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En una primera instancia me resulta necesario poder definir el concepto de alteridad

desde una perspectiva general orientada a su versión académica antropológica que la


concibe por “…captar el fenómeno humano de un modo especial” (Pag.19, Krotz,
1999). La metodología aplicada actual se expresa en el relacionamiento con el otro que
no conforma mi grupo, es decir moviéndose en el campo de lo extraño, lo ajeno por
ende lo desconocido. En definitiva, la alteridad está vinculada inevitablemente a la
experiencia.

Lo interesante es la compresión del otro pero negándolo “…con respeto a sus


particularidades individuales (…) sino como miembro de una sociedad, como portador
de una cultura…” (Pag.20, Krotz, 1999). Significa que la condición del sujeto se basa en
una tradición material y espiritual que lo constituye, que lo atraviesa y lo integra dentro
de un colectivo que también lo reconoce. La alteridad tiene la condición de que “…
siempre se entra al campo de la visión en conjunto de la otra cultura  y cada elemento
particular es contemplado dentro de esta totalidad cultural…” (Pag.20, Krotz, 1999).
Con esta definición general sobre cómo se construye el discurso del conocimiento en la
antropología de forma sintética expresando concepto global aplicado sobre el análisis de
la categoría, intentare ingresar a problematizar y describir las complejidades que este
espacio de intercambio y encuentro con el otro genera en el modelo de producción de
conocimiento occidental. Esta relación se establece dentro de paramentó relativo “…una
cultura definidos exclusivamente merced a la relación que guardan con el observador”.
Se nos plantea dos discusiones teóricas, a partir del enunciado anterior, que mediante el
ensayo teórico Edward Said en su obra el Orientalismo tratare el tema. La primera es el
vínculo de la producción intelectual, el conocimiento y el individuo productor mientras
que la segunda parte y por el otro lado incorporar el concepto de dominación centrado
en esquemas de poder en relación con la cultura.
Reflexionado sobre el asunto en cuestión nos explica Edward Said que sumamente
inocente pensar que la producción del conocimiento se desliga completamente del
individuo, es imposible disociar la producción con el productor intelectual del mismo.
El conocimiento es un producto intelectual del individuo, por ende estará atravesado y
determinado en función de “…su circunstancia de vida, de sus compromiso (conscientes
o inconscientes) con una clase, con un conjunto de creencias, con una posición social o
con una mera condición de miembro de una sociedad.”( Said;2016:31).
La producción escrita va a estar determinada ya que considera que “…todos los textos
tiene vinculo con el mundo y con sus circunstancias de acuerdo con unas
condiciones…”(Said;2016:48).
No pueden ser ajenas a la misma, sino que existe una relación de interdependencia de
acuerdo al en que fue producida contexto histórico sino también a las condiciones
legitimadoras aceptadas del discurso vigente.
En la actualidad, la producción del conocimiento académico en occidente ha adquirido
una dimensión limitada, trasformando determinados discursos relativos en absolutos de
contextos universalistas, legitimidad en función de “…la concepción de que todo
conocimiento está constituido por ideas no políticas…” (Said;2016:31).
La diferencia sustancial entre lo que plantea Michael Foucault y Edward Said, es
importancia que le otorga a la individualidad ya que reflexiona sobre la “…de manera
determinante en ese cuerpo de textos colectivo y anónimo que constituye una formación
discursiva…”(Said;2016:48)

