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Discurso edificante de la clase.

Giro linguistico y filosofia analitica.


Hay muchas formas de empezar a hablar del tema pero tal vez la más
importante en el siglo XX sea el eje denominado giro lingüístico. La influencia
que ha ejercido no escapa a ninguna corriente filosófica de nuestros días ya
se trata de la hermenéutica, de la deconstrucción o del marxismo y ni
mencionar la filosofía analítica que ha sido la cuna de este giro lingüístico. Hay
que tener en claro que este giro lingüístico se produce, aproximadamente, a la
mitad del siglo XX, retomando el Tractatus de Wittgenstein, donde se produce
un cambio metodológico sustancial: la filosofía para realizar análisis
conceptuales primero debe analizar el lenguaje. Para trazar una definición, un
poco rápida para poder ingresar al tema, podríamos decir que el giro
lingüístico es la forma de analizar los problemas filosóficos a partir de su
articulación en el lenguaje de todos los días. Este término, giro lingüístico, fue
popularizado por Richard Rorty. Este giro se enfoca en la pragmática del
lenguaje, es decir, lo que los seres hablantes producen con su discurso,
buscando sus motivaciones.
Para Lacan, la lingüística o el giro lingüístico fue inspirado por la obra
antropológica de Levi Strauss que en la década de 1940 había comenzado a
aplicar los métodos de la lingüística estructural a fenómenos culturales no
lingüísticos como el mito o las relaciones de parentesco dando origen a la
antropología estructural. Siguiendo las indicaciones de Strauss, Lacan recurre
a la lingüística para proporcionar a la teoría psicoanalítica un rigor conceptual
de la que antes carecía. Lacan sostiene que cuando se relee a Freud bajo la
luz de la teoría lingüística se revela una lógica coherente de otro modo
invisible. Se puede incluso pensar que Freud anticipó ciertos elementos de la
lingüística moderna. Lacan se basa básicamente en la obra de Ferdinand de
Saussure y Roman Jakobson y prácticamente no hay referencia chomsky
bloomfield o shapiro.
En contraste con el estudio del lenguaje del siglo XIX que había sido
exclusivamente diacrónico, es decir centrado en los modos en que el lenguaje
cambia a lo largo del tiempo. Lacan sostuvo que la lingüística debía ser
también sincrónica, es decir poner el foco en el estado del lenguaje en un
momento dado. Sin extenderme mucho más, los intereses de Lacan no eran la
teoría lingüística en sí sino los usos que podía darle para desarrollar la teoría
psicoanalítica. Esto lo llevó a acuñar el neologismo lingüístico con la
combinación de las palabras lingüísticas e histeria para designar el empleo
psicoanalítico de los conceptos lingüísticos.
Hablamos de Wittgenstein, aunque solo lo mencionamos ya que en la próxima
clase lo trabajaremos más, fue uno de los progenitores de esta corriente.
Entendió que los problemas filosóficos vienen de una mala comprensión del
lenguaje. Los partidarios de esta corriente creen que la realidad es parte de la
realidad y no es que meramente habla de ella. Antes de este giro, se pensaba
que las palabras son etiquetas de las cosas, ligadas a los conceptos: existiera
algo así como una “mesa real” que corresponde al concepto. Sin embargo,
Ferdinand de Saussure, padre del estructuralismo, sostuvo que los conceptos
no pueden existir por fuera del lenguaje: un concepto de algo no existe sin ser
nombrado. Las diferencias entre significados estructuran nuestra realidad,
desde este punto de vista. Veremos que para Lacan son las diferencias entre
significantes y no de significados, pero dejemos ahí por ahora, pero sí
comparten que primero está la palabra y después la cosa. Lo que concebimos
como realidad es una convención de palabras, donde no hay espacio para un
afuera del lenguaje. Un ejemplo es Foucault para quien la historia es más bien
un estilo literario donde él lee todos sus discursos y producción documental
para argumentar su posición.
Tal vez una de los motivos esté en que el lenguaje, que ha despertado interés
tanto en sociólogos, psicólogos juristas y de otros ámbitos, es comprender su
aspecto distintivo de otros animales de la vida en la naturaleza. En muchos
casos ha sido la filosofía del lenguaje la que ha tendido un puente hacia
Ciencias empíricas como la lingüística o la psicología y ni hablar del lenguaje
computacional, algo que sin lenguaje no hubiéramos logrado distinguirnos
como especie. Tal vez esta importancia esté basada en que la filosofía del
lenguaje podría ser considerada como un prerrequisito necesario para la
rigurosidad de los estudios que se hacen en distintos campos, es decir qué
palabras se usan, antes que nada. El problema surge en cómo expresar los
conocimientos empíricos que se repiten.
Desde este punto de vista la filosofía del lenguaje no se pregunta qué es el
conocimiento sino qué condiciones son necesarias y suficientes para decir que
hay algo así como un saber sobre un tema. En otros términos, se aboca no
tanto que es la realidad sino que significa afirmar que existe la realidad,
mediante el mundo de la palabra.
