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INTRODUCCIÓN

Como la ley tiene que ser constantemente aplicada, en la vida ordinaria por el hombre corriente, en
los tribunales de justicia, por los magistrados y más autoridades en toda clase de actos de la vida
pública, y por parte de los estudiosos del derecho, la interpretación es una verdadera necesidad.1 Las
ideas o los métodos de interpretación de las normas del derecho es un tema muy especializado, que
ha estado presente desde antaño en todas las legislaciones del mundo de una u otra forma. Así desde
el Derecho Romano, en las Constituciones de Justiniano, y en el Derecho Español en el Fuero Juzgo
y las Siete Partidas, encontramos disposiciones que se refieren, aunque parcamente, a reglas de
interpretación, que en este caso se orientan a un tipo de interpretación exclusiva por parte del Estado.
Posteriormente con el Código de Napoleón, como modelo del Código Civil redactado por Andrés
Bello, base del nuestro, también se anotan reglas de interpretación de las normas jurídicas,
enfatizando fundamentalmente dichos preceptos, en un sistema de interpretación literal, que busca
determinar la verdadera intención del legislador al crear una norma jurídica. Sin embargo, de lo dicho,
nuestros Códigos Civiles

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INTERPRETACIÓN

Es el análisis concluyente sobre un contenido, situación, hecho u otro. Este es un proceso


individual, ya que cada sujeto puede descifrar de manera personal el material analizado. En
este sentido, a esta acción se le relaciona a la hermenéutica, que se define como la acción de
explicar cualquier tipo o expresión de comunicación, relacionada con la interpretación de
textos, pero en particular de aquellas creaciones que son respetadas como sagradas.

Se debe establecer la diferencia entre la representación e interpretación, ya que la primera


consiste en presentar un hecho material por sus símbolos de diversa naturaleza; mientras que
interpretar se basa en restaurar la realidad material a lo que consta una representación de la
objetividad.

Estas lucubraciones pueden ser aplicadas para las distintas actividades humanas, desde las
más triviales, como en la interpretación de resultados de un partido deportivo, hasta las más
fundamentales, como la interpretación constitucional o la interpretación conforme en
derecho, que permite la expansión de los derechos.

La etimología del verbo “interpretar” proviene del latín interpretari, compuesto por interpres
e interpretis (intermediario) y la raíz pret (comprar o vender).

Interpretación jurídica

Es el análisis de las normas en el marco jurídico y las nociones relacionadas con esta área, es
decir, la interpretación de la ley. Es darle significado a un estatuto cuando se presenta alguna
incertidumbre cuando necesita aplicarse. Existen dos modalidades de este tipo de análisis,
las cuales son la restringida, que dice que aquellos textos que se explican por sí mismos no
son ni deben ser prestados a interpretaciones; y la amplia le da significado a un texto
normativo cuando exista alguna duda.

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Puede realizarse por el mismo autor del documento interpretado, un organismo del Estado,
algún órgano jurisdiccional, abogados y educadores en derecho que se encuentren
capacitados para llevar a cabo la interpretación de la ley.

INTEGRACIÓN DE LA LEY

Hablamos de integración de la ley y no del derecho, porque éste es mucho más amplio que
la ley. La ley es sólo una fuente formal, una de las formas de expresión que puede tomar el
derecho. El derecho es el género y la ley la especie.

La ley es la fuente principal y constituye derecho preestablecido, el cual debe utilizar el juez
para resolver los casos que se le presentan. La ley es una fuente abstracta, general y debe
estar destinada a resolver conflictos de ordinaria frecuencia; por lo tanto, la ley puede
adolecer de vacíos o lagunas legales cuando se trata de casos extraordinarios, no imaginados
por el legislador, rodeados de circunstancias especiales o de poca ocurrencia.

A pesar que la ley tenga vacíos, los jueces se encuentran obligados a fallar en virtud del
principio de inexcusabilidad. El conflicto, para garantizar la paz social, debe ser resuelto y la
falta de ley no debe ser un obstáculo. Con este fin recurren a otras fuentes del ordenamiento,
llenando estos vacíos. Esto es lo que se denomina integración de la ley. Para ello se recurre
a otras fuentes formales como la costumbre, los principios generales del derecho y la equidad.

El derecho pre-establecido es una construcción humana y por lo tanto imperfecta. Siempre


existe la posibilidad de vacíos, injusticias, descordinaciones, etc.

INTERPRETACIÓN E INTEGRACIÓN

La interpretación supone la existencia de una norma jurídica; en cambio, la integración


necesita la falta de ley que resuelva el asunto sometido a la decisión del juez, o una ley con
vacíos o lagunas. La interpretación supone una situación regulada por el derecho

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preexistente; en cambio, la integración supone que el juez se enfrenta al conflicto en ausencia
de una norma preexistente que lo regule.

INTEGRACIÓN Y PRINCIPIO DE INEXCUSABILIDAD JUDICIAL

La integración es el método para resolver las lagunas o vacíos de la ley. De esta manera el
juez puede resolver cualquier conflicto que se le presente, exista o no derecho preexistente.
El principio de inexcusabilidad impone al juez el deber de fallar aún a falta de ley que
resuelva la contienda. Este deber se fundamenta en la necesidad de salvaguardar la paz social,
si los conflictos no se resuelven habría inseguridad y el consecuente aumento de la auto
tutela. Para cumplir con el principio de inexcusabilidad el juez cuenta con fuentes muy
amplias como la equidad y los principios generales del derecho.

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MÉTODOS DE INTEGRACIÓN DE LA LEY

Para complementar vacíos legales, el juez cuenta con varios métodos y fuentes subsidiarias
como la equidad, los principios generales y la analogía jurídica. Veremos algunos aspectos
de estas instituciones:

a) Equidad: El juez siempre puede acudir a la equidad en caso de un vacío legal. Así lo señala
el Art. 170 Nro. 5 del CPC, al señalar los requisitos de las sentencias. La equidad es la fuente
más amplia, el juez siempre puede encontrar solución a cualquier caso basándose en la
equidad.

