Está en la página 1de 6

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE HONDURAS

Centro Universitario Regional del Centro


UNAH-CURC

Clase:
Legislación y Práctica Aduanera II

Sección:
1400

Catedrático:
Héctor Alejandro Núñez Mejía

Actividad:
Actividad de Aprendizaje No.4 III-Unidad

Estudiante:
Sirlen Yasmin Calix Cabrera

Nº de cuenta:
20201900333

Fecha de entrega: 24/04/2023

Métodos o Modelos de Gestión Aero Portuaria


Los recintos aeroportuarios dan cabida en sus instalaciones a multitud de
servicios y actividades. Sin ánimo de exhaustividad, cabría distinguir las
siguientes68:
 Los servicios aeronáuticos relativos al control del espacio aéreo.

 Los servicios aeronáuticos que sirven para instrumentar la ordenación


del tránsito y la ordenación del transporte.
 Los servicios aeroportuarios que, por su naturaleza y función, pueden
estar encomendados a una autoridad pública, pero no aeronáutica
(aduanas, policía, seguridad exterior e interior, etc.).
 Los servicios que, no siendo estrictamente aeronáuticos, puedan tener
incidencia en ellos y que, por el volumen del tráfico del aeropuerto
resulten imprescindibles para su buen funcionamiento.
 Las actividades que se realicen en el recinto aeroportuario y que,
teniendo especial trascendencia para la explotación económica del
aeropuerto, no puedan ser incluidas en ninguno de los supuestos
anteriormente citados.
La gestión directa e indirecta de los aeropuertos

Los aeropuertos, en función de su titularidad, pueden clasificarse en públicos


(si su titular es una entidad pública) o privados (propiedad de un sujeto
privado). Con independencia de la organización territorial de cada Estado,
lo cierto es que los aeropuertos más significativos suelen ser de titularidad
pública y, en especial, de titularidad estatal. Pues bien, a la hora de elucidar
la forma concreta que adoptará la gestión de los aeropuertos de titularidad
pública, se puede optar por una gestión directa en la que la entidad pública
conserva la dirección inmediata de la gestión o por una gestión indirecta,
donde la autoridad pública cedería la gestión inmediata a la iniciativa
privada, reservándose su control y reglamentación.

El Estado puede optar por un modelo de gestión directa en el que no quepa la


participación de las entidades territoriales menores. En este caso, la fórmula
organizativa podría adoptar las siguientes formas:

 Gestión directa centralizada: Sin creación de ninguna organización


personificada. La gestión se efectuaría directamente por los órganos
administrativos incardinados en el Departamento Ministerial
correspondiente.

 Gestión directa descentralizada funcionalmente: La gestión es


encargada a un ente público

—organización personificada en régimen de Derecho Público— dependiente


del Estado.

 Gestión directa descentralizada en régimen de derecho privado: A


través de la creación de sociedades mercantiles de titularidad estatal.

Ahora bien, si se pretende garantizar la participación de las regiones o


municipios es obligado barajar las alternativas para organizar una actuación
gestora que, obviamente, se presenta como más compleja. Tres alternativas
se presentarían como las más apropiadas: la consorcial, la societaria y el
modelo de las autoridades portuarias españolas 99.

a) La forma consorcial

Con el término consorcio se hace referencia a entidades públicas de


naturaleza corporativa formadas por la agrupación de varios entes
administrativos con la finalidad de una gestión común 100. Estas corporaciones
interadministrativas pueden ser:

 Homogéneas, esto es, formadas por entidades de la misma naturaleza


(varios municipios),

 Heterogéneas, agrupando entidades diferentes (regiones, municipios,


entes institucionales, etc.).

Este tipo de entidades públicas está sometido a un régimen financiero distinto


a los que puedan vincular a una sociedad de titularidad pública o una
fundación. No obstante, presentan la indudable ventaja de que, debido a su
personificación en régimen de Derecho Público, pueden ser investidas de
potestades públicas (de especial trascendencia en los ámbitos patrimonial,
contractual y sancionador). Así pues, si tales privilegios para actuar en el
tráfico jurídico se erigen en conditio sine qua non de su existencia,
compensarían su mayor rigidez desde el punto de vista presupuestario.