Vamos a ver cómo algunos filósofos han intentado reducir los problemas
filosóficos a problemas del lenguaje, cómo se formulan en enunciados, como
han sido el neopositivismo o el atomismo lógico. Pero lo más importante aquí
es que la filosofía del lenguaje nos ayuda a poder plantear con mayor
precisión los problemas típicos de la filosofía. En ese sentido la filosofía del
lenguaje se encarga de unos problemas más importantes en la actualidad
filosófica como es la acción racional o la racionalidad que viene en boga
desde la escuela de Frankfurt cuando se pregunta no tanto cuáles son los
conflictos ideológicos en las sociedades capitalistas sino que nos impide poder
ver esos conflictos, porque no los vemos con nitidez como pensaba Marx. No
es que la filosofía del lenguaje por sí sola aclare los problemas pero sí nos
podrá ayudar a ver con más claridad el concepto de racionalidad.
La lógica es la disciplina con una relación más cercana a la filosofía del
lenguaje en la medida en que la lógica formal moderna quiere establecerse
como una teoría científica del razonamiento válido, una teoría que se ubica en
el seno de los problemas lingüísticos. Por decirlo de otra forma, los problemas
lógicos se encuentran enlazados con los problemas lingüísticos. La lógica
vendría a analizar la estructura formal de los enunciados y cómo se
encadenan entre sí distinguiendo distintos tipos de oraciones de componentes
de funciones, argumentos etc.
Esta disciplina se va a encargar de las formas que tienen determinadas
entidades lingüísticas. Por ejemplo Aristóteles o en los estoicos la lógica se
ocupaba especialmente de los denominados enunciados categóricos: “todas
las flores son rosas”. La lógica vendría a poder establecer criterios de validez
o de invalidez en relación al razonamiento un tipo de conocimiento asistido por
la lógica la que utilizaba como un instrumento esencial lo que Aristóteles
denominó Organon.
Otro de los puntos de la filosofía del lenguaje que se intenta esclarecer es lo
conocido como teoría del conocimiento o epistemología. Busca un análisis
conceptual de las oraciones que se empleen los conceptos de saber o
conocer pero que abordaremos más adelante este tema.
Con el ingreso de los problemas de Kant en relación a los "juicios analíticos" a
aquellos donde el predicado está "contenido" en la noción del sujeto, y "juicios
sintéticos" a aquellos donde el predicado no está contenido en la noción del
sujeto. Recordemos que Kant busca argumentar la física newtoniana: las
matemáticas, la ley y causa como uno de los factores determinantes de la
ciencia moderna y analizar los criterios de analiticidad respecto de este tipo de
enunciados científicos. El gran descubrimiento de Kant son los juicios
sintéticos a priori, es decir, un conocimiento que agrega contenido pero a
priori, sin necesidad de experiencia, pero ya dedicaremos una clase a Kant.
En el ámbito de la lógica, llamamos juicios a aquellos enunciados por los que
se afirma o niega una existencia, vinculando dos términos con el verbo ‘ser’.
Los juicios son fundamentales para la epistemología y la lógica, por ser parte
de la estructura de los razonamientos, que son las combinaciones de muchos
juicios. Al igual que en la gramática y el análisis sintáctico, en la filosofía a los
dos términos se los denomina sujeto y predicado.
Los juicios analíticos son aquellos que poseen el concepto de predicado
contenido en el sujeto, y se produce una relación de pertenencia y de
identidad. Por ejemplo: “la sal es salada” “el color rojo es rojo” “el hielo es
agua en estado sólido” “los triángulos tienen 3 lados”
Los juicios sintéticos son aquellos donde el sujeto no comprende el predicado,
ni tiene relación. En este tipo de juicios, el predicado agrega algo al sujeto.
Ejemplos: “la masa es de color rojo” “no todas las rosas son rojas” “las
empanadas argentinas son muy ricas”.
En este primer parte me gustaría dilucidar que la filosofía del lenguaje ha
tratado de separar todo los conceptos metafísicos, como las construcciones
sobre el saber que se hacían en relación a la Idea de Bien, por ejemplo, en
Platón y acercarlo a la realidad concreta del pensamiento humanos, es decir,
cuál es la ontología que asumimos cuando utilizamos una determinada forma
de lenguaje cuál es el ser que está integrado a ese lenguaje. De nuevo,
volvemos a la pragmática del lenguaje, para que se use. Recuerden a
Foucault en Vigilar y Castigar.
