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LA TABLA PERIÓDICA COMO EXCUSA PARA LA DIVULGACIÓN DEL PAPEL DE LAS MUJERES EN LA

CIENCIA TERESA VALDÉS-SOLÍS (t.valdessolis@csic.es) INSTITUTO NACIONAL DEL CARBÓN (INCAR-


CSIC) Palabras Clave: Tabla periódica, científicas, cultura científica, mujer y ciencia 2019 ha sido
declarado Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos pues se conmemora el 150
aniversario de la publicación de la primera Tabla Periódica de Dimitri Mendeleyev en 1869, a la vez
que se conmemoran otras efemérides notables relacionadas con la química. Los científicos de la
época llevaban tiempo buscando las posibles relaciones entre los elementos conocidos pero fue
este excéntrico químico ruso el primero en darse cuenta de que los elementos químicos
ordenados por su peso atómico presentaban propiedades con relaciones periódicas entre ellos. La
seguridad de Mendeleyev en su concepto era tal que supuso (acertadamente) que algunos pesos
atómicos estaban en ese momento mal determinados y que existían elementos aún no
descubiertos que ocuparían los lugares desocupados, estimando adecuadamente las
características de los elementos que faltaban por descubrir (entre ellos el galio y el germanio).
Aquella primera tabla periódica, que se parece bastante poco a la actual (filas y columnas estaban
cambiadas), fue completándose hasta llegar a 2019 donde 118 elementos ocupan sus casillas.
Existen múltiples interpretaciones de esta tabla, como versiones extendidas con los lantánidos y
actínidos incluidos dentro del cuerpo de la propia tabla, y no como filas independientes, o
versiones en espiral o con el tamaño de las celdas ponderado a la abundancia relativa de los
elementos, pero la más habitual sigue siendo aquella que aprendimos en el colegio, en la que los
grupos se muestran en horizontal y los periodos en vertical. La Tabla Periódica se estudia durante
la educación obligatoria y se ha convertido en un símbolo universal, como el símbolo de la paz o el
logotipo de cualquier marca conocida. Y esto ha hecho que el formato “tabla periódica” haya ido
más allá y que se utilice para representar cosas muy diversas, para la exposición de otros
contenidos no necesariamente ligados con la química tales como personajes Disney, sándwiches,
chocolates, reglas ortográficas o posturas de sexo. Existen numerosas recopilaciones en internet
sobre estas variantes e incluso una base de datos online que recopila un gran número de tablas en
formatos muy diversos (LEACH). Esta proliferación de materiales se debe al hecho de que cuando
vemos una tabla periódica la reconocemos como tal, y llama nuestra atención para después
acercarnos a observar por qué la vemos distinta y qué información nos está ofreciendo. En este
mundo de tablas periódicas alternativas existen dos tipos diferentes de tablas. Aquellas en las que
se mantienen los símbolos químicos habituales y se reasignan a aquello que se quiere representar.
En el caso, por ejemplo de las películas de Disney sería asignar la H a Hiro y He a Hércules, o la
Tabla Periódica de la Ortografía (ROMEU, 2016). Existe otra posibilidad que consiste en mantener
la idea de periodicidad de la tabla periódica jugando entonces con los símbolos, un ejemplo de
este caso sería asignar a la columna del grupo I (7 elementos) los nombres de los siete enanitos de
Blancanieves, otro ejemplo es la tabla periódica del márketing (LAKE, 2014) . La idea de crear una
tabla periódica de mujeres científicas surge por la coincidencia de la celebración del Año
Internacional de la Tabla Periódica y mi interés por la divulgación del papel de las científicas de la
historia. Sabiendo de antemano que existen muchas tablas que incorporan información distinta a
la habitual efectué una búsqueda en la World Wide Web que no produjo resultados significativos
que mostrasen tablas periódicas de científicas por lo que decidí abordar la creación de esta
propuesta. A la hora de abordar la creación de la tabla las premisas de partida eran las siguientes: -
Incluir todas las mujeres que habían recibido un Premio Nobel en categorías de ciencias - Incluir
todas las mujeres que habían recibido un Premio Príncipe (o Princesa) de Asturias en categoría
Investigación Científica y Técnica - Incluir mujeres de distintas disciplinas científicas, de distintas
épocas y de distintas procedencias geográficas - Incluir un número significativo de científicas
españolas y científicas en activo Debido a las especificaciones anteriores era imposible optar por
un modelo de Tabla Periódica en el que se mantuviesen invariables los símbolos de los elementos
por lo que se escogió un modelo en el que se mantenía la periodicidad al presentarse las
categorías agrupadas. Las categorías seleccionadas fueron las siguientes: astronomía (15
elementas1 ), ciencias de la salud (33 elementas), ciencias de la naturaleza (10 elementas), física
(17 elementas), ingenieras o inventoras (8 elementas), matemáticas (17 elementas) paleontólogas
(3 elementas), primatólogas (3 elementas) y químicas (16 elementas). La Tabla Periódica de las
Científicas fue publicada en la plataforma Naukas en noviembre de 2018 (ValdésSolís, 2018) y se
muestra en la Figura 1. Existe asimismo una versión interactiva de la tabla en la que se enlaza a
biografías de las científicas incluidas y a la que puede accederse a través del código QR de la Figura
2. Posteriormente ha sido republicada en diversos medios como la página web especializada
Mujeres ConCiencia de la Cátedra de Cultura científica de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU),
el diario La Nueva España y National Geographic, además de haber sido incluida en libros de texto
de la editorial Anaya/Algeida. La Tabla Periódica de los Elementos Químicos consta de 118
elementos. En la Tabla Periódica de las Científicas (Figura 1) se incluye a 122 elementas nominales,
puesto que algunas casillas se atribuyen a más de una científica, como ocurre por ejemplo con la
casilla asignada a Jane Goodall que comparte con otras dos primatólogas con las que está
relacionada estrechamente, Dian Fossey y Biruté Galdikas. Además, dos de las casillas dedicadas a
las científicas españolas son extensibles, por cuanto se refieren a “figuras estrella” de una época
determinada que permiten extender la información hacia toda una generación. Este es el caso de
la casilla otorgada a la elementa Dorotea Barnés, que representa a las químicas de la edad de plata
de la ciencia española (las primeras mujeres que formaron parte de la Junta de Ampliación de
Estudios y que realizaron estancias de investigación en el extranjero antes de la Guerra Civil
Española) y la casilla de la elementa Gertrudis de la Fuente que representa a las pioneras del CSIC
que se incorporaron a este organismo a finales de los años 40, principios de los 50.

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