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I. Planificación de la clase
I. TEA
● Definición TEA
● Evolución histórica
● Etiología
● Presentación clínica
● Manifestaciones clínicas
● Espectro (gravedad)
● Primeras señales en el desarrollo: “banderas rojas”
● TEA femenino
● Prevalencia
● Comorbilidades
● Evaluación
Trastorno del Espectro Autista
Definición TEA
El Trastorno del Espectro Autista, es una condición del neurodesarrollo caracterizada por una
deficiencia persistente en la comunicación e interacción social, así como por patrones restrictivos y
repetitivos de comportamientos, intereses o actividades, lo cual se da en un mayor o menor grado a
lo largo de toda la vida. Lo anterior, implica que ciertas personas pueden presentar un compromiso
más severo que otras, por lo que, la manifestación de conductas va a variar según cada individuo,
dependiendo de su compromiso cualitativo y cuantitativo (American Psychology Association [APA],
2013).
Evolución histórica
La manifestación clínica de lo que hoy se conoce como autismo o TEA, probablemente ha existido a
lo largo de toda la historia, pero es la terminología exacta y la utilización de determinados criterios,
los que han hecho que históricamente se haya ido diferenciando y separando de otros diagnósticos.
En este intento de caracterizar el autismo, diversos médicos, especialmente psiquiatras, han
aportado a la concepción que hoy en día se tiene del TEA. Para poder realizar este breve recorrido
histórico, se destacan algunos de los aportes considerados más significativos para su comprensión.
● Eugen Bleuler: en 1911 describió síntomas fundamentales para la psicosis esquizofrénica,
creando el término “autismo”, el cual alude a la retirada activa que realizan los pacientes
con esquizofrenia hacia sí mismos o su vida de fantasía, para poder hacer frente a las
experiencias externas intolerables en ese momento (Garrabé, 2012). Lo anterior para el
psiquiatra era el síntoma central de la esquizofrenia (EQZ).
● Leo Kanner: basándose en la terminología “autismo” de Bleuler, en 1943 publicó uno de los
artículos fundamentales de la historia del autismo “Autistic disturbances of affective contat”,
en donde destacó algunos signos en niños/as con características particulares, caracterizando
su diagnóstico como “autismo infantil precoz”. Dentro de las características destacó:
aislamiento autístico (vuelta hacia sí mismos como rasgo central); incapacidad para poder
establecer relaciones; actividades repetitivas y relaciones particulares con determinados
objetos; deseos de mantener la rutina y orden en los objetos; dificultad en el lenguaje y
comunicación efectiva; buen potencial cognitivo, limitado a temáticas de su interés (Artigas-
Pallares, 2012).
● Hans Asperger: en 1944 tras la observación de un determinado grupo de niños/as, describió
ciertas características comunes: dificultad en la habilidad para hacer amigos; falta de
empatía; falta de reciprocidad en las conversaciones; intereses particulares; movimientos
“torpes”; comportamiento como “pequeños profesores” (gran capacidad de hablar sobre
sus propios intereses), siendo esta última característica la que más se resalta en sus
hallazgos. De aquí surge el Trastorno de Asperger (Baron-Cohen, 2015).
● Lorna Wing: promueve los postulados de Asperger al traducirlos del alemán al habla inglesa.
En 1981, realiza distintas propuestas en torno al autismo, el cual lo conceptualiza como un
síndrome, que presenta tres dimensiones sintomáticas básicas o nucleares (triada autista):
dificultades en la comunicación social, particularmente en la reciprocidad; alteración en la
comunicación y el lenguaje verbal y no verbal; alteración en la conducta y en el
pensamiento. Posteriormente añadió los patrones repetitivos de actividad e intereses.
Además introdujo el concepto de “espectro”, al darse cuenta de la diferencias existentes
entre las distintas personas con el mismo diagnóstico (concepto acuñado en el DSM-5)
(Morales, 2010; Wing, 1993), dando cuenta de que el TEA es un continuo (mirada
dimensional y no categorial).
Neurobiológico
En cuanto a cambios a nivel cerebral se ha observado:
● Cambios en el tamaño cerebral, en específico, macrocefalia.
● Aumento total de la sustancia blanca cortical y patrones anormales de crecimiento en
lóbulos frontal, temporal y estructuras límbicas (amígdala). Lo anterior, pareciera explicar
los déficits que se encuentran en la función ejecutiva (frontal), emocional (área temporal-
medial) y del lenguaje (córtex prefrontal dorsolateral-lóbulos temporales).
● Diferencias en patrones de activación y sincronización en la circuitería cortical, con
disminución de la conectividad funcional relacional con el lenguaje, memoria de trabajo,
cognición o percepción social y resolución de problemas.
