservar del grano
cosechado para su posterior siembra el volumen necesario. Destinarla a su propia explotación. Mantenerla
separada del grano, manteniendo su identidad. Si la acopia en una cooperativa o acopio se considera expuesta
al público y debe pedir autorización al obtentor (propietario de la semilla).

INASE. INSTITUTO NACIONAL DE SEMILLAS: La AUTORIDAD DE APLICACIÓN establece la ley 20247 es el ex


Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, con el asesoramiento de la CONASE (Comisión Nacional de
Semillas): aplicara la ley y establecerá requisitos, normas, categorías y especie de semillas. El INASE fue creado
por decreto reglamentario 2817/91 como organismo descentralizado en el ámbito del Ministerio y es el
órgano de aplicación de la ley de semillas y su decreto reglamentario 2183/93 que creaba el SENASE Servicio
Nacional de Semillas para ejercer sus funciones. En el año 2000 fue disuelto el INASE y recreado por ley 25845
del año 2003. Tiene por objetivo proteger y registrar la propiedad intelectual de las semillas y creaciones
fitogenéticas y biotecnológicas. Dirige el Registro Nacional de Cultivares, el Registro Nacional de la Propiedad
de Cultivares, expide los títulos de propiedad de variedades.

Controla el comercio de semillas, ejerciendo el poder de policía. Controla la importación y exportación de


semillas. Expide certificados de calidad de todo órgano vegetal destinado a la siembra, plantación o
propagación.
UNIDAD 11: CONTRATOS AGRARIOS (PARTE GENERAL)
El Derecho Romano conceptualizaba al contrato de locación como “Un contrato sinalagmático y de buena fe,
por el cual una de las partes se obligaba a procurar a la otra el goce pacífico y temporario de una cosa, o a
ejecutar para ella un trabajo, o a prestarle un servicio, mediante el pago de un precio cierto en dinero.” De
esta definición se desprendían tres modalidades: “la locatio conducto rei” (de cosa), “operum”(de obra) y
“operis” (de servicio).

El arrendamiento de un predio rural, en este caso la retribución podía consistir además de en un precio cierto
en dinero (merces), en un porcentaje sobre el producido de las cosechas (sin affectio societatis). Se distinguía
de la locación de un predio urbano, ya que contemplaba la posibilidad de obtener una disminución en el
precio ante una mala cosecha, con la obligación de compensarlo en una cosecha buena posterior.

Enfiteusis: Nace en la edad media como un nuevo derecho real (nombre griego que significa “plantación o
mejora de la tierra”). Se dividía el dominio de la tierra en “directo” (mantenido por los señores feudales) y
“útil” (atribuido a los vasallos, que cultivaban la tierra bajo la condición de dividir los frutos, a cambio de una
anualidad en dinero y/o una prestación militar). La cesión del dominio útil se hacía por largos plazos o a
perpetuidad (se podía heredar) y era siempre oneroso (a diferencia del usufructo). El enfiteuta tenía derecho
de usar y gozar de la cosa, disponer, gravarla y enajenar sus derechos a cambio del pago de un canon
periódico.

La Revolución Francesa y la codificación se propusieron destruir al sistema feudal caído en un gran


desprestigio. A dichos fines se buscó la liberación de las cargas de la tierra a través de: - Derecho de propiedad
(de corte individualista y absoluto) y - libertad de contratación.

Derecho de Propiedad: Derecho principal al que se supeditan los demás bienes y derechos.

Contrato de locación: expresa estas ideas porque permite transmitir el uso y goce de la tierra sin comprometer
su derecho real de dominio.

El código de Vélez no tiene normas particulares referidas a locación rural, sino sólo algunas dispersas, en
consonancia con el pensamiento de la época que no disponía de un tratamiento especial diferenciado de esa
materia.

Hay varios conceptos para definir a los contratos agrarios podremos observar que a lo largo de la historia
fueron teniendo distintos significados.

Concepción civilista: - los contratos agrarios no constituían una categoría autónoma, eran abordados desde el
punto de vista de su objeto (uso y goce del predio), ignoraban el aspecto causal y lo agrario como actividad
productiva.

Se fue superando esta concepción para dar lugar a una que reconociera la función económico-social del
contrato agrario. El Código Italiano de 1942 recepta este nuevo concepto y reconoce a la “empresa agraria”.
Desde la visión agrarista del contrato agrario lo define como aquel cuya finalidad típica es la obtención de un
rendimiento económico mediante la atribución de una titularidad transitoria de aprovechamiento de un
inmueble rural u otro bien conexo con la agricultura, destinándolo a la producción agrícola, silvícola o
ganadera con fines de mercado, esta definición la da FACCIANO y SANCHEZ HERNANDEZ. Son un instrumento
formidable de política agraria, Justifica una legislación especial, el contrato ya no gira en torno a su objeto,
sino en relación a su causa.

GALLONI nos dice que los contratos agrarios son aquellos mediante los cuales las partes convienen en poner a
disposición de una y bajo el control de otra los factores de producción con el objeto común de constituir y
ejercitar, por una minima duración de tiempo, un tipo de empresa reconocida por el ordenamiento legal .

Existen dos grandes clasificaciones de los derechos agrarios: Primero vamos a hablar de los CONTRATOS
TRADICIONALES O RESTRINGIDOS que a su vez están subdivididos en Contrato CONMUTATIVOS, los cuales se
produce cuando el concedente otorga el bien productivo agrario desvinculándose de los riesgos de la
explotación y recibe a cambio un precio cierto en dinero. Ej.: Arrendamiento y Contrato ASOCIATIVO, los
cuales aparecen cuando el concedente participa en los riesgos ya que las partes se reparten los productos,
frutos o utilidades obtenidas. Ej.: Aparcería; y desde un segundo plano podemos encontrar a los CONTRATOS
AMPLIOS O MODERNOS los cuales se subdividen en Contratos PARA LA FORMACION DE LA EMPRESA AGRARIA
que se los puede definir como aquellos contratos de concesión de un predio, hábiles para la constitución y
ejercicio de la empresa agraria. El empresario agrario, si no es titular de un predio, debe recurrir a los
contratos de arrendamiento o aparcería para conformar la empresa, y los Contratos de EMPRESA AGRARIA
que son aquellos destinados al servicio de una empresa ya constituida y funcionando. Ej.: locación de obra
para siembra, fumigación, cosecha; contrato de depósito de cereal; contrato de compra venta de semillas e
insumos. Esta categoría amplia comprende todo contrato en el que la empresa agraria sea su causa.

Podemos analizar que hay varios inconvenientes de la aplicación del CODIGO CIVIL de los contratos agrarios
como por ejemplo el código de Vélez no distinguía entre locación urbana y rural, los contratos rurales casi
nunca se hacían por escrito, por lo que no tenían un plazo de duración determinado, se aplicaba el art. 1506
del CC: “Si el arrendamiento fuere de una heredad cuyos frutos se recojan cada año, y no estuviese
determinado el tiempo en el contrato, se reputará hecho por el término de un año. Cuando sean frutos que se
recojan después de varios años, el arrendamiento se juzga hecho por el término necesario para que el
arrendatario pueda percibir los frutos.”A la finalización del año agrícola el colono se veía expuesto a aceptar
las condiciones que se le imponían para la renovación del contrato, o bien a abandonar la explotación.
Impedía encarar una producción racional (rotación de cultivos, introducción de mejoras). El descontento de
los colonos motivó el Grito de Alcorta (1912) y la creación de Federación Agraria Argentina.

Como consecuencias de estos problemas que atraía el CC se empezaron a promulgar leyes especiales y de aquí
surgen la ley 11.170 que fue luego reemplazada en 1932 por la ley 11.627 y esta a su vez por la 13.246 que,
rige actualmente con sus modificaciones. La nueva legislación se basa en la tutela de la producción y la
protección de la familia agraria. Si bien la legislación especial implicó un avance, adolecía de defectos: no
declaraba el carácter de orden público de sus normas ni establecía un plazo mínimo imperativo. Esto surgió
debido a la situación crítica sufrida por los productores, se le sumó la baja pronunciada de precios de
productos agrícolas después de la primera guerra mundial, lo que motivó la sanción de la primer ley especial
de arrendamientos rurales.
Ley 13.246 (ref. 21.452 y 22.298) se sanciona en 1948. Constituye una norma especial que reconoce la función
productiva y social de la actividad. La ley N°21.452 de 1976 eliminó la tácita reconducción y reformó el
régimen de contratos accidentales. La ley N°22.298 de 1980 introdujo importantes reformas especialmente en
cuanto al plazo mínimo de los contratos el que bajó de 5 a 3 años, sin opción de prórroga.

El Nuevo Código Civil y Comercial empieza a jugar de otra manera en relación a la materia agraria. La Ley
26.994 COMIENZA A REGIR EL 1º DE AGOSTO DE 2015, LA CUAL DEROGÓ Y REEMPLAZÓ A LOS CÓDIGOS CIVIL
Y COMERCIAL Y COMENZÓ A REGIR EL 01/08/2015 CON EXCEPCIÓN DE LAS LEYES DEROGADAS POR EL ART. 3º
DE LA LEY 26.994 Y LAS MODIFICACIONES A LAS LEYES DE SOCIEDADES (19.550), DEL CONSUMIDOR
(24.240/26.361) Y DEL REGISTRO DE PROPIEDAD (17.801) RESPETA LOS OTROS MICROSISTEMAS NORMATIVOS
AUTOSUFICIENTES. EN CONSECUENCIA, LOS CONTRATOS DE ARRENDAMIENTOS Y APARCERÍAS CONTINUAN
REGULANDOSE POR LA LEY 13.246 (ref. x 21.452 Y 22.298) APLICÁNDOSE EL CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL DE
MANERA SUPLETORIA (art. 41 ley 13.246).

La ley 13.246 regula los siguientes contratos:

Contrato de arrendamiento: Este contrato permite la cesión del uso y goce de un predio rural destinado a la
explotación agrícola mediante una contraprestación que se lleva a cabo por un precio en dinero.

• Contrato de aparcería agrícola: Es un contrato mediante el cual se permite la cesión de uso y goce de un
predio rural o que pueden ser otros bienes que se destina a su explotación y que se reparten los frutos

• Contrato de aparcería pecuaria: Aquí se realiza la cesion de uso y goce de animales que se destinan a la
explotación pecuaria y se reparten los frutos

• Contratos accidentales: se dice que “están fuera de la ley 13.246” porque no se le aplican sus principios. El
marco está dispuesto en el art. 39 de la misma.

Las normas aplicables a los contratos de arrendamiento y aparcerías se pueden observar en el siguiente orden:
1º) LEY 13.246 (modificada por leyes 21.452 y 22.298) y DECRETO REGLAMENTARIO 8330/63

• 2º) VOLUNTAD DE LAS PARTES

• 3º) SUPLETORIAMENTE: CC, ahora CCC (en especial normas sobre locación)

• 4º) USOS Y COSTUMBRE LOCALES.

Los principios que se encuentran en esta ley son los siguientes:

SE APLICA A TODO CONTRATO DE ARRENDAMIENTO o APARCERIA CUALQUIERA SEA LA DENOMINACION QUE


LE DEN LAS PARTES

• ES DE ORDEN PÚBLICO ( se desarrolla abajo después de las explicaciones de los principios)


• SUS BENEFICIOS SON IRRENUNCIABLES: Con esto se pretende evitar que se impongan condiciones a la parte
más débil de la relación contractual, acá no tiene lugar el principio de irrenuciabilidad frente a derechos
abusivos regulado en el 1071 del CC. Y esto debe encuadrarse dentro de los límites racionales e indagarse en
cada caso y así evitar la renuncia anticipada. Pero no toda renuncia a los beneficios de la ley debe ser
inexorablemente sancionada con la nulidad ya que esto no ocurre cuando la renuncia de un determinado
derecho está compensada por un beneficio igual o mayor al renunciado

• SON NULAS LAS CLAUSULAS CONTRARIAS A LA LEY: En principio no se persigue la total nulidad del contrato
sino solamente aquella convención que va en contra o es contraria de la norma imperativa, ver como la
nulidad afecta elementos esenciales del acto y se hace indispensable su sustitución por otra que se adecue al
ordenamiento legal. La ley sanciona con nulidad los pactos o clausulas que contraríen sus disposiciones
imperativas con esto se protege al productor. La sanción ha sido impuesta en beneficio del agricultor y que
este solamente puede invocarla por acción o por excepción

• EN FRAUDE A LA LEY: Aquí podemos ver como aquellos actos simulados tendientes a privar al arrendatario
de los beneficios que le correspondan en virtud de su real naturaleza y que aparecen en la forma de otro.

• ESTIPULA CIERTAS CLÁUSULAS NULAS (art. 17): El propósito de la ley es prohibir todas aquellas
convenciones que eran de estilo antes de la sanción de leyes especiales y que posibilitan un verdadero estado
de dependencia del arrendatario respecto del arrendador por lo que son insanablemente nulas y carecen de
todo valor y efecto de clausulas que obliguen realizar ciertas actividades comerciales, contractuales y
productoras que se encuentran en el articulo 17

• INEMBARGABILIDAD: Observar el artículo 15 de la ley 13.246.

Con respecto al orden publico se tiene que realizar un estudio más amplio, este lo podemos identificar en la
Ley. 13.246 art.1°, párr. 2°: “Los preceptos de esta ley son de orden público, irrenunciables sus beneficios e
insanablemente nulos y carentes de todo valor cualesquiera cláusulas o pactos en contrario o actos realizados
en fraude a la misma. LAS DISPOSICIONES DE LA LEY NO PUEDEN VARIARSE POR VOLUNTAD DE LAS PARTES
(ESTÁ EN JUEGO EL INTERES GENERAL). SE PUEDE HABLAR DE UN ORDEN PUBLICO AGRARIO •.SE VERIFICA
TANTO COMO ORDEN PUBLICO DE PROTECCION (garantiza la igualdad de las partes en el contrato) COMO DE
DIRECCION (protege el interés general)

El orden público agrario se puede encontrar de manera general en el Art. 12 CCC “Orden público. Fraude a la
ley. Las convenciones particulares no pueden dejar sin efecto las leyes en cuya observancia está interesado el
orden público. El acto respecto del cual se invoque el amparo de un texto legal, que persiga un resultado
sustancialmente análogo al prohibido por una norma imperativa, se considera otorgado en fraude a la ley. En
ese caso, el acto debe someterse a la norma imperativa que se trata de eludir. No toda la ley 13.246 tiene
carácter de orden público. Sin lugar a dudas las normas relativas a - plazo, - precio, - prohibición de
explotación irracional y - cláusulas nulas, revisten carácter imperativo. El Orden Público Agrario en el CCC se
pueden encontrar las INEFICACIAS se regulan en los artículos 382 y ss del CCC. – Art. 386 “Son de nulidad
absoluta los actos que contravienen el orden público, la moral o las buenas costumbres” – Art. 387. “La
nulidad absoluta puede declararse por el juez, aun sin mediar petición de parte, si es manifiesta en el
momento de dictar sentencia. Puede alegarse por el Ministerio Público y por cualquier interesado, excepto
por la parte que invoque la propia torpeza para lograr un provecho.
Nulidad parcial es la que afecta a una o varias de sus disposiciones. – La nulidad de una disposición no afecta a
las otras disposiciones válidas, si son separables. Si no son separables porque el acto no puede subsistir sin
cumplir su finalidad, se declara la nulidad total. – En la nulidad parcial, en caso de ser necesario, el juez debe
integrar el acto de acuerdo a su naturaleza y los intereses que razonablemente puedan considerarse
perseguidos por las partes”.

Efectos de la nulidad: Art. 390 “La nulidad pronunciada por los jueces vuelve las cosas al mismo estado en que
se hallaban antes del acto declarado nulo y obliga a las partes a restituirse mutuamente lo que han recibido.”
Expresa con mayor claridad la posición ya sostenida al respecto por doctrina y jurisprudencia.

En resumen: -Si una cláusula contractual violenta una norma de orden público dispuesto por la 13.246, esa
cláusula será nula. -La nulidad de la cláusula no acarrea la nulidad del contrato. -Sólo cae la cláusula, la que
deberá ser integrada por el juez. - ¿A qué fecha? A la fecha de celebración del contrato, ya que retrotrae el
acto al momento de su nacimiento. - Las cláusulas o contratos creados para “saltar” la 13.246, se consideran
hechos en fraude a la norma y por tanto, son nulos, aun cuando no surja con claridad su oposición a la letra de
la ley. (ej. Contratos sui generis.)

UNIDAD 12: ARRENDAMIENTO RURAL


El ARRENDAMIENTO RURAL se encuentra definido en el ART 2° Ley 13.246 (modif. Ley N°22.298), el cual
establece que "Habrá arrendamiento rural cuando una de las partes se obligue a conceder el uso y goce de un
predio, ubicado fuera de la planta urbana de las ciudades o pueblos, con destino a la explotación agropecuaria
en cualesquiera de sus especializaciones y la otra a pagar por ese uso y goce un precio en dinero". Dentro de
esta definición vamos a ir desglosando ciertos elementos, el primer elemento que podemos ver es la CESION
DEUN PREDIO RUSTICO aquí la doctrina considera que un predio es rústico cuando no tiene las características
dadas por el Decreto Reglamentario N° 8330/63 de la Ley Nº 13246. Concepto dado por el Decreto Ley
8330/63 de planta urbana: "Considerase planta urbana de las ciudades o pueblos el núcleo de población
donde existe edificación y cuyo fraccionamiento se encuentre efectivamente representado por manzanas y
solares o lotes cuente o no con servicios municipales y esté o no comprendido dentro de lo que la
Municipalidad respectiva considere como ejido del pueblo". Por ende el predio que no tenga estas
características se considera predio rústico. El segundo elemento es la DESTINACION DE LA EXPLOTACION
AGROPECUARIA EN CUALESQUIERA DE SUS ESPECIALIZACIONES que establece un panorama muy amplio lo
que es muy acertado. No es limitativo de una o varias actividades. Un criterio más moderno sería considerar a
la actividad agropecuaria dentro del concepto dado por el Profesor Carrozza de la " noción de agrariedad". Lo
que implica que haya un ciclo biológico vegetal o animal para catalogarlo como tal. Dentro del arrendamiento
rural hay que observar cómo se determina el precio, que es su tercer elemento, el cual tiene que ser siempre
en dinero y puede ser en moneda extranjera o nacional según la regulación de articulo 765 y debe ser cierto,
determinado o determinable. El nuevo ccc en su art. 1133 (referido a compra venta) no habla de precio cierto
sino de determinado y amplía las posibilidades al agregar un párrafo que establece que “en cualquier otro
caso, se entiende que hay precio válido si las partes previeron el procedimiento para determinarlo”
(convencional).
Hubo un cambio radical con los artículos 617 y 619 del Código Civil que establecían que la obligación
constituida en moneda que no fuera de curso legal en el país se consideraba como de dar sumas de dinero y
se cumplía la obligación dando la especie designada. La solución era similar en el art. 765 del Proyecto de CCC
unificado, pero éste fue modificado por el Poder Ejecutivo antes de ser remitido al Congreso. La redacción
aprobada la considera como de dar cantidades de cosas y el deudor puede liberarse pagando el equivalente
en Pesos. Sin embargo no fue advertida la contradicción con el artículo siguiente que exige al deudor entregar
la especie designada y que no fue modificado, lo que seguramente será fuente de conflictos.

Con respecto a los precios del arrendamiento en cantidad fija de frutos podemos identificar el kilaje fijo como
una modalidad de contraprestación prohibida que se encuentra en el artículo 32 denominado cláusula
prohibida. Una doctrina ateniéndose al texto de la ley considera que es una cláusula prohibida debiendo
anularse la misma e integrar el contrato con una cláusula nueva. Otros doctrinarios como Martínez Goletti
entre otros sostienen que esta prohibición es solo para las aparcerías y no para los arrendamientos ya que en
la aparcería la contraprestación es un porcentaje de los frutos. Por otra parte este art 32 está en el capítulo de
las aparcerías. Otra parte de la doctrina acepta que el precio se fije en dinero conforme lo determina la ley
pero sujeto a la variación de la cotización de un producto determinado argumentando que esta forma de
determinación no estaría prohibido ya que sería un precio "determinable. Facciano dice que cuando se
determine el precio de los frutos en especie la clausula es nula por el artículo 2 de la ley 13.246 y no por el
artículo 32 , ahora si el precio es se considera determinable la cuestión es admisible. La nulidad del acto fijado
judicialmente solo alcanzara la clausula en cuestión y se deberá integrar una nueva clausula establecida por el
juez.

No puede pactarse la entrega física de quintales (pero sí su equivalente en dinero). No es una cláusula de
ajuste (prohibida) sino un modo de determinación del precio Si se declara la nulidad de la cláusula las cosas
deberán volver al estado en que se encontraban antes del acto anulado. Consejo práctico ante la eventualidad
de que las partes contratantes exijan que la contraprestación sea en dinero sujeto a la variación de un
producto: Poner esta cláusula en el contrato: "Si bien las partes declaran conocer la prohibición establecida
en el art.32 de la ley 22298 consideran que para el caso del arrendamiento dicha prohibición no es válida
atento a que el referido artículo se encuentra dentro del capítulo de las aparcerías".

PRECIO DEL ARRENDAMIENTO: CONTRATOS CANADIENSES. Se rigen por CLÁUSULA PROHIBIDA (art. 32). Se
prohíbe pactar un plus ya sea en dinero o en especie, por sobre el precio pactado, y en el supuesto en que la
cotización o la cantidad de lo producido superen los parámetros que se pacten a tal fin en el contrato. Alcanza
tanto a los arrendamientos como a las aparcerías, no así a los accidentales.

La CESION DEL CONTRATO Y SUBARRIENDO: Se encuentra prohibido salvo conformidad expresa del
arrendador, podemos decir que no está COMPRENDIDO EL PASTOREO DE RASTROJO (se puede ceder). En la
aparcería no está previsto legalmente pero dado el carácter intuitu personae también está prohibida. “Asiste
derecho a la actora a rescindir el contrato de arrendamiento rural celebrado con el demandado, si se
encuentra probado que subarrendó parte del predio, pues tal conducta estaba prohibida legalmente por el
art. 7° de la Ley 13,246, precepto de orden público del que no podía apartarse” (Cám. Apel. Noreste del
Chubut, Sala A, 25/11/2003 Aranda de Strobl, Clementina c. Carrillo, Arturo, LLPatagonia, 2004 – octubre-,
554).
MUERTE DEL ARRENDATARIO: Art 7° 2ºparte: "Si ocurriere la muerte del arrendatario será permitida la
continuación del contrato por sus descendientes, ascendientes cónyuges o colaterales hasta el segundo grado
que hayan participado directamente en la explotación o su rescisión a elección de estos. La decisión deberá
notificarse en forma fehaciente al arrendador dentro de los treinta días contados a partir del fallecimiento”. La
condición fundamental para que se produzca la continuación del contrato de arrendamiento es que hayan
participado en la explotación.

MUERTE DEL ARRENDADOR Y ENAJENACION DEL PREDIO: La ley no trata este caso. Debemos ir al art 1189 inc.
c) del Código Civil y Comercial el cual trae una modificación con relación al viejo Código. Con la nueva
normativa se permite el pacto en contrario es decir puede pactarse que si muere el arrendador puede
rescindirse el contrato. Si el contrato no dice nada debe de respetarse el mismo.

CONSECUENCIA DE LA EXPLOTACION IRRACIONAL POR EL ARRENDATARIO: Ley N° 13246 fue pionera en este
tema determinando la rescisión del contrato ante la explotación irracional por parte del arrendatario. Ley N°
22298 que la modifica mantiene este principio pero deroga dos circunstancias que estaban en la anterior
legislación las cuales eran: La posibilidad de que el estado pueda fijar las condiciones técnicas en las que se
permitiría la continuación de la explotación. La posibilidad permitida en la anterior legislación de rescindir por
parte del arrendatario el contrato ante determinadas circunstancias.

BIENES INEMBARGABLES: Art 15: "Se declaran inembargables inejecutables y no afectados al privilegio del
arrendador los muebles ropas y útiles domésticos del arrendatario, los muebles las maquinarias, enseres
elementos y animales de trabajo rodados semillas y otros bienes necesarios para la explotación del predio, los
bienes para la subsistencia del arrendatario y su familia durante el plazo de un año incluidos semovientes y el
producido de la explotación dentro de los límites que reglamentariamente se fijen. Los beneficios que acuerda
este artículo no afectarán el crédito del vendedor de los bienes declarados inembargables e inejecutables y no
comprenderán a los arrendatarios que sean sociedades de capital". Un principio de solidaridad con el
arrendatario justifica esta normativa. Un caso particular a destacar es que en caso de venta y no pago de un
bien declarado inembargable por ej. Maquinaria no rige este artículo para el crédito del vendedor.

CLAUSULAS NULAS: El art. 17 nos dice cuales son las cláusulas que se deben declarar nulas: Las que obligan al
arrendatario a realizar determinados actos como vender asegurar transportar etc. a/o con persona o empresa
determinada. Cuando se obliga al arrendatario a utilizar determinados sistemas o elementos para la cosecha o
comercialización. Tener en cuenta que en estos casos lo que se anula es la cláusula NO el contrato y el mismo
deberá de ser necesario integrarse con otra cláusula acorde a lo permitido por la Ley. El 2do párrafo del art 17
declara nula la constitución de domicilio especial y la prórroga de jurisdicción, el art 17 en su 2do párrafo
establece expresamente que será nula la cláusula que determine en el contrato un domicilio especial distinto
al real del arrendatario. Esta prohibición se ha establecido para evitar que se le notifique al arrendatario en un
domicilio especial constituido en el contrato en donde al no vivir en él el arrendatario puede no enterarse de
la notificación practicada y quedar eventualmente en una situación de indefensión. También en el 2do párrafo
del art. 17 está la prohibición de prorrogar la jurisdicción en el contrato de arrendamiento. JUSTIFICACION DE
LA MEDIDA: Con la sanción de la ley N° 13246 se crearon las Cámaras Paritarias de Conciliación y Arbitraje
Obligatorias creando de esta manera un Fuero Agrario por lo que se justificaba la prohibición que nos ocupa
ya que forzosamente las cuestiones que surgiesen debían dirimirse ante la Cámara Paritaria correspondiente.
ESTADO ACTUAL DE LA SITUACION: Posteriormente las Cámaras Paritarias fueron declaradas
inconstitucionales y fueron dejadas sin efecto desapareciendo el Fuero Agrario. Esta situación hizo que la
jurisprudencia fuese variando y se inclinase por admitir la prórroga de jurisdicción por acuerdo de las partes
contratantes debiendo someterse a la normativa de los Códigos Procesales Provinciales. Actualmente
recientes fallos han vuelto a la prohibición de prorrogar la jurisdicción partiendo de la base que así está
determinado en el texto de la ley. Aunque hay parte de la doctrina que nos dice que en los casos de prórroga
de jurisdicción se pueden aplicar las normas procesales de cada jurisdicción avaladas por el artículo 1 del
decreto-ley 1638.

