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Melanie Alvarez

AÑO 2015
Seminario de Física Biológica Nº 8

Regulación de la glucemia. Apetito y saciedad.


1- Explique los mecanismos que intervienen en la regulación de la glucemia (aporte
exógeno y endógeno de glucosa).
Glucemia normal en ayunas: Los libros dicen que es de 70 a 110 mg/dl; pero actualmente se dice que es de 60-100
mg/dl.
Un hombre adulto de 70 Kg tiene 55 gr de glucosa de los cuales 5gr están en la sangre (10% de la glucosa total).
La concentración de glucosa sanguínea es la resultante de varios procesos que en última instancia aportan o sustraen
glucosa de la sangre. Está bajo control del sistema nervioso autónomo y de diferentes hormonas, que impiden cambios
bruscos y desproporcionados de la glucemia.

Aportes de glucosa: El aporte de glucosa es de 2 tipos: exógeno y endógeno. El aporte exógeno está en períodos post-
absortivos; el aporte endógeno mantiene la homeostasis de la glucosa circulante en los períodos interdigestivos.
~Aporte exógeno: Aporte alimentario de la glucosa que llega bajo la forma de azúcares complejos. Los azúcares,
para poder llegar a la sangre como glucosa, deben digerirse primero y luego absorberse.
La digestión debe llevarlos a monosacáridos donde participa la amilasa salival (ptialina), la pancreática y la intestinal.
En el estado de monosacáridos son absorbidos por vía sanguínea a través de las vellosidades intestinales, para lo
cual se requiere la integridad estructural de la pared intestinal (sistema de vellosidades y microvellosidades). Depende
de la composición de la dieta y de la digestión y absorción. Incorporados a la circulación por vía portal pasan por el
hígado y llegan luego a la circulación general. Es el hígado quien, de acuerdo a las necesidades de las células
periféricas, determinará la cantidad de glucosa que pasará a la circulación por vía suprahepática o la depositará en
los hepatocitos bajo la forma de glucógeno o lípidos.

Los oligosacáridos que están en el borde en cepillo se hidrolizan a disacáridos. Glucosa y galactosa se absorben por
transporte activo dependiente de 2 Na + por el SGLUT-1 en intestino delgado y de 1 Na+ por SGLUT-2 en riñón.
Fructosa se absorbe por difusión facilitada a través de GLUT-5 por intercambio con un Na +. Los monosacáridos se
vuelcan a la circulación por dos mecanismos: difusión simple y facilitada a través del GLUT-2. GLUT-2 se encuentra,
además de en el intestino delgado, en hígado, células del páncreas y riñón. GLUT-1 se encuentra en eritrocitos y
cerebro. Glut-3 se encuentra en cerebro y placenta. GLUT-4 se encuentra en adipocito, músculo esquelético y
cardíaco.
~Aporte endógeno: Este aporte ocurre entre las 8 y 10 hs de ayuno. En los períodos interdigestivos el hígado libera
glucosa a la circulación que proviene de los depósitos de glucógeno (glucogenólisis) o de la transformación de
proteínas o lípidos en glucosa (gluconeogénesis).
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-Glucogenólisis: Involucra la acción de varias enzimas; que inicia el proceso, fosforilasa, y las que terminan,
glucosa-6-fosfatasa. El hígado y el riñón son los únicos órganos capaces de obtener glucosa a partir de glucógeno
ya que poseen la enzima que desfosforila a la glucosa (glucosa-6-fosfatasa). La glucogenólisis muscular no tiene
como producto final glucosa, sino ácido láctico que mediante la gluconeogénesis hepática puede contribuir
secundariamente a la homeostasis de la glucemia (este es el llamado ciclo de Cori).
-Gluconeogénesis: Ocurre a partir de las 8 a 10 hs de ayuno.Producción de glucosa a partir de aminoácidos
glucogénicos, productos intermediarios de la glucólisis, glicerol y ciertos ácidos grasos (ácidos grasos de cadena
impar). Los aminoácidos glucogénicos (glicina, alanina, arginina, aspartato, glutamato, hidroxiprolina) al ser
desaminados, generan cetoácidos que a través del ciclo de Krebs y siguiendo las etapas de la glucólisis en
sentido inverso proporcionan glucosa.

2- ¿Conoce alguna señal hormonal de regulación de la glucemia que se dispare en


relación con el aporte exógeno?

Sistema hipoglucemiante:

