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Los trastornos obstructivos de las vías respiratorias, son causados por el estrechamiento de
las vías respiratorias, que va de secundaria a broncoespasmo, la cual es una tensión que se
produce en la musculatura de las vías respiratorias específicamente en los bronquios en los
pulmones Y por un incremento de las secreciones de las vías respiratorias, lo cual se
produce por una inflamación, siendo esta la respuesta a mediadores inflamatorios como la
histamina, el cual actúan directamente en las células del musculo liso bronquial para
producir estrechamiento.
Definición
“Un proceso patológico caracterizado por una limitación del flujo respiratorio que no es
completamente reversible. La limitación al flujo respiratorio es, por lo general, progresiva y
se asocia con una respuesta inflamatoria anormal a partículas o gases nocivos”
Etiología
Patogénesis
La EPOC es una enfermedad inflamatoria que afecta la vía aérea en todas sus dimensiones,
los alvéolos y la circulación pulmonar. El sitio principal de afectación son los bronquios de
diámetro menor a 2 mm y el esqueleto elástico de los pulmones28. El daño de estas
estructuras es precoz en la evolución de la enfermedad y lleva a todas las alteraciones
funcionales del aparato respiratorio y sus manifestaciones clínicas. Al mismo tiempo y por
diversos mecanismos se activan manifestaciones sistémicas de la enfermedad que provocan
efectos extra-pulmonares (músculo esquelético, grasa corporal, etc.)
Los mecanismos patogénicos mejor estudiados son los provocados por el humo del
cigarrillo mientras que todavía hay muy pocos trabajos relacionados con la inhalación de
productos derivados de la combustión de biomasa u otros inhalantes. Los diferentes
agresores inhalados desencadenan un proceso inflamatorio crónico persistente en el
tiempo31. La interrelación entre la inflamación producida por los agentes nocivos del
cigarrillo y las infecciones respiratorias contribuye a potenciar el daño.
Los pacientes con EPOC tienen además evidencias de inflamación sistémica con aumento
en sangre circulante de citoquinas (IL-8, factor de necrosis tumoral alfa, IL-1β),
quemoquinas (CXCL8), proteínas de fase aguda (PCR) y cambios en el número y la
funcionalidad de las células circulantes (neutrófilos, monocitos, linfocitos)30. No está bien
establecida la relación de estos cambios con otros efectos extra-pulmonares importantes de
la enfermedad como la pérdida de peso y masa muscular o enfermedades concomitantes
como la enfermedad coronaria.
En resumen:
• La EPOC es una enfermedad inflamatoria que afecta la vía aérea, los alvéolos y la
circulación pulmonar.
• Las consecuencias funcionales son obstrucción al flujo aéreo, colapso espiratorio del árbol
bronquial y pérdida del retroceso elástico.
Manifestaciones clínicas
Síntomas: La EPOC se caracteriza con frecuencia por un período asintomático por lo que
pueden pasar varios años entre la aparición de la limitación al flujo aéreo y el desarrollo de
las manifestaciones clínicas. Por esta razón, el médico debe buscar sistemáticamente la
presencia de síntomas que puedan pasar inadvertidos para el paciente, ser atribuidos a la
edad, al sedentarismo o al mismo hecho de fumar. La disnea, tos y expectoración son los
síntomas cardinales de la EPOC. Cuando la enfermedad progresa, aumenta la intensidad de
la disnea, la tos, la expectoración y se hace más frecuente la presencia de sibilancias.
La disnea de esfuerzo es el motivo de consulta más frecuente y por lo general se asocia con
diagnóstico tardío de la enfermedad; los pacientes con disnea grave y persistente
generalmente tienen mayor grado de obstrucción y peor pronóstico. Ante la progresión de
la disnea, los pacientes adoptan un estilo de vida sedentario que progresivamente se asocia
a disfunción de músculos periféricos y miopatía. La presencia de disnea progresiva en un
adulto joven con historia familiar de EPOC puede sugerir deficiencia congénita de α1-
antitripsina.
Grado 1 Ahogo o falta de aire al caminar rápido en lo plano o al subir una escalera o una
pendiente suave
Grado 2 Ahogo o falta de aire que le hace caminar en lo plano más despacio que otra
persona de la misma edad o debe detenerse por disnea al caminar a su propio paso en lo
plano
Grado 3 Ahogo o falta de aire que obliga a detenerse al caminar una cuadra (100m) o
después de unos minutos en lo plano.
Grado 4 Ahogo o falta de aire al bañarse o vestirse que no le permite salir de casa.
