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FILOSOFÍA DEL LENGUAJE: SOBRE SI EL LENGUAJE CAPTURA

APROPIADAMENTE LA ONTOLOGÍA DE LOS FENÓMENOS Y LAS


IMPLICACIONES DE ESO EN EL MUNDO ACADÉMICO-INTELECTUAL.

INTRODUCCION:
La intención de este trabajo es abordar un asunto (que sólo tiene cuerpo y sentido
pensarse como supuesto mental), principalmente a través de Wilhelm Von Humboldt,
Adam Schaff, John Searle y la teoría del lenguaje de Sapir-Whorf, aunque pretendo incluir
también investigaciones, análisis y bases teórico-conceptuales de cuantos lingüistas,
antropólogos lingüísticos y filósofos del lenguaje me sea posible.
No habría problema alguno en verlo también como un tipo de “compilación” sintetizada
sobre filosofía del lenguaje, pero se debe tener en cuenta todo momento que el trabajo en
principio gira entorno a suponer un escenario con condiciones específicas para lograr que
la mente misma entienda de qué forma encajan las preguntas que se harán, pero que al
final, lo más relevante es pensar en si existen criterios y limitaciones lingüísticas cuando
del conocimiento formal se trata, es decir, el escenario sólo tendrá la función de orientar
las ideas, de hacer el intento de posicionar correctamente las preguntas y así poder buscar
respuestas un poco pertinentes, porque mientras se comparta la información en ningún
momento se retomará ese imaginario en conveniencia del imaginario en sí, pues, tomarme
esa parte tan en serio implicaría; ser experta en al menos una lengua aislada o ser
hablante de ella, de forma que conozca la estructura lingüística y pueda hacer hipótesis
generales teniéndola a ella de referencia, tener las herramientas para hacer posible el
escenario o tener la intención de que la finalidad del trabajo sea esa y no la tengo. Sin
mencionar que considero que habría que tener estudios en lingüística y no los poseo. Por
todo eso, mi interés en abarcar este tema es propiamente fascinación por la
epistemología, lingüística, antropología y psicología y de alguna forma este tema podría
ser abordado por todas esas disciplinas. De hecho, abordarse desde la
interdisciplinariedad sería lo más adecuado.
El lenguaje modifica la forma en que adquirimos y procesamos la información, hace que
veamos en los fenómenos detalles específicos, que van a variar si habláramos otra lengua,
sobre todo si esa lengua tiene un sistema lógico que la construye distinta de la ya nuestra.
El lenguaje definitivamente determina y modifica la manera en que pensamos, mi
intención entonces, es tan sólo bajo esa afirmación, proponer preguntarse si hay más en el
conocimiento hasta hoy adquirido que no pudimos ver porque el lenguaje no lo permitió,
en sentido epistemológico.

Las ciencias naturales suponen una mejora en la calidad de vida humana sobre todo
porque prometen una relación de comprensión entre la vida humana y la naturaleza.
Mientras, en la filosofía se ha intentado analizar de cerca los procesos, los principios, los
métodos, el origen y los fundamentos que se toman para la elaboración (o
descubrimiento) del conocimiento general, incluso las condiciones del conocimiento y la
posibilidad humana de acceder a él. Muchos buenos filósofos se dedican primero a
plantear una forma en la que les pareció más preciso y acertado adquirir los
conocimientos alrededor de una cuestión cualquiera y es preciso que defina los conceptos
de los que hará uso. Pero el descubrimiento científico tiene un impacto distinto en la vida
de las personas porque es capaz de transformar por completo comportamientos
colectivos, hábitos, quizá hasta tradiciones enteras. Para mí la confianza en la ciencia es la
segunda cosa que más en común tenemos después de los asuntos divinos y espirituales, es
casi un tipo de contrato y respaldo al que todos acordamos otorgar importancia,
confiamos en la ciencia, en los científicos y en la veracidad de sus descubrimientos.
Pero cómo resultaría considerar la veracidad o falsedad de la ciencia estando sujeta a los
limites lingüísticos, ¿podría ser indispensable el orden de las palabras en que se decide
anunciar un descubrimiento científico? ¿y la elección de palabras son las más apropiadas?
Aunque no de forma en que esto se convierta propiamente en una reflexión sobre la
sintaxis. Y si así fuera (que sea indispensable el orden de las palabras), ¿de qué forma
continuaría conservando la ciencia y los científicos su presumida objetividad?