OBLIGACIONES DEL ARRENDATARIO (ART. 18): Dedicar el suelo a la explotación establecida en el contrato con
sujeción a las leyes y reglamentos agrícolas y ganaderos. Mantener el predio libre de plagas y malezas si lo
ocupó en esas condiciones y contribuir con el 50% de los gastos si recibió el predio con plagas y/o malezas.
Esta disposición hace que sea MUY IMPORTANTE que al confeccionar el contrato se ponga cuál es la condición
del predio al momento de entregarse. Conservar los edificios y demás mejoras del predio los que deberán
entregar al retirarse en las mismas condiciones salvo los deterioros ocasionados por el uso y la acción del
tiempo.

OBLIGACIONES DEL ARRENDADOR: Contribuir con el 50% de los gastos que demande la lucha contra las
malezas y plagas si el predio las tenía al contratar. Cuando el número de arrendatarios exceda de 25 y no
existan escuelas públicas a menor distancia de diez kilómetros del centro del inmueble proporcionar a la
autoridad escolar el local para el funcionamiento de una escuela que cuente como mínimo un aula por cada
treinta alumnos vivienda adecuada para el maestro e instalación para el suministro de agua potable.

OTRAS OBLIGACIONES PARA LAS PARTES CONTRATANTES ADEMAS DE LAS ESTABLECIDAS EN LA LEY: Deben de
tenerse en cuenta las normas establecidas en el Código Civil y Comercial que puedan aplicarse en forma
subsidiaria y que se encuentran en el Párrafo 1° de la Sección 4ta Capitulo 4° del Título 4to, Libro tercero. La
Ley de Trabajo Agrario N° 26727 establece en el art.12 que: "Quienes ceden total o parcialmente a terceros el
establecimiento.... deberán exigir de aquellos el adecuado cumplimiento de las normas relativas al trabajo y
de las obligaciones derivadas de los sistemas de seguridad social, siendo en todos los casos SOLIDARIAMENTE
RESPONSABLES de las obligaciones emergentes de la relación laboral y de su extinción cualquiera sea el acto o
estipulación que al efecto hayan concertado".

PACTO COMISORIO TACITO DEL ARRENDAMIENTO RURAL: Art 19 dice: "El abandono injustificado de la
explotación por parte del arrendatario o la falta de pago del precio del arrendamiento en cualquiera de los
plazos establecidos en el contrato son causales que dan derecho al arrendador a rescindir el contrato y exigir
el desalojo del inmueble" La mora es automática. El incumplimiento de las obligaciones especificadas en el inc
a) b) y c) del art.18 facultará al arrendador para pedir su ejecución o la rescisión del contrato, pudiendo
reclamar los daños y perjuicios ocasionados. El incumplimiento de las obligaciones especificadas en el inc d)
del art.18 facultará al arrendatario a compensar el crédito por las sumas invertidas con los arrendamientos
adeudados sin perjuicio de la facultad de exigir su pago inmediato. Este art. 19 de la Ley fue una normativa de
avanzada para la época ya que se adelantó veinte años a lo que después determino el Código Civil en su art.
1204.
OTRAS CAUSALES DE EXTINCION DEL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO RURAL: RESCISION: Se basa en la
autonomía de la voluntad de las partes contratantes. • CONFUSION: Si por una circunstancia posterior a la
firma del contrato se confunde en una misma persona la figura del arrendador y arrendatario. • EVICCION: El
arrendador debe garantizar el uso de la cosa dada en arrendamiento durante toda la vigencia del contrato. •
VICIOS OCULTOS: Son " los defectos que hacen a la cosa impropia para su destino por razones estructurales o
funcionales o que disminuyen su utilidad. La responsabilidad del arrendador caduca a los tres años desde que
entregó el inmueble. • FRUSTRACION: en cuanto a la finalidad del contrato (art 1090 del Cód. Civil y
Comercial). TURBACION del uso y goce del predio por reparaciones o innovaciones por parte del arrendador
(art 1201 del Cod Cy C.) • DESTRUCCION O FRUSTRACION del uso y goce de la cosa arrendada por caso
fortuito o fuerza mayor (art 1203 del Cod C y C) • RESOLUCION ANTICIPADA por voluntad del arrendatario lo
admite expresamente el Cod. Civil y Comercial para todas las locaciones. • FINALIZACION DEL USUFRUCTO O
DEL USO : Vence el plazo del usufructo vence el contrato otorgado

CAUSALES QUE SURGEN DE LA LEY DE CONCURSOS Y QUIEBRAS LEY 24522: La apertura del concurso
preventivo de cualquiera de las partes puede provocar la resolución del contrato si el Juez no autoriza la
continuación. Si el concursado no cumple con las prestaciones adeudadas a la fecha de la presentación. Si no
se comunica al arrendador dentro de los 30 días de abierto el concurso esta nueva situación. En caso de
quiebra del arrendatario tiene derecho a requerir la resolución del contrato (art 157 Ley de Quiebras). En caso
de que el fallido sea el arrendador el arrendamiento continúa produciendo todos sus efectos legales (art 157
Ley de Concursos y Quiebras).

UNIDAD 13 Y 14: CONTRATO DE APARCERIA Y DISPOSICIONES


COMUNES
El CONTRATO DE APARCERIA aparece cuando una de las partes se obliga a entregar a otra animales, o un
predio rural con o sin plantaciones, sembrados, animales, enseres o elementos de trabajo, para la explotación
agropecuaria en cualesquiera de sus especializaciones, con el objeto de repartirse los frutos. Los contratos de
mediería se regirán por las normas relativas a las aparcerías, con excepción de los que se hallaren sometidos a
leyes o estatutos especiales, en cuyo caso les serán, asimismo, aplicables las disposiciones de esta ley, siempre
que no sean incompatibles con aquellos. (ARTICULO 21 DE LA LEY 13.246). Dentro de esta definición podemos
ver ciertas concordancias de leyes especiales y códigos como por ejemplo: Los arts. 2 y 22 de la ley 13.246;
arts. 1442 a 1447 del Código Civil y Comercial; art. 2 de la ley 19.550.

EVOLUCION DEL CONCEPTO: La figura de la aparcería como contrato autónomo fue una novedad de la ley
13.246, ya que si bien de hecho tenía gran difusión en la pampa húmeda, no contaba con una regulación legal
específica sino que, por el contrario, era considerada un tipo de arrendamiento caracterizado por la forma de
pago del precio. En efecto, las anteriores leyes sobre arrendamiento rurales (11.170 y 11.627) incluían dentro
de éstos, también a aquellos en que el pago consistiera en “un tanto por ciento de la cosecha o del
rendimiento”. Para algunos doctrinarios nos encontrábamos frente a una sociedad, existiendo distintas
opiniones respecto al encuadre en uno u otro tipo societario.
Lo cierto es que un argumento irrebatible en cuanto a la inexistencia de sociedad, era que ésta supone la
aparición de una persona, un sujeto de derecho, distinto de los sujetos que la componen (artículos 33 y 39 del
CC y artículo 2 ley 19.550), situación que no se verifica en la aparcería. Remarca Brebbia que además de lo
señalado, la sociedad está dotada de capital propio y es capaz de contraer obligaciones y adquirir derechos.
Esto no ocurre en la figura analizada, en la que el predio o semoviente continúa dentro del patrimonio del
dador, quien sólo concede su uso y goce al aparcero. Por de pronto, la sanción de la ley 13.246 vino a poner
fin a la discusión sobre la naturaleza jurídica de la aparcería, configurándola como un contrato autónomo.
Incluso se señala que “la autonomía de este contrato, emanada del texto legal, se vincula con el proceso de
emancipación del derecho agrario y responde al contenido social de dicha rama jurídica”. La sanción del
Código Civil y Comercial viene a confirmar su naturaleza jurídica, claramente incluida en la categoría de
contratos asociativos que incorpora el nuevo ordenamiento legal y que coincide con lo que ya había sostenido
la doctrina agrarista. La normativa de estos contratos “se aplica a todo contrato de colaboración, de
organización o participativo, con comunidad de fin, que no sea sociedad” y se deja en claro que por estos
contratos no se constituyen personas jurídicas.

En nuestro régimen legal, entonces, se diferencia el contrato de arrendamiento del de aparcería


fundamentalmente en que en este último, si bien también existe la cesión del uso y goce de un predio o un
semoviente, las partes se vinculan con la finalidad de repartirse los frutos, productos o utilidades. “Dador” y
“aparcero” colaboran en la empresa agraria aportando respectivamente capital y trabajo, participando
también en los riesgos. Ambas partes se encuentran vinculadas por el resultado de la explotación y las
utilidades que ambas puedan obtener dependerán directamente de ese resultado, pues nada recibirá si la
cosecha se pierde totalmente. Se trata, en consecuencia, de un contrato de “tipo asociativo”, mientras que,
por el contrario, el arrendamiento constituye un contrato “de cambio” o “conmutativo”, tomando la
clasificación tradicional de los contratos que comprende sólo a los que Carrozza denomina “de concesión”.

Respecto de la figura del aparcero, en intuitu personae, ya que seguramente, al momento de contratar, su
profesionalidad y capacidad técnica serán especialmente tenidas en cuenta por el dador como condición
esencial para asegurar el mejor resultado de la explotación y por ende las mayores utilidades a obtener. De
esa misma característica se derivan otras diferencias con respecto al arrendamiento, el dador tiene mayores
facultades de contralor, atento a su interés directo en el resultado de la explotación. Otras diferencias están
plasmadas en las distintas consecuencias jurídicas que ocasionan, por ejemplo, la muerte o incapacidad del
aparcero y del arrendatario, y las distintas regulaciones en uno y otro respecto a la cesión del contrato.
Estamos frente a un contrato consensual, bilateral, de colaboración, de estructura asociativa, oneroso, de
tracto sucesivo, formal no solemne, típico y aleatorio.

Debemos mencionar, que existe alguna jurisprudencia que equivocada e insólitamente considera que el
arrendamiento rural forma parte de la legislación civil, mientras que la aparcería es parte de “una rama del
derecho también civil pero más especializada como es el Derecho Agrario”. Inmediatamente se observa la
inexactitud de lo expresado, ya que tanto el arrendamiento rural como la aparcería están regulados en la ley
especial de arrendamientos rurales y aparcerías nº 13.246 que estamos comentando en esta obra, y tanto en
una como en otra figura el incumplimiento de algunas de las obligaciones legales o pactadas, como así
también el vencimiento del plazo, dan derecho al cedente (arrendador o dador) a exigir el desalojo del predio.
Dentro del concepto del artículo 21, ley 13246, quedan comprendidas tres figuras perfectamente
diferenciadas: a) Aparcería pecuaria: entrega de animales cuyos frutos o productos se reparten por mitades,
salvo convención en contrario. b) Aparcería agrícola: entrega del predio con o sin plantaciones, enseres,
animales, sembrados, para repartirse los frutos. Las partes pueden convenir libremente, en principio el
porcentaje respectivo. El dador carece de facultades de dirección y sólo le asisten las de vigilancia general para
proteger su interés. c) Mediería: es un género de la aparcería; ambas partes hacen aportes equivalentes y se
reparten los frutos por partes iguales. Interviene el dador en la dirección de la empresa. En contra de esto se
dice que los conceptos jurídicos “locación” y “arrendamiento” son sinónimos; la calificación urbana y rural no
tiene más relevancia que la ubicación catastral de los mismos, pero tanto la locación como el arrendamiento
comunes entre sí no alcanzan a identificarse con la aparcería. La ley 13.246 constituye un verdadero estatuto
regulador de las relaciones jurídicas y técnicas, aparcero dador por una parte, y por la otra aparcero; es la
relación entre el capital y el trabajo aplicado a la actividad agropecuaria, cualquiera sea la distribución de los
beneficios, especies y frutos del proceso productivo, no existiendo entre las partes pago en dinero ni vinculo
de subordinación.

El CONTRATO DE MEDIERÍA es una sub-especie de la aparcería, que posee todos los elementos de ésta y,
además, otros que le son propios. La doctrina y la jurisprudencia han delineado como sus elementos
esenciales los siguientes: a) que las partes efectúan aportes equivalentes: el dador el capital, consistente en el
predio rural y otros elementos, y el mediero, su trabajo y el de su personal asalariado (y a veces algunos
bienes); b) ambos contratantes asumen los gastos de la explotación en partes iguales; c) los frutos, beneficios
o utilidades resultantes de la explotación se dividen en partes iguales, y d) el dador puede compartir la
dirección y administración de la empresa agraria. Más interesante aparece la aplicación subsidiaria del
régimen general de las aparcerías que estipula este artículo para aquellos contratos de medierías “sometidos a
leyes o estatutos especiales”, disposición que permitió por ejemplo el dictado de normas como la del decreto
145/01, por el cual se creó la figura del Contrato de Mediería Frutihortícola, hoy derogado .En realidad, esta
última figura, al igual que la del Estatuto del Tambero Mediero del decreto ley 3750/46, hoy también
derogado y considerado por algunos como un ejemplo típico de esta exclusión, de la mediería solamente toma
el nombre, porque en cuanto se analizan dichas regulaciones se observa que en realidad no se encuentran en
las mismas las características esenciales de aquélla, como la equivalencia de aportes y el reparto de los frutos
en partes iguales.

Los CONTRATOS EXCLUIDOS se pueden apreciar en el Artículo 4, Decreto ley 1639/63: Los contratos que, a
pesar de no estar regulados por un estatuto especial presupongan una relación de dependencia y no
impliquen la cesión del uso y goce del predio, quedarán excluidos del régimen de la ley 13.246 aun cuando la
retribución consista en la participación de los frutos. La doctrina suele considerar este artículo del decreto
reglamentario —que alerta a no confundir a los contratos laborales en los que la retribución consista en una
participación en los frutos con los contratos regulados por la ley 13.246—, al abordar el análisis del artículo 21
de la ley.
OBLIGACIONES DE LAS PARTES EN LA APARCERÍA: Artículo 23 — Son obligaciones del aparcero y del dador:
del aparcero: a) Realizar personalmente la explotación, siéndole prohibido ceder su interés en la misma,
arrendar o dar en aparcería la cosa o cosas objeto del contrato; b) Dar a la cosa o cosas comprendidas en el
contrato el destino convenido o en su defecto el que determinen los usos y costumbres locales, y realizar la
explotación con sujeción a las leyes y reglamentos agrícolas y ganaderos; c) Conservar los edificios, mejoras,
enseres y elementos de trabajo que deberá restituir al hacer entrega del predio en las mismas condiciones en
que los recibiera, salvo los deteriores ocasionados por el uso y la acción del tiempo; d) Hacer saber al aparcero
dador la fecha en que se comenzará la percepción de los frutos y separación de los productos a dividir, salvo
estipulación o usos en contrario; e) Poner en conocimiento del dador, de inmediato, toda usurpación o
novedad dañosa a su derecho, así como cualquier acción relativa a la propiedad, uso y goce de las cosas. Del
aparcero dador: f) Garantizar el uso y goce de las cosas dadas en aparcería y responder por los vicios o
defectos graves de las mismas; g) Llevar anotaciones con las formalidades y en los casos que la reglamentación
determine. La omisión o alteración de las mismas constituirá una presunción en su contra”. Artículo 39,
Decreto Reglamentario 8330/63: El aparcero hará saber al propietario, con una antelación mínima de 10 días,
la fecha en que comenzará la percepción y distribución de los frutos o en que requiere que ésta se efectúe.
Artículo 40, Decreto Reglamentario 8330/63: El aparcero dador deberá llevar anotaciones en las que conste: a)
Nómina de las máquinas, animales, útiles, enseres y bienes de toda clase aportados inicialmente por cada uno
de los contratantes, especificando su estado y valor estimativo o de costo. Deberá actualizar dicho inventario
con los cambios que se produzcan, para la cual el aparcero está obligado a hacerle llegar la correspondiente
información; b) Los demás aportes que efectúe; c) Detalle de la forma en que se distribuyen los frutos de cada
cosecha y liquidación. Hay cierta concordancia con los arts. 18 y 22 ley 13.246; arts. 1200 a 1210 del Código
Civil y Comercial.

OBLIGACIONES DEL APARCERO: A) EXPLOTACIÓN PERSONAL Y PROHIBICIÓN DE CESIÓN: Artículo 23: Son
obligaciones ... Del aparcero: a) Realizar personalmente la explotación, siéndole prohibido ceder su interés en
la misma, arrendar o dar en aparcería la cosa o cosas objeto del contrato... Esta obligación es consecuencia
directa del carácter intuitu personae del que se encuentra revestida la aparcería. Teniendo principalmente en
mira que no estamos en presencia de un contrato en el que la contraprestación por la entrega del bien (predio
rural o semoviente) sea el pago de un precio, sino que, por el contrario, el dador recibe un porcentaje de la
producción, deviene fundamental la persona del aparcero, su profesionalidad y su honestidad, circunstancias
que serán sin dudas tenidas especialmente en cuenta al momento de contratar. Ha quedado superada la
opinión de que esta exigencia obligaba al aparcero a trabajar personalmente en la explotación,
considerándose en la actualidad suficiente que éste tenga a su cargo en forma personal y directa la
organización de los factores de producción, la dirección de la empresa y el consiguiente control de las
actividades de los que participan en la explotación, sean familiares, asalariados o contratistas. Como
consecuencia —y siendo en realidad esta prohibición la esencia del sentido y alcance de esta obligación—, no
podrá el aparcero ceder su interés en el contrato, arrendar o dar a su vez en aparcería a terceros la cosa o
cosas objeto de la misma. Esta prohibición podrá salvarse con la conformidad del dador, ya sea ésta incluida
en el contrato con carácter general u otorgada a posteriori, respecto al caso concreto. No existe en la ley
ninguna limitación legal para que se otorgue dicha conformidad, no encontrándose comprometido el orden
público en esta cuestión, más aún después de la derogación por la 22.298 de la prohibición absoluta que
establecía el art. 7 para que el arrendatario subarrendara o cediera el contrato.
El aparcero podrá tomar animales a pastaje para aprovechar los rastrojos sin necesidad del consentimiento del
dador, ya que el artículo 14 del decreto reglamentario 8330/63 excluye esta situación tanto de la prohibición
de subarriendo como de la de cesión del predio en aparcería establecida por el art. 7. Entendemos igualmente
aplicable esa excepción a la norma que estamos comentando, pero con la salvedad de que de la estructura
asociativa de la aparcería se derivará el derecho del dador a percibir el mismo porcentaje pactado en el
contrato principal sobre el producido de ese pastaje.

DESTINO DE LA EXPLOTACIÓN: b) Dar a la cosa o cosas comprendidas en el contrato el destino convenido o


en su defecto el que determinen los usos y costumbres locales, y realizar la explotación con sujeción a las
leyes y reglamentos agrícolas y ganaderos. Esta disposición es prácticamente la réplica de la establecida por el
art. 18 en su inciso a) para el contrato de arrendamiento rural, por lo que nos remitimos a su comentario. Sin
embargo debemos destacar que para el caso de las aparcerías pecuarias típicas (sin entrega anexa de precio)
rige específicamente esta disposición, porque, como ya puntualizamos, la remisión del art. 22 no las alcanza.

DEBER DE CONSERVACIÓN: c) Conservar los edificios, mejoras, enseres y elementos de trabajo que deberá
restituir al hacer entrega del predio en las mismas condiciones en que los recibiera, salvo los deteriores
ocasionados por el uso y la acción del tiempo. Esta disposición, que se refiere exclusivamente a las aparcerías
agrícolas y en las pecuarias atípicas, también aparece como sobreabundante tanto respecto al equivalente del
inciso c) del art. 18

AVISO DE PERCEPCIÓN DE FRUTOS Y DIVISIÓN: d) Hacer saber al aparcero dador la fecha en que se
comenzará la percepción de los frutos y separación de los productos a dividir, salvo estipulación o usos en
contrario. Decreto Reglamentario 8330/63: El aparcero hará saber al propietario, con una antelación mínima
de 10 días, la fecha en que comenzará la percepción y distribución de los frutos o en que requiere que ésta se
efectúe. En este caso nos encontramos con una norma que constituye una novedad respecto de las
obligaciones del arrendatario rural y de las generales del locatario. Se deriva de la misma naturaleza asociativa
de la aparcería y tiende a posibilitar el ejercicio del derecho de fiscalizar la calidad y cantidad de los frutos y
productos de la explotación por parte del dador, como así también el reparto de esos mismos frutos y
productos.

COMUNICACIÓN AL DADOR DE TODO HECHO O ACCIÓN OPUESTA A SU DERECHO: e) Poner en conocimiento


del dador, de inmediato, toda usurpación o novedad dañosa a su derecho, así como cualquier acción relativa a
la propiedad, uso y goce de las cosas. Esta obligación, que es el reverso de la que impone al dador el inc. f), es
idéntica a la que imponía al locatario el art. 1530 del Código Civil, por lo que la misma aparecía como
innecesaria. Su inclusión podía explicarse de alguna manera cuando, antes de ser derogado por la ley 22.298,
el art. 29 de la ley de Contratos agrarios anteponía los convenios de las partes y los usos y costumbres locales
a las normas del Código Civil para estos contratos, y dado que su carácter autónomo podía haber generado
alguna duda respecto a la aplicabilidad de dicho artículo. Desde este punto de vista, hoy ya no tendría razón
de ser. En el Código Civil y Comercial la cuestión se encuentra regulada en el artículo 1048, dentro de los casos
de cesación de responsabilidad por evicción. Como ya hemos expresado, ante cualquier situación de esta
naturaleza el aparcero debe informar inmediata y fehacientemente al dador para preservar su derecho de
garantía de uso y goce del bien.
OTRAS OBLIGACIONES DEL APARCERO: Además de las obligaciones específicas de todas las aparcerías
contenidas en este artículo, el aparcero agrícola tiene las establecidas para el arrendatario en los art. 8 y 18,
por la remisión que efectúa el art. 22. Deberá entonces efectuar una explotación racionalmente, obligación
que surge a contrario sensu de la prohibición de hacerlo irracionalmente que establece el art. 8. Si recibe el
predio libre de plagas y malezas, deberá mantenerlo en dicho estado a su costo, y si preexistieran a dicha
recepción, deberá cubrir el 50% del costo de su erradicación. También el aparcero tiene a su cargo,
obviamente, el cumplimiento de la obligación principal, que es la de entregar al dador la parte de los frutos,
productos y utilidades convenida, obligación que surge de la misma definición del contrato de aparcería.
Finalmente, le alcanzan las ya mencionadas obligaciones previstas para el locatario en el Código Civil y
Comercial, siempre que no se opongan a las disposiciones especiales de esta ley, lo que surge tanto de la
derivación del art. 1858 como del orden de prelación de normas del art. 4159, de cuyo inciso d) surge que
también tendrá todas las que surjan de los usos y costumbres locales.

. OBLIGACIONES DEL DADOR:

A) OBLIGACIÓN DE GARANTÍA DE USO Y GOCE: f) Garantizar el uso y goce de las cosas dadas en aparcería y
responder por los vicios o defectos graves de las mismas

B) OBLIGACIONES FORMALES: g) Llevar anotaciones con las formalidades y en los casos que la reglamentación
determine. La omisión o alteración de las mismas constituirá una presunción en su contra. Artículo 40. Decreto
Reglamentario 8330/63: El aparcero dador deberá llevar anotaciones en las que conste: a) Nómina de las
máquinas, animales, útiles, enseres y bienes de toda clase aportados inicialmente por cada uno de los
contratantes, especificando su estado y valor estimativo o de costo.

C) OTRAS OBLIGACIONES DEL DADOR: Además de las obligaciones contenidas en este artículo, que alcanzan
como señalamos a todo tipo de aparcerías, el dador agrícola y el pecuario atípico (con entrega de predio
anexo) tienen las obligaciones establecidas para el arrendador en el art. 18. Se agrega entonces a las antes
desarrolladas, la de contribuir con el 50% del costo de la lucha contra plagas y malezas, si existieran al
entregar el predio y la de proporcionar local para funcionamiento de una escuela cuando el número de
aparceros exceda de veinticinco y no existan escuelas públicas a menor distancia de diez kilómetros del centro
del inmueble.68 Como ya indicamos en el prefacio del presente, también le alcanzan las ya mencionadas
obligaciones previstas para el locador en el Código Civil y Comercial.

PÉRDIDA DE LOS FRUTOS NO REPARTIDOS: Artículo 24 — La pérdida de los frutos por caso fortuito o de
fuerza mayor será soportada por las partes en la misma proporción convenida para el reparto de aquellos. —
Concordancias: arts. 21, 23, 30, 32, 34, 35, 36 de la ley 13.246. Esta disposición es inderogable por estar
alcanzada por el orden público del que está imbuida la ley. Fulmina de esta manera toda posibilidad de pactar
que las partes soporten las pérdidas en proporción distinta a su participación en las ganancias. Lo que evita
que pueda existir una cláusula de ese tenor es justamente la presencia de este artículo, por lo que de modo
alguno creemos, como sostiene parte de la doctrina, que sea innecesario.
EL PACTO COMISORIO TÁCITO PROPIO Y OTRAS FORMAS DE EXTINCIÓN DE LOS CONTRATOS DE APARCERÍA:
Artículo 25 — Cualquiera de las partes podrá pedir la rescisión del contrato y el desalojo y/o entrega de las
cosas dadas en aparcería si la otra no cumpliese las obligaciones a su cargo. En los casos de abandono
injustificado de la explotación por el aparcero o si el incumplimiento se refiriese a la entrega de la parte de los
frutos que correspondan al dador, éste tendrá derecho a exigir en juicio sumario el desalojo del predio y/o la
restitución de las cosas objeto del contrato. — Concordancias: arts. 19, 21, 30, 34 y 37 de la ley 13.246; arts.
1087, 1088 y 1089 Código Civil y Comercial

INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES: Artículo 25 — Cualquiera de las partes podrá pedir la rescisión del
contrato y el desalojo y/o entrega de las cosas dadas en aparcería si la otra no cumpliese las obligaciones a su
cargo… Debemos tener presente que el abandono al que hace referencia la norma, al igual que en el
arrendamiento, no es de la “cosa” sino de la “explotación”. Es decir que el concepto de abandono en la ley
agraria, tanto en el arrendamiento rural como en la aparcería agrícola, se “vincula fundamentalmente con la
explotación de la tierra y tiene un fin socioeconómico que consiste en evitar que haya tierras improductivas
sin justificación, que trasciende el mero interés particular de los contratantes.

FALTA DE ENTREGA DE LA PARTE DE LOS FRUTOS CORRESPONDIENTES AL DADOR: Artículo 25 (2º parrafo) …
si el incumplimiento se refiriese a la entrega de la parte de los frutos que correspondan al dador, éste tendrá
derecho a exigir en juicio sumario el desalojo del predio y/o la restitución de las cosas objeto del contrato.