Insulina: La insulina es la principal hormona anabólica responsable del mantenimiento de los límites superiores de la
glucemia (disminuye la glucemia) y de las concentraciones de ácidos grasos libres. La insulina consigue su objetivo
mediante la estimulación de la captación de la glucosa y su utilización en el músculo y el tejido adiposo, aumentando los
depósitos hepáticos y musculares de glucógeno y reduciendo la salida de glucosa del hígado. La insulina potencia la
síntesis de proteínas a partir de los AA e inhibe su degradación en los tejidos periféricos. La insulina también potencia la
síntesis de triglicéridos (TG) en el hígado y el tejido adiposo, y reprime la lipólisis de los depósitos de TG del tejido
adiposo. Por último, la insulina regula la homeostasia metabólica por sus efectos sobre la saciedad. La pérdida parcial o
completa de la acción de la insulina ocasiona una importante hiperglucemia, dislipemia y diabetes mellitus. Es la principal
reguladora del metabolismo de los hidratos de carbono.
Cantidad normal de insulina: 10-15 unidades/ml.
Cantidad total secretada por día: 25-50 unidades por día o 40 g.
La insulina es una hormona proteica que se sintetiza en los polirribosomas de las células  de los islotes de Langerhans
del páncreas, como preproinsulina, y las enzimas microsomales separan el péptido señal N-terminal para producir la
proinsulina cuando el péptido penetra en el retículo endoplásmico. La proinsulina se empaqueta dentro del aparato de
Golgi en gránulos secretores rodeados de membrana. La proinsulina contiene la secuencia de AA de la insulina, más el
péptido C (de conexión) de 31 aminoácidos y cuatro AA de unión. Las proteasas que degradan la proinsulina
(convertasas de proproteínas) se empaquetan con la proinsulina dentro de los gránulos secretores. La hormona madura
está constituida por dos cadenas, una A y una B, que se conectan por dos enlaces disulfuro. La insulina se almacena en
los gránulos de secreción dentro de cristales rodeados de zinc. Cuando se estimulan las células, liberan el contenido de
los gránulos, que sale fuera de las mismas mediante exocitosis. La insulina tiene una semivida de 5-8 minutos, y se
elimina con rapidez de la circulación. Se degrada por la insulinasa en el hígado, el riñón y otros tejidos. Como la insulina
se segrega hacia la vena porta, se expone a la insulinasa hepática justo antes de entrar en la circulación periférica. Por
tanto, casi la mitad de la insulina se degrada antes de abandonar el hígado, de forma que los tejidos periféricos se
exponen a la mitad de la concentración de insulina sérica que el hígado. Las concentraciones de insulina sérica
empiezan a aumentar habitualmente a los 10 minutos de ingerir la comida, y llegan al máximo en 30-45 minutos.
La glucosa es el principal estímulo para la secreción de insulina. La entrada de glucosa en las células  se facilita por el
transportador GLUT2 (que tiene baja afinidad por la glucosa). Cuando la glucosa entra en las células , se fosforila a
G6P (glucosa 6 fosfato) por la hexoquinasa de baja afinidad denominada glucoquinasa. La glucoquinasa se considera un
«sensor de glucosa» de la célula , porque la velocidad de entrada de la glucosa se relaciona con la velocidad de
fosforilación de la misma, que guarda a su vez relación directa con la secreción de insulina. El metabolismo de la G6P
por las células  aumenta el cociente ATP/ADP intracelular y cierra un canal de K+ sensible al ATP. Este cierre
condiciona una despolarización de la membrana de la célula , que abre los canales del Ca++ sensibles al voltaje. El
aumento del calcio intracelular activa la exocitosis mediada por calmodulina, quinasas y proteínas similares a las
sinapsinas de la sinapsis nerviosa, que liberan los gránulos de secreción desde los microtúbulos.
El receptor de la insulina (RI) es un miembro de la familia de receptores de la tirosin cinasa. El RI se expresa en la
membrana celular como un homodímero que se mantienen unidos mediante un enlace disulfuro. La unión de la insulina
al receptor induce la autofosforilación del receptor en tres residuos de tirosina. Estos residuos de fosfotirosina reclutan al
sustrato del receptor de insulina (IRS), que actúa como segundo mensajero iniciando una cascada de quinasas que
resulta en la transcripción de genes relacionados con enzimas necesarias para la síntesis de glucógeno. Esta cascada de
quinasas también resulta en la integración a la membrana plasmática de vesículas que se almacenan dentro de la célula
cargadas de importadores de glucosa (GLUT4).
Produce aumento de la utilización de la glucosa: Estimula la glucólisis, glucogenogénesis y lipogénesis.
Cuando se encuentra unida a receptores, la insulina aumenta la velocidad por la cual la glucosa ingresa a la célula de
diferentes tejidos, principalmente en músculo y tejido adiposo. Esto se logra aumentando la translocación de los
transportadores de glucosa GLUT4 desde el compartimiento citoplasmático a la membrana plasmática. El mediador
intracelular es el fosfatidil inositol 3 quinasa (PI3K). Una vez dentro de la célula la glucosa se oxida a CO 2 + H2O o se
deposita como glucógeno y lípidos. La insulina aumenta la utilización de glucosa.
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La hormona aumenta muy lentamente la entrada de glucosa en el hígado. En el hígado, la insulina actúa principalmente
activando la glucoquinasa.
La insulina actúa además sobre la utilización de la glucosa activando varias enzimas: la PFK (glucólisis), glucógeno
sintetasa hepática, muscular y del tejido adiposo (aumento de síntesis de glucógeno) y las enzimas que participan en la
síntesis de ácidos grasos (aumentando la síntesis de lípidos).
La variación de la sensibilidad de los tejidos periféricos a la insulina está condicionada por la variación en cadena de
otras hormonas como los glucocorticoides y la somatotrofina que alcanzan valores máximos en la madrugada. Esta
variación normal de la sensibilidad a la insulina puede modificar su magnitud y hacer que disminuya marcadamente la
respuesta a la insulina.
Produce diminución del aporte endógeno: Inhibe la gluconeogénesis y la glucogenólisis.
Al inhibir la glucogenólisis y la gluconeogénesis. La glucogenólisis se inhibe por disminución de los niveles de AMPc que
activa la fosforilasa.
La glucosa-6-fosfatasa (G6F), enzima que participa en el último eslabón de la degradación del glucógeno, también es
inhibida por la insulina.
La disminución de la gluconeogénesis es consecuencia de la acción inhibidora de la insulina sobre la PEP
carboxiquinasa, la F-1,6-BP y la G6F.
La insulina inhibe la lipólisis por disminución del AMPc que activa la lipasa que degrada los triacilglicéridos de depósito y
aumenta la síntesis de proteínas.
Regulación de la secreción de insulina: El aumento de los niveles circulantes de glucosa es el principal estímulo
fisiológico en la secreción de insulina. Cuando la glucosa se eleva por encima de 80 g % se estimula su secreción y lo
contrario ocurre cuando la glucemia disminuye por debajo de los valores normales. Los islotes pancreáticos están
inervados por fibras adrenérgicas y colinérgicas.
El estímulo vagal produce secreción de insulina a través de receptores. La estimulación simpática suprime vía
receptores 2-adrenérgicos, que se activan por la adrenalina (de la médula suprarrenal) y la noradrenalina (de las fibras
simpáticas posganglionares). Los receptores 2-adrenérgicos actúan reduciendo el AMPc y el calcio intracelular de las
células  produciendo menor secreción de insulina. La inhibición adrenérgica de la insulina sirve como protección frente a
la hipoglucemia, sobre todo durante el ejercicio.

Incretinas: Las incretinas son enterohormonas que son producidas en el intestino en respuesta a la ingesta oral de
nutrientes, más que nada alimentos ricos en carbohidratos y grasas (respuesta de insulina mayor al consumo de glucosa
oral que por vía intravenosa), y promueven la secreción de insulina por el páncreas y la disminución en los niveles de
glucosa en sangre. Las tres incretinas principales son el polipéptido inhibidor gástrico (GIP), el péptido-1 similar al
glucagón (GLP1) y la amilina. GIP y GLP1 además, promueven la regeneración y reducción de la apoptosis de las
células y son rápidamente clivadas (inactivadas) por la enzima dipeptidil peptidasa-IV (DPP-IV), de gran ubicuidad.
La importancia de las incretinas radica en su capacidad de modificar la glucemia por otros mecanismos que la
administración de insulina, lo que sería clave en el tratamiento de la diabetes; en especial si tienen la capacidad de
aumentar la masa de las células  a largo plazo.

• Amilina: Se co-secreta con la insulina en células  del páncreas en respuesta a la ingesta de alimentos. La amilina
posee un efecto a corto plazo en la generación de señales de saciedad y un posible papel en el control a largo plazo
sobre la ingesta, el peso corporal y la homeostasis energética. Presenta un rol junto a la insulina en la glucoregulación
principalmente del período posprandial. Modula el ingreso de glucosa a través del enlentecimiento del vaciamiento
gástrico y la supresión de la liberación de glucagón; y la insulina se encargaría de modular la remoción de glucosa a
través de la disminución de la producción de glucosa hepática y del estímulo de la captación de glucosa. Actúa vía el
área postrema inhibiendo el NPY (neuropéptido Y) y de esta manera induciendo el ayuno.

