Diferencias Culturales En Capacidades Intelectuales Y Personalidad
Tyler cita un estudio de Woodworth en el que compara las capacidades auditivas, visuales, olfativas y tiempos de reacción entre grupos de indios americanos, negros de Filipinas, filipinos malayos, africanos, patagónicos, blancos, etc. Aunque las diferencias fueron escasas, se observó un predominio de la vista para los indios y filipinos; en audición tenían puntuaciones superiores los blancos; en olfato no había diferencias; y los blancos respondían más al dolor que otros grupos. En cualquier caso, se sabe que las diferencias en capacidades sensoriales no siempre responden a diferencias innatas, sino que pueden haberse desarrollado determinados órganos por el aprendizaje, es decir, porque las situaciones a las que se deban enfrentar estas personas requieran hacer ese tipo de discriminaciones. Los trabajos que marcaron más las diferencias en capacidades intelectuales entre grupos de personas negras y blancas fueron los desarrollados por Jensen que encontró una ejecución diferencial entre afroamericanos y estudiantes blancos interpretándola como fruto de diferencias genéticas. Un análisis de 1974 que se centraba en niños blancos y afroamericanos de la misma edad sostiene que existe una diferencia entre 10 y 20 puntos en CI. Hernstein y Murray, en un estudio longitudinal, analizaron a jóvenes a través del test de cualificación de las fuerzas armadas encontrando nuevamente que la dotación cognitiva de ciertos grupos étnicos y raciales era inferior a la de los blancos y que esta dotación de pendía de factores hereditarios. También se han observado ciertas diferencias entre grupos en capacidades intelectuales específicas. En un estudio reciente de Finch, Farberman, Neus, Adams y Price-Baker se encontró menor rendimiento a nivel verbal, matemático y técnico en afroamericanos que en blancos y parece que éstos no mejoraron con los años adicionales de educación, pero también se observó que este hecho se debía a las desigualdades en el nivel económico y a otras experiencias del grupo con relación al sistema educativo y no a diferencias genéticas.
Leidy Ramírez Ramírez - BA-19-3535
El interés por destacar las diferencias en capacidad intelectual y otras características psicológicas entre grupos, ha respondido a una especie de etnocentrismo monocultural en el que existe la creencia de la superioridad de un grupo frente a otro, donde grupo dominante impone sus creencias a los grupos menos poderosos manifestándose en valores, creencias e incluso programas institucionales de los que, muchas veces, no se es consciente.
CRÍTICAS METODOLÓGICAS A LA INVESTIGACIÓN CLÁSICA SOBRE CULTURAS
Los factores más importantes que pueden estar limitando la generalización de resultados son los siguientes: Factores selectivos. 1. Diferencias de grupo y de individuo. 2. Diferencias culturales. 3. Bilingüismo. 4. Test libres de influencias culturales. 5. Aspectos molares o moleculares de las diferencias. Las diferencias en inteligencia encontradas entre los distintos grupos cultura les responden, por tanto, a sesgos en la concepción de lo que es un grupo determinado, a obviar la interacción entre ambiente y dotación genética, y a la confusión en el coeficiente de heredabilidad intragrupo, que se ha generalizado a los grupos. Además de estar influidas por otras variables moduladoras, como el índice socio económico, el ambiente familiar, las oportunidades educativas, y los propios sesgos culturales que se recogen en la construcción de los test.
PLANTEAMIENTOS ACTUALES EN EL ESTUDIO DE LAS DIFERENCIAS CULTURALES
A pesar de que las oportunidades educativas y laborales para la mayor parte de los seres humanos parecen ser las mismas en los países industrializa dos, realmente sigue existiendo una cierta marginación y prejuicios hacia los grupos minoritarios. Esta nueva forma de racismo se observa en la ideología dominante, que combina una cierta afectividad negativa hacia los «negros» y la creencia en los valores tradicionales de la sociedad americana.
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Esta ideología, que se refleja en las actitudes y conductas de los blancos hacia los grupos minoritarios, sobre todo los afroamericanos, se está transmitiendo de padres a hijos produciéndose una socialización racial determinada. En los grupos minoritarios los padres y madres se enfrentan no sólo a la tarea de criar a sus hijos sino, además, con esos estereotipos negativos que existen en la sociedad, teniendo que prepararse, muchas veces, para esa experiencia de estar en una situación minoritaria. El modo en que los padres y madres afronten esta socialización va a influir en cómo se desarrolle el auto concepto de los niños. A finales de los años 60, John Berry plantea que el estudio de la conducta debe realizarse dentro de una cultura y entiende que la Psicología debe promover una investigación transcultural en la que se estudie cómo la cultura y la conducta están relacionadas y, a partir de ahí, buscar generalizaciones o universales que permitan analizar a todos los individuos simultáneamente. Esto, unido con las actitudes positivas o negativas hacia ese contacto, permite identificar cuatro estrategias de relaciones interculturales: I. Asimilación: se produce cuando los miembros de los tes no desean mantener su identidad cultural y buscan la interacción diaria con otras culturas. grupos no dominan II. Separación: se da cuando lo que desean los miembros del grupo es mantener la cultura original y evitar la interacción con los otros grupos. III. Integración: en este caso el interés está en mantener la cultura original, al mismo tiempo que se interactúa con otros grupos. IV. Marginalización: ocurre cuando no hay interés en mantener la cultura ni en mantener relaciones con los otros. Los cambios sociales y culturales, según este modelo, se pueden producir a tres niveles: nacional referido a grandes sistemas como la política nacional o regional; institucional que recoge tanto instituciones gubernamentales como económicas; e individual, que se basa en la ideología multicultural general y en las actitudes de los individuos ante la aculturación. Modelo de Triandis Triandis (1996) considera que el estudio de las diferencias culturales debe pasar por identificar los síndromes culturales. Éstos son patrones de
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actitudes, creencias, categorizaciones, autodefiniciones, normas, definiciones de roles y valores compartidos, que están organizados alrededor de un tema y que pue den identificarse entre aquellos que hablan un lenguaje particular, durante un período histórico específico y en una región geográfica definida. Bilingüismo Por ser una característica compartida por todos sus miembros sino porque, además, permite transmitir los valores, creencias y normas de ese grupo. La lengua de un pueblo no sólo representa las concepciones del mundo, sino que es el modo de expresar nuestro pensamiento. Cuando se asigna un nombre a las cosas o situaciones, estamos otorgándoles un valor de terminado y estableciendo una clasificación según semejanzas o diferencias con otros objetos. Anastasia cita algunos ejemplos de cómo funciona el lenguaje en culturas diferentes. Así, por ejemplo, entre los esquimales existen distintas palabras para referirse a la nieve según sea nieve que cae, nieve fangosa o nieve helada en bloques; en determinadas tribus se emplea el término negro para referirse a cualquier color oscuro y el rojo abarca el rosa, naranja y amarillo.
IMPLICACIONES DE LOS ESTUDIOS TRANSCULTURALES
Los modelos transculturales permiten guiar la investigación desde un planteamiento más acorde con la realidad social. Es evidente que la cultura de cada pueblo va a determinar su modo de relacionarse y, por tanto, va a incidir en todas las facetas del comportamiento humano. En los últimos años, han proliferado los trabajos que analizan la influencia de la cultura en la salud, educación, pautas de crianza, relaciones sociales, etc.