Separata 4: Principios de Evaluación de Inglés Por Competencias

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Separata 4: Principios de evaluación de

Inglés por competencias


“Inducción a los programas de estudio de Inglés para
tercer ciclo de Educación Básica y Educación Media
acordes con el MCER”
Semana 4: Principios de evaluación de Inglés por
competencias

Respetable docente:
En este espacio, desarrollaremos una lectura clave para fortalecer sus conocimientos;
prepárese a leer con mucha atención y recuerde tomar notas. Al finalizar la lectura,
pondrá en práctica los nuevos conocimientos a través de preguntas de verificación.

La implementación de los programas de estudio de Inglés en tercer ciclo de Educación


Básica y en Educación Media, actualizados y acordes con el Marco Común Europeo de
Referencia para las Lenguas (MCER), hace referencia a la sexta acción estratégica
que impulsa el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología: “Reforma curricular
integral y nuevo modelo pedagógico”, la cual orientará los aprendizajes hacia nuevas
competencias vinculadas con las transformaciones sociales y científicas del siglo XXI
(Mineducyt, s.f.).

En esta lectura, se abordarán los principios y las dimensiones del proceso de


evaluación para la asignatura de Inglés.

Principios de la evaluación de Inglés por competencias

VALORAR

EVALUAR
MEJORAR

El proceso evaluativo tiene como finalidad medir el aprendizaje del estudiantado a lo


largo de un determinado periodo de tiempo. Esto le permitirá a cada docente tomar
decisiones en cuanto a la forma de facilitar el aprendizaje considerando las diferencias
individuales, de acuerdo con las necesidades y los contextos de sus estudiantes.

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Para el caso de la asignatura de Inglés, debe tomarse en cuenta el progreso en el
desarrollo de las principales habilidades, que son habla, escucha, lectura y escritura.
Para ello, se presenta la necesidad de llevar a cabo un proceso de evaluación, en
nuestro caso, por competencias; tal como se plantea en los nuevos programas de
estudio, considerando la secuencia didáctica en el transcurso de las lecciones
proporcionadas y poniendo atención a cada momento de aprendizaje.

De acuerdo con Ruiz, (2007), la evaluación por competencias se define como el


proceso a través del que se verifica y valora la capacidad de una persona en relación
con el desempeño establecido. Para determinar el desempeño mostrado por los y las
estudiantes, pueden utilizarse diferentes instrumentos de evaluación por competencias,
tales como la observación, las listas de cotejo, la escala de calificación, la bitácora, la
carpeta de evidencias, los proyectos, los mapas conceptuales o las pruebas de
evidencia de desempeño.

A partir de lo establecido anteriormente, puede decirse que la recopilación de


evidencias será un factor clave en el proceso evaluativo debido a que revelará los
logros alcanzados por el estudiantado, lo cual permitirá establecer parámetros y definir
claramente las acciones a tomar por parte de cada docente.

El proceso de evaluación basado en competencias se caracteriza por los siguientes


rasgos: proceso es
sistemático.
VALORAR EVALUARMEJORAR
1. El proceso es
continuo. 2. El
3. El proceso está basado en evidencias.

La evaluación como proceso continuo


A

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Al hablar de un proceso continuo, se entenderá que es pertinente enfocarse en la toma
de evidencias realizada de manera periódica, y así evitar el hecho de considerar darle
mayor peso a la evaluación del final del curso. Deberá propiciarse el uso de estrategias
de aprendizaje autónomo por parte de cada estudiante para poder tomar decisiones en
el momento que la situación lo demande; para ello, es vital que el o la docente
promueva el desarrollo de la recuperación. Ruiz, (2007) sostiene que la recuperación
es un proceso a través del cual el sujeto rescata la información almacenada en la
memoria a largo plazo para usarla en la actividad actual; por ende, debe decidir la
utilidad que tiene dicha información.

La evaluación como proceso sistemático

Cuando se dice que algo tiene carácter sistemático, suele asociarse con el término
“sistema”; sin embargo, para comprender mejor este aspecto, se parte del hecho de
considerar cada uno de los factores, incluso previo a la ejecución del proceso evaluativo
en el aula.

