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Manuela Montañez Londoño 02/11/2016

Lógica del Lenguaje y Conocimiento en Russell.

Introducción.

A lo largo del presente artículo se expondrán clara y puntualmente los propósitos de éste y su
respectivo desarrollo, en el cual se aborda la estructura del pensamiento y la problemática del
lenguaje a partir de los presupuestos del filósofo Bertrand Russell haciendo énfasis
principalmente en la Segunda parte de su obra “El Conocimiento Humano” donde aborda el
lenguaje. Ahora bien, teniendo claro que la teoría del conocimiento es un fenómeno allegado al
lenguaje debido a la utilidad que éste tiene y la forma en que denota, más adelante se presentará
la cuestión para solucionar y respaldar de acuerdo con el filósofo lógico nombrado con
anterioridad, a su vez, relacionado con otras teorías. Cae por su peso el interés respecto a este
autor y sus aportes al campo de la semántica, su búsqueda por la verdad y el conocimiento y su
manera de plantearse asuntos filosóficos con su respectiva solución. Este filósofo lógico se
encargó de exponer problemas que contaran con una solución razonable, y así, en lugar de
quedarse analizando enigmas místicos, estudia desde un determinado contexto dentro de un
campo específico de conocimientos, las cuestiones por las que se interesa y así busca una
solución conforme a sus conjeturas bien desarrolladas y con un rigor lógico especialmente desde
la ciencia. El uso del lenguaje, busca explicarlo por medio de ejemplos, de manera concreta y
mediante comparaciones lógicas y comprensibles. Esclarece sus funciones, la autonomía que
posee y su función comunicativa al ser una herramienta indispensable para expresar nuestros
pensamientos de forma estructurada y lógica, de la mano de un conocimiento cierto sin prejuicios
que lleva a la comprensión de las cosas tales como se nos presentan. Así, Russell mediante su
obra y sus trascendentes análisis busca expandir el conocimiento relacionando la filosofía con la
ciencia y así formando conceptos claros para cada una de las generalidades que suscita el
lenguaje ya sean creencias, palabras, afirmaciones, frases o el mismo conocimiento.
Justificación.

¿Por qué es importante realizar un acercamiento a Bertrand Russell cuando se trata del lenguaje?
El lenguaje ha sido uno de los problemas más estudiados por los filósofos sean analíticos o no.
Desde los antiguos se pueden encontrar observaciones y análisis de éste y sus funciones. Al ser
un campo tan amplio y discutido en la historia, es apropiado relacionarlo con un trasfondo que
nos involucra a todos como seres pensantes, el cual es el conocimiento. Por consiguiente, Russell
al estudiar el conocimiento humano con todos sus elementos en relación con la mente humana,
podemos afirmar que sus investigaciones dan resultado a teorías lógicas lingüísticas útiles para
este análisis y consecuentemente viene siendo uno de los analíticos más indicados para abordar la
teoría del conocimiento y su relación con el lenguaje.

Objetivos

General: Dar una solución a la siguiente cuestión:

 ¿Cómo la lógica del lenguaje estructura un conocimiento desde la obra de Russell?

Específicos:

 Presentar la importancia que se le ha prestado al uso del lenguaje desde el campo


filosófico y asimismo exponer las problemáticas de Russell en éste.
 Explicar concisamente la idea de conocimiento en la obra de Russell y compararla de
forma breve con otras nociones del conocimiento tales como las de Platón y Habermas.
 Establecer una relación clara entre: hecho, creencia, verdad y conocimiento con alusión a
la lógica del lenguaje.

Pasos para el análisis.

 Leer atenta y cuidadosamente los textos a trabajar de B. Russell nombrados con


anterioridad.
 Extraer de la lectura los elementos que sean útiles para establecer una relación de la lógica
del lenguaje para llegar al conocimiento.
 Dar una solución a cada objetivo para llevar a cabo el artículo planteando una síntesis
sutil en cada uno de los puntos.
 De acuerdo a la lectura, responder a la pregunta planteada con argumentos válidos y
auténticos desarrollando claramente las teorías de Russell.
 Proceder con una conclusión que reúna los elementos fundamentales del trabajo realizado
de manera simple y a modo de reflexión dejando ver la importancia del lenguaje en el
ámbito filosófico y del cono cimiento.

Desarrollo.