Aunque es evidente que el lenguaje no lo usamos solamente para hablar del
mundo para lo que hay o lo que no hay o expresar nuestras creencias sino
también para expresar nuestros deseos y sentimientos. Empiezan a aparecer
en la dimensión del lenguaje problemas éticos y estéticos, tanto en su forma
como en su sensibilidad. Es decir, es mediante el discurso que mencionamos
o decimos lo que nos parece justo o injusto, malo o bueno. Nuestros
comportamiento se podrian amoldar a determinados principios y mediante el
discurso estético señalamos los que nos parece de acuerdo a la belleza la
armonía el placer que nos produce etc. Bourdieu es quien explota esta veta en
relación al gusto y la estructura (aunque sin tanto peso del lenguaje como
Lacan).
Mediante estas herramientas de validez o invalidez podemos analizar los
discursos morales o estéticos, considerando su estructura formal y todo ello
gracias al análisis lingüístico previo de los componentes de estos enunciados
que pone al descubierto comportamiento lógico.

Historia, filosofía y lenguaje.


Me gustaría hacer un repaso rápido sobre problemas que han aparecido en la
historia de la filosofía y como la filosofía del lenguaje se enreda en todo pero
aparte un punto muy básico que es la relación entre el lenguaje y la realidad.
Hemos mencionado a Platón y Aristóteles y también a los estoicos que le han
dado una importancia fundamental al lenguaje, como por ejemplo a Zenón de
Citio como precursor de una de las teorías semánticas más influyentes como
es la teoría de acción del significado. Los estoicos diferenciaban las
emisiones vocales que son los ruidos emitidos por la boca, la palabra, es
decir, una emisión vocal articulada en fonemas y el lenguaje, como una
emisión vocal significante por la que se expresa un estado determinado de la
cosa. Por otro lado, el Renacimiento supuso un corrimiento del centro
filosófico de la lógica y la ontología a la epistemología como teoría del
conocimiento. Empezamos a tener un desarrollo empírico mucho más fuerte
que se prolongó hasta el romanticismo y el idealismo filosófico pero que hoy
no nos detendremos demasiado. Va a ser Hobbes quien se va a preguntar por
la relación entre la facultad de nombrar y la función semiótica de nombrar, es
decir, sus símbolos. Para Hobbes los nombres son simplemente marcas sobre
las cosas. Esta postura va a ser reforzada por Stuart Mill a lo que los nombres
no tienen significado sino únicamente referencia.
En esta misma línea señalada por Hobbes los empiristas ingleses Locke y
Hume dedicaron parte de sus ensayos a la teoría del lenguaje. Para Locke el
lenguaje y las palabras son la vía de acceso natural a las ideas y el
conocimiento. Desarrolla esto en el libro III de su ensayo sobre el
entendimiento humano.
Como contracara al empirismo de Locke aparece el racionalismo de Leibniz
quien concibió la idea de característica universal del lenguaje, es decir, Leibniz
tenía la esperanza de construir un lenguaje universal del conocimiento: un
sistema de categorías universal mediante el cual podamos conocer el
significado de cualquier palabra.
La relación entre filosofía, lenguaje e historia nos haría repasar a cada autor
prácticamente ya que es un tema presente desde hace muchísimo, desde el
inicio de la filosofía. Pero me gustaría agregar una reflexión de Bacón que
pensaba que no gobernamos nuestras palabras sino que es más bien que
había que imitar la sabiduría de las matemáticas para evitar malos entendidos.

Análisis de lenguaje
Podemos analizar el lenguaje de 2 formas distintas. Por un lado puramente
semántico poniendo en primer lugar las relaciones entre lenguaje y realidad y
por otro el carácter pragmático tomando en cuenta fundamentalmente las
relaciones entre el lenguaje y la acción humana.
Uno de los orígenes de estos métodos es la reacción contra el idealismo
alemán en el contexto del positivismo y el atomismo lógico que pensaban que
el origen de los problemas filosóficos estribaba en el uso imperfecto del
instrumento lenguaje, que dio origen a filósofos como Wittgenstein. Será así
un tipo de análisis no ya sobre la realidad como un todo sino de los
mecanismos del lenguaje que los llevan hacia la realidad donde la filosofía
tendría el objetivo de eliminar estos defectos.
Wittgenstein, Frege, Russel y Carnap, de la primera postura, plantean los
problemas del lenguaje desde un punto de vista constructivo y formalista es
decir la lógicas quien nos va a ayudar a formular de un modo preciso y a
descartar problemas que se originan en el lenguaje del tipo metafísico.
La segunda postura relacionada con la pragmática del lenguaje y originada en
el segundo Wittgenstein, a quienes podemos llamar filósofos analíticos. Han
sido menos intervencionistas respecto del lenguaje donde su máxima es el
dictum del llamado segundo Wittgenstein. Es decir, el lenguaje está bien como
está y tenemos que dedicarnos a analizarlo desde ese punto de vista donde
también se buscaba un efecto terapéutico de liberarse de él, aceptarlo. A
diferencia de las operaciones rigurosas de Russell para quitarnos como decía
Wittgenstein, los embrujamientos del lenguaje.