No deben confundirse los casos en que la equidad es fuente subsidiaria con aquellos en que
la equidad pasa a ser una fuente principal. En estos casos la equidad es aplicable
directamente, con prescindencia de la ley. Tal es el caso de los árbitros arbitradores o cuando
la ley obliga al juez que falle en conciencia, como jurado, etc.

b) Principios generales del derecho: En este caso, el juez recurre, en caso de un vacío legal,
a los principios básicos del ordenamiento jurídico. A falta de una solución particular el juez
aplicará las ideas más generales del ordenamiento. Por ejemplo, el enriquecimiento sin causa.

c) Analogía jurídica: la analogía implica aplicar la solución legal contemplada en casos


determinados a otro caso similar, pero no regulado. En otras palabras, consiste en aplicar la
ley que contempla la regulación de un caso determinado, a otra situación no prevista, pero
semejante a la anterior.

Para explicar la analogía necesitamos dos casos similares: uno de ellos previsto por la ley y
el otro no. Como existe una misma razón de justicia para aplicar la solución del caso regulado
al no-regulado, se integran los vacíos legales por esta vía.

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INTERPRETACION DE LA LEY
La interpretación de la ley es el proceso interpretativo que consiste en establecer algún
sentido de las normas jurídicas que forman el derecho legislado. Se trata de un tipo
de interpretación jurídica.

En particular es realizado por los jueces que deciden de un caso de acuerdo con la legislación
aplicable al mismo. Además de que solo los legisladores son los que pueden manifestar la
oscuridad de una ley en donde deben recurrir a la historia o en general a los métodos de
interpretación de la ley y determinar su sentido.

Y en los casos de que no se utilicen los métodos para la interpretación de la ley se interpretará
del modo en que más parezca, normas de la administración pública.

Interpretación de la ley se refiere al proceso por el cual un tribunal examina una ley y
determina lo que significa.

Un estatuto, que es un proyecto de ley o una ley aprobada por la legislatura, impone
obligaciones y normas relativas a las personas.

Clasificación de la Interpretación de la ley:

En cuanto a las clasificaciones más frecuentes de la interpretación de la ley, ellas se hacen


desde el punto de vista del agente que la lleva a cabo, desde el punto de vista del resultado a
que conduce, y desde el punto de vista de si la actividad interpretativa se encuentra o
no reglada por el ordenamiento jurídico.

1. En atención al agente que la lleva a cabo, es posible distinguir entre interpretación pública
e interpretación privada.

-La interpretación pública se clasifica en interpretación legal, judicial y


administrativa.
-En cuanto a la interpretación privada, se trata de la que realizan los propios sujetos
de derecho, los juristas y las que llevan a cabo los abogados en su condición de
expertos en derecho.

2. Desde la perspectiva del resultado a que conduce, la interpretación legal se clasifica en


estricta, extensiva y restrictiva.

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-Interpretación estricta es aquella que conduce a la conclusión de que el texto
legal debe ser interpretado únicamente a los casos que él expresamente menciona, sin
extenderse a más casos de los que este contempla ni restringirse a menos de los
señalados por el legislador.
-Interpretación extensiva, en cambio, es la que como resultado de la misma se
concluye que la ley debe aplicarse a más casos o situaciones de los que esta
expresamente menciona.
Interpretación restrictiva, por último, es aquella en cuya virtud se desprende que la
ley objeto de interpretación debe aplicarse a menos situaciones de las que ella
menciona expresamente.
3. La última clasificación de la interpretación legal es la que distingue entre
interpretación reglada

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ELEMENTOS DE LA INTERPRETACION DE LA LEY

La interpretación de la ley es la operación que consiste en establecer algún sentido de las


normas jurídicas que forman el derecho legislado.

Se trata de un tipo de interpretación jurídica. Estos elementos son el elemento gramatical, el


histórico, el lógico, el sistemático y el teleológico.

1. El elemento gramatical o elemento literal es aquel que permite establecer el o los


sentidos y alcances de la ley haciendo uso del tenor de las propias palabras de la ley,
es decir, al significado de los términos y frases de que se valió el legislador para
expresar y comunicar su pensamiento. Este método interpretativo parte del supuesto
que la voluntad e intención del legislador está impregnada en la ley; y como la ley
está escriturada, entonces la mejor manera de descifrar la verdadera intención
legislativa es a través de las palabras de que hace éste.

2. El elemento histórico permite interpretar el derecho legislado aludiendo para ello a


la historia del texto legal que se trata de interpretar. Esta historia se ve reflejada en
cada una de las historias o etapas del proceso de formación de la ley.
3. El elemento sociológico es el que debe atenderse al interpretar las normas, a la
"realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas". Si una norma nacida en un
contexto histórico determinado se debe aplicar en un tiempo diferente, puede producir
un resultado indeseable si el cambio de las circunstancias es lo suficientemente
sensible. No basta con saber por qué y para qué se dictó la norma en concreto, sino
también si las nuevas circunstancias reinantes consienten o no que permanezca
invariado el sentido original.

4. El elemento sistemático permite interpretar la ley atendiendo a las conexiones de la


misma con la totalidad del ordenamiento jurídico del cual forma parte, incluidos
los principios generales del derecho. Se trata de considerar la norma jurídica, no como
un enunciado aislado, sino como una parte de un conjunto más amplio que le
proporciona sentido, fundamento y coherencia.

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5. El elemento teleológico, por último, es aquel que permite establecer el sentido o
alcance de un precepto legal atendiendo al fin de esta, es decir, a los determinados
objetivos que se buscó conseguir mediante su establecimiento.

