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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES


“EZEQUIEL ZAMORA”
UNELLEZ-APURE
ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO AGRARIO
Y AMBIENTAL

TEORÍA GENERAL DEL DERECHO AGRARIO

DERECHO AGRARIO

INTEGRANTE:
PROFESOR:
 LUIS ALBERTO BOLÍVAR ESQUEDA
ABG. FRANCISCO REYES
C.I. 13.948.957

San Fernando de Apure, Enero 2022


ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL DERECHO AGRARIO.

El análisis, comprensión y utilización de las instituciones jurídicas supone


necesariamente el estudio de sus orígenes, incluyendo las razones histórico-
económicas y políticas de su creación, el desarrollo de las mismas en el devenir
temporal y la razón de su permanencia en los actuales tiempos lo cual justifica su
existencia positiva; porque el derecho en el mundo moderno, cargado de prisa y
rápida evolución, se justifica en la medida en que útil al hombre, en tanto y en
cuanto ciertamente cumpla con su misión natural de regular la vida de éste en
sociedad.
El desarrollo de la actividad agrícola y pecuaria, por parte del hombre como
elemento para la creación y conservación de vida y como factor explotación
económica para la subsistencia propia de él, nace lógicamente en los inicios de la
humanidad. El homo sapiens en su necesidad de producir los alimentos
suficientes para su manutención y para la subsistencia de la raza humana, realiza
labores de explotación en las faenas agrícolas y pecuarias desde sus mismos
inicios. Este hecho humano ha sido regulado por el derecho desde los albores del
tiempo como corresponde al desarrollo de la labor cultural jurídica. Esta comenzó
a crear normas desde los mismos comienzos de la existencia humana, y produjo
normas tendientes a orientar la vida social del hombre, cual es el objetivo final del
derecho como ente regulador de la vida social.
 Así el derecho común o civil tiene respuesta para prácticamente toda la
problemática que se produce como consecuencia de la vida social, incluyendo la
relativa a la actividad agrícola y pecuaria. Sin embargo, podemos afirmar un
conjunto de normas destinadas a regular el hecho agrícola o pecuario como tal,
con sus principios y una filosofía propia, que atienda a estos actos como
fenómenos económico-jurídicos, sólo nace con los comienzos de la segunda
década del siglo pasado. En efecto, es con motivo de la aparición dela Revista de
Derecho Agrario, bajo la conducción de Giangastone Bolla, en Florencia, Italia,
cuando se comienza a establecer lo que es el ius agrarium como rama científica
del derecho, destinado a regularlo como un fenómeno económico.
Si bien pudiera pensarse que el derecho agrario nace en los primeros
tiempos de la humanidad ello no es así, por cuanto el concebirlo como aquel
destinado a la creación y conservación de vida animal y vegetal con sentido de
explotación económica, es un concepto de reciente data, que va más allá de
reglas destinadas a regular las relaciones entre los sujetos que intervienen en la
labor productiva, para convertirse en un derecho que atiende a problemas
colectivos de economía, abastecimiento y seguridad nacional.
Desde luego que normas de Derecho agrario existieron en todas las
legislaciones de la antigüedad, pero es en Roma donde adquieren mayor relieve,
hasta el punto que, como muy bien lo apunta Bailarín Marcial, la Ley de las XII
Tablas, la más vieja compilación de normas latinas, tiene la consistencia de un
verdadero código agrario. Eso sí, se trata del código en el cual la propiedad de la
tierra alcanza la total plenitud de facultades y crece bajo el absoluto dominio de los
terratenientes. No obstante, allí tuvo lugar una modificación del concepto de
propiedad, traducida en limitaciones y en propuesta de redistribución, que le
plantearon nuevos cometidos al Derecho agrario, si bien sus mejores
postulaciones perecieron con los Gracos. Desaparecido el imperio romano, con
éste cae el monumento a la juridicidad que levantara su pueblo y, en su lugar, se
constituye un Derecho amparado en el poder de los grandes señores de la tierra,
en el poder de los señores feudales, quienes se desempeñan como autoridad.
Con ellos el Derecho agrario se torna al Derecho feudalista y se pone de espaldas
a los trabajadores rurales, a quienes regala a la servidumbre. Pasa el feudalismo,