En esta segunda actitud hay un impulso a crear a través del lenguaje, donde
una actitud crítica puede ayudarnos a no caer en los embrujo del lenguaje:
“Una fuente importante de nuestro fracaso en entender es que no poseemos
una visión clara de nuestro uso de las palabras nuestra gramática carece de
ese tipo de lucidez.” señala Wittgenstein. Hay aquí un fuerte interés donde el
análisis crítico no es qué resuelve problemas sino que lo disuelven, dejan de
existir. El uso del lenguaje al ser ficticio se debe orientar hacia problemas que
puedan ser disueltos y no a las construcciones filosóficas que están
desconectadas de la realidad. Más orientado a la realidad como práctica, en
pocas palabras.
Más adelante veremos con más precisión algunos puntos de la teoría de
Austin pero este filósofo inglés creó una técnica de introspección semántica
para estudiar las reglas que gobiernan el uso de determinadas expresiones.
Es un método muy característico de los lingüistas pero con objetivos distintos.
Lo importante de este autor es que nos enseñe el estudio del lenguaje desde
la pragmática que nos hizo conscientes de que la praxis del lenguaje da origen
a las acciones humanas. Repasaremos en la próxima clase su teoría de las
fuerzas ilocucionarias hoy reconocida por todo el mundo que dio origen a la
teoría de los actos de habla del habla.

Conceptos básicos.
Lenguaje y metalenguaje. Refiere a que se habla desde cualquier idioma y se
puede tomar al lenguaje como descriptivo, señalándole su saber,
describiendo, nombrando, etc. Pero también podemos hablar en estas mismas
lenguas sobre otras lenguas como pasa nuestras clases de inglés o en
castellano. Es decir el lenguaje mismo se vuelve un objeto al que podemos
considerar y analizar por ejemplo en una clase de inglés en mi país el inglés
se vuelve objeto y el castellano metalenguajes es decir el medio por el cual
podemos hablar de otro objeto.
La importancia radica en que estas lenguas naturales son utilizadas por
comunidades hablantes más o menos grandes y habituales, sino no tendría
ningún sentido y con una evolución histórica que puede llegar a servirnos para
medir.

Sintaxis, semántica y pragmática: semiótica. Podemos entender a la semiótica


como una investigación general de un sistema de signos cualquiera fuera.
Según Morris, la semiótica se divide en sintaxis, semántica y pragmática. La
sintaxis que estamos abarcando nosotros estudia las diversas combinaciones
de signos que a su vez dan lugar a más combinaciones entre ellos y que,
característicamente, la sintaxis debe estar bien formada para que sea
entendible. Por otro lado la semántica trata de develar en un modo más
abstracto y especulativo, la relación entre signo e interpretación, por ejemplo
un semáforo. Por otro lado la pragmática tiene mucho que ver también con la
semántica es decir los aspectos del contexto al uso de los signos aunque
estos términos naturalmente tienen distintas discusiones que ahora nosotros
no vamos a abarcar.
Quería hacer una mención a Russel, quién podemos considerar el fundador
Supremo de la filosofía del lenguaje en el sentido moderno que lo utilizamos
hoy y fundamentalmente su obra principa donde analiza la utilidad de los
lenguajes formales. Para Russell el uso del simbolismo nos permite manejar
ideas sumamente abstractas, también proporciona recursos de simplicidad
para reproducir procesos de razonamiento deductivo, supera las limitaciones
de la imaginación a la hora de manejar conjuntos y series de ideas abstractas
que también hace posible abarcar proposiciones muy compleja presentando o
las proporciones involucradas en su aspecto puramente formal.
Hay que tener presente que Russell se refiere explícitamente a problemas de
lógica ideal, de la formalización matemática, aunque contiene una teoría de
las descripción, es decir combina las formas lógicas que permiten obtener
instrumentos necesarios para continuar la formalización matemática y también
el desvelamiento de estructuras lingüísticas subyacentes que iluminan un
campo de implicaciones filosóficas que se mantenían oscuros.
Russell llegó a afirmar, como tituló uno de los capítulos de sus principia, que
la lógica puede funcionar como esencia de la filosofía. Es decir, el método
científico en la filosofía aparece la idea de que la utilización filosófica de la
lógica consiste en el desvelamiento de las formas lógicas de las proposiciones
filosóficas, entendiendo por forma la manera en que los diversos elementos
que constituyen la estructura de la proposición están combinados entre sí. El
objetivo es hacer explícitas las formas auténticas que están por debajo de las
engañosas proposiciones filosóficas.