CAUSALES DE EXTINCIÓN DE LA APARCERÍA NO PREVISTAS EN LA LEY 13.246:

A) CAUSALES QUE SURGEN DEL CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL. Nos remitimos a lo desarrollado ut supra en el el
punto 9.5.a. respecto al arrendamiento, aplicables igualmente a la aparcería.

B) CAUSALES QUE SURGEN DE LA LEY DE CONCURSOS Y QUIEBRAS 24.522 b.1) En el caso de concurso
preventivo del aparcero, el tercero co-contratante, en este caso el dador, podrá resolver el contrato
comunicándoselo al aparcero y al síndico, si no se le hubiese comunicado fehacientemente la decisión de
continuarlo dentro de los 30 días de abierto el concurso. b.2.) En el caso de quiebra del aparcero, se presenta
una cuestión interesante que surge del carácter intuitu personae de la aparcería90 y en razón de lo dispuesto
por el art. 147 LCQ91, que establece que los contratos con prestación personal del fallido quedan resueltos sin
más por la declaración de quiebra. Encuentra la doctrina el fundamento de esta norma en el hecho de que
“son en general contratos que se basan en la confianza entre los contratantes”, lo que no condiría con el
hecho de que la explotación fuera ejercida por un tercero (el síndico o quien resuelva el juez a su sugerencia) y
si bien se aclara que “no todos los contratos de este tipo quedan resueltos porque la ley establece
regulaciones especiales como por ejemplo el contrato de locación (art. 157)”, esa aclaración se hace referida
al carácter de contrato de ejecución continuada, situación también prevista en el mismo artículo, que tiene la
locación. Por lo tanto, si el fallido es aparcero, entendemos que el contrato queda automáticamente resuelto.
Recordamos que en el caso de quiebra del dador el contrato no se extingue y continúa produciendo todos sus
efectos legales.
VENCIMIENTO DEL TÉRMINO DE LA APARCERÍA: Artículo 26 — Vencido el término legal o el término pactado,
si este último fuera mayor, regirá para las aparcerías en las que se conceda el uso y goce de un predio rural, lo
dispuesto en el art. 20. Hay que acordarse que el plazo es convenido por las partes en su defecto el de los usos
y costumbres locales o el necesario para que el animal no sea arrebatado de los brazos de la madre para la
aparcería pecuaria, en los otros dos se aplicaran los plazos que se establecen en el arrendamiento rural.

MUERTE O INCAPACIDAD DE LAS PARTES: Artículo 27 — El contrato de aparcería concluye con la muerte,
incapacidad o imposibilidad física del aparcero. El contrato no terminará, salvo opción contraria del aparcero,
por muerte del dador o por enajenación del predio.

CONSECUENCIAS DE LA MUERTE, INCAPACIDAD O IMPOSIBILIDAD FÍSICA DEL APARCERO: En el caso de las


aparcerías, ya sean agrícolas o pecuarias, la ley 13.246 establece rotundamente, para el supuesto de muerte
del aparcero, la conclusión del contrato. Es decir que, atento su carácter intuitu personae, la ley no permite, a
diferencia de lo estatuido para los arrendamientos rurales, la continuación por parientes que hubieran
participado en la explotación. Esta norma se aparta aún más que el artículo 7 de lo estatuido en el Código Civil
y Comercial para las locaciones en general, que establece por regla en su art. 11Y 89 el traspaso de los
derechos y obligaciones del contrato a los herederos del locatario. Parte de la doctrina considera
excesivamente estricta la redacción actual de esta norma, ya que muchas veces este contrato es
efectivamente intuitu familiae, habiendo tenido el dador en cuenta la composición del grupo familiar del
aparcero al momento de contratar. Sostiene este sector que la explotación agropecuaria se ejerce por
intermedio de una empresa agraria que implica una organización en la que se refleja el trabajo de un equipo,
prefiriendo el sistema original de la ley, que permitía como excepción la continuación por ciertos herederos
que hubiesen participado de la explotación. Para otros, por el contrario, la disposición es razonable, porque
resalta el carácter estrictamente intuitu personae de este contrato y evita posibles perjuicios para la
productividad, y en consecuencia para el dador, en caso de falta de idoneidad de los continuadores. Lo cierto
es que la ley establece claramente la conclusión del contrato en caso de muerte del aparcero tomador. Por lo
tanto, si sus herederos, u otro pariente, continuaran con la explotación, con la anuencia o sin la oposición del
dador, estaríamos en un supuesto de un nuevo contrato respecto al cual regirán las normas del plazo mínimo
del artículo 4º de la ley 13.246. Una cuestión importante y novedosa a tener en consideración es que el
Código Civil y Comercial introduce el instituto de la atribución preferencial de bienes, de aplicación en los
modos de hacer la partición de un acervo hereditario y específicamente establece que si la aparcería continúa
en provecho del cónyuge supérstite o un heredero, éste podrá pedirla respecto al conjunto de cosas muebles
necesarias para la explotación. Corresponde hacer dos consideraciones respecto a la redacción de este
artículo del C.C.C.; por un lado que no sería posible la continuación de la aparcería porque la misma concluye
con la muerte del aparcero, pero entendemos que esa posibilidad alcanza sin dificultad al nuevo contrato que
se entiende celebrado conforme lo explicado más arriba y por otra parte que cuando esta norma se refiere al
supuesto de que se celebra con el cónyuge o heredero “un nuevo arrendamiento” queda comprendido el
contrato de aparcería. Igual solución, es decir la resolución del contrato, se establece para el caso de la
incapacidad o imposibilidad física del aparcero. Consideramos que la incapacidad deberá ser total o, por lo
menos, de tal magnitud que no permita a éste el ejercicio de sus funciones de dirección de la empresa agraria,
ya que la aplicación literal de esta norma, al no establecer graduaciones, puede dar lugar a situaciones de
evidente injusticia y contrarias al espíritu tuitivo de la ley.
El aparcero, como titular de la empresa agraria, es el que organiza los factores de producción, por lo que esta
norma sería aplicable, a nuestro entender, sólo en los casos en que no pueda ejercer dicha función.
Finalmente, cabe señalar que, si adoptáramos respecto al contrato de capitalización de hacienda la posición
minoritaria – que no compartimos- que lo considera un contrato autónomo y por tanto sujeto a las normas de
derecho común —que por analogía sería el mencionado artículo 1189 del Código Civil y Comercial— la muerte
del aparcero no produciría la extinción del contrato, como lo ha decidido alguna jurisprudencia. Tratándose de
un contrato de capitalización de hacienda, la muerte de las partes no produce la extinción del contrato pues su
duración está sujeta al logro de un resultado dado, esto es, la obtención de un determinado estado,
crecimiento o peso del animal, lo que constituye un plazo incierto resolutorio.

CONSECUENCIAS DE LA MUERTE DEL DADOR Y DE LA ENAJENACIÓN DEL PREDIO: La ley es clara en el sentido
de que el contrato de aparcería continuará, salvo opción contraria del aparcero, en los casos de muerte del
dador o enajenación del inmueble dado en aparcería. En estos contratos, pese a que la ley agraria es
coincidente con la normativa en materia de locaciones del Código Civil y Comercial (artículos 11,89,113)
respecto a la continuación de la relación contractual en estos supuestos, se aparta de aquélla al otorgar al
aparcero la opción de rescisión, supuesto no permitido al locatario civil. Esto tiene su justificación en el
carácter intuitu personae de la aparcería, lo que tiene sus consecuencias y puede ser aducido tanto por el
dador, como en este caso, por el aparcero. Recordamos que como ya señalamos, la ley agraria no se ocupa de
estos supuestos –muerte del arrendador y enajenación del predio- en el caso del arrendamiento rural, por lo
que se aplica en el mismo plenamente la normativa general en materia de locaciones del Código Civil y
Comercial, no teniendo en consecuencia el arrendatario, a diferencia del aparcero, la posibilidad de optar por
la rescisión en esos caso.

CAPITALIZACION DE LA HACIENDA: Pérez Llana lo define como aquel “en que una de las partes, propietario o
arrendatario de un predio, recibe de la otra parte una determinada cantidad de ganado con el objeto de
engordarlo y repartir luego el mayor valor que la hacienda adquiere”. Partiendo de esta clara definición nos
encontramos sin lugar a duda con un contrato cuya naturaleza es la misma que la naturaleza jurídica de los
contratos de aparcería pecuaria, es decir, el contrato de capitalización de hacienda constituye una especie del
contrato de aparcería pecuaria. Así como hemos dicho que en el contrato de aparcería pecuaria pura nos
encontramos con la entrega de animales con el objeto de repartirse las crías (frutos), en el contrato de
capitalización de hacienda el objeto del mismo es repartirse entre las partes contratantes el mayor valor que
la hacienda adquiere. Es decir, una parte, aparcero dador entrega a la otra parte, aparcero tomador, un
determinado número de animales para que los mismos se alimenten en el predio que posee bajo cualquier
título (propietario, arrendatario, usufructuario etc.) con el objeto de que al finalizar el plazo establecido entre
las partes dichos animales de vendan y se repartan el mayor valor que como consecuencia del engorde se
obtiene de los mismos. Una doctrina encabezada por Adrogué, sostiene que el contrato de capitalización de
hacienda es un contrato diferente de la aparcería pecuaria para lo cual determina las siguientes razones que a
su entender lo constituirían en un contrato autónomo. a) Considera que en la aparcería pecuaria la autonomía
de la voluntad de las partes contratantes juega un rol de ínfima importancia, y en cambio, en la capitalización
recobra dicho principio todo su vigor. Consideramos que este argumento no es válido porque en ambos
contratos la autonomía de la voluntad juega de igual manera pudiendo determinar las partes contratantes la
duración, como así también el porcentaje pre establecido y las demás modalidades sin limitación alguna. .
Todas las normas contenidas en los art 34 a 38 de la ley 13.246 son con carácter supletorio.
b) Porque en la aparcería pecuaria se requiere la prestación personal del trabajo y es de carácter intuitu
personae cosa que no ocurre en la capitalización. Entendemos que no es así en ambos contratos las
características personales del aparcero son indispensables a la hora de contratar ya que la retribución será un
porcentaje de lo obtenido. Por lo tanto, es lógico que el aparcero dador tenga muy en cuenta las condiciones
personales del que va a tener a cargo la realización de las tareas. c) En cuanto a la capacidad de los
contratantes a criterio de Adrogué en la aparcería pecuaria está regida por la ley 13.246, y en la capitalización
de hacienda por el ahora Código Civil y Comercial. Entendemos que si el contrato de capitalización de
hacienda es una modalidad de la aparcería pecuaria la capacidad debe de estar forzosamente regida por las
mismas normas. Entendemos siguiendo la posición del Dr Brebbia de que si bien ambos contratos se
diferencian en cuanto en la aparcería pecuaria se busca el reparto de las crías y en el de capitalización de
hacienda se busca el mayor valor que la hacienda adquiere la estructura de ambos contratos es idéntica ya
que ambos son asociativos y ambos persiguen el aumento de lo aportado ya sea en el primer caso con el
mayor número de las crías a distribuir ya sea en el segundo caso con el mayor valor que la hacienda adquiere
con el engorde.

DISPOCISIONES COMUNES
PLAZO MINIMO DE CONTRATOS AGRARIOS: La ley 13.246, por su parte, en su redacción original
estableció un plazo mínimo de cinco años, plazo que por primera vez en la legislación era aplicable de pleno
derecho. Estableció además una prórroga de tres años, para optar por la cual el arrendatario o aparcero debía
notificarlo con antelación de seis meses al vencimiento al arrendador o dador. Actualmente, luego de
sucesivas reformas, el texto vigente establece un plazo mínimo de tres años sin opción de prórroga, tanto para
los arrendamientos como para las aparcerías en las que se ceda el uso y goce de un predio. Cabe en este
punto señalar que el artículo 20 en su redacción original había instituido la tácita reconducción en materia de
contratos de arrendamientos y aparcerías rurales. Ésta fue eliminada por la ley 21.452, en redacción
mantenida por la 22.298, por lo que al vencimiento del plazo del contrato, o del plazo mínimo legal si aquel
fuera menor, el predio debe ser devuelto al propietario sin derecho a ningún plazo suplementario.

Artículo 4 — Los contratos a que se refiere el artículo segundo tendrán un plazo mínimo de tres años. También
se considerará celebrado por dicho término todo contrato sucesivo entre las mismas partes con respecto a la
misma superficie, en el caso de que no se establezca plazo o estipule uno inferior al indicado. No se
considerará contrato sucesivo la prórroga que se hubiere pactado, originariamente, como optativa por las
partes.

El segundo párrafo del artículo establece que para los contratos sucesivos rige también el derecho al plazo
mínimo, por lo que si no se estableciera plazo o se estipulare uno inferior al legal, deberá ser considerado
efectuado por tres años. Ésta no era la solución de las leyes anteriores, ya que la 11.627 otorgaba la garantía
del plazo mínimo por una única vez, rigiendo para los contratos sucesivos la autonomía de la voluntad, y la ley
13.246, tanto en su primera redacción como también en reformas anteriores a la vigente, le daba un
tratamiento distinto al del contrato original. Hoy la ley no hace distingos respecto al plazo mínimo de tres años
con relación al contrato primitivo o a los sucesivos que celebren las mismas partes sobre el mismo predio.
Se conoce como contrato sucesivo en materia agraria a aquel que, inmediatamente después de vencido un
contrato de arrendamiento o de aparcería, celebran las mismas partes sobre idéntico inmueble. Sus notas
caracterizantes son, a nuestro juicio, la inmediata celebración después de vencido un contrato y la identidad
de partes y de inmueble. Creemos que no es un elemento caracterizante de este tipo de contratos, como exige
parte de la doctrina, que el consentimiento se formalice en forma escrita.

En la restitución del predio en los contratos por tiempo indeterminado podemos observar, siguiendo el criterio
del artículo 4 de la ley 13.246, que se aplicaría el plazo mínimo legal de 3 años en estos casos. Viale menciona
a la prórroga pactada originariamente como optativa para las partes, a la que hace mención el último párrafo
del artículo que estamos comentando, aunque sólo en el caso de que no tuviera término, como supuesto
excepcional de un contrato incluido en la ley 13.246 por tiempo indeterminado. Por lo tanto se aplicaría como
plazo de vigencia del contrato el que prevé el artículo 1198 del Código Civil y Comercial, es decir de dos años.
Sin embrgo, no podemos dejar de señalar que en ese supuesto no estaríamos en presencia de un nuevo
contrato sino de una extensión del mismo contrato original que se prorroga.

EL PLAZO EN LOS CONTRATOS DE ARRENDAMIENTO EXCLUIDOS DE LA LEY 13.246:

A) LOCACIONES URBANAS Este caso, que es la exclusión más obvia, está regido actualmente por el Código
Civil y Comercial (arts. 1187 a 1212) el que unifica el plazo mínimo legal, fijándolo en dos años para cualquier
destino.

B) LOCACIÓN DE UN PREDIO URBANO DESTINADO A EXPLOTACIÓN AGROPECUARIA. Estos se encuentran


excluidos de la ley 13.246 aquellos contratos en los que una de las partes se obliga a ceder el uso y goce de un
predio ubicado dentro de la planta urbana de la ciudad o de los pueblos, aunque esté destinado a la
explotación agropecuaria. Al no estar comprendidos en la legislación agraria, regirá el plazo mínimo de dos
años del artículo 1198 del Código Civil y Comercial, pudiendo el locatario renunciar al mismo si estuviera en la
tenencia de la cosa. Es decir que para los contratos sucesivos no rige dicho plazo mínimo legal obligatorio.

C) PREDIO UBICADO FUERA DE LA PLANTA URBANA DE CIUDADES O PUEBLOS PERO NO DESTINADO A UNA
EXPLOTACIÓN AGROPECUARIA O CON VARIOS DESTINOS, NO SIENDO ÉSTA EL MÁS IMPORTANTE Estos
contratos se encuentran excluidos de la ley nº 13.246 por no darse el requisito de la destinación a la
explotación agropecuaria, por lo que se aplica a los mismos el Código Civil y Comercial, cabiéndoles el mismo
plazo mínimo y las mismas las mismas consideraciones que el apartado anterior.

D) CONTRATOS ACCIDENTALES Los contratos hasta dos cosechas como máximo o con destino exclusivo a
pastoreo tienen, en cuanto al plazo, el régimen especial previsto en el art. 39 22 de la ley nº 13.246, a cuyo
comentario nos remitimos.

PLAZO MÁXIMO: La ley 13.246 no contiene normas relativas al plazo máximo de los contratos de
arrendamientos rurales y aparcerías, tanto agrícolas como pecuarias. La doctrina era pacífica en considerar
aplicable el tope de diez años que fijaba el art. 1505 del CC. El nuevo Código en el artículo 1197 aumenta a
cincuenta años el plazo máximo para todos los destinos no habitacionales, el que es también aplicable, en
consecuencia, a los contratos de arrendamiento rural y aparcería agrícola. El plazo máximo en las locaciones
encuentra su fundamento en razones de política legislativa. En efecto, plazos excesivamente extensos
perjudican el tráfico comercial, las inversiones en la cosa locada y suelen surgir problemas cuando la cosa
ingresa en un acervo hereditario. Pensamos que la posibilidad de fijar un plazo prolongado en un contrato de
arrendamiento rural o de aparcería puede ser útil cuando tengan por objeto cultivos con ciclos biológicos
prolongados y largos plazos de amortización, como los forestales y no se quiera recurrir a la constitución del
derecho real de superficie26 que incorporó el nuevo Código. Recordamos que el art. 4527 de la ley 13.246
establece para los llamados contratos ad meliorandum un plazo máximo de 20 años.

FORMALIDADES Y PRUEBA DE LA EXISTENCIA DE LOS CONTRATOS AGRARIOS: En principio, los contratos de


arrendamientos rurales y aparcerías deben celebrarse por escrito, pero si se hubiere omitido dicha formalidad
y se pudiere probar su existencia de acuerdo con las disposiciones generales, se los considerará encuadrados
en la ley 13.246 y amparados por todos sus beneficios. Esto es así porque esa formalidad es establecida como
medio de prueba y no con carácter constitutivo47, o dicho de otra forma, es ad probationem y no ad
solemnitatem. Cualquiera de las partes puede emplazar a la otra para que se otorgue el contrato por escrito,
facultado a estos por el artículo 40 y el artículo 55 establece un procedimiento riguroso. Si las partes no
pudieran llegar a un acuerdo sobre las cláusulas del contrato a suscribir o una de ellas se negare a hacerlo,
comprobada la existencia del contrato de arrendamiento o aparcería, el juez competente, conforme al
procedimiento vigente en la jurisdicción, aprobará en forma provisoria el texto del instrumento a ponerse a
consideración, el cual deberá ajustarse a los preceptos de la ley 13.246 y su reglamentación, las estipulaciones
de las partes y los usos y costumbres de la zona. Las partes podrán formular observaciones al texto provisorio
dentro del plazo de quince días hábiles de notificadas, vencido el cual el juez procederá a aprobarlo,
introduciéndole modificaciones si éstas hubieran sido sugeridas y lo estimare procedente, dictándose
sentencia definitiva y emplazando a las partes a suscribirlo.

EFECTO RESPECTO A TERCEROS: Tomando la cuestión del efecto respecto a terceros, vemos que en la actual
redacción de este artículo la inscripción del contrato en los registros 66inmobiliarios es facultativa, no
teniendo otro requisito que las firmas certificadas. Debemos señalar que la inscripción de estos contratos no
está prevista en algunas de las leyes registrales, lo que en determinadas jurisdicciones incluso impediría su
efectivización en caso de querer ejercerse esa opción. La eliminación de la exigencia que contenía el texto
original de la inscripción para que el contrato tenga efecto respecto a terceros trae como consecuencia que la
enajenación del predio no provoque la conclusión del arrendamiento. Esto, porque volvió a ser aplicable en los
contratos de arrendamiento rural la norma civil en la materia, que hoy es el art. 1189 del C.C.C. equivalente al
art. 1498 del Código Civil derogado, el que establece que aquél susbsistirá por el tiempo convenido, o como
bien se apunta, por el mínimo legal si éste fuera mayor.

ORDEN DE PRELACIÓN DE LA NORMATIVA APLICABLE:

Artículo 41 — En los contratos a que se refiere la presente ley se aplicarán en el orden siguiente: a) Las
disposiciones de la presente ley. b) Los convenios de las partes. c) Las normas del Código Civil, en especial las
relativas a la locación. d) Los usos y costumbres locales

OTRAS CLÁUSULAS PROHIBIDAS: Artículo 42 — Prohíbese convenir como retribución, además de un


porcentaje fijo en la distribución de los frutos o suma determinada de dinero, un adicional a abonarse en
dinero o especie y de acuerdo con la cotización o la cantidad de frutos obtenidos, o en trabajos ajenos a la
explotación del predio arrendado a efectuarse bajo la dependencia del arrendador por el arrendatario,
aparcero o sus familiares.
CONTRATOS “CANADIENSES”: Se encuentran en el articulo mencionado arriba (42) y constituyen cláusulas
prohibidas en materia de precio de los arrendamientos y aparcerías rurales. Igualmente cabe señalar que no
todas las cláusulas comprendidas en el artículo comentado convierten al contrato que las contiene en lo que
se conoce como contrato “canadiense”. Nos estamos refiriendo al último párrafo, el cual habla de una forma
de pago del precio prohibida por otras razones, ósea que está prohibido “trabajos ajenos a la explotación del
predio arrendado a efectuarse bajo la dependencia del arrendador por el arrendatario, aparcero o sus
familiares”. Esta disposición, metodológicamente, debió haberse regulado por separado del resto del artículo,
ya que el mismo mantiene una unidad conceptual como configurante de las cláusulas “canadienses”, como
hemos venido explicando. En este caso, la prohibición tiene otra raíz, y es la prohibición constitucional de
establecer servicios personales95; en otras palabras, la explotación del hombre por el hombre. Es, en
definitiva, una cláusula nula que posiblemente debió legislarse en el art. 17 de esta ley, que las enumera. Por
tanto, más allá de la ubicación, es una norma que tiende a evitar esas prácticas aberrantes y, además, como el
resto del artículo, la desnaturalización de los contratos de arrendamientos y aparcerías.

Entonces se señala que nos encontramos básicamente o con un contrato de aparcería o con uno de
arrendamiento y la situación prohibida consiste en adicionar al “porcentaje fijo en la distribución de los frutos”
o a la”suma determinada de dinero”, respectivamente, un adicional en dinero o en especie. El plus prohibido
debería abonarse cuando la cotización o la cantidad de lo producido superen los parámetros que se pacten a
tal fin en el contrato.

CONTRATOS MIXTOS Y CONJUNTOS: Los contratos mixtos aparecen en la primera parte del artículo 44 que
nos dice que: Se regirá por las normas fijadas para la aparcería todo contrato en el cual la retribución consista,
además del porcentaje en la distribución de frutos, en determinada suma de dinero.... Y esto hace referencia
al caso en que se pacta básicamente dar el predio en aparcería, estableciéndose los porcentajes en la
distribución de los frutos, pero además el cesionario se obliga a pagar al concedente un precio cierto en
dinero. La solución de la ley ante este contrato “de precio mixto” es la de regir la convención por las normas
de la aparcería, lo que se ve justificado por la asunción de parte de los riesgos de la explotación por el cedente.
Se diferencian de los contratos canadienses incluidos —y prohibidos— en el art. 4297, en que en aquél
supuesto el adicional es aleatorio, dependiendo de una mayor cotización o rinde, y en cambio en éste ya es
pactado originalmente.

Los contratos conjuntos se encuentran en la segunda parte del articulo 44 y establece que se refiere al caso en
que se celebren sobre distintas superficies un contrato de arrendamiento y otro de aparcería. La ley establece,
como no podría ser de otra manera, que cada uno se regirá por las respectivas normativas. Cabe señalar que
en realidad la ley no pone un límite de dos contratos, y podría tratarse de uno o más de cada tipo de contrato,
celebrado cada uno de ellos sobre distintas superficies. Tampoco dice nada la ley respecto a que deban
referirse a partes de un mismo predio, por lo que perfectamente podrían ser de distintos establecimientos
rurales. Lo que nos parece que es determinante para configurar este tipo de contratos es que hayan sido
concebidos como un todo, como constitutivos de un mismo negocio. Por esa razón si fueran otorgados en
instrumentos distintos o en actos distintos debe dejarse expresa constancia de que se trata de contratos
conjuntos. Una consecuencia de la creación de los contratos conexos es que sería posible celebrar contratos
conjuntos sin identidad de partes, siempre que sean por lo menos uno de arrendamiento y otro de aparcería.
Otro aporte importante de la consideración de los contratos conjuntos dentro de la categoría de conexos está
referida a la interpretación de los mismos, que debe ser atribuyéndoles el sentido que surge del grupo de
contratos, su función económica y el resultado perseguido. Por lo tanto no sería posible rescindir un de los
contratos, sin afectar al resto

UNIDAD 15: CONTRATOS ACCIDENTALES, DE PASTAJE Y


CONTRATISTAS RURALES
ARTICULO 39. — Quedan excluidos de las disposiciones de esta ley: a) Los contratos en los que se convenga,
por su carácter accidental, la realización de hasta dos (2) cosechas, como máximo, ya sea a razón una (1) por
año o dentro de un mismo año agrícola, cuando fuera posible realizarla sobre la misma superficie, en cuyo
caso el contrato no podrá exceder el plazo necesario para levantar la cosecha del último cultivo. b) Los
contratos en virtud de los cuales se concede el uso y goce de un predio con destino exclusivo para pastoreo,
celebrados por un plazo no mayor de un (1) año.
Hay distintos tipos de contratos accidentales: 1) PARA PASTOREO EXCLUSIVAMENTE Y HASTA 1 AÑO:
Actualmente, y luego de varias reformas, este artículo autoriza contratos accidentales hasta dos cosechas
exceptuándolos del plazo mínimo de tres años. El tipo de cultivo deberá ser específicamente indicado en el
texto del contrato y las cosechas podrán ser celebradas a razón de una por año agrícola o en el mismo año si
por las características de aquellos pueden hacerse en la misma superficie. El plazo no podrá extenderse más
allá del levantamiento de la segunda cosecha, y si no se hubiera precisado la fecha de vencimiento, éste
tendrá lugar cuando, de conformidad con los usos y costumbres locales, se considere que deben estar
levantados los cultivos pactados, quedando establecidos como plazos máximos y de carácter general el 28 de
febrero para la cosecha fina y 31 de mayo para los cultivos de verano. La reglamentación, en los artículos más
arriba transcriptos, puntualiza y prevé distintas situaciones, siendo lo suficientemente claros, por lo que nos
remitimos a su lectura. Podrá fijarse como contraprestación por el uso y goce del predio el pago de un precio
cierto, o bien repartirse los frutos. Debemos destacar que, por estar excluidos de las restantes disposiciones
de la ley 13.246, podrán pactarse válidamente en estos contratos cláusulas que en el régimen general estarían
prohibidas, como por ejemplo fijar como precio la entrega en especie de una cantidad de frutos o incluso
cláusulas de tipo canadiense. Parecería que la lejanía temporal de las prórrogas “de emergencia” y el
consiguiente recambio generacional han mitigado la sensación de falta de confianza en la legislación
contractual agraria. Además, con el acotamiento del mínimo legal a tres años sin opción de prórroga y el
incremento hasta dos cosechas para estos contratos, la diferencia de la duración ya no es tan extensa. Así, se
pueden observar más convenciones dentro del régimen general, adoptando el plazo mínimo legal y muchas
veces uno más amplio. Incluso se observan cada vez más contratos en los cuales el destino de la explotación
contempla la rotación de cultivos y cuestiones conservacionistas que requieren, de por sí, plazos más extensos
y acordes al espíritu de la ley. No obstante esta última acotación, los contratos accidentales, como sabemos,
son ampliamente utilizados en nuestra pampa húmeda, lo que ha llevado a sostener que en muchas zonas han
constituido en algún momento la práctica habitual. Los principales “usuarios” de este sistema continúan
siendo aquellos propietarios que quieren recuperar pronta y seguramente la tenencia del predio, debido a la
gran ventaja que en este sentido otorga el testimonio de la homologación judicial de posibilitar el lanzamiento
automático al vencimiento del plazo. la doctrina agrarista ha sostenido tradicionalmente la necesidad de que
el plazo del contrato que celebre el empresario agrícola para ejercer su actividad en un fundo ajeno debe
abarcar un ciclo agrícola o ganadero completo para permitirle la explotación racional del mismo. Lo contrario,
es decir, la adopción de plazos reducidos como los de los contratos accidentales hasta dos cosechas, parece
traer como lógica consecuencia una nociva sobre-explotación del predio provocada por la necesidad de
obtener el máximo rendimiento en el reducido lapso del contrato, lo que es contrario a la protección y
conservación del recurso suelo. Por lo tanto, no aparece como deseable su generalización, más aún hoy en
que ha tomado cuerpo el principio de la explotación agraria sustentable, que prioriza la protección de los
recursos naturales y que tiene jerarquía constitucional a partir de la reforma de 1994.
2) HASTA DOS COSECHAS EN 1 o 2 AÑOS AGRICOLAS (ej.: trigo-soja o soja-soja, respectivamente, CONTRATO
DE PASTOREO). A diferencia de lo que ocurre con los contratos accidentales por cosecha, los antecedentes de
este contrato se remontan al Derecho Romano, fue de uso común en nuestra época colonial y ya aparece
regulado en la segunda ley especial de arrendamientos rurales 11.627, que lo excluía de sus disposiciones
cuando eran celebrados con este fin exclusivo y por breve término. La ley 13.246, en su redacción original,
incluyó al pastoreo en su art. 3º, dentro del Título de los arrendamientos, como un contrato excluido de sus
disposiciones. El contrato de pastoreo es aquel contrato por el cual una parte concede el uso y goce de un
predio rural por un plazo no mayor de un año, exclusivamente para que la otra apacenté en el mismo su
ganado, no estando a ésta permitido realizar ningún tipo de labor cultural, ni siquiera cultivo de forrajeras, y
pudiendo fijarse el precio en dinero o en una cantidad fija de frutos. Para una parte minoritaria de la doctrina,
con la que coincido por no observar ningún impedimento legal para que así sea, también es posible fijarlo en
un porcentaje de los frutos, productos o utilidades. Las obligaciones de las partes serán las que establece el
Código Civil para locador y locatario. Cabe señalar que la guarda y conservación del ganado estará a cargo del
arrendatario o aparcero accidental y que las pérdidas de animales serán a su cargo.

