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SUMARIO

ACTORES: Sucesores de Riccio, Carlos - Argentina.


DEMANDADOS: Da Silva, Diego y González Freitas, Andrés - Brasil.
MATERIA: RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL - DERECHO
INTERNACIONAL PRIVADO (DIPr)
Excelentísimo Tribunal: Actio Legis (UNISAL), abogados/as apoderados de los sucesores de
Carlos Riccio, constituyendo domicilio en calle Gorriti 1249 de la ciudad de Bahía Blanca, a V.E.
nos presentamos y respetuosamente decimos:
I) PRETENSIÓN: Acción judicial contra los Sres. Da Silva y González Freitas con el objeto de
solicitar la indemnización de $23.000.000 por los daños y perjuicios originados a consecuencia
del accidente de tránsito ocurrido en San Pablo, República Federativa de Brasil, o por lo que
resulte de las probanzas de autos con más sus correspondientes intereses y costas.
II) HECHOS: En un lamentable accidente de tránsito que tuvo lugar en la ciudad de San Pablo,
se produjo el deceso de Carlos Riccio, un pasajero argentino, domiciliado en Argentina, que era
transportado en forma benévola (extracontractual, realizado de favor, de cortesía o
amistosamente) por un automóvil inscripto en Brasil y asegurado por Nuevo Amanecer
Compañía de Seguros S.A. Dicho automóvil era conducido por Diego Da Silva, siendo su titular
registral Andrés González Freitas; ambos domiciliados en Brasil.
III) CITACIÓN EN GARANTÍA: Solicitamos se cite en garantía a Nuevo Amanecer Compañía
de Seguros S.A.
IV) DERECHO Y ARGUMENTOS:
1.- Derecho: Fundamos el derecho que nos asiste en: Protocolo de San Luis (ley 25.407) de
1996 en el marco del Tratado de MERCOSUR; el Código Civil y Comercial de la Nación
Argentina (en adelante CCCN); Convención sobre la circulación vial, Ginebra de 1949.
2.- Argumentos:
a) Legitimación de los sucesores: Se sustenta la legitimidad de nuestros representados
en la declaratoria de herederos otorgada por juez competente argentino fundado en el último
domicilio del causante conforme los arts. 2643 y 2644 CCCN.
b) Jurisdicción competente: Los tribunales Argentinos son competentes en virtud del
ejercicio de la posibilidad de elección que confiere el art. 7.c. del Protocolo de San Luis, habida
cuenta de que Carlos Riccio tenía domicilio en Argentina. Ello, conforme al art. 2594 CCCN que
establece la jerarquía normativa del DIPr. Así, el Protocolo dispone que para ejercer las acciones
comprendidas en el mismo serán competentes, a elección del actor, los tribunales del Estado
Parte: a) donde se produjo el accidente; b) del domicilio del demandado; y c) del domicilio del
demandante. En consonancia con el Protocolo, el art. 2656 CCCN establece un abanico de
foros concurrentes respecto a jurisdicción: “son competentes para conocer en las acciones
fundadas en la existencia de responsabilidad civil: a) el juez del domicilio del demandado; b) el
juez del lugar en que se ha producido el hecho generador del daño o donde este produce sus
efectos dañosos directos”.
Rapallini explica que “Con la entrada en vigencia del CCCN, se incorpora en la Sección 13° a la
responsabilidad civil procurando con ello abarcar la amplia gama de supuestos generados de
obligaciones sin acuerdo entre las partes. La jurisdicción se presenta con una variable tradicional
–juez del domicilio del demandado– y con otras dos de contacto inmediato con el nexo causal
generador de responsabilidad y así se contempla al juez del lugar donde se produjo el hecho
dañoso –fórum causae– o al del lugar donde se producen los efectos dañosos, se deduce la
trascendencia práctica de las dos últimas opciones pues frecuentemente el juez del lugar donde
se producen los efectos coincide con el domicilio del actor”.1
Tal como lo expresa Scotti “La jurisdicción internacional es el poder que tiene un país, derivado
de su soberanía, para resolver un caso de derecho privado con elementos extranjeros, o un
caso mixto con el cual el Estado al cual se atribuye aquella considera que tiene una relación
relevante a tales efectos".2 Basándonos en esa relación relevante es que el presente es un caso
de jurisdicción directa, porque concede a un juez la potestad para entender y decidir.