Para Russell separar la lógica de la filosofía es un error ya que la lógica nos
puede aportar un catálogo de formas lógicas posibles y desde ahí diversos
tipos de hechos y elementos constitutivos últimos, algo que en la teoría de
Russell se conoce como atomismo lógico, es decir descomponer sus
proposiciones en elementos constitutivos genuinos, en átomos lógicos
epistemológicos. De esta forma queda claro que para Russell la lógica
filosófica es la esencia de la filosofía en el sentido de que la esencia de la
filosofía es la filosofía del lenguaje dado que su objetivo es develar su
naturaleza última. Agregamos también que fueron los miembros del círculo de
Viena quienes a título de manifiesto o programa filosófico hicieron explícita la
idea de que la solución de los problemas filosóficos requiere su formulación
dentro de una concepción específica de lenguaje.
Lo que debemos preguntarnos en este punto es que si podemos continuar
manteniendo que la lógica siempre busca formas genuinas y que en ese
sentido la esencia y la filosofía del lenguaje. Lo que no cabe en esta pregunta
es qué es lo que escapa justamente estas lógicas algo que la camba
determinar cómo lo real.
Este interrogante tal vez pueda ser respondido negativamente, que no se
puede continuar manteniendo esta lógica, reduciendo la filosofía del lenguaje.
Es algo que Quine llamó la regimentación del lenguaje es decir la aportación
de un modelo reductivos que reduce todo, donde sólo es analizable lo que
encaja con este modelo aportado por la lógica y si hay estructuras lingüísticas
que no entran en este esquema es malo para ellas, es decir se quedan afuera.
Lo que sí tenemos que mencionar es que no existiría lógica si no fuera por la
matemática, la pregunta es si lenguaje y matemática son lo mismo.
En el caso de la línea de Chomsky también se habla de forma lógica
relacionadas con las estructuras sintácticas, puesto de manifiesto por el
análisis aportado por el modelo de gramatica generativa transformacional.
Para Chomsky hay un correlato mental incluso cerebral de estos problemas de
la lógica y la estructura, pensando una realidad mental subyacente a las
formas lógicas pero hoy no nos meteremos mucho en Chomsky.
Lo que pretendo dejar con claridad es que existe una relación muy fuerte entre
la filosofía, la lógica y la filosofía del lenguaje sin que por eso exista una lógica
filosófica, eso es contradictorio en sí mismo. pero sí que hay temas de
importancia tanto en la filosofía del lenguaje y la filosofía de la lógica que es
prácticamente indivisible entre ellas, como son los temas de la validez de la
proposiciones, la verdad lógica, la naturaleza de la lógica, sus objetivos, los
portadores de verdad, la teoría de la verdad las paradojas, etc.
La discusión también pasa por si lenguaje es una mera expresión de un
pensamiento preexistente y por lo tanto no lingüístico en un primer momento o
por si el contrario el pensamiento es lingüístico y viene a coincidir en lo
fundamental con las características de la lógica por ser el pensamiento de
carácter esencialmente lingüístico. Es casi una paradoja. El problema se
vuelve relevante cuando comprobamos que se puede tener algún acceso a la
mente o la psicología desde el estudio del lenguaje, en cuanto creamos que
sus operaciones son lógicas. Así filosofía del lenguaje y psicología están
estrechamente vinculadas. El tema no es menor si lo pensamos en relación a
las formulaciones que hemos hecho sobre la forma que concibe Lacan
lenguaje y pensamiento: soy donde no pienso pienso donde no soy. Pero
naturalmente no podríamos olvidar que lenguaje y pensamiento en algún
punto coinciden y que también se vuelven discontinuos entre sí. para ponerlo
en términos mucho más sencillo la posibilidad de la existencia de un lenguaje
interior lejos de ser algo originario de la mente tendría más que ver con la
contingencia y las distintas variables de una cultura a otra como señala
Vygotsky.

Lingüistas soviéticos.
No tengo la intención de esta parte de hacer una revisión histórica, les invito a
que lo hagan por su cuenta. Vamos a repasar algunos de los puntos más
importantes de los lingüísticos de los lingüistas de la Unión Soviética
Voloshínov y Bajtín, entre los años 1924 y 1929.
Uno de los puntos que analizan estos autores es el origen del lenguaje y que
cuando un autor se propone escribir algo, es decir que va a narrar si es el
mismo, la misma persona sobre la cual se habla, los personajes del relato y
cuál debe ser el lenguaje de acuerdo a los objetivos del autor y los distintos
ropajes que puede tomar un autor. El escritor de esta forma se encuentra con
un número enorme de problemas que debe resolver antes de exponerse
incluso a escribir su obra, tanto la elección de las palabras como la redacción
a la composición de la obra.
Entienden que cuando el autor se dispone a escribir todas sus ideas se
enfrenta a un lenguaje que se le presenta como una masa pesada. El lenguaje
parece haberse transformado en un enorme bloque de mármol el cual debe
esculpir para su creación artística. Estos autores soviéticos fundamentalmente
se encargaron de los problemas lingüísticos de la literatura pero también han
abarcadola teoría de la semiótica que vamos a intentar dilucidar.
