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PLAN DE CHARLA EDUCATIVA

I. DATOS GENERALES:

1. Título: “VIVIR CON ARTRITIS REUMATOIDEA”

2. Objetivos de la Charla: Concientizar y educar al paciente acerca de la importancia de


crear hábitos y estilos de vida saludables que le permitan desarrollar una buena calidad de
vida como paciente con Artritis Reumatoidea.

3. Participantes: Usuarios en sala de espera

5. Responsables de la Charla: Eliseth Quiroz Esquivel

6. Fecha y Hora : 19-08-2022

7. Lugar de ejecución : Sala de espera

8. Duración: 15 minutos
VIVIR CON ARTRITIS REUMATOIDE
VIDA SALUDABLE Y ARTRITIS REUMATOIDE
Los hábitos saludables deben ser una norma en nuestra vida a cualquier edad y sea cual sea nuestra
condición física. Pero cuando tienes artritis reumatoide, dormir bien, comer sano, dejar hábitos como el
tabaco y hacer ejercicio suave mejoran de manera notable la percepción que tenemos de la enfermedad.

DESCANSO Y ARTRITIS REUMATOIDE


Es posible que hayas notado un tremendo cansancio que te molesta más incluso que el dolor o la rigidez de
las articulaciones, característicos de la artritis reumatoide. Reserva el tiempo que precises para tu descanso,
y explica a tu familia y amigos que el cansancio es un síntoma importante de la artritis reumatoide. Además,
durante los brotes de artritis reumatoide deberás mantener las articulaciones inflamadas en reposo. A veces
no resulta fácil adaptar tus necesidades de sueño al ritmo de vida familiar o social, por lo que no dudes en
comunicar esas necesidades y su origen a todos aquellos con los que compartes ocio, tareas,
responsabilidades… Seguro que lo entenderán mejor si se lo dices que si no lo dices y te agotas tratando de
adaptarte al ritmo de vida de los demás. Tu familia y tus amigos quieren que te encuentres bien y
entenderán perfectamente tus necesidades de descanso y de reposo. Pero sólo si las conocen.

DEPORTE Y ARTRITIS REUMATOIDE

Reducir el dolor de las articulaciones no depende sólo de la medicación. La práctica de ejercicios de


intensidad suave o moderada contribuye de manera sensible y definitiva a reducir los síntomas de la artritis
reumatoide (mejora la rigidez y el dolor articular, mejora la flexibilidad y fortalece los músculos), y también a
prevenir aquellos otros trastornos (obesidad y sobrepeso, trastornos del sueño, diabetes, enfermedades
cardiovasculares) que la pueden agravar. A nivel psicológico, el deporte ayuda a sentirse mejor y a tener
mejor presencia física, lo que sin duda repercute en un estado de ánimo más seguro y optimista.
La natación y otros deportes que se practican en el agua, así como caminar y montar en bicicleta pueden ser
buenas actividades para una persona con artritis reumatoide. Están desaconsejados, en cambio, los
deportes violentos o de contacto, como el fútbol, el baloncesto, o aquellos que fuercen las articulaciones
que más peso soportan (tobillos, rodillas).

Siempre será mejor poco ejercicio que ninguno. Lo mejor es empezar por ejercicios suaves para incrementar
poco a poco la duración e intensidad de los mismos. Procura mantener una rutina de ejercicio y asume que
éste debe sumarse a la actividad diaria: no vale ir a por el pan y contar eso como ejercicio si ya lo hacías
antes.

Ten en cuenta que durante los brotes es posible que necesites reducir la actividad para evitar daños en las
articulaciones. Retoma la actividad cuando te encuentre mejor y hazlo de forma paulatina.
REDUCIR
NUTRICIÓN Y ARTRITIS REUMATOIDE

Como norma, las recomendaciones sobre una alimentación sana aplicables a la población general son
también de aplicación a las personas con artritis reumatoide.

Es importante que ningún suplemento nutricional sustituya la medicación que haya pautado tu
reumatólogo, con el que debes consultar si debes o no tomar estos suplementos cuya eficacia no está
respaldada por estudios científicos.

LA DIETA IDEAL PARA LA ARTRITIS


• Cinco raciones de fruta y verdura al día (tres de fruta, dos de verdura).
• Más pescado que carne, y dentro de los pescados, los azules son muy recomendables.
• Las carnes deben ser bajas en grasas.
• En cuanto a los aceites, qué mejor que el aceite de oliva para guisar o aliñar, siempre en pequeñas
dosis dado su elevado aporte calórico.
EVITE
• Productos procesados, embutidos, enlatados y refinados (bollería industrial).
• Las grasas saturadas procedentes de fuentes animales como la mantequilla, manteca de cerdo,
tocino y carnes rojas y las grasas trans (abundantes en fritos, comidas rápidas, productos
procesados) que son perjudiciales para su salud.
• El azúcar y las bebidas o refrescos azucarados también aumentan la inflamación.
• El café, té, alcohol y tabaco.
• Los dulces en grandes cantidades; en lugar de azúcar blanco, utilice otros endulzantes.

SIGA UNA DIETA RICA EN


• Legumbres: judías, garbanzos, habas, lentejas, soja. Son una gran fuente de proteína de origen
vegetal.
• Cereales integrales: arroz, semillas de todo tipo, maíz, avena, centeno, cebada, quinoa.
• Verduras y hortalizas: apio, zanahoria, brócoli, pimiento, cebolla, coliflor, espinacas, acelgas,
puerro, patatas, espárrago y germinados (alfalfa).
• Aceite de oliva virgen extra: rico en omega 3. Otros aceites: germen de trigo y de lino.
• Pescado: rico en omega 3. Preferiblemente pescado azul: caballa, sardinas, arenque,
boquerones, salmón.
• Setas: champiñones, shiitake.
• Carnes magras: pollo, pavo, conejo.
• Frutos secos: nueces, almendras, pistachos.
• Huevos: contienen omega 3.
• Frutas deshidratadas: pasas y orejones.
• Frutas frescas: ricas en vitamina C y antioxidantes. Naranja, piña, papaya.
• Semillas: girasol, linaza, calabaza. Coma un puñado de semillas al día (puede esparcirlas en
ensaladas o en el pan). Las semillas son ricas en antioxidantes, vitaminas, fibra, magnesio,
cobre, hierro y zinc, todos ellos nutrientes que fortalecen su sistema inmunológico.
• Lácteos: preferiblemente yogurt, kéfir y quesos frescos.
• Bebidas vegetales: de coco, almendras, arroz, soja, avellanas, etc. y sus derivados (yogurt o
queso vegetal).

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