Está en la página 1de 5

Estados de ánimo

¿Qué facticidades hay en nuestra vida?

Según el estado de ánimo que habitemos, tenemos la creencia de que hay


cosas que no podemos cambiar por diversas razones. Lo que determina el
estado de ánimo en que nos encontramos es la interpretación acerca de lo que
es posible cambiar o no.

Frente a lo que no podemos cambiar, tenemos dos posibles reacciones:


oposición o aceptación.

Oponerse a la facticidad de la vida: el resentimiento

Cuando rechazamos lo que no podemos cambiar, hablamos de resentimiento,


lo que significa dar la pelea a algo que no depende de nosotros cambiar. Los
seres humanos desarrollamos resentimiento cuando nos oponemos a las
facticidades de la vida. Nos oponemos a ciertas facticidades porque las
evaluamos como el resultado de una injusticia. Así, estamos resentidos,
culpamos o acusamos a alguien o incluso a la vida de que el presente sea como
es. Juzgamos que alguien o algo en el pasado nos han cerrado algunas
posibilidades para nuestra vida. Al estar resentidos nos declaramos víctimas
de una injusticia. Sin embargo, como dijimos, no podemos cambiar el pasado.
Cuando estamos en el resentimiento nos mantenemos atrapados en lo que no
está abierto al cambio. Desde ese estado de ánimo creemos que hay un
culpable de lo que sucede y que en algún momento tendrá que pagar, y

2
nuestro foco está puesto en esperar que llegue ese momento. Lo que alimenta
el estado de ánimo del resentimiento es la conversación interna de que alguien
nos ha perjudicado injustamente y no podemos reclamar. Aunque el
resentimiento tiene sus raíces en un juicio que hacemos sobre experiencias
pasadas, es un estado de ánimo que colorea y permea nuestro futuro. Como
estamos enfocados sobre las posibilidades que hemos perdido en el pasado,
el resentimiento obstruye nuestra efectividad en la acción y produce
sufrimiento.

No aceptar las posibilidades de la vida: la resignación

Cuando rechazamos o negamos lo que podemos cambiar, hablamos de


resignación. Decimos que una persona está resignada cuando juzgamos que
esa persona declara no poder cambiar lo que nosotros consideramos que
puede ser cambiado. Una persona resignada no ve el espacio futuro de
posibilidades en el cual pueden ocurrir nuevas acciones y en el cual puede
modificar su situación actual. Desde este estado de ánimo creemos que no
importa lo que hagamos, las cosas no van a cambiar. Es un juicio de
incapacidad personal, de que por distintas razones no seremos capaces de
producir los cambios que quisiéramos. Entonces la tendencia es mantener el
statu quo y no hacer nada.

3
Aceptar las facticidades de la vida: la aceptación

Cuando aceptamos lo que no podemos cambiar, hablamos de tranquilidad o


de estar en paz. Es nuestra capacidad de reconciliarnos con lo que no puede
ser cambiado, incluyendo las posibilidades que están cerradas para nosotros
en nuestra vida. Por ejemplo, al aceptar nuestro pasado, que es un hecho
fáctico, nos movemos hacia la plena aceptación. Esto no quiere decir que lo
aprobemos o que pensemos que no cometimos errores o que no nos afectaron
los errores de otros. Lo que aceptamos es que no podemos cambiar el pasado.
Lo declaramos como cerrado para el propósito de nuestras preocupaciones
del presente. La aceptación nos permite concentrarnos en el espacio de
posibilidades para tomar acciones que podrían cambiar nuestro futuro. La
tendencia es valorar y disfrutar lo que tenemos sin desgastarnos en lo que
sabemos que no va a ocurrir.

Aceptar las posibilidades de la vida: la ambición o las ganas

4
Cuando levantamos la cabeza y descubrimos un mundo de posibilidades,
somos capaces de conectarnos con nuevas ambiciones. Cuando aceptamos lo
que podemos cambiar, hablamos de entusiasmo. En este estado de ánimo
sentimos que hay muchas posibilidades de que las cosas sean como deseamos
y nos sentimos capaces de hacer lo necesario para lograrlo. Implica un juicio
nuestro sobre el futuro como una posibilidad abierta para nuestra vida. La
tendencia del entusiasmo es tomar acción y concretar.

Desde esta perspectiva, el estado de ánimo que habitamos es nuestra


interpretación personal de lo que es posible para nosotros o no. Para lograr
ser eficaces en nuestra gestión, hay acciones que podemos realizar y que nos
permiten trasladarnos de un estado de ánimo a otro.

También podría gustarte