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MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN
Todos interpretamos. Lo hacemos todo el tiempo. Al cruzar un semáforo en verde, al
reproducir una serie o película en una aplicación de streaming o al leer la última novela de
nuestro autor favorito. Todas estas situaciones nos ponen frente a signos, cuyo sentido
hallamos (o desentrañamos) mediante un proceso cognitivo llamado interpretación.
Una de las disciplinas en las que la interpretación tiene especial relevancia es el derecho.
Ciertamente, al interpretar una norma jurídica podríamos llegar a importantes conclusiones,
como establecer qué parte tiene el derecho de propiedad sobre un bien o si un individuo es
culpable o no del delito que se le imputa.
Antes de continuar, es importante hacer una precisión terminológica. Es habitual decir que
los abogados “interpretamos normas”, aunque en estricto interpretamos disposiciones, de las
cuales se extraen una o más normas. La disposición es el enunciado lingüístico, lo que está
escrito en la ley, el Decreto Supremo, la Resolución administrativa, etc., mientras que la
norma es el significado que extraemos al analizar la disposición, el “qué quiere decir” la
misma1.
Así pues, interpretamos una disposición normativa para extraer su significado, para
identificar lo que esta quiere decir2. Como señala Prieto, “Propiamente, la norma no es el
presupuesto de la interpretación, sino su resultado, es decir, la norma es el significado que se
obtiene del texto mediante la interpretación” (2011, p. 226).
En ocasiones, es relativamente fácil encontrar la norma contenida en una disposición, basta
para ello una simple lectura de la misma. En estos casos se habla de una interpretación
declarativa, “cuando se ajusta al significado central que en el lenguaje ordinario o jurídico se
atribuye a las palabras del legislador” (Prieto, 2011, p. 235).
En contraposición a ello, y especialmente en aquellos casos en los que una mera lectura de
la disposición no sea suficiente para resolver la situación específica que fuera planteada, se
habla de interpretaciones correctoras, las cuales pueden ser restrictivas o extensivas. Sobre
el particular, la doctrina señala lo siguiente:
La interpretación es extensiva cuando la conclusión interpretativa final es aquella en la que
la norma interpretada se aplica a más casos que los que su tenor literal estricto parecería
sugerir. (…) Caso típico en el que se reclama la interpretación extensiva es en la protección
de los derechos constitucionales de la persona. (…)

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La interpretación es restrictiva cuando la conclusión interpretativa final, es que la norma
interpretada se aplica solo y estrictamente a los casos en los que no existe ni la menor duda.
Si existe duda sobre la verificación del supuesto normativo en la realidad, entonces la
conclusión será no aplicar la norma. La interpretación restrictiva se aplica, sobre todo, a las
normas especiales y a las normas prohibitivas (Rubio, 2009, p. 257).
Ahora bien, es posible que a partir de una disposición normativa pueda extraerse más de una
norma, incluso estas normas podrían ser contradictorias entre sí. Ello puede deberse, entre
otros factores, a que los enunciados normativos (disposiciones) son generales y abstractos,
no están pensados para cada caso en concreto y, sin embargo, deben aplicarse a casos en
concreto. Como consecuencia de ello, pueden generarse interpretaciones contrapuestas sobre
cómo debe resolverse un supuesto determinado.
También pueden existir problemas derivados de la propia disposición, de la forma en la que
la misma ha sido redactada o de los términos utilizados en ella, lo que puede dar lugar a
enunciados oscuros, ambiguos o vagos.
Siendo ello así, resulta esencial que los intérpretes (especialmente los jueces y funcionarios
administrativos) fundamenten adecuadamente sus decisiones, explicando las razones que los
llevaron a interpretar la disposición de determinada manera y sustentar cómo es que la norma
a la que llegaron en aplicación de la interpretación es la más sólida.
Justamente a fin de sustentar y sistematizar la interpretación jurídica es que surgen los
métodos de interpretación. Rubio y Arce los definen en los siguientes términos:
Los métodos de interpretación son procedimientos de identificación del contenido de las
normas jurídicas, cada uno de los cuales utiliza una variable de interpretación distinta. Se
trata de procedimientos acumulados en el derecho a lo largo de los siglos. Su diverso origen
en el tiempo y lugar hace que sus resultados no sean sistemáticos entre sí. Puede ser que un
método de interpretación dé un determinado resultado, al tiempo que otro dé un resultado de
interpretación distinto o inclusivo contradictorio con el primero. (2017, p.112)
Como podemos ver, los métodos de interpretación son herramientas, que buscan ordenar y
facilitar la labor del intérprete. Sin embargo, no existe un orden de prelación entre ellos, no
hay un “mejor método” o una secuencia en la aplicación de estos, pues los mismos pueden
llevar en ocasiones a resultados distintos o inclusive a resultados contrapuestos.

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Así, la elección del método (o métodos) es esencial para la fundamentación de las decisiones
de los intérpretes. Más que hablar de interpretación buena o mala, en el derecho debemos
referirnos a una interpretación mejor o peor sustentada. Así pues, su función “(…) es doble:
ayudar u orientar en la atribución de significado, y justificar la opción interpretativa
adoptada” (Prieto, 2011, p. 263).
Por lo tanto, si el objetivo es buscar la interpretación más sólida y sustentarla adecuadamente,
es siempre recomendable que el intérprete considere todos los métodos de interpretación
posibles al analizar un caso en concreto, en el que haga suya la posición en la que coincidan
dos o más de estos métodos (Rubio, 2009, p. 253), pero también analizando los otros
métodos, que condujeron a resultados distintos, para evaluar los elementos o razones que le
permitan apartarse de dichas otras interpretaciones.
De esta manera, considerando tanto los métodos que se alinean con la interpretación como
aquellos que la contrarían, se puede sustentar mejor una posición jurídica.
Ahora bien, los métodos de interpretación son, sobre todo, una construcción de la doctrina.
Si bien en algunas jurisdicciones existen referencias textuales a algunos métodos de
interpretación en la legislación, ello no ocurre en el caso peruano, en el que no se listan de
manera taxativa, ni se establece un orden de prelación de estos3. Veamos a continuación, de
manera muy sintética, los principales métodos de interpretación considerados por el derecho:

Método literal

Suele ser la primera aproximación a una disposición. Implica su simple lectura y el


entendimiento y búsqueda de la norma a partir del propio uso del lenguaje y de los términos
contenidos en el texto. Puede decirse entonces que este método “(…) trabaja con la gramática
y el diccionario” (Rubio, 2009, p. 238).

