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ENSAYO DE REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

EL MURALISMO COMO ACTO DEMOCRÁTICO PARA FORTALECER


LA MEMORIA HISTÓRICA.

ASIGNATURA
SEMINARIO DE GRADO I
NOMBRE DEL ESTUADIANTE
CARLOS ALBERTO GUTIERREZ ROSADO

NOMBRE DEL CATEDRÁTICO


GUSTAVO ADOLFO GONZÁLEZ ROYS

UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR

FACULTAD DE BELLAS ARTES

PROGRAMA LICENCIATURA EN ARTES


VALLEDUPAR, CESAR; JUNIO 27 DE 2022.
INTRODUCCIÓN

El presente ensayo se intenta mostrar un punto de vista sobre como el arte (muralismo) se

puede presentar ante la sociedad como un acto democrático, se habla sobre los impactos que

tiene arte al incluir a la comunidad en los procesos artísticos, la forma en como las prácticas

artísticas en los espacios públicos contribuyen a la construcción de memoria.

También se plantea temas como la construcción de las ideas colectivas de las cuales el

artista en conjunto con la sociedad fundamenta y nutre su idea para luego llevarla a la pared, a lo

público, narrando así por medio de las artes plásticas en este caso la pintura, ya sea un

acontecimiento o un sentir social.

Se habla sobre la importancia de la combinación de los saberes populares y los saberes de

un artista, y su impacto en los espacios en donde se produce, como en las personas que los viven,

en como esto produce una estimulación por parte del arte a que la comunidad participe, como

que estimula la participación y un mayor grado de implicación colectiva. Según (Acosta López,

2016) habla sobre “la importancia de democratizar los procesos de memoria y la construcción de

la misma, teniendo en cuenta las realidades históricas concretas del país a partir de posconflicto.”

Vamos adentrarnos un poco sobre como el muralismo fortalece la memoria histórica de

una comunidad y la importancia del arte en los procesos históricos y de memoria, al permitir

abordar aspectos socioculturales e ideológicos que al ser tomados desde una conceptualización

subjetiva y popular buscando los aspectos importantes en estos de la sociedad.


EL MURALISMO COMO ACTO DEMOCRÁTICO PARA FORTALECER LA

MEMORIA HISTÓRICA.

El titulo puede parecer un poco extraño ya que no parece que exista alguna relación entre

el arte y la democracia  ¿Qué tienen que ver, por ejemplo, la pintura en este caso con la

democracia? O mejor dicho ¿Por qué el muralismo es un acto democrático y como fortalece

la memoria histórica de un pueblo? En mi opinión tienen mucho que ver y esa relación puede

producir efectos muy positivos en la sociedad en donde se le da participación a la construcción

de estas expresiones plásticas, visuales y gráficas.

Según (Moriana, 2021) Cuando hablamos de democratización de la cultura nos

referimos a la misión del gestor cultural y del político consistente en acercar la

cultura a los ciudadanos, independientemente de su condición social, país de

origen, religión, etc. Lo que a veces también se llama “acceso al capital cultural”.

A diferencia de la democracia cultural, la democratización de la cultura no

permite que los ciudadanos definan qué cultura les interesa o se adapta a sus

necesidades y preocupaciones; ésta parte, por el contrario, da unos estándares

comunes sobre qué es cultura, estándares que la gente del territorio quizá ni

siquiera conoce.

El arte en su esencia es la representación demociones propias del individuo, podría

considerar que va de lo micro representado en el artista como actor intelectual de la obra, hasta

los macro representado en la construcción de las ideas colectivas de las cuales el artista en

conjunto con la sociedad fundamenta y nutre su idea para luego llevarla a la pared, a lo público,

narrando así por medio de las artes plásticas en este caso la pintura, ya sea un acontecimiento o

un sentir social.
Por su parte (ARTE, 2003) Como determino que, la democracia es el régimen

que garantiza la posibilidad de participación activa y de beneficio pasivo de todos

los individuos de una comunidad. Tal beneficio sin embargo, solo puede ser

legitimo en la medida en la que se es consensuado con la participación, que a su

vez solo puede ser activa en la medida en que se es consciente.

