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Los gases irritantes son aquellos que, al ser inhalados, se disuelven en el agua de la
mucosa de las vías aéreas y provocan una respuesta inflamatoria, en general debida a la
liberación de radicales ácidos o alcalinos. La exposición al gas irritante afecta sobre todo las
vías aéreas y causan traqueítis, bronquitis y bronquiolitis. El efecto de la inhalación de gases
irritantes depende de la magnitud y la duración de la exposición y el agente específico.
Entre los gases irritantes más importantes, se encuentra: el cloro, el fosgeno, el dióxido de
azufre, el cloruro o sulfuro de hidrógeno, el dióxido de nitrógeno, el ozono y el amoníaco. El
sulfuro de hidrógeno es también una potente toxina celular que bloquea el sistema citocromo
e inhibe la respiración celular. Una exposición frecuente consiste en mezclar amoníaco con
limpiadores que contienen lejía; se libera el gas irritante cloramina.
acción irritante.
Determinantes de toxicidad pulmonar por vía inhalatoria.
Tabla 2
Cuanto mayor es el tamaño de las partículas del gas y mayor el grado de solubilidad en agua,
mayor es el efecto y, por consiguiente, aumenta el daño sobre la via aérea superior. Por contra,
aquellos gases poco hidrosolubles y con partículas pequeñas, producirán el efecto en bronquios
terminales y alvéolos .
Por consiguiente, los gases irritantes combinarán, en mayor o menor grado, alteraciones en el
aclaramiento ciliar que favorecerá la aparición de neumonías, broncoespasmo por
hiperreactividad bronquial, alteración de la permeabilidad de la membrana alvéolocapilar y
cambios en el reflejo de la tos. La tabla 3 muestra las manifestaciones clínicas derivadas del efecto
de los gases de acción irritante sobre el aparato respiratorio.
Intoxicación por gases de acción irritante.
Efectos sobre el aparato respiratorio y principales manifestaciones clínicas.
Manifestaciones clínicas
La tabla 3 muestra las principales manifestaciones clínicas de los gases irritantes de acuerdo con
los efectos sobre los diferentes niveles del tracto respiratorio.
En aquellos casos de exposición a gases de acción irritante intensa, predominan los efectos locales
sobre las mucosas de la vía aérea alta: lagrimeo, rinorrea, estornudos, tos seca irritativa y estridor
laríngeo que puede ocasionar la muerte por asfixia.
En los casos de exposición a gases de acción irritante, moderada o leve (fosgeno, vapores
nitrosos), es característica la aparición de edema pulmonar con un período de latencia que a veces
es superior a las 24 horas, por lo que cualquier persona expuesta a gases de este tipo, debe
permanecer en observación durante al menos 24-48 h para descartar esta complicación. En
algunos pacientes, los síntomas pueden recurrir al cabo de unas 6 semanas, con reaparición de la
sintomatología y alteración de las pruebas funcionales respiratorias y de la Rx de tórax.
Los cambios anatomopatológicos producidos por los gases irritantes corresponden a una reacción
inflamatoria dominada por lesión capilar y edema. Si el edema es severo, la mucosa es
diseccionada de los tejidos subyacentes y separada dejando amplias zonas sin mucosa. Las
secreciones son mucoides y sanguinolentas, y posteriormente se vuelven purulentas si ocurre una
sobreinfección. El edema pulmonar producido por estos agentes es fibrinoso o hemorrágico.
Medidas generales de tratamiento.
- Rx de tórax al ingreso y antes del alta, incluso en intoxicaciones leves (descartar EAP,
atelectasias)
- Administración de oxígeno con elevado flujo (FiO 2 de 1). Si aparecen signos de fatiga con
hipoxemia y desaturación, intubación y ventilación mecánica con PEEP. Si existe hipoxemia
refractaria, puede utilizarse el óxido nítrico, los corticosteroides por vía i.v. a dosis altas (1 mg/kg
de peso cada 8 horas) y el decúbito prono.
- Broncodilatadores