Método lógico

Este método busca descubrir la razón de la norma, el fundamento por el que ella existe, el
que permitirá aplicarla en los casos para los cuales fue pensada.
La ratio legis no es la voluntad del legislador, sino el propósito de la norma. Recordemos
que muchas veces un proyecto de ley puede ser aprobado por un número mayor o menor de
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legisladores y que el producto final (la ley promulgada) puede haber sido modificada de
manera accesoria o sustancial como resultado del debate legislativo. También debemos
señalar que la intención que pudo tener el legislador que propuso la norma puede no reflejarse
en su texto final (por redacción deficiente, oscura, ambigua o difusa o producto de los
cambios que generó el debate legislativo).
Por ejemplo, la ratio legis de muchas de las normas que limitaron la libertad de tránsito de
las personas con motivo del COVID-19 fue justamente la de tutelar el derecho a salud y evitar
la expansión del virus, consideraciones que pueden desprenderse del fundamento de la
norma, de las Exposiciones de Motivos y de un conocimiento del contexto en el que esta es
dada, por lo que guarda cierta relación (aunque no identidad) con el método histórico, que
desarrollaremos posteriormente.
Sobre la ratio legis, Prieto señala las siguientes observaciones:
La primera es que su identificación descansa en juicios de valor en cuya formulación el
intérprete goza de notable discrecionalidad. La segunda es que, aunque pretenda servir de
herramienta a la interpretación, el descubrimiento de la finalidad o ratio legis es una
consecuencia y no un presupuesto de la interpretación (2011, p. 273).
Por ello, resulta recomendable aplicar este método en conjunto con otros, a fin de que permita
reforzar y confirmar la solidez del razonamiento aplicado al momento de interpretar una
disposición.

Método histórico

Este método propone, como su nombre da a entender, mirar al pasado, revisar la regulación
existente con anterioridad a la disposición interpretada, el contexto y cómo era entendida la
disposición anterior en aquel momento y tratar de aplicar las pautas y lógica del texto anterior
a la disposición actual, en la medida que sean sustancialmente similares. También puede ser
de utilidad revisar legislación comparada que hubiera estado vigente cuando entró en
vigencia la disposición, a fin de verificar si las referencias extranjeras hubieran servido de
inspiración o brindado contexto para la creación del texto local.
Este método también busca conocer cuál era la visión del legislador, de la sociedad y de la
opinión pública antes de y al momento en que la disposición interpretada fue publicada y

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entró en vigencia. Para ello, puede recurrirse a Exposiciones de Motivos, Diarios de Debates
e incluso a publicaciones en medios de comunicación (como entrevistas a especialistas sobre
la materia en diarios locales de aquel tiempo, por ejemplo).

Método sistemático

Este método parte de la premisa que el derecho es un sistema normativo, con diversas
fuentes, que tienen distintos niveles de jerarquía, que buscan complementarse unas con otras
y que tiene una vocación de orden. Este método considera la rama del derecho a la que
pertenece la disposición, la ley, reglamento u otro texto en el que está contenida, las secciones
que tiene la misma, etc.
La doctrina suele subdividir este método en dos: sistemático por comparación con otras
normas, “atribuyéndole los principios o conceptos que quedan claros en otras normas de su
mismo conjunto normativo pero que no quedan claramente expresados en esta” (Rubio y
Arce, 2017, p. 115); y, sistemático por ubicación de la norma, considerando por ejemplo, el
título o capítulo en el que está ubicada ésta (lo que ocurre usualmente cuando forman parte
de Códigos o de Textos Únicos Ordenados), siendo que este método “(…) da significado por
la aplicación del contexto de las normas dentro de las cuales se halla ubicada la que estamos
interpretando” (Rubio y Arce, 2017, p. 117).

Método evolutivo

Friedrich Karl Von Savigny (1779-1861)1, iusfilósofo alemán, en su obra Metodología


Jurídica desarrolla la investigación del estudio de la Ciencia Jurídica o Jurisprudencia,
abordando para ello, las normas de elaboración absoluta de esta ciencia, enunciando tres de
ellas: la filológica (o del estudio interpretativo literario de la legislación y principios
jurídicos), la histórica (o de la investigación de las diversas formas de legislación de una
misma situación a través del tiempo) y la sistemática (que trata del ordenamiento de la
legislación entre sí y su conexión con el sistema jurídico general).

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Habiendo empleado el método de estudio literario de la Jurisprudencia propuesto por
Savigny, consistente en la lectura crítica e histórica de los textos jurídicos, es que justificó y
basó el método analítico empleado respecto de su propio texto.

En principio, Friedrich Savigny menciona dentro de la investigación de la Ciencia Jurídica


filológica que, interpretar es "... analizar el pensamiento contenido en la ley... colocarse en el
punto de vista del legislador y producir así artificialmente su pensamiento"2; menciona
asimismo que, consiste en la "...reconstrucción del pensamiento (claro u oscuro, es igual)
expresado en la ley en cuanto sea conocible en la ley" 3; continúa diciendo que "...el intérprete
debe hacer surgir de modo artificial el contenido de la ley, sólo que supone que las partes del
texto original que se hayan extraviado deben encontrarse de nuevo" 4.

Asimismo, menciona que uno de los numerosos problemas a los que se enfrenta el intérprete
es que la legislación misma no es clara en cómo sería oportuno realizar la interpretación, ya
sea de forma declarativa, restrictiva, extensiva, analógica, histórica, etc.

Así las cosas, considero que Savigny centró de manera evidente sus estudios en el elemento
histórico para la interpretación de los textos jurídicos, considerando el significado textual
(estudio filológico) de la legislación o principios del Derecho dados por el legislador. Y por
otra parte, si no fuese posible develar el contenido de esa forma, propone buscar el sentido o
intención que el legislador pretendió darles, a lo cual cabe destacarse que no es lo mismo.
Pese a reconocer la importancia y necesidad del estudio histórico de la legislación para su
mejor comprensión y consecuentemente su interpretación y aplicación al caso concreto,
difiero de la postura terminante y absoluta del escudriñamiento invariable de la historia para
conocer el sentido que se le pretendió imprimir –por el legislador- a una ley que al aplicarse
no es clara, o bien, para conocer la situación que le dio origen. Repito, no niego su
importancia, pues el análisis histórico es el faro que guía en la oscuridad al intérprete que no
puede distinguir por el contenido ininteligible de la ley, no obstante, considero que es una
forma primaria y básica que debe ser empleada pero que deben existir otras técnicas alternas
y complementarias de interpretación que representen mejores formas de alcanzar día con día,
los fines del Derecho.