Por consiguiente la partición de la sociedad en conjunto con artistas, utilizando canales

los cuales permitan participar a la sociedad en los procesos artísticos, convierte al muralismo

como un acto pedagógico y democrático en donde tanto la comunidad y el artista son autores

intelectuales de un producto que el final remplaza los mecanismos e instrumentos tradicionales

en el que apoya la democracia en general, ya que esta se suele identificar con el voto que es

icónico, no obstante en mi experiencia como artista urbano, en todos los lugares en donde he

pintado he coincidido con un patrón de comportamiento social, dicho comportamiento se

evidencia al momento de la construcción, participación y elección de las comunidad ya sea en lo

que se quiere representar por medio de mural; son ellos los que eligen que quieren ver en el

mural y podría considerar que el artista solo es una herramienta.

Para que dicho acto democrático se lleve a cabo es importante debate, el contraste de

argumentos, la puesta en común de diferentes opiniones para construir propuesta artística, por lo

tanto aportaciones por parte de la comunidad son basadas en situaciones públicas que afectan a la

comunidad.

Según (ARTE, 2003) desde el punto de vista del creador, todo sujeto tiene

derecho a ser artista, a producir arte activa y conscientemente, y desde el punto de

vista del receptor, que todo el mundo tiene derecho a disfrutarlo y a responder
activamente, ayudando a su vez a mantener las irrenunciables condiciones de

posibilidad de creación: consumiendo arte, gastando en las tiendas de museo.

Es decir el arte es democrático cuando la comunidad tiene la posibilidad de acceso a él,

ya sea como creador o receptor.

Realmente la combinación de los saberes populares y los saberes de un artista, tiene

mucho impacto en los espacios en donde se produce, y en las personas que los viven, esto

produce una estimulación por parte del arte a que la comunidad participe lo que estimula la

participación y un mayor grado de implicación colectiva. Soy tenga una gran implicación en el

acto democrático, a lo que yo le llamaría sincretismo artístico-democrático.

En muchas ocasiones, los ciudadanos y ciudadanas se suelen enfrentar a esas

manifestaciones artísticas de manera pasiva, cuando los artistas llegan a las comunidades a hacer

una intervención gráfica, la comunidad dejan que estos les trasladen o les muevan esas

emociones. Sin quitarle ni un gramo de interés a esa utilización pasiva de las artes, no obstante

muchas veces la comunidad toma la iniciativa de participar de manera democrática como sujetos

activos en la realización artística y formar parte de la propia actividad artística.

Según (Aguilera, 2004) El artista debía mostrarse sensible hacia los asuntos e

intereses de la comunidad, más allá de las características físicas del

emplazamiento. Les concernía la noción de lugar entendida como “contenido

humano”. Amplían, pues, notablemente la contextualizada y enriquecen la

noción de espacialidad con capas humanas de tensiones políticas, económicas,

étnicas, sociológicas, históricas, culturales, psicológicas... Su interés se centra en

hacer un arte comprometido con la ciudadanía, abordando conflictos sociales.


De modo que, el arte público en este caso el muralismo o denominado actualmente como

arte urbano o Street art, tiene un compromiso social con temas de interés y asuntos internos de la

comunidad en donde el artista se adentre para concebir una obra de arte, dichas prácticas

artísticas desde mi punto de vista y experiencia pintando en espacios públicos, se relaciona con el

término que plantea (Lippard, pág. 54) “emplazamiento social con un contenido humano, por lo

que reclama un arte comprometido con los lugares sobre la base de la particularidad humana de

los mismos, su contenido social y cultural, sus dimensiones prácticas, sociales, psicológicas,

económicas, políticas.” En este caso el artista debe conectar con la comunidad, en pocas palabras

practicando algo importante en la investigación etnográfica conocido como el rapport, el artista

de crear lazos que le permitan tener una estrecha conexión con los integrantes de la comunidad,

es casi como lo que hacen los politos en campaña, el artista podría considerarse como

investigador, experimentador o analista de situación contextuales de la comunidad en donde se

hace la intervención gráfica.

