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LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
ALUMNOS:
-AYALA GALÁN VANESSA MISHELL
-GARCÍA COSTILLA BRISA ITZEL
-MARTÍNEZ GUADARRAMA ALEJANDRA
-PÉREZ ROJAS HÉCTOR
UNIDAD DE APRENDIZAJE:
SEMINARIO DE FUNDAMENTOS DE TANATOLOGÍA
DOCENTE:
DRA. EN C. DE LA S. JOVITA OCAMPO CONTRERAS
Para explicar de mejor manera qué es una crisis, pasemos a recordar que todo ser
humano sin excepción alguna se ha enfrentado a lo largo de su vida a circunstancias
adversas como la pérdida de un ser querido o de una mascota, desempleo, una
ruptura amorosa, etc. Son estas circunstancias las que hacen que en el individuo
posea competencias y habilidades que lo hagan sobrevivir en el medio adaptándose.
Una situación adversa afecta tanto de manera psicológica como física o inclusive
ambas refiriéndonos a las situaciones donde una persona se encuentra enferma y el
personal médico resalta y obliga al paciente a contar con un punto de apoyo que lo
motive a seguir viviendo a pesar de las circunstancias pues tras ocurrir una falla
orgánica la parte psicológica viene a ser la más afectada por no saber lo que ocurrirá
estando a la deriva de lo que se vendrá.
Es cierto que a lo largo del tiempo se han creado estrategias para apoyar a las
personas tras pasar por un momento de crisis, pero también recordemos uno de los
principales fundamentos de la psicología que nos dice que no todas las mentes son
iguales, puesto cada una se ha desarrollado en diferentes entornos y no han
vivenciado las mismas cosas, o incluso si la persona vivencia de nueva cuenta una
situación pasada ésta no va a reaccionar o actuar de la misma manera puesto que
las capacidades, los recursos, las estrategias y los mecanismos personales de
afrontamiento de la experiencia adversa siguen enriqueciéndose por la experiencia
ya tenida.
Existen muchos casos donde el ser humano no se siente capaz de llegar a ese cambio
que trae consigo la adversidad puesto que se encuentran involucrados diversos
elementos y buscan ayuda de un profesional que pueda servirles darles ese
acompañamiento a lo largo de su proceso para poder encontrar las respuestas que
por sí solo no sabe sacar a la luz y trabajar sobre de ellas. Es aquí donde la labor del
psicólogo entra en juego y que muchas veces es mal vista por la sociedad pues la
persona cuando decide asistir a un proceso terapéutico va a enfrentarse con eso que
tanto le causa dolor y sufrimiento, que por más que uno quiera hacerlo solo es casi
imposible pues en momentos de más oscuridad el estar en compañía de alguien que
puede ayudarle hace más amena esa carga tras verlo desde otro punto de vista.
Por el contrario, cuando una persona no es resiliente ésta puede llegar a desarrollar
un proceso patológico que puede manifestarse tanto en el plano físico (enfermedades,
dolor, fatiga, como mental ansiedad, depresión, social aislamiento, incomunicación) y
espiritual (vacío existencial, cansancio vital, pocas o ninguna gana de vivir).
El hecho de vivir una crisis hace que el ser humano tome decisiones, decisiones que
de acuerdo a esa circunstancia producirán un cambio radical en su futuro y que por
la carga emocional puede conducirlo por otro camino diferente a lo que se esperaba
conseguir.
Las situaciones adversas nos vienen a dar un cambio a la vida debido a que es donde
la persona se da cuenta de que los únicos límites que tiene se los ha puesto a sí
misma. Todas las experiencias vienen acompañadas de un mensaje y depende de
cada uno de nosotros verlo y darle un sentido a nuestra vida con él.
En esos momentos donde uno se siente más mal es cuando se arrepiente de no haber
disfrutado y valorado aquellos momentos donde se sentía bien y que ahora va en
busca de volver a ellos pero ahora sabiendo la importancia y el significado que tiene
para sí mismo… O resumido en una palabra: Disfrutar.
Para concluir este capítulo, recapitulamos que una experiencia de crisis será
afrontada de la manera en cómo la persona lo decida y que ésta puede ser detonada
por un acontecimiento positivo o negativo. Es a través de la crisis que viene consigo
sentimientos como la desesperanza haciendo alusión a la ruptura de algo que se debe
de resolver para lograr una adaptación de la realidad y saber cómo seguir a través de
la inteligencia, puesto que se ve comprometida la persona misma como su existencia.