Según Chomsky, una de las propiedades esenciales del lenguaje es su creatividad. Lo más
notorio y no por eso menos complicado es la evidente relación de los signos, la
significación, los tonos, las extensiones entre silabas, las pausas, las expresiones faciales,
los ademanes, etc., con el lenguaje como medio de comunicación, son parte de nuestra
vida social diaria, por lo tanto, el proceso cognitivo es prácticamente automático.
Las conversaciones intelectuales se mantienen mayormente en lenguajes para nada
aislados y los libros científicos están escritos por personas que se comunican en lenguas
romances y germánicas, que coinciden con lo que caracterizaríamos como lenguajes
globalizados. Traducir lenguas implica altos grados de dificultad, ya sea por las diferencias
gramaticales, las polisemias y homonimias de las palabras o la falta de equivalente en el
idioma al que se está traduciendo, cosa que sucede con el alemán, que posee una
cantidad de expresiones que hacen referencia a sentimientos, sensaciones y situaciones
especificas que pueden no existir el equivalente en cualquier otro idioma y además de eso,
considerar si es que existen juegos de palabras con significados en referencias de la vida
cotidiana en la sociedad alemana, o si hace uso de un termino que en concepto pertenece
técnicamente a otro tipo de contextos y lo único que debe extraerse de esa palabra en
concreto es su sensación, como usarla de forma análoga, que es algo que los filósofos
hacen todo el tiempo.

Si el alemán no es parte de lo que consideraríamos lenguas aisladas y aún así podríamos


encontrar un centenar de factores que harían que las conversaciones intelectuales
universales que partieron desde el alemán (escrito o hablado) sufran un tipo de teléfono
roto epistemológico, ¿se podría imaginar lo completamente distinto que deben resultar
ser las conversaciones intelectuales universales que se originen en una lengua aislada de
una comunidad igualmente aislada?
Como se mencionó antes, una de las propiedades más esenciales del lenguaje es su
creatividad; existe la lengua nativa “pawnee” en el centro de Norteamérica que se
compone de menos de diez vocales y consonantes cada una y sus palabras están
compuestas de más de diez silabas. Existe el “pirahã” de la selva amazónica en la que no
existen palabras fijas para los números ni los colores. Existe el “xhosa” en África que todas
sus consonantes se pronuncian como chasquidos, y existen otros que en algunas de sus
peculiaridades aumentan el interés por el punto de este tema; por ejemplo, el “lemerig”
una lengua oceánica en el archipiélago de Vanuatu, en donde se emplean puntos
cardinales fijos en las conversaciones cotidianas y sus hablantes son capaces de identificar
direcciones cardinales en lugares desconocidos. Eso demuestra que el sistema lingüístico
mental puede adoptar formas que se manifiestan en habilidades cognitivas perceptibles y
que pueden ser unas muy únicas.
Si suceden esas complejidades en nuestra mente tan sólo por la forma en que están
construidos nuestros sistemas lingüísticos, sin mencionar lo bien sabido entre los
lingüistas; el hecho de que por medio del lenguaje se transfieren modelos de vida,
procesos de aprendizaje de la cultura, valores, creencias, formas de actuar y pensar,
incluso formas de vestir, no debe ser muy descabellado preguntarse ¿si a hablantes del
pawnee, el lemerig o cualquier otra lengua aislada por una comunidad aislada, que es
igual a una mente aislada se les entrenara a pensar en áreas del conocimiento ya sea en
las ciencias naturales, sociales o en las humanidades, con clases impartidas en sus lenguas
y en sus espacios pero con las mismas herramientas que posee un estudiante promedio de
cualquier área del conocimiento (sobre todo en las ciencias naturales, porque son quienes
poseen una rigurosidad metódica y quienes exponen orgullosamente contar con una
objetividad como lo definitivamente más valioso) ¿llegarían ellos a las mismas
conclusiones? ¿los descubrimientos serían los mismos? ¿si les tocara escribir libros,
usarían casualmente las palabras en sus lenguas equivalentes a las que se han usado hasta
ahora en las mentes de los hablantes de idiomas romances y germánicas? ¿o usarían otras
en las que su significado conceptual haga o provoque que el entendimiento ontológico de
lo que se descubrió sea distinto? ¿verían ellos los mismos fenómenos físicos que han sido
expuestos por la ciencia actual? ¿de qué forma estaría construido el sistema lógico en sus
lenguas y cómo eso influiría en los resultados científicos que conocemos? ¿el lenguaje
captura bien la ontología de los fenómenos físicos? Si por ejemplo, los hablantes del pirahã
quienes no tienen palabras fijas para los números se dedicaran al estudio formal de los
números, ¿deberían poder comprender los ejercicios matemáticos más básicos por
primitivos que son contar, medir y ordenar de una forma distinta a la que suponemos (la
nuestra)?, no importa si es más o menos complejo, sólo importa que si se les enseñara
matemáticas complejas formalmente y en sus nociones (en su lengua y sus espacios; que
son los requisitos específicos de los que me refiero), podrían revolucionar las matemáticas
o extender la comprensión en el mundo matemático y entender de forma distinta los
números podría ser lo que necesita la mitad de teorías matemáticas que aun no parecen
tener solución o explicación, pero también podrían mostrarnos una grieta enorme en el
mundo científico que todos dieron por resuelta. De hecho, los científicos han aprendido de
todas las formas posibles que la ciencia no es lineal, ni absoluta, ni estática.
No pretendo insinuar que este mal el conocimiento hasta ahora, eso sería ingenuo de mi
parte, porque por lo menos la ciencia llega hasta donde las evidencias la lleven. En las
ciencias del espíritu, al conocimiento se accede con comprensiones de la razón, la
intuición, la interpretación y hasta con la introspección, por lo tanto, no es descabellado
pensarse este tipo de cuestiones. Pretendo que tampoco lo sea para la ciencia porque
estar abierto a muchas posibilidades es también un ejercicio científico, es deber del
científico mantener la mente abierta.

