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TEMARIO CONTROL

TEORIA GENERAL DEL DERECHO


SEGUNDO SEMESTRE 2020

1. ¿Qué significa la aplicación del Derecho mediante la subsunción,


conforme lo explican los autores partidarios de la aplicación del
Derecho sin interpretación?

En primer lugar, cabe señalar que, cuando hablamos de la aplicación del


derecho hacemos referencia a la faceta practica dentro de esta área de
estudio, en el fondo es aquello que nos permite comprender como se
desenvuelve lo teórico en los hechos, es la manera en que se materializan
los preceptos. Ahora bien, podemos llegar a esta aplicación por medio de la
subsunción entendida como una operación de razonamiento, que se
configura a partir de premisas y consecuencias jurídicas que derivan del
cumplimiento de dicha premisa, es un esquema lógico que permite atribuir
responsabilidad en determinados casos particulares cuando estos se
enmarcan en la hipótesis señalada en la regla general.

En esta misma línea es que se presentan distintas visiones respecto de la


manera en que se debe aplicar una norma jurídica, entre estas posiciones
nos encontramos con quienes propician la no interpretación del Derecho a
la hora de su aplicación, es decir, son aquellos que afirman que no debe
presentarse un juicio que exceda la literalidad y claridad de la norma
jurídica, no se requiere ir más allá de lo estrictamente reproducido de
manera formal ni tampoco de subjetividad, hacerlo significaría desvirtuar
el real sentido que posee la norma jurídica, sin embargo, esto no quiere
decir que la interpretación no tenga cabida para este tipo de autores sino
más bien que esta es plausible, pero solo en casos de controversia en el
asunto, en aquellas situaciones en que la norma no sea lo suficientemente
clara, abriéndose una gama de posibilidades al respectos en la cual es
necesaria un intromisión que exceda lo literal, ya que, esto no se hace
suficiente. Todos quienes trabajan en el ámbito jurídico no son más que
meros aplicadores de la norma, debiendo ceñirse a esta de manera
estricta. Es bajo este esquema en que toma sentido el aforismo “in clarris
non fit interpretatio”.

2. ¿Qué entienden autores como Savigny o Betti aplicar el Derecho


mediante la interpretación?
Savigni (sabiñi en el apunte): se refiere a realizar un trabajo científico, de modo que el
conocimiento de la ley es siempre necesaria para la aplicación del derecho, así, la ley
puede aplicarse a un caso determinado, , “su pensamiento debe ser captado todo entero y
en toda su pureza por todos aquellos a los cuales afecta”, por lo cual, “ellos deben,
entonces, transportarse al punto de vista del legislador, reproducir artificialmente sus
operaciones y recomponer la ley por el pensamiento”, definiendo la interpretación como
una reconstrucción del pensamiento contenido en la ley. Los elementos que propone
Savigni son:
- “El elemento gramatical de la interpretación tiene por objeto las palabras de que
se sirve el legislador para comunicarnos u pensamiento, es decir, el lenguaje de las
leyes” (es la vía metódica, asociando las palabras a un significado que se tiene en
cuenta en el pensamiento del legislador).
- “El elemento lógico tiene por objeto la descomposición del pensamiento, o las
relaciones lógicas que unen sus diferentes partes” (pensamiento significado por las
palabras.
- “El elemento histórico tiene por objeto el estado del Derecho existente sobre la
materia a la época en que se establece la ley. Este estado determina el modo de
acción de la ley: es sobre este modo de acción y el cambio introducido por la ley
que el elemento histórico arroja luz” (el estado de derecho existente sobre esa
materia a la época en que se establece la ley que se interpreta)
- “En fin, el elemento sistemático tiene por objeto la ligazón íntima que une las
instituciones y las reglas de derecho en el seno de una vasta unidad. El legislador
tenía delante de sus ojos este conjunto tanto como los hechos históricos, y para
captar todo su pensamiento debemos explicar claramente la acción que ejerce la
ley sobre el sistema general de derecho, y el lugar que ella ocupa en él (unión de
las instituciones y las reglas de derecho) no pondría los elementos, me centraría
solo en clarificar la postura para ahorrar espacio

Betti: de la mano de la hermenéutica epistemológica, pero no se aleja de la posibilidad de


desarrollo ulterior de la metafísica. Acepta la base conceptual de Dilthey, elaborando una
concepto de forma representativa en base a la teoría del signo, entonces en el proceso de
comprensión en función de la relación entre el autor-obra-interprete, en el sentido de
apropiarse del texto, e interpretarlo con las categorías personales de las personas, así el
interprete le otorga un sentido (siendo el interprete alguien con conocimientos previos
además de intereses y otros preexistentes, así se logra entender que distintas personas
puedan comprender un texto de distinta forma)

3. ****¿Cómo caracteriza Bobbio la Escuela de la Exégesis?