Es probable que si en un contrato de pastoreo se pactara como contraprestación por el uso y goce del predio
la entrega de un porcentaje de los frutos (en este caso las crías de los animales) pudiera producirse alguna
confusión con la aparcería pecuaria, por la característica apuntada, que sería común a ambas figuras. Sin
embargo, la diferencia es sustancial, ya que mientras en el pastoreo el elemento esencial es la cesión del uso y
goce de un predio, en la aparcería pecuaria típica lo es la cesión de animales, no existiendo normalmente la de
un predio, la que se sólo podrá darse accesoriamente en la que denominamos aparecería pecuaria atípica.66
Incluso, para parte de la doctrina en la aparcería pecuaria nunca hay cesión del uso y goce de un predio. La
cosa objeto del contrato en el pastoreo es el predio y en la aparcería pecuaria son los animales.

Aquí lo que hay que recalcar es la calificación(es la determinación que debe efectuar el juez competente, a
pedido de parte, del carácter accidental del contrato que se presenta a su consideración) y la homologación
(por su parte, es la resolución mediante la cual el juez efectúa la calificación dándole el efecto de cosa juzgada
material) que produce el lanzamiento automático al vencimiento.

Las partes, o una de ellas, podrán presentarse ante el juez con competencia en el lugar de emplazamiento del
inmueble o ante el que las partes hayan acordado en el contrato, solicitando que el mismo proceda a la
calificación y homologación del contrato. Si las firmas no estuvieran certificadas por escribano o autoridad
judicial habilitada para las certificaciones, procederá el pedido de la ratificación de las mismas previa a la
resolución.32 Por lo tanto es aconsejable, al celebrar el contrato, que las firmas sean certificadas por
cualquiera de los funcionarios mencionado.

CONTRATOS ACCIDENTALES: No son otra cosa que contratos de arrendamiento rural o de aparcería,
constituyendo una especie calificada por la brevedad del plazo derivada del destino específico de la
explotación. Tanto es así, que se los considerará incluidos en las disposiciones generales de la ley si se
prorrogaran o renovaran totalizando plazos mayores que los autorizados en este artículo, o cuando se
celebrare un nuevo contrato dentro del año del vencimiento del anterior, entre las mismas partes y sobre la
misma superficie.
Les cabe sin ningún esfuerzo y sin ninguna duda el concepto genérico de contrato agrario que apuntamos
oportunamente como aquel “cuya finalidad típica es la obtención de un rendimiento económico mediante la
atribución de una titularidad transitoria de aprovechamiento de bienes, destinándolos a la producción
agrícola, silvícola o ganadera con fines de mercado y que al conferir la titularidad de la explotación, que debe
considerarse como su efecto típico fundamental, habilita además a la constitución de la empresa agraria. Es
decir que constituyen contratos “para la empresa agraria”, dentro de la clasificación que toma una noción
amplia de los contratos agrarios.

A este respecto debemos distinguir dos aspectos o momentos que no deben confundirse: el de la tipificación
y consideración de un contrato como accidental, y el de la reglamentación de su funcionamiento. El primer
aspecto está prolijamente reglamentado por el propio artículo 39 de la ley 13.246 que, atento su carácter de
excepción al régimen tuitivo general de la ley, establece taxativamente los dos supuestos de contratos
accidentales y sus requisitos —especialmente su duración máxima—, cuestiones procesales y efectos, como
así también las causales de la pérdida de la excepcionalidad y consecuente reinserción en el régimen general
de la ley.

En el segundo aspecto, el artículo 51 del decreto-ley 8330/63, reglamentario de la ley 13.246, estipula que
estos contratos se regirán por las disposiciones del Código Civil, y así lo han receptado la doctrina15 y
jurisprudencia mayoritarias.

Consideramos infundada la imputación de inconstitucionalidad a este artículo del reglamento aduciendo que
se exceden los límites de lo reglamentario, ya que para ser considerados accidentales y alcanzados por esta
norma, previamente los contratos deben necesariamente cumplimentar los requisitos del artículo 3918, que al
ser de orden público no son eludibles por las partes y cuyo incumplimiento acarrea la inclusión, o reinclusión,
dentro de las disposiciones generales de la ley. Por lo tanto, cumplimentadas las exigencias de la norma para
obtener la exclusión del régimen general de la ley 13.246, el derecho aplicable es el común, es decir el
régimen del Código Civil, y consecuentemente regirá el principio de la autonomía de la voluntad de las partes
y todas las disposiciones relativas a la locación. No coincidimos con quienes sostienen que debe aplicarse a los
contratos accidentales sólo la exclusión del régimen del plazo mínimo de la ley 13.246 y que les alcanzan el
resto de sus disposiciones. Como consecuencia, en estos contratos no son de aplicación las nulidades
establecidas por el artículo 17 ni las obligaciones específicas del 18 y 2321, ni las reglas específicas de la
contratación agraria. Estos contratos deben redactarse por escrito.

EL CONTRATO DE PASTAJE: Vivanco nos dice que “pastoreo” es el ejercicio y la acción de pastorear el ganado,
“pasturar” es apacentar y alimentar el ganado y “pasturaje” en una acepción es el lugar de pasto abierto o
común, y en otra, los derechos con que se contribuye para poder pastar los ganados, advirtiendo que el
vocablo “pastaje” no figuraba en dicho diccionario pero dentro de los doctrinarios argentinos se decidió para
la palabra pastaje y dándole como definición a aquel contrato en el cual un sujeto agrario de un predio rural
sin otorgar la tenencia le concede a otro el derecho de hacer pastar su ganado en dicho predio, mediante el
pago de un precio determinado por cabeza y por un plazo que puede ser diario, mensual o anual.
El pastaje es un contrato bilateral e innominado que posee caracteres propios: a) el objeto del contrato lo
constituyen los pastos o hierbas naturales o artificiales aptos para la alimentación de los animales; b) el
tenedor del predio tiene la obligación de facilitar el pastaje y la bebida necesaria para los animales y de
mantener el campo en condiciones de servir al destino convenido y c) el dueño de los animales se obliga a
pagar un precio cierto por cabeza de animal y por tiempo, ya sea por día, mes o año; si bien se mezclan
elementos de otras figuras como el arrendamiento rural o la aparcería o la locación, el pastaje no se identifica
ni asimila con ninguna de ellas.

LOS CONTRATISTAS RURALES: En suma, esta es una forma contractual habitual que utilizan los que
explotan predios rurales cuya titularidad detentan por cualquier título, ocupando los contratistas rurales un
lugar esencial dentro de la actividad agraria de cultivo de cereales y oleaginosas. Es dable señalar que el
alcance de la actividad del contratista rural ha experimentado importantes cambios ya que muchos de ellos no
sólo prestan servicios —cada vez más crecientes— a terceros, sino que, además, también incursionan
directamente en el negocio de la producción, arrendando predios rurales o tomándolos en aparcería.

La principal diferencia que podemos observar entre estos sujetos es que, el arrendatario o aparcero accidental
detenta la tenencia del predio “en interés propio”; en cambio, el contratista ingresará al mismo sólo para
hacer la tarea encomendada, permaneciendo aquél en la órbita de tenencia del comitente y ejerciendo el
contratista una mera tenencia “en procuración”. Anticipados estos datos, que casi podemos denominar como
“prácticos”, para saber si estamos o no en presencia de un contratista rural, pasamos a considerar
específicamente su naturaleza jurídica. Ya identificada la figura del contratista rural y atento que no tiene
tipificación legal, pese a que su continua utilización le ha otorgado tipicidad social, es indispensable
determinar su naturaleza jurídica para así poder determinar las consecuencias de su accionar.
OBLIGACIONES DEL CONTRATISTA RURAL a) Conforme a los prescriptos por el art. 77537 del Código Civil y
Comercial para las obligaciones de hacer en general y del 1256 inc. a) y e) para las obras, el contratista deberá
cumplir en el tiempo y de la manera que fue intención de las partes plasmada en las previsiones contractuales
o que surgen de la índole de la tarea y conforme a los conocimientos razonablemente requeridos, porque de
lo contrario la prestación se considerará incumplida y el comitente podría exigir la destrucción de lo mal
hecho. Adaptando esto último a las tareas agrarias entendemos que tiene derecho a que se rehaga la tarea
(siembra, fumigación, etc.) mal hecha. b) Deberá ejecutar el contrato conforme a los conocimientos
razonablemente requeridos para la tarea a realizar (art. 1256 inc. a CCC38). El criterio de razonabilidad
respecto a los conocimientos requeridos al contratista rural xpresa una amplitud, por lo que deberá ser
circunstanciado a la persona, el tiempo y el lugar39. Asimismo podrá ejecutarla por terceros a no ser que de la
tarea surja que fue elegido por sus cualidades personales (art. 776 CCC40). c) Debe informar al comitente
sobre los aspectos esenciales del cumplimiento de la obligación comprometida (art 1256 inc. b41). El deber de
información es un principio general de la contratación siendo un elemento nivelador de la relación y su falta o
deficiencia genera una responsabilidad objetiva, directa y autónoma. d) Debe proveer los materiales
adecuados que son necesarios para la ejecución de la obra o del servicio, excepto que algo distinto se haya
pactado o resulte de los usos (art 1256 inc. c)43 y 126244 CCC). Esta es una obligación que es establecida
como regla. Por ejemplo sería la de aportar el producto fitosanitario si se lo contrata para fumigar. De allí la
conveniencia de plasmar en un contrato los puntos básicos de la tarea encomendada y sus condiciones. e)
Deberá usar de manera adecuada los materiales que se le provean e informar al comitente si los mismos no
son los adecuados, como por ejemplo que la semilla provista no es la que corresponda a la época o al lugar o
al tipo de suelo. Lo mismo si esos insumos tienen defectos que el contratista debiese conocer (art 1256 inc.
d45); f) Está obligado a observar las normas administrativas y son responsables incluso frente a terceros por
cualquier daño producido por el incumplimiento de estas disposiciones46. Esta disposición adquiere
relevancia en circunstancias tales como las de inobservancias de las disposiciones relativa a la aplicación de
fitosanitarios, entre otras. g) No podrá variar la forma pactada de la realización de la tarea encomendada y sus
condiciones, salvo que las modificaciones sean necesarias para ejecutarla y que no hubiesen podido ser
previstas al momento de la contratación. Deberá comunicarlo al comitente con indicación del costo y si
implica un aumento mayor a la quinta parte del precio pactado, éste podrá extinguir el contrato. El contratista
asume un riesgo técnico vinculado a la actividad y por tanto se encuentra en una situación de supremacía
respecto al comitente, lo que le permite realizar un cálculo eficiente del precio final de la obra, siendo el
principio general el de la inamovilidad del mismo h) Deberá abandonar el predio al culminar la tarea para la
cual ha sido contratado.

El contratista rural podrá valerse de terceros para realizar la tarea excepto que se haya pactado lo contrario o
de la índole de la obligación resulte que fue elegido por sus cualidades personales. En todos los casos conserva
la dirección y la responsabilidad por la ejecución. el contratista rural tiene la obligación, además de realizar las
tareas culturales contratadas de aportar los insumos necesarios, como sería el caso de la semilla para la
siembra, o los agroquímicos para la fumigación y fertilización, salvo pacto o uso en contrario. Si perecieran
dichos insumos por fuerza mayor, su pérdida será soportado por la parte que debía proveerlo. En cualquiera
de los dos supuestos, los granos, desde el momento en que son sembrados, son de propiedad de quien
encomienda la obra (comitente), tenedor del inmueble y por ende, titular de la explotación.
El contratista rural tendrá en todos los casos un derecho personal para reclamar por la retribución que se le
adeude, pero no adquiere ningún derecho real sobre la cosecha. Si se destruyen las tareas realizadas por caso
fortuito antes de haber sido recibida, esto autoriza a cualquiera de las partes a dar por extinguido el contrato.
Por su parte en caso de incumplimiento del contratista, el comitente podrá exigir el cumplimiento y en su
defecto hacerlo cumplir por terceros a costa de aquel. En ambos casos podrá reclamar los daños y perjuicios
derivados de la mora o del incumplimiento.

Si no hay plazos estipulados en el contrato, la recepción de la obra determinará el momento en el cual se tiene
por cumplida la obligación asumida por el contratista rural, lo que le permitirá exigir el pago del precio al
comitente. Por lo tanto, es aconsejable instrumentar por escrito la recepción de la obra terminada, esto es, la
siembra, fumigación o cosecha concluida. Por su parte, tratándose de una acción personal y no existiendo
ninguna norma especial, el término de la prescripción para reclamar el pago del precio pactado es de cinco
años . El contrato se resuelve por muerte del contratista, salvo que se acuerde continuarlo con sus herederos,
debiendo el comitente en caso de extinción pagarles el costo de los insumos aprovechables y el porcentaje del
precio.

Este contrato se celebra para la realización de una o más tareas agrícolas, o la totalidad de ellas dirigidas a la
obtención de los frutos agrícolas o su recolección; entonces, el contrato terminará por la aceptación por el
comitente de la tarea terminada68 . Si se encomienda una sola de las tareas, por ejemplo la siembra, al
finalizar la misma habrá concluido la obra y el contratista deberá retirarse inmediatamente del predio. Si ha
tomado a su cargo varias tareas del ciclo agrícola (fumigación presiembra, siembra, fertilización, fumigación,
cosecha) su obra total habrá concluido a la finalización de la última. Consideramos de fundamental
importancia destacar que en este último supuesto, al finalizar cada tarea cultural, el contratista rural deberá
retirarse inmediatamente del predio, ya que no ejerce la tenencia ni ninguna relación del poder sobre el
mismo.

OBLIGACIONES DEL COMITENTE: a) Pagar la retribución convenida. El precio será el que determine
libremente en el contrato o el de uso en la zona. Podrá ser fijado en dinero, en un porcentaje de los frutos
obtenidos o en una cantidad fija de ellos. Podrá ser fijado por una retribución global o por hectárea o por
cualquier otra forma que prevean las partes.

b) Aportar en tiempo oportuno los insumos necesarios para las tareas culturales contratadas, si así se hubiera
pactado, porque en caso contrario se presume que los aporta el contratista.

c) Indemnizar al contratista rural por el daño emergente y el lucro cesante si decidiera unilateralmente
desistir de la ejecución de las tareas.

d) Recibir la tarea si fue realizada conforme lo pactado.

e) Responder solidariamente con el contratista por las obligaciones laborales y previsionales de éste con sus
dependientes.
UNIDAD 16: CONTRATOS DE INTEGRACION
Los contratos de integración empiezan a aparecer debido a las nuevas formas de organización, colaboración,
integración entre productores, industriales, comerciantes, como así también la gran globalización económica,
avances tecnológicos y económicos y demás cuestiones corporativistas. La doctrina denomina integración a la
coordinación de las actividades entre sujetos que desarrollan una misma o distinta actividad económica. Los
contratos de integración son una buena herramienta para resolver las dificultades que individualmente serían
imposibles de superar.

Podemos ver que hay dos tipos de integraciones: La primera es la integración horizontal cuando estamos en
presencia de una coordinación de actividades pertenecientes a un mismo sector a una misma actividad, se
trata de la reunión entre iguales ya sea para adquirir maquinaria, u otros insumos, comercializar o negociar en
conjunto, compartir costos de asesoramiento técnico-profesional, etc. La segunda es la integración vertical
cuando la coordinación de actividades se da entre sujetos o empresas pertenecientes a distintos sectores, es
decir “se interrelacionan dos actividades que ad inicio no tiene nada en común”. Por último, los contratos de
integración tanto horizontal como vertical respectivamente, serán los géneros de muchas sub especies, la
cuales son CONTRATOS AGROINDUSTRIALES, CONTRATO DE MAQUILA, CONTRATO DE CANJE ( FIDEICOMISO Y
CONSORCIO)

CONTRATOS AGROINDUSTRIALES: Los contratos agroindustriales son una especie dentro del género de
los contratos de Integración Vertical. los italianos Confortini y Zimatore definen a los contratos
agroindustriales como “acuerdos entre agricultores y empresarios comerciales que tienen por finalidad, a
través de una integración de las actividades agrícolas y comerciales realizar un intercambio de productos de
características cualitativas determinadas, por una suma determinada de dinero”. Estos contratos se
caracterizan por ser bilaterales, onerosos, de tracto sucesivo, de los cuales se desprenden obligaciones
recíprocas. De modo general podemos enunciar:

Obligaciones para el agricultor enajenante de sus productos: 1.- Realizar los cultivos o cría de animales según
lo acordado y conforme a las normas técnicas de la actividad, que aseguren la producción de una cantidad y
calidad determinada de productos. 2.-Entregar al empresario industrial o adquirente, en el tiempo establecido
por contrato, la cantidad de frutos pactados. 3.-Emplear los granos, abonos, plaguicidas, fertilizantes, etc. que
le suministre el adquirente. 4.-Permitir que el adquirente controle el cultivo o la cría. 5.-Aceptar las directivas
o especificaciones de carácter técnico que se le impartan. 6.-Asumir los riesgos climáticos o biológicos.

Obligaciones para el empresario comercial o industrial: 1.-Adquirir toda la producción establecida en el


contrato. 2.-Pagar el precio establecido. A lo que podemos agregarle: 3.-Controlar todo el ciclo de la
producción agropecuaria. 4.-Directivas técnicas de producción o cría.

Las ventajas que van a tener las partes de un contrato agroindustrial son los siguientes: El productor o
empresario agrario: “la colocación de sus productos de modo seguro con un precio establecido a priori, con lo
cual se reduce o anula los riesgos de la comercialización”. Es decir que “sabe que una vez agotado el ciclo, su
producto ya está ubicado y con un precio ya acordado”
El empresario industrial: “se asegura los productos necesarios en la cantidad y calidad por él determinada”. Es
decir; “se asegura determinada cantidad de producto con un precio que también para él es satisfactorio ya
que fue pre acordado y sabe que dicho producto tendrá la calidad.

PREGUNTA DE EXAMEN: ¿podemos encuadrar los contratos agroindustriales dentro de los contratos agrarios?
Sí, nos encontramos frente a contratos de Naturaleza Agraria. Dicha afirmación se encuentra avalada con los
más destacados doctrinarios italianos y nacionales. Aunque son contratos de difícil o imposible encuadre legal,
dada su complejidad, ya que poseen caracteres de varias figuras jurídicas distintas. Dicho esto, podemos
denominarlos como sui generis a lo que le sumamos lo que ya sabemos, que son de naturaleza agraria y
autónomo. Con características específicas como es su objeto: la comercialización de un producto agrario, o
que uno de sus sujetos/partes: una empresa agraria, lo que indudablemente lo hacen un contrato agrario,
pero con características tan particulares que lo convierte en un contrato autónomo.

CONTRATO DE MAQUILA: Este contrato aparece en 1985 cuando se dictó decreto 1079/85 reglamentario
de la ley 19597, el cual instrumento el contrato de maquila, como una alternativa voluntaria de
comercialización de la caña. Actualmente legislado por la Ley 25.113 en 1999. Respecto de su naturaleza
jurídica existen en doctrina posicionamientos diversos (como incluirlo dentro de contrato de aparcería, o
calificarlo como contrato agroindustrial), pero nosotros nos adherimos a la posición sustentada por el Dr.
Fernando Brevia el cual establece que “no nos encontramos con un contrato agroindustrial” (a pesar de que la
ley nacional así lo llama) ya que no existe el complejo de obligaciones de dar y de hacer, falta la reciprocidad
que es condición indiscutible de todo contrato agroindustrial. Si estamos en condiciones de afirmar de que es
un contrato de integración vertical. Como bien dice el Dr. Staffieri la esencia de este contrato es la integración
de los eslabones de la cadena de producción. Siendo aplicable a infinidad de procesos de industrialización de
productos agropecuarios como la caña de azúcar, carne, granos, madera, vinos, productos hortícolas,
frutícolas, avícolas, etc. Con respecto a la ley 25.113 nos dice en su artículo 1° de dicha ley nos da un concepto
de nuestro contrato: “Habrá contrato de maquila o de depósito de maquila cuando el productor agropecuario
se obligue a suministrar al procesador o industrial materia prima con el derecho de participar, en las
proporciones que convengan, sobre el o los productos finales resultantes, los que deberán ser de idénticas
calidades a los que el industrial o procesador retengan para sí”. Podemos observar elementos calificantes del
contrato de maquila que se desprenden de la propia ley: 1.- El productor agropecuario mantiene durante
todo el proceso de transformación la propiedad sobre la materia prima y luego sobre la porción de producto
final que le corresponde. 2.-El industrial (procesador) es depositario de los productos y retiene para sí un
porcentaje del producto manufacturado. 3.- En ningún caso esta relación constituirá actividad o hecho
económico imponible (lo cual deriva de que no se realizará compraventa ni permuta de la materia prima). 4.-
El objeto del contrato es en principio la entrega de cualquier producto agropecuario. Con el fin de proteger la
autonomía del productor agropecuario, la ley en su artículo 3° establece lo que conocemos como clausulas
nulas: “Serán nulas las cláusulas incluidas en el contrato que impongan al productor agropecuario la obligación
de vender parte o la totalidad de los productos finales de su propiedad al industrial elaborador o que traben la
libre comercialización del mismo por cuenta exclusiva del propietario”.
- El artículo 2° expresamente dice que deben contener con carácter de esencial: a) Nombres y domicilios de las
partes; b) Cantidad de la materia prima contratada; c) Lugar de procesamiento; d) Lugar en que se depositarán
los productos elaborados que correspondan al productor agropecuario; e) Facultades de control establecidas a
favor del productor agropecuario; f) Fecha y lugar de entrega del producto elaborado; g) Lugar de celebración
y firma de las partes.

La ley establece que las acciones derivadas de la misma tramitarán por juicio sumarísimo, o por el trámite
abreviado equivalente, conforme artículo 5°

Conforme del artículo 7° de la ley, los contratos de maquila deben inscribirse, a pedido de parte, en los
Registros Públicos creados en cada Provincia. Cada provincia establecerá las disposiciones necesarias para los
procedimientos y aseguramiento según la naturaleza u objeto de cada actividad asignándoseles las
condiciones de autoridad de aplicación local. Se registrarán ante la misma autoridad todas las medidas
cautelares que afecten los productos de propiedad de los productores agropecuarios elaborados con motivo
de los contratos mencionados. Es decir: al inscribirlo en el registro le otorga fecha cierta y oponibilidad ante
los terceros.

En cuanto a la prueba, la ley establece que: la prueba pericial, en caso de no haberse ofrecido por las partes,
podrá disponerse de oficio por el juez interviniente. Quedando las partes facultadas para designar consultores
técnicos que las representen en la producción de la prueba pericial.

Obligaciones del productor agropecuario -Obligación de suministrar al industrial materia prima (conf. Art.1). -
Solicitar la inscripción en el registro (conf.art.7).

Obligaciones del industrial: -Obligación de procesar hasta su culminación y obtención del producto, conforme
a las calidades y cantidades pactadas. -En su carácter de depositario de la porción que le corresponde al
productor agropecuario del producto final, identificar adecuadamente dichos productos. -Solicitar la
inscripción en el registro

Derechos del productor -Derecho a participar sobre el producto final (conf. Art.1). -Mantener la propiedad, en
todo el proceso de producción, sobre la materia prima y luego sobre la porción del producto final. -Derecho a
establecer y ejercer sistemas de control durante procesamiento (conf. Art. 4°) -Solicitar la inscripción
correspondiente (conf. Art.4).

Derechos del industrial -Derecho a participar sobre el producto final en la proporción establecida. -Solicitar la
inscripción correspondiente.