No obstante en estas prácticas de democratización del arte, surgen problemáticas internas

parte del ego del artista y por parte de la comunidad que se niega y rechaza estas prácticas

artísticas pedagógicas, es decir, muchas comunidad no están dispuestas a aceptar que alguien

fuera de contexto llegue a resignificar un espacio o en este caso buscar fortalecer la memoria

histórica, y ahí entran temas sociales como el conflicto armado, el comunidad ya no quiero saber

sobre esos temas sociales. Naturalmente eso hace parte del arte en los espacios públicos, y es que

la obra es invasiva, y cuando la obra choca con el contexto tiene pro y contra, por una parte

ayuda a re contextualizar y darle un nuevo significado al espacio, llevando a la comunidad a

pensar de manera critica frente a lo plasmado y eso en los personal es bueno, porque toca los tres

pilares fundamentales de la educación artística, los cuales son sensibilidad, estética y


comunicación, cuando el artista logra eso, en mi caso siento que cumplí con mi labor y es lograr

primero: democratizar el arte y segundo: estremecer le conciencia del espectador ya sea de

manera pasiva solo viendo o de manera activa siendo parte del proceso y entendió el porqué de

ese acto gráfico.

Por otro lado ahora la comunidad se niega a recibir esa obra como parte de si, por

ejemplo en el 2020 pinte un mural en Manaure la Guajira, al cuarto día de estar pintando llevaba

un 40% del mural, cuando volví al día siguiente a las 6 am encuentro que el mural fue

banalizando por personas de la comunidad, y el mensaje que escribieron sobre el mural fue

contundente y decía lo siguiente “mural feo, no queremos eso mural aquí, vete” pero eso es

normal, son dinamismo del arte urbano, en su intento de ser democrático, es una forma de por

llamarlo así: votar en blanco, rechazando lo que en este caso no le gusta a la comunidad.

A pesar de todos estos problemas, el artista debe estar en la capacidad de replantear su

propuesta y descontextualizar su papel, planteando un proyecto urbano más participativo y

colaborativo, con independencia, en donde la comunidad ejecute, y esto obliga de manera

indirecta a la comunidad a ser un ente veedor del producto final que sería la obra, esto hace que

el proyecto y el objetivo de democratizar el arte sea aceptado y tenga éxito, todo esto con base a

la toma de daciones colectivas y las aportaciones del artista que enriquezcan las ideas de la

comunidad.

En relación a los anterior según (Aguilera, 2004) plantea que, en su pluralidad de

formas, el arte público vinculado a las operaciones urbanas, parece reclamar la

construcción de una nueva sensibilidad disciplinar, la aplicación de una renovada

metodología rigurosa y participativa, que supere los resultados de la capacidad


individual, tanto técnica como artística (sin despreciar sus aportes) en el domino

público de la ciudadanía.

Es importante tener en cuenta, nuevas formas metodológicas para que los resultados

pasen de ser individuales a resultados colectivos, en donde la trasformación social, sea el

resultado más valioso.

Según (Cuenca, 2014) estas prácticas artísticas democráticas produce un cambio

en los protagonistas, que ya no son los productos artísticos en sí mismos y su

excelencia, sino los movimientos culturales, la propia sociedad. Mientras la

democratización trata de acercar a la gente un determinado tipo de cultura, la

democracia cultural trata de poner los medios para que sea la misma gente quien

la configure, aceptando las diferentes expresiones e identidades culturales.

Por lo tanto al ciudadano se debe sacar de su rol de espectador o como un mero

consumidor de cultura, sino que tiene una función de creador y difusor de ella. Este ejercicio

logra hacer que logre construir conocimiento en cualquier situación que se le presente.

Por todo lo que sea planteando y considerado en este escrito, cuando se habla de arte

democrático no quiere decir que los museos sean gratis o que los artistas deben empezar a regalar

sus cuadros. De hecho va mucho más allá, se trata de se brinde una educación artística de calidad

por parte del sistema educativo y estas expandirla a un pensamiento social en donde el arte sea el

motor de la transformación, llevando a la comunidad a una visión creativa en donde ellos sean
libres de escoger su estética urbana, reflexionar entorno a ella y poder lograr lo esperado, que el

arte sea democrático.

