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5. Frijoles y lentejas
Los frijoles y las lentejas son ricos en nutrientes, como magnesio, fibra y
proteínas, que pueden ayudar a reducir el azúcar en la sangre. Son
particularmente altos en fibra soluble y almidón resistente, que ayudan a la
digestión lenta, y pueden mejorar la respuesta del azúcar en la sangre después
de comer.
Por ejemplo, un estudio con 12 mujeres demostró que agregar frijoles negros o
garbanzos a una comida con arroz reducía significativamente los niveles de
azúcar en la sangre después de la comida, en comparación con comer arroz
solo.
Otros estudios han demostrado que comer frijoles y lentejas no solo puede
beneficiar la regulación del azúcar en la sangre, sino también posiblemente
ayude a proteger contra el desarrollo de la diabetes.
Los alimentos fermentados como el kimchi y el chucrut están repletos de
compuestos que promueven la salud, incluyendo probióticos, minerales y
antioxidantes, y su consumo se ha asociado con una mejor sensibilidad al
azúcar en la sangre y a la insulina.
Un estudio con 21 personas con prediabetes encontró que comer kimchi
fermentado durante 8 semanas mejoraba la tolerancia a la glucosa en el 33 por
ciento de los participantes, mientras que solo el 9.5 por ciento de los
participantes que consumieron kimchi fresco mostraba una mayor tolerancia a
la glucosa.
Otro estudio con 41 personas con diabetes demostró que seguir una dieta
coreana tradicional rica en alimentos fermentados como el kimchi durante 12
semanas producía mayores reducciones en el HbA1c que una dieta de control.
6. Semillas de chía
Comer semillas de chía puede ayudar a controlar el azúcar en la sangre. Los
estudios han vinculado el consumo de semillas de chía con una reducción de
los niveles de azúcar en la sangre y mejoras en la sensibilidad a la insulina.
Una revisión de 17 estudios en animales realizada en 2020 concluyó que las
semillas de chía pueden ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y el
control del azúcar en la sangre, además de reducir potencialmente el riesgo de
enfermedades, incluido el riesgo de diabetes.
Además, un estudio en 15 adultos saludables mostró que los participantes que
recibieron 1 onza (25 gramos) de semillas de chía molidas junto con 2 onzas
(50 gramos) de una solución de azúcar experimentaron una reducción del 39
por ciento en los niveles de azúcar en sangre, en comparación con aquellos
que solo consumieron la solución de azúcar.
7. Col rizada
La col rizada se describe a menudo como un “superalimento”, y por una buena
razón. Está repleta de compuestos que pueden ayudar a disminuir los niveles
de azúcar en la sangre, incluyendo la fibra y los antioxidantes flavonoides.
Un estudio que incluyó a 42 adultos japoneses demostró que consumir 7 o 14
gramos de alimentos que contienen col con una comida alta en carbohidratos
disminuía significativamente los niveles de azúcar en la sangre después de la
comida, en comparación con un placebo.
La investigación ha demostrado que los antioxidantes flavonoides que se
encuentran en la col rizada, incluyendo quercetina y kaempferol, tienen
potentes efectos reductores de azúcar en la sangre y sensibilizantes a la
insulina.
8. Aguacates
Además de ser cremosos y deliciosos, los aguacates pueden ofrecer beneficios
significativos para la regulación del azúcar en la sangre. Son ricos en grasas
saludables, fibra, vitaminas y minerales, y al agregarse a las comidas han
demostrado mejorar los niveles de azúcar en la sangre.
Numerosos estudios han encontrado que los aguacates pueden ayudar a
reducir los niveles de azúcar en la sangre y proteger contra el desarrollo del
síndrome metabólico, que es un grupo de afecciones que incluyen la presión
arterial alta y la azúcar alta en la sangre, lo cual aumenta el riesgo de
desarrollar una enfermedad crónica.
Sin embargo, ten en cuenta que, muchos estudios que han investigado los
efectos de la ingesta de aguacate en los niveles de azúcar en la sangre
recibieron su financiamiento de Hass Avocado Board, que podría haber influido
en aspectos de los estudios.
12. Huevos
Los huevos son un alimento excepcionalmente nutritivo que brinda una fuente
concentrada de proteínas, grasas saludables, vitaminas, minerales y
antioxidantes. Algunos estudios han vinculado el consumo de huevos a un
mejor control del azúcar en la sangre.
Un estudio con 42 adultos con sobrepeso u obesidad, y prediabetes o diabetes
tipo 2, mostró que comer un huevo grande al día resultaba en una reducción
significativa del 4.4% en el azúcar en la sangre en ayunas, así como mejoras
en la sensibilidad a la insulina, en comparación con un sustituto del huevo.
Es más, durante un estudio de seguimiento de 14 años con 7,002 adultos
coreanos, el consumo frecuente de dos a menos de cuatro huevos por semana
se asociaba con 40 por ciento menos de riesgo de diabetes, en comparación
con comer huevos una vez o menos por semana, en hombres, pero no en
mujeres.
13. Manzanas
Las manzanas contienen fibra soluble y compuestos vegetales, incluyendo
quercetina, ácido clorogénico y ácido gálico, todo lo cual puede ayudar a
reducir el azúcar en la sangre y proteger contra el desarrollo de la diabetes.
Aunque el consumo total de fruta ha demostrado disminuir el riesgo de
diabetes, comer frutas específicas, incluyendo manzanas, puede ser
particularmente beneficioso para reducir el azúcar en la sangre y el riesgo de
desarrollar diabetes.
Un estudio que incluyó datos de más de 187,000 personas encontró que una
ingesta más alta de frutas específicas, particularmente arándanos, uvas y
manzanas, se asoció con un riesgo significativamente menor de diabetes tipo
2.
Además, un estudio en 18 mujeres encontró que comer manzanas 30 minutos
antes de una comida con arroz redujo significativamente el azúcar en la sangre
después de la comida, en comparación con comer arroz solo.
Conclusión
Seguir un patrón dietético saludable es esencial para el control óptimo del
azúcar en la sangre.
Ya sea que tengas prediabetes, diabetes o quieras reducir el riesgo de
desarrollar estas afecciones, incluir los alimentos mencionados arriba como
parte de una dieta nutritiva puede ayudar a reducir tus niveles de azúcar en la
sangre.
Sin embargo, ten en cuenta que tu ingesta dietética general, así como factores
como tu nivel de actividad y tu peso corporal, son más importantes a la hora de
optimizar el control del azúcar en la sangre y la protección contra
enfermedades crónicas.