Con el Decreto 2.506 de la Prov. de Santa Fe se crea dentro del ámbito del Ministerio de la Producción, Ciencia
y Tecnología, el Registro Provincial de Contratos de Maquila, dando cumplimiento a lo dispuesto en el artículo
7° de la Ley Nacional. En el registro deben inscribirse “a pedido de una o ambas partes, los contratos de
depósito que tengan por objeto la distribución participativa de la transformación de los productos
suministrados, sin perjuicio de denominación que se les atribuya” y además “los contratos de elaboración,
compraventa, permuta y cesión cuya contraprestación se efectivice con productos elaborados”.
Establece los requisitos que deben contener los contratos para su registración, a saber: a) Nombre y/o razón
social y Clave de Identificación Tributaria de las partes. b) Domicilios real y constituido a los fines del contrato.
c) Cantidad de materia prima contratada. d) Lugar de procesamiento. e) Porcentual de participación o kilaje
que las partes distribuyen entre sí. Cuando se trate de cesiones deberá indicarse cuantificadamente la
extensión del derecho objeto de ella, acompañándose el instrumento de notificación al deudor cedido por
acto público o en su defecto, copia autenticada de este último. f) Indicación precisa e individualizada del lugar
en que se depositarán los productos elaborados que correspondan al productor agropecuario. g) Lugar y fecha
de celebración de los instrumentos y firmas de las partes.

Por último recordemos que el contrato de maquila es aplicable a actividades de producción agropecuaria
como la de carnes, leche, madera, granos. Teniendo en cuenta que la del vino queda excluida ya que cuenta
con una ley especial.

La Ley 18.600 ordena que los contratos de elaboración de vinos por los sistemas de contrato de “elaboración
por cuenta de terceros”, “a maquila” o “por cuenta del viñatero”, deberán: - Presentar para su registro ante
los organismos provinciales de contralor en la materia, dentro del plazo de cinco (5) días posteriores a la fecha
fijada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura, como terminación de la vendimia para cada zona. - El
elaborador entregará al viñatero la cantidad de vino que resulte de la relación uva-vino de la bodega
elaboradora. - El grado alcohólico de los vinos que deberá entregar el elaborador será, como mínimo, el que
fije el Instituto Nacional de Vitivinicultura como promedio de la zona. El tipo de vino corresponderá a las
características de la uva recibida. - Se faculta a los gobiernos provinciales a fija anualmente el precio máximo
que deberá pagar el viñatero al elaborador por litro de vino en concepto de elaboración, cuidado,
conservación y deposito. - Salvo los volúmenes correspondientes al pago de la elaboración, el contrato no
podrá incluir ninguna cláusula que expresa o implícitamente obligue al viñatero a vender parte o la totalidad
del vino al elaborador, o que trabe la libre comercialización del mismo por cuenta exclusiva del viñatero
propietario. De estar pautadas cláusulas de este tipo la ley entiende que se encuentran viciadas de nulidad
absoluta. - Mientras el vino permanezca en la bodega el elaborador será responsable de la existencia del
volumen neto que le corresponda al viñatero, de su genuinidad y características.

CONTRATO DE CANJE. FIDEICOMISO Y CONSORCIOS


El Contrato de Canje permite al productor proveerse de insumos (como semillas, agroquímicos, fertilizantes,
etc.) o servicios (servicio de siembra, recolección de cosecha, etc.) necesarios para la explotación
agropecuaria, a cambio de lo que producirá, lo que implica un diferimiento del pago, es decir que abonará al
momento de la cosecha con los frutos obtenidos en la misma. Se encuentra dentro del grupo de los llamados
contratos innominados.

El contrato de Canje tiene especial reconocimiento y tratamiento en la ley de IVA (ley 20.631, según el decreto
879/1992), de la cual se desprenden las características de lo identifican y definen: -Las operaciones de canje
son aquellas en las que se intercambian bienes, servicios o locaciones por productos primarios.

- En cuanto a los sujetos encontraremos: un “proveedor” que suministra los bienes o presta el servicio y un
“productor” quien deberá cancelar sus obligaciones con la entrega de productos primarios.
- La entrega de bienes, locaciones o servicios debe ser previa a la entrega de los productos primarios. -La
cancelación de la obligación asumida se efectúa con la entrega de productos primarios, siendo la propia ley la
que establece lo que debe entenderse por tales: “los provenientes de la agricultura y ganadería; avicultura;
piscicultura; apicultura; incluida la obtención de huevos frescos; miel natural; cera virgen de abeja, silvicultura
y extracción de madera; caza y pesca y actividades extractivas de minerales y petróleo crudo y gas”.

-El hecho imponible se perfecciona al momento en que se procede a la determinación del precio de los
productos primarios (taxativamente descriptos por la ley) entregado.

-El diferimiento impositivo: si bien la razón de ser del contrato de canje es la posibilidad de acceder a un
mecanismo que permitirá al vendedor de bienes y locador de servicios que cobrará en forma diferida, es
también poder diferir el pago del impuesto al valor agregado al momento de la entrega de los productos
primarios, evitándose asimismo el pago del IVA por parte del productor antes de la obtención de los productos
primarios que destinara a la cancelación de su obligación, lo que implica un gran ahorro en tanto se evita una
inmovilización financiera, lo cual deriva en una baja de costos de todo el negocio jurídico vinculado al contrato
de canje, beneficiando a ambas partes.

FIDEICOMISO: “hay contrato de fideicomiso cuando una parte llamada fiduciante, transmite o se compromete
a transmitir la propiedad de bienes a otra persona denominada fiduciario, quien se obliga a ejercerla en
beneficio de otra llamada beneficiario, que se designa en el contrato, y a transmitirla al cumplimiento de un
plazo o condición al fideicomisario”. Hay que tener ciertos conceptos bien claros:

*Dominio Fiduciario: el patrimonio que se adquiere en razón de un fideicomiso.

*Propiedad Fiduciaria: los bienes que se transmiten a un patrimonio separado, de todas las partes
contractuales que constituyen el fideicomiso. Produce efectos frente a terceros desde el momento en que se
otorga el título, se realiza la tradición y se inscribe en el Registro que corresponda según la naturaleza del bien
transmitido. Además es un -patrimonio de afectación- que, sin ser una persona física ni jurídica, es “sujeto
imponible” desde el enfoque fiscal y por lo tanto tributa impuesto, debiendo poseer su CUIT.

Beneficiario: es quien recibe los frutos de la gestión fiduciaria durante la vigencia del fideicomiso. Puede ser
una persona humana o jurídica, que puede existir o no al tiempo del otorgamiento del
contrato(art.1671CCCN).

*Fideicomisario: es la persona a quien se transmite la propiedad al concluir el fideicomiso. Puede ser el


fiduciante, el beneficiario, o una persona distinta de ellos. No puede ser fideicomisario el fiduciario
(art.1672CCCN).

* Fiduciario: es a quien se transmiten los bienes bajo un régimen especial que regula sus facultades, es el
responsable de cumplir el encargo puede ser cualquier persona humana o jurídica (art.1673CCCN).
*Fiduciante: es el que constituye el fideicomiso, transmite los bienes sobre los cuales tiene facultades de
disposición y determina cuáles son los fines a los cuales será destinada la gestión.
* Fideicomiso en garantía: El contrato de fideicomiso puede con fines de garantizar deudas del fiduciante o de
un tercero, para ello el fiduciante transmitirá al fiduciario bienes individuales en garantía de un crédito, propio
o ajeno, con el encargo que destine los frutos de los bienes o el producido de su liquidación al pago del crédito
(art.1680CCCN).

* Fideicomiso financiero: contrato en el cual el fiduciario es una entidad financiera o una sociedad autorizada
por el organismo de contralor de los mercados de valores para actuar como fiduciario financiero; los
beneficiarios son los titulares de los títulos valores garantizados con los bienes transmitidos.

-En cuanto al Objeto del Fideicomiso, el art. 1670 CCCN establece que “pueden ser objeto del fideicomiso
todos los bienes que se encuentran en el comercio, incluso universalidades, pero no pueden serlo las
herencias futuras”. Es decir, todos los bienes que están en el comercio, se encuentran incluidos los bienes y
negocios agropecuarios. Siendo necesario individualizar los bienes objeto del contrato.

- Las fuentes de creación del patrimonio fiduciario son el contracto, el testamento y la decisión legislativa
como por ejemplo en los casos en que el Estado constituye fideicomisos para el cumplimiento de sus fines. -
En cuanto a las forma: puede celebrarse por instrumento público o privado, excepto cuando se refiere a
bienes cuya transmisión debe ser celebrada por instrumento público. Debe inscribirse en el Registro Público
de cada jurisdicción (conf. Art.1669CCCN).

-En cuanto al plazo o condición el art. 1668 CCCN establece que no puede durar más de treinta años desde la
celebración del contrato, excepto que el beneficiario sea una persona incapaz o con capacidad restringida,
caso en el que puede durar hasta el cese de la incapacidad o de la restricción a su capacidad, o su muerte.
Plazo suerior a este, se reduce al tiempo máximo previsto.

CONSORCIOS -La figura del consorcio es la forma más frecuente de integración horizontal. - Sus miembros se
agrupan con un propósito o finalidad común, pero manteniendo total independencia entre sí. -En nuestro
país, la figura del consorcio de cooperación fue regulada por primera vez de manera orgánica por la
actualmente derogada ley 26.005 que potencio su aplicación no solo ya a explotación de bienes y servicios,
sino extendiendo el consorcio a otras áreas económicas como por ejemplo las alimenticias y agrícolas. El
artículo 1470 del CCC define el consorcio de cooperación “cuando las partes establecen una organización
común para facilitar, desarrollar, incrementar o concretar operaciones relacionadas con la actividad
económica de sus miembros a fin de mejorar o acrecentar sus resultados”.
UNIDAD 17: CONTRATO ASOCIATIVO DE EXPLOTACION TAMBERA
En 1999, la ley 25.169 estatuyó este nuevo régimen contractual especial para la explotación tambera en
sustitución del viejo régimen del Estatuto del Tambero Mediero del decreto ley 3750/46. Debemos recordar
que durante la vigencia del anterior régimen, y como consecuencia de una deficiente y ambigua redacción, se
discutía si la relación entre dueño del tambo y tambero era laboral o de tipo asociativa, existiendo
jurisprudencia divergente. La nueva ley puso fin a esa discusión adoptando claramente la segunda postura y
eliminando toda duda de que fuera un contrato laboral. Al igual que las aparcerías reguladas en la ley 13.246 –
tanto la agrícola como la pecuaria-, es un contrato agrario de estructura asociativa, ya que ambas partes
comparten riesgos y ganancias. El contrato asociativo de explotación tambera se configura cuando una parte,
“empresario-titular”, persona humana4 o jurídica, entrega un rodeo de ganado mayor o menor de cualquier
raza, instalaciones y enseres a otra, “tambero-asociado”, que puede ser sólo persona humana, para que
ejecute en forma personal e indelegable, en un predio que aquel dispone por cualquier título legítimo, las
tareas necesarias destinadas a la explotación del tambo, con el objeto de producir leche fluida, su traslado,
distribución y destino, siendo anexa la cría y recría de hembras con destino a reposición o venta , percibiendo
éste el porcentaje que se convenga. El tambero-asociado podrá aportar equipos, maquinarias, tecnología,
enseres de su propiedad e incluso tener personal a su cargo, lo que no altera el carácter de la relación, sino
que, por el contrario, refuerza el carácter asociativo de la misma. La naturaleza jurídica de este contrato es
entendida como de naturaleza agraria. Las partes son considerados sujetos agrarios autónomos Sin embargo,
luego dispone la aplicación supletoria de las normas del Código Civil (y Comercial) , lo que es criticado por
parte de la doctrina, que señala que previamente se debería recurrir a las disposiciones de leyes análogas, en
este caso las de la ley 13.246 para las aparcerías pecuarias o integrar una Ley general de contratos agrarios.
Podemos decir finalmente que se trata de un contrato “para” la empresa agraria, consensual, bilateral, de
estructura asociativa, oneroso, de tracto sucesivo, intuitu personae, formal no solemne, típico y aleatorio.
Como elementos tipificantes del mismo tenemos que observar que para que una explotación tambera esté
comprendida dentro de la regulación de esta ley, la misma debe estar organizada con terceros en
participación, que comparten los riesgos de la empresa, a los que, como vimos, la ley denomina “tamberos
asociados”. Estos recibirán el porcentaje de la venta de la producción que libremente pacten con el
empresario titular y son también verdaderos empresarios agrícolas, condición que adquieren por el solo hecho
de la celebración del contrato. Con respecto al plazo, el contrato podrá ser estipulado por el término que de
común acuerdo convengan empresario-titular y tambero-asociado. Cuando no se fije plazo, o el contrato sea
verbal, se considerará que el mismo es de dos (2) años contados a partir de la primera venta obtenida por la
intervención del tambero-asociado, no existiendo tácita reconducción del contrato a su finalización.

OBLIGACIONES DEL EMPRESARIO TITULAR:

a) Tiene la responsabilidad jurídica frente a terceros por las compraventas, créditos y movimientos de fondos
b) Es responsable ante el tambero-asociado por el pago en tiempo y forma de la leche y demás productos en
caso de no haberle dado este la conformidad en la elección del comprador c) Debe proporcionar al tambero
asociado una vivienda adecuada a las condiciones ambientales y costumbres zonales21 para él y su familia. d)
Es responsable sólo por las obligaciones laborales, previsionales, fiscales y de la seguridad social de su propio
grupo familiar y sus dependientes. e) Es solidariamente responsable con el tambero-asociado del
cumplimiento de las normas de sanidad animal
DERECHOS DEL EMPRESARIO TITULAR

a) Ejercer la dirección y administración de la explotación tambera, pudiendo delegarlas en el tambero-


asociado, excepto la responsabilidad frente a terceros. b) Como sujeto agrario autónomo26 que es, no
responder por las obligaciones laborales, previsionales y fiscales correspondientes a los dependientes y
familiares del tamberoasociado. c) Percibir el producido de las ventas deducido el porcentaje pactado para el
tamberoasociado. d) Que el tambero asociado desocupe la vivienda dentro de los 10 días de vencido el
contrato y de los 15 de notificado de su rescisión27 . e) Considerar resuelto el contrato, salvo estipulación
expresa en contrario, en caso de muerte o incapacidad sobreviniente del tambero-asociado, lo que es
consecuencia del carácter intuitu personae de la relación. Como vemos acá la ley se aparta del régimen del
Código Civil que prevé que los derechos y obligaciones del locador pasan a los herederos28 . f) Considerar
resuelto el contrato por daños intencionales, culpa grave o negligencia, incumplimiento de obligaciones
inherentes a la explotación tambera (por ejemplo el ordeñe) o mala conducta reiterada del tambero-
asociado29 . g) Rescindir el contrato sin causa, en las condiciones que explicaremos. h) Solicitar la
homologación del contrato

OBLIGACIONES DEL TAMBERO ASOCIADO: a) Ejecutar diligentemente las tareas necesarias para la explotación
del tambo aportando las iniciativas técnicas y prácticas para su mejor funcionamiento. b) Cuidar los bienes que
integren la explotación. c) Observar las normas de higiene en instalaciones, implementos y animales. d) Es
responsable sólo por las obligaciones laborales, previsionales, fiscales y de la seguridad social de su propio
grupo familiar y de sus dependientes. e) Es solidariamente responsable con el empresario titular del
cumplimiento de las normas de sanidad animal. f) Aceptar nuevas técnicas que se incorpore para la
explotación siempre que estas sean racionales. g) Devolver la vivienda dentro de los 10 días de vencido el
contrato y de los 15 de notificado de su rescisión.

DERECHOS DEL TAMBERO ASOCIADO: a) Percibir el porcentaje pactado del producido de las ventas. b) Recibir
una vivienda adecuada a las condiciones ambientales y costumbres zonales. c) Como sujeto agrario
autónomo33 que es, no responder por las obligaciones laborales, previsionales y fiscales correspondientes a
los dependientes y familiares del empresario titular. d) Que el empresario titular le pida sur conformidad en la
elección del comprador del producido bajo apercibimiento de responder por la falta de pago en tiempo y
forma. e) De que el empresario-titular pida su conformidad para la incorporación de personal a la explotación.
f) Solicitar la homologación del contrato. g) Rescindir el contrato sin causa, en las condiciones que
explicaremos. h) Resolver el contrato por daños intencionales, culpa grave o negligencia, incumplimiento de
obligaciones inherentes a la explotación tambera o mala conducta reiterada del empresario-titular que
perjudique el desarrollo de la empresa
Cualquiera de las partes podrá resolver el contrato sin expresión de causa, con un preaviso de 30 días, el que
podrá ser reemplazado por una compensación equivalente al monto que dicha parte dejara de percibir en
dicho mes. Para que opere dicho instituto deberán haber transcurrido por lo menos seis meses desde la
celebración del contrato y faltar más de un año para su finalización, exigencia cuya razonabilidad es más que
discutible. Si el que rescinde es el empresario titular, el tambero asociado deberá devolverle inmediatamente
(o en el plazo de 30 días en el caso de que no se sustituya el preaviso -situación poco probable por la
naturaleza de la actividad) el ganado, las instalaciones y los elementos provistos para la explotación. La parte
que rescinde deberá abonar a la otra una compensación equivalente al 15 % de lo que dejará de percibir en el
período no cumplido del contrato, tomando como base de cálculo el promedio mensual del último trimestre.

UNIDAD 18 CONTRATO DE TRABAJO AGRARIO


Dado que el trabajo en el sector agropecuario se realiza en un vínculo directo con el desarrollo de ciclos
biológicos inexorables, existen algunas características que hacen que sus relaciones de trabajo sean diferentes
al resto, como por ejemplo la estacionalidad y discontinuidad de las tareas, la forma de prestación a campo
abierto, la realización de tareas muchas veces en lugares muy alejados de los centros de población o de la
vigilancia directa del principal. Se dice, en este sentido, que el trabajo agrario está estructuralmente ligado a la
naturaleza2 y que mientras el urbano se manifiesta en un tiempo “operacional completo”, éste lo hace en un
tiempo “operacional biológico “por su ligazón con tres factores: espacio, tiempo y límites naturales. Esto
legitima y hace necesario un estatuto profesional propio. Como dice Antonino Vivanco, “los principios
generales en materia laboral se aplican al trabajo en general, pero las particularidades propias del trabajo
agrario implican la necesidad de que se adopten principios propios del Derecho Agrario, a fin de contemplar
por una parte, el incremento racional de la producción y por la otra, el bienestar de los trabajadores agrarios”.

Luego de algunos antecedentes en el Derecho Indiano colonial, en el Derecho Patrio previo a la organización
nacional, en los Códigos Rurales provinciales y en las llamadas “reglamentaciones” de estancia, la primera
norma nacional específica para regular el trabajo rural fue la Ley 12.789, de 1942. Esta Ley, llamada “Estatuto
de los Conchabadores”, regulaba la actividad de los intermediarios (“negreros” en la jerga de la época) que
participaban en la contratación de los trabajadores temporeros, comprendiendo a una sola categoría de
trabajadores, los denominados “braceros” (empleados no solamente para la actividad agraria, sino también en
la minería).

En 1944 se dictó el Decreto Ley 28.169/44 (convalidado luego por Ley 12.921) instituyendo el llamado
“Estatuto del Peón”, referido a lo que hoy denominamos trabajadores permanentes. En 1949 se sanciona la
Ley 13.020 de trabajadores de cosecha, que creó la Comisión Nacional de Trabajo Rural (CNTR), emisora de un
gran número de resoluciones que reguló la labor cíclica en el ámbito agrario. En 1980, durante el gobierno de
facto, se dictó la Ley 22.248, que derogó y reemplazó las leyes 12.921 y 13.020. La ley 22.248 modificó la Ley
de Contrato de Trabajo N° 20.744, excluyendo de su alcance a los trabajadores agrarios (a los que
anteriormente se aplicaban las normas de la LCT si eran más favorables para el trabajador, lo cual generaba
muchos conflictos de interpretación). Comparada con la anterior normativa rural, la Ley 22.248 mejoró
“ostensiblemente su carácter tuitivo”.
Finalmente, en 2011 fue sancionada la Ley 26.727, que aprueba el nuevo Régimen de Trabajo Agrario (RTA).
Un aspecto distintivo de la nueva ley es el de la “desagrarización” o pérdida de la autosuficiencia normativa
del sistema, dado que se dispuso la aplicación del régimen general de la LCT 20.744, como regla en forma
subsidiaria y en algunas cuestiones haciendo remisiones expresas a esta ley. Asimismo, en varias cuestiones se
incluyeron en el articulado del RTA tratamientos similares a la LCT. La nueva Ley incorporó algunos beneficios
para los peones rurales, sobre todo mediante la aplicación subsidiaria del régimen laboral general de la LCT y
de otras leyes de las que estaban antes excluidos. Al impulsarse la reforma se hizo hincapié en la necesidad de
eliminar el trabajo informal o “en negro”, como así también en el mejoramiento de las condiciones de trabajo.
Dentro de este marco debe ser interpretada la disolución del RENATRE y su reemplazo por el RENATEA, con la
intención de restarle poder a la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), disolución
que posteriormente fuera dejada sin efectos por el Poder Judicial7 y el Decreto 1014/2016. El nuevo Régimen
de Trabajo Agrario fue reglamentado por los decretos 300 y 301 de 2013, reglamentario de las leyes 25.191.
Las fuentes de esta ley se encuentran en el artículo 2 de la presente ley 26.727 la cual desarrolla lo siguiente:
El contrato de trabajo agrario y la relación emergente del mismo se regirán: a) Por la presente ley y las normas
que en consecuencia se dictaren. b) Por la ley de Contrato de Trabajo 20.744, sus modificaciones y/o
complementarias, la que será en aplicación en todo lo que resulte compatible y no se oponga al régimen
jurídico establecido en la presente ley. c) Por los acuerdos y convenios colectivos, celebrados de conformidad
con lo previsto por las leyes 14.250. d) Por las resoluciones de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario y la
Comisión Nacional de Trabajo Rural vigentes. e) Por la voluntad de las partes. f) Por los usos y costumbres.

En su artículo 3 establece las exclusiones, esto quiere decir que no se aplicaran, A) al personal afectado
exclusiva o principalmente a actividades industriales, comerciales, turísticas, de transporte o servicios, aunque
se desarrollen en empresas o establecimientos mixtos, agrario-industriales o agrario comerciales o de
cualquier índole; B) A los trabajadores que fueran contratados para realizar tareas ajenas a la actividad
agraria, C) Al trabajador del servicio domestico o el que en un futuro reemplace, d) Al personal administrativo
de los establecimientos; e) Al personal dependiente del Estado nacional, de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, provincial o municipal; f) Al trabajador ocupado en tareas de cosecha y/o empaque de frutas, el que se
regirá por la ley 20.744 (t.o. 1976), sus modificatorias y/o complementarias, salvo el caso contemplado en el
artículo 7°, inciso c) de esta ley; y g) A los trabajadores comprendidos en convenciones colectivas de trabajo
con relación a las actividades agrarias incluidas en el régimen de negociación colectiva previsto por la ley
14.250 (t.o. 2004) con anterioridad a la entrada en vigencia del Régimen Nacional de Trabajo Agrario,
aprobado por la ley de facto 22.248.

ARTICULO 4º — Condiciones pactadas en los convenios y acuerdos colectivos de trabajo. Los convenios y
acuerdos colectivos que se celebren en el marco de las leyes 14.250 (t.o. 2004) y 23.546 (t.o. 2004),
establecerán su ámbito de aplicación tanto personal como territorial y su modo de articulación, teniendo en
consideración las características propias de los distintos sectores, ramas y áreas geográficas que comprende la
actividad agraria.
ARTÍCULO 5º — Actividad agraria. Concepto. A los fines de la presente ley se entenderá por actividad agraria a
toda aquella dirigida a la obtención de frutos o productos primarios a través de la realización de tareas
pecuarias, agrícolas, forestales, hortícolas, avícolas, apícolas u otras semejantes, siempre que éstos no hayan
sido sometidos a ningún tipo de proceso industrial, en tanto se desarrollen en ámbitos rurales.

ARTÍCULO 6º — Ámbito rural. Definición. A los fines de la presente ley, se entenderá por ámbito rural aquel
que no contare con asentamiento edilicio intensivo, ni estuviere efectivamente dividido en manzanas, solares
o lotes destinados preferentemente a residencia y en el que no se desarrollaren en forma predominante
actividades vinculadas a la industria, el comercio, los servicios y la administración pública. Sólo a los efectos de
esta ley, se prescindirá de la calificación que efectuara la respectiva autoridad comunal.

ARTÍCULO 7º — Actividades incluidas. Estarán incluidas en el presente régimen siempre que no se realicen en
establecimientos industriales y aun cuando se desarrollen en centros urbanos, las siguientes tareas:

a) La manipulación y el almacenamiento de cereales, oleaginosos, legumbres, hortalizas, semillas u otros


frutos o productos agrarios; b) Las que se prestaren en ferias y remates de hacienda; y c) El empaque de frutos
y productos agrarios propios.

ARTÍCULO 8º — Orden público. Alcance. Nulidad. Todas las disposiciones que se establecen en la presente ley,
en los convenios y acuerdos colectivos que se celebren en el marco de las leyes 14.250 (t.o. 2004) y 23.546
(t.o. 2004), y en las resoluciones de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) y de la Comisión Nacional
de Trabajo Rural vigentes, integran el orden público laboral y constituyen mínimos indisponibles por las
partes. En ningún caso podrán pactarse condiciones o modalidades de trabajo menos favorables para el
trabajador que las contenidas en la presente ley, en los convenios y acuerdos colectivos que se celebren en el
marco de las leyes 14.250 (t.o. 2004) y 23.546 (t.o. 2004), y en las resoluciones de la Comisión Nacional de
Trabajo Agrario (CNTA) y de la Comisión Nacional de Trabajo Rural vigentes. Esas estipulaciones serán nulas y
quedarán sustituidas de pleno derecho por las disposiciones de esta ley y las demás normas que
correspondieren conforme lo establecido en el presente artículo. El presente régimen prevalece de pleno
derecho sobre todas las normas nacionales o provinciales cuyo contenido se opusiere a sus disposiciones.

ARTICULO 9º — Condiciones más favorables. Los convenios y acuerdos colectivos que se celebren en el marco
de las leyes 14.250 (t.o. 2004) y 23.546 (t.o. 2004) y las resoluciones de la Comisión Nacional de Trabajo
Agrario (CNTA), que contengan normas más favorables para los trabajadores serán válidos y de aplicación. La
normativa referida en el párrafo anterior, que reúna los requisitos formales exigidos por la ley y que hubiera
sido debidamente individualizada, no estará sujeta a prueba en juicio.