A partir de lo planeado sobre lo que concierne frente al arte democrático o la

democratización del arte, surge la siguiente pregunta ¿cómo la democratización de arte ayuda

a fortalecer la memoria histórica de una comunidad? Respondiendo a esta pregunta

problemática considero que el simple hecho de involucrar a la comunidad a procesos artísticos

sociales, brindarles conocimiento y educación artísticas, estamos abriendo en su capacidad

crítica e técnica, la posibilidad de que ellos mismo puedan investigar sobre su pasado, para

entender su presente y afianzar su futuro, eso por medio de la gráfica muralista; en diferentes

países como México, se educó al pueblo por medio de murales y fueron los artistas en compas

con el gobierno de turno quienes le brindaron a la comunidad el derecho de entender su historia

por medio de pinturas en todo el territorio nacional, he ahí un gran ejemplo de democratización

de arte y sus efectos a la sociedad y la construcción y fortalecimiento de la memoria historia de

un pueblo.

Según (Moreno, 2016) plantea que, sin duda, las experiencias artísticas pueden

ayudar a mejorar la capacidad de una comunidad para afrontar sus problemas

cuando, por ejemplo, favorece la implicación comunitaria a través de facilitar un

proceso de construcción de una identidad común, o cuando canalizan un proceso

de sensibilización y toma de conciencia de un problema social.

Por consiguiente, incluir a comunidad a estos espacios artísticos, ayuda a crear por parte

de ellos mismos que son actores principales, la reconstrucción de una identidad cultural, siendo
ellos mismo, quienes conocen su historia. Esto le brinda a la comunidad empoderarse y

comenzar a utilizar herramientas propias de arte, para hacer pedagogía histórica cultural, por

ejemplo, en la comunidad de Atanquez pueblo indígena de la sierra nevada se hace la celebración

del Corpus Christi y para ellos ha sido una lucha poder conservar dicha tradición, y por falta de

herramientas pedagógicas que lleven a las nuevas generaciones a conocer su memoria histórica,

y es ahí en donde entra el muralismo, con su principal aporte y ese hacer pedagogía por medio de

la plástica, sabiendo que todo es visual. Este mural, fortalece, reivindica, es una agente

pedagógico y empodera a la comunidad haciéndola participe del proceso de construcción del

mural, por lo tanto el arte democrático y el fortalecimiento de la memoria histórica van de la

mano, y solo se logra si la comunidad se apropia de esos procesos.

En relación al texto anterior (LLANTÉN, 2018) plantea lo siguiente: Siendo el

muralismo una estrategia de enseñanza que involucra la participación activa del

alumno, la intervención de la comunidad, la comprensión de la información que

se busca y se provee y la constitución de un vínculo entre el conocimiento, los

alumnos y el contexto, esto se puede ver a raíz de que el proyecto se

institucionalizo y se está implementando en otros espacios académicos, siendo los

estudiantes del grupo muestra, los tutores de estas prácticas y realización de

trabajos.

Dentro del muralismo y su proceso de creación artísticas, he podido entender dentro de

mi oficio como artista, ciertas etapas o niveles propias del proceso, como lo son: la forma, el

contenido y la idea, estas trabajan de la mano para así lograr transmitir un concepto estético, en

caminado hacia la memoria histórica de una comunidad como tal.


Según (CASAS, 2017) El muralismo ha sido un medio efectivo para ejercer su

carácter social, en la medida que el artista usa este medio para comunicar

mensajes, no solo acerca de sus vidas y valores, sino también sobre sus

incontables luchas, demandas y necesidades como individuo del mundo. A pesar

de que el artista intenta apropiarse de un lenguaje colectivo y reconocible en la

sociedad para acercar al espectador, en algunas ocasiones su significado puede

tender a ser captado desde diferentes puntos de vista y no gozar plenamente de la

producción cultural del autor, pensado desde su intención inicial.