• Péptido-1 similar al glucagón (GLP-1): El GLP-1 es producido en el estómago, intestino, páncreas, amígdalas e
hipotálamo que tiene un efecto directo sobre la síntesis de insulina. Las células L, que se encuentran en su mayoría
en ileón y colon, son las que segregan GLP-1. Aumenta la síntesis de insulina y la secreción de somatostatina,
enlentece el vaciamiento gástrico, suprime la secreción de glucagón y reduce el consumo de alimentos.
Los niveles plasmáticos de GLP-1 son bajos en el ayuno (5-10 pmol/l) aumentando rápidamente luego de la ingesta
(15-50 pmol/l). Los niveles en circulación disminuyen debido a la inactivación enzimática por parte de la DPP-4 y su
eliminación renal.
GLP-1 ejerce sus acciones por unión a receptores clase 2 acoplados a proteína G. Los receptores de GLP-1 (GLP-
1R) se expresan en varios tejidos: células y  de los islotes pancreáticos, SNC, corazón, riñón, tracto
gastrointestinal, pulmón y, aunque hay controversias, en tejido adiposo, músculo estriado esquelético e hígado.
~Efectos en páncreas: Aumento de la secreción de insulina (efecto incretina), efecto trófico, antiapoptótico y
estimulante de la lipólisis en las células (la señalización de GLP-1R no es esencial para la respuesta de la
glucosa en las células ), dependiente de la glucosa; aumento de la secreción de somatostatina de las células ; y
disminución de la secreción de glucagón de las células . Estas acciones contribuyen a la disminución de la
producción de glucosa hepática. GLP-1 no produce hipoglucemia.

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El efecto incretina produce el 50% del total de insulina secretada luego de la administración oral de glucosa. GLP-
1 estimula la secreción de insulina a partir de un umbral de glucosa necesario para alcanzar el efecto
insulinotrópico. Este nivel es de 4,3 mmol/l (77,4 mg/dl) y, por debajo de este nivel, la acción de GLP-1 es
insignificante.
La activación de GLP-1R se asocia con aumento de la producción de AMPc que activa PKA y estimula la
liberación de insulina. Esta estimulación de la secreción de insulina por GLP-1 (dependiente de PKA) en la célula 
en humanos resulta de la capacidad de las incretinas en inhibir la actividad del canal de potasio ATP dependiente
en presencia de glucosa, y aumento de influjo de calcio a través de canales de calcio tipo L voltaje dependiente
con aumento del calcio citosólico desde los depósitos intracelulares.
El AMPc formado por acción de GLP-1 en los islotes activa a EPAC, una familia de factores de intercambio
nucleótido guanina regulada por AMPc (GEFs). Éste a su vez activa a la proteína G de bajo peso molecular de
RAP, la cual activa señales de importancia para la secreción de insulina. AMPc GEFs también prepara a los
gránulos secretorios haciéndolos competentes para su posterior liberación. GLP-1 a su vez estimula la exocitosis
por la promoción de la transición de los gránulos almacenados dentro de un pool de liberación. Este proceso
explicado, se trata de la acción insulinotrópica GLP-1 independiente de PKA.
GLP-1 estimula la secreción de insulina a través de la activación de nervios sensoriales lo cual podría ser
ejecutado por GLP-1R en la vena porta. Estas señales nerviosas aferentes hacia nervios eferentes aumentarían la
secreción de insulina.
Los efectos del GLP-1 en las células  generalmente pueden ser agudos (incrementa la secreción de insulina
dependiente de glucosa), subagudos (estimulación de la transcripción de proinsulina y biosíntesis de insulina) y
crónicos (proliferación y neogénesis de las células  a partir de células ductales precursoras; aumento de la
expresión de los transportadores GLUT-2 y la glucoquinasa, que regula la captación y metabolismo de la glucosa
pancreática, causado por la activación de PDX-1). GLP-1 está asociado con un aumento de la neogénesis,
proliferación, e hipertrofia de las células , además de la reducción de la apoptosis de las células  por el
incremento de la expresión de proteínas antiapoptóticas como consecuencia de la activación de PKA y PI3K. GLP-
1 podría activar lipólisis en la célula  a través de la activación de la LHS, enzima lipolítica AMPc-PK dependiente.
Con respecto al glucagón, tiene una acción inhibitoria, por mecanismos no conocidos que podrían estar
relacionados con la acción inhibitoria de la insulina sobre las células .
~Efecto en SNC: GLP-1R y GLP-1 se encuentran en terminaciones nerviosas presentes en regiones del SNC que
regulan diversas funciones homeostáticas incluyendo conducta alimentaria, motilidad gástrica, glucorregulación y
función cardiovascular. GLP-1R se localiza en ganglios de fibras aferentes del nervio vago abdominal que
terminan en ramas centrales en el núcleo del tracto solitario del cerebro. Desde aquí la información es transmitida
al hipotálamo y a otras regiones del cerebro.
GLP-1 induce la ingesta a corto término y el consumo de agua, disminuyendo el peso corporal. La administración
de agonistas de GLP-1R promueve la saciedad, disminuye la energía ingerida y el peso en individuos sanos,
diabéticos y obesos. Puede ser que ejerza acciones de proliferación, neogénesis, estimular crecimiento neuronal,
aumentar diferenciación nerviosa y antiapoptosis en células neuronales; además de tener un efecto
neuroprotector. Vías dependientes de GLP-1R podrían ser importantes para el conocimiento y la memoria.
~Efecto en sistema gastrointestinal: Presenta efecto inhibidor en la ingesta y estimula la secreción ácida gástrica.
Desacelera el vaciamiento gástrico atenuando el incremento de los niveles de glucosa asociado a la ingesta por
enlentecimiento del tránsito de nutrientes desde el estómago al intestino delgado.
El efecto inhibitorio de GLP-1 en el vaciamiento gástrico y la secreción ácida es mediada por el nervio vago e
involucra GLP-1R localizado en el SNC y/o fibras vagales aferentes que envían información hacia el cerebro.
~Efecto en sistema cardiovascular: GLP-1R han sido localizados en miocitos, coronarias, células endoteliales
vasculares, núcleos del tracto solitario y el área postrema que son regiones del SNC que regulan la función
cardiovascular. Tiene efectos cronotrópicos e inotrópicos. Tendría efectos protectores contra isquemia y la
disfunción endotelial. Mejora la fracción de eyección ventricular izquierda y el estado funcional. Estimularía la
relajación arterial independiente del endotelio.
GLP-1 aumenta la tensión arterial en ratas anestesiadas, y se sugiere que disminuiría la tensión arterial sistólica y
tendría efectos beneficiosos sobre PAI-1 y BNP (brain natriuretic peptide).
~Efecto en músculo, tejido adiposo e hígado: GLP-1 incrementa la incorporación de glucosa dentro del hepatocito
de ratas aislados e incrementaría la glucogenogenesis por aumentar la actividad de la glucogenosintetasa. Este
último efecto se reduce cuando se agrega al medio glucagón. El efecto de GLP-1 sobre la incorporación de
glucosa por parte del hígado sería independiente de la insulina. Algunos estudios proponen al metabolito de GLP-
1 (GLP-1 amida) como el responsable de algunos efectos del GLP-1 sobre el hígado como la inhibición de la
producción hepática de glucosa.
En el músculo esquelético también incrementa la incorporación de glucosa y la glucogenogénesis.
En los adipocitos estimula la captación de glucosa. Tiene acción lipólitica y lipogénica.