La tos crónica es frecuentemente productiva con expectoración mucosa de predominio
matutino. A medida que la enfermedad progresa la intensidad de la tos y la expectoración
aumentan; esta última puede ser marrón en los grandes fumadores y durante las
exacerbaciones se hace purulenta, viscosa y más abundante. Un volumen de expectoración
excesivo sugiere la presencia de bronquiectasias. Otros síntomas como la anorexia y la
pérdida de peso son más frecuentes en la enfermedad avanzada y se asocian a peor
pronóstico. El ronquido nocturno y la somnolencia diurna excesiva sugieren trastornos
respiratorios del sueño que pueden o no estar asociados a la EPOC.
Signos: El examen físico puede ser normal en las fases iniciales de la enfermedad. La
presencia e intensidad de los signos clínicos (cianosis, respiración con labios fruncidos, uso
de músculos accesorios, tiempo espiratorio prolongado, tórax en tonel y limitación para la
expansibilidad del tórax) se asocian generalmente con mayor obstrucción e hiperinflación
pulmonar y con la presencia de compromiso del ventrículo derecho por hipertensión
pulmonar (edema de extremidades inferiores, cor pulmonale). No siempre la intensidad de
los signos clínicos se asocia con mayor gravedad de la enfermedad.
Diagnostico
Historia clínica detallada que incluya factores de riesgo, presencia o ausencia de los
síntomas cardinales (disnea, tos, expectoración) y de los signos clínicos descritos.
Medición del índice de masa corporal (IMC=peso [kg]/talla [m]2), teniendo en
cuenta que valores menores a 20 kg/m2 se han asociado con mal pronóstico en la
EPOC.
Evaluación de la frecuencia e impacto de las exacerbaciones y hospitalizaciones en
el año anterior, así como la coexistencia de comorbilidades.
Determinación de la gravedad de la disnea con la escala mMRC.
Oximetría de pulso en reposo que mide la saturación de oxígeno de la hemoglobina
sanguínea (SaO2) y la frecuencia cardíaca (FC); además, permite evaluar el efecto
de la administración de oxígeno.
Espirometría pre y posterior al broncodilatador (400 µg de salbutamol o
equivalente).
Leve ≥ 80%
En algunos pacientes con EPOC se puede observar aumento de la CVF y el VEF1 después
de la inhalación de broncodilatadores. Se considera un cambio significativo cuando la CVF
y/o el VEF1 aumentan 12% y más de 200 mL44. Una respuesta menor no descarta que el
paciente se beneficie con el uso crónico de broncodilatadores, puesto que su administración
puede producir mejoría sintomática sin cambios significativos en la función pulmonar. Una
espirometría con una relación basal VEF1/CVF < 0.70 pre-broncodilatador pero ≥ 0.70
después del broncodilatador sugiere una obstrucción reversible y la posibilidad de asma en
presencia de un cuadro clínico compatible.
Radiografía del tórax. No se debe utilizar para hacer el diagnóstico de EPOC por
cuanto puede ser normal en etapas iniciales de la enfermedad y ningún signo
radiológico se ha correlacionado con la gravedad o el pronóstico de la enfermedad.
Es recomendable en la evaluación inicial para excluir otras enfermedades
relativamente frecuentes como cáncer de pulmón, tuberculosis y enfermedad
ocupacional. Puede sugerir la presencia de hiperinflación, hipertrofia de cavidades
derechas e hipertensión pulmonar.
Gasometría arterial. Está indicada en la evaluación inicial de los pacientes con
obstrucción grave o muy grave y en aquellos con manifestaciones clínicas de
hipoxemia (cianosis, cor pulmonale e hipertensión pulmonar) para determinar la
necesidad de oxigenoterapia ambulatoria. En etapas avanzadas la hipoxemia se
asocia con frecuencia a hipercapnia, otro marcador de gravedad de la EPOC.
Hemoglobina y hematocrito para descartar policitemia asociada a hipoxemia.
Prueba de marcha o caminata de 6 minutos (C6M). Su expresión como la mayor
distancia recorrida (en metros) en ese período de tiempo, refleja la capacidad
funcional del paciente. Se utiliza para evaluar la tolerancia al ejercicio, medir el
efecto del entrenamiento en los programas de rehabilitación pulmonar y otras
intervenciones terapéuticas, para prescribir oxígeno durante el ejercicio, y estimar
pronóstico.
Capacidad de difusión de monóxido de carbono (DLCO). La disminución de la
DLCO se correlaciona muy bien con la gravedad del enfisema evaluada
anatómicamente con una tomografía del tórax de alta resolución (TACAR). La
prueba no es específica ni detecta grados incipientes de enfisema pero es muy útil
para determinar el grado de contribución del enfisema cuando se acompaña de
bronquitis en el paciente con EPOC.
Electrocardiograma y ecocardiograma. Si hay evidencia clínica de hipertensión
pulmonar manifestada por cor pulmonale o por radiología debe solicitarse un
electrocardiograma y si hay disponibilidad un ecocardiograma.