Como parte de este sistema, y considerado un eje fundamental, aparece la evaluación


formativa cuyo nombre per se implica la realización de tantos ajustes como sean
necesarios en el proceso de aprendizaje, a fin de concretar el hecho educativo. Cuando
se enfoca en utilizar la evaluación con el objetivo de aprender —es decir, la evaluación
formativa—, surgen dos temas relevantes: la autorregulación y la metacognición.

Rosário et al. (2012) definen la autorregulación como el aprendizaje autónomo que


permite competencias, tales como la autogestión, la proactividad, el autoconocimiento,
la responsabilidad y el autocontrol del proceso de aprendizaje por parte de la persona.
Cabe destacar que el o la estudiante que pone en práctica la autorregulación del
aprendizaje tomará ventaja sobre aquellos que lo hacen de forma pasiva únicamente a
espera de recibir el conocimiento transmitido por parte del o la docente.

De igual manera, sumado al uso de la autorregulación, también debe considerarse la


metacognición. Flavell, (1979) la define como la conciencia o el conocimiento acerca
del propio pensamiento. Por ello, la promoción de estos ejes es de vital importancia
para garantizar el correcto desempeño del estudiantado no solo en su paso por la
escuela, sino en el resto de sus vidas.

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VALORAR

La evaluación como proceso basado en evidencias


EVALUAR

En la evaluación por competencias, se usan las evidencias como factor fundamental


MEJORAR

para determinar el aprendizaje en los y las estudiantes. Es aquí donde se encuentran


los criterios previamente establecidos y los indicadores de logro como referentes
básicos al momento de evaluar.

Con el propósito de tener una idea más clara del término evidencia, se propone esta
definición según Ruiz, (2007): la aportación que debe hacer el estudiante en función de
un criterio. Es decir, cada docente debe tener claro, por medio de pruebas (evidencias),
que sus estudiantes han sido capaces de asimilar los contenidos —
ya sean estos conceptuales, procedimentales o actitudinales—, lo cual se logrará a
través de manifestaciones claras que permitan llevar a cabo la evaluación en todas sus
A
dimensiones: diagnóstica, formativa o sumativa.

Evaluación diagnóstica

Debe tomarse en cuenta que, para poder determinar las competencias lingüísticas de
los y las estudiantes al inicio de un curso —en nuestro caso, en el idioma inglés—, es
de vital importancia llevar a cabo la evaluación diagnóstica.
Existen varias formas de llevar a cabo esta evaluación, dejando como último recurso
utilizar una prueba escrita; en su lugar, pueden usarse las siguientes propuestas:

1. Actividad focal introductoria.


2. Discusiones guiadas.
3. Actividades generadoras de información previa.
4. Objetivos o intenciones.

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5. Lluvias de ideas.
6. Observación usando listas de cotejo.
7. Actividades lúdicas.

Cada una de estas propuestas deberán ser adaptadas conforme a los criterios y los
indicadores de logro, de conformidad al nivel educativo en el que se ejecutará.

Evaluación formativa

Brown et al. (2013) destacan la evaluación formativa como todo proceso de


constatación, valoración y toma de decisiones cuya finalidad es optimizar el proceso de
enseñanza-aprendizaje que tiene lugar desde una perspectiva humanizadora y no
como mero fin calificador.

Desde este punto de vista, se toma en cuenta la puesta en práctica de situaciones de


aprendizaje implementando actividades como cuestionarios, juegos, proyectos,
presentaciones y trabajos grupales, que permitan recabar evidencias para la toma de
decisiones y el mejoramiento del aprendizaje del estudiantado.

No debe olvidarse una de las principales características de la evaluación formativa: ser


continua.

Evaluación sumativa
La evaluación sumativa tiene como finalidad determinar el grado de consecución que
cada estudiante ha obtenido en relación con los objetivos fijados para un área o una
etapa. Esta se realiza, mayormente, al final de un proceso de enseñanza-aprendizaje y
se vincula a las decisiones que tienen relación con la promoción, calificación y
titulación. Asimismo, está directamente apegada a la denominada evaluación del
aprovechamiento escolar, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (Unesco, 2000).

Se concibe a esta evaluación como comunicación y, por tanto, como una actividad más
de aprendizaje, con una función reguladora, comunicativa y formadora, compatible con
una evaluación final, certificativa, sumativa, Stobart, (2008) y Bennett, (2015).

Algunos ejemplos de evaluación sumativa son los ya conocidos exámenes de periodo,


semestrales o finales y las pruebas orales, así como las presentaciones, los ensayos, la
elaboración de proyectos y los portafolios, entre otros; siempre y cuando la finalidad
sea obtener una calificación.

