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Alumnos:
Métodos unidimensionales.
Escalas verbales:
Se han utilizado para hacer una descripción simple del dolor subjetivo. Estas
escalas sólo requieren que el paciente tenga un lenguaje adecuado para la
descripción. Melzack y Torgerson presentaron la siguiente escala para la
clasificación de la intensidad del dolor: leve, incómodo, angustioso, horrible e
insoportable.
- Difícil precisión del tamaño de cada una de las categorías. Asimismo, el espacio
entre las distintas categorías no se conoce, razón por la cual no se puede asumir
que las diferencias entre categorías sean iguales.
Escala ordenada.
La escala descriptiva simple presenta los valores de: no dolor, dolor leve, dolor
moderado, dolor severo, dolor muy severo y máximo dolor posible. Esta escala
también se puede utilizar para valorar el alivio del dolor: no alivio, alivio ligero,
alivio moderado y alivio completo. Las escalas de alivio del dolor permiten valorar
la eficacia de una pauta terapéutica. Se han utilizado en diversos estudios sobre
dolor postoperatorio y son fáciles de entender por la mayoría de los pacientes. Sin
embargo tienen algunas desventajas: carecen de sensibilidad para detectar
pequeñas variaciones en la eficacia del tratamiento, es difícil precisar el tamaño de
cada una de la categorías y el espacio existente entre las diversas categorías no se conoce.
Estas escalas son unidimensionales (son cuantitativas, no tienen en cuenta las
variaciones cualitativas), existiendo grandes variaciones en la interpretación de los
diversos términos de estas escalas.
Escalas numéricas.
Ideada por Scott Huskinsson en 1976, consiste en una línea horizontal o vertical
con los extremos marcados con dos líneas verticales, que representan la ausencia
de dolor y el máximo dolor, respectivamente. Su principal ventaja es que no
contiene número o palabras descriptivas. El paciente debe indicar , sobre una
línea continua, la intensidad de su dolor en relación con los extremos de la misma.
Aunque es un método relativamente sencillo, hay algunos pacientes (7-11%) que
son incapaces de completar la EVA, o la encuentran confusa; además no puede
aplicarse a pacientes en estado confusional o con déficits intelectuales. La EVA
también se puede utilizar para evaluar el grado de alivio de dolor; para ello en los
extremos de la línea se colocan la palabras “alivio completo” y “no alivio”. La EVA
es u método sencillo, sólido, sensible, fiable y reproducible, resultando útil para
reevaluar el dolor en el mismo paciente en diferentes ocasiones (figura 5). Hay dos
puntos importantes con respecto al uso del EVA y de las escalas descriptivas:
- El EVA proporciona mayor sensibilidad en la medición, aunque algunos autores,
aún aceptando esto, encuentran una consistencia estadística superior con las
escalas descriptivas.
La puntuación total de alivio del dolor ordinal es el parámetro más fiable para
diferenciar la eficacia analgésica de otros efectos relacionados con el fármaco. Se
obtiene sumando las puntuaciones de alivio del dolor realizadas por los pacientes
en cada observación y según la escala descriptiva 7.
Proponen la utilización de una escala táctil con 10 escalones, para la medición del
dolor postoperatorio en pacientes sometidos a cirugía oftalmológica. Asimismo,
podría ser útil en pacientes con dificultades en la visión, que les entorpeciera la
utilización de la EVA.
Escala de Branca-Vaona.
Alodinia:
Hiperalgesia:
Los cuerpos celulares (somas) de las fibras aferentes primarias que inervan los nociceptores
periféricos están emplazados en los ganglios raquídeos y sus ramas centrípetas llegan a través de
las raíces dorsales a la médula espinal (sustancia gris del asta posterior) donde establecen
interconexiones neuronales antes de ascender hacia centros superiores. Sin embargo, el 30% de
las fibras mielíticas que acceden a la 36 médula por el asta anterior son también fibras
nociceptivas, un 70% de ellas somáticas y el 30% restante viscerales.
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