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Es por lo anterior, que sostengo que, no por cumplir con la voluntad del legislador (de tiempos
y circunstancias diferentes) y con la fidelidad genética de un principio, los cuales resulten
obsoletos en la actualidad se opte por la aplicación de dichos criterios, sino que cuando pueda
ser interpretado, incluso de diversa forma con tal de dar satisfacción a una necesidad
imperante, se determine que es de mayor importancia su adecuación al fin y a la satisfacción
de las necesidades actuales para el mejor proveer de la justicia. Por lo tanto, considero que
otra técnica –fundada en la tendencia finalista o modernista del Derecho- debiera ser la
interpretación "evolutiva", la cual sería de utilidad cuando se trate de interpretar una
disposición antigua, con la finalidad de encontrar y adecuar el significado que la legislación
pueda recibir en el momento de ser interpretada, el cual puede llegar a ser opuesto al
originalmente dado por el legislador.

Considero que el argumento anterior encuentra su justificación en la teoría finalista o


modernista de la Ciencia del Derecho, puesto que al verse modificadas las circunstancias
históricas, sociales, políticas, económicas, culturales, y otras, que les dieron origen a las
disposiciones normativas, también sería factible una diversa técnica de interpretación.
Realizándose así, una función importante que implique, incluso, la subsanación de lagunas
de ley en situaciones no previstas por el legislador.

Sostengo mi postura de incorporar la tendencia modernista del Derecho como otra técnica de
interpretación, la cual "parte de la realidad, de los fines y necesidades de la vida social,
espiritual y moral, considerados como valiosos; se pregunta: ¿cómo... manejar y modelar el
Derecho, para dar satisfacción a los fines de la vida? Y ajustándose a estos fines, resuelve las
innumerables dudas del Derecho formal y llena sus incontables lagunas"5. De forma que se
rompa con la tendencia extremadamente conservadora y pasiva del Derecho, y en su lugar,
se adopte una actitud realista, práctica, funcional, con enfoque al presente. Que la Ciencia
del Derecho encuentre su apoyo "en la filosofía, como la intérprete de los más altos fines y
valores"6, y no sea la jurisprudencia histórica la única y más importante técnica interpretativa
de la Jurisprudencia que pretende "proyectar la mirada hacia el pasado y de infundir a éste
vida en el presente"

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MÉTODO DE INTERPRETACIÓN SEGÚN LA REALIDAD
ECONÓMICA

De acuerdo a Enno Becker "la interpretación de las leyes fiscales debe realizarse teniendo en cuenta
su finalidad, significación económica y evolución de las circunstancias". Es decir, sobre la base de la
capacidad contributiva se podría extender el alcance de la hipótesis descrita en la norma tributaria.

En otras palabras, si un auditor encontrara que el hecho realizado por el contribuyente no se encuentra
expresamente contenido en la hipótesis descrita en la norma tributaria, pero considera que se
manifiesta una capacidad contributiva similar, entonces lo gravará. En esta línea de ideas se suele
utilizar razonamientos como el siguiente: "si bien el contribuyente ha realizado un acto calificado
normativamente como no gravado, pudo haber conseguido el mismo resultado mediante un camino
gravado". En otros casos, el auditor puede esbozar argumentos finalistas de la norma, señalando lo
que ésta "quiso" decir, aunque no necesariamente dispuso. Como veremos a continuación, la SUNAT
no tiene la capacidad de extender el alcance de la hipótesis de incidencia tributaria.

MÉTODO PRINCIPALISTA

El concepto de principio no solo resulta controvertido dentro de la doctrina del derecho público sino
también en la teoría del derecho e incluso entre los defensores del principalísimo 7 . Aquí el problema
no es elucidar cuál sea el concepto «correcto» de principio, o el concepto de principio del legislador
constitucional El objetivo debe ser, más bien, elaborar una construcción conceptual teóricamente
fértil que permita poner de relieve estructuras centrales del derecho. La caracterización de los
principios como razones para juicios de ponderación se presenta como la más fructífera en este
sentido 9 . Conforme a ella, los principios son normas que pueden entrar en colisión y que han de
ponderarse entre sí; son argumentos a favor de juicios normativos y no, en cambio, normas que guíen
directamente la conducta. Este enfoque lo introdujo Ronald Dworkin con la contraposición entre
reglas y principios 10, y sería precisado después por Robert Alexy mediante la definición de los
principios como mandatos de optimización 11. Frente a una distinción estricta entre reglas y
principios se objeta, sin embargo, que no existe ninguna diferencia lógica —es decir, estructural—
entre las reglas y los principios, sino a lo sumo una diferencia gradual 12. No solo los principios
podrían ponderarse entre sí, sino también las reglas 13; y prácticamente no existirían reglas que
puedan ser aplicadas, como afirma Dworkin 14, en forma de «todo-o-nada». Pero tampoco está claro
adónde conduce esa crítica. Si fuese acertada, lo que pondría en cuestión no sería el modelo de

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principios, sino la asunción de que, junto a los principios, hay en el derecho algo más, a saber: reglas
o normas definitivas. Se daría entonces la paradójica situación de que los teóricos del principalísimo
defendiesen los elementos «reglados» del derecho, o sea, la existencia de normas directamente
aplicables mediante subsunción, mientras que quienes critican la tesis principia lista deberían con
servir el derecho según un modelo puro de principios y de ponderación. Ahora bien, ocurre que las
reglas, entendidas como normas que guían directamente la conducta, constituyen un elemento
esencial del derecho. Los órdenes jurídicos no pueden estar compuestos solo de infinitas
ponderaciones de principios, sino que tienen que fijar qué normas son definitivamente válidas y
deben, por tanto, ser efectivamente aplicadas y observadas 15. Y si el derecho no puede concebirse
como un sistema integrado en exclusiva por reglas con el carácter de todo-nada, tiene que existir
entonces alguna distinción entre reglas y principios, y los sistemas jurídicos se han de estructurar con
arreglo a ella. De ahí que una teoría de los derechos fundamentales —al igual que una teoría del
derecho en general— no pueda renunciar a la distinción entre los principios, en el sentido de juicios
de ponderación, y las reglas, en el sentido de normas definitivas. Lo que falta por resolver es cómo
haya de establecerse esa distinción.

