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Definición de la pena de muerte:

La pena de muerte es un castigo establecido, tras el dictamen de un juez, que consiste en quitarle
la vida a una persona que haya cometido un delito grave o capital al incumplir la ley.

También se denomina como pena capital o ejecución.

En consecuencia, la pena de muerte está considerada una pena corporal porque el castigo lo recibe
directamente el cuerpo tras diversos métodos. No obstante, la pena de muerte solo puede ser
declarada por una autoridad tras un juicio que dictamine este máximo castigo.

Los instrumentos más destacados han sido:

• El garrote vil (en España).


• La soga.
• La silla eléctrica.
• La inyección letal.
• La guillotina francesa.

ARGUMENTOS A FAVOR

Asimismo, cabe resaltar que han sido muchas las personas que han estado a favor de la pena de
muerte empleando razonamiento de que los criminales que han cometidos delitos graves como,
homicidio, violaciones, trafico de menores, etc, deben ser castigados a fin de evitar que se repita y
disminuir la violencia.

La pena de muerte como ejemplo: Se dice que imponer la muerte como castigo frente a las
infracciones más graves da ejemplo o intimida a quienes podrían cometer actos similares.

Los argumentos a favor aluden a la mejor rentabilidad económica de la pena de muerte, pues el
Estado ni los ciudadanos deben costear el mantenimiento en las cárceles de los consignados por
delitos graves; y también, el beneficio como medida preventiva ya que intenta disuadir a quienes
deseen participar en actividades delictivas.

La pena de muerte permite imponer castigos retributivos

El retribucionismo es una escuela penológica que trata de explicar cuál es la finalidad del castigo
estatal. La teoría retributiva se basa que la pena restablece la justicia o el Derecho cuando es igual
de severa que el daño causado.

Es decir, que se restablece el desbalance causado por el mal a través de la imposición de otro mal,
el cual se gradúa en función del daño causado.

En efecto, la idea es muy similar a la Ley del Talión. Una especie de «ojo por ojo, diente por diente».

Dicho esto, podría tratar de justificarse un «muerte por muerte»: si una persona, en uso de su libre
albedrío y a sabiendas de las consecuencias que sus actos tienen, opta por matar a otra, es justo y
correcto que muera por ello.

A FAVOR
Para hacer más entendedor este apartado iremos enumerando las diferentes ideas:

1) Razón de Justicia: esta idea se sustenta y se fundamenta en las Teorías Absolutas de la pena, cuya
máxima era la pena justa. Estas teorías se basan en la libertad e igualdad naturales de todos los
hombres. Por lo tanto, cuando un hombre comete un delito, se ha de retribuir al autor del delito
con una pena equivalente al mal que ha ocasionado.

2) Utilidad Social: Éstas, se basan en la idea de crear ciertas contramotivaciones en los transgresores
potenciales. Es decir, dotan la pena de un carácter disuasorio e intimidatoria. Sin duda alguna, si el
individuo es racional, y hace un balance sobre las ventajas y desventajas de cometer un crimen, la
pena de muerte, evitaría que el crimen tuviera beneficio alguno

3) Ejercicio de la legítima Defensa: esta argumentación se basa en la idea de que el sujeto, víctima
del delito, no ha podido ejercer su Derecho a la Legítima defensa, y por lo tanto, es la sociedad quien
debe llevarla a cabo. La pena de muerte, sería pues, un asesinato en legítima defensa. Esta idea se
resume bien con la cuestión planteada por Jacques Légaré en un ejemplo de disertación filosófica
sobre la pena de muerte.

4) Miedo a la fuga o a la reincidencia: este sentimiento de pánico y temor, conlleva, apoyar la pena
de muerte, puesto que si el sujeto delincuente consiguiera escapar del control penitenciario, podría
cometer los mismos delitos. Este tipo de argumentación fue utilizada por las teorias positivistas,
especialmente por Lombroso. Cabe recordar que en la tipología de delincuentes de este autor,
introdujo la del delincuente nato, el cual padecía de algún tipo de patología. Ello suponía, que no
era posible la resocialización de dicho delincuente, y por lo tanto, la única política criminal viable
era la eliminación del sujeto.

5) No existe riesgo de sentenciar a un inocente: la existencia de garantías jurídicas, tales como las
apelaciones, la revisión obligatoria de la sentencia de muerte, etc..., impide que sólo se condene a
los culpables reales de los hechos delictivos. No existe pues, riesgo de errores.

6) Costes económicos: Los partidarios de la pena de muerte sostienen que la pena de muerte es, en
términos económicos, más rentable, que las alternativas que se presentan a dicha sanción.

Conclusión

La pena de muerte podría evitar crímenes, puede disuadir a asesinos en potencia, puede salvar
vidas.

Utilizar la pena de muerte en casos justificantes es una manera de proteger la vida de los
ciudadanos, ya que así quedaría garantizado la seguridad de ellos. Debido a que es una forma de no
correr el riesgo de que vuelva a cometer su delito.

Restaurar la armonía social eliminando a quienes la ponen en peligro.

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