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El nexo entre el concepto y su expresión verbal es análogo al que existe entre juicios y
oraciones, pero no debe confundirse unos de otros.
El concepto se expresa normalmente a través de las voces de un idioma, pero puede darse
el caso que se piense en un concepto sin auxilio de la lengua.
Los conceptos deben distinguirse también de los objetos a los cuales estos se refieren ya
que si bien toda noción posee eso que en lógica se denomina -correlato objetivo-, es claro
que una cosa es siempre distinta del término con el cual la designamos, ya que se encuentra
en un plano distinto, el plano de la realidad material que se diferencia claramente del plano
de la realidad mental en el cual se desenvuelve el pensamiento lógico.
En el caso del derecho, el concepto -sujeto de derecho- no debe confundirse con la persona
física objeto de la imputación. No hay que confundir el plano de la prescripción normativa
(predicado relacional de un juicio jurídico) con la conducta objeto de ese juicio, que se ubica
en el plano de la realidad material.
Debe distinguir el concepto, en tanto que tal, del acto psicológico de pensar. El acto de
pensar no se confunde con lo pensado, ni lo pensado es algo que exista en virtud del
pensamiento, dado que, inclusive, los conceptos abstractos pueden considerarse como
independiente del pensamiento (un triángulo, por ejemplo).
Un juicio como -el todo es mayor que sus partes- no se identifica con el acto de quien lo
piensa, ni es creación o producto de su espíritu. Esto se demuestra fácilmente si
consideramos que, tanto el concepto como el juicio pueden ser objeto de un número
indefinido de procesos mentales sin perder por ello su unicidad.
Si pensamos diez veces el concepto -pentágono-, la noción, diez veces pensada por un
apersona, no deja por ello de ser una, ni de permanecer idéntica a sí misma, lo que no
podemos decir de los correspondientes actos.
Po lo tanto, la prueba de que los conceptos difieren de los actos por medio de los cuales los
pensamos, radica en que la reiteración del acto no multiplica el concepto ―precisamente
porque éste no es engendro del pensar, sino entidad independiente.
El concepto es toda unidad ideal de significación, y dado que hemos señalado que no deben
confundirse ni con los vocablos que eventualmente los envuelven, ni con los objetos que
constituyen sus correlatos, ni con el acto psicológico de que alguien los piense, debemos
entender que un concepto es sólo una especie de ―partícula elemental del pensamiento,
o dicho en otras palabras, los conceptos son significaciones elementales referidas a objetos.
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FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES
LOGICA JURIDICA
MATERIAL No. 3.
El contenido de un concepto tiene que ver, por lo tanto, con lo que en lógica general se
denomina la -intención- o comprensión de un concepto.
FUENTE BIBLIOGRÁFICA: Pag. 15 16 García Maynez, Eduardo: Lógica del concepto Jurídico,
Fondo de Cultura Económica, México, 1959, p. 23. García Maynez, Op. cit., p.31. 11
Los conceptos jurídicos pueden clasificarse de acuerdo con los siguientes criterios:
A) desde el punto de vista de los objetos a que se refieren;
B) desde el punto de vista de su extensión;
C) desde el punto de vista de su contenido; y
D) desde el punto de vista de sus relaciones recíprocas.
2) Conceptos ontológico jurídicos. Hemos visto con anterioridad que el concepto, en tanto
que unidad significativa, se encuentra en un plano intermedio entre la palabra y el objeto,
pero lo esencial es que todo concepto se refiere siempre a un objeto o sea que posee un
correlato objetivo. De esta manera, los correlatos objetivos de los conceptos ontológico-
jurídicos poseen objetos de tipo material o bien de carácter concreto al cual hacen
referencia, siendo esto lo que sucede con los conceptos referidos a hechos jurídicos, a
consecuencias de derecho, a la conducta objeto de esos deberes y derechos o bien a los
sujetos de la relación jurídica. De aquí se deriva una clasificación en conceptos de tipo
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FUENTE BIBLIOGRAFÍCA: García Maynez, Eduardo: Lógica del Concepto Jurídico, F.C.E.,
México, 1959, p. 105.1
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1) conceptos simples, son aquellos que se componen de un solo término (por lo tanto que
requieren menos notas para su definición, y son más extensos, aunque menos
comprensivos), tales como los conceptos de "trabajador", "patrono", "contrato",
"campesino", "pena", "delito", "sentencia", "auto", "pagaré", "cheque", etc., mientras que
2) complejos o compuestos son aquéllos que necesitan de varios términos para expresarse,
como por ejemplo, los conceptos de "escritura pública de testamento" ya señalado, o bien
el concepto de "sociedad en comandita por acciones", "homicidio calificado", "posesión
registrada de un inmueble", "accesión por incorporación a bienes inmuebles", "jurisdicción
de los jueces ordinarios", etc., etc.
Compatibles: Son aquéllos conceptos a los cuales les corresponde una esencia cuya
materia es idéntica a la suya, o sea que poseen ambos un contenido adecuado, como
sucede en los conceptos de "derecho subjetivo" y "ejercicio potestativo", ya que es
inherente al derecho subjetivo la posibilidad de actuar o no de un modo determinado.
Con ello resulta claro también que conceptos, tales como "deber jurídico de
cumplimiento potestativo" es un concepto complejo de carácter imposible o
incompatible, ya que ningún deber jurídico puede considerarse como librado, en su
cumplimiento, a la potestad del sujeto. Por lo tanto, este término encierra una
contradicción, un contrasentido, y es un concepto claramente incompatible. Lo mismo
puede decirse de conceptos comunes, tales como "cuadrado redondo" o "círculo
rectángulo" que son evidentemente incompatibles o de otros conceptos complejos,
tales como "dictadura democrática" o "delito conforme a derecho", que son conceptos
absurdos.
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