Según Dreyzin de Klor “los tres foros alternativos que se consignan en la norma presentan
ventajas. El juez facilita la obtención de las pruebas (...). El domicilio del actor se presenta como
una pauta jurisdiccional que ha sido recibida con beneplácito por la doctrina. Su ventaja reside
en que permite la economía de gastos para el damnificado y una mayor protección a este en
razón de que es en su domicilio donde verdaderamente se produce el evento dañoso y sus
consecuencias negativas”.3
Afirma Tellechea Bergman que el Protocolo de San Luis, reconoce como antecedentes directos
el Convenio uruguayo-argentino sobre Responsabilidad Civil Emergente de Accidentes de
Tránsito, y a través del mismo, varias de las soluciones previstas por la Convención de La Haya
de 1971 sobre Ley Aplicable en Materia de Accidentes de Circulación por Carretera. En el
mismo sentido Uzal y Rapallini. Según el doctrinario uruguayo la finalidad ha sido dotar al
MERCOSUR de una regulación específica y uniforme sobre la ley aplicable y la jurisdicción
competente en relación al creciente número de accidentes de tránsito acaecidos en un Estado
Parte, en el que participen o resulten afectados personas domiciliadas en otros. La conexión
1
Rapallini, L. Temática de Derecho Internacional Privado, 2021, Ed. LEX, p. 375.
2
Scotti, L. Manual de Derecho Internacional Privado, 2017, Ed. virtual La Ley S.A.E.
3
Dreyzin de Klor, A. El Derecho Internacional Privado Actual, 2017, Ed. Zabalía, p. 370 y 371.
domicilio resulta básica tanto para determinar la ley que ha de regular la responsabilidad civil
emergente como los tribunales internacionalmente competentes. El art. 2 del Protocolo
proporciona una definición autárquica del domicilio de las personas físicas y jurídicas. El art. 7,
coincidente con el Convenio uruguayo-argentino en la materia, realiza una apertura de foros,
consagrando a elección del actor la triple opción de tribunales competentes. Expresa que un
accidente de tránsito puede ocurrir en Uruguay, el demandado domiciliarse en Brasil y el actor
en Argentina o Paraguay. Al determinar la jurisdicción en el domicilio del demandante, art. 7.c.
tiene la intención de proteger al damnificado y establecer la recepción de la jurisdicción del
domicilio del actor, entendiendo que tal domicilio es en los hechos el lugar de efectiva producción
del daño. El autor cita que “como señalara acertadamente (...) Ciuro Caldani, el ilícito incide en
última instancia en la persona del damnificado y en su asiento domiciliar”.4
Fortalece nuestro argumento el fallo Márquez López c/Desteffani s/daños y perjuicios que tiene
lugar a partir de un accidente de tránsito ocurrido en Uruguay del cual resultó fallecida una
persona domiciliada en Argentina. En el mismo, la Cámara manifiesta que la acción “puede
entablarse ante los jueces del lugar a cuya ley está sujeto el actor (...)”.5
Derecho aplicable: Es menester destacar la importancia que tiene, en éste como en cualquier
otro problema del DIPr., la estrecha relación existente entre el forum y el ius. El derecho
aplicable al presente caso debe ser el argentino, dado que el único afectado fue el fallecido
Carlos Riccio. El Protocolo de San Luis, del cual tanto Brasil como Argentina son parte, así lo
promueve en su art. 3 cuando plantea que si en el accidente participaren o resultaren afectadas
únicamente personas domiciliadas en otro Estado Parte, el mismo se regulará por el derecho
interno de este último. El CCCN en su art. 2657 establece que el derecho aplicable a una
obligación emergente de la responsabilidad civil es el del país donde se produce el daño,
independientemente del país donde se haya producido el hecho generador del daño y
cualesquiera que sean el país o los países en que se producen las consecuencias indirectas del
hecho en cuestión.