Para comenzar este análisis, a propósito de la teoría del conocimiento y su importancia en el


ámbito filosófico, en Russell es evidente la búsqueda de definir éste y más conceptos por medio
de la experiencia humana. Así pues, siendo un empirista lógico se apoya en el método científico
para sustentar sus teorías y es indiscutible al momento de detallar sus innumerables estudios y
conceptos donde se hace notorio el interés por definir claramente la verdad y los procedimientos
lógicos para llegar a esta por medio del conocimiento.

I.

Ahora, resulta patente aludir a los usos del lenguaje según el filósofo y matemático Russell.

“[…] Los filósofos, que son gente libresca y teórica, se han interesado en el lenguaje
principalmente como medio de hacer afirmaciones y de almacenar información, pero esto es
sólo uno de sus fines y quizá no el más primitivo” (Russell, Bertrand. El Conocimiento Humano:
79. Madrid: Revista de Occidente, 1950.)

Aquí comienza a aparecer la preocupación por el autor de definir los usos y funciones del
lenguaje, elabora un juicio a la preocupación primordial de los filósofos dentro del estudio del
lenguaje puesto que, desde su concepción el lenguaje es principalmente una herramienta de
expresión y comunicación la cual suministra expresiones públicas permitiendo la descripción por
medio de palabras de algo que esté o no sensiblemente presente. Es decir, la utilidad del lenguaje
se somete a las experiencias siendo así éste un medio de exteriorización; por otra parte, el
lenguaje nos da la posibilidad de pensar con mayor claridad e interpretar al momento de
comunicarnos. Sin embargo, también existe la posibilidad de un lenguaje sin palabras, aunque
éstas sean esencialmente necesarias para expresar los pensamientos con fluidez y firmeza. ¿Se
puede pensar sin necesidad de lenguaje? Russell lo afirma, no obstante, defiende su misma
consideración de la fuerza y la importancia que tienen las palabras y sus usos para generar un
pensamiento totalmente coherente y sin limitaciones, o sea, si es posible generar pensamientos
sin el lenguaje, pero con la ausencia del mismo no se pueden procesar completamente para
verificar si son racionales o no.

Aquí conviene referirse también al sinnúmero de funciones que nombra Russell al explicar el
fenómeno del lenguaje. Nombra los elementos que debe tener una proposición para ser verdadera
o falsa, describe las funciones de la lengua, los significados, los símbolos, la autonomía del
lenguaje y cómo éste depende de la física, en su mayoría ejemplificados y relacionados con la
ciencia (matemática). Todos estos componentes aparecen en esta confrontación debido a su
trascendencia en la aplicación del lenguaje a pesar de tener un grado limitado de verdad según el
mismo Russell, el cual finaliza su capítulo “Los Usos del Lenguaje” refiriéndose a la tarea del
filósofo y su vínculo con el lenguaje, pues, este se ve encarado con la labor de usar la lengua para
“deshacer las falsas creencias que ella misma sugiere”. Así pues, bajo esta perspectiva está claro
que, dentro de la filosofía, el lenguaje es una herramienta para adquirir conocimientos y llegar a
la verdad, por medio de la proyección de problemas empleando bien y de forma adecuada la
lengua, generando concepciones del mundo a través de la experiencia con la percepción y así con
las conjeturas y presunciones que se obtengan formar problemas filosóficos realmente lógicos en
pos de expandir el conocimiento a pesar de los supuestos falsos que puedan presentarse.

II.

Esta parte será destinada al análisis del conocimiento, sus problemáticas y concepciones desde
diversos puntos de vista. Efectivamente, como centro del análisis están las conjeturas de Russell
y su manera de estructurar un conocimiento a base de las creencias y los hechos. Sus
planteamientos acerca del conocimiento se reducen a la necesidad de encontrar la verdad dentro
de las creencias que se adquieren por medio de referencias externas, y así el conocimiento viene
siendo una subclase de creencias necesariamente verdaderas. Al comienzo de su libro “El
Conocimiento Humano” ahonda en su campo de conocimiento científico, estableciendo el
lenguaje como el único medio de comunicarlo. Por esto, muestra el subjetivismo como algo de lo
que se debe escapar al momento de definir el conocimiento debido a la intrínseca relación que
este debe tener con la experiencia y la descripción del mundo el cual se busca comprender de
manera objetiva. Las teorías del conocimiento se centraron mayoritariamente en el conocimiento
científico puesto que la ciencia siempre ha sido comprendida como una forma de entender el
mismo de forma lógica con su preocupación por demostrar sus mismos saberes, teorías, creencias
o fenómenos por medio de las experiencias en nuestro mundo tangible y sus manifestaciones.
Dicho lo anterior, conviene detenerse en la siguiente enunciación de Jürgen Habermas
refiriéndose a la crisis de la crítica del conocimiento: “Las teorías del conocimiento ni se
limitaban a la explicación del método científico experimental ni se reducían a la teoría de la
ciencia” (Habermas. Conocimiento e Interés: 11. Madrid: Taurus ediciones, 1982).