ARTICULO 10. — Aplicación analógica de las convenciones y acuerdos colectivos de trabajo y resoluciones de
la Comisión Nacional de Trabajo Agrario. Su exclusión. Las convenciones colectivas de trabajo y las
resoluciones de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) no son susceptibles de aplicación extensiva o
analógica, pero podrán ser tenidas en consideración para la resolución de casos concretos según la actividad o
tarea del trabajador.
AMBITO DE APLICACIÓN: La doctrina y la jurisprudencia elaboraron dos criterios distintos para dilucidar la
cuestión del ámbito de aplicación de la legislación sobre trabajo agrario, el cual antes de la Ley 22.248 no
estaba claramente delimitado . El primer criterio, denominado geográfico o ecológico, priorizaba el aspecto
territorial por sobre cualquier otro rasgo de la actividad agraria y, por ello, consideraba que, para ser
considerado agrario, el trabajo debía ser realizado ineludiblemente en el campo o ámbito rural. Por su parte,
según el criterio profesional, lo verdaderamente relevante era la naturaleza de la actividad; esto es, que fuera
específicamente rural, sin importar el lugar donde se desarrollaba , la evolución de la legislación llevó a que, a
partir de la vigencia de la Ley 22.248, se optara por una aplicación simultánea de ambos criterios, geográfico y
profesional, de modo tal que, como principio, se considera que existe trabajo agrario cuando, en el ámbito
rural, se realizan tareas propias de la actividad agraria, bajo relación de dependencia y en ciertas condiciones
que la ley detalla. Esta regla se encuentra, asimismo, sujeta a una serie de excepciones que más adelante
serán desarrolladas.

Artículo 11 — Contrato de trabajo agrario. Definición. Habrá contrato de trabajo agrario, cualquiera sea su
forma o denominación, siempre que una persona física se obligue a realizar actos, ejecutar obras o prestar
servicios en el ámbito rural, mediante el pago de una remuneración en favor de otra y bajo su dependencia,
persiguiera ésta o no fines de lucro, para la realización de tareas propias de la actividad agraria en cualquiera
de sus especializaciones, tales como la agrícola, pecuaria, forestal, avícola, apícola, hortícola u otras
semejantes”. Por lo tanto, aparecen también aquí ambos criterios, geográfico y profesional, en forma
simultánea, al exigirse que el trabajo sea desarrollado “en el ámbito rural” y que tenga relación con “tareas
propias de la actividad agraria”. Ahora bien, la definición del art. 11 se encuentra estructurada a partir de una
serie de elementos que la conforman, y que pueden ser desglosados de la siguiente manera: a) persona física
(o persona humana, en los términos del nuevo Código Civil y Comercial); b) realización de actos, ejecución de
obras o prestación de servicios; c) ámbito rural; d) remuneración; e) relación de dependencia; f) fin de lucro
(que puede estar o no presente); y g) realización de tareas propias de la actividad agraria en cualquiera de sus
especializaciones, tales como la agrícola, pecuaria, forestal, avícola, apícola, hortícola u otras semejantes.

Como puede observarse, la definición consta de tres partes. La primera parte se vincula con la noción de
“agrariedad”, al referirse a “la obtención de frutos o productos primarios”. Sin embargo, a continuación se
abandona el aparente intento de brindar una noción conceptual y se adopta el método de la enumeración
ejemplificativa, el cual ha sido criticado por la doctrina por resultar un criterio antiguo y limitativo de las
amplias posibilidades que la idea de agrariedad trasunta, aun cuando se intente salvar esa reducción con la
inclusión de la frase “u otras semejantes. Por otra parte, al prever la norma la salvedad “siempre que no hayan
sido sometidos a ningún tipo de proceso industrial” se está excluyendo a las actividades agrarias conexas, las
cuales, según la doctrina, deben ser consideradas actividades agrarias cuando se dan las condiciones de
conexidad objetiva y subjetiva necesarias

MODALIDADES CONTRACTUALES DEL TRABAJO AGRARIO:


La ley nº 26.727 mantiene, el esquema básico de la anterior nº 22.248, incluyendo a todos los trabajadores
agrarios y dividiéndolos en dos grandes categorías: los “permanentes” y los “no permanentes”, a los que
ahora llama “temporarios”.
Trabajador permanente. El art. 16 establece que la regla es que “El contrato de trabajo agrario se entenderá
celebrado con carácter permanente y como de prestación continua”. Esto significa que, salvo prueba en
contrario de que haya sido celebrado bajo otra de las formas previstas en esta ley, el contrato de trabajo
agrario se presume así celebrado. Lo que constituye toda una novedad y uno de los puntos controversiales del
nuevo régimen es la eliminación del período de prueba, por lo que el trabajador agrario permanente adquiere
estabilidad desde el comienzo de la relación y no a partir de los tres meses como establecía el viejo artículo 63.
Este es uno de los aspectos donde la regulación laboral agraria elimina —sin mayor fundamento— un instituto
clásico del derecho laboral, apartándose de la LCT, que contempla el período de prueba de tres meses14. La
consecuencia es que el trabajador agrario permanente deberá ser indemnizado con el mínimo — equivalente
a dos meses de sueldo — aunque sea despedido sin causa inmediatamente de contratado. El tiempo dirá si la
eliminación del período de prueba realmente redunda en mayores beneficios para el trabajador rural o si, por
el contrario, tendrá efectos negativos afectando la creación de nuevos puestos de trabajo en el sector16 o
incentivando las contrataciones para la realización de tareas ocasionales para permitir una prueba encubierta
de sus condiciones.

Trabajador temporario. El art. 17 establece que existirá “cuando la relación laboral se origine en necesidades
de la explotación de carácter cíclico o estacional, o por procesos temporales propios de la actividad agrícola,
pecuaria, forestal o de las restantes actividades comprendidas dentro del ámbito de aplicación de la presente
ley, así como también, las que se realizaren en ferias y remates de hacienda” y que “se encuentran también
comprendidos en esta categoría los trabajadores contratados para la realización de tareas ocasionales,
accidentales o supletorias”. Esta categoría no sólo contempla entonces a los trabajadores agrarios, sino
también las tareas ocasionales, accidentales o supletorias.

Trabajador permanente discontinuo. Constituye una novedad introducida por el art. 18 de la nueva ley.
Cuando un trabajador temporario (ex no-permanente) es contratado en más de una oportunidad por un
mismo empleador en forma consecutiva, se transforma en un trabajador agrario “permanente discontinuo”.
Se lo puede equiparar, en cuanto a los derechos conferidos al contrato de trabajo de temporada de la LCT,
pero sin los requisitos formales del mismo, muchas veces contrarios a la realidad laboral del sector y más
afines a las características propias de otras actividades. Cabe señalar que adquiere “iguales derechos que los
trabajadores permanentes ajustados a las características discontinuas de sus prestaciones, salvo aquellos
expresamente excluidos en la presente ley”.

REMUNERACIONES: Se encuentra en el articulo 32 de la ley y nos dice que las remuneraciones mínimas
serán fijadas por la Comisión Nacional de Trabajo Agrario, las que no podrán ser inferiores al salario mínimo
vital y móvil vigente. Su monto se determinará por mes, por día y por hora. De la misma manera se
determinarán las bonificaciones por capacitación. Cabe agregar que en el decreto 301/13 se menciona que Las
bonificaciones por capacitación corresponderán a los trabajadores que hayan completado cursos dictados en
instituciones educativas oficiales o privadas que contaren con el reconocimiento del MINISTERIO DE TRABAJO,
EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL, y que fueran acreditados ante el empleador mediante la presentación del
certificado final extendido por las autoridades respectivas
FORMAS DE DETERMINACION DEL SALARIO: Aparece en el art. 33El salario será fijado por tiempo o
por rendimiento del trabajo, y en este último caso por unidad de obra, comisión individual o colectiva,
habilitación, gratificación o participación en las utilidades e integrarse con premios en cualquiera de sus
formas o modalidades, correspondiendo en todos los casos abonar al trabajador el S.A.C. Al mismo tiempo el
articulo 37 nos habla de la prohibición con respecto a pagar mediante bonos, vales, fichas o cualquier tipo de
papel o moneda distinta a la de curso legal y corriente en el país. Si se permite el PAGO EN ESPECIE siempre
que se abone en efectivo el SMVM, no exceda del 20% de la remuneración total percibida y por imperio del
art. 29 de la 26.727, no se trate de vivienda ni de alimentación. (Podrán ser “otros pagos en especie” y la
posibilidad de obtener “beneficios o ganancias”)

PAGOS A DESATAJO: No se debe confundir remuneración a destajo con las remuneraciones mínimas
fijadas por la CNTA. Las RM fijadas por la CNTA resultan aplicables, fácticamente, a los empleados
temporarios y, según el caso, a los permanentes discontinuos. No son de aplicación a los permanentes
continuos para los que hoy rigen las escalas de la Resol. 103/12. “La remuneración mínima sustituirá a la que
por aplicación del sistema de rendimiento del trabajo pudiere corresponder cuando el trabajador, estando a
disposición del empleador y por razones no imputables al primero, no alcanzare a obtener ese mínimo y aún
cuando ello ocurriere a causa de fenómenos meteorológicos que impiden la realización de las tareas en la
forma prevista o habitual” Art. 34, 3er párr. Desagrarización de la figura: imputación del riesgo climático
propio de la actividad, de forma exclusiva al empleador. Solución desigual ante un trabajador que cobra a
destajo y uno mensualizado. Ante idéntica situación el segundo tiene derecho a la remuneración básica y el
primero a la “mínima”, que, por definición debe superar a la básica.

El artículo 35 nos habla de los Períodos de pago, y por eso se debe distinguir “período” de pago (periodicidad
en que se deben liquidar las remuneraciones) de “plazo” de pago (término perentorio en el cual deben ser
pagadas). La ley habla de períodos, no de plazos, por tanto se aplica supletoriamente art. 128 LCT: plazo
máximo de 4 días hábiles para mensualizados o por quincena y 3 para jornalizados. (no deben abonarse el
último día del mes como equivocadamente se sostiene). El artículo 36 nos habla del lugar/forma de pago el
cual debe hacerse en un Depósito en cuenta bancaria dentro de los 2 kms. En zona urbana y 10 en zonas
rurales. El trabajador puede exigir que se le abone en efectivo. A su vez, la CNTA puede establece excepciones
(al pago por depósito) cuando resulte gravoso para el trabajador o de imposible cumplimiento para el
empleador. (Constituyen excepciones legales al pago bancarizado)

El artículo 38 se refiere a la bonificación por antigüedad, el cual plantea que además de la remuneración fijada
para la categoría, los trabajadores permanentes percibirán una bonificación por antigüedad equivalente al: a)
Uno por ciento (1%) de la remuneración básica de su categoría, por cada año de servicio, cuando el trabajador
tenga una antigüedad de hasta diez (10) años; y b) Del uno y medio por ciento (1,5%), cuando el trabajador
tenga una antigüedad mayor a los diez (10) años de servicios (novedad). El trabajador que acredite haber
completado los cursos de capacitación deberá ser retribuido con una bonificación especial que será
determinada por la CNTA.

Con respecto a la jornada de trabajo para todo el personal comprendido en el presente régimen no podrá
exceder de ocho (8) horas diarias y de cuarenta y cuatro semanales desde el día lunes hasta el sábado a las
trece (13) horas. La distribución semanal desigual de las horas de trabajo no podrá importar el establecimiento
de una jornada ordinaria diurna superior a nueve horas. Esto se encuentra en el artículo 40.
ARTICULO 41. — Jornada nocturna. Jornada mixta La jornada ordinaria de trabajo integralmente nocturna no
podrá exceder de siete (7) horas diarias ni de cuarenta y dos (42) horas semanales, entendiéndose por tal la
que se cumple entre las veinte (20) horas de un día y las cinco (5) horas del día siguiente.

En relación a esto podemos recalcar las pausas entre jornadas, donde la nueva normativa nada prevé
respecto a la pausa entre jornada y jornada, que en la ley nº 22.248 estaba prevista en diez (10) horas como
mínimo, pero según lo dispuesto en el artículo 197º de LCT y el artículo 5º de la Resolución nº 71/2008 de la
CNTA, de aplicación subsidiaria, es de doce (12) horas.

Horas extraordinarias: Límite. Art. 42º y art.13 del anexo del dto. 301/13: El número máximo de horas
extraordinarias queda establecido en treinta (30) horas mensuales y doscientas (200) horas anuales, sin
necesidad de autorización administrativa previa y sin perjuicio del debido respeto de las previsiones
normativas relativas a jornada, pausas y descansos. Se computarán por año calendario (art.13 del anexo del
dto. 301/13) El MTESS podrá establecer excepciones al límite máximo, en función de las características de la
producción, de situaciones derivadas de cuestiones estacionales o por circunstancias puntuales que lo
justifiquen.

Art.43. Del descanso semanal. Sábado inglés. Queda prohibida la ocupación del trabajador desde las trece (13)
horas del día sábado hasta las veinticuatro (24) del día siguiente, salvo cuando necesidades objetivas
impostergables de la producción o de mantenimiento lo exigieren. En tales supuestos, el trabajador gozará de
un descanso compensatorio dentro de los siete (7) días siguientes. Estarán, asimismo, exceptuadas de la
prohibición establecida en el primer párrafo del presente artículo, aquellas tareas que habitualmente deban
realizarse también en días domingo por la naturaleza de la actividad o por tratarse de guardias rotativas entre
el personal del establecimiento. En estos casos, el empleador deberá otorgar al trabajador un descanso
compensatorio de un (1) día en el curso de la semana siguiente.

LICENCIAS ESPECIALES:
Licencia Por Maternidad. Personal Temporario (art.51). Se mantiene esta licencia con la novedad que puede
extenderse más allá del vencimiento del contrato temporario. Se debe otorga cuando debiera comenzar
durante el tiempo de efectiva prestación de servicios y se hubiera hecho, en forma fehaciente, la
correspondiente denuncia al empleador. La trabajadora tendrá estabilidad en su empleo durante la gestación
y hasta el vencimiento de la licencia por maternidad, y gozará de las asignaciones que le confieren los sistemas
de seguridad social. La violación de estos derechos obligará al empleador al pago de una indemnización, cuyo
importe será equivalente al que hubiere percibido la trabajadora hasta la finalización de dicha licencia. El
personal temporario femenino definido en el artículo 17 de la Ley que se reglamenta, tendrá derecho a
percibir la asignación por maternidad durante los períodos establecidos en el primer párrafo del artículo 177
de la Ley Nº 20.744 o en el artículo 1° de la Ley 24.716, según corresponda, aún cuando los mismos excedan
del tiempo de trabajo efectivo correspondiente a las labores para la que fue contratado. A tales efectos, el
empleador deberá continuar declarando a la trabajadora con licencia por maternidad durante todo el período
establecido en el párrafo precedente, sin perjuicio que la tarea para la que fue convocada hubiera concluido.
ARTICULO 52. — Licencia parental. Para el personal permanente de prestación continua: licencia con goce de
haberes de treinta (30) días corridos por paternidad, la que podrá ser utilizada por el trabajador de manera
ininterrumpida entre los cuarenta y cinco (45) días anteriores a la fecha presunta de parto y los doce (12)
meses posteriores al nacimiento. (Antes dos días, de los cuales uno debía ser hábil por art. 24 inc. b ley
22.248)

Art. 53 De los accidentes y de las enfermedades inculpables. En los casos de accidente o enfermedad
inculpable, salvo casos de fuerza mayor, el trabajador deberá dar aviso al empleador de la enfermedad o
accidente y del lugar en que se encontrare, en el transcurso de la primeras dos (2) jornadas de trabajo
respecto de la cual estuviere imposibilitado de concurrir por alguna de esas causas. Mientras no lo hiciere,
perderá el derecho a percibir la remuneración correspondiente, salvo que la enfermedad o accidente y la
imposibilidad de avisar resultaren inequívocamente acreditados. Si el trabajador accidentado o enfermo
permaneciere en el establecimiento, se presumirá la existencia del aviso. Al no ocuparse específicamente la
nueva ley, se aplica supletoriamente el cap. I del tít. X de la LCT (art 208 a 213).

PROHIBICIÓN DEL TRABAJO INFANTIL Y PROTECCIÓN DEL TRABAJO ADOLESCENTE

La actual norma tiene incorporadas las modificaciones oportunamente hechas en este tema por la Ley 26.390

ARTICULO 54. — Prohibición del trabajo infantil. Queda prohibido el trabajo de las personas menores de
dieciséis (16) años en todas sus formas, exista o no relación de empleo, y sea aquél remunerado o no. La
inspección del trabajo deberá ejercer las funciones conducentes al cumplimiento de dicha prohibición.

Art. 55. Trabajo adolescente. Las personas desde los dieciséis años y hasta los dieciocho años pueden celebrar
contrato de trabajo con autorización de sus padres, responsables o tutores, conforme lo determine la
reglamentación que en consecuencia se dicte. Si el adolescente vive independientemente de sus padres se
presumirá la autorización.

Art. 56. El empleador deberá exigir de los mismos o de sus representantes legales, un certificado médico
extendido por un servicio de salud pública que acredite su aptitud para el trabajo, y someterlos a los
reconocimientos médicos periódicos que prevean las reglamentaciones respectivas y (art.57) el certificado de
escolaridad previsto en el artículo 29 de la ley 26.206

Art. 58 — Trabajo de menores en empresas de familia. Los mayores de catorce años y menores de dieciséis
(16) años podrán ser ocupados en explotaciones cuyo titular sea su padre, madre o tutor, en jornadas que no
podrán superar las tres horas diarias, y las quince horas semanales, siempre que no se trate de tareas penosas,
peligrosas y/o insalubres, y que cumplan con la asistencia escolar. Se deberá obtener autorización de la
autoridad administrativa laboral de cada jurisdicción. Excepción: cuando dicha explotación se encuentre
subordinada económicamente o fuere contratista o proveedora de otra empresa.
Art. 59. Jornada. Trabajo nocturno. El trabajo adolescente deberá realizarse exclusivamente en horario
matutino o vespertino y no podrá ser superior a seis horas diarias y a treinta y dos horas semanales. La
distribución desigual de las horas laborales no podrá superar las siete horas diarias. La autoridad
administrativa laboral de cada jurisdicción podrá extender la duración de la jornada de tareas hasta ocho
horas diarias y hasta cuarenta y cuatro horas semanales cuando razones excepcionales lo justifiquen,
debiendo considerar en cada caso que la eventual extensión horaria no afecte el derecho a la educación del
trabajador adolescente. No se podrá ocupar a personas menores de dieciocho años en trabajos nocturnos
entendiéndose como tal el comprendido entre las veinte horas y las cinco horas del día siguiente.

Art. 60. Prohibición de abonar salarios inferiores a los que se fijen para el resto de los trabajadores agrarios,
con excepción de las reducciones que correspondan en razón de la duración de la jornada.

Art. 61.Licencias. Tienen todas las licencias previstas en el Título VIII.

Art. 62. Prohibición de trabajos peligrosos, penosos e insalubres para menores (de 18 años).

Art. 63. Accidente o enfermedad profesional. Se establece presunción jure et e jure de que, si se comprueba
que la causa de un accidente de trabajo o de una enfermedad profesional de un trabajador adolescente, fuera
alguna de las tareas prohibidas a su respecto o efectuada en condiciones que signifiquen infracción a sus
requisitos, son resultante de la acción u omisión del empleador, en los términos del artículo 1072 y
concordantes del Código Civil. Si el accidente o enfermedad profesional obedecieren al hecho de encontrarse
circunstancialmente el trabajador en un sitio de trabajo en el cual fuere ilícita o prohibida su presencia, sin
conocimiento del empleador, éste podrá probar su falta de responsabilidad.

ARTICULO 64. — Espacios de cuidado y contención. En las explotaciones agrarias,, el empleador deberá
habilitar espacios de cuidado y contención adecuados a fin de atender a los niños y niñas a cargo del
trabajador, durante todo el tiempo que dure la jornada laboral y poner al frente de los mismos a personal
calificado y/o con experiencia en el cuidado de la infancia. Este servicio deberá atender a los niños y niñas que
aún no han cumplido la edad escolar y también, en contra turno, a los que asisten a la escuela hasta cubrir la
jornada laboral de los adultos a cuyo cargo se encuentren. La reglamentación establecerá los requisitos
mínimos que deberán cumplir los espacios de contención para niños y niñas, así como la cantidad de
trabajadores a partir de la cual se exigirá a los empleadores la obligación establecida en el párrafo primero,
teniendo en cuenta las particularidades locales y regionales y las peculiaridades de la actividad agraria
respectiva.

Art. 78. Beneficio jubilatorio. Los trabajadores incluidos en el ámbito de aplicación de la presente ley tendrán
derecho a la jubilación ordinaria con cincuenta y siete (57) años de edad, sin distinción de sexo, en tanto
acrediten veinticinco (25) años de servicios, con aportes.

Art. 80. Contribución patronal. La contribución patronal respecto de las tareas a que se refiere la presente ley
será la que rija en el régimen común -Sistema Integrado Previsional Argentino-, incrementada en dos puntos
porcentuales (2%), a partir de la vigencia de la misma. (Rige desde enero de 2012)

Art. 81. Reducción de aportes patronales. El empleador que contrate trabajadores temporarios y
permanentes discontinuos, gozará por el término de 24 meses, de una reducción 50% de sus contribuciones
vigentes con destino al sistema de seguridad social.
Los empleadores sólo podrán hacer uso del beneficio a que se refiere el artículo 81 de la Ley Nº 26.727 para
cada nuevo contrato de trabajo agrario, cuando acrediten la utilización del Servicio Público de Empleo para
Trabajadores Temporarios de la Actividad Agraria establecido por el artículo 65 de la citada Ley. (Artículo 17
anexo Decreto 301/2013 reglamenta el artículo 81 y el 66)

La integración de la CNTA se encuentra en el artículo 84 de la ley , el cual receta lo siguiente:

Art. 84. Será el órgano normativo propio de este régimen legal Integración: 2 titulares y dos (2) suplentes del
MTEySS (uno preside con doble voto en caso de empate) 1 titular y 1 suplente del MAGyP , 1 titular y 1
suplente del MEyFP, 2 representantes de los empleadores y 2 representantes de los trabajadores, cada uno de
ellos con sus respectivos suplentes. Serán designados por el MTEySS. Los representantes de los empleadores y
trabajadores serán designados a propuesta de las entidades más representativas de cada uno de ellos. Los
representantes de los organismos estatales serán designados a propuesta de la máxima autoridad de cada
ministerio.

Los Artículos 21 a 26 del anexo del decreto 301/13, reglamentan el art. 86 y nos dicen que estos artículos de la
reglamentación se refieren a la designación de los representantes sectoriales de las entidades patronales en la
Comisión Nacional de Trabajo Agrario y en las Comisiones Asesoras Regionales y de los trabajadores, su
designación, causales de remoción e incompatibilidades, como así también que los representantes de los
organismos estatales deberán revistar en los mismos. Establecen que los representantes sectoriales no
recibirán retribución, remuneración o viáticos por parte del Estado, salvo excepcionalmente viáticos por
razones de estricta necesidad para el desempeño de sus funciones.

Algunas atribuciones y deberes de la CNTA (art. 89): Organizar las Comisiones Asesoras Regionales(C.A.R.)
fijando reglamento y jurisdicciones Establecer las categorías de los trabajadores permanentes, condiciones y
remuneraciones. Establecer modalidades especiales de trabajo. Fijar condiciones mínimas de alimentación y
vivienda. Intervenir en los conflictos colectivos de trabajo y actuar como árbitro cuando lo soliciten ambas
partes Encarar acciones de capacitación de los actores sociales que negocian en las C.A.R.

La Comisión Nacional de Trabajo Agrario (C.N.T.A.) deberá dictar las resoluciones por las cuales establezca las
modalidades especiales y las condiciones de trabajo generales de las distintas actividades temporarias y sus
respectivas remuneraciones con una antelación no menor a TREINTA (30) días al comienzo de tales
actividades. A ese efecto las Comisiones Asesoras Regionales (C.A.R.) formularán sus propuestas con suficiente
anticipación y de conformidad a lo que establezca la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (C.N.T.A.).

Composición de conflictos (art. 90 y 91) : Sin perjuicio de la competencia del MTEySS promoverá la aplicación
de mecanismos de composición de conflictos colectivos instando a las partes a negociar aplicando el principio
de buena fe. (art.90 enumera) Si una parte no se conduce con buena fe en la negociación, la otra puede
promover proceso sumarísimo ante el tribunal laboral competente, quien deberá disponer el cese inmediato
de la actividad violatoria del principio de buena fe y multar.
Con respecto Comisiones Asesoras Regionales: Se integrarán en las zonas que fije la CNTA. Por resol. CNTA
2/11 (diciembre 2011) se fijaron 6 (1. Austral, 2. Pampeana, 3. Centro, 4. Noreste (NEA), 5. Noroeste (NOA) y
6. Cuyo); a su vez en Subcomisiones Asesoras Regionales con jurisdicción provincial y Unidades Técnicas de
Negociación (U.T.N.) para cultivos o producciones específicas que así lo requieran. Integración: a) Por el
Estado nacional: 2 representantes del MTEySS (uno ejercerá la presidencia); b) Por el sector empleador: 4 de
la o las entidades empresarias más representativas de la producción o actividad para la cual ésta se constituya;
c) Por el sector trabajador: 4 de la asociación sindical más representativa de la producción o actividad para la
cual ésta se constituya.

PLICACIÓN SUBSIDIARIA DE OTRAS LEYES LABORALES:

Aplicación supletoria de otras leyes (art. 108º) 24.013 (La finalidad de esta ley es reparar al trabajador el
hecho que el empleador haya mantenido un vínculo “en negro”), debe invocarse durante la relación 25.013
(tiene por objeto establecer un régimen de reforma laboral que incluye la modificación de algunos aspectos de
la regulación del contrato de trabajo 25.323 (duplica las indemnizaciones cuando se trate de una relación
laboral no registrada o que lo esté en modo deficiente) y 25.345 (previene evasión de aportes, con multas a
los empleadores que no los efectúan)

LEY 25.191 LIBRETA DEL TRABAJADOR RURAL RENATRE Y RENATEA:

El art. 1° de la ley 25.191 declara obligatorio el uso de la libreta de trabajo agraria en todo el territorio de la
Nación. Es un documento personal, intransferible y probatorio de la relación laboral. Sirve para probar el
cumplimiento o no de aportes y contribuciones, asignaciones familiares, prestaciones de salud, inicio y
finalización de la relación laboral, certificación de servicios y remuneraciones y sus importes, afiliaciones
sindicales, como lo más destacable. Art. 106: modificó la ley 25.191 de Libreta de Trabajo Agrario. Sustituyó
y/o incorporó varios artículos. Sustituyó al Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores
(RENATRE), que era un ente autárquico de derecho público no estatal, por el Registro Nacional de
Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA), ente autárquico dependiente del MTEySS. Desde el punto de
vista institucional se destaca que operó un traspaso al Estado del Sistema de Seguridad Social privado y de
propiedad de los trabajadores, a manos del un organismo ubicado bajo la órbita del PEN y dependiente del
gobierno nacional. No sólo se le transfirieron las facultades, sino también bienes muebles, inmuebles, créditos
y fondos que eran de titularidad del RENATRE, lo que implica derechamente una confiscación del patrimonio
de aquel organismo, que claramente violenta nuestra CN. En autos “Renatre c/PEN y otro s/ Acción de amparo
del 24/11/2015 la CSJN consideró que la transferencia de funciones del RENATRE al RENATEA vulnera el art. 14
de la CN, en cuanto dispone que las prestaciones de la seguridad social estarán a cargo de “entidades
nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con
participación del Estado”. Señaló además que se trata de “un caso claro de regresividad en materia de
derechos sociales”. Este fallo trajo aparejada la obligación del RENATEA de reorganizar sus normas, lo que
hizo con el decreto 1014/2016 (BO 14/09/2016).