• Polipéptido inhibidor gástrico (GIP): Esta hormona se sintetiza en el intestino delgado y se libera por la ingesta de
dietas ricas en grasas. Las células K, ubicadas principalmente en el duodeno y yeyuno proximal, son las encargadas
de segregar GIP. Posee un efecto directo en el aumento de la secreción de insulina mediada por los niveles de
glucemia (cuando exceden los 8 mmol/l) y la síntesis de ácidos grasos y su posterior incorporación a triglicéridos. Se

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cree que a largo plazo podría aumentar la masa de células . GIP actuaría como factor de crecimiento por estímulo
de PKA, MAPK, PI3K y PKB, y por otra parte prevendría la apoptosis. Además, acelera o no tiene efecto en el
vaciamiento gástrico.
El receptor de GIP está acoplado a proteína G. Se expresa predominantemente en la célula  y  de los islotes y en
menor medida en tejido adiposo, sistema nervioso central, tracto gastrointestinal, riñón y corazón.
Similarmente a los efectos de GLP-1 el efecto de GIP está ligado a la activación de adenilato ciclasa y la formación de
AMPc con activación de PKA. La PKA aumenta la secreción de insulina a través de la inhibición de canales de potasio
ATP dependiente con el subsiguiente aumento de calcio citosólico y exocitosis. También aumenta el calcio citosólico
en células abriendo canales de calcio dependientes de voltaje. Otra vía de secreción de insulina invlocura la
activación de fosfolipasa A2.
Juega un rol importante en la regulación del metabolismo graso. GIP promueve el clearence (o eliminación) de
triglicéridos asociados a quilomicrones y la infusión de GIP promueve la síntesis de ácidos grasos a partir de acetato y
su incorporación a triglicéridos. Incrementa la actividad de la lipoprotein lipasa (LPL) y la acumulación de triglicéridos
en adipocitos subcutáneos humanos y en células 3T3-L1 diferenciadas. La señal para que GIP incremente la
actividad de LPL involucra la fosforilación de PKB y disminución LKB1 y fosforilación de proteinkinasa activada por
AMP. Dicha señal se supone que tendría una molécula intermediaria, la resistina.

En la diabetes tipo 2 o Diabetes Mellitus (DM), la célula  sufre un deterioro progresivo en su función. Además de los
mecanismos ya conocidos (insulinoresistencia o IR, insulinopenia o IP y la inadecuada regulación de la secreción de
glucagón), tiene dos causas que la caracterizan: reducción de la secreción de GLP-1 y un efecto insulinotrópico
profundamente deteriorado del GIP.
Métodos para incrementar la estimulación y la acción de GLP-1R: Inhibidores orales de la DPP-IV que se encuentran
actualmente bajo investigación clínica, y varios están en la fase III de desarrollo. Los miméticos de la incretina son los
más desarrollados: el exendin-4 (exenatida), similar al GLP-1 natura, en combinación con metformina y sulfinilureas. De
los otros análogos del GLP-1, el NN211 (liraglutida) está en investigación en estudios de fase III, mientras que otros
miméticos de las incretinas se encuentran en etapas anteriores de desarrollo.

3-¿Qué otras señales hormonales participan en la regulación de la glucemia? Explique


sus mecanismos de acción.

Sistema hiperglucemiante:

 Glucocorticoides: Segregados por la capa folicular de la corteza suprarrenal y bajo el control del eje hipotálamo-
hipofisario vía factor liberador de ACTH y ACTH. El más activo es el cortisol. Tiene acción hiperglucemiante.
Mecanismo de acción:
~Disminución de la utilización periférica de glucosa.
~ Aumento del aporte endógeno.
La disminución de la utilización de la glucosa es mediatizada por su acción antagónica con la insulina sobre la
fosforilación de la glucosa. El aumento del aporte endógeno se logra para estimular la gluconeogénesis. Por
activación de transaminasas, que desaminando a los aminoácidos glucoformados forman cetoácidos.
Acción estimuladora de los glucocorticoides sobre la fructosa 1,6 bifosfatasa y la glucosa 6 fosfatasa.
El bajo nivel de glucosa estimula la secreción de glucocorticoides vía eje hipotálamo-hipófisis y su aumento en sentido
opuesto.
 Somatotrofina (STH): Segregada por las células acidófilas del lóbulo anterior de la hipófisis. Genera aumento en
los niveles de glucosa circulante esto se debe a su acción antagónica con la insulina sobre la fosforilación de la
glucosa (glucoquinasa) que produce disminución de la utilización de la misma. Antiinsulínica, inhibe la utilización de
transporte de glucosa. Como consecuencia de su acción hiperglucemiante, produce aumento de depósitos de
glucógeno y síntesis de proteínas. Su secreción está ligada a los niveles circulantes de glucosa ya que su disminución
y aumento son seguidos de una suba o baja de secreción de STH vía hipotálamo-hipófisis. La STH aumenta los
niveles de ácidos grasos libres que contribuye a disminuir la respuesta de los tejidos a la insulina.
 Glucagón: El glucagón es la principal hormona contrarreguladora que aumenta la glucemia por sus efectos sobre
la producción hepática de glucosa. El glucagón potencia la producción de glucosa mediante el aumento de la
glucogenolisis y la gluconeogénesis, y la reducción de la glucólisis. El glucagón también inhibe la síntesis de lípidos a
nivel hepático a partir de la glucosa.
Estructura, síntesis y secreción: El precursor preproglucagón contiene las secuencias de AA para el glucagón,
GLP-1 y GLP-2; y se degrada de forma proteolítica en la célula  de una forma específica para dar lugar al péptido
de 29 aminoácidos llamado glucagón. El glucagón circula libre y tiene una semivida corta, de unos 6 minutos. El
sitio en el que se produce principalmente la degradación del glucagón es el hígado. Dado que el glucagón (de
origen pancreático o intestinal) penetra en la vena porta hepática y se transporta al hígado antes de llegar a la
circulación sistémica, un porcentaje elevado de esta hormona nunca llega a la circulación sistémica. El hígado es
el principal órgano diana para el glucagón, y sus efectos sobre los tejidos periféricos son menores.