Se podría de forma válida, incluso adentrado, comprometido y dispuesto con la petición de


pensar esto como escenario mental, opinar convencidamente que una tribu aislada
cualquiera, con lenguaje aislado, cultura y mentes aisladas deberán poseer principalmente
un “lenguaje avanzado” o amplio, que es también indirectamente insinuar que no lo
tienen. Y bien, podría ser cierto que no. Pero ese juicio, aunque en general válido, es vano
para nuestro interés, más adelante explicaré por qué. Humboldt sobre eso expone (1990):
Pero, y esto es con mucho lo más decisivo, tanto en los conceptos como en el lenguaje
hasta el pueblo más inculto se encuentra una totalidad que es el correlato de la limitada
capacidad de configuración de la humanidad en su conjunto; todas las cosas singulares
que la humanidad es capaz de aprehender pueden extraerse de esa totalidad sin
necesidad de intervención ajena; y no debe llamarse ajeno al lenguaje cuanto la atención,
concentrada en este punto, halla indefectiblemente en su seno. De ello son prueba fáctica
las lenguas de naciones incivilizadas como las filipinas y americanas, que han sido objeto
de largos estudios por parte de los misioneros. En ellas encontramos designados incluso
los conceptos más abstractos sin ayuda de expresiones extranjeras. Claro está que sería
del mayor interés saber cómo entienden los nativos estas palabras. Pero en cuanto que
están formadas con elementos de su lengua, tienen en cualquier caso que relacionar con
ellas necesariamente algún sentido análogo. (p. 43)
Pero es inaprovechable pensarlo así porque está en incorrecto orden y no se está tan
adentrado y comprometido como se cree, pues, se está pensando que se debe tener la
suficiente cantidad de palabras para nombrar y explicar fenómenos que se manifiestan, lo
que no es falso, pero que no es de lo que se está tratando, esa sería entonces otra
conversación, por supuesto, igual de interesante. Sin embargo, de lo que se trata es;
adjudicando ya por adelantado un grado regular de desarrollo en el lenguaje, digamos,
proporcional al español, que esos fenómenos tengan una forma distinta que depende o
modifica la estructura del lenguaje.

La teoría de Sapir-Whorf acerca de la construcción del lenguaje imposibilitando percibir