adviene la revolución francesa y, porque el Derecho romano ejerce gran influencia
sobre los políticos de la época, la concepción antigua de la propiedad renace, pero
muere el Derecho agrario, yugulado por el extraordinario auge que el Código
Napoleónico le proporciona al Derecho civil. Y tienen que transcurrir muchos años,
más de cien para que aquél reviva, ahora con las características de un Derecho
clasista, de un Derecho de los campesinos.
En doctrina agraria se ha visto la presencia de dos escuelas en torno a lo
que es el nacimiento u origen del derecho agrario, para algunos el principio del
mismo pertenece al inicio mismo de la humanidad, para otros pertenece o
comienza con la estructuración científico-jurídica de lo que es el derecho agrario,
conceptualizado como conjunto de normas destinado a regular la vida del hombre
en sus relaciones con el aspecto económico y técnico del campo.
Ambas posturas son perfectamente conciliables. En un comienzo el
derecho agrario pertenece a la generalidad del mundo humano, prácticamente la
vida del hombre gira en torno a la vida rural, más que a la vida urbana, con el
transcurso del tiempo se comienza a producir un mayor acercamiento del hombre
hacia las ciudades, y con ellas nace un derecho destinado a regular unas
relaciones jurídicas distintas. Así el derecho avanza hacia la conformación de una
norma destinada a regular la vida del hombre urbanizado y comienza a perder
fuerza la existencia rural frente a la urbana.
Es en esta etapa final cuando surge un derecho agrario destinado a regular
al fenómeno jurídico económico y técnico que se deriva de las relaciones del
hombre con el campo, ahora deslindando vida rural de vida urbana; y aquella en
minoría numérica frente a las grandes urbes que existen.
Si se quiere estudiar lo relativo a la parte histórica del derecho agrario se
debe revisar, siguiendo las enseñanzas de los autores Antonio Carrozza y Ricardo
Zeledón Zeledón, que el derecho agrario analizado por quienes lo ven desde los
tiempos inmemoriales tiene etapas que van desde los mundos organizados como
Babilonia con el Código de Hammurabi o el derecho egipcio, el chino, el judaico o
el griego, en los cuales hay ideas sobre la manera de manejar conceptos que, hoy
en día, pudieran pertenecer al derecho agrario como se ha explicado: obedece su
existencia a las necesidades de aquellos tiempos sin conceptualizársele como si
fuese diferente del derecho urbano.
El decaimiento del derecho agrario primigenio u original se produce con la
presencia de la codificación napoleónica del Código Civil de 1804, que tiene como
aplicación máxima y último fin establecer el derecho a la propiedad, visto éste
como una forma de expresión de la libertad patrimonial, señalándose que la
propiedad tiene un carácter ius naturalista lo cual lo hace sagrado, inviolable,
absoluto y fundamental.
Puede concluirse en este aspecto de la evolución histórica del Derecho
Agrario que los tres elementos impulsores del mismo, fueron el nacimiento del
capitalismo como la respuesta burguesa frente al individualismo liberal, el
establecimiento de la ruptura de la unidad del derecho privado napoleónico y la
constitucionalización de los Estados como aporte al derecho social, constituyen los
tres elementos que definitivamente le dan forma al mundo del ius agrarium
moderno.
Todo lo antes explicado contribuye entonces a la determinación de por qué
se habla del derecho agrario como nacido en la segunda década del siglo pasado,
como se ha expresado antes; con los hechos puntuales de haber existido desde
1922 la Revista de Derecho Agrario, que dirigía Giangastone Bolla, y cuya
discusión pública durante los siguientes diez años constituye el elemento que
desde el punto de vista doctrinario conforma la existencia y materialización del
derecho agrario como una expresión jurídica que se desprende del tronco común
civil, para estructurar una nueva concepción jurídica con principios y fórmulas
propias

AUTONOMÍA DEL DERECHO AGRARIO


Una importante corriente doctrinaria con relación a la materia ha apuntado a
una conocida teoría Autonomía del derecho agrario. Sostiene que el derecho
agrario tiene principios generales propios y líneas directivas y complejas cuyas
normas jurídicas se plasman o deben plasmarse según peculiares exigencias
económicas.