Ambientales y perinatales
Los factores ambientales pueden constituir un factor de activación de ciertos factores genéticos
predisponentes a TEA:
● La exposición a tóxicos, teratógenos, infecciones prenatales y noxas perinatales dan cuenta
de una minoría de casos de TEA.
● Sin embargo, el compromiso global de la salud perinatal (condiciones metabólicas maternas,
bajo peso al nacer y menor edad gestacional) podrían aumentar el riesgo.
● Se ha observado que los niños con TEA es más probable que hayan tenido complicaciones
obstétricas como: nacer extremadamente prematuro, hipoxia, sangramiento en el
embarazo, diabetes gestacional materna, entre otros. Sin embargo, sigue siendo un aspecto
a evaluar.
● Edad parental avanzada ha sido asociada con un aumento de riesgo
Presentación clínica: DSM 5
Interacción social
Las alteraciones de la sociabilidad pueden variar desde un completo desinterés por otras personas,
tratarlas como objetos o ignorarlas, relacionarse de un modo intrusivo hasta un modo unidireccional
de relación.
Los niños pueden ser distantes, evadir las miradas y el contacto físico. También pueden
entrometerse en el espacio del otro, acercándose demasiado, tocándolos, besándolos u oliéndolos.
Hay niños con funcionamiento más alto que si tienen intención de interaccionar, pero son
desagradables e intrusivos en el trato. Les cuesta el entendimiento intuitivo de las reglas del
comportamiento social y por lo tanto, les cuesta entender los pensamientos y sentimientos de otros.
Por otro lado, a menor severidad del TEA tienen un mayor interés en la interacción, pero
presentan una cualidad poco común de comportamiento social y destrezas de conversación. La
interacción social puede ser inapropiada y unidireccional. Pueden no mostrar interés en otros niños
y tender a aislarse. Suele ser un participante pasivo en el juego, interactuando con otros solo con
respecto a sus propios intereses. Puede haber dificultades en desarrollar y mantener relaciones con
pares apropiados al nivel de desarrollo. A veces su dificultad es que son intrusivos, desagradables,
torpes socialmente, no reconocen el espacio personal de otros. Parecen carecer de la habilidad para
modificar su comportamiento, de acuerdo a las demandas, del contexto social o del ambiente. Hay
una falta de entendimiento intuitivo de las reglas del comportamiento social y consecuentemente,
una dificultad para comprender los pensamientos y sentimientos de otros y para expresar sus
propios sentimientos y emociones, siendo inexpresivos o reaccionando desproporcionadamente.
Juego
Las características conductuales de un niño con TEA se puede ver reflejada en la pobreza de su
juego. Lo más habitual es que manipulen los juguetes (o los alinean) en vez de jugar con ellos.
Algunos pueden llegar a ser capaces de realizar algún juego imaginativo, pero este suele ser la
repetición de un “ escenario aprendido” .
Ahora bien, también nos podemos encontrar con niños con TEA que tienden a contar con
una gran imaginación; crean historias, mundos y amigos imaginarios. Tienen menor habilidad para
los juegos de roles, reglas y de competencia. Sin embargo el juego simbólico es estereotipado,
repetitivo y solitario. Algunos niños en este grupo presentan fascinación por un interés específico,
suelen acumular gran cantidad de objetos o información sobre dicho interés.
Lenguaje
En niños con TEA severo, el lenguaje casi siempre está afectado. Los que aprenden a hablar
no adquieren fluidez y es muy distorsionada, frecuente con ecolalia y repetición constante. No
suelen necesitar un compañero para conversar. La comprensión y la pragmática se encuentran
comprometidas. La comprensión se puede encontrar comprometida a pesar de poseer un
vocabulario extenso, existiendo un defecto en el procesamiento del lenguaje. El lenguaje no verbal
también se ve afectado, tanto en el uso como en la interpretación. Sus hijos evitan el contacto
ocular, no levantan los brazos para ser cargados o tienen dificultades para interpretar gestos,
expresiones faciales y corporales.
Por otro lado, niños con TEA más leve suelen adquirir bien el lenguaje. Dificultades en la
pragmática (uso del lenguaje), semántica (no reconocen que pueden haber varios significados),
prosodia (habla tiene una falta de variación del tono, énfasis, ritmo o melodía poco común), voz
(carece de inflexión adecuada y las convesaciones son unilaterales). Suelen interpretar literalmente,
por lo que las metáforas, ironías, bromas, son difíciles de comprender. Cuando van creciendo suelen
tener una forma de hablar excesivamente formal.