Así pues, el conocimiento científico sería un conocimiento limitado a las meras creencias que
pueden ser demostradas desde la experiencia, solo si son expuestas con proposiciones lógicas y
antecedidas por un suceso real para considerarlas verdaderas -desde Russell- y no existe la
posibilidad de conocimiento sin hechos que comprueben dichas creencias, por lo que Habermas
afirma que, en la actualidad, después de tantas teorías no se puede entender la ciencia como una
forma de conocimiento sino más bien, para llegar a una definición conocimiento debemos usar el
método científico. Tanto para Russell como para Habermas la lógica nos deja expuestos a un
modo de encaminarse a la verdad, sin la cual no sería posible el conocimiento, el cual abarca un
todo en el mundo y nunca desiste de la duda y quizá por esto los filósofos a lo largo de la historia
han sido constantemente pretensiosos respecto a esta estudiada y compleja teoría.

Por otra parte, no cabe duda que la concepción platónica sobre conocimiento comprende
conceptos totalmente diferentes y una postura puramente metafísica que la ciencia no puede
demostrar y que actualmente es dificultosa de creer. La reminiscencia de Platón expone que todos
los conocimientos los adquirimos en el mundo de las ideas antes de nacer y, por lo tanto, conocer
es recordar. La doxa como conocimiento sensible y la episteme como el inteligible, siendo esta
última la que nos brinda el verdadero conocimiento. Russell en su capítulo “La definición
ostentiva” hace referencia al recordar o reconocer algo y afirma que de esta manera al clasificar,
describir o designar palabras a la experiencia, el ser humano le encuentra sentido a lo que percibe
y a esto se le puede llamar elaboración de un nuevo conocimiento, primeramente por medio de la
investigación y de hallarle lógica a los datos que se encuentren, el proceso mental para esto es lo
que se llama reconocimiento, a lo cual otorga identidad, y por esta razón el autor se preocupara
más adelante por los nombres propios. Al ser Russell empirista no comparte la postura platónica,
sin embargo, hay una postura que si comparten.

Definitivamente no es la postura con respecto a la teoría del conocimiento la tienen en común, no


obstante, desde el lenguaje, en sus obras abordan el dilema de los nombres propios, su significado
y su relación con las cosas. Tanto Platón en los diálogos (Crátilo) cómo Russell en su capítulo
“Nombres Propios” muestran preocupación por las personas, cosas o sustancias que reciban un
nombre propio que les identifica y que al pronunciarse o ‘nombrarse’ le dan esencia y propiedad
a lo que se refieren. Aunque ciertamente el Crátilo aborda un diálogo principalmente de Sócrates
con Hermógenes, la relación es clara y evidente en la preocupación por definir la verdadera
importancia de los nombres propios, aunque para Russell conducen error y “suponen una
metafísica falsa” también los mismos nombres deben denotar algo que puede ser reconocido, lo
cual se obtiene por medio de la experiencia.

“[…] Nada importa que sean unas u otras las letras que expresan el mismo significado; ni
tampoco que se añada o suprima una letra con tal que siga siendo dominante la esencia de la
cosa que se manifiesta en el nombre” (Platón. Diálogos (II): 382. Madrid: Editorial Gredos,
1992.)

De lo que se encarga Russell es tomar lo que Sócrates y Platón quisieron decir con respecto a la
"Esencia" que es lo que siempre queda, lo que permanece, lo que los sofistas no podían sustentar
ni argumentar y, éste mediante un proceso lógico racional trata de descomponer ese presupuesto
y explicar, cómo se logra encontrar y mantener, sobre todo, esa esencia o identidad que
representa el nombre por medio de la experimentación. Así, pues, queda claro afirmar que el que
conoce los nombres conoce las cosas en sí, su esencia y posible utilidad. La significación es dada
por la misma sociedad y el uso apropiado de una palabra con su respectiva significación debe
estar antes de generar un conocimiento, a pesar del convencionalismo que existe en los nombres
propios hay una construcción lógica y contradictoria vista desde Platón y Russell.