CONCEPTO DE DERECHO AGRARIO.


El jurista venezolano Román José Duque Corredor en su obra Derecho
Agrario. Estudios Seleccionados, define al derecho agrario como:
Es aquella rama del Derecho, que persigue ajustar las relaciones jurídicas
de carácter agrario a los dictados de la justicia social, con el objeto de facilitar y
crear las condiciones necesarias para llevar a cabo una auténtica Reforma Agraria
Integral, o sea, para lograr un aumento de la producción agrícola y para hacer
posible una más justa y equitativa distribución de la propiedad agraria.
El autor merideño Ramón Vicente Casanova, tiene una concepción del
derecho agrario que lo vincula necesariamente a la conservación de los recursos
naturales renovables, y establece en su obra Derecho Agrario, que este tipo de
derecho:
Intenta ordenar las relaciones jurídicas que se originan en la tenencia y
aprovechamiento de los recursos naturales renovables, concebidos como unidad
en la figura de la propiedad territorial (del Estado o de las particulares. individual o
colectiva), con miras a establecer una convivencia humana que sea al mismo
tiempo convivencia con la naturaleza.
El autor colombiano Joaquín Vanin Tello en su obra Derecho Agrario
(Teoría General), define el derecho agrario en los siguientes términos:
Es la rama jurídica de naturaleza mixta que disciplina la tenencia y el uso de la
tierra, la actividad agraria y el desarrollo rural, con el fin de lograr principalmente
una adecuada estructura de la propiedad rústica, el aprovechamiento racional y la
conservación de los recursos naturales renovables, lo mismo quo el bienestar de
la población, especialmente la campesina, todo ello conjugando crecimiento
económico y justicia social.

PRINCIPIOS INSPIRADORES
PRINCIPIO ANTI-LATIFUNDISTA
Durante mucho tiempo, la más destacada doctrina del derecho agrario ha
sostenido que el latifundismo consiste en el acaparamiento de las tierras en pocas
manos, colocando a la población campesina al margen de la actividad
agropecuaria, por lo tanto, tal forma de tenencia de la tierra produce graves
impactos sociales, económicos y ambientales.
El derecho agrario, principalmente el venezolano y latinoamericano en
general, tiene como un principio orientador fundamental el anti-latifundismo, y así
observamos que el artículo 307 dela Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela establece: «El régimen latifundista es contrario al interés social. La ley
dispondrá lo conducente en materia tributaria para gravar las tierras ociosas y
establecerá las medidas necesarias para su transformación en unidades
económicas productivas, rescatando igualmente las tierras de vocación agrícola.»

PRINCIPIOS AGRARIOS CONSTITUCIONALES


El cuerpo normativo agrario dela Constitución Bolivariana de Venezuela
aborda como preceptos básicos cuatro aspectos de la estructura agraria nacional.
Primero, la naturaleza sustentable de la agricultura. Segundo, la importancia de la
seguridad alimentaria. Tercero, la participación del Estado en el desarrollo agrario.
Cuarto, el derecho de propiedad.

AGRICULTURA SUSTENTABLE
La Constitución de 1999, en el artículo 305, señala: «El Estado promoverá
la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral a fin
de garantizar la seguridad alimentaria de la población». En una primera lectura del
texto constitucional se observa cómo el constituyente incorpora el concepto de
agricultura sustentable como base del desarrollo. De esta manera se impone una
nueva dinámica en el ámbito productivo, el modelo tradicional de productivismo da
paso a una nueva concepción de crecimiento donde la protección del medio
ambiente es parte integrante del desarrollo. Este planteamiento de identificar
ambiente y desarrollo tiene especial significación, no sólo por haber sido una
constante permanente en los últimos años en distintos foros y congresos
internacionales, sino por los efectos que genera en una nueva concepción del
desarrollo, por ello dedicaremos algunos párrafos al análisis de su origen y
consecuencias.