Retomando el concepto del conocimiento académico discursivo, como verdadero y


legitimo que se caracteriza por ser totalmente distinto a la político tratando de
diferenciarse del mismo, en realidad “…no hace más que ocultar las condiciones
políticas oscuras y muy bien organizadas que rigen la producción de cualquier
conocimiento.” ( Said;2016:31).
Su investigación influenciada por la teoría sociológica Foucaultiana sobre el análisis del
poder presenta algunas particularidades singulares. Dentro de su esquema de
pensamiento logra asociar dos modelos que parecen antagónicos como es el análisis
estructural marxista de Antonio Gramcsi pero dirigidos a estar enfocados a los
dispositivos materiales de dominación con encuadre Foucault aplicadas a las sociedades
democráticas occidentales.
Los dispositivos de poder presentes en nuestra sociedad son múltiples, diversos y
heterogéneos pero logra sinterizarlos y agruparlos en dos grandes categorías propias de
encuadre estructural Gramcsiano: una la denomina sociedad política mientras que la
otra la llama sociedad civil. La primera está conformada “…por instituciones estatales
(el ejército, la policía y la burocracia central) cuya función dentro del Estado es la
dominación directa” (Said;2016:26).
Mientras que la sociedad civil en el marco de las democracias liberales o sociedades en
donde no se establezca formas totalitarias, está formada por asociaciones voluntaria, que
la describe con organizaciones de cierto carácter racional pero su forma de imposición
no corresponde de manera vertical coercitivas a diferencia de la política sino que
presentara formas de dispositivos más sutiles sobre el plano de la subjetividad del
individuo. Dentro del espacio de sociedad civil es en donde se produce, funciona y
circula la cultura en el contexto“…donde la influencia de las ideas, las instituciones y
las personas se ejercen, no atreves de la dominación sino a través de los que Gramcsi
llama consenso.” (Said;2016:26).
Dentro marco de análisis en relación al poder, la dominación estaría dada de manera
indirecta ya que “…ciertas formas culturales predominan sobre otras y determinadas
ideas son más influyentes que otras, la forma que adopta esta supremacía cultura es lo
que Gramcsi llama hegemonía cultural” (Said;2016:26).
En el marco de esta lógica racional occidental operante, de características binaria de
oposición que determina y atraviesa a la categoría alteridad es necesario describir la
relación entre la noción colectiva e identificadora de lo que denominamos “nosotros” y
los otros que son los que no forman parte de “nosotros”. Este conjunto de
representaciones simbólicas e idea han siendo el “… componente principal de la cultura
europea es precisamente aquel que contribuye a que esta cultura sea hegemónica tanto
dentro como fuera de Europa”.
Este imaginario identitario construido de manera artificial arbitrario histórico crea una
división “geográfica imaginaria” según Said,
Dicha identidad del “nosotros” frente al resto, como he venido planteando ha de ser
dominante se autoproclama natural se va a ir construyendo en base a un discurso de
carácter arbitrario jerarquizado sin otra justificación que su propia existencia. Su
existencia está determinada en función a ejercer el poder, condicionando “… las bases
de los efectos de sentido que fundamentan la cosmovisión vigente, unos sentidos que se
han “sedimentado”, imponiendo un logos concreto a todo lo demás de forma
excluyente.”

En definitiva, comprendemos que la relación que se establece no es dicotómica, sino al


contrario la dominación, es la proyección y construcción propia de la alteridad se
manifiesta en la existencia propia de la otredad misma. Esta manera de entender el
intercambio desigual que se establece en relación al otro, encontrara su fundamento el
ensayo lingüístico tomada por el filosofó argelino Jacques Derrida.

A través del análisis del lenguaje aplicado expondrá “…la teoría del significado por
oposición al problema de la definición, construyendo una crítica al sentido impuesto,
logo centrismo, y a la voz privilegiada, fono centrismo…”(Zarzo; 2020:131)

En consecuencia, el conocimiento con el otro en el imaginario europeo se basara


precisamente en una relación que se establece siempre de superioridad que trata de
justificarse a través de construcciones históricas de discurso. Se busca mecanismo de
normalización para establecer mediantes diversos dispositivos. En el ensayo nos
enuncia los diferentes mecanismos de jerarquización autócrata que posicional en estado
natural al lenguaje expresado en el centro de la metrópolis colonialista otorgándoles un
sentido original universal unitario y sobretodo verdadero. A corresponder por ende la
relación a la opresión en la que se identifica el colono se establece en función “…la
identidad dominante es un efecto de sentido que se impone ocultando su impureza”.
(Zarzo; 2020:133)

La inclusión de esta teoría lingüística, se argumenta en atribuirle al lenguaje la función


de articular y estructurar nuestro pensamiento occidental, me contribuye a reflexionar la
mentalidad por medio de su texto a Orwell atreves del concepto del logo centrismo
condiciona y crea el sentido de la lógica racional “…la escisión conceptual entre el
“afuera” y el “adentro” que da cobertura a otras contraposiciones como la de “ellos”
frente a “nosotros” presentan fronteras totalmente artificiales”.(Zarzo;2020:136)