Índice BODE. La confluencia de algunas de las variables ya expuestas, se puede
expresar en el índice multidimensional BODE (acrónimo que incluye las iniciales
B= índice de masa corporal [IMC], O=obstrucción al flujo aéreo medido como el
porcentaje del VEF1 esperado, D=disnea en la escala mMRC y E= esfuerzo con los
metros recorridos en la C6M). El BODE se desarrolló como respuesta al interés de
encontrar un modelo multidimensional para predecir con mayor certeza la
mortalidad en la EPOC comparado con el VEF1 de manera independiente. En una
escala de 1 a 10 se puede predecir la probabilidad de sobrevida.
Tratamiento
Dejar de fumar: Se debe ser insistente en la eliminación del hábito. Mediante información
terapia, sustitutos de nicotina y fármacos (vareniclina y bupropion).
Eliminación/reducción de otras sustancias de riesgo: Cocina con leña por periodos
prolongados, adecuada protección en el ámbito laboral.
Glucocorticoides inhalados: En pacientes EPOC con VEF1 menor al 60%, el uso de este
fármaco mejora síntomas, función pulmonar y disminuye el riesgo de exacerbaciones. Por
otro lado, aumenta el riesgo de desarrollo de neumonía. La monoterapia por tiempo
prolongado no es recomendada, ni tampoco el uso de glucocorticoides orales por grandes
periodos de tiempo.
Exacerbaciones: Periodos que incluyen intensificación de disnea y tos, así como cambios
en volumen y características de esputo. La calidad de vida de muchos pacientes se relaciona
más con la frecuencia de exacerbaciones que con la limitación al flujo de aire. En términos
generales la atención del paciente con exacerbación consiste en la valoración de la
gravedad del cuadro (estado general, deterioro funcional, síntomas, alteración del estado de
consciencia), componentes agudos y crónicos, identificar el factor desencadenante y tratarlo
según la causa (antibióticos, broncodilatadores, glucocorticoides, oxigeno, soporte
mecánico ventilatorio).
Enfisema
En otras palabras, el enfisema es una afección pulmonar que causa dificultad para respirar.
Las personas que padecen enfisema tienen dañados los sacos de aire de los pulmones
(alvéolos). Con el correr del tiempo, las paredes internas de los sacos de aire se debilitan y
se rompen, lo que crea espacios de aire más grandes en lugar de muchos espacios pequeños.
Esto reduce la superficie de los pulmones y, a su vez, la cantidad de oxígeno que llega al
torrente sanguíneo.
Cuando exhalas, los alvéolos dañados no funcionan normalmente y el aire viejo queda
atrapado sin dejar lugar para que entre aire fresco y rico en oxígeno.
La mayoría de las personas que padecen enfisema también tienen bronquitis crónica. La
bronquitis crónica es la inflamación de los tubos que transportan aire hacia los pulmones
(bronquios), lo que produce tos persistente.
El enfisema y la bronquitis crónica son dos afecciones que forman la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC). El tabaquismo es la causa principal de la enfermedad
pulmonar obstructiva crónica. El tratamiento puede retrasar el avance de la enfermedad
pulmonar obstructiva crónica, pero no puede revertir el daño.
Manifestación clínica
Disnea
Tos( puede ser escasa o ausente)
Expiración prolongada
Taquipnea
Sibilancias (en ocasiones)
El paciente suele ser delgado, una aumentada pérdida de peso.
Depresión
Bronquitis crónica
Etiología
Manifestaciones clínicas
Es posible que en el comienzo no presente síntomas o sean solo leves. A medida que la
enfermedad empeora, sus síntomas generalmente se vuelven más severos. Pueden incluir:
Diagnostico
No hay cura para la bronquitis crónica, pero el tratamiento puede ayudar con los síntomas,
retrasar el progreso de la enfermedad y mejorar su capacidad de mantenerse activo.
También hay tratamientos para prevenir o tratar las complicaciones de la enfermedad. Los
tratamientos incluyen:
Medicamentos, como:
Broncodilatadores: Relajan los músculos alrededor de las vías respiratorias. Esto ayuda a
abrirlas y facilita la respiración. La mayoría de los broncodilatadores usan un inhalador.
En casos más severos, el inhalador también puede contener corticoides para reducir la
inflamación
Vacunas contra la gripe y la neumonía neumocócica: Las personas con bronquitis crónica
tienen un mayor riesgo de sufrir problemas graves por estas enfermedades
Antibióticos si tiene una infección pulmonar bacteriana o viral
Terapia de oxígeno: Se usa si tiene bronquitis crónica severa y bajos niveles de oxígeno en
la sangre. La oxigenoterapia puede ayudarle a respirar mejor. Es posible que necesite
oxígeno adicional todo el tiempo o solo en ciertos momentos
Rehabilitación pulmonar: Programa que ayuda a mejorar el bienestar de las personas que
tienen problemas respiratorios crónicos. Puede incluir:
Un programa de ejercicios
Asesoramiento nutricional
Consejería psicológica
Trasplante de pulmón: El último recurso para personas con síntomas severos quienes
pueden no haberse mejorado con las medicinas. Si tiene bronquitis crónica, es importante
saber cuándo y dónde obtener ayuda para sus síntomas. Debe recibir atención de
emergencia si tiene síntomas graves, como dificultad para respirar o hablar. Consulte con
su médico si sus síntomas empeoran o si tiene signos de infección, como fiebre.