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Varios factores que estimulan la insulina inhiben el glucagón. De hecho, el factor que determina el flujo neto de las
vías metabólicas hepáticas es el cociente entre insulina y glucagón. Un estímulo esencial para la secreción del
glucagón es la reducción de la glucemia, que es un efecto principalmente indirecto de la falta de inhibición por la
insulina. Las catecolaminas circulantes, que inhiben la secreción de insulina a través de los receptores 2-
adrenérgicos, estimulan la secreción de glucagón mediante los receptores 2-adrenérgicos. Los aminoácidos
séricos potencian la secreción de glucagón, de forma que una comida proteica aumenta las concentraciones
posprandiales de insulina y glucagón, lo que protege frente a la hipoglucemia, mientras que las comidas ricas en
hidratos de carbono sólo estimulan la insulina.
Receptor del glucagón: Es un receptor acoplado a proteína Gs. Su unión al glucagón activa a la adenilato
ciclasa, que produce AMPc como segundo mensajero. Esto lleva a la activación y producción de enzimas
necesarias para la glucogenolisis, la gluconeogénesis, y la inhibición de las enzimas necesarias en la glucólisis.
 Catecolaminas: En ayuno muy prolongado. Aumento de la glucogenólisis y la glucogeneogénesis a partir de
lactato e inhibición de la secreción de insulina. Genera un aumento del aporte endógeno de glucosa y una
disminución de su utilización periférica. El ácido láctico es el principal sustrato para la gluconeogénesis inducida por
catecolaminas a nivel del hígado.
El mecanismo enzimático de los receptores sigue la vía de la adenilato ciclasa-> AMPc activación de la
fosforilasa. El AMPc actúa también en algún paso metabólico entre la fosfoenolpiruvato carboxiquinasa y G-6-P
favoreciendo la gluconeogénesis.
En hígado, las catecolaminas también tienen un efecto glucogenolítico por los receptores 1 vía aumento del Ca2+
intracelular y activación de la CaMKII.
Su acción inhibidora sobre la secreción de insulina es directa sobre la celula  pancreática y sería debida a una
diminución de estas células de la actividad adenilato ciclasa y consecuentemente del AMPc.
La secreción de catecolaminas está relacionada con los niveles de glucosa activando el bajo nivel de glucosa como
estímulo para su secreción y viceversa.
Adrenalina y noradrenalina: Los otros dos factores contrarreguladores importantes son las catecolaminas
adrenalina y noradrenalina. Estas dos sustancias se segregan en la médula suprarrenal, mientras que sólo la
noradrenalina se segrega en las terminaciones nerviosas posganglionares simpáticas. Las acciones metabólicas
directas de las catecolaminas vienen mediadas principalmente por los receptores -adrenérgicos localizados en el
músculo, el tejido adiposo y el hígado. Igual que sucede con el receptor del glucagón, los receptores -
adrenérgicos (2 y 3) aumentan el AMPc intracelular. Las catecolaminas se liberan de las terminaciones
nerviosas simpáticas y la médula suprarrenal como respuesta a una reducción de la glucemia, en situaciones de
estrés y durante el ejercicio. La hipoglucemia se percibe principalmente en las neuronas hipotalámicas, que ponen
en marcha una respuesta simpática para liberar catecolaminas.
 Tiroxina: Agente hiperglucemiante que aumenta la gluconeogénesis, glucogenólisis y disminuye el consumo
periférico de la glucosa. Facilita la absorción intestinal de glucosa, aumenta la glucogenólisis hepática y disminuye de
secreción de insulina.
 Somatostatina: Sus receptores están acoplados a proteína G, peroactúa de manera negativa en la adenilato
ciclasa, disminuyendo su concentración de AMPc y la de Ca 2+ citosólico. Sus acciones fisiológicas son la inhibición de
la secreción de insulina y glucagón por mecanismo parácrino, regulación de la secreción de hormona de crecimiento,
disminución de motilidad intestinal, inhibe la secreción de hormonas gastrointestinales y enlentece la absorción de
nutrientes en el TGI.
 Péptido pancreático (pp): Producido por células pancreáticas de los islotes, su secreción es estimulada por la
ACH, efecto bloqueado por atropina. El pp inhibe la secreción pancreática exógena e inhibe la secreción de insulina.
 GABA: En vesículas citoplasmáticas de células . Se le atribuye una acción inhibitoria sobre la secreción de
glucagón y somatostatina.

4- Explique los mecanismos por los cuáles los tejidos periféricos utilizan la glucosa
circulante.
Utilización de glucosa: Una vez en el interior de la célula, la glucosa se activa mediante su fosforilación. Esta
fosforilación se realiza en presencia de ATP, Mg+ y la glucoquinasa hepática/hexoquinasa muscular y del tejido adiposo
(la actividad de esta enzima es modulada por la acción de hormonas). Una vez que la glucosa se fosforila dando glucosa
6 fosfato (G6P) está en condiciones de seguir alguna de las etapas metabólicas (glucólisis, ciclo de la pentosa-fosfato
glucógenogenesis o lipogénesis). Cuando los tejidos requieran energía se producirá la oxidación de la glucosa hasta CO 2
y H2O por la vía glucolítica; y cuando no se requiere energía, la glucosa se almacena como glucógeno y lípidos para ser
utilizados cuando sea necesario (ayunos y períodos interdigestivos).
-Glucólisis: Metabolización de la glucosa desde G6P hasta su transformación en ácido pirúvico y láctico (glucólisis
anaeróbica) o en CO2+H2O (glucólisis aeróbica) según se lleve a cabo en ausencia o presencia de O 2. Produce
energía por la formación de NADH o de FADH 2 que transfiere sus electrones a la cadena transportadora de
electrones para generar ATP. Y los 2 piruvatos resultantes de la glucólisis se convierten irreversiblemente en Acetil-
coa e ingresan en el ciclo de Krebs para ser convertidos en CO 2 y H2O, ATP o GTP y generar NADH y FADH 2 que
transfiere sus electrones a la cadena transportadora de electrones para generar ATP.

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-Ciclo de Embden Meyerhof: Si G6P ingresa en este ciclo produce ATP y glicerol fosfato (necesario para la
síntesis de triglicéridos).
- Ciclo de las pentosas fosfato: Proporciona NADPH (necesario para la síntesis de ácidos grasos) y pentosas
(ribosa) necesaria para la síntesis de ácidos nucleicos (ARN y ADN) y permiten la síntesis de núcleo proteínas.
-Glucogenogénesis: La G6P puede seguir la vía anabólica y transformarse en glucógeno en diversos tejidos. En
este proceso, desempeña un rol primordial la glucógeno sintetasa, enzima que cataliza la incorporación de UDP-
glucosa a la cadena de glucógeno.
- Lipogénesis: La G6P puede seguir la vía metabólica que conduce a la síntesis de lípidos. Estos lípidos constituyen
la forma de reserva que se almacena en los distintos tejidos o en el tejido adiposo según la magnitud de la
lipogénesis. Los lípidos generan más energía que el glucógeno y ocupan menos espacio por ser hidrofóbicos.
Eliminación de glucosa: En este mecanismo participa el riñón. La porción tubular proximal del nefrón posee un sistema
de absorción altamente eficiente que en condiciones normales reabsorbe la totalidad de glucosa presente en el
ultrafiltrado glomerular y por lo tanto no se pierde glucosa. Este sistema tiene una determinada capacidad que al
superarse condiciona la aparición de glucosa en la orina. En situaciones patológicas de clucemia superior al umbral renal
(diabetes), el rinón contribuye a la eliminación de glucosa de la circulación.

5-¿Cuál es la participación del SNC en la regulación del apetito?