III.

Por último, para establecer una relación clara entre la lógica del lenguaje y el conocimiento desde
Bertrand Russell se abordará el último capítulo de la segunda parte: el Lenguaje en su obra “El
Conocimiento Humano”. En este capítulo, el autor busca dar una definición a una serie de
conceptos los cuales se complementan entre sí para alcanzar el conocimiento, los cuales son:
hecho, creencia y verdad como se puede evidenciar en la parte anterior del presente artículo. Así
pues, a lo que se quiere llegar comienza con la definición de los hechos. ¿Qué son los hechos?
Son todo lo que existe en el mundo, todo lo que sucede naturalmente sin parar. En relación con el
lenguaje, para describir un hecho se debe realizar primero una afirmación, formulada por una
serie de proposiciones lógicas y así, la función de los hechos es convertir estas afirmaciones en
falsas o verdaderas. Los hechos siempre están presentes en nuestro mundo sensible
independientemente de las creencias, así alguien lo crea o no, el hecho está allí. Asimismo, las
creencias, un concepto no tan sencillo de definir debido a la vaguedad que se presenta, enuncia
Russell “Una creencia se despliega por la aseveración de una proposición” pero esta aseveración
o declaración debe contar con una referencia externa para haber sido formulada. Para esto es
necesaria la percepción y la memoria, las cuales nos hacen conscientes de nuestras creencias y sin
las cuales éstas no tendrían sentido, y así, para expresar una creencia es necesario y esencial el
uso de palabras, palabras claras y precisas que formulen frases afirmativas acerca de la creencia.
Cuando se cree que una frase (la cual debe contar con una significación) es verdad, aparte de solo
creer hay que primero comprender para identificar si esta creencia es falsa o no. Ahora bien, la
verdad surge de la relación que existe entre creencia y hecho por lo que ésta debe ser respaldada
por una causa lógica mediante un uso adecuado de la lengua y el habla.

Asimismo, ¿Cómo la lógica del lenguaje estructura un conocimiento? Todos los argumentos
nombrados anteriormente surgen desde el estudio del mismo lenguaje para alcanzar un
conocimiento. El lenguaje transmite información y de esta manera puede influenciar en la
conducta de otros al ser usado socialmente. Estructura un conocimiento porque el mismo uso
lógico del lenguaje le da forma, deja de ser un lenguaje subjetivo para convertirse en uno objetivo
el cual busca las causas de porque una palabra, una expresión o un concepto es lo que es y no es
otra cosa, por esta razón, el lenguaje es una herramienta para organizar el conocimiento ya que el
proceso de elaboración del mismo se presenta de muchas y diversas maneras, pero al momento de
organizar un conocimiento en sí que sea verdadero se requiere del uso lógico del lenguaje para
brindar una comprensión más sólida, específica y coherente y así entender el significado y el
significante de lo que se quiera enunciar.
Conclusión.

En este punto, la filosofía hace que surja la inquietud por todos estos aspectos, la búsqueda de
certeza es incesante y para tener esa certeza es necesario un proceso lógico de comunicación que
disminuya las probabilidades de cometer errores al generarse conocimientos. Los discursos deben
estar referidos por una creencia verdadera sustentada por un hecho y los problemas del lenguaje
dan sentido y significación a estos discursos. Bertrand Russell, al abordar diversos problemas
científicos, lingüísticos, lógicos, entre otros; ha dejado sus conocimientos y creencias
ejemplificados en la historia de manera empírica con una actitud racionalista lo que le convierte
en uno de los filósofos que más se encargó por estudiar la existencia humana y sus probabilidades
con el método científico. Quizá, el lenguaje no sea suficiente para abstraer conceptos absolutos
de la cantidad de cosas que ocurren en nuestro universo, pero si es esencial y preciso al momento
de explicar los fenómenos y las posibles verdades de lo que nos rodea, en últimas, el lenguaje es
ese elemento del que nadie queda exento y está siempre presente para ayudarnos a pensar de
manera lógica y establecer relaciones para llegar al conocimiento.

Lista de Referencias.

Russell, Bertrand. El conocimiento Humano. Madrid, España: Revista de Occidente, 1950.

Habermas, Jürgen. Conocimiento e Interés. Madrid, España: Taurus ediciones, 1982.

Platón. Diálogos (II). Madrid, España: Editorial Gredos, 1992.

Bunge Mario. Concepciones de Bertrand Russell sobre el Conocimiento Humano.

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