Las características que Bobbio atribuye a esta escuela siguen una misma
línea teórica respecto de la manera en que se debe interpretar la ley,
dejando entre ver así, una visión bastante formalista y literal del Derecho.
Sus partidarios son cómplices de una exacerbación en la relevancia que
tiene el texto legal como única fuente reproductiva del derecho, siendo este
la respuesta correcta para una serie de situaciones jurídicas de diversa
índole, teniendo el carácter suficiente para resolver cualquier controversia,
esto porque desde su perspectiva nos enfrentamos a un sistema jurídico
robusto, que se encuentra diseñado de manera coherente e integra, capaz
de dar cabida a distintas hipótesis que se pueden dar en la práctica.
En el fondo, quienes están encargados de la administración de justicia son
meros aplicadores del derecho escriturado, no tienen facultades amplias
para su interpretación, quedando coartados y limitados al mero análisis
estricto del texto legal. Se posee una especie de desconfianza a la
subjetividad que se pueda aplicar, viendo en esta una instancia en que se
puede desvirtuar la norma y con esta la intención que posee el legislador
sobre la misma, dando margen a errores, arbitrariedades, entre otras
consecuencias nefastas para la finalidad con la cual se creo una
determinada norma.
Los administradores de justicia en su formación deben realizar un estudio
completamente estructurada que no hace más que analizar lo dispuesto
por la ley, siguiendo el esquema que este mismo ordena, sin alejarse de lo
meramente formal, ni alterar su esencia, pudiendo deducir determinadas
consecuencias siempre y cuando estas no se aparenten de lo literal.
Cuando resuelven no deben más que aplicar el silogismo subsuntivo que
nos permita a partir de 2 premisas llegar a una conclusión, todo lo cual se
realiza bajo parámetros lógicos y razonables.
Quienes apoyan esta teoría se fundamentan en un ordenamiento jurídico
estático, en virtud de que, si la normativa es clara, se entrega certeza
jurídica a la comunidad, quienes de antemano tienen conocimiento del
desenvolvimiento de la ley ante distintas situaciones pudiendo moldear su
comportamiento en relación con esta sin el riesgo de concepciones
diferentes ante un mismo hecho.
En síntesis, los presupuestos claves que proponen son:
1) Inversión de las relaciones tradicionales entre Derecho Natural y
Derecho positivo:
2) Concepción rígidamente estatalista del Derecho: Pone una presión en el
reconocimiento que debe tener la norma por el ente estatal.
3) La interpretación de la ley está fundada en la intención del legislador:
Señala que en aquellos casos excepcionales en que pueda darse
inquietud sobre el tenor de determinada norma, la interpretación del
jurista debe ir única y exclusivamente dirigida a desenvolver la
intención que tuvo el legislador al momento de establecer dicha norma,
toda interpretación que se aparte de lo señalado, cae en un error y
excede las facultades del interprete.
4) Culto al texto de la ley: Habla de una clara inclinación positivista que
considera el texto legal como la única fuente del derecho, siendo está a
la única que debe ceñirse rígidamente el jurista, todo aquello que
exceda esta fuente no es derecho y, por tanto, no debe ser parte del
sistema jurídico.
5) Respeto al argumento de autoridad: Existe una obediencia en virtud de
un ente determinado, que por dicha trayectoria no debería tener
comentarios contrarios, en este caso es la figura del legislador…