Esta construcción histórica sobre el otro por parte, se aplica en un imaginario geográfico
artificial que van a ir construyendo sus identidades nacionales por medio de la lógica del
logo centrismo. Pero dentro de este esquema imaginario geopolítico encontramos
relaciones de asimetría de poder.
No, hay un intercambio de relacionamiento mutuo entre las regiones consideradas
unitarias sino al contrario existen denominado “potencia” o metrópolis europeas,
desarrollaron sobre las naciones o comunidades periféricas expondría según Edward
Said que la producción del conocimiento dentro de las relaciones del capitalismo, están
determinadas por una relación directa e inseparable con otro campo de poder que es el
Imperialismo.
En este marco sociológico es necesario poder categorizar al imperialismo desde una
óptica de ser una doctrina política y que como todo conjunto de ideas teorizadas se
desarrolla en el campo de la practicas en forma convertidas en “…mecanismos han sido
investidos, doblegados y trasladados hacia las modalidades de dominación
global”( pag.3,Sesto,2005) .
En este sentido, la alteridad debe ser aborda desde una perspectiva analítica crítica, a
través de enfoques que tiene la propiedad de ser complejos con la intencionalidad de
buscar espacios amplios de interpretación. Es decir, partiendo de la base de construir
espacios intersticiales de análisis entre las diferentes disciplinas del saber humanístico,
para luego tener modelos de estudio con la finalidad de interpretar los diversos procesos
complejos que atravesaban la realidad social. Para continuar con los objetivos iníciales
planteado tratare de adentrarme en dos espacios de dimensiones distintas pero muy
interrelacionados entre si y diríamos casi inseparables como es el internacionalismo
dentro del marco coyuntural de la guerra civil española y por otra parte los conflictos
políticos regionales acaecidos en la primavera de Barcelona 1937.
Las principales corrientes o teorías fueron las funcionalistas y marxistas, que se
caracterizaban por centrar y construir su análisis, en función a una lógica binaria
unidireccional, estableciendo relaciones de opuestos entre “…procesos de dominación
y la violencia que se ejercieron sobre los vencidos, diferentes y extranjeros.”(pag.2,
Sesto, 2005). La crítica a estos modelos de análisis se centra según la historiadora
Carmen Sesto en sus posición estática de relaciones de dominación, en su forma
mecánica simplista de reproducción del poder y que las mismas relaciones de
dominación están expresados en los modelos jurídicos en que se rige la sociedad.

La historiadora plantea enfocar y abordar la alteridad desde otra perspectivas acorde a la


necesidad actuales de tratar de complejizar y problematicen la producción de los
discursos pertenecientes al campo de la historiografía tradicional atreves de categorías
de análisis expuesto por Michael Foucault en relación a los espacios y ejecución del
poder.

La finalidad de focalizar este encuadre metodológico regido bajo la orientación de


evidenciar “…los mecanismo a través de los cuales se generaron y establecieron los
“otros” como sometidos, excluidos, oprimidos o vencidos.”(pag.2, Sesto, 2005).

Estos dispositivos de poder que sujetan al individuo “que no puede esclarecerse, en una
tensión preventiva entre fuerzas que están signado por una continua apropiación y
desapropiación de la dominación ya que deben operar en la
multiplicidad…”(Sesto;2005:11).

Este modo analítico Foucaultiana de estudiar la categoría, nos permite diferenciar en


espacios de relaciones sociales regionales o locales en sus“…diversas formas de
dominación, los operadores materiales, las formas de sujeción y los dispositivos
estratégicos…” (pag.3, Sesto, 2005).

En consecuencia nos interesa elaborar una descripción y estudio de las diferentes


situaciones coyunturales ocurrido principalmente en Cataluña, a través del “…
encuadrar el funcionamiento de una determinada relación de fuerza en un momento
histórico.” (Sesto;2005:12).

No es menor poder analizar el contexto de Cataluña en este periodo de la famosa


primavera de 1937, en una sociedad moderna desigual y jerarquizada, poder estudiar las
diversas estrategias políticas y correlación de fuerza que se manifiestan de manera en el
espacio público de forma directa “…inmediata con su campo de aplicación, del cual es
inmanente, se implanta y produce efectos concretos”
La noción de estrategia va ser una palabra clave como conductora rectora del ejercicio
del poder otorgándole coherencia racionalidad “…ya que esta operación es la que
asegura una dominación, fijando asegurando, multiplicando y acentuando las relaciones
de fuerza…

Conflicto político en Barcelona

El Historiador Paulo Presto dirá que una de las cuestiones de los múltiples dificultades
que enfrentar a la zona Republicana es precisamente su forma de entablar el poder ya
que su forma de ejércelo y a su vez legitimarlos es mediante a los parámetros de las
democracias liberales. Precisamente el argumento principal para defender el estatus
cubó , es mantener la apariencia de la continuidad de las instituciones democráticas
representativa, en especial en búsqueda de una política exterior.

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