Bronquiectasia
Etiología y Patogénesis
Manifestaciones Clínicas
Fibrosis quística
La FQ es causada por mutaciones en un solo gen en la rama larga del cromosoma 7 que
codifica el RTFQ, que funciona como un canal de cloruro (Cl–) en membranas
celulares epiteliales. Las mutaciones en el gen RTFQ hacen que la membrana
epitelial sea relativamente permeable al ion cloruro. Hay más de 1 000 cambios posibles
de RTFQ. Sin embargo, el 70% de los individuos con fibrosis quística tienen F 508, que es
una eliminación de 3 bases que causan la pérdida de fenilalanina y un fenotipo más
grave40. Otros tienen una pérdida parcial de RTFQ, de modo que su fenotipo es menos
grave y con frecuencia pasa inadvertido hasta que sufren una lesión aguda como neumonía
y pueden requerir intubación y ventilación mecánica. El impacto en la alteración del
transporte de Cl– es relativamente específico del tejido. En las glándulas sudoríparas, la
concentración de sodio (Na+) y Cl– que se secretan en el lumen de la glándula
permanece sin cambio, mientras que la reabsorción de Cl– a través del RTFQ y la
reabsorción acompañante de Na+ en los conductos de la glándula dejan de ocurrir.
Este defecto explica la alta concentración de NaCl en el sudor de personas con FQ40. En el
epitelio de las vías respiratorias normales, el Cl– es secretado en el lumen de las vías
respiratorias a través del RTFQ. El transporte alterado de Cl– conduce en última instancia a
una serie de fenómenos secundarios que incluyen incremento de la absorción de Na+ y
agua de las vías respiratorias hacia la sangre. Esto disminuye el contenido de agua del
manto mucociliar que cubre el epitelio respiratorio y hace que se vuelva más viscoso. La
deshidratación resultante de la capa mucosa conduce a función mucociliar defectuosa y
acumulación de secreciones viscosas que obstruyen las vías respiratorias y predisponen
infecciones pulmonares recurrentes. Anomalías de transporte similares y fenómenos
fisiopatológicos tienen lugar en los conductos pancreático y biliar, y los conductos
deferentes en los niños.
Manifestaciones clínicas
Las manifestaciones respiratorias de la FQ son causadas por la acumulación de mucosidad
viscosa en los bronquios, alteración de la depuración mucociliar e infecciones
pulmonares. Bronquiolitis y bronquitis crónicas son las manifestaciones pulmonares
iniciales. Sin embargo, después de meses y años, los cambios estructurales en la pared
bronquial conducen a bronquiectasia. Además de la obstrucción de vías respiratorias, el
defecto genético básico que se presenta con la FQ predispone a infección crónica con un
número sorprendentemente limitado de microorganismos, de los que Pseudomonas
aeruginosa es el más común40. Poco después del nacimiento, ocurre la infección inicial con
patógenos bacterianos y se relaciona con una respuesta inflamatoria neutrofílica excesiva
que parece ser independiente de la infección misma. Hay evidencia de que las células
epiteliales de las vías respiratorias de la FQ o líquidos superficiales proveen un
ambiente favorable para albergar estos microorganismos. P. aeruginosa, en particular,
tiene una propensión a experimentar transformación mucoide en este ambiente. El
polisacárido complejo producido por estos microorganismos proporciona un ambiente
hipóxico y genera una biopelícula que protege la Pseudomonas contra anti-
microbianos. La inflamación pulmonar es otra causa de deterioro de la función
respiratoria en personas con FQ y es posible que preceda al inicio de la infección
crónica .La función pancreática a menudo es en cierto grado anómala en individuos con
FQ. Esta otorrea, diarrea y dolor y malestar abdominales son comunes. En el recién nacido,
el íleo meconial puede causar obstrucción intestinal, un padecimiento mortal si no se
trata. El grado de compromiso pancreático es muy variable. En algunos niños, el
defecto es relativamente leve y en otros, la afectación es grave y deteriora la absorción
intestinal. Además de insuficiencia pancreática exocrina, puede haber hiperglucemia, sobre
todo después de los 10 años de edad, cuando muchas personas con FQ desarrollan diabetes
mellitus
Diagnóstico y tratamiento