Los mecanismos que regulan la estabilidad ponderal son altamente complejos, entre los que están implicadas varias
regiones nerviosas, afectando tanto a la corteza cerebral como el hipotálamo y el tallo cerebral. Estos centros nerviosos
poseen numerosos circuitos neuronales, que conectan los centros del apetito y saciedad, produciendo tanto señales
aferentes como eferentes. Entre las zonas superiores relacionadas con la regulación de la ingesta, están los núcleos
arqueado (ARC), paraventricular (PVN) y dorsomedial (DMH), y las áreas hipotalámicas ventromedial (VMH) y lateral (LH).
Por otro lado, la sensación de hambre no solo está controlada a nivel central, sino que también aparecen distintos factores
periféricos como pueden ser las señales provenientes del estómago, intestino, hígado, tejido adiposo, etc, incluso está
influenciado por factores emocionales, sociales o de comportamiento.
Además, este complejo sistema homeostático está ajustado tanto a corto como a largo plazo, por factores de índole
variada. Así, el apetito o la saciedad son regulados a corto plazo mediante factores nutricionales (sensación de hambre,
tipo de alimentos, etc) y fisiológicos. Entre estas señales fisiológicas se encuentran algunos factores estimulantes de la
ingesta, como puede ser una hipoglucemia producida por un estado de ayuno, o por mecanismos de saciedad, producidos
por la llegada de alimentos al estómago. Además, también participa el tallo cerebral, concretamente el núcleo del tracto
solitario, recibiendo terminaciones nerviosas provenientes del nervio vago.
En la regulación a largo plazo, donde el organismo establece una serie de mecanismos, cuyo objetivo es el mantenimiento
estable del peso y composición corporal. Dentro de este grupo, las señales más importantes son las producidas por
hormonas como la leptina o insulina, y los almacenes de depósitos grasos, interactuando entre sí para mantener el
equilibrio energético en el organismo. De todas formas, estas dos categorías de señales no son excluyentes, ya que
existen factores como la insulina, la leptina o la ghrelina que participan en señales a corto plazo y largo plazo, afectando
conjuntamente a la ingesta y el gasto energético.
Participación del SNC: El hipotálamo es el centro del SNC que controla la ingesta alimentaria; en especial el núcleo
arqueado (ARC) que se encuentra cerca de la barrera hematoencefálica (BBB), por lo que es accesible a los
mensajeros que circulan por ella, como pueden ser la leptina, insulina y ghrelina, las cuales atraviesan el epéndima por
difusión desde el líquido cefalo raquídeo (LCR) hasta el tercer ventrículo. Posee receptores específicos para una gran
variedad de señales. Desde el ARC, se proyectan fibras nerviosas al PVN, DMH y al LH donde se expresan otros
neuropéptidos.
El núcleo paraventricular (PVN), situado en la parte superior del tercer ventrículo en el hipotálamo anterior, es un centro
integrador donde convergen gran cantidad de rutas neuronales, que están involucradas en la homeostasis energética.
El núcleo hipotalámico dorsomedial (DMH), localizada encima del ARC e importante en la regulación de la ingesta por
la gran cantidad de circuitos neuronales provenientes del ARC, PVN, área hipotalámica lateral y tallo cerebral y su alta
expresión de receptores de insulina y leptina.
El PVN y el DMH actúan conjuntamente produciendo la iniciación y el mantenimiento de la ingesta.
La región hipotalámica lateral (LH), considerado el centro del hambre. Dicha área está vagamente delimitada y
comprende de una extensa y difusa localización de neuronas que expresan orexinas, hormona concentradora de melanina
(MCH) y neuronas glucosensitivas (NGS), que producen un incremento de la ingesta.
El área hipotalámica ventromedial (VMH) está considerada como el centro de la saciedad. La estimulación de esta área
inhibe el apetito, debido a la presencia de gran cantidad de neuronas que expresan receptores de leptina y CCK. El VMH
también es rico en neuronas glucosensitivas, que se activan cuando los niveles de glucosa en sangre son altos,
disminuyendo la ingesta.
El control del apetito y peso corporal también está regulado por el tallo cerebral y médula espinal, encargadas de recoger
la información aferente proveniente del nervio vago, que informa sobre el estado nutricional de la persona.
El nervio vago acoge terminaciones nerviosas provenientes de quimio- y mecanoreceptores sensibles a cualquier señal
gastrointestinal producida por la distensión, la presencia de nutrientes o metabolitos y la síntesis de péptidos en células
endocrinas de la pared del estómago e intestino.
Toda la información proveniente de los tejidos periféricos termina en la zona del núcleo del tracto solitario (NTS), que
junto con el hipotálamo mantiene conexiones sinápticas con todo el cerebro. Las señales inducidas por el sabor, la textura

