Está en la página 1de 7

ROXANA ESCAMILLA PALOMEQUE

MATRICULA 144405
GRUPO: EE49.

DOCENTE. KAREN SUGEI LUGO MARTIN.

UNIDAD 1. LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA DE LA


PERSONA CON AUTISMO.

Actividad 2. La importancia de la detección y el diagnóstico del TEA.

TAPACHULA, CHIAPAS, A 21 DE ABRIL DE 2023.


INTRODUCCIÓN.
Hoy en día existe un amplio consenso respecto a algunas señales de alerta, que
pueden ser relevantes, en caso de ser observadas al año de vida y pueden
constituirse en elementos que precipiten una detección temprana del trastorno.
Entre algunas señales de alerta están:
 Menor uso del contacto ocular.
 Ausencia de respuesta de reorientación del nombre.
 Ausencia de la conducta de señalar.
 Ausencia de conductas de mostrar objetos.
Entre algunos de los síntomas de los niños con espectro autista, se encuentra que
algunos aciertan en las teorías de la mente, sugiriendo que la afectación de esta
no es universal en las condiciones del espectro autista, pero las medidas de
conducta de mirar espontáneamente sugieren que la teoría de la mente implícita y
automática se ve afectada aun cuando se dan respuestas verbales correctas a
preguntas explicitas de creencias erróneas.
Una de las dificultades sociales, por ejemplo, los problemas para atribuir
intenciones al interlocutor que pueden explicar el rango de afectaciones de la
comunicación. La ausencia de toda comunicación, tiene sentido sin la teoría de la
mente ¿Para qué comunicar, sino reconoces que hay otras mentes para hacer
contacto, otros pensamientos en otras cabezas para trasmitir y compartir?
El lenguaje tiene una gramática y una pragmática, el termino gramatica implica al
estudio de las reglas y principios que gobiernan el uso de las lenguas y
organización de las palabras dentro de las oraciones que funcionan como una
unidad. La pragmática es una rama de la lingüística se preocupa por el contexto o
la forma en la que influye la interpretación del significado.
Dicho esto, en las personas autistas el lenguaje es gramaticalmente correcto, pero
pragmáticamente alterado, también tiene sentido sin una teoría de mente, frases
corrientes que dicen “Pinta al niño que tenés cerca” o “Vamos a nadar en el
micro”, están abiertas a una interpretación excesivamente literal, desconcertante.
La dificultad en reconocer las intenciones de segundo orden, (segundas
intenciones), lo que revela los problemas para distinguir bromas de mentiras y de
ironía.
Otro de los indicadores precoces de la teoría de la mente en el autismo, es la
capacidad de enfocar la atención y el juego simbólico, como un signo de condición
del espectro autista en el segundo año de vida.
DESARROLLO