LA CONSULTA TRIBUTARIA

La Administración tributaria tiene el deber de informar y asistir al obligado tributario, en relación con
sus deberes y obligaciones, facilitándole el ejercicio de aquellos y el cumplimiento de estas.

Para dicho fin, además de las publicaciones de los textos actualizados de las normas tributarias (leyes,
reales decretos y disposiciones aprobadas), debe informar de los criterios administrativos existentes
para la aplicación de la normativa tributaria, facilitando las consultas tributarias de los ciudadanos,
a través del acceso a bases informatizadas que contienen tales criterios y suministrar, si el interesado
así lo solicita, el texto íntegro de contestaciones a consultas o resoluciones concretas.

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MODALIDADES DE LA INTERPRETACIÓN DE LA LEY

Existen básicamente dos modalidades para interpretar la ley tributaria, estas son una que
favorece al fisco, y a otra que favorece al contribuyente, y son los siguientes:

1) Principio in dubio pro fisco:

Este principio establece que en caso de duda la ley favorece al fisco, principio que puede
llevar al abuso del estado contra el contribuyente que como sujeto pasivo de la relación
jurídica tributaria se encuentra en desventaja.

2) Principio in dubio contra fisco o in dubio pro contribuyente:

Este principio establece que, en caso de duda, se debe favorecer al contribuyente, por ser la
ley tributaria en general restrictiva del Derecho de propiedad.

Estos dos principios son difíciles de aplicar a la legislación tributaria, por cuanto la única
finalidad en la interpretación debe ser obtener justicia, no el apoyo al fisco o al contribuyente.
En caso de tener que utilizar uno de los dos, sería preferible el principio de in dubio contra
el fisco o in dubio pro contribuyente por la posición de desventaja del contribuyente frente
al estado y por principio de justicia tributaria.

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INTERPRETACIÓN SUJETO

Sujeto

es un concepto que puede emplearse de diferentes formas.

Puede tratarse de un individuo que, en un determinado contexto, carece de identificación o


de denominación. También puede referirse a una categoría filosófica o a una función
gramatical.

Derecho

por su parte, puede ser aquello que guía el accionar correcto, legítimo o adecuado de las
personas. La noción también se asocia a las normas que expresan un ideal de justicia y que
permiten regular la conducta y los vínculos humanos.

Con estas definiciones, podemos comprender a qué se refiere la idea de sujeto de derecho.
Se trata de aquel al que pueden imputársele derechos y obligaciones a través de la ley.
Todas las personas, ya sean físicas o jurídicas, son sujetos de derecho.

Tipos de sujeto de derecho

Es importante conocer que los sujetos de derecho pueden ser de dos tipos:

-Sujetos de derechos individuales, que son los ciudadanos individuales que son capaces de
adquirir derechos y obligaciones. También son conocidos como personas naturales o físicas.

-Sujetos de derechos colectivos, que son los que se vienen a constituir como personas
jurídicas.

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Es importante destacar, en este sentido, que las personas físicas o personas naturales son
todos los integrantes de la especie humana. Cada ser humano, por el hecho de nacer, es un
sujeto de derecho.

Las personas jurídicas, también denominadas personas morales, no son individuos, sino
entidades creadas por personas físicas. Más allá de su naturaleza abstracta o ideal, también
son sujetos de derecho.

Protegidos gracias a la ley

Esto quiere decir que los seres humanos, las empresas, las cooperativas, las asociaciones
civiles y las organizaciones no gubernamentales (ONG), por citar algunos ejemplos de
personas físicas y jurídicas, cuentan con derechos que están protegidos por la ley. Estos
sujetos de derecho también tienen obligaciones que no pueden evadir: de lo contrario, son
castigados de acuerdo a lo estipulado por la legislación en vigencia.

Es interesante conocer que, aunque hoy utilicemos el término sujeto de derecho con total
normalidad, no es una invención de la sociedad actual, sino que tiene tras de sí una larga
historia. En concreto, podemos determinar en base a los estudios y teorías de varios expertos
que tuvo su origen en el siglo XV y es que parece ser que fue entonces cuando, por primera
vez, se habló del mismo. El teólogo alemán Konrad Summerhart fue quien procedió a hablar
de “subiectum con ius”.

Otras curiosidades al respecto son las siguientes:

-Entre los documentos que se guardan donde se abordaban el tema del sujeto del derecho en
sus primeros compases están “De justitia et jure” (1553) de Domingo de Soto, “Commentaria
in disputationem de justitia et jure quam habet divus Thomae” (1591) de Miguel Bartolomé
Salón y “De iure belli ac pacis” (1625) de Hugo Grotius.

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-En el Código Civil de Perú se viene a establecer la existencia de cuatro tipos diferentes de
sujetos de derecho: el concebido (que es el individuo que aún tiene que nacer), la persona
jurídica, la persona natural y las organizaciones de personas no inscritas como pueden ser las
asociaciones y fundaciones.

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INTEGRACIÓN DE LA LEY

Hablamos de integración de la ley y no del derecho, porque éste es mucho más amplio que
la ley. La ley es sólo una fuente formal, una de las formas de expresión que puede tomar el
derecho. El derecho es el género y la ley la especie.

La ley es la fuente principal y constituye derecho preestablecido, el cual debe utilizar el juez
para resolver los casos que se le presentan.

La ley es una fuente abstracta, general y debe estar destinada a resolver conflictos de
ordinaria frecuencia; por lo tanto, la ley puede adolecer de vacíos o lagunas legales cuando
se trata de casos extraordinarios, no imaginados por el legislador, rodeados de circunstancias
especiales o de poca ocurrencia.

A pesar que la ley tenga vacíos, los jueces se encuentran obligados a fallar en virtud del
principio de inexcusabilidad. El conflicto, para garantizar la paz social, debe ser resuelto y la
falta de ley no debe ser un obstáculo.

Con este fin recurren a otras fuentes del ordenamiento, llenando estos vacíos. Esto es lo que
se denomina integración de la ley. Para ello se recurre a otras fuentes formales como la
costumbre, los principios generales del derecho y la equidad.