entes y fenómenos definitivamente marca este trabajo, no porque ahora lo considere
cierto, pero sí lo es que concibo este trabajo como un tipo de contraste a esa hipótesis, es
decir, ya no que el lenguaje imposibilite procesos cognitivos, sino que los expanda o los
agudice, que permita atender, pensar, dimensionar y percibir con más facilidad o mejor
asertividad ejercicios intelectuales como definir conceptos, construir teorías, explicar esas
teorías, resolver problemas, etc. Es indispensable que quede claro que la importancia de
ahondar en esto es sólo considerar si podrían pensarse otras formas de encontrar el
conocimiento en sentido epistemológico y también que tengo especial interés con lo que
respecta a las ciencias naturales y formales (física, química, biología, astronomía,
matemáticas y geología), porque sus objetos de estudio no poseen implicaciones
subjetivas, ya que se presentan ante nosotros en forma de “datos”, y es esencialmente
distinto cuando lo que se estudia son fenómenos sociales o culturales, acontecimientos
históricos, vivencias y experiencias humanas, o elementos con total contenido humano
como los textos o el mismo lenguaje.
Podría dar la impresión de que nada tiene que ver la comprensión abstracta del
conocimiento con el lenguaje o que no tiene sentido peguntarse si por ejemplo el orden
de las palabras en un discurso resulte importante en la comprensión de este, pero me
atrevo a ir a ello bajo las afirmaciones de “el orden de las palabras podría alterar su
significado” y “el lenguaje modifica y determina la manera en que pensamos”. Lo que
deseo es que se piense en esas dos afirmaciones conjuntamente y espero dar argumentos
y ejemplos de eso.
Pero con respecto tan sólo a la función del lenguaje en el pensamiento, según Schaff
(1975):
La idea de Herder, relevante en nuestro contexto, puede resumirse de la siguiente forma:
el lenguaje no sólo es el instrumento, sino también la tesorería y la forma del
pensamiento. La “tesorería”, porque las experiencias y la sabiduría de generaciones se
reúnen precisamente en el lenguaje, a través del cual se transmiten a las generaciones
siguientes por medio del proceso educativo. En efecto, no pensamos sólo en un lenguaje
determinado, sino a través de ese lenguaje. A ello nos referimos al decir que el lenguaje es
la forma de nuestro pensamiento. Se trata, por tanto, de que el lenguaje forma el proceso
del pensamiento y, como resultado final, lo limita hasta cierto punto. (p. 18)
Ciertamente este tema es extenso y basto, y se inaugura con el lingüista Wilhelm Von
Humboldt, que su filosofía del lenguaje se desenvuelve en la concepción del papel creador
del lenguaje en los procesos intelectuales, que se sostiene con la idea del lenguaje como
uno de los modificadores del mundo. Humboldt, por ejemplo, afirma (págs. 179 y 180) que
el lenguaje no sólo es la concepción del mundo porque por su alcance debe equipararse al
mundo, sino también porque el intelecto aprehende la unidad del mundo gracias a la
configuración de la realidad a través del lenguaje.
Según Schaff (1975):
La idea de la “transformación” del mundo a través del lenguaje puede interpretarse de dos
formas distintas:
1) Como reconocimiento del papel que desempeña el papel subjetivo en el
conocimiento. Un sistema lingüístico determinado influye sobre el proceso
del conocimiento y cumple una función particular dentro de este;
2) Como concepción de la “creación” de la visión del mundo a través de un
sistema lingüístico dado; obsérvese que no se puede conocer nada fuera de
esta visión del mundo.

La primera interpretación obtuvo respeto por entenderla “racionalista”, la segunda es


acusada de idealista. Humboldt, quien cree con propiedad que el conocimiento esta
condicionado por las lenguas, evidentemente se siente más cómodo participando en la
primera interpretación, aunque también se encuentras en él destellos de la segunda. Sin
embargo, no nos corresponde hacer juicios apresurados, ni se nos verá bien menospreciar
concepciones por seguir la corriente.
Por ejemplo, Leo Weisberger desarrolló la teoría de que diferentes lenguajes producen
diferentes experiencias, se refiere a ella como “mundo espiritual intermedio”, que es, la
“visión del mundo” contenida en el lenguaje.

Notas: ordenar (urgente), definir lenguaje (urgente), ir sobre el conocimiento alojado en la


lengua materna y lo que sucedería en las segundas lenguas, tocar el determinismo
lingüístico, leer historia de la filosofía contemporánea de Franca D’Agustine y alguno sobre
historia de la ciencia universal
IMPORTANTE: NO OLVIDAR ARgUMENTAR LAS AFIRMACIONES
DETALLES: definir todos los conceptos q considere indispensables (¿??) pero cómo, ser
completamente clara, ¿dar definiciones de lenguaje por diferentes lingüistas (¿podría eso
dejar confundido al lector?), sólo una con la q yo me sienta cómoda o ambas?

Borradores/ideas(perfeccionar)/relleno/protocolo:
Actualmente las ciencias junto con la tecnología son la forma más rápida y efectiva de
progreso y desarrollo en la mayoría de los ámbitos del mundo global. El conocimiento es
una de las cosas que la humanidad más persigue, no para acumularlo sino para hacer uso
de él y mejorar la calidad de vida, por lo tanto, al mundo actual le es útil preguntarse si hay
más cosas allí que no vieron o que malentendieron.
A la filosofía le resultaría también bastante interesante porque a mi parecer este tema no
es sólo ni principalmente lingüística, o antropología, o neurociencias, o sociología. Para mi
es sobre todo epistemología, que es una rama de la filosofía considerablemente nueva y
misteriosa y la filosofía actual está constantemente viendo por ella.

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