SEGURIDAD ALIMENTARIA
En el mismo artículo 305, se observa que el constituyente bolivariano,
vincula la estrategia de desarrollo integral basada en una agricultura sustentable
con la seguridad alimentaria de la población. Concibe esta última como la
disponibilidad suficiente y estable de alimentos en el ámbito nacional y el acceso
oportuno y permanente a éstos por parte del público consumidor. La norma
constitucional concilia la necesidad de una ingesta alimentaria adecuada y
suficiente con el autoabastecimiento, al señalar que la seguridad alimentaria se
alcanzará desarrollando y privilegiando la producción agropecuaria interna,
entendiéndose como tal, la proveniente de las actividades agrícola, pecuaria,
pesquera y acuícola.

PARTICIPACIÓN DEL ESTADO EN EL DESARROLLO AGRÍCOLA


El artículo 307 dela Constitución Bolivariana enuncia como precepto
fundamental del ordenamiento jurídico agrario, las principales acciones que debe
emprender el Estado para fomentar y promover la actividad agrícola y el uso
óptimo de la tierra mediante la dotación de las obras de infraestructura, insumos,
créditos, servicios de capacitación y asistencia técnica. Destaca el artículo la
importancia de la actividad agrícola como medio de generar empleo y garantizar  a
la población campesina un nivel adecuado de bienestar. El espíritu, propósito y
razón del precepto constitucional obliga a ciertas reflexiones y consideraciones en
torno a la percepción que se debe tener sobre la función del Estado en el
desarrollo agrícola.

DERECHO DE PROPIEDAD
La Constitución Bolivariana de Venezuela en el Capítulo VII, artículo 115,
referido a los Derechos Económicos, garantiza el derecho de propiedad. Este
precepto forma parte de lo que AIí Venturini denomina normas preambulares o
programáticas indicativas; es decir, se establece como premisa del sistema un
postulado constitucional, en este caso, el Estado venezolano reconoce, el derecho
de propiedad como reiterativamente lo ha venido admitiendo en todas las
constituciones desde 1811, inspiradas en el precepto consagrado en el articulo
544 del Código Napoleónico de 1804, que textualmente señalaba: «La propiedad
es el derecho de disfrutar y disponer de las cosas de la manera más absoluta,
siempre que no se haga de ellas un uso prohibido por las leyes o los
reglamentos». Joaquín De Camps y Arboix, señala, que a partir de esta norma la
propiedad está ya asistida por la triple prerrogativa de ser inviolable, sagrada y
absoluta, conjunto que hermana con el concepto categórico tan conocido del
derecho justinianeo.
El texto dela Constitución Bolivariana de 1999, tiene la particularidad de que
elimina la definición y referencia del derecho de propiedad en orden de la función
social, como estaba consagrado en el artículo 99, dela Constitución de 1961, que
textualmente señalaba: «El Estado garantiza el derecho de propiedad. En virtud de
su función social, la propiedad estará sometida a las contribuciones, restricciones
y obligaciones que establezca la ley con fines de utilidad pública o de interés
general». En cambio, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
su artículo 115, establece: «Se garantiza el derecho de propiedad. Toda persona
tiene derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes. La propiedad
estará sometida a las contribuciones, restricciones y obligaciones que establezca
la ley con fines de utilidad pública o de interés general. Sólo por causa de utilidad
pública o interés social, mediante sentencia, firma y pago oportuno de justa
indemnización podrá ser declarada la expropiación de cualquier clase de bienes».
De esta manera se vuelve a la concepción civilista de describir las facultades del
propietario, al indicar que toda persona tiene el derecho al uso, goce y disposición
de sus bienes (ius utendi, fruendi et abutendi), tal como lo consagra el artículo 545
del Código Civil vigente, al señalar: «La propiedad es el derecho de usar, gozar y
disponer de una cosa de manera exclusiva, con las restricciones y obligaciones
establecidas en la ley». No obstante, se limita la potestad jurídica absoluta de la
propiedad, al indicarse que ésta estará sometida a las contribuciones,
restricciones y obligaciones que establezca la ley con fines de utilidad pública o de
interés general. 

