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Cristina Martínez Ruiz

23/02/2021 – Artículo 1

La posverdad como retroceso del pensamiento crítico


Abstract
El concepto de posverdad, mucho más vinculado a la esfera del poder que al de la verdad
propiamente dicha, permite que proliferen los discursos generalizadores, muchos de ellos
desde una perspectiva hegemónica y magnificada. Así, una opinión particular puede
transformarse en una aseveración categórica incuestionada, mermando con ello el desarrollo
del pensamiento crítico de las personas e imponiendo la subjetividad como ley. Con esto, el
conocimiento como la esencial forma de verdad queda eclipsado por la tranquilidad que
produce aquello que teóricamente ya viene interpretado, lo que no es sino una herramienta de
manipulación política.
Posverdad, creencias, verdad, credibilidad, pensamiento.
Cristina Martínez Ruiz
23/02/2021 – Artículo 1

La posverdad como retroceso del pensamiento crítico

Fig. 1. Marisa Maestre, Desarrollando Ideas de LLORENTE &


CUENCA, Revista UNO nº27, Madrid (España), marzo de 2017;
ilustración.

En los últimos años estamos siendo testigos del alcance de la tan citada posverdad, concepto
perfectamente aplicable transdisciplinarmente y comúnmente conocido como mentira
emotiva1. Como su prefijo indica, la posverdad hace referencia a lo que viene después,
conduciendo paradójicamente a ninguna parte.
Orden doctrinario
La búsqueda de la verdad a través del pensamiento y la razón ha sido la indiscutible
protagonista de las transformaciones más relevantes de la sociedad occidental en materias
de libertad e igualdad. Aunque el contexto actual difiera, resulta llamativamente
contradictorio, además de descriptivo, el hecho de que en un tiempo marcado por la
hiperconectividad y la disponibilidad inmediata de información, estemos más sometidas
que nunca a esta inercia que tolera exclusivamente aquellas ideas, emociones o sensaciones
que, o bien ya estaban en nosotras, o no exigen un posicionamiento más allá del gustar o
disgustar. Esta situación puede ser consecuencia de una reacción emocional de autodefensa
o simplemente de la mera pereza intelectual, ya que conocer la verdad requiere tiempo,
esfuerzo y valentía, obligándonos a salir de nuestra zona de confort y a enfrentarnos a un
ambiente desconocido y aparentemente incierto y hostil. Por ello, la posverdad actúa como
una estratagema retórica2 que, pese a aparentar lo contrario, está fuertemente vinculada al

1
Este término, aparentemente novedoso, describe la distorsión intencionada de la realidad con el
objetivo de orientar una determinada tendencia de la opinión pública, primando las creencias y
apelaciones emocionales frente a los hechos objetivos y verificables.
2
P Carrera, «Estratagemas de la posverdad», 73.a ed. (Revista Latina de Comunicación Social, 29 de
noviembre de 2018).
Cristina Martínez Ruiz
23/02/2021 – Artículo 1

dogmatismo y cuenta con una gran carga ideológica que mantiene los modelos
conservadores, generando un espejismo de elección3.
Voces disonantes
Dentro del razonamiento cotidiano el mayor esfuerzo recae, en lugar de en conocer la
verdad de los hechos, en adaptarlos a nuestras creencias buscando satisfacernos
intelectualmente a costa de explicaciones que no son científicas. Esta preferencia
adaptativa4 ha colonizado todos los ámbitos y pensamientos, desembocando en una
cuestionable hipótesis: las creencias importan más que la verdad. Si un grupo
cognitivamente coordinado comparte sus creencias, desaparece la necesidad de discutirlas
y se produce una falsa axiología que moraliza una serie de fundamentos
independientemente de su veracidad. Si un factor disonante entra en juego, nace un
conflicto frente al que se adopta una postura agresiva, pero eficaz de todos modos. En una
situación que resulta incomprensible se opta por la opción que, por ser más asequible
intelectualmente, calma las frustraciones y desencantos de la mano de una relativa
credibilidad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la credibilidad no es un criterio
científico, sino un fenómeno psicológico. En palabras de Remedios Zafra:
«Nunca lo que los humanos hemos creído ha tenido por qué coincidir con la verdad.
No hay un vínculo necesario entre la verdad y lo que creemos5.»
Con el binomio indisoluble de sobreexposición mediática y de cacofonía informativa, se han
desdibujado los límites entre lo real y lo ficticio, entre buscar la verdad y sentirla. Bajo un
falso velo de diversidad que sugiere un mundo sin valores en el que todo vale, la dialéctica
argumentada supone la postura políticamente incorrecta. Al margen de la propuesta
focaultiana6 con respecto a los funcionamientos de la verdad condicionada por el poder,
sabemos que estos pueden ser analizados bajo otros ángulos, emergiendo el pensamiento
crítico, que debe ser capaz de distinguir las construcciones epistemológicas nacidas tras la
crisis cognitiva y de credibilidad relacionada tanto con lo político como con los medios de
comunicación de finales del siglo XX.

Bibliografía
Carrera, P. «Estratagemas de la posverdad». 73. a ed. Revista Latina de Comunicación Social, 29 de
noviembre de 2018.
Foucault, Michel. El orden del discurso. 1. ed. Últimos Fábula 126. Barcelona: Fábula Tusquets, 1999.
Ibáñez Fanés, Jordi. En la era de la posverdad: 14 ensayos, 2017.
«Las Falacias de La Posverdad: Desde La Complejidad y La Transdisciplinariedad». Oxímora. Revista
Internacional de Crítica y Política, n.o 13 (2018).

3
Esto explica la creciente presencia y relevancia que ha adquirido en la vida moderna, destacando
múltiples fenómenos relativamente actuales, como la campaña de elección de Donald Trump, el Brexit,
el auge de los separatismos o la irrupción de la ultraderecha. «Las Falacias de La Posverdad: Desde La
Complejidad y La Transdisciplinariedad», Oxímora. Revista Internacional de Crítica y Política, n.o 13 (2018).
4
Estrategia cognitiva que consiste en reinterpretar los hechos que refutan una creencia con el propósito
de sostenerla.
5
Jordi Ibáñez Fanés, En la era de la posverdad: 14 ensayos, 2017, p. 181.
6
La teoría de Foucault analiza los micropoderes que circulan dentro del orden social. Por este motivo, el
pensador francés sostiene que todo saber implica poder y todo poder, un saber específico. De otra forma
dicho, todo discurso está atravesado por relaciones inherentes de poder. Michel Foucault, El orden del
discurso, 1. ed, Últimos Fábula 126 (Barcelona: Fábula Tusquets, 1999).

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