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DEFINICION
El autismo es un conjunto de alteraciones heterogéneas a nivel del
neurodesarrollo que inicia en la infancia y permanece durante toda la vida. Implica
alteraciones en la comunicación e interacción social y en los comportamientos, los
intereses y las actividades.
La prevalencia mundial está alrededor del 1%. Se da más frecuentemente en
hombres que en mujeres, en una relación 4:1, aunque se ha observado que las
mujeres con autismo tienden a expresar un mayor compromiso cognitivo.
Las personas con autismo tienen perfiles cognitivos atípicos, de modo que puede
observarse alteración de la cognición y de la percepción social, además de
disfunción ejecutiva y procesamiento de la información atípico.
Estos perfiles se basan en un desarrollo neuronal anormal, en el que la genética,
junto con factores ambientales, desempeña un papel clave en la etiología. La
evaluación debe ser multidisciplinaria y la detección temprana es esencial para
una intervención rápida, que debe estar dirigida a mejorar la comunicación social y
reducir la ansiedad y la agresión.
El concepto clásico de autismo ha variado significativamente desde sus
descripciones originales y, en la actualidad, se habla de un continuo, por lo que se
prefiere usar el término trastornos del espectro autista (TEA), dada la variable
afectación cognitiva y del lenguaje.
La palabra autismo deriva del griego autt(o), que significa que actúa sobre uno
mismo; este, sumado al sufijo –ismo, que quiere decir proceso patológico, indica el
proceso patológico que actúa sobre uno mismo.
https://scp.com.co/wp-content/uploads/2016/04/2.-Trastorno-espectro.pdf
CAUSAS DEL ESPECTRO AUTISTA
Hasta el día de hoy se desconoce cuál es la causa exacta del trastorno del
espectro autista, sin embargo, se ha encontrado que puede estar relacionado con
diversos factores que pueden estar en constante interacción. Entre los factores
que pueden estar relacionados con este tipo de patología se encuentran los
siguientes:
Herencia genética: Se ha encontrado que más de 100 genes que se
encuentran en distintos cromosomas pueden tener relación con el
desarrollo del TEA. Las personas que muestran cambios llamados
mutaciones en estos genes son más propensas a desarrollarlo.
Genes y el ambiente: Se dice que si una persona es propensa a tener este
padecimiento debido a las mutaciones genéticas, algunas situaciones
pueden provocar que desarrolle el TEA. Por ejemplo, alguna infección o
que esté en contacto con algunas sustancias químicas del entorno.
Causas biológicas: Se ha encontrado también que algunos factores
biológicos pueden tener relación con este trastorno, como por ejemplo los
problemas con el crecimiento excesivo de algunas zonas del cerebro,
problemas con las conexiones cerebrales, problemas con el sistema
inmunológico, etc.
https://www.psicologia-online.com/trastorno-del-espectro-autista-tipos-
caracteristicas-causas-y-tratamiento-3684.html
MARCADORES O INDICADORES TEMPRANOS DEL TEA
1 Marcadores conductuales
A Socialización
a.1 Parte importante del comportamiento del lactante
a.2 El comportamiento social se desarrolla los primero 6 meses
a.3 Entre los 9:12 meses podemos establecer su afectación
a.3.1 Poca interacción con los padres o los hermanos
a.3.2 No reconoce la voz de los padres
a.3.3 Falta de interés o de respuesta a los comentarios paternos
a.3.4 no imita (gestos, juego)
B Mirada
b.1 Falta de mirada cálida o emotiva
b.2 Mirada poco expresivo
b.3 deterioro del control visual del seguimiento y atención visual en los
primeros 67 meses
2 marcadores motores
Movimientos generales (movimiento espontaneo)
Dispraxia motriz
Trastorno de la marcha
3 marcadores del lenguaje
C Comprensivos
c.1 No reconoce la vos paterna
c.2 No responde a su nombre
D Expresivo
d.1 falta de vocalización típica a los 6 meses
d.2 balbuceo posterior a los 6 meses
d.3 disminución de gestos pre lenguaje morder agitar señalar etc
SIGNOS DE ALERTA
3 meses
Ausencia de sonrisa afectiva social
Ausencia de contacto visual o mirada sin expresión
Solo fija con estimulo luminosos
Llanto inmotivado; irritabilidad
6 meses
Prensión palpar sin mirar el objeto
Fascinación por sus manos y pies
Falta de expresión
Postura anormales y extrañas
9 meses
Indiferencia entre los padres
No sigue con la mirada cuando se señala y exclama
No llora ante extraños
Ausencia de balbuceo imitativo
12 meses
No señala con interés de pedir o compartir
No comparte atención ni interés por los demás
Reacciones emocionales inapropiadas
No muestra interés por los juguetes ofrecidos
15 meses
No mira cuando se le habla
No inicia su primera palabra
No responde a su nombre
18 meses no tiene interés por los niños de su edad
Ecolalias
No juega de ficción
No tiene interés por los niños de su edad
24 meses conductas inflexibles o estereotipadas
Rabietas frecuentes
Ausencia de juegos simbólicos
Uso peculiar de los juguetes
https://www.neuropediatriaytdah.com/trastorno-del-espectro-autista-signos-de-
alarma-y-conceptos-basicos/
LOS DISTINTOS TIPOS O GRADOS DEL AUTISMO
Se diferencian 5 grandes tipos de autismo, por lo que las personas que lo padecen
pueden situarse en cualquier punto del espectro:
Autismo.