El derecho pre-establecido es una construcción humana y por lo tanto imperfecta. Siempre


existe la posibilidad de vacíos, injusticias, descordinaciones, etc.

1. INTERPRETACIÓN E INTEGRACIÓN
La interpretación supone la existencia de una norma jurídica; en cambio, la integración
necesita la falta de ley que resuelva el asunto sometido a la decisión del juez, o una ley con

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vacíos o lagunas. La interpretación supone una situación regulada por el derecho
preexistente; en cambio, la integración supone que el juez se enfrenta al conflicto en ausencia
de una norma preexistente que lo regule.

2. INTEGRACIÓN Y PRINCIPIO DE INEXCUSABILIDAD JUDICIAL

La integración es el método para resolver las lagunas o vacíos de la ley. De esta manera el
juez puede resolver cualquier conflicto que se le presente, exista o no derecho preexistente.
El principio de inexcusabilidad impone al juez el deber de fallar aún a falta de ley que
resuelva la contienda. Este deber se fundamenta en la necesidad de salvaguardar la paz social,
si los conflictos no se resuelven habría inseguridad y el consecuente aumento de la autotutela.
Para cumplir con el principio de inexcusabilidad el juez cuenta con fuentes muy amplias
como la equidad y los principios generales del derecho.

3. MÉTODOS DE INTEGRACIÓN DE LA LEY

Para complementar vacíos legales, el juez cuenta con varios métodos y fuentes subsidiarias
como la equidad, los principios generales y la analogía jurídica. Veremos algunos aspectos
de estas instituciones:

a) Equidad: El juez siempre puede acudir a la equidad en caso de un vacío legal. Así lo señala
el Art. 170 Nro. 5 del CPC, al señalar los requisitos de las sentencias. La equidad es la fuente
más amplia, el juez siempre puede encontrar solución a cualquier caso basándose en la
equidad.

No deben confundirse los casos en que la equidad es fuente subsidiaria con aquellos en que
la equidad pasa a ser una fuente principal. En estos casos la equidad es aplicable
directamente, con prescindencia de la ley. Tal es el caso de los árbitros arbitradores o cuando
la ley obliga al juez que falle en conciencia, como jurado, etc.

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b) Principios generales del derecho: En este caso, el juez recurre, en caso de un vacío legal,
a los principios básicos del ordenamiento jurídico. A falta de una solución particular el juez
aplicará las ideas más generales del ordenamiento. Por ejemplo, el enriquecimiento sin causa.

c) Analogía jurídica: la analogía implica aplicar la solución legal contemplada en casos


determinados a otro caso similar, pero no regulado. En otras palabras, consiste en aplicar la
ley que contempla la regulación de un caso determinado, a otra situación no prevista, pero
semejante a la anterior.

Para explicar la analogía necesitamos dos casos similares: uno de ellos previsto por la ley y
el otro no. Como existe una misma razón de justicia para aplicar la solución del caso regulado
al no-regulado, se integran los vacíos legales por esta vía.

4. INTEGRACIÓN Y DERECHO PENAL

El derecho penal no puede ser integrado ya que rige los principios de legalidad y tipicidad
penal: no hay más delitos que los descritos expresamente por la ley. En consecuencia, las
conductas que involucren atentados graves contra el orden social y que sean moralmente
aberrantes no pueden ser castigadas criminalmente por ser “parecidas” a otras conductas
tipificadas como delito. Todas estas conductas son atípicas y no se sancionan penalmente.

Como la pena es la sanción jurídica más grave, la idea es que se aplique en la forma más
restrictiva posible. Ésta es una salvaguardia de los individuos contra el poder del estado. Los
regímenes totalitarios contemplan figuras delictivas muy abiertas y generales y permiten la
analogía.

Normalmente la analogía tampoco se permite en derecho público.

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JERARQUÍA DE LA LEY

Derecho guatemalteco, conjunto de normas que constituyen el ordenamiento jurídico vigente


en Guatemala. Según el artículo segundo de la Ley del Organismo Judicial, decreto 2-89 del
Congreso, en Guatemala la ley es la fuente del ordenamiento jurídico.

La costumbre cumple una función supletoria, y sólo se admite cuando existen lagunas en el
texto legal. No se admite la costumbre que se opone a la ley.

La jurisprudencia cumple también una función supletoria: complementa la legislación. Para


que la misma sea obligatoria se requieren cinco fallos continuos, en el mismo sentido,
emitidos por la Corte Suprema de Justicia.
También se configura jurisprudencia en materia constitucional con tres sentencias uniformes
de la Corte.

Leyes Constitucionales
Tratan acerca del derecho constitucional (contenidas en la Constitución), deberes del estado,
los derechos humanos, los derechos de la familia, de tipo cultural y de comunidades
indígenas, así también de educación, deporte salud, seguridad y asistencia social.
Dentro de las leyes constitucionales se encuentran: * Ley de amparar exhibición personal y
constitucional, * Ley de Emisión del Pensamiento, * Ley Electoral y de Partidos Políticos, *
Ley de Orden Público.

Tratados y Convenios Internacionales

Generalmente están subordinados a la Constitución, por lo que les corresponde el mismo


rango o jerarquía de las leyes ordinarias.
Sin embargo, hay Estados en los cuales tienen rango superior a las leyes ordinarias,
equiparadas por su jerarquía a las normas constitucionales o estando por encima de estas.

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Las Leyes Ordinarias:

* Código de Trabajo
* Código Penal
* Código Civil
* Ley de Servicio Civil
* Ley de Clases Pasivas del Estado
* Ley del Organismo Ejecutivo
* Ley de Salarios de la Administración Pública
* Ley de Consolidación Salarial
* Ley Reguladora de Aguinaldo
* Ley de Propiedad y Responsabilidades de los funcionarios y Empleados Públicos
* Ley de Bonificación Anual para Trabajadores del Sector Privado y Público

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JERARQUIA DE LA LEY

Normas
constitucionales

Normas ordinarias

Normas regalamento tarias

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RESUMEN EJECUTIVO
Con el propósito de publicar los trabajos que serán parte de la Primera Jornada de Tributación
y Derecho Tributario, cuyo tema será la “Interpretación de la ley tributaria” a propósito de
los cincuenta años de un trabajo del mismo nombre del profesor Jorge Streeter, el académico
de la Facultad de Derecho, Francisco Saffie, coordinó el libro que utiliza el mismo nombre
de la obra de Streeter.