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y la tensión mecánica de los alimentos viajan a través del nervio vago para informar “in situ” al cerebro de la situación
nutricional.
Existen otras regiones como el área postrema, que actúa como área diana para la señalización regulada por péptidos
como la amilina o la GLP-1.
La ingesta alimentaria depende de la regulación del ciclo sueño-vigilia en el que estarían implicadas algunas regiones
como el hipotálamo lateral.
Todas estas áreas hipotalámicas y extrahipotalámicas sintetizan péptidos que producen diversas señales que a través de
conexiones neuronales regulan la ingesta y la homeostasis energética. Los neuropéptidos actúan normalmente por la vía
de receptores acoplados a proteína G y pueden variar la actividad neuronal junto con la producción de neurotransmisores
específicos.
Antes de seguir, definamos lo siguiente:
Orexígeno: Es una sustancia que incrementa/estimula el apetito. Ejemplo: NPY
Anorexígeno: Es una sustancia supresora o depresora del apetito. Ejemplo: Leptina
Neuropéptido Y (NPY): Neurotransmisor perteneciente a la familia de polipéptidos pancreáticos (PP), que es uno de los
neurotransmisores más abundantes en el cerebro. Además de ser un potente agente orexigénico, también está
involucrado en la activación del eje hipotalámico-hipofisiario-adrenal (HHA), la regulación del crecimiento y funciones
cardiovasculares. Disminuye el gasto energético y la actividad del sistema simpático en el adiposito, mientras que
aumenta la acumulación de grasa por la estimulación en la expresión de enzimas lipogénicas en tejido adiposo blanco.
La principal localización de este neuropéptido es el ARC, desde donde se prolongan fibras nerviosas al PVN, DMH y LH,
estableciendo un efecto estimulador de la ingesta. El NPY interacciona con gran cantidad de neuronas orexigénicas
y anorexigénicas, siendo la más evidente la relación con las productoras de proteína relacionada con aguti y su efecto
inhibidor en neuronas productoras de melanocortina.
Proteína relacionada con aguti (AGRP): Este neuropéptido principalmente se expresa en el ARC y la médula adrenal,
donde actúa paralelamente con el NPY estimulando el apetito. A su vez, posee una segunda función como antagonista
del a-MSH frente al receptor de melanocortina-3 y 4 inhibiendo la señal anorexigénica. El AGRP también presenta tanto
efectos agudos, mediados por el sistema opioide, como a largo plazo regulando el gasto energético y la termogénesis por
el sistema de TRH.
Orexinas: Este grupo de neuropéptidos orexigénicos se expresa en neuronas situadas en el área perifornical, en el LH y
DMH. Estas áreas proyectan ramificaciones hacia varias zonas hipotalámicas relacionadas con el control del apetito y
peso corporal, incluyendo el PVN y el ARC. Los niveles de ARNm de orexina están regulados por las situaciones de
ayuno e hipoglucemia, sugiriendo un papel fisiológico, influenciado por los niveles de glucosa y la presencia de comida
en el tracto gastrointestinal. En general, las neuronas productoras de orexinas parece ser que están más involucradas en
el control del apetito como una señal de corto plazo que en el control a largo plazo como reguladoras del peso corporal.
Hormona concentradora de melanina (MCH): Molécula orexigénica sintetizada principalmente en zonas del LH, la
zona perifornical y la zona incerta. Las neuronas de MCH reciben prolongaciones desde el núcleo arqueado45
estimulando el apetito. Además, presentan gran cantidad de conexiones con otras regiones cerebrales involucradas en la
regulación del sentido del gusto, olfato y en las sensaciones viscerales. El MCH juega aparentemente un papel más
importante como regulador del gasto energético y la actividad que de la ingesta.
Proopiomelanocortina (POMC): Las melanocortinas son péptidos derivados de la molécula precursora POMC,
expresadas principalmente en el ARC, el NTS y en tejido periférico. El POMC es procesado como la hormona
adrenocorticotrópica (ACTH) y finalmente da lugar a la formación de la molécula hormona estimuladora de melanocitos
(a-MSH). Debido a la presencia del receptor de leptina en neuronas de melanocortina cuando los niveles de leptina están
altos, las neuronas del núcleo arqueado que expresan POMC son estimuladas, disminuyendo el apetito y aumentando la
actividad del sistema nervioso simpático asociada a una reducción en la liberación de insulina basal y un aumento de la
glucemia.
Transcriptor relacionado con cocaína y anfetaminas (CART): Este neuropéptido, al igual que el POMC, se expresa
principalmente en zonas hipotalámicas como el ARC, PVN, DMH y LH,en la hipófisis y médula adrenal; produciendo un
efecto de inhibición en la ingesta, en la activación del eje hipotalámicohipofisiario- adrenal (HHA) y termogénesis.
Además, el CART inhibe la secreción y el vaciado gástrico, incrementando la circulación de ácidos grasos,
probablemente regulado por la actividad de la leptina.
Hormona liberadora de corticotropina (CRH): Este péptido está ampliamente distribuido por el cerebro, siendo el PVN
la zona donde es más abundante. El CRH regula el eje hipotálamo-hipofisiario-adrenal (HHA), ejerciendo un potente
efecto sobre los niveles de ACTH y glucocorticoides. Por otro lado, el CRH está íntimamente relacionado con el proceso
de estrés producido por el ayuno. Dentro de esta familia peptídica existe la urocortina, que se expresa principalmente en
el LH. Ambos tienen un efecto inhibidor sobre la ingesta calórica y de la activación del gasto energético, estimulando
el sistema simpático y la lipolisis.
Hormona liberadora de tirotropina (TRH): Esta hormona de carácter anorexigénico, localizada en el PVN, recibe
terminaciones nerviosas de otras áreas hipotalámicas como DMH estimulando el gasto energético a través de la
termogénesis, e interactuando con el eje HHA.
Neurotensina: Este péptido se produce en neuronas del ARC, PVN y DMH al igual que en la periferia, actuando sobre
los sistemas digestivo y cardiovascular durante la ingesta. Posee un efecto inhibidor de la ingesta dependiente de la
leptina y además reduce la temperatura corporal.
Péptido relacionado con la galanina (GALP): Se sintetiza a nivel del PVN, compartiendo el mismo receptor que la
galanina. A diferencia de la galanina, es dependiente de los niveles de leptina, produciendo efectos catabólicos,
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incluyendo la reducción de la ingesta y la estimulación de la termogénesis y limitando la ganancia de peso,
independientemente de la señalización regulada por las melanocortinas.
Opioides: Parecen estimular las señales orexigénicas generadas por estímulos del gusto y la sensación de recompensa
tras la ingesta. Recientemente, se ha sugerido que los opioides interactúan en el apetito con el efecto agudo de
hiperfagia producida por el AGRP. Las moléculas más importantes de este grupo son la dinorfina y β-endorfina.
Oxitocina: Este péptido anorexigénico se produce en neuronas localizadas en el PVN. La oxitocina posee un efecto
central anorexigénico y, otro periférico, estimulando el vaciado gástrico y la motilidad en el tracto gastrointestinal.

6-¿Cuál es la participación del tracto gastrointestinal (TGI) en la regulación del apetito?


Participación del TGI: Moléculas como la glucosa, los aminoácidos y los ácidos grasos producen señales
sobre el SNC. Ejemplo, la disminución de la glucemia produce la activación de neuronas orexigénicas y
glucosensitivas del hipotálamo.
Las señales de saciedad generadas por mecano y quimiorreceptores provenientes del TGI y órganos anejos afectan a la
ingesta de alimento, influyendo sobre el apetito mediante la activación de neuronas del hipotálamo y del cerebro medio a
través del nervio vago (NV) o atravesando directamente la BBB. Por otro lado, en las señales provenientes del tejido
adiposo participan hormonas secretadas al sistema circulatorio en relación a la cantidad de grasa almacenada. Las
hormonas y péptidosperiféricos y señales sensoriales producidas por el sistema gastrointestinal y tejido adiposo generan
señales orexigénicas o anorexigénicas con destino al SNC, afectando el apetito y composición corporal.
Insulina: Se considera como pieza clave en la regulación de la homeostasis glucostática y energética. La insulina posee
un doble efecto sobre la ingesta y peso corporal a nivel central, estimulando neuronas del ARC y VMH por la entrada a
través de la BBB, disminuyendo el apetito (anorexigénica) y la ganancia de peso. En cambio, la presencia periférica de
insulina produce la disminución de los niveles de glucosa en sangre generando una señal orexigénica. La síntesis
y secreción de insulina depende de los niveles de glucosa, aminoácidos y glucagón en sangre, de los sistemas simpático
(a) y parasimpático (neuronas colinérgicas) y estados de estrés. Además, la insulina regula el metabolismo energético
inhibiendo la gluconeogénesis y estimulando la lipogénesis y el gasto calórico.
Ghrelina: Este péptido sintetizado principalmente en el estómago, es un ligando endógeno del receptor de liberación de
la hormona de crecimiento. En humanos, los niveles de ghrelina están aumentados en el ayuno y en la restricción
energética, mientras que están disminuidos tras una sobrealimentación y en la obesidad, debido a una represión aguda
de la expresión de ARNm de ghrelina del tracto gastrointestinal. Diversas evidencias señalan que la ghrelina posee
funciones, como hormona endocrina sobre el tracto gastrointestinal y el cerebro, relacionadas con la regulación de la
ingesta y del balance energético en humanos. La acción orexigénica de la ghrelina se produce por medio de dos vías: del
sistema circulatorio, produciendo un efecto directo sobre neuronas orexigénicas que descansan en el ARC, y a través
del NV.
Leptina: Este péptido se sintetiza mayoritariamente en el tejido adiposo y también en el estómago y circula en sangre en
relación con la grasa corporal, cuyo efecto principal es la inhibición del apetito y regulación del peso corporal a largo
plazo. Cruza la BBB hacia el hipotálamo estimulando neuronas anorexigénicas y glucosensitivas, reduciendo la
sensación de apetito y la ingesta a través de acciones sobre el ARC, PVN, DMH y VMH. También se ha demostrado que
la leptina está involucrada en la regulación del gasto energético y en procesos de lipolisis.
Galanina: Este péptido se sintetiza en intestino delgado y está distribuido por todo el hipotálamo. La galanina posee un
efecto estimulador sobre apetito independiente de señales producidas por el NPY, AGRP, MCH y leptina, sugiriendo un
sistema selectivo, que regula el apetito y el metabolismo energético en relación con el consumo de grasas.
Colecistoquinina (CCK): Este péptido producido en células endocrinas del intestino delgado se secreta en respuesta a
la presencia de nutrientes en el lumen. La CCK es también un neurotransmisor con una amplia distribución tisular,
incluyendo el hipotálamo (PVN y VMH) y la médula espinal, ejerciendo un efecto inhibidor de la ingesta en humanos
favoreciendo procesos de saciedad. Además, la CCK produce un efecto paracrino, paralelamente con señales de
distensión de la pared estomacal, sobre neuronas del NV, disminuyendo la sensación de hambre. El efecto anorexigénico
del CCK depende de la señalización correcta de la leptina.
Péptido YY (PYY): Esta molécula se produce en células endocrinas del estómago, secretado a la sangre después de las
comidas. Pertenece a la familia del NPY ejerciendo un efecto inhibidor sobre el apetito y disminuyendo la ingesta en
humanos. Este péptido afecta principalmente a neuronas anorexigénicas de melanocortina localizadas en el ARC,
sugiriendo que el PYY es un importante regulador a corto plazo de la ingesta.
Polipéptido pancreático (PP): Esta hormona producida en las células de los islotes de Langerhans del páncreas
disminuye el apetito. El receptor específico para este péptido está presente en la médula espinal y el núcleo arqueado del
hipotálamo.
Amilina: Péptido que se co-secreta con la insulina en células  del páncreas en respuesta a la ingesta de alimentos.
Posee un efecto a corto plazo en la generación de señales de saciedad y un posible papel en el control a largo plazo
sobre la ingesta, el peso corporal y la homeostasis energética.
Péptido relacionado con glucagón (GLP-1): El GLP-1 es un péptido producido en el estómago, intestino, páncreas e
hipotálamo que tiene un efecto directo sobre la síntesis de insulina. Desde el estómago, la GLP-1 es secretada a la
sangre en respuesta a la ingesta de nutrientes, sugiriendo un efecto anorexigénico mediado por el SNC. Concretamente,
este péptido afecta directamente a las áreas hipotalámicas del ARC y el PVN a través del tallo cerebral, disminuyendo
la ingesta. Además, la GLP-1 disminuye el vaciado y la secreción gástrica.