El sello característico del TEA, sobre todo los de funcionamiento más alto, es la fascinación
por un interés específico. Quienes padecen de esta condición suelen acumular gran cantidad de
objetos o información sobre dicho interés que va más allá de lo habitual para los niños de su misma
edad y nivel de desarrollo. Esta actividad implica imaginación y creatividad. Existe un porcentaje de
estos niños que tiende a establecer rutinas para hacer previsible la vida y para imponer orden, ya
que para ellos la novedad y la incertidumbre son intolerables.
La inflexibilidad al cambio en su rutina o entorno y la ruptura de sus rituales puede
acompañarse de problemas conductuales. Las personas del entorno pueden tener dificultades en
identificar los rituales autistas, interpretando que su conducta es un sinsentido cuando en realidad
obedece a un comportamiento compulsivo en el que involucran a los adultos.
Alteración sensorial
Algunos niños con TEA perciben las sensaciones auditivas, visuales o táctiles de un modo
extremadamente débil o fuerte.
La hipersensibilidad a estímulos sensoriales diversos puede provocar reacciones
conductuales extremas en diferentes lugares y circunstancias, que a veces la familia puede que no
las identifique.
La hiposensibilidad es un factor de riesgo para las autolesiones, que pueden llegar a lesiones
físicas importantes sin reacción aparente al dolor. La hiposensibilidad puede producir una
disminución de la identificación de percepciones físicas como son las sensaciones de hambre,
cansancio, plenitud de vejiga o intestino o plenitud gástrica, relacionándose con inanición, insomnio,
alteración del control de esfínteres u obesidad.
Síntomas Algunos síntomas en una o ambas dimensiones, pero sin alteraciones significativas
subclínicos en la comunicación social. En relación a los comportamientos restringidos, presenta
un inusual o excesivo interés pero no interfiere.
Según edad:
Análisis:
En el caso del primer niño se observa que:
● responde con la mirada al intentar compartir la atención (atención conjunta): cuando la
adulta apunta y él sigue la mirada a los distintos puntos
● es socialmente activo: juega con las personas presentes, no está solo concentrado en el
juguete
● coordina con la mirada, vocalización y gestos para comunicarse.
● Estas conductas darían cuenta que el niño tiene un desarrollo social esperado y no indicarían
conductas correspondientes al TEA.
TEA femenino
Las mujeres presentan más dificultades que los hombres para recibir el diagnóstico de autismo,
debido a diferencias en la manifestación de las características. Ahora bien, las mujeres con un CI más
bajo tienen mayor probabilidad de recibir el diagnóstico que las mujeres TEA con un CI alto (Hull et.
al., 2020).
Algunas de las diferencias en las características son:
● Algunas investigaciones han sugerido que las mujeres con autismo pueden tener menos
impedimentos sociales que los hombres; las mujeres autistas tienden a tener niveles más
altos de motivación social (el deseo y la intención de formar amistades con otros) que los
hombres en promedio. Sin embargo, a las mujeres autistas les puede resultar más difícil
mantener amistades o relaciones a largo plazo que a los hombres autistas. (Hull et. al.,
2020).
● Las mujeres con autismo tienen niveles más bajos de intereses restringidos y/o repetitivos,
comparado con los hombres. Incluso se ha observado que los intereses especiales de las
mujeres autistas pueden estar en áreas diferentes a las de los hombres y, por lo tanto,
pueden subestimarse si estas áreas no se investigan durante las evaluaciones o no se
consideran "atípicas" (Hull et. al., 2020).
● Las mujeres con TEA son significativamente más propensas a tener trastornos de
internalización. Una expresión más severa de esta comorbilidad puede servir para
enmascarar las características autistas subyacentes, de modo que las mujeres reciben un
diagnóstico de la condición concurrente únicamente y su autismo no se reconoce (Hull et.
al., 2020). Además, en comparación con los hombres, las mujeres con TEA tienen menos
probabilidades de tener conductas de externalización, como hiperactividad/impulsividad y
problemas de conducta, y son más vulnerables a problemas de internalización, como
ansiedad, depresión y trastornos alimentarios (Bargiela et. al., 2016).
● Una característica clave del fenotipo del autismo femenino es la capacidad de “camuflar” las
dificultades sociales en situaciones sociales (Bargiela et. al., 2016). El camuflaje se refiere al
uso de estrategias conscientes o inconscientes, que pueden aprenderse explícitamente o
desarrollarse implícitamente, para minimizar la aparición de características autistas durante
un entorno social. Por ejemplo: imitar las expresiones faciales de la persona con la que está
hablando (ya sea conscientemente o no), o forzarse a sí mismo a hacer contacto visual y
dejar de hablar sobre un interés (Hull et. al., 2020). Al evitar estos comportamientos que
perciben como raros en sí mismas, provocan baja autoaceptación, frustración y bajo nivel de
bienestar subjetivo.