RENATEA: El gobierno y la administración del RENATEA estarán a cargo de un director general y de un


subdirector general. Ambos funcionarios serán designados por el Poder Ejecutivo nacional, a propuesta del
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y sus cargos serán rentados. (nuevo art. 8º ley 25191). Antes
había un Directorio integrado por 4 representantes del sector empresario y 4 de las asociaciones de
trabajadores rurales.
UNIDAD 19 REGULACION DE FORMAS ESPECIALES DE
PRODUCCION AGRARIA
Al abordar esta unidad tenemos que tener bien en claro las diferencias entre los conceptos biotecnología y
agrobiotecnologia.

BIOTECNOLOGIA: REFIERE A LA APLICACIÓN TECNOLÓGICA QUE SE UTILIZAN EN LOS SITEMAS BIOLÓGICOS Y


ORGANISMOS VIVOS O SUS DERIVADOS PARA LA CREACIÓN O MODIFICACIÓN DE PRODUCTOS Y PROCESOS.
Podemos observar que gracias a la biotecnología contemporánea, la cual se ha nutrido de la biotecnología
tradicional se fueron logrando hallazgos tecnológicos muy importantes como por ejemplo en 1953
descubrimiento del ADN por Watson y Chick, elemento esencial de la vida y punto de partida del desarrollo.
Considerado el desarrollo biológico mas importante del S XX, y a partir de esto la ingeniería genética irrumpe
con la manipulación del ADN, los genes se cortan y confeccionan. Nace la biotecnología moderna con este
hecho. 1973 se realiza la primer transferencia de un gen a otro organismo (clonación de genes). La
introducción de un gen en un animal se lo denominó “transgénico” y en 1983 se logra la primer transgénesis
en células vegetales y en 1984 se logra la primer planta transgénica.

AGROBIOTECNOLOGIA: REFIERE A LA BIOTECNOLOGÍA APLICADA ALA PRODUCCIÓN DE PLANTAS Y ANIMALES

LA BIOSEGURIDAD: ES EL CONJUNTO DE NORMAS Y PROCEDIMIENTOS DESTINADOS A GARANTIZAR EL USO


SEGURO DE LA BIOTECNOLOGÍA. QUE ENTIENDE TANTO A LA AGRO BIOTECNOLOGÍA COMO A LA AGRO
BIOSEGURIDAD.

CONABIA: Es la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria es un organismo público-privado


que funciona en la órbita del Ministerio de Agricultura de la Nación Integrada por representantes del
INTA,CONICET, INASE, SENASA, INTI, UNIVERSIDADES, etc. Dentro de sus funciones podemos observar que
define las condiciones para liberar al medio un organismo genéticamente modificado, se asocia con los
vegetales transgénicos, encargada de aplicar el marco regulatorio para análisis y gestión de los riesgos y
asegurando que el comportamiento agronómico del OGM sea similar al no modificado. Para llevar a cabo la
AUTORIZACION PARA COMERCIALIZACION DE UN OVGM (ORGANISMO VEGETAL GENETICAMENTE
MODIFICADO): tiene que ser realizada por el SENASA, QUIEN EFECTUA LA EVALUACIÓN DE INOCUIDAD
ALIMENTARIA PARA CONSUMO HUMANO Y ANIMAL -DICTAMEN DE LA DIRECCION DE MERCADOS
AGRICOLAS: SOBRE IMPACTOS PRODUCTIVOS Y COMERCIALES DEL MATERIAL GENETICAMENTE MODIFICADO
CONSITENTE EN SU LIBERACION AL MERCADO.

EL PROTOCOLO DE BIOSEGURIDAD DE CARTAGENA SUSCRIPTO EN MONTREAL (CANADA) ENERO 2000:


Este Portocolo refiere al tránsito de productos transgénicos entre países. Establece reglas de juego a nivel
internacional como base. Introduce el principio de precaución. Declara sobre la preocupación sobre los
efectos adversos de la biotecnología para la DIVERSIDAD BIOLOGICA y LOS RIESGOS PARA LA SALUD HUMANA.
Destaca la CAPACIDAD DE CONTRIBUIR AL BIENESTAR HUMANO, desarrollando medidas de seguridad
adecuadas. Postula acuerdos sobre el COMERCIO Y EL MEDIO AMBIENTE, manifestando que mutuamente
deben apoyarse para lograr el desarrollo sostenible. Los acuerdos internacionales deberán subordinarse a
ellos Consagra la terminología de ORGANISMOS VIVOS MODIFICADAOS (OVMs) Y NO LA DE OGM. Esta tiene
vigencia desde 2003 y no ha sido ratificado por Argentina

CONFLICTO CON LA UNIÓN EUROPEA EL FALLO DE LA OMC “COMUNIDADES EUROPEAS, MEDIDAS QUE
AFECTAN LA APROBACIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DE PRODUCTOS BIOTECNOLÓGICOS”:
En mayo de 2003 Argentina, Canadá y EEUU requirieron consultas a las CE sobre el sistema de importación de
OGMs en el mercado europeo. Estos consideraban que las CE habían impuesto una moratoria general de
hecho para nuevos OGMs desde 1988 y una especial para aquellos cuya aprobación estuviera pendiente, a lo
que se sumaba la aplicación de barreras contra la importación de productos transgénicos que ya se
encontraban aprobados a nivel comunitario, por parte de numerosos miembros de las CE. Las consultas se
llevaron a cabo sin arribarse a un acuerdo, por lo que los demandantes pidieron al Órgano de Solución de
Diferencias de la OMC (OSD) que estableciera un Grupo Especial (GE) para resolver el conflicto,
estableciéndose uno único para las tres reclamaciones el que quedó finalmente constituido en marzo de 2004.
A pesar de que los demandantes difieren en parte entre sí en parte respecto a los acuerdos de la OMC que se
encuentra afectados por las medidas de las CE. Las CE argumentan que no hay moratoria sino simples
demoras en las autorizaciones para la comercialización de dichos productos transgénicos y que además los
reclamos se basan en simples informes preliminares que no tienen ningún valor como evidencia y que para
determinar la legislación aplicable, sus regulaciones de transgénicos y los diferentes acuerdos de la OMC
deben ser analizados en conjunto. Sostienen que el principal objetivo de su regulación es la protección del
ambiente y que mientras el AMSF no concierne al ambiente, el OTC y el GATT si tienen previsiones al respecto,
por lo tanto son los que deben ser aplicados al tema y no el primero. Además las CE resaltan la importancia del
Protocolo de Bioseguridad de Cartagena como el más avanzado texto legal específico en el campo del
comercio de productos transgénicos, por lo que en esta disputa el OSD de la OMC no debería aislarse del
Derecho Internacional y tener en cuenta sus reglas y principios, utilizándolo para interpretar los otros tratados
aplicables. Sostienen que de dicho instrumento puede la OSD tomar elementos como el principio de
precaución y el de la determinación de riesgo ambiental. Esto, como puede observarse es absolutamente
improcedente, atento que ninguno de los reclamantes lo ha ratificado. EEUU lo dice expresamente en su
escrito de refutación y agrega que aunque lo fuera, dicho Protocolo específicamente aclara que no puede
afectar derechos provenientes de otros acuerdos internacionales. Resumiendo, los demandantes sostienen
que todas estas cuestiones constituyen, en definitiva, restricciones encubiertas al comercio internacional ya
que se viola la obligación de que las medidas sanitarias sean coherentes, en el sentido de evitar distinciones
arbitrarias o injustificadas en los niveles de protección y que las mismas no deben ser discriminatorias de
manera arbitraria o injustificable. Es decir, se sostiene en suma que las reales razones de las medidas no son
cuestiones de seguridad agroalimentaria sino que por el contrario esconden su carácter de barreras para-
arancelarias. Y por su parte las CE rechazan que la argüida moratoria general de facto exista como tal
sosteniendo que no rompen ningún acuerdo de la OMC porque son medidas provisionales basadas en el
principio de precaución y por lo tanto justificadas en el art. 5.7. del AMSF, no alcanzadas por el OTC por no
tratarse de medidas técnicas y que además no son violatorias del GATT ya que no le dan a los productos
extranjeros un tratamiento distinto a los domésticos similares.

Dejando asi la cuestión : Que este GRUPO ESPECIAL determino que no se puede aplicar el Protocolo de
Cartagena dado que los demandantes no son partes, por tanto no puede interpretarse como sugiere la CE. La
CE aplico de hecho la moratoria respecto de aprobación de productos biotecnológicos, infrigiendo en varios
casos el ACUERDO SOBRE MEDIDAS SANTIARIAS Y FITOSANITARIAS RECOMENDO QUE EL ORGANO DE
SOLUCION DE DIFERENCIAS DE LA OMC, pida a la CE medidas relativas a productos específicos de conformidad
a las obligaciones en el marco del ACUERDO SOBRE MEDIDAS SANITARIAS Y FITOSANITARIAS.
LEY 26093 REGIMEN DE REGULACIÓN Y PORMOCION PARA LA PRODUCCIÓN Y USO SUSTENTABLE DE
BIOCOMBUSTIBLES DEC. REG.109/2007

Esta ley fue sancionada en abril de 2006. Reglamentada por el Decreto 109/2007. A nivel Nacional regula y
fomenta: la producción de BIOCOMBUSTIBLES, SON AQUELLOS QUE SE PRODUCEN EN BASE A DERIVADOS
DEL PETRÓLEO (nafta o gasoil) CON CORTES O MEZCLAS DE MATERIAS PRIMAS DE ORIGEN AGROPECUARIO,
AGROINDUSTRIAL O DESECHOS ORGANICOS, que cumplan con todos los requisitos de la ley, su decreto
reglamentario y la autorización de la AUTORIDAD DE APLICACIÓN, los cuales son: BIOETANOL (Es el producto
de la fermentación de los azúcares realizada por levaduras, seguida de una posterior destilación, ejemplos con
maíz, sorgo, azúcar. Deben tener las naftas por lo menos el 5 % como mínimo de corte o mezcla sobre la
cantidad total del producto final. ), BIOGAS (producto obtenido de la biodegradación de la materia orgánica,
es un hidrocarburo gaseoso y no lleva corte) y BIODIESEL (producto obtenido a partir de aceites vegetales o
grasas animale, ejemplos de la soja, colza. Deben tener el gasoil por lo menos el 5% como mínimo de corte o
mezcla sobre la cantidad total del producto final). Desde el 2010 corre la obligatoriedad y la ley establece que
La Autoridad de Aplicación tendrá la atribución de aumentar el citado porcentaje, cuando lo considere
conveniente en función de la evolución de las variables de mercado interno, o bien disminuir el mismo ante
situaciones de escasez fehacientemente comprobadas El Régimen tendrá una vigencia de 15 años. El Poder
Ejecutivo Nacional lo podrá extender.

Autoridad de Aplicación: Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, y Secretaria de


Energía de la Nación. Algunas de sus funciones son: Promover y controlar la producción y uso sustentable de
biocombustibles. Establecer normas de calidad. Establecer los requisitos y condiciones para la habilitación de
plantas de producción y mezcla Previamente a dictar la habilitación se deberá contar con una Evaluación de
Impacto Ambiental (cumplir con la ley de Presupuestos mínimos de la Ley General del Ambiente 25.675).
OTRAS FUNCIONES DE LA AUTORIDAD DE APLICACIÓN: Controlar las mezclas a partir de su adquisición de
biocombustibles en plantas habilitadas Determinar los porcentajes de participación de los biocombustibles
en cortes de gasoil y nafta Intervenir en la utilización, transporte, distribución de biogás. Fiscalización del
cumplimiento de la ley.

PROMOCION: Los proyectos aprobados por la Autoridad de Aplicación para el desarrollo de producción de
Biocombustibles serán alcanzados por los beneficios del Protocolo de Kyoto, tales como derechos de
reducción de emisiones, créditos de carbono y cualquier otro título de características similares. Se otorgarán
beneficios fiscales

BENEFICIARIOS: Cuyos proyectos de industria de biocombustibles estén radicados en Territorio Argentino


Sean propiedad de Sociedades comerciales, privadas, públicas o mixtas, cooperativas, Constituidas en
ARGENTINA. Estén habilitadas para realizar las actividades previstas en la Ley de Biocombustibles. Su capital
social mayoritario provenga de actividades mayoritariamente dedicadas a la producción agropecuaria. Hayan
accedido a los beneficios fiscales establecidos por la norma, promoviendo prioritariamente la promoción de: -
Las pequeñas y medianas empresas -la producción agropecuaria -las economías regionales.
LEY 26.334 PROMOCIÓN DE LA PRODUCCIÓN DE BIOETENOL:

ARTICULO 1º — Apruébase el Régimen de Promoción de la Producción de Bioetanol con el objeto de satisfacer


las necesidades de abastecimiento del país y generar excedentes para exportación. A través de este régimen
promocional se impulsará la conformación de cadenas de valor mediante la integración de productores de
caña de azúcar e ingenios azucareros en los procesos de fabricación de bioetanol.

ARTICULO 2º — Podrán acceder al presente régimen: a) Las personas físicas, sociedades comerciales privadas,
sociedades de capital estatal, mixtas o entidades cooperativas que sean productoras de caña de azúcar o que
produzcan industrialmente azúcar a la fecha de entrada en vigencia de la presente ley; b) Las sociedades
comerciales privadas, sociedades de capital estatal, mixtas o entidades cooperativas que inicien o reanuden
sus actividades industriales en instalaciones productoras de azúcar existentes, estén o no operativas, a la
fecha de entrada en vigencia de la presente ley; c) Las personas físicas, sociedades comerciales privadas,
sociedades de capital estatal, mixtas o entidades cooperativas que inicien sus actividades de producción de
bioetanol a partir de la fecha de vigencia de la presente ley. En el caso de las sociedades comerciales
mencionadas en el inciso c) anterior, para poder gozar de los beneficios establecidos en la presente ley, los
accionistas controlantes de ellas deberán ser personas físicas de nacionalidad argentina o personas jurídicas
cuyo capital pertenezca mayoritariamente a personas físicas de nacionalidad argentina que también detenten
el poder de decisión.

ARTICULO 3º — Los sujetos comprendidos en el artículo 2º que presenten proyectos en el marco de la


presente ley gozarán de los beneficios establecidos en los Capítulos I y II de la Ley Nº 26.093.

Cabe aclarar lo siguiente: Gran injerencia de los Ingenios Azucareros. Sancionada el 4 de diciembre de 2007.
Incorpora cortes provenientes de la caña de azúcar a la producción de bioetanol. Base normativa: la ley
26.093 de Biocombustibles.

REGULACIÓN DE FORMAS ESPECIALES DE PRODUCCIÓN AGRARIA. PRODUCCIÓN ECOLÓGICA, BIOLÓGICA U


ORGÁNICA

Esta regulación aparece a comienzos de la década de 1960, producto de una nueva conciencia mundial, la
llamada «conciencia verde». Se busca un consumidor con poder adquisitivo y conciencia verde. La dificultad
está dada por los mayores riesgos biológicos y químicos que implica esta forma de producción. Argentina es el
primer país en desarrollar normas oficiales de producción y comercialización de productos orgánicos a través
de la ley 25.127 del año 1999. Luego de la sanción de la ley, se agregaron los decretos 91/07 y 206/01.

ART 1 LEY 25.127. DEFINICIÓN: se entiende por ecológico, biológico u orgánico a todo sistema de producción
agropecuaria, su correspondiente agroindustria, como así también a los sistemas de recolección y caza,
sustentables en el tiempo y que mediante el manejo racional de los recursos naturales y evitando el uso de los
productos de síntesis química y otros de efecto tóxico real o potencial para la salud humana, brinde productos
sanos, mantenga o incremente la fertilidad de los suelos y la diversidad biológica, conserve los recursos
hídricos y presente o intensifique los ciclos biológicos del suelo para suministrar los nutrientes destinados a la
vida vegetal y animal, proporcionando a los sistemas naturales, cultivos vegetales y al ganado condiciones tale
que les permitan expresar las características básicas de su comportamiento innato, cubriendo las necesidades
fisiológicas y ecológicas.
LOS PRODUCTOS DEBEN SER IDENTIFICADOS POR PARTE DE LOS CONSUMIDORES. LA AUTORIDAD DE
APLICACIÓN ES EL SENASA. SE CREA UNA COMISIÓN ASESORA PARA LA PRODUCCIÓN ORGÁNICA, INTEGRADA
POR UN PRESIDENTE, SECRETARIO DE AGPYA, FUNCIONARIOS VINCULADOS CON EL SECTOR, Y LOS MISMOS
DEBERÁN ASESORAR AL SECRETARIO, (HOY MINISTRO) DE AGRICULTURA Y PROPONER LINEAMIENTOS DE
POLÍTICAS DE P.O.; EMITIR OPINIÓN SOBRE PROYECTOS DE POLÍTICAS OFICIALES, LEYES, DECRETOS,
RESOLUCIONES Y DISPOSICIONES NORMATIVAS VINCULADAS A LA P.O.

La SECRETARÍA DE AGRICULTURA GANADERÍA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (HOY MINISTERIO) DEBERÁ


PROMOVER ESTE TIPO DE PRODUCCIÓN ENTODO EL PAÍS PRINCIPALMENTE EN: AQUELLAS REGIONES DONDE
SUS SISTEMAS AGROECOLÓGICOS ESTÉN DEGRADADOS O EN PELIGRO DE ELLO, COMO CONSECUENCIA DE LA
AGRICULTURA INTENSIVA TRADICIONAL; PARA CUANDO LA RECONVERSIÓN HACIA ESTE TIPO DE
PRODUCCIÓN PERMITE OBTENER UN MAYOR VALO EN EL MERCADO E INCLUSIVE ACCEDER A NUEVOS
MERCADOS CUANDO LA P.O. CONSTITUYE UNA ALTERNATIVA SUSTENTABLE PARA LOS MINIFUNDISTAS
CUANDO EN EL PREDIO SE ENCUENTRAN ESPECIES O VARIEDADES VEGETALES EN PELIGRO Y SEAN
CARACTERÍSITCAS DE LA REGIÓN, Y SEA UNA BUENA ALTERNATIVA SU PROPAGACIÓN CUANDO SE ESTIME
NECESARIO EN BASE A LAS POLÍTICAS QUE SE ESTÉN APLICANDO,ADEMÁS: PROMUEVE EL ESTUDIO Y
DESARROLLO DE MERCADOS INTERNOS Y EXTERNOS DE P.O., COORDINA INTEGRACIÓN VERTICAL Y
HORIZONTAL DE LAS FORMAS ASOCIATIVAS PROMUEVE LA APERTURA DEL NOMENCLADOR ARANCELARIO.

SENASA: CONTROLA LA PRODUCCIÓN ORGÁNICA EN TODAS SUS INSTANCIAS, SU CORRECTA CERTIFICACIÓN Y


COMERCIALIZACIÓN HABILITA A ENTIDADES PÚBLICAS O PRIVADAS COMO CERTIFICADORAS, SIEMPRE QUE
ESTÉN INSCRIPTAS EN UN REGISTRO Y HABILITADAS POR EL PROPIO SENASA, CONFECCIONA Y ACTUALIZA LA
LISTA DE INSUMOS PERMITIDOS.

PRONAO «PROGRAMA NACIONAL DE PRODUCCIÓN ORGÁNICA»

Los objetivos del PRONAO son: 1. PROMOVER EL DESARROLLO INTEGRAL DE LA P.O. EN TODO EL PAÍS
(AYUDADO POR LA COMISION ASESORA) 2. EVIDENCIAR Y POTENCIAR LAS VENTAJAS COMPETITIVAS DE LA
P.O. EN NUESTRO PAÍS 3. FACILITAR LA PRODUCCIÓN Y EL COMERCIO DE LOS PRODUCTOS ORGÁNICOS 4.
INCREMENTAR LA PRESENCIA DE PRODUCTOS ORGÁNICOS EN EL MERCADO, FORTALECER CONTROLES Y
GENERAR CONFIANZA EN LOS CONSUMIDORES 5. IDENTIFICAR Y FACILITAR LA FUENTE DE FINANCIAMIENTO

REGLAMENTO DEL SISTEMA DE PRODUCCIÓN, COMERCIAZACIÓN, CONTROL Y CERTIFICACIÓN DE


PRODUCTOS ORGÁNICOS, ECOLÓGICOS Y BIOLÓGICOS

SOBRE LA PRODUCCIÓN PRIMARIA: INSTA A LA FERTILIDAD DEL SUELO Y AL LABOREO MÍNIMO,


INCORPORACIÓN DE ABONOS ORGÁNICOS, FERTILIZANTES ORGÁNICOS VEGETALES O MINERALES
PERMITIDOS, CULTIVOS DE ABONOS VERDES O PLANTAS DE RAÍCES PROFUNDAS, ROTACIÓN DE CULTIVOS;

SOBRE LA ELABORACIÓN: SE PUEDE USAR HASTA 5% EN EL PESO DE LOS INGREDIENTES, DE PRODUCTOS


QUE NO CUMPLEN CON LOS REQUISITOS DE LA LEY, SI FUERAN INDISPENSABLES Y NO TUVIERAN UNA OPCIÓN
ORGÁNICA EN EL MERCADO. PARA LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN, SE UTILIZARÁN PRODUCTOS ORGÁNICOS
AUTORIZADOS

EMPAQUE: ENVASES QUE NO HAYAN CONTENIDO PRODUCTOS PROVENIENTES DE LA AGRICULTURA


CONVENCIONAL, Y SI ES POSIBLE, QUE SEAN BIODEGRADABLES
FRACCIONAMIENTO Y PLANTAS ELABORADORAS: LOS ESTABLECIMIENTOS DEBERÁN SER DESINFECTADOS
CON PRODUCTOS ORGÁNICOS Y EVITARÁN CONTAMINACIÓN CON PRODUCTOS PROVENIENTES DE LA
AGRICULTURA TRADICIONAL.

TRAZABILIDAD: CAPACIDAD PARA SEGUIR EL MOVIMIENTO DE UN ALIMENTO A TRAVÉS DE ETAPA O ETAPAS


ESPECIFICADAS DE LA PRODUCCIÓN, TRANSFORMACIÓN Y DISTRIBUCIÓN. «DE LA TIERRA A LA MESA»
PRODUCTOS DE SÍNTESIS QUÍMICA: ESTÁN PROHIBIDOS, TANTO EN EL MANEJO DEL SUELO, CULTIVOS,
CONTROL DE PLAGAS Y ENFERMEDADES, COMO FERTILIZANTES O ADITIVOS ALIMETARIOS, PARA LIMPIEZA Y
DESINFECCIÓN A MENOS QUE SU USO SEA INDISPENSABLE Y ESTÉ AUTORIZADO POR EL SENASA.
ORGANISMOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS: ESTÁN PROHIBIDOS, YA SEA COMO PRODUCTOS,
INGREDIENTES ALIMENTICIOS, PRODUCTOS FITOSANITARIOS, FERTILIZANTES, ACONDICIONADORES DE SUELO,
SEMILLAS Y MATERIALES DE PROPAGACIÓN.

PRODUCCIÓN ORGÁNICA ANIMAL

ESTA BASADA EN EL BIENESTAR ANIMAL, EN ARMONÍA CON LA TIERRA, LAS PLANTAS Y EL GANADO. EL
GANADO ES CUALQUIER TIPO DE ANIMAL DOMÉSTICO O DOMESTICADO, BOVINO, BUFALINO, OVINO,
PORCINO, CAMÉLIDO, EQUINO, ANIMALES DE GRANJA O CORRAL Y ABEJAS, USADOS COMO ALIMENTOS O EN
LA PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS DEBERÁN TENER MOVIMIENTO LIBRE SUFICIENTE, AIRE FRESCO,
PROTECCIÓN CONTRA LA EXCESIVA LUZ SOLAR, ÁREA DEREPOSO, ACCESO AL AGUA CORRIENTE ACCESO AL
PASTOREO DIRECTO. DENTRO DE LA PRODUCCION ORGANICA ANIMAL SE PROHIBEN MUTILACIONES TALES
COMO CASTRACIÓN, CORTE DE PILOS, ALAS, COLA, ETC IDENTIFICADOS INDIVIDUALMENTE O POR LOTES SI
SON AVES DE CORRAL. LA TERAPÉUTICA DE ESTOS ANIMALES SERÁ ORGÁNICA Y SE PERMITIRÁ LA
CONVENCIONAL SÓLO CUANDO SEA INDISPENSABLE PARA LA LUCHA DE UN MAL PARTICULAR QUE NO TENGA
ALTERNATIVA ORGÁNICA DISPONIBLE. ESTE TIPO DE PRODUCCION ES TOTALMENTE OPUESTO AL FEED LOT.LA
PRODUCCION ORGANICA ANIMAL VIENE CRECIENDO EN LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS LOS PRINCIPALES DESTINOS
DE NUESTRA P.O SON UNIÓN EUROPEA Y EEUU PRODUCIMOS LANA ORGÁNICA, VINO, JUGO CONCENTRADO
DE MANZANA, AZÚCAR, Y FRUTAS (PERA, MANZANA, LIMONOS, ARÁNDANOS). EL EPICENTRO DE LA
GANADERÍA ORGÁNICA SE ENCUENTRA EN EL SUR DEL PAÍS
UNIDAD 20 REGULACIONES AMBIENTALES AGRARIAS
El Derecho Agrario no escapa a la transversalidad del Ambiental, que lo influye, redimensionándolo, pero no
negándolo o destruyéndolo. Por ello el Derecho Agrario no es asimilable al Ambiental ni puede ser absorbido
por éste, como se pretendió en algún momento, ni viceversa. El Derecho Agrario ha sido pionero de la
protección ambiental habiéndose tradicionalmente ocupado tanto la doctrina como la legislación de la
cuestión especialmente en lo referido a la protección del recurso suelo y otros recursos naturales, cuándo las
cuestiones ecológicas no tenían la consideración con la que cuentan actualmente. Hoy, el Derecho Ambiental
tiene otra perspectiva de la cuestión, más holística y comprensiva de los impactos ambientales colaterales de
la actividad agraria, exponencialmente incrementados por la incorporación del paquete tecnológico que hoy la
asiste. El derecho Agroambiental sería entonces una denominación que en la práctica se da a la confluencia de
las regulaciones agrarias y ambientales, pero que a su vez siguen siendo parte tanto del Derecho Agrario como
del Ambiental, los que conservan sus propias identidades.