(MARIA ARREVILLAGA)
Entre los síntomas del autismo, se sugieren, las actividades rígidas, restringidas y
repetitivas, lo que se resume en conductas rituales y estereotipadas, alteraciones
en los procesos ideatorios y en la organización del pensamiento, respuestas
anómalas ante estímulos auditivos, táctiles, olfatorios, auditivos, visuales y
gustativos, déficit atencional y déficit de memoria, junto con la actividad lúdica
desorganizada, fallas en la acción, conductas de aislamiento y trastornos
vinculares.
Atendiendo a la dinámica de la sintomatología se pueden observar ciertos cambios
sintomáticos en el desarrollo de la persona autista desde el nacimiento hasta la
adultez:
a) Desde el nacimiento a los doce meses de vida: En cuanto a la interacción
social, se observa una falta de respuesta y/o rechazo al contacto con las personas
(por ejemplo, no reconocimiento diferenciado de la madre; no mover la cabeza
cuando alguien se acerca; permanecer como un muñeco de trapo cuando se le
coge en brazos, Etc.). En esta etapa pueden ser frecuentes los problemas de
alimentación y de sueño (tanto por exceso como por defecto). Puede haber llanto
prácticamente constante o ausencia de llanto propositivo.
b) De los doce a los veinticuatro meses: En un nivel social se presenta aislamiento
y ausencia de juego interpersonal, o presencia pero con patrones muy desviados
con respecto al desarrollo normal. En cuanto al lenguaje, quizás algunos tienen un
comienzo adecuado progresan. En todo caso, el 50% aproximadamente de las
per- sonas con autismo no desarrollarán en ningún momento de su vida habla
funcional. Los problemas mayores en el área de la comunicación los tienen en
cuanto al uso social y a la adecuación al contexto. En el aspecto de la conducta,
suelen manifestarse movimientos corporales estereotipados.
c) De los dos a los tres años: En esta etapa se hacen más presentes los
problemas y las alteraciones mostradas con anterioridad. La interacción con los
iguales no es normal. El juego como actividad compartida e imaginativa no existe.
Se hace más patente la desviación en los patrones de comunicación (ausencia de
gestos, entonación inadecuada, etc.). Las conductas exploratorias que se dan en
el niño normal no aparecen o las sustituye por estereotipias.
d) De los tres a los seis años: Esta etapa, junto con la anterior, es la que los
padres siempre han catalogado como más difícil. La alteración social y
comunicativa es claramente manifiesta. Se pueden observar posturas corporales
anormales (por ejemplo, caminar en puntas de pie). Durante esta etapa pueden
ser frecuentes los berrinches inmotivados, al menos aparentemente, junto a
cambios bruscos de humor. A los seis años y en la adolescencia se pueden
producir en el autismo crisis epilépticas.
e) De los seis años a la adolescencia: Tienden a disminuir algunos de los
problemas de conducta, con educación adecuada, logrando normalmente aliviar la
sintomatología.
f) De la adolescencia a la vida adulta: Aun en los casos de buen nivel, persiste la
inhabilidad de contagio emocional, de empatía y continua su conducta social de
manera alterada. Pueden presentarse patrones complejos de conductas ritualistas.
En algunos casos se pueden dar comportamientos apáticos y desmotivados.
De acuerdo con Garcia Serrano (2002), la persona autista, se ve afectada
fundamentalmente en cuatro dimensiones:
1. DIMENSIÓN SOCIAL
Intercambios comunicativos
Contacto visual
Relaciones con los pares
2. DIMENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN Y EL LENGUAJE.
Un 70% presenta algún tipo de código comunicativo.
Un 50% no tiene lenguaje oral y los que lo consiguen tenerlo, tienen
ecolalias, comprensiones literarias de las cosas, no pudiendo entender los
chistes o expresiones metafóricas.
3. DIMENSIÓN CONDUCTUAL
Estereotipias
Conductas sin metas.
4. DIMENSIÓN SIMBÓLICA
La mayoría tienen conductas estereotipadas con los juegos.
Sin embargo, para diagnosticar el autismo se debe tomar en cuenta el manual de
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM IV).
 Trastorno importante en muchas conductas de relación no verbal, como la
mirada a los ojos, de expresión facial, la postura corporal y los gestos para
regular la interacción social.
 Incapacidad para desarrollar relaciones iguales, adecuadas al nivel
evolutivo.
 Ausencia de conductas espontaneas encaminadas a compartir placeres,
intereses, o logros con otras personas (por ejemplo, conductas de señalar o
mostrar objetos).
 Falta de reciprocidad social o emocional.
 Trastornos en la comunicación como mínimo en una de las siguientes
manifestaciones: Retraso o ausencia completa del desarrollo del lenguaje
oral (que no se intenta compensar con medios alternativos de comunicación
como mímicas o gestos).
 Empleo estereotipado o uso repetitivo del lenguaje, un lenguaje
idiosincrásico.
 Falta de juego de ficción espontaneo variado, o de juego de imitación social
adecuada al nivel evolutivo.
Antes de los 3 años deben producirse retrasos o alteraciones en una de estas tres
áreas: interacción social, empleo comunicativo o juego simbólico.
El trastorno no se explica mejor por un síndrome de Rett o Trastorno
Desintegrativo de la Niñez.
El DSMIV, también incluyen aquellas características que se aceptan como
universales y especificas del autismo, pero rara vez son únicas, mostrando una
gama de síntomas comportamentales como la:
 Hiperactividad
 Periodos atencionales breves.
 Impulsividad.
 Agresividad
 Conductas autoagresivas.
 Rabietas.
 Respuestas extrañas a estímulos sensoriales.
 Alteraciones en la alimentación y el sueño.
 Cambios inexplicables en el estado de ánimo.
CONCLUSIÓN
(Cinta M y Almeida, 2016)
Las conductas asociadas al autismo se han formado a lo largo del siglo XX, en un
problema médico, que en tanto necesita ser diagnosticado, y para ello definido se
crea así una narrativa, en términos de Good (1994), que busca representar la
enfermedad, objetivar su fuente y significar los acontecimientos. Los distintos
momentos fundamentales en la narrativa médica, han marcado las
representaciones que los padres se han hecho de sus hijos, y de su relación con
ellos, de ser los responsables de las conductas de sus hijos, pasando por el auge
de las terapias educativas y la detección temprana hasta la posibilidad de una cura
del autismo.
El lugar a ocupar de los padres se vuelve extremadamente complejo, no sólo por
cómo influyen en ellos sino por sus relaciones en el interior de la familia, las
distintas narrativas provenientes del saber médico, sino también por las acciones
que se deban llevar a cabo en este contexto, se convierten en expertos, en las
teorías de causa, tratamiento, cura, y realizan actividades y gestión, como la
conformación de centros de atención.
El auge internacional de las corrientes cognitivo conductuales y por otra parte, las
instituciones del ámbito público, mantuvieron una huella psicoanalítica, las nuevas
corrientes, han inundado el sector privado, impulsados por profesionales de la
salud como por los mismos padres. Se abre así una brecha, no solo a una nueva
redefinición del autismo, sino principalmente, a un debate sobre una posible cura
del autismo.
BIBLIOGRAFIA
Martos Pérez, J. Llorente Comí, M. & González Navarro, A. (2020). Los niños
pequeños con Autismo.. Editorial CEPE. https://elibro.net/es/lc/ieu/titulos/153543

Arrebillaga, M. E. (2010). Autismo y trastornos del lenguaje. Córdoba, Argentina,


Argentina: Editorial Brujas. Recuperado de https://elibro.net/es/ereader/ieu/78026?
page=46.
Cinta M y Almeida (2016), El enfoque neuropsicológico del autismo: Reto para
comprender, diagnosticar y rehabilitar desde la atención temprana. Revista chilena
de Neuropsicología 11 (2), (pp, 34-39).
Mosquera, M. S. (2021). Autismo y Asperger para padres y educadores.. Bonum.
https://elibro.net/es/lc/ieu/titulos/213630

También podría gustarte