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El documento discute el concepto de conocimiento situado, el cual establece que el conocimiento está siempre enmarcado por el contexto histórico y las relaciones de poder. Según Donna Haraway, todos los sujetos del conocimiento están influenciados por las tecnologías semióticas de su época, lo que afecta su percepción de la realidad. Además, ningún conocimiento es neutro ya que depende del lugar y tiempo en que se enuncia. Finalmente, el documento menciona que este enfoque también se puede aplicar al análisis de la novela
El documento discute el concepto de conocimiento situado, el cual establece que el conocimiento está siempre enmarcado por el contexto histórico y las relaciones de poder. Según Donna Haraway, todos los sujetos del conocimiento están influenciados por las tecnologías semióticas de su época, lo que afecta su percepción de la realidad. Además, ningún conocimiento es neutro ya que depende del lugar y tiempo en que se enuncia. Finalmente, el documento menciona que este enfoque también se puede aplicar al análisis de la novela
El documento discute el concepto de conocimiento situado, el cual establece que el conocimiento está siempre enmarcado por el contexto histórico y las relaciones de poder. Según Donna Haraway, todos los sujetos del conocimiento están influenciados por las tecnologías semióticas de su época, lo que afecta su percepción de la realidad. Además, ningún conocimiento es neutro ya que depende del lugar y tiempo en que se enuncia. Finalmente, el documento menciona que este enfoque también se puede aplicar al análisis de la novela
El concepto de conocimiento situado tiene como base el pensamiento de Marx, al declarar que “La consciencia no puede ser nunca otra cosa que el ser consciente, y el ser de los hombres es su proceso de vida real” (21). Esto quiere decir que el conocimiento que crean las diferentes subjetividades está siempre enmarcado en un contexto histórico. Donna Haraway, quien introduce el término en los estudios feministas, para enmarcar cómo todos los sujetos del conocimiento estamos atravesados por tecnologías semióticas que afectan nuestra percepción de lo que entendemos como realidad (321). Por ende, cualquier intento de llegar a una verdad absoluta de cualquier tema está siempre atravesado por el lugar y tiempo de enunciación, lo cual hará que ningún conocimiento sea neutro y no esté atravesado por las relaciones de poder. Esta limitación del conocimiento afecta a las identidades, puesto que nuestra definición de nosotros mismos está atravesada por el conocimiento de la época histórica, para ello Haraway lanza las siguientes preguntas que considero fundamentales: “¿Qué identidades están disponibles para poner la base de ese poderoso mito político llamado nosotras?, ¿Qué podría motivar nuestra afiliación a tal colectividad?” (264-265). El concepto se puede aplicar a la novela El vampiro de la colonia Roma de Luis Zapata