Todos estos problemas que hemos mencionado están contemplados en las
reglas gramaticales y en particular la sintaxis, aquella disciplina que estudia
las reglas de combinación de las palabras en expresiones de sentido
completo, aunque existen dos elementos: por un lado el verbal y por otro lado
el material exclusivamente físico. Es decir si confrontamos una palabra con
una piedra por ejemplo la palabra se diferencia de la piedra porque tiene un
significado y denota una acción en el sentido verbal. En otras palabras, el
escritor trabajó con elementos lingüísticos preparados que ya vienen con un
sentido.
De esta forma los autores comprenden que si no entendemos el lugar y el
destino que tienen en la vida social las distintas palabras el escritor se vuelve
un simple aficionado y no es un profesional serio. De esta forma es
fundamental preguntarse qué es el lenguaje.
Entonces los autores reflexionan sobre qué es el lenguaje y critican dos
formas tomadas de la propia tradición lingüística para explicar el lenguaje. El
primero se llama teoría de la onomatopeya y consiste en reproducir los
sonidos producidos por los animales o bien los sonidos que acompañan los
fenómenos naturales como el silbido del viento, el goteo del agua, el ruido de
un trueno etcétera. Un método, por así decirlo, natural, designando los
objetos. Un tipo de imitación que consiste no en el sonido mismo sino en el
movimiento de los órganos de fonación especialmente la lengua.
La otra teoría denominada de las interjecciones trató de mostrar que los
primeros sonidos del lenguaje humano fueron exclamaciones involuntarias o
reflejas que el hombre bajo la influencia de sensaciones fuertes producidas
sobre él por algún objeto y que con la continuidad de estas exclamaciones se
convirtió en signo fijos, significativos de estos objetos transformándose así en
palabras.
Los autores soviéticos rechazaron estas teorías, las que califican como
infundadas porque no alcanzan a explicar al lenguaje como un fenómeno
social. Para esto se basan en Engels que proporcionó una explicación a esto
entendiendo que la necesidad creó al órgano. Dice engels en “El papel del
trabajo en el proceso productivo de transformación del mono en hombre”: “la
garganta no desarrollada el mono se transformó lenta pero inexorablemente
gracias a las modulaciones que se volvían gradualmente más fuertes y los
órganos de la boca se habitúan a pronunciar un sonido articulado detrás de
otro. Nuestros progenitores monos eran animales sociales para poder dominar
a la naturaleza.”
De esta forma el lenguaje es nacido en el proceso de la lucha obstinada de la
persona contra la naturaleza, en la que el hombre sólo estaba armado con
manos fuertes e instrumentos de piedra toscamente afilados. El lenguaje
recorrió el mismo largo proceso de desarrollo que la cultura, material
económico técnica, siendo esta una concepción materialista del lenguaje.
Según Marr, una sociedad humana que es de cazadores debía crear su medio
de comunicación más simple y accesible, un lenguaje hecho de gestos y de
mímica o el así llamado lenguaje gestual. Las personas de la primera edad de
piedra que conocían sólo los métodos más sencillos para procurarse alimento
se contentaron por un largo tiempo con este lenguaje, que desempeñó un
papel fundamental en el movimiento de las manos. Evidentemente los sonidos
podían acompañar estas enunciaciones mímicas textuales pero eran aún
inarticulados, consistía principalmente en gritos de emociones,y expresar un
estado de ánimo.
Traigo autores soviéticos para señalar el carácter materialista también de
nuestra relación con la realidad a través del lenguaje en las condiciones
peculiares de la vida laboral sobre la naturaleza. El origen del lenguaje
depende del éxito de su actividad productiva o mejor dicho sin lenguaje no
había tal éxito sobre la naturaleza.
Estos autores también señalan que podremos entender un elemento mágico
ligado al lenguaje y la economía ya que a través de los rituales en la edad de
piedra se buscaba reforzar la naturaleza que les proveía su alimento y que de
esta forma se generó una comprensión del mundo circundante, del mundo que
los rodeaba, y la relación con él. En otras palabras lo que podríamos
denominar la ideología en esa época.
Lo que me gustaría que retengamos es que el lenguaje para estos autores es
un conjunto de sonidos bien determinados que acompañan a un rito mágico
que a su vez surge de una forma de trabajo colectivo. Resulta claro el papel
que ha jugado la organización laboral social en el nacimiento y desarrollo del
lenguaje. Esta relación no solamente en el campo de los significados de las
palabras sino también en el área de la gramática algo que ha sido muy
estudiado por Foucault y de esta forma la representación de las relaciones
sociales. Solo así puede explicarse la aparición de la propiedad privada como
la constitución de la primera persona del singular el “yo” el “tu” y él “el”.