No obstante dentro de los pilares del arte existe la comunicación propia del arte, y es

necesario que el espectador pueda construir a partir de una imagen que en si puede contar parte

de la historia de una comunidad, pero desde los ojos del autor, podría considerar que es bilateral

yo lo llamaría una comunicación por parte del artista, la obra y el espectador.

El memoria historia es el producto de un pensamiento colectivo de un sentir de un

pueblo, establecido durante va pasando el tiempo, pero así mismo, también se va perdiendo, no

obstante por medio de los murales se puede hacer recuperar y fortalecimiento de ella.

Según (Lencinas) El arte mural popular o muralismo callejero es un ejemplo claro

de comunicación cultural y acusación, es un arte que concientiza por medio de lo

cotidiano atrayendo con sus colores a todos los que no acceden a las galerías de

arte ni museos, educa a través de la denuncia social, informa por medio de la

consigna diaria de acontecimientos.

La autora (Sánchez, 2008) habla sobre la importancia de democratizar los

procesos de memoria y la construcción de la misma, teniendo en cuenta las


realidades históricas concretas del país a partir de posconflicto. Lo que lleva a

cuestionarse sobre las formas de hacer memoria y como el arte se ha constituido

como una herramienta importante, que permite crear alternativas de acción

política en relación a expresiones artísticas, causando un impacto en las

comunidades y en la sociedad en general.

Lo que plantea la autora es que el arte permite abordar todos los aspectos socioculturales

e ideológicos que al ser narrado desde una gráfica subjetiva utiliza al interlocutor para transmitir

ese mensaje histórico. Causa en el pensamiento colectivo una sociedad capaz de conocer su

pasado.

El arte, de acuerdo con Hegel, es el primer paso mediante el cual una cultura

atraviesa las puertas de su historia y logra verse a sí misma de otro modo: ya no

desde la actualidad incontestable de la experiencia histórica, frente a la cual, una

vez ocurridos los hechos, la mirada reflexiva llega siempre “demasiado tarde”,

sino desde la creatividad de una perspectiva capaz de poner en movimiento la

inmovilidad de la historia pasada (Acosta López, 2016)

En relación al pensamiento de Hegel el reto del muralismo consiste en no desviarse de los

contextos históricos, apoyándose siempre en la comunidad que son quienes conocen su sentir

colectivo.

Para finalizar consideramos los diferentes aspectos que conlleva la democratización del

arte, como está siempre debe tener como actor principal a la comunidad, siempre haciendo saber

que ellos pueden libremente escoger y tener la facultad técnica e intelectual para poder dirigir

procesos artísticos, para su bien común y desarrollo de su sociedad.


Siempre la democratización del arte, debe de ir de la mano con los procesos artísticos que

buscan fortalecer a la sociedad, ya que para seguir con la construcción de la cultura y el proceso

artístico debe incluir a la comunidad, quien es realmente los que conocen sobre su vivir.

CONCLUSIÓN

En conclusión podría decir, que la sociedad en general sin tener el derecho a la participan

artística por parte del sistema, es una sociedad que puede carecer de ciertas capacidades para

poder desarrollarse dentro de cualquier sociedad.

Es importante seguir apostándole a los procesos artísticos, en donde la comunidad en

general participa, y ojala sea con sus saberes populares, que ellos puedan dirigir y apropiarse de

estos procesos artísticos, para lograr un arte democrático, que pueda llegar a cualquier rincón del

mundo, que todos puedan disfrutar y expresar desde lo individual hasta lo colectivo ese sentir

que los mueve como sociedad por medio de ya sea un mural.

Podemos concluir que el muralismo ayuda de manera macro al fortalecimiento de la

memoria historia, a la memoria colectiva que tanto se ha perdido hoy en día.

Como artista en mi oficio escribiendo este ensayo he caído en mi propia reflexión, y me

propuesto a replantear mi propuesta artística ante la sociedad, terminar con el ego que me baña y

comenzar a llevar mi proceso artístico a comunidades que necesitan de arte para sobrevivir

culturalmente. A eso le llamaría democratización de arte.


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