ACTIVIDAD AGRARIA
Carrozza define a la actividad agraria como el "desarrollo de un ciclo
biológico, vegetal o animal, ligado directa o indirectamente al disfrute de las
fuerzas y de los recursos naturales, la que se resuelve económicamente en la
obtención de frutos - vegetales o animales - destinados al consumo directo, o bien
previa una o más transformaciones; estas actividades dependientes de ciclos
biológicos se encuentran ligadas a la tierra o a los recursos naturales y están
condicionados por las fuerzas de la naturaleza, y ello es lo que diferencia, lo que
individualiza y distingue a la agricultura de las actividades secundarias en tanto
que en estas los procesos biológicos se encuentran totalmente dominados por el
hombre”.
La actividad agrícola ha sido, a través de los tiempos, base fundamental en
el desarrollo de la civilización. Si bien en un principio el impacto ambiental de esta
actividad era acorde a la resiliencia de! ambiente, actualmente como resultado del
crecimiento poblacional y el aumento en la productividad son considerables los
efectos irreversibles ocasionados en el ambiente, principalmente en suelo, agua y
biodiversidad.
Esta actividad permite satisfacer plenamente además de la necesidad
alimentaría, otros derechos sociales tales como la salud, la vivienda, la seguridad
social, un ambiente sano, etc. Preservar el equilibrio ecológico durante la
producción agropecuaria es indispensable para garantizarle a la humanidad una
existencia perdurable, digna y feliz.

ACTIVIDAD AGRARIA PRINCIPALES Y CONEXAS


La producción agraria, que abarca no solo lo agroalimentario sino también
lo agroindustrial, la floricultura, lo maderero y la alimentación animal. Al igual que
lo ambiental, como valor propio de su normativa para compatibilizar su protección
con el aprovechamiento de los recursos naturales del suelo agrícola, la
preservación y el mejoramiento de las especies y para optimizar la calidad de vida
de la sociedad. Pero también, las actividades conexas o asociadas o agregadas,
como la comercialización, transformación, almacenamiento, transporte y
protección del consumo de los productos agrarios, para garantizar el valor
agregado a los productores, una sana alimentación, la mejor distribución de los
beneficios del desarrollo económico y el ascenso social de los agricultores y
productores.
También la actividad agraria comprende el asociativismo agrario, mediante
el estudio de las formas de organización de las explotaciones agrarias, y de
contratación a nivel nacional e internacional, es decir, los contratos de la empresa
y para la empresa y los contratos de la agro exportación. Abarcando igualmente, el
cúmulo de las responsabilidades por el uso de elementos orgánicos en el cultivo y
en la transformación y conservación de los productos alimenticios de origen
agrario.
La clasificación que de las actividades agrarias formula el maestro argentino
Antonio Vivanco, sin duda el mejor científico del Derecho Agrario en América
Latina: “actividad agraria por excelencia es la de naturaleza productiva, pero son
también agrarias las actividades conservativa, preservativa, extractiva, capturativa,
transportativa, procesariva, lucrativa y hasta la consuntiva”.
Las actividades agrarias están conformadas por actividades estrictamente
agrícolas como:
 La Agricultura.
 La Cría

Actividades no agrícolas pero tienen que ver con la producción de alimentos


o que utilizan especies naturales para beneficio del ser humano como:
 La Pesca.
 La Acuicultura.
 La explotación Forestal.

Y actividades conexas como:


 La Transformación.
 El Transporte.
 El Comercio
Lo que caracteriza las actividades agrarias es lo siguiente: 

 Su objeto: producción de organismos vivos (animales o vegetales)


bajo control del hombre (implica la explotación del ambiente agrario).
 Su vinculación: Está asociada con una cierta extensión de suelo
agrícola (se aprovecha la fuerza productiva de la tierra y de los
recursos naturales asociados con ella).
 Su utilidad: Implica el aprovechamiento económico de organismos
vivos (animales y vegetales)

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