4. ¿Qué son los contextos de duda en la interpretación operativa de


J. Wróblewski?

El punto de vista analítico que desarrolla J. Wróblewski. distingue tres formas y tipos de
interpretación: la interpretación sensu largissimo (comprensión de un objeto cultural como
defienden los autores hermenéuticos), la interpretación sensu largo (comprensión de signos
lingüísticos, de modo que para entender un signo hay que interpretarlo atribuyéndole un
significado siguiendo las reglas de sentido de ese lenguaje), y la interpretación sensu stricto
(propiamente la interpretación y que describe como la “determinación de un significado de
un expresión lingüística cuando existen dudas referentes a este significado en un caso
concreto de comunicación). Esta última es la que en rigor le interesa. Lo esencial aquí es la
duda. La duda es un estado de conciencia que surge cuando hay dificultades para atribuir un
significado. Llevándolo a la actividad interpretativa, dividiéndose en objeto, método y
justificación:
a. En cuanto al objeto, la teoría de Wróblewski apunta a un objeto lingüístico; a las
palabras se les atribuye el significado, conforme las reglas de significación del
lenguaje. Un pequeño grupo de palabras tiene un significado técnico especial y,
por lo mismo, su significado está estipulado en alguna definición. La atribución de
significados consiste en establecer la relación entre el término o palabra y el
significado por el cual dicho término o palabra está.
b. Metodología: para enfrentar la duda, la interpretación operativa adopta el carácter
de un proceso metódicamente estructurado, sometido a reglas, que el autor llama
directivas. Según su función existen directivas de primer y segundo nivel. Las de
primer nivel operan directamente en la búsqueda y establecimiento de un
significado, en tanto las de segundo nivel fijan orden de precedencia entre las
reglas, qué reglas utilizar en tal o cual situación, y también se hacen cargo de
situaciones en que por el empleo de unas reglas se llega a un resultado y por el
empleo de otras a un resultado diferente, por lo cual hay que preferir una
interpretación sobre otra. Las directivas tienen, además, otra función: la función
heurística y la función justificativa. Esto quiere decir que las mismas reglas que
sirven para indagar y establecer un significado, son al mismo tiempo las que sirven
para justificar ese significado que se atribuye. En conexión con las estrategias
metodológicas y las opciones del intérprete para seguir distintas vías, señala este
autor que en la base de la interpretación se encuentran valores y directivas
valóricas, que dirigen la actividad del intérprete
c. en cuanto a la justificación, señala este autor que toda interpretación tiene que
justificarse en razones, que son las premisas de la actividad argumentativa en que
consiste la justificación. Esto quiere decir que no puede plantearse aquí el tema de
la verdad de las interpretaciones, sino solo el de las correcciones de los
argumentos. Esta se realiza en base a argumentos.

5. ¿Qué supuestos teóricos admiten los primeros intérpretes de la


reglamentación del Código Civil E. Cood? J. C. Fabres, P. Alfonso,
respecto del modelo de aplicación del Derecho que recogen del
artículo 19 del Código?

En lo referido al artículo 19 del Código Civil es pertinente señalar que este


indica: “Cuando el sentido de ley es claro, no se desatenderá su tenor
literal, a pretexto de consultar su espíritu. Pero bien se puede, para
interpretar una expresión obscura de la ley, recurrir a su intención o
espíritu, claramente manifestados en ella misma, o en la historia fidedigna
de su establecimiento.” Es en relación con este precepto que se efectúan
diversos comentarios, siendo los relevantes para efectos de este estudio los
correspondientes a: Enrique Cood, José Clemente Fabres y Paulino
Alfonso, siendo este ultimo una continuidad y profundización de la misma
línea teórica planteada por los dos primeros autores.
Hablar de la dualidad letra/espíritu o claro/oscuro es una manera de
evidenciar estas dos visiones interpretativas que se contraponen y
excluyen entre si en un mismo contexto como en este caso es la norma
jurídica. Sin perjuicio de esto se hace pertinente aclarar que estos
comentaristas se posicionan a favor de la letra en desmedro del espíritu,
en concordancia con la claridad de la norma.
Estos tres autores propician la literalidad de la norma, es decir, creen
innecesario y contraproducente ir más allá de aquello que ha sido
señalado de forma manifiesta e indudable en el texto legal, hacerlo cuando
no existen controversias respecto de la norma no sería más que un actuar
que excede las potestades que poseen los administradores de la justicia,
quienes en un enigma jurídico se posicionan como meros aplicadores de la
ley, la cual ha sido implementada con sabiduría y experticia, por lo que
incorporar elementos subjetivos u otros se constituye como una negación
de lo previamente establecido por el legislador.
En el inciso 1 del artículo 19 del Código Civil podemos ver como se hace
parte la “claridad” o la “letra” en contraposición con los elementos ya
señalados, aquí el legislador es claro en señalar que debe estarse en
primer lugar a esta, sin embargo, contempla en su inciso 2 la posibilidad
de establecer una excepción a la regla mencionada y es que en aquellos
casos de “oscuridad” (continuamos haciendo referencia a la dualidad
tambien) en que la ley no sea suficiente para dar respuesta precisa, que
otorgue certeza sobre la verdad, deberá estarse al “espíritu” u otras
herramientas tales como la historia fidedigna de la ley. Sin embargo, esta
ultima posibilidad se da de manera minoritaria en el entendido de que la
configuración de las leyes recorre todo un proceso que asegura de alguna
manera un bajo índice de defectibilidad.
Por tanto, podemos afirmar que estos autores se sitúan en una posición
literalista que hace uso de la interpretación de manera excepcional como
un instrumento subsidiario para poder comprender el real significado de la
norma.