“Nuestra idea es dar cuenta de los avances que el Derecho Tributario ha tenido desde el punto
del estudio científico, en especial por el desarrollo que han hecho en esta área del derecho
profesores investigadores de jornada en las universidades chilenas.

Esto último es importante de destacar porque se trata de un área del derecho que en Chile
sólo recientemente tiene profesores dedicados a la investigación”, sostiene Saffie sobre el
trabajo que coordinó junto al académico Antonio Faúndez Ugalde, de la Pontificia
Universidad Católica de Valparaíso.

¿Cómo surgió esta iniciativa? El académico UAI cuenta que la organización de estas jornadas
comenzó hace unos cuatro años atrás tras una invitación que les hizo la Universidad Católica
del Norte sede Antofagasta a exponer sobre la reforma tributaria de la ley 20.780 y 20.899,
y cuando recién comenzaban las universidades chilenas a tener profesores investigadores en
Derecho Tributario.

“Después de conversarlo creímos necesario generar una forma de reunir a esta comunidad
académica. El libro lo trabajamos desde el 2018”, agrega Saffie.

El abogado de la Facultad de Derecho UAI, quien es Ph.D in Law (University of Edinburgh),


explica que el proceso de selección de los diez trabajos seleccionados para “Interpretación
de la ley tributaria” fue mediante un sistema double blind review en que participaron
como evaluados jueces tributarios y aduaneros: “Quisimos generar un proceso con los
estándares que exige la comunidad científica y creo que lo logramos”, reflexiona.

En la reseña de la obra, la editorial Thomson Reuters, indica que en ella se pueden identificar
cuatro pilares de análisis: El primero, un enfoque de interpretación a nivel constitucional y
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de teoría general del derecho; el segundo pilar de autores enfrenta un análisis de las actuales
corrientes de interpretación del derecho tributario; un tercer pilar vincula las normas de
interpretación con la norma general antielusión; finalmente, el cuarto pilar está enfocado a
temas específicos de tributación, abordando la interpretación de la ley desde un punto de vista
práctico.

Sobre la importancia de esta obra de 200 páginas, Saffie explica que cree que será muy
relevante porque es la formalización de esta nueva comunidad científica y de las Jornadas de
Tributación y Derecho Tributario.

Asimismo, afirma que este es un libro que busca a aportar a los recientes debates en Chile
sobre la materia: “Esperamos seguir contribuyendo de esta manera con las Segundas
Jornadas, que queremos hacer en la UAI”.

Para el académico UAI, este libro, que se encuentra disponible desde principios de abril,
ayuda a consolidar la posición de la Facultad de Derecho en esta materia. “Es de esperarse
que sigamos contribuyendo en la generación de trabajos por parte de esta
comunidad”, concluye, y agrega que, para él, también este trabajo es relevante pues es el
primer libro que coordina y se publica, y espera que salga su otro libro sobre la filosofía de
los impuestos, que está en proceso de publicación con la Oxford University Press.

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CONCLUSIÓN

El derecho trasciende cualquier tipo de definición, principalmente aquellas que pretenden


encuadrarlo y distinguirlo exclusivamente como un conjunto de normas jurídicas. El derecho,
así como las sociedades en donde surge, es dinámico. A nivel ontológico se compone de
hechos, valores y normas, todos ellos congregados alrededor de la vida humana en una
sociedad y tiempo específicos

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RECOMENDACIONES
La técnica basada en un débito fiscal presunto y un crédito fiscal real es típica del Impuesto
sobre el Valor Añadido. Tiene diversas modalidades atendiendo a cómo se compute el crédito
fiscal. Se distingue el cómputo íntegro del cómputo reducido o limitado, bien hasta el importe
concurrente con el débito presunto, bien hasta un determinado porcentaje del débito fiscal

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REFLEXIÓN
Si bien es cierto que la Superintendencia de Administración Tributaria, en
adelante SAT, tiene, por disposición legal, la facultad de realizar, con “plenas
facultades”, las inspecciones, investigaciones y verificaciones necesarias para el
combate al contrabando y a la defraudación aduanera y tributaria en el país, es
importante advertir que ésta puede y debe hacerlo, no solo por los medios
técnico-legales correspondientes, sino además, a través de aquellos que sean
los idóneos, razonables y proporcionales con el objetivo específico que la
Administración Tributaria persiga en cada caso concreto, para salvaguardar los
derechos y garantías constitucionales del contribuyente.

El formulario “SAT-2237” vigente actualmente para la declaración y pago del


Impuesto al Valor Agregado en el Régimen General, es un claro ejemplo de cómo
la Administración Tributaria “desnaturaliza” un formulario de “declaración y
pago” de un impuesto, al convertirlo en un formulario de “requerimiento de
información” y condicionar la declaración y pago del Impuesto al Valor Agregado
por parte del contribuyente, con la entrega de la información sobre el detalle de
sus proveedores locales, información que debiera ser solicitada por la SAT a
través de los medios legalmente establecidos para el efecto, es decir, a través
de un acto de “requerimiento de información” distinto, autónomo e
independiente al formulario de declaración y pago del impuesto referido.

Lo anterior porque si bien es cierto que la información sobre el detalle de los


proveedores locales del contribuyente se “relaciona” con el impuesto respectivo,
no constituye información de carácter “imprescindible” cuya ausencia
imposibilite, técnica y jurídicamente hablando, el acto de “declaración y pago”
del impuesto por parte del contribuyente.

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ANEXOS

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E GRAFÍA

https://definicion.de/sujeto-de-derecho/

http://derechomx.blogspot.com/2012/04/integracion-de-la-ley.html

https://www.monografias.com/docs/Jerarquia-De-Las-Leyes-En-
Guatemala-P3CVQUFYMZ
https://polemos.pe/el-concepto-y-los-metodos-de-interpretacion-
juridica/#:~:text=M%C3%A9todo%20literal.,t%C3%A9rminos%20cont
enidos%20en%20el%20texto.

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