Síndrome de Rett.
Síndrome de Asperger.
Trastorno desintegrado infantil o síndrome de Heller.
Trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
Autismo
Es un trastorno que habitualmente comienza durante los 3 primeros años de vida,
siendo los padres los primeros que comienzan a identificar en su hijo
comportamientos diferentes a los niños de su edad. Algunos de estos
síntomas extraños son: nula o muy escasa comunicación verbal, el niño es muy
poco sociable y solitario o no mostrar interés en identificar objetos o llamar la
atención de los padres.
Síndrome de Rett
La característica diferencial de este tipo de autismo es que se presenta casi con
exclusividad en niñas y tiene carácter regresivo. Las personas afectadas
comienzan a sufrir un proceso degenerativo y progresivo del sistema nervioso que
se manifiesta en forma de alteraciones en la comunicación, la cognición y la
motricidad (tanto fina como gruesa) alrededor de los 2 años. Estas niñas tienen un
desarrollo psicomotor normal, al menos en apariencia, hasta entonces. De
cualquier modo, diversos estudios demuestran que, incluso en el periodo
asintomático, se produce una reducción del tono muscular (hipotonía).
Síndrome de Asperger
Es el tipo de autismo más difícil y, en ocasiones, tardío de diagnosticar porque las
personas afectadas no tienen ningún tipo de discapacidad intelectual ni rasgo
físico que lo identifique. El déficit se encuentra por lo tanto en el campo de
las habilidades sociales y el comportamiento, siendo lo suficientemente importante
como para comprometer seriamente su desarrollo e integración social y laboral.
Problemas de interacción social, falta de empatía, poca coordinación psicomotriz,
no entender las ironías ni el doble sentido del lenguaje y la obsesión con ciertos
temas, son algunas de las características más habituales en el Asperger.
Trastorno desintegrado infantil o síndrome de Heller
Suele aparecer sobre los 2 años, aunque en ocasiones no se hace evidente hasta
pasados los 10. Coincide con los otros tipos de autismo en afectar a las mismas
áreas (lenguaje, función social y motricidad), pero se diferencia en su carácter
regresivo y repentino, hasta el punto de que en ocasiones el mismo niño se da
cuenta del problema, mostrando su preocupación a los padres.
Trastorno generalizado del desarrollo no especificado
Es una etiqueta diagnóstica que se utiliza en aquellos casos en que los síntomas
clínicos son demasiado heterogéneos como para ser incluidos en alguno de los
otros tipos. También se presentan trastornos de reciprocidad social, problemas
severos de comunicación y la existencia de intereses y actividades peculiares,
restringidas y estereotipadas.
Criterios diagnósticos del Trastorno del Espectro Autista según la última edición
DSM 5
Antiguamente el Autismo tenía su propia categoría diagnóstica, pero actualmente
hablamos del Trastorno del Espectro Autista al haber más trastornos que
comparten la sintomatología del autismo.
El Trastorno del Espectro Autista (DSM 5) se caracteriza por:
A. Deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción social en
diversos contextos, manifestado por lo siguiente, actualmente o por los
antecedentes (los ejemplos son ilustrativos, pero no exhaustivos):
1. Las deficiencias en la reciprocidad socioemocional varían, por ejemplo,
desde un acercamiento social anormal y fracaso de la conversación normal
en ambos sentidos pasando por la disminución en intereses, emociones o
afectos compartidos hasta el fracaso en iniciar o responder a interacciones
sociales.