6. ****¿Qué significa interpretar para autores del pensamiento


hermenéutico, como Ricoeur, Eco o Gadamer?

7. ¿Cómo entienden el artículo 24 del Código Civil los primeros


intérpretes de la reglamentación de la interpretación del Código?

En lo referido al artículo 19 del Código Civil es pertinente señalar que este


indica: “En los casos a que no pudieren aplicarse las reglas de
interpretación precedentes, se interpretarán los pasajes obscuros o
contradictorios del modo que más conforme parezca al espíritu general de
la legislación y a la equidad natural.”

Este artículo lo analizan los primeros comentaristas, entre ellos, Enrique Cood, José
Clemente Fabres y Paulino Alfonso. Tales autores estaban conscientes de que el artículo
24 del Código Civil era un artículo que recogía la teoría moderna de los autores del siglo
XVII y XVIII que veían el Derecho Natural como complementario o supletorio del derecho
positivo.

Para los autores modernos, existe un modelo dual de derechos (derecho positivo y
derecho natural), pero el derecho positivo se concibe como autónomo y no depende del
derecho natural, el derecho positivo tiene su origen en el pacto político que faculta a la
asamblea legislativa para imponer sus mandatos. El quebrantamiento del Derecho natural
no trae consigo ninguna consecuencia en la vida civil, tal como lo manifiesta Hobbes.

La manera de conjugar la dualidad de derechos en la modernidad se contrapone a la


manera medieval, en que para autores como Tomás de Aquino, el derecho positivo
derivaba y encontraba sus fundamentos y validez en el derecho natural. Entonces, en el
mundo moderno se mantiene la dualidad de ambos derechos, en términos de que el
derecho natural pasa a ser ahora complementario y supletorio del derecho positivo en
todas aquellas situaciones en donde el derecho positivo es defectivo y no se utiliza para
corregir el derecho positivo, sino que se trata de un derecho natural que viene a suplir los
vacíos o defectos del derecho positivo.

A modo de conclusión, estos autores (Cood, Fabres, Alfonso) reconocen la idea de la


dualidad y el carácter complementario del derecho natural y entonces, el significado que
le dan estos comentaristas al artículo 24 del código civil es el de una regla que habilita o
permite la analogía, puesto que dicho artículo al señalar “espíritu general de la legislación”
se refiere a los principios y conceptos generales del derecho positivo y con la expresión
“equidad natural” apuntan al recurso supletorio del Derecho natural. La equidad como tal,
no tiene un contenido propio, pero habilita para acceder a los preceptos de Derecho
natural, que se encuentran en antiguas tradiciones romanas y en la cultura jurídica.

8. ¿En qué consiste la interpretación evolutiva que describe E. Betti?

Una de las visiones acerca de la interpretación jurídica es la visión de la hermenéutica, la