Y dependiendo de la reflexión obtenida es cómo irá creciendo el sentido que tiene la
vida que preparará al ser humano para encarar todo lo que se venga por delante aún
por muy alta que sea la adversidad.
El término «resiliencia» procede del latín resilientia, que puede tener varios
significados: rebotar, resistir, volver al estado original, recuperar la forma
originaria tras experimentar una torsión, un golpe, una deformación. Implica, por
tanto, las ideas de resistencia, plasticidad, flexibilidad, adaptación, fortaleza, entre
otras de similar naturaleza semántica.
Fue adoptado por las ciencias sociales para caracterizar a aquellas personas que a
pesar de nacer y vivir en condiciones de alto riesgo experimentan un desarrollo
psicológico sano y llegan incluso a ser personal y socialmente exitosas.
No obstante, hay que tener en cuenta que, obviamente, los factores de riesgo -por
ejemplo, dinámica familiar disfuncional, maltrato, abuso, circunstancias familiares
negativas, pobreza, problemas crónicos de salud, amenazas vitales como las
guerras, entre otros-y los factores de vulnerabilidad no pueden ignorarse, con lo que
la perspectiva de riesgo, vulnerabilidad y resiliencia, más que oponerse se
complementan.
Como diría Viktor Emil Frankl (2004), fundador de la logoterapia, las circunstancias
condicionan, pero no determinan.
El término sugiere que esa resistencia se aplica a todos los sucesos de riesgo;
pero eso es imposible, pues las características que forman la resiliencia varían en
función del suceso desfavorable.
Por otra parte, una persona no es siempre y absolutamente resiliente -es decir,
no es inmune frente a la adversidad-, sino que puede experimentar momentos
de flaqueza y alta vulnerabilidad. Eso hace que el medio, el contexto social,
sea importante -en ciertas ocasiones, determinante-en el proceso de resistencia y
superación de la adversidad por parte de un individuo.
Según el psiquiatra español Luis Rojas Marcos (2010), hay dos factores que dificultan
el proceso de resiliencia:
A este diagnóstico, estos autores añaden una terapéutica, que descansaría sobre los
siguientes pilares:
Estos dos capítulos nos vienen a hablar de lo que es enfrentarse a una experiencia
de crisis y cómo es que logra la resiliencia a través de estos acontecimientos puesto
que se busca encontrar un sentido de vida. El ser humano no está nunca exento de
que no va a pasar por alguna circunstancia que le genere dolor o sufrimiento pues
son este tipo de eventos donde se adquiere madurez, habilidades y conocimientos
para aprender a tomar decisiones en situaciones difíciles y obtener experiencia que
lo hagan seguir adelante.
Es por eso que cuando se habla de crisis viene en conjunto la resiliencia que nos dice
que cada persona vive las experiencias de vida como decidan de acuerdo a la actitud
con la que se enfrente y su postura ante la realidad. De las cosas negativas como de
las buenas se pueden sacar cosas que al ser humano le van a servir a futuro pero
teniendo en cuenta que el ser humano tiene la capacidad de adaptarse al medio y
que muchas veces es un proceso complicado pero que con punto de apoyo puede
lograrse.
Dentro del primer capítulo, concuerdo que dentro de la resiliencia tiene que ver las
experiencias y el entorno en el que el individuo se fue desarrollando, y que a pesar
de eso, ya sea que cuente con algún apoyo moral o emocional al momento de superar
un duelo es recomendable tener la ayuda de un profesional en el área, esto con la
finalidad de que el proceso de superación sea de forma eficaz y evitar a que vuelva a
recaer.
Esta lectura me hizo pensar en las situaciones tan complejas por las que pasa tanta
gente, estas mismas situaciones provocan ciertas crisis en las personas y relacionado
a ellas también existe la resiliencia para superar las adversidades, sin embargo
también entiendo que estas complicadas situaciones no afectan de manera igual a
todas las personas, hay quienes tienen cierta resistencia mayor o menos a cómo
enfrentan las crisis y adversidades, no solo depende de la persona en sí, sino también
de los factores bio-psico-social en los que se encuentran las personas y considero
que es algo importante para tomar en cuenta para tratar casos de duelo o en el área
psicoterapéutica.
Referencias