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Péptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GIP): Esta hormona se sintetiza en el intestino delgado y se libera
por la ingesta de dietas ricas en grasas. Posee un efecto directo en la secreción de insulina mediada por los niveles de
glucosa y la síntesis de ácidos grasos y su posterior incorporación a triglicéridos. Aunque su efecto sobre el apetito y
peso corporal es dudosa, parece ser que esta hormona regula la incorporación de grasas en el tejido adiposo
incrementando el peso corporal.
Oxintomodulina: Este péptido producido en el intestino y cerebro, es liberado después del consumo de comida
produciendo un efecto inhibidor sobre la ingesta. Produce la señal paralelamente con la GLP-1, aunque su efecto sobre
el cerebro parece involucrar más la vía de señalización a través de la BBB que por el NV, afectando a neuronas
anorexigénicas del ARC.
Bombesina: Este péptido sintetizado en el tracto gastrointestinal y el SNC presenta acciones similares a la CCK, ya que
inhibe el apetito estimulando la síntesis y liberación de otros péptidos anorexigénicos como la CCK y la gastrina.
Disminuye el apetito y el coeficiente respiratorio y estimula la vía de HHA a través de neuronas de CRH. Un homólogo es
el péptido liberador de gastrina (GRP), que favorece la síntesis de gastrina disminuyendo la ingesta por procesos de
saciedad.
Gastrina: Es una hormona peptídica producida por las células G del estómago. La gastrina estimula la motilidad del
estómago y la secreción de ácido gástrico actuando como hormona anorexigénica.
Endocanabinoides: Estas sustancias actúan como orexígenos interaccionando en el hipotálamo, produciendo un
fuerte efecto en situaciones de ayuno. La molécula más relevante de este grupo es la oleiletanolamida (OEA) que se
sintetiza en el intestino delgado y ejerce su función en el sistema nervioso central a través del NV e inhibiendo la acción
de la CCK a través de receptores específicos CB1, pudiendo desarrollar efectos directos sobre la lipogénesis.
Citoquinas: Entre las sustancias más relevantes en el control de la homeostasis energética de esta familia se
encuentran el factor de necrosis tumoral (TNF-a) y las interleuquinas 1 y 6, que han sido implicadas en estados de
anorexia y pérdida de peso que acompañan a infecciones graves, neoplasia o procesos inflamatorios.
Obestatina: Este péptido de origen gástrico está codificado por el mismo gen que la ghrelina que actúa inhibiendo el
apetito y la contracción del yeyuno y disminuyendo el peso corporal. El receptor específico para la obestatina es el
GPR39 y se expresa tanto en el sistema gastrointestinal como el hipotálamo

7-Realice un esquema donde se muestre la interacción de el SNC y el TGI en la


regulación del metabolismo energético
El tracto gastrointestinal y el sistema nervioso central constituyen un complejo extrínseco bi-direccional comunicado
mediante múltiples conexiones neuronales y endocrinas, tanto a nivel central como periférico. Muchas de estas señales se
producen a través del nervio vago, equipado con numerosos sensores localizados en el sistema gastrointestinal. La
estimulación de las neuronas correspondientes produce reflejos viscerales que a través del núcleo del tracto solitario
(NTS) de la médula espinal, regulan tanto funciones gastrointestinales como la sensación de hambre y homeostasis
energética. Además,este núcleo también recibe información de circuitos paralelos que provienen del sistema
cardiovascular, pulmonar, respiratorio y sensorial. Desde el NTS, la información se disemina a regiones del cerebro
incluyendo el hipotálamo produciendo un sistema complejo de señales promovidas por el apetito, la saciedad, la
acomodación y secreción gástrica y motilidad. El hipotálamo también recoge señales diversas a través del sistema
circulatorio que atraviesan la barrera hematoencefálica. El proceso de estos estímulos modula la expresión de
neuropéptidos orexigénicos y anorexigénicos que participan en la regulación de la ingesta y peso corporal.
En resumen, las señales nutricionales, nerviosas, endocrinas y metabólicas producidas por los distintos órganos y
sistemas que regulan la homeostasis energética se liberan en respuesta a la situación nutricional y metabólica en que se
encuentra el organismo. La integración de este conglomerado de estímulos contribuye al mantenimiento estable del peso
y la composición corporal a través de la regulación del balance energético (ingesta y gasto), en el que interactúa el tracto
gastrointestinal y el sistema nervioso central mediante señales nerviosas específicas

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Referencias de la siguiente página

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BIBLIOGRAFÍA: “Incretinas, Incretinomiméticos, Inhibidores” de BAYÓN C. Y COL


(subido al entorno) + “El efecto fisiológico de las hormonas incretinas” de Granell
(Subido al entorno) + “Participación del sistema nervioso y del tracto
gastrointestinal en la homeostasis energética” de Martínez (subido al entorno) + un
apunte + un trucho de este seminario+ Seminario de Julieta Bonaldi (gracias grosa
de las grosas)

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