El nuevo paradigma ambiental: el Desarrollo Sostenible o Sustentable.

El desarrollo sustentable, como vemos, relaciona dos conceptos: desarrollo y sostenibilidad. El concepto
“desarrollo” surgió para definir el proceso por el cual los Estados iban progresando económicamente. Por su
parte, el concepto de sustentabilidad deriva del concepto de “sostenibilidad” utilizado en la ecología para
referirse a la posibilidad de un ecosistema de mantenerse en el tiempo con mínimas modificaciones. El
desarrollo sustentable es tenido en cuenta como “el desarrollo que satisface las necesidades de la generación
presente sin comprometer las posibilidades de las futuras generaciones para satisfacer las suyas”. Es decir que
conjuga el aspecto económico y el ecológico, introduciendo el principio de la solidaridad inter-generacional. El
concepto continuó evolucionado e incorpora asimismo, la necesidad de hacer efectivo el derecho de todos los
seres humanos a un adecuado nivel de vida basado de su activa, libre y fundamental participación en el
desarrollo y en la justa distribución de los beneficios resultantes del mismo, teniendo siempre en cuenta las
necesidades e intereses de las generaciones futura. Encontramos entonces en la conceptualización actual
aspectos económicos, ecológicos, sociales y hasta políticos que van mucho más allá del concepto original,
entre lo que podemos mencionar, en el campo que estamos considerando, la obligación del estado de velar
por una explotación sustentable de los recursos naturales.

La agricultura sustentable o sostenible es aquella que contribuye a mejorar la calidad ambiental y los recursos
básicos de los cuales depende la agricultura, satisface las necesidades básicas de fibra y alimentos humanos,
es económicamente viable y mejora la calidad de vida del productor y la sociedad toda. a conservación de los
recursos productivos y del medio ambiente constituyen las dos exigencias básicas de la variable ecológica de la
agricultura sostenible.

Ley General del Ambiente nº 25.675: Esta ley es de orden público (art. 3º). El art. 4º de esta ley enumera los
principios ambientales a los que sujeta la interpretación y aplicación de la misma y de toda otra norma a
través de la cual se ejecute la política ambiental. De esos principios, encontramos que se encuentran
íntimamente ligados a la normativa agraria el de sustentabilidad, el de responsabilidad, el de precaución y el
de equidad inter-generacional.
PRINCIPIO DE PREUCACION:”El principio de precaución es aquel que cuando una actividad constituya
amenaza potencial, pero científicamente incierta de daño grave o irreversible a la salud o al medio ambiente,
presente o futuro, permite a los poderes públicos, previa evaluación experta del riesgo de producción del
mismo, adoptar medidas preventivas efectivas, proporcionadas y de carácter provisional. Puede ser utilizado
en el período evaluatorio del riesgo o durante la gestión del mismo e inclusive proyectarse como factor de
atribución de responsabilidad del Estado y de los particulares”. 16 Este principio, que no debe confundirse con
el de prevención en cual la peligrosidad de una actividad o producto son conocidas, es aplicable justamente
cuando no existe certeza respecto a la misma pero existe el peligro de un daño grave o irreversible
proveniente del mismo.

La Ley Nacional Nro 22.428 “Conservación y Recuperación de la capacidad productiva de los Suelos” fue
dictada en el año 1981-gobierno de facto- con el fin de lograr en algunas zonas afectadas por la erosión y/o
degradación de origen antrópico que existieran o se advirtiera los mismos potencialmente y repercutiera en la
producción agropecuaria mediante programas o planes de trabajo la recuperación de los mismos. La ley
declaro de “interés general” a la acción privada o pública “tendiente a la conservación y recuperación de la
capacidad productiva de los suelos”. Se ha comprobado históricamente que dejar solo a los privados la
recuperación de los suelos no ha dado resultado si dichas acciones no vienen acompañadas por un impulso
estatal (nacional o provincial) que marque huella en su buen accionar e inclusive afirme mediante beneficios
(subsidios, fiscales, crediticios, etc.) que ayuden a dichos efectos. Es por tal motivo que la ley en su Capítulo IV
“De los beneficios” (art.9 al 13) detalla los derechos que tienen los productores agropecuarios que realicen
“inversiones y gastos directamente vinculados con la conservación o la recuperación del suelo en
cumplimiento de los planes y programas…..”(art.9) , beneficios como: créditos de intereses bajos o subsidios.
La ley invita a las provincias adherirse a la misma, y las mismas deberán a) designar una Autoridad Provincial
de Aplicación b) completar el relevamiento de los suelos y el conocimiento agroecológico de su territorio c)
realizar las obras de infraestructura necesarias d) promover las investigaciones y experimentaciones que sean
pertinentes relacionadas a la conservación y difundir normativas e) propiciar la formación de técnicos
especializados en la materia f) otorgar a través de bancos oficiales o mixtos de su jurisdicción créditos
especiales a productores g) aportar recursos presupuestarios.

Las Autoridades Provinciales de Aplicación que designen son competentes para : crear y organizar Distritos de
Conservación y propiciar la constitución de Consorcios (ambos en concordancia art.3 y 4 ) ; facultar y orientar
el asesoramiento técnico a los Consorcios; propiciar la constitución de áreas demostrativas del manejo de
conservación de las tierras con productores interesados; recomendar la adopción de medidas a realizar o
modificar que requiera por obras públicas en ejecución que estén afectando los suelos; aprobar los planes y
programas de conservación y recuperación de suelos; emplazar a quienes sean responsables de ocasionar
daños al suelo y/o contratar a terceros a costas de los incumplidores a ejecutar los trabajos necesarios en los
casos de incumplimiento de los planes y programas ya aprobados o bien en situaciones de emergencia.
El nivel nacional las Autoridades de Aplicación “podrán declarar Distritos de Conservación de Suelos toda zona
donde sea necesario o conveniente emprender programas de conservación o recuperación de suelos y
siempre que se cuente con técnicas de comprobada adaptación y eficiencia para la región o regiones similares,
pudiendo la misma declaración ser dispuesta a pedido de productores de la zona”. En los referidos Distritos de
Conservación de Suelos se constituirán Consorcios de Conservación integrados voluntariamente por
productores agrarios comprendidos dentro de dicha zona, los cuales gozarán de los beneficios de la norma y
sus reglamentaciones. . El Dec.681/81 art.3 regla que podrán existir dentro de un Distrito uno o más
Consorcios sujetos y como base; ser una asociación de dos (2) o más personas físicas o jurídicas; ingreso y
egreso voluntario a los Consorcios. Los Consorcistas designaran Autoridades –ad honorum- por vía electiva en
la forma que se establezca en el documento de constitución, pudiendo la Autoridad de Aplicación establecer
normas adicionales que hagan a la constitución, funcionamiento y disolución de los mismos. Los Consorcios
Voluntarios de Conservación de Suelos, pudiendo estar integrados por propietarios, arrendatarios, aparceros,
usufructuarios y tenedores a cualquier título de inmueble rural ubicados en zonas declaradas Distrito de
Conservación, en caso de no poder formarse un Consorcio, a título excepcional un productor del Distrito podrá
solicitarlo como “área demostrativa o como predio conservacionista”. Las obligaciones de los integrantes de
los Consorcios son: no realizar prácticas de uso y manejo de tierra que originen u ocasionen notoria
disminución de la capacidad productiva de los suelos; llevar a cabo las prácticas imprescindibles de acuerdo al
programa presentado y aprobado; están obligados a poner en conocimiento de la Autoridad de Aplicación el
caso de incumplimiento por parte de algún Consorcista de las obligaciones contraídas. En caso de
incumplimiento deberá reintegrar de inmediato con su actualización - con más sus intereses y en caso omiso
se lo intima al pago con más intereses punitorios y se procede vía procedimiento administrativo al dictado de
Resolución, pudiendo contra ella en caso de disconformidad plantearse el recurso pertinente. La excepción al
incumplimiento se da para el caso fortuito o fuerza mayor, acordándose al beneficiario plazos supletorios para
la realización del trabajo

Ley 10.552 Conservación de Suelos. Provincia de Santa Fe: Si bien la Provincia de Santa Fe se adhirió por Ley
8829 del año 1981 a la Ley 22.248 ; en el año 1991 sanciona su propia Ley de Conservación de Suelos Nro
10.552, la cual fue reglamentada por el Decreto Nro 3445 en el año 1992, aplaudiendo la doctrina agrarista
que la norma santafecina declaro de “orden público” en todo el territorio el control y prevención de todo
proceso de degradación de los suelos, la recuperación , habilitación y mejoramiento de las tierras para la
producción y la promoción de la educación conservacionista (art.1), declaración que no se observa en la Ley
22.248.

Siguiendo el texto de la Ley 10.552 se deben implementar todos los medios necesarios para adecuar la
utilización de la tierra, conforme su aptitud, incentivando el equilibrio de los ecosistemas de manera de evitar
el deterioro de la economía provincial y teniendo en cuenta las posibilidades reales y efectivas de los usuarios.
Se considera que hay un proceso de degradación de los suelos cuando exista cualquier fenómeno producido
éste por el hombre o naturalmente, que se manifieste con síntomas de erosión, agotamiento, deterioro físico,
alcalinidad, salinidad y drenaje inadecuado (art.3) ; inclusión de los mismos que no se advierten en la ley
nacional. a norma provincial presenta otras diferencias con la Ley 22.248 que iremos señalando y es similar en
ciertos aspectos , especialmente en los subsidios e incentivos (art.24) e inclusive con la participación
obligatoria de profesionales –ingenieros agrónomos , en Recursos Hídricos o Licenciados en Edafología –
(art.26) en la confección de programas o planes que se llevaran adelante en los predios rurales que necesiten
la aplicación de la norma, asumiendo también dichos profesionales una responsabilidad solidaria e inclusive
punitiva en caso de falsear u ocultar realidades y/u otras anomalías detectadas (art.40 al 42).

La Autoridad de Aplicación como organismo de ejecutar la ley 10.552 recayó originariamente por su
reglamentación Dec.3445 de fecha Santa Fe 25 de noviembre 1992 en el ex Ministerio de Agricultura,
Ganadería, Industria y Comercio, a través de la Dirección General de Suelos y Aguas, con el tiempo y en
relación directa a la restructuración Ministerial hoy, la misma recae en el Ministerio de la Producción.

La norma creo el “Fondo Provincial de Conservación y Manejo de Suelos” con el fin de proporcionar los medios
necesarios para llevar adelante el objeto de la misma, e inclusive no solo en lo práctico sino en una educación
que haga a la concientización del problema. El Fondo está constituido por un porcentaje de lo recaudado ya
sea por multas, legados, donaciones y herencias, saldos no utilizado en años anteriores y por aportes
nacionales e internacionales.

La Ley Nacional 22.248 como bien se ha expresado nos habla de “Distritos de Conservación “ y dentro de ellos
los “ Consorcios de Conservación” ; por el contrario la Ley Provincial 10.552 nos habla de “áreas de Aplicación,
declarando a todos los suelos de la provincia sujetos al uso y manejo conservacionista, dejando librado al
criterio de la Autoridad de Aplicación que zonas sea técnicamente recomendable emprender programas de
conservación, recuperación, habilitación y mejoramiento de suelos. A su vez la ley provincial norma que las
cuencas, sub cuencas o sistemas hídricos y las explotaciones agropecuarias, serán consideradas unidades
físicas de aplicación siempre que la naturaleza del problema así lo requiera. La Autoridad de Aplicación a
través de sus organismos técnicos o bien a propuesta de la Comisión Provincial de Conservación y Manejo de
Suelos, creada por Dec. Nro. 1955/86; las Municipalidades y Comunas, propietarios, arrendatarios,
contratistas y tenedores por otro título de la tierra; otras organizaciones, organismos o entidades vinculas al
tema previa evaluación determinara las “áreas de conservación y manejo de suelos” (art.13). Es competencia
de la Autoridad de Aplicación la clasificación de dichas áreas en concordancia al mayor o menor grado de
necesidad y ayuda que necesiten, surgiendo así las: a) Áreas de Conservación y Manejo Total; b) Áreas de
Conservación y Manejo Parcial (art.14). A su vez y relacionado a los destinatarios las áreas se clasifican en: a)
Áreas de Conservación y Manejo Voluntario, b) Áreas de Conservación y Manejo Obligatorio, siendo estos
últimos los que tienden a ser crecientes o progresivos o de acuerdo la norma, se desarrollen en un ámbito que
no solo alcancen al productor individual, sino que a los efectos se prolonguen en el espacio y tiempo (art.15 y
16). Relacionado a la intensidad a trabajar sobre dichas áreas se clasifican en: a) Tratamiento Esencial y b)
Tratamiento Integral (art.17).
Lo expuesto referente a las áreas, la ley entiende a sus efectos: “a) Áreas de Conservación y Manejo Total:
aquella donde los planes de conservación y manejo se lleven a cabo en todos los predios rurales integrantes
de una unidad física definida por una cuenca, sub cuenca o sistema hídrico. b) Área de Conservación y Manejo
Parcial: aquella en donde los planes de conservación y manejo se lleven a cabo a nivel de predios rurales. c)
Tratamiento Esencial: aquel en el cual se procura lograr la solución de los problemas de degradación a través
de una sola práctica o prácticas conjuntas d) Tratamiento Integral: aquel en el cual se procura lograr la
solución de los problemas mediante la realización de diferentes prácticas complementarias.”(art.18). Es clara
la modalidad gradual que emerge de la norma en la clasificación y determinación de las áreas referenciadas,
teniéndose en cuenta el estado de los suelos, las técnicas aplicar, las ayudas económicas y todo lo que fuere
pertinente a sus efectos. Podemos afirmar que en la práctica y comparativamente entre la Ley Nacional Nro.
22.248 y la Ley Provincial de Santa Fe Nro 10.552, la primera no ha tenido éxito, fundamentalmente por una
cuestión presupuestaria; en cambio la segunda ha logrado cumplir con su objetivo en gran parte.

LEY SOBRE PRESUPUESTOS MINIMOS DE PROTECCION AMBIENTAL PARA ACTIVIDADES DE QUEMA Nº


26.562- PROCEDIMIENTO PARA QUEMA DE PASTIZALES. SANCIONES:

Esta ley tiene por objeto establecer presupuestos mínimos de protección ambiental por las actividades de
quema de vegetación o sus residuos efectuados en todo el territorio nacional, con el fin de prevenir incendios,
daños ambientales y riesgosos para la salud y la seguridad públicas. La ley entiende por quema toda labor de
eliminación de la vegetación o residuos de vegetación mediante el uso del fuego, con el propósito de habilitar
un terreno para su aprovechamiento productivo. Para llevar adelante la quema, la ley establece que se
requiere la debida autorización expedida por la autoridad local competente de cada jurisdicción, la que será
otorgada en forma específica, estableciendo las condiciones y requisitos contemplando parámetros climáticos,
estacionales, regionales de preservación de suelo, flora y fauna, así como requisitos técnicos para prevenir el
riesgo de propagación del fuego y resguardar la salud y la seguridad pública. Las solicitudes de autorización de
quema deben contener los siguientes datos: nombre del responsable de la explotación del predio,
individualización y consentimiento del titular del dominio, identificación del predio en el que se desarrollará la
quema, el objetivo de la quema y la descripción de la vegetación y /o residuos de vegetación que se desean
eliminar, así mismo las técnicas para el encendido, control y extinción del fuego, las medidas para la
prevención, seguridad y evitar la dispersión del fuego y resguardar la salud y seguridad pública.

IMPACTO AMBIENTAL DE LAS ACTIVIDADES AGROPECUARIAS. LA REGULACION EN SATNA FE: FEED- LOTS
(RESOLUCION 023/09 S.M: A) CEREALERAS (Resolución 177/03) ex S.M.A y D.S) USO DE AGROQUIMICOS (ley
nº 11.273) JURISPRUDENCIA:

El conflicto por el uso del suelo encuentra su punto de partida en la expansión de la urbanización desordenada
hacia zonas rurales como también a la inversa, el desplazamiento de las zonas agrícolas hacia zonas
periurbanas.

En la provincia de Santa Fe, se destacan las siguientes actividades agropecuarias: explotación de feed lots,
acopio de cereal y la contaminación por mal uso de fitosanitarios. Estas son algunas de las actividades
agropecuarias que afectan transversalmente al ambiente, lo que ha motivado su regulación.
FEED LOTS: Se denomina feed lots al engorde intensivo de ganado bovino a corral. El termino feed lot significa:
“lote de alimentación” y tiene por finalidad alimentar al animal en menor tiempo a base de cereales,
suplementos proteicos y vitamínicos, en espacios reducidos a diferencia de la cría tradicional a campos
abiertos a base de pastos y/o vegetación. La secretaria de Medio ambiente de la Provincia de santa Fe dictó la
resolución 23/09 en la cual se establecen los requisitos para el funcionamiento de los feed lots, entre ellos el
uso de cortina forestal perimetral, piso de los corrales que sean permeables, y asegure la no contaminación de
las capas freáticas, piso de cemento en la zona de los bebederos y comederos, tratamientos de efluentes en
caso de que se generen los mismos, y zona de enterramiento sanitario de los animales muertos. La resolución
santafesina fija para instalación de los feed lots la obligatoriedad de presentar estudios de Impacto Ambiental
para los nuevos establecimientos y de Informe ambiental de cumplimientos para los establecimientos que ya
se encontraban instalados antes de su dictado, a su vez, establece distancias relacionadas a la cantidad de
cabezas de ganado respecto a los centros poblados, cursos de aguas y los vientos predominantes del lugar.

ACOPIO DE CEREAL/ CEREALERAS :El acopio de cereal es una actividad agropecuaria de larga data por lo que
muchas plantas de acopio de cereal se encuentran insertas en el éjido urbano constituyendo la principal
fuente de trabajo de la localidad. El impacto ambiental que genera una planta de acopio de cereal proviene de
distintas causas como congestión de tránsito pesado en época de cosecha, emisión de polvo, molestias de
ruidos ocasionados por los equipos utilizados, molestias por malos olores y peligro de explosiones. La ex
Secretaria de medio Ambiente y Desarrollo sustentable dictó resolución 177/03 aplicable a todos los
establecimientos dedicados al almacenamiento, distribución, acondicionamiento y conservación de granos.
Las medidas de funcionamiento tienen la finalidad de ordenar territorialmente la actividad, establecen la
obligación para los acopios de presentar informe ambiental de cumplimiento para aquellos establecimientos
ubicados en zonas rurales, mixtas o industriales a menos de 500 metros del punto más cercano a zonas
urbanas y suburbanas cuando la capacidad de almacenamiento supere las diez mil toneladas en total,
mientras que los nuevos emprendimientos no podrán instalarse en zonas urbanas. Actualmente, y dentro del
marco del DNU 297/2020, el Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba, de la Provincia de Santa Fe, y de
la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y Centro Exportador de Cereales(CIARA-CEC) han
implementado recomendaciones basadas en nuevas medidas preventivas vinculados al transporte de cereales
y oleaginosas a los efectos de incrementar prevención de la transmisión de todas las enfermedades
respiratorias en ámbito de trabajo PRODUCIDAS POR CORONAVIRUS COMO EL COVID 19, causante de la actual
pandemia. Se unificaron criterios en la implementación de protocolos sanitarios al momento de carga,
descarga en puertos y movimientos en ruta.

AGROQUIMICOS:

Producto fitosanitario es una expresión general que se utiliza para identificar un grupo de sustancias
destinadas a prevenir, atraer, repeler o controlar cualquier plaga de origen animal o vegetal durante la
producción, transporte, distribución y elaboración de productos agrícolas y sus derivados. Los fitosanitarios
son indispensables para mantener el nivel de productividad, su uso está cuestionado por sus presuntos
efectos nocivos que causan sobre el ambiente y la salud de la población.
Para ser comercializados deben estar inscriptos en el SENASA y contar con la correspondiente etiqueta. En
Argentina no existe la Ley Nacional de Agroquímicos, sino que la regulación es provincial. La provincia de Santa
Fe, legisla la temática de los productos fitosanitarios en la ley 11,273 (reformada por la ley 11.354) y en su
decreto reglamentario nº 552/97.

La ley estipula que tiene por objeto la protección de la salud humana, de los recursos naturales y de la
producción agrícola, a través de la correcta y racional utilización de productos fitosanitarios, como así también
evitar la contaminación de los alimentos y del medio ambiente, promoviendo su correcto uso mediante la
educación e información planificada. Quedan sujetas a las disposiciones de la ley, las actividades de
elaboración, formulario, transporte, almacenamiento, distribución, fraccionamiento, expendio, aplicación y
destrucción de envases de productos fitosanitarios. Se crean registros de inscripción obligatoria para las
personas físicas o jurídicas que desarrollen cualquiera de dichas actividades, deben solicitar habilitación de los
equipos a utilizar, matricularlos y contar con autorización de ingeniero agrónomo para realizar las aplicaciones
aéreas o terrestres, debiendo contar siempre con autorización expresa (receta agronómica).

FALLO SAN JORGE En la ciudad de San Jorge, Pcia. Santa Fe, distante a 152 km de la ciudad capital, compuesta
por 25.000 habitantes, caracterizada por ser una zona de amplia explotación agrícola. En el mes de marzo del
año 2008, un grupo de vecinos habitantes en la zona lindera de los campos, promovieron un recurso de
Amparo en contra la Municipalidad de San Jorge, dueños de campos linderos al barrio y la Provincia de Santa
Fe (Ministerio de Producción órganos de aplicación de la Ley Provincial de Fitosanitarios). A los fines de que se
prohíba fumigar en los campos de propiedad de los demandados, y que la fumigación por tierra se realice a no
menos de 800 metros del límite del ejido urbano, y 1500 metros para la fumigación aérea. El interés del
amparo, es preservar el medio ambiente, y la salud de los habitantes de dicha población, expresaron que en
todos los pueblos de la región se registra un gran aumento de enfermedades como cáncer, malformaciones,
lupus etc. Expresan que la Provincia de Santa Fe tiene la Ley de Fitosanitarios N° 11.273 y que esta norma
tiene interpretaciones dispares sobre el uso del glifosato, que está calificado como un herbicida de baja
toxicidad, dicha clasificación fue cuestionada por especialistas que han probado su alto grado de toxicidad.
Dentro de la exposición, explicitaron que la Municipalidad de San Jorge incurrió en omisiones culposas, nunca
definió una franja agronómica de acuerdo a la ley 11.273; no implementó el registro y matriculación de
equipos terrestres, y habilitación para la comercialización en locales destinados a la venta de agroquímicos;
nunca se cumplió la ordenanza que prohíbe el estacionamiento, circulación y limpieza de “mosquitos” en el
área urbana; no cumplió con lo establecido en la ley citada, que sí estimaba peligroso el uso de determinados
productos fitosanitarios por su toxicidad o largo efecto residual, por lo que debería haber adoptado medidas
inmediatas para resguardar y preservar la salud de la población y el medio ambiente Por todo lo expresado
solicitan, la necesidad de aplicar el Principio Precautorio. En junio del año 2008, el juez que hizo lugar a la
acción de amparo, prohibió fumigar en los campos ubicados al límite del barrio Urquiza de propiedad de los
demandados y en una distancia no menor de 800 metros para fumigaciones terrestres y de 1500 metros para
fumigaciones aéreas, lo que se cuenta desde el límite de la zona urbana. En abril de 2012 la Cámara resolvió
reducir la prohibición de fumigar a 500 metros dese el límite del radio urbano. Ante dicha resolución los
demandados interpusieron un recurso de aclaratoria solicitando se estipule sobre qué productos regia la
prohibición dispuesta. En Mayo 2012, la Cámara estipuló que el límite establecido era de 500 metros y solo
para el Glifosato.
FALLO SPEEDAGRO: es un fallo que sentó precedente en defensa del medio ambiental y la salud pública. La
cuestión fue tramitada dentro de la causa: SPEEDAGRO SRL C/ COMUNA DE AREQUITO S MEDIDA
CAUTELAR”.El conflicto se origina a partir del dictado de la ordenanza N° 965 que prohibía el uso de
agroquímicos tóxicos y muy tóxicos -denominados de “Banda Roja” por el Senasa en todo el distrito de la
comuna, más allá del radio urbano. La norma, de hecho, ampliaba los alcances no sólo de la ley provincial de
fitosanitarios, sino que también extendía el perímetro de fumigación hasta mil metros de los centros
poblados. La polémica surge porque la ordenanza se inmiscuía en un objeto, aparentemente, ajeno a la
jurisdicción comunal, prohibiendo el uso de productos químicos que, sin ser biosidas -como puede ser el
glifosato-, son agregados a los caldos de fumigación y favorecen el rendimiento mejorando la absorción de los
pesticidas. Se trata de los coadyuvantes. El fallo de la Corte Suprema de Justicia de la provincia convalidó el
criterio de la ordenanza de la comuna de Arequito sobre el uso de agroquímicos de “Banda Roja”. La empresa
promovió medida cautelar contra la comuna de Arequito, por entender que la prohibición de la ordenanza
“puede ocasionar perjuicios graves o de reparación difícil o imposible”, fundando la urgencia de la suspensión
de los efectos de la ordenanza en que “la demora del proceso afectaría derechos constitucionales como lo es
la violación de al libre comercio”. La Cámara en lo Contencioso Administrativo N° 2 de Rosario,
oportunamente rechaza el pedido de SpeedAgro, en un fallo histórico que deja a la ciudadanía una batería de
herramientas legales, contundentes, para la defensa de la salud pública y el medioambiente. Lo primero que
establece la resolución de la Cámara es que el bien protegido del medioambiente y la salud es superior al libre
comercio a la vez que faculta a los municipios, en su poder de policía, a legislar en la materia “siempre y
cuando la regla menor -en este caso la ordenanza- proteja más que la superior, persiguiendo la optimización
de la protección medioambiental”.

ENVASES VACIOS DE PRODUCTOS FITOSANITARIOS: El uso de productos fitosanitarios ha llevado a una alta
concentración de envases vacíos en los campos, sin que reciban un tratamiento adecuado de
descontaminación y disposición final, con el consiguiente riesgo que implica para la salud y el medio ambiente.
Es decir, el problema radica en que los mencionados envases o bien son abandonados, generando
contaminación física, química o biológica del aire, agua y suelo, o son quemados, generando gases que afectan
la salud y la capa de ozono, o son usados como recipientes para otros usos o para realizar un comercio
informal de agroquímicos. Para lograr un campo limpio de envases vacíos de productos fitosanitarios, es
necesario que éstos tengan una gestión ambiental adecuada. La ley 27.279 establece los presupuestos
mínimos de protección ambiental para la gestión de los envases vacíos de fitosanitarios, en virtud de la
toxicidad del producto que contuvieron, requiriendo una gestión diferenciada y condicionada, creando el
Sistema de Gestión Integral de Envases Vacíos de Fitosanitarios. A través, del decreto 134/2018 se reglamentó
la ley 27.279 a los efectos de dar operatividad al manejo adecuado de los envases vacíos.

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