Prevalencia
En Chile, en un estudio publicado el 2021, con una muestra de 272 niños de Santiago, la prevalencia
de TEA obtenida en la muestra fue de 1,96% (IC95% 0,81–4,63), es decir, 1 en 51 niños, con una
distribución por sexo de 4 niños por 1 niña. Esta prevalencia se asemeja a las más altas reportadas a
nivel mundial, con predominio en el sexo masculino, lo que se alinea con lo reportado en la
literatura (Yáñez et. al., 2021).
Comorbilidades
La complejidad de la manifestación del TEA se nota en la asociación con otras alteraciones del
neurodesarrollo, problemas psiquiátricos o médicos. Según las edades, un 50-70% de las personas
con TEA presentan asociados otros retrasos en el desarrollo, comorbilidades con problemas de salud
mental o problemas de conducta.
● Otras alteraciones del neurodesarrollo frecuentes asociadas:
o Discapacidad intelectual: 30% aumenta algunos síntomas de TEA.
o Trastorno del lenguaje: retrasos en el lenguaje, incluso algunas no logran desarrollar
lenguaje verbal.
o TDAH: 30% síntomas de hiperactividad, impulsividad o inatención. La asociación de
ambos, potencia la gravedad de los síntomas, especialmente las funciones
ejecutivas.
o Trastornos motores: Tics y Tourette: 15-20% tics motores, fónicos, conductas
repetitivas, ecolalias o ecopraxias propios de los trastornos motores, se asocian a las
conductas repetitivas o rituales propias del TEA, incrementando las conductas
estereotipadas.
o Problemas de integración sensorial (60-90%).
● Comorbilidades con problemas de salud mental:
o Ansiedad: frecuentemente ansiedad social, por temor a una evaluación social
negativa, ansiedad fóbica ante estímulos a los que previamente se han sensibilizado,
o ansiedad generalizada ante situaciones nuevas que no sepan afrontar.
o Episodios depresivos: con incremento en la adolescencia. Comienzo brusco de
irritabilidad y alteración conductual.
o Episodios psicóticos: más frecuente es la aparición de ideas sobrevaloradas
autorreferentes o malinterpretación de las intenciones de otras personas, contextos
o experiencias sociales, con base en la dificultad de la comprensión social, aunque
pueden producirse episodios transitorios psicóticos en ocasiones relacionados con el
estrés.
● Comorbilidades médicas:
o Epilepsia: 20-35% a veces se asocia a cuadros bruscos de empeoramiento
conductual antes de poder reconocerse los signos visibles de las convulsiones.
o Dificultades para dormir: 40-80% Las alteraciones del sueño y del apetito, cansancio
y malestar también se asocian a empeoramiento conductual.
o Problemas gastrointestinales 9-70%
Evaluación
Habitualmente la familia plantea la “sospecha” por alteración en la comunicación y en la interacción
social (TEA a los 2 años, Asperger en edades posteriores). El diagnóstico de un TEA es un proceso
complejo y eminentemente clínico. Requiere de una cuidadosa historia clínica y familiar, una
exhaustiva evaluación de desarrollo, examen mental, neurológico y estudios complementarios, todo
lo cual - en lo posible- debiera ser realizado por un equipo de profesionales con experiencia en
trastornos del desarrollo.
Para poder hacer la evaluación se deben considerar diferentes niveles:
● Observación del desarrollo: observación del cumplimiento de los hitos del desarrollo en los
primeros años de vida.
● Detección específica: Se basa en la utilización de cuestionarios para familiares y educadores
(CHAT 18 m y el M-CHAT 24 m) y “banderas rojas” (no mirar de manera directa a los demás a
la cara, no compartir intereses o placer con los demás, no mostrar respuesta cuando se le
llama por su nombre, no señalar con el dedo índice para pedir y/o compartir focos de
atención, no traer cosas para compartir con los demás).
○ M-Chat: Lista de verificación modificada para autismo en niños pequeños, revisada
(M-CHAT-R) es una evaluación que hace una serie de 20 preguntas sobre el
comportamiento de niños o niñas. Tiende a generar doble de falsos negativos en
población femenina.
● Diagnóstico y evaluación: Evaluación por equipo especializado, psiquiatra, TO,
fonoaudiólogo, psicólogo.
Preguntas:
● Respuesta del adolescente frente a la angustia:
Cuando está en el auto de policía se desregula y comienza a golpearse, hay una
subregulación de sus emociones ante el temor de volver con sus padres.
Observamos también que tiene movimientos autorregulatorios.