Sí como hemos visto, el lenguaje es producto de la vida social del trabajo y la
representación de ese trabajo. Debe preguntarse cuál es el papel que tiene el
lenguaje en el proceso del desarrollo de la vida social misma, en otras
palabras el lenguaje podría considerarse una superestructura de las
relaciones sociales. La referencia al lenguaje manual o de gestos tiene que
ver con la separación del mundo natural el comienzo de la creación de un
mundo nuevo de un mundo social. En la terrible lucha por la vida de la cual
todavía no tenemos una representación adecuada siquiera, los problemas de
procurarse colectivamente el alimento de defenderse colectivamente de los
animales feroces, eran para la humanidad problemas de verdadera
supervivencia pero la actividad colectiva era posible solo con la condición de
que existiese por lo menos una mínima coordinación en las acciones, una
mínima representación común de los objetos y comportamientos. Pero esta
comunicación no sólo facilitaba la organización social sino también la
organización del pensamiento social, de la conciencia social y que con la
transformación de la organización económica esto irá cambiando
paulatinamente.
Ahora podemos intentar dar algunos puntos para analizar la relación entre el
lenguaje y clase social. Como señalamos el lenguaje se vuelve condición
indispensable para la organización laboral de las personas donde se tienen
que clasificar determinados deberes y determinados derechos para distintas
personas. Antiguamente esto se ha realizado en el ámbito religioso donde se
utilizaba un lenguaje sonoro misterioso que oculta estas diferencias. Conocían
los monjes o quien encarne la religiosidad, en aquellas palabras que
exorcizaban a los hombres primitivos y que le permitía una buena recolección
de hierbas y alimentos. Los autores soviéticos entienden que en el amanecer
de la historia humana el lenguaje coopera involuntariamente para crearla
división de clases sociales y los patrimonios de la sociedad.
En la fase siguiente la historia de la humanidad con la aparición de la
propiedad privada se siente la exigencia de una fijación jurídica de las
relaciones de propiedad aparecen las fórmulas jurídicas muy vinculadas a las
lógicas religiosas esta lógica jurídica del lenguaje va a ser fundamental para
los pueblos más antiguos como los sumerios y los egipcios que sería
impensable tales desarrollos sin lenguaje
No solo la leche jurídicas escritas sino también las leyes Morales no es crítica
críticas se crean se explican y se convierte en una fuerza coercitiva sólo con la
aparición del lenguaje humano sin la ayuda de la palabra no habría nacido ni
la ciencia en la literatura ninguna cultura habría podido realizarse si
estuviéramos privados del lenguaje y que éste último debe ser considerado
como una comunicación social.
Hemos señalado que las condiciones de la lucha comunitaria contra la
naturaleza se subsumen en un proceso económico mágico colectivo que
había originado un lenguaje de gestos y que con el paso del tiempo a un
lenguaje sonoro sagrado. Pero también con el paso del tiempo el lenguaje se
volvió patrimonio de la vida cotidiana, de la comunicación de todos los días,
estos primeros estados de su formación las relaciones lingüísticas tan
estrechamente ligadas a las formas de las relaciones sociales donde
compartían un terreno común. Ahora tratemos de analizar qué tiene que ver
esto con nuestras propias conciencias.
Intentemos cerrar los ojos y reflexionar sobre el flujo de las palabras en
nuestras conciencias, por momentos ligadas a frases definidas pero en
muchos otros momentos una suerte de expresiones habituales imprecisas que
van reflejándose por nuestra mente. Está multicolor forma de las palabras en
nuestra mente es el problema que intento reflexionar, pero tratemos de
separar totalmente las palabras de nuestros pensamientos ¿Que podemos
observar en nosotros? Es posible que aparezcan representaciones visuales o
acústicas pedazos de imágenes naturaleza o fragmentos de melodías pero
intentemos desprendernos de esto también. Probablemente sentiremos el
latido de nuestro corazón, como corre la sangre en los oídos o serán
representaciones del trabajo de nuestros músculos los movimientos motores.
Pero si agregamos más fuerza voluntad e intentamos separarnos de nuestras
representaciones motoras: ¿que queda en nuestra conciencia? Nada,
absolutamente nada. La falta del ser, como define Lacan, similar al estado de
inconsciencia o de sueños.
Esto lejos de ser algún tipo nihilismo o algo por el estilo intenta reflejar que
nuestro lenguaje interior indefectiblemente precisa del exterior siendo
prácticamente imposible determinar ambos ámbitos. Sumemos a esto los
problemas de Lacan reflejados en la constitución del Gran Otro,
completamente irrepresentable pero mediante el cual intentamos darle sentido
a nuestras palabras. De esta forma, el Otro existe y es el lenguaje.
Lo que intento decir es que el estado puramente fisiológico de, por ejemplo, el
hambre no tiene una expresión en sí misma, es necesario que el órgano tenga
una ubicación social e histórica bien definida para demandar algo. El elemento
decisivo está siempre representado por la pregunta quién tiene hambre, en
compañía de quien, entre qué personas, etcétera. Toda expresión tiene una
orientación social definida por el Otro. La interacción entre los participantes le
da forma a la enunciación. sin lenguaje no existe expresión así como tampoco
existe expresión sin una real situación social y sus participantes reales. No
está terminado el lenguaje, no se acaba, tiene una forma ideológica o
fantasmática de vincularse con su entorno. Por simplificar un poco el tema
señalar que el lenguaje interior es el campo en el que el organismo pasa del
ambiente físico al social, la socialización de todas las reacciones y
manifestaciones orgánicas.
