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Acepta, propone el 

Dalai Lama.
Y aclara, no es resignación.
Tampoco es dejar de buscar lo que se quiere o necesita. Sin embargo, hay cosas
que no se pueden cambiar y que si no se aceptan se resienten, se sufren con la
misma pasión con la que dolieron, se atan al hoy como inhabilitadores.
Aceptar es poner cada cosa en su lugar. Es validar lo que no se puede hacer y dar
lugar a nuevos proyectos y relaciones.
Es dejar quietos los recuerdos, los errores cometidos, lo que será siempre así, lo
que no se puede modificar.
Y aunque parezca ser bajar los brazos es una actitud de protagonista. Hacerse
cargo de decidir que impacta en uno, a qué se le hace caso, qué se elige.
Aceptar es pararse en lo que se tiene para reconocerlo y luego, poder seguir
adelante.
Aceptar es recuperar la vida. Y empezar a disfrutarla.
https://apartirdeunafrase.wordpress.com/2014/08/25/acepta-no-es-resignacion-pero-nada-
te-hace-perder-mas-energia-que-el-resistir-y-pelear-contra-una-situacion-que-no-puedes-
cambiar-dalai-lama-lider-espiritual-del-lamaismo-o-budismo-tibetano/

ES MUY DIFÍCIL ACEPTAR LA IDEA DE QUE NUNCA SE SABRÁN LOS VERDADEROS


MOTIVOS QUE LE LLEVARON A TOMAR ESA DECISIÓN.

Muchas veces la familia más cercana y los allegados se alejan, pareciera como si nos
abandonaran, sin embargo la mayoría de las veces lo que sucede es que no saben cómo
actuar con nosotros o les resulta demasiado doloroso, así alejarse es una manera para
cuidarse a sí mismas.

A medida que el proceso de duelo va pasando, podemos ir aceptando esta falta de


respuestas y dejar de preguntarnos de forma persistente el por qué, entendiendo que no
teníamos conocimiento sobre las intenciones suicidas, que no podríamos reconocerlas y
que probablemente no podríamos haberlo evitado.

 Aceptar que lo ocurrido es un hecho que ha cambiado para siempre nuestras vidas.
Nunca nada volverá a ser igual, pero esto no significa no poder seguir adelante.
 Entender y aceptar que sufría mucho, quizás por razones incompresibles para
nosotros, pero no veía otra salida a su sufrimiento.
 Respetar que fue su decisión, EQUIVOCADA, la peor de toda su vida, pero suya.
 Entender que su sufrimiento le hizo creer que estaríamos mejor sin él/ella.
Probablemente pensó que con su muerte nos aliviaría de la carga que podría
significar para nosotros en un futuro y confió en que saldremos adelante.
 Comprender que no quiso hacernos sufrir.
 Tener permiso para volver a reír, para disfrutar.
 LE PERDONAMOS y NOS PERDONAMOS por ser simplemente humanos.
Afrontar el proceso de duelo tras el suicidio de un ser querido es, seguramente, el proceso
más doloroso que podemos hacer como personas, a veces, es tal el sufrimiento que
necesitamos ayuda profesional. El tratamiento psicológico en los procesos de duelo por
suicidio tiene como objetivo ayudar a superar la pérdida del ser querido de una manera
más sana y continuar con nuestra vida, pudiendo disfrutar de ella.

https://saradelpiepsicologia.com/los-sobrevivientes-duelo-por-suicidio/

¿Conoces la diferencia entre aceptar y


resignarse?
En muchas ocasiones, vivimos peleados con la realidad y con las cosas que
nos ocurren o que suceden a nuestro alrededor.

Solemos expresar o decirnos a nosotros mismos comentarios del tipo: “Esto


no tendría que ser así”, “Esto debería haber sido como yo esperaba”, “No es
justo que pase esto”, “¿Por qué a mí?”, “Esta persona debería actuar así o hacer
esto o lo otro” … y mil frases más del estilo.
Por eso es tan importante y necesario trabajar la práctica de la
aceptación. Poder entender y respetar que, tanto las cosas que vivo como
las personas, son como son.
Tener en cuenta la diferencia entre aceptación y resignación es clave
para tomar conciencia de en qué punto me estoy situando ante las
circunstancias o los problemas y así poder trabajar en ello.
Cuando tú cambias y empiezas a aceptar la realidad, tu experiencia
subjetiva de la realidad (antes tan insoportable) también cambia.

Por todo esto, es importante no confundir la aceptación con la resignación.

Qué significa resignarse?


 Resignarse conlleva una actitud pasiva, de
conformidad. Comparamos la situación, el hecho o la persona con
nuestro ideal, con lo idealizado, y nos lleva a la parálisis y a
la impotencia.
*En muchas ocasiones he abordado este aspecto en consulta: lo ideal vs. lo
real. Es algo en lo que se puede trabajar y nos permite vivir con mayor
calma.

 La resignación lleva implícita una emoción desagradable y una


experiencia de derrota frente a la realidad.
 La resignación duele, genera sufrimiento porque no estoy del todo
de acuerdo con la situación. Es como si nos diésemos por vencidos,
esperando a que la situación, la persona, etc., sea de otra manera,
básicamente como a mi me gustaría que fuese. Y esto no es posible
porque no tengo el control sobre ello.

Qué significa aceptar?


 Aceptar conlleva una actitud activa y de cambio, pero con
responsabilidad, valorando recursos y herramientas.
 La aceptación es mucho más serena, supone optar por dejar de
luchar y estar peleados con la vida y afrontarla tal cual viene, de la
manera más ajustada y equilibrada posible, sin derrotismos.
 Aceptar implica soltar, gestionar, liberar, convivir con ello. Poder
ver otras perspectivas y otras formas de actuar con más armonía. La
aceptación no solo hace referencia a situaciones, sino que podemos
aceptar personas, aspectos o rasgos de personalidad. En definitiva,
cualquier cosa que nos rodee. También aceptarse a uno mismo.
 La aceptación no significa que me guste lo que está pasando o
cómo es la otra persona, sino que asumo que no está en mi mano
cambiarlo o que incluso, las consecuencias que me lleva cambiarlo
son más dañinas que beneficiosas.
 Aceptar no significa conformarme con aquello con lo que no estoy
a gusto, sino entender que hay cosas que no dependen de mí.
Podemos no estar de acuerdo con algo y, aunque no podamos
modificarlo, sí podemos cambiar la actitud con la que nos
enfrentamos a ello.

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