cual fue desarrollada a lo largo de la historia por distintos autores, entre ellos se encuentran
Savigny, Dilthey, Betti, Paul Ricoeur, Hans-Georg Gadamer y Umberto Eco.
Emilio Betti, jurista italiano, tuvo gran influencia en la teoría interpretativa, vivió en una
época en donde transcurrió el surgimiento del pluralismo, es decir, la idea de que el
contexto cultural está lleno de manifestaciones de puntos de vista distintos acerca de
diversos temas en que la influencia ilustrada y la teoría de la verdad absoluta que
protagonizaron los autores ilustrados ya no tenían vigencia, por ende, lo que cabía frente a
la diversidad de puntos de vista, era retomar la idea de la tolerancia del siglo XVII. En una
cultura de tolerancia, la interpretación es básica y crucial, porque refleja que la diversidad y
los puntos de vista no son más que posibles interpretaciones.
Betti desarrolla la teoría de la comprensión y del conocimiento siguiendo la línea de
Dilthey y se destacan dos aspectos en su doctrina: el concepto de forma representativa, y el
concepto de intérprete. Además, plantea lo que llama los “cánones de la interpretación”. El
autor considera la comprensión y la despliega en una dualidad sujeto/objeto. Los cánones
demuestran que el objeto de estudio que él llama la forma representativa que es el
objeto/signo, podría traducirse en una obra de arte, una pintura, música y en consecuencia
todo lo que tiene una materialidad y autonomía. Los autores de la escuela de la exégesis
plantearon que el objeto de la interpretación jurídica es la voluntad y pensamiento del
legislador que queda ahí fijado, para que el lector intérprete, que es una mente en blanco,
lea en la obra esa voluntad y pensamiento, “inscribiéndolo” en su mente. El gran problema
que se discute es si efectivamente la obra es reflejo de la intención del autor. Si nosotros
detrás de cada objeto, tenemos que captar el pensamiento del autor, probablemente
estaríamos ante una tarea imposible. Para Betti lo central es el pensamiento expresado en la
obra misma, y de ahí entonces proviene el concepto de forma representativa.
El autor para mostrar cómo ocurre el proceso de comprensión, acude a la comprensión de
formas lingüísticas. El lenguaje adoptado por los demás no puede ser recibido por nosotros
como algo corporal externo, sino que se debe incitar a utilizar nuestra inteligencia, no se
trata de descubrir qué hay en la psiquis del autor, sino que de apropiarse del texto. Betti a
mediados del siglo XX constituye un punto de inflexión y señala que la obra una vez que
sale de su autor se independiza de él, el lector se enfrenta a una obra un poco distanciada de
su autor y por tanto conocer el derecho no es conocer al autor, sino que es conocer el
pensamiento que está en la propia obra y se debe preguntar cómo es que entendemos el
objeto. Es por esto mismo que el intérprete debe ser sagaz, el intérprete no es una mente en
blanco, sino que una llena de conocimientos y valoraciones, y a través de ellos procesa la
información que le proporcionan las formas representativas en objetos/signos. Entonces, no
es extraño que un mismo texto impacte a sus lectores de distinta manera, unos entienden
una cosa y otros otra, por tanto cuando una persona da una opinión, esa opinión es una
interpretación, es su manera de comprender, y eso lo hace desde sí mismo
En síntesis, la manera de enfrentar el tema de la interpretación como proceso de
conocimiento, le permite formular este conocimiento como un relación entre un sujeto
intérprete y un objeto de conocimiento. Esta actividad está sometida a los cánones de la
interpretación, que son, en parte principios del conocimiento, y en parte pautas
metodológicas.
Emilio Betti plantea un canon muy interesante que es el canon de la actualidad del
entender, que origina y sirve de fundamento a lo que se denomina la interpretación
evolutiva. De acuerdo con este canon de la actualidad, el intérprete es llamado a recorrer
por sí mismo el proceso creativo, a revivir por dentro y a resolver en la propia actualidad un
pensamiento, una experiencia de vida que pertenece al pasado. Emilio en Italia advirtió un
problema y es que después de la segunda guerra mundial, muchos códigos de ese tiempo
necesitaban reformarse y actualizarse. Pero el congreso era muy lento, y los tribunales
habían empezado lentamente a abrirse a la posibilidad de actualizar los viejos textos para
adaptarlos a la situaciones nuevas
Acerca de la capacidad evolutiva o la capacidad de adecuar las leyes, cuando surgen las
leyes, éstas tienen un trasfondo teórico detrás, sin embargo, las situaciones de la vida
cambian la sociedad y las cosas, en el caso hipotético de que las leyes no alcancen a regular
un nuevo caso, según Betti debemos remontarnos a los principios de esas leyes y más aún, a
los principios generales del derecho. Los principios generales del Derecho, en que piensa
este autor, conforman la ratio iuris del mismo, la razón de ser de este Derecho y sus fines
últimos, y son síntesis de valoraciones.
Así nace entonces la interpretación evolutiva, esta interpretación adapta los enunciados a
situaciones que inicialmente no estaban incluidas, pero que ahora, se resuelven.
En conclusión, este nuevo concepto de aplicación consiste en adecuar los significados de
los enunciados legales a las nuevas situaciones, lo que implica revisar los principios del
Derecho y, por consiguiente, las valoraciones para hacerlas realidad en los nuevos casos.
Esto último es posible porque el intérprete no es un sujeto pasivo receptor de significados
preexistentes, sino un sujeto activo que contribuye a configurar los significados adecuados
de las leyes a las nuevas situaciones que tiene que resolver con la sola limitación de
mantenerse dentro de los principios del derecho y las valoraciones.

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