Tanto el lenguaje interior como el exterior se encuentran igualmente
orientados hacia el otro, hacia el oyente. Tanto el hablante como el oyente son
participantes conscientes del acontecimiento de la enunciación y ocupan en él
posiciones interdependientes.

Linguisteria lacaniana: lenguaje y letra


En primer lugar señalar que lo que más le interesa a lacan es la estructura del
lenguaje y no tanto las diferencias idiomáticas. Entre 1936 y 1949 las
referencias de Lacan a lenguaje son escasas pero significativas, haciendo
hincapié en, por ejemplo en sus escritos, en qué el lenguaje es constitutivo de
la experiencia psicoanalítica. Después de estudiar a Hegel, piensa que el
lenguaje es primordialmente un elemento mediador que le permite al sujeto
obtener el reconocimiento del otro e insiste que el lenguaje no es una
nomenclatura para comunicar información sino que el lenguaje es primera y
principalmente una apelación a un interlocutor.
Ya para 1950 hasta 1954 el lenguaje comienza a ocupar el lugar central.
Fundamentalmente que el lenguaje estructural son las leyes sociales del
intercambio, como un pacto símbolo. A partir de 1955 a 1970, sentenciado su
seminario 11, Lacan desarrolla su tesis clásica de que el inconsciente está
estructurado como un lenguaje. Lacan retoma la teoría de Ferdinand de
Saussure en cuanto a que el lenguaje es una estructura compuesta de
elementos diferenciales con la diferencia de que para Saussure no lo había
dicho respecto al lenguaje sino de la lengua. crítica esta noción y sostiene que
la unidad básica del lenguaje no es un signo sino el significante, donde el
inconsciente es una estructura de significantes. básicamente desarrolla la
concepción de que el discurso es una especie de lazo social.
A partir de 1971 empieza el pasaje de la lingüística a la matemática como
paradigma de la cientificidad y acompañado por la ambigüedad del lenguaje.
De esta forma Lacan acuña el término la lalangue para designar los aspectos
no comunicativos del lenguaje que, jugando con la ambigüedad y la
homofonía, genera una especie de goce. El término lenguaje se vuelve
entonces opuesto a la lalangue o lalengua porque la lengua es un sustrato
caótico primario del sujeto. O para decirlo más sencillo, el lenguaje no es un
orden que éste finalmente acomodado sino, como sostiene lacan, el lenguaje
es una elucubración del saber sobre la lengua.
Esta concepción lacaniana sobre lenguaje es sumamente distintiva
fundamentalmente los análisis de otros psicoanalistas como el keniano que
tienden a minimizar la importancia del lenguaje y a subrayar, estas psicologías
del yo, la comunicación no verbal, un lenguaje corporal, algo que es muy
criticado por lacan en base a estos fundamentos. Primero toda comunicación
humana está escrita en una estructura lingüística incluso el lenguaje corporal
es fundamentalmente una forma de lenguaje con los mismos rasgos
estructurales. En segundo lugar, la meta de la cura es articular la verdad del
propio deseo en palabras y en ningún otro vehículo ya que considera que este
es el principio de que la palabra es el único camino para esta verdad. Tercero
la palabra es la única herramienta con la que cuenta el analista, en
consecuencia o un analista que no comprende de qué modo pero la palabra y
el lenguaje tampoco entiendo el psicoanálisis.
Este énfasis de Lacan sobre el lenguajes es por la recomendación de que el
analista preste atención a los rasgos formales de la palabra del analizante, es
decir sus significantes y no se deje desviar por una actitud empática.
Me gustaría también señalar que erróneamente se suele decir que para Lacan
el lenguaje es sinónimo de orden simbólico y no es tan así. Lacan dice que el
lenguaje tiene una dimensión simbólica y una imaginaria. La dimensión
simbólica del lenguaje es la del significante y de la palabra verdadera,
mientras que la dimensión imaginaria es la del significado, la significación y la
palabra vacía. El esquema L representa estas dos dimensiones del lenguaje
por medio de 2 ejes que se cruzan.
Para resumir en Lacan no encontramos un lenguaje con una correspondencia
estable de uno a otro signo o algún tipo de referente para la palabras, es decir,
de un lugar de donde extraer su significación sino, por el contrario, que está
basado en significantes. lo que procura que el lenguaje genera una
ambigüedad intrínseca de todo discurso, ambigüedad evidente en las
formaciones del inconsciente que solo se pueden interpretar jugando con la
homofonía y otras formas del equívoco.

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