En cuanto a la financiación, el consorcio puede obtener fondos del erario


público; sin embargo, ello tampoco constituye, en sí mismo, un elemento
característico del que carezcan las fundaciones y las empresas públicas.
Estos dos tipos de entidades también pueden percibir fondos con cargo a los
presupuestos, si bien su presupuesto de ingresos debería, en principio, estar
basado en un modelo de autofinanciación.

La institución consorcial resulta ciertamente propicia cuando se pretenda la


gestión de una materia caracterizada por elevadas cotas de interrelación
competencial, esto es, un ámbito sustantivo en el cual converjan, con
tendencia a una eventual situación de conflictividad, varias Administraciones
Públicas. Así, logrando que tales instancias participen en una misma
organización se consigue, con mayor facilidad, el consenso.

Se presenta, pues, el consorcio como una organización para la cooperación


y/o coordinación, presentándose como una opción válida para los fines de
gestión deseados; no obstante, su sumisión a Derecho Público puede deparar
una cierta rigidez en su funcionamiento.

b) La forma societaria

El concepto legal de sociedad mercantil se suele caracterizar por un doble


elemento:

 Material o real: la naturaleza de la actividad realizada. Esto es, una


actividad incluida dentro del amplio concepto de “comercio”.

 Formal: la especial forma de constitución, en base al Derecho Mercantil.

La figura de una empresa pública —participada mayoritaria o exclusivamente


por entes públicos— presenta, entre otras, la ventaja inherente a toda
sociedad mercantil no personalista, esto es, la limitación de la responsabilidad
al capital social, con lo cual las eventuales pérdidas que se puedan producir
por gestiones no acertadas quedarían a cargo, exclusivamente, de la
aportación efectuada por los socios en el momento de la constitución o, con
posterioridad, fruto de las ampliaciones de capital efectuadas. El principal
inconveniente de esta fórmula organizativa es la imposibilidad de ser titular de
potestades administrativas, lo cual le priva de la utilización de tales privilegios
en el tráfico jurídico.

En España, el modelo de gestión basado en la figura de las sociedades


mercantiles ha sido defendido por la Comunidad Autónoma de Cataluña 101.
Esta alternativa se basaría en la constitución de un gran Holding de
Aeropuertos Españoles (AENA) y una red de Sociedades Aeroportuarias (en
las que participarían AENA, las entidades territoriales y el sector privado)
dotadas de un Consejo de Administración profesionalizado y altamente
cualificado. En definitiva, Cataluña propone que le sean transferida la gestión
de ciertos aeropuertos (Girona, Reus y Sabadell), así como que se promueva
una gestión participativa, en el modo antes visto, para el aeropuerto de
Barcelona.

c) El modelo de las autoridades portuarias españolas

La posibilidad de aplicar el modelo de la gestión de los puertos españoles de


interés general del Estado a los aeropuertos ha sido propuesta,
recientemente, en un informe evacuado por la Federación Española de
Municipios y Provincias102.

El modelo de gestión de los puertos españoles de interés general del Estado


se basa en la existencia de un ente de derecho público, Puertos del Estado,
que se rige por su legislación específica, por las disposiciones de la Ley
General Presupuestaria que le sean de aplicación y, supletoriamente, por la
Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la
Administración General del Estado.

Operaciones Aero portuaria


Las actividades principales son: información, despacho de
billetes, facturación, documentación y control de pasajeros y
carga, recogida de equipajes, controles de seguridad, aduanas,
sanidad, migración, embarques.

Incluye la Terminal de Pasajeros, de Carga y otros edificios. En


cuanto a los servicios a prestar, destacamos la venta de billetes,
la facturación y el embarquer, restaruación y comercios,
inmigración y aduanas…

En el lado aire, destacamos el área de movimiento subdividida


en el Área de maniobras y en Área de seguridad, los principales
servicios a prestar son: guiado de aeronaves en tierra,
estacionamiento, traslado de pasajeros, handling a aeronaves,
suministro de combustibles, mantenimiento en línea de aaviones,
limpieza, carga y descarga, comunicaciones, metereología,
control de tráfico aéreo, extinción de incendios…

También podría gustarte