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La evaluación por competencias y los nuevos programas de estudio para la asignatura
de Inglés

Los nuevos programas de estudio para la asignatura de Inglés han sido diseñados
tomando como referencia el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas
(CEFR, por su siglas en inglés) para garantizar que los contenidos vayan en
concordancia con los estándares internacionales. Sin embargo, se han hecho
adaptaciones con el fin de dosificar los contenidos a la realidad nacional, basados en
monitoreos realizados previamente, así como en acercamientos con docentes
especialistas a nivel nacional para validarlos.

Partiendo del hecho de que debe propiciarse la evaluación por competencias, tomando
como punto de partida el enfoque comunicativo, es vital que se impulsen, durante el
proceso de evaluación, las evidencias que demuestren el desempeño del estudiantado
en esta área.

Los nuevos programas de estudio contarán con una Guía Metodológica, en la que se
brindarán orientaciones sobre la forma de llevar a cabo actividades para cada semana
del año lectivo, promoviendo el trabajo colaborativo. De igual manera, se incorporará un
proyecto al final de cada unidad, el cual buscará brindarle al o la docente la oportunidad
de contar con una actividad que genere evidencias por parte de los y las estudiantes
sobre el desarrollo de las competencias, tomando en cuenta los indicadores de logro
específicos.

Como parte de las nuevas características, cabe resaltar la inclusión de consejos de


enseñanza y de evaluación en algunas de las clases, con el objetivo de proporcionar
herramientas adicionales que faciliten el proceso evaluativo.

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Además, se incluirán propuestas de instrumentos de evaluación para que cada docente
pueda tomarlas en cuenta en su planificación didáctica. De igual forma, cada estudiante
dispondrá de un cuadernillo que formará parte de los recursos adicionales, en el cual
se incluirán actividades donde podrá evidenciar su avance hasta la fecha.

Las propuestas de instrumentos de evaluación estarán divididas en cuatro áreas:


listening, vocabulary, grammar y reading. Para el caso de la evaluación de la habilidad
de speaking, se sugiere utilizar estrategias como entrevistas, presentaciones y
role-plays, en las cuales pueda observarse claramente el avance de los estudiantes;
asimismo, puede tomarse ventaja de los proyectos de unidad que serán incluidos en
los nuevos programas de estudio.

El uso de rúbricas y listas de cotejo se convierten en herramientas indispensables para


la recolección de evidencias, que permitirán tomar decisiones concretas concernientes
a la mejora en los aprendizajes del estudiantado. Las listas de indicadores de logro
serán parte de las herramientas necesarias para poder ejecutar el proceso de
evaluación por competencias, ya que han sido diseñadas tomando en cuenta los can
do statements para cada nivel del MCER.

Tenga en cuenta que evaluar no siempre implica asignar un puntaje, y no siempre está
ligado a la promoción o certificación de los y las estudiantes; en muchas ocasiones,
proporciona los insumos para mejorar nuestras estrategias al diseñar experiencias de
aprendizaje y, a la vez, tomar decisiones más acertadas para fortalecer los
conocimientos generados.
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Referencias bibliográficas:

De La Torre Gamboa, M. (2008). Reseña de” La Formación en competencias. Tres


procesos metodológicos esenciales” de Magalys Ruiz. Revista Intercontinental de
Psicología y Educación, 10(2), 183-191.

Rosário, P., Lourenço, A., Paiva, M. O., Núñez, J. C., Pienda, J. A. G., & Valle, A.
(2012). Autoeficacia y utilidad percibida como condiciones necesarias para un
aprendizaje académico autorregulado. Anales de Psicología/Annals of Psychology,
28(1), 37-44.

Flavell, J.H. (1979). Metacognition and Cognitive Monitoring: A New Area of Cognitive
Developmental Inquiry. American psychologist, 34(10), 906.

Fiske, E. B. (2000) Evaluación del aprovechamiento escolar https://unesdoc.unesco.


org/ark:/48223/pf0000119823_spa.locale=es

Bennett, R.E. (2015). The Changing Nature of Educational Assessment. Review of


Research in Education, 39 (1) 370-407.

Stobart, G. (2008). Testing Times: The Uses and Abuses of Assessment. Abingdon:
Routledge.
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