2. Las deficiencias en las conductas comunicativas no verbales utilizadas en
la interacción social, varían, por ejemplo, desde una comunicación verbal y
no verbal poco integrada pasando por anomalías del contacto visual y del
lenguaje corporal o deficiencias de la comprensión y el uso de gestos, hasta
una falta total de expresión facial y de comunicación no verbal.
3. Las deficiencias en el desarrollo, mantenimiento y comprensión de las
relaciones, varían, por ejemplo, desde dificultades para ajustar el
comportamiento en diversos contextos sociales pasando por dificultades
para compartir juegos imaginativos o para hacer amigos, hasta la ausencia
de interés por otras personas.
B. Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades,
que se manifiestan en dos o más de los siguientes puntos, actualmente o por los
antecedentes (los ejemplos son ilustrativos pero no exhaustivos):
1. Movimientos, utilización de objetos o habla estereotipados o repetitivos (p.
ej., estereotipias motoras simples, alineación de los juguetes o cambio de
lugar de los objetos, ecolalia, frases idiosincrásicas).
2. Insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad de rutinas o patrones
ritualizados de comportamiento verbal o no verbal (p. ej., gran angustia
frente a cambios pequeños, dificultades con las transiciones, patrones de
pensamiento rígidos, rituales de saludo, necesidad de tomar el mismo
camino o de comer los mismos alimentos cada día).
3. Intereses muy restringidos y fijos que son anormales en cuanto a su
intensidad o foco de interés (p. ej., fuerte apego o preocupación por objetos
inusuales, intereses excesivamente circunscritos o perseverantes).
4.Híper- o hiperreactividad a los estímulos sensoriales o interés inhabitual por
aspectos sensoriales del entorno (p. ej., indiferencia aparente al dolor/temperatura,
respuesta adversa a sonidos o texturas específicos, olfateo o palpación excesiva
de objetos, fascinación visual por las luces o el movimiento).
C. Los síntomas han de estar presentes en las primeras fases del período de
desarrollo (pero pueden no manifestarse totalmente hasta que la demanda social
supera las capacidades limitadas, o pueden estar enmascarados por estrategias
aprendidas en fases posteriores de la vida).
D. Los síntomas causan un deterioro clínicamente significativo en lo social, laboral
u otras áreas importantes del funcionamiento habitual.
E. Estas alteraciones no se explican mejor por la discapacidad intelectual
(trastorno del desarrollo intelectual) o por el retraso global del desarrollo. La
discapacidad intelectual y el trastorno del espectro del autismo con frecuencia
coinciden; para hacer diagnósticos de comorbilidades de un trastorno del espectro
del autismo y discapacidad intelectual, la comunicación social ha de estar por
debajo de lo previsto para el nivel general de desarrollo.
https://orientacionpsicologica.es/trastorno-del-espectro-autista-dsm-5/
LA INTERVENCIÓN EN EL AULA
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el autismo no tiene cura, por lo
tanto, acompañará al niño durante todo su periplo vital. Lo que sí tiene es
tratamiento, que de realizarse adecuadamente pueden contribuir eficazmente a su
desarrollo y bienestar. El grado de mejoría e integración social de un alumno con
autismo no depende exclusivamente de la educación que reciba, puesto que
influyen otros muchos factores como: tipo de autismo, grado de afectación y
entorno familiar y social. Sin embargo, está demostrado que una educación de
calidad, donde se utilicen métodos y terapias adecuadas y estimulantes, y siempre
que sea posible en el aula ordinaria, es fundamental en el desarrollo de estos
niños. La intervención educativa de un niño autista debe realizarse siempre bajo la
supervisión y apoyo de personal especializado o con formación específica. Es muy
importante que tenga un enfoque que abarque las siguientes dimensiones básicas:
Identidad y auto reconocimiento.
Capacidades de relación social.
Autocontrol.
Competencias de anticipación.
Procesos de utilización adecuada de conductas aprendidas.
Para lograr estos procesos y competencias, el maestro y los especialistas deben
utilizar principalmente: terapias psicomotoras, aprendizaje por imitación y topo tipo
de juegos donde prime la experimentación y la implicación de todos los sentidos.