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MINISTERIO DE DEFENSA
INSTITUTO SUPERIOR PARA LA DEFENSA
“GENERAL JUAN PABLO DUARTE Y DÍEZ”
(INSUDE)
XXI Promoción
Maestría en Seguridad y Defensa Nacional
TÍTULO
“Análisis de la sentencia la sentencia TC/0168/13,
Santo Domingo, D. N.
Julio 2023
Maestría Seguridad y Defensa EGAE
“Derechos Humanos”
Practica Final
Instructora: María Yolanda Escalante
Como punto de partida para la realización de esta actividad o practica final, hacemos de
conocimiento que fueron consideradas las indicaciones de escudriñar entre la sentencia y
los organismos jurídicos que la sustentan, además tomando en consideración en el
reglamento del INSUDE, para trabajos de investigacion.
De acuerdo con nuestra Constitución, son dominicanos por nacimiento todos los
individuos que nacen en el territorio que ocupa la República Dominicana, con
excepción de los hijos legítimos de los extranjeros residentes en el país en
representación diplomática o que estén de tránsito en ella. Además, la legislación
dominicana estipula que no todas las personas nacidas en territorio de la República
Dominicana adquieren automáticamente la nacionalidad dominicana. En esos casos,
si no son residentes permanentes, deben realizar su inscripción a través de la
delegación diplomática del país de origen.
De manera textual en la constitución dominicana (2015), establece lo siguiente:
Artículo 18.- Nacionalidad. Son dominicanas y dominicanos:
1) Los hijos e hijas de madre o padre dominicanos;
2) Quienes gocen de la nacionalidad dominicana antes de la entrada en vigencia de esta
Constitución;
3) Las personas nacidas en territorio nacional, con excepción de los hijos e hijas de
extranjeros miembros de legaciones diplomáticas y consulares, de extranjeros
que se hallen en tránsito o residan ilegalmente en territorio dominicano. Se
considera persona en tránsito a toda extranjera o extranjero definido como tal en
las leyes dominicanas;
4) Los nacidos en el extranjero, de padre o madre dominicanos, no obstante haber
adquirido, por el lugar de nacimiento, una nacionalidad distinta a la de sus
padres. Una vez alcanzada la edad de dieciocho años, podrán manifestar su
voluntad, ante la autoridad competente, de asumir la doble nacionalidad o
renunciar a una de ellas;
5) Quienes contraigan matrimonio con un dominicano o dominicana, siempre que opten
por la nacionalidad de su cónyuge y cumplan con los requisitos establecidos por la ley;
6) Los descendientes directos de dominicanos residentes en el exterior;
7) Las personas naturalizadas, de conformidad con las condiciones y formalidades
requeridas por la ley
7) ¿Qué es un extranjero en tránsito según las leyes dominicanas, explica jus solis
y jus sanguinis a la luz del derecho dominicano?
9) ¿Cuál fue la base jurídica tomada en cuenta para que la Corte Constitucional
emitiera su fallo?
La ley establece que solo se puede apelar las sentencias de amparo ante el TC
Constitucional mediante un recurso debidamente fundamentado y presentado en la
secretaría del tribunal que emitió la decisión inicial, en este caso, la Cámara Civil,
Comercial y de Trabajo de Monte Plata. La Corte Constitucional siguió el
procedimiento de revisión constitucional y se basó en varios preceptos jurídicos de
la Constitución Dominicana, incluyendo el art. 11, el 18 y El fallo emitido por la
Suprema Corte de Justicia en fecha 14 de diciembre de 2005, correspondiente a la
sentencia número 9.
11) ¿Cuál fue el mandato del TC a la JCE, al Poder Judicial y al Poder Ejecutivo?
Entendemos que esta sentencia 168-13 emitida por el TC, presento en su momento
el objetivo de establecer medidas para ordenar y regular la situación de los migrantes que se
encuentran en el país de manera ilegal (antes de esta asignatura hubiese dicho irregular).
Además de la gran agitación nacional e internacional que trajo consigo, la misma dispuso la
implementación de acciones, políticas y procedimientos más claros y justos para lidiar con
la migración, así como la protección de los derechos humanos de los migrantes que están en
esta situación.
Desde un enfoque individual, comparto con lo establecido en la sentencia debido a que los
argumentos presentados por la señora Juliana carecían de suficiente sustento legal en
comparación con los argumentos utilizados por los jueces. No pudo demostrar de manera
fehaciente que se encontraba en el país con un estatus migratorio válido, ya que sus padres
no pudieron proporcionar documentos de identificación legales que respaldaran su estancia.
Además, no se pudo considerar como apátrida, ya que la Constitución de la República de
Haití (2012) en su artículo 11 establece claramente la nacionalidad para los hijos de padres
haitianos.
Opinión del Lic. Samuel Arias
En segundo lugar, creo que la sentencia cuestiona la definición y alcance del concepto de
nacionalidad utilizado en esta, ya que me parece que argumenta que puede haberse aplicado
de manera restrictiva o que no se hayan considerado todas las implicaciones.
Como tercer punto, podemos validar que la forma en que se aborda la situación de las
personas apátridas en la sentencia ha sido objeto de análisis crítico, considerando que esto
puede tener implicaciones significativas para sus derechos y reconocimiento legal.
Opinión del Cnel. Alexander Jiménez Gómez, ERD, (DEM):
Diferentes teóricos del derecho han objetado la sentencia del TC/0168/13 por
diferentes razones tales como: las implicaciones que de esta se desprenden sobre los
descendientes de indocumentados, así como también por su aplicación retroactiva, la
transgresión de la seguridad jurídica y el derecho a la nacionalidad.
Al establecer una distinción basada en el estatus migratorio de los padres, se crea una
situación de discriminación hacia los hijos de indocumentados, negándoles el derecho a la
nacionalidad dominicana. Algunos críticos señalan que la sentencia contradice criterios
previos establecidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como el
caso Yean y Bosico, que reconocía el derecho a la nacionalidad de los hijos de
indocumentados, esto ha generado preocupación sobre el cumplimiento de los
compromisos internacionales en materia de derechos humanos por parte de la República
Dominicana.
Se critica la falta de un debate académico robusto sobre la sentencia, ya que la discusión se
ha limitado principalmente a los medios de comunicación y artículos de opinión.