Consideramos acertado, en relación a la normativa mencionada, tomar las palabras de Rapallini
para decir que “Así tenemos una semblanza de lo que hasta ahora ha sido un sistema de ley
aplicable aceptado para regular a las obligaciones extracontractuales, pero pese a la jerarquía
normativa y a la fuente convencional internacional que nutre al DIPr, éste nace en los
ordenamientos nacionales”. Asimismo, “El derecho aplicable se inicia con una suerte de recorte
o zona excluida para abarcar regímenes especiales como por ejemplo el del accidente en
carretera; fuera de dicha área, será derecho aplicable el del país donde se produce el efecto
4
Revista de la Facultad de Derecho, núm. 24, 2005, Universidad de la República Montevideo,
Uruguay, p. 85.
5
CNCiv., sala D, 23/08/18, Márquez López, Melina Daniela c. Desteffani, Gabriela Lourdes s.
daños y perjuicios.
dañoso advirtiendo que se elimina el tradicional sistema de “lex causae" (...) como así otros
ordenamientos en donde se hayan presentado consecuencias del hecho dañoso”.6
En el caso que nos aboca la ley aplicable debe ser la argentina, debido a que tiene vínculo
estrecho basado en la proximidad con el lugar en donde se producen los efectos del hecho
dañoso. Abona nuestro argumento lo dispuesto en los arts. 2595 inc.b. y 2597 CCCN en cuanto
a la aplicación de nuestro derecho.
Creemos necesario destacar que el compromiso que asumen los Estados Parte del Tratado de
Asunción sobre armonizar sus legislaciones en las áreas pertinentes y en el que se reafirma la
voluntad de los Estados de acordar soluciones jurídicas comunes, para el fortalecimiento del
proceso de integración, buscando brindar un marco de seguridad jurídica que garantice la
soluciones justas y la armonía de las decisiones vinculadas a la responsabilidad civil emergente
de los accidentes de tránsito, es lo que nos permite afirmar que el Protocolo de San Luis es una
Convención obligatoria para los Estados firmantes y que, en consonancia con ello, se encuentra
nuestra normativa interna de DIPr.
c) Responsabilidad extracontractual: Teniendo en cuenta lo ya expresado sobre el
derecho aplicable en relación a éste punto, el Protocolo de San Luis dispone: “El derecho
aplicable a la responsabilidad civil conforme a los arts. 3 y 4 determinará especialmente entre
otros aspectos: a) Las condiciones y la extensión de la responsabilidad; b) Las causas de
exoneración así como toda delimitación de responsabilidad; c) La existencia y la naturaleza de
los daños susceptibles de reparación; d) Las modalidades de extensión de la reparación; e) La
responsabilidad del propietario del vehículo por los actos o hechos de sus dependientes,
subordinados, o cualquier otro usuario a título legítimo; f) La prescripción y la caducidad” (art. 6).
Según Najurieta, la responsabilidad civil por daños es una categoría donde confluyen múltiples
intereses, entre otros los de la víctima dañada. La autora plantea la complejidad alcanzada
actualmente en los litigios relativos al resarcimiento civil. En ese sentido, celebramos contar con
el CCCN de reglas claras y de gran consenso. Ahora bien, es oportuno mencionar el art. 1737
respectivo al daño; art. 1741 referido a la indemnización de las consecuencias no patrimoniales;
art. 1745 sobre indemnización por fallecimiento; art. 1757 que da tratamiento al hecho de las
cosas y actividades riesgosas; art. 1758 que responsabiliza al dueño y al guardián; art. 1769
respecto a accidentes de tránsito; y art. 1773 referido a legitimados para interponer acción. Por la
normativa expuesta, queda claro que la responsabilidad extracontractual del presente caso
alcanza tanto a Da Silva como a González Freitas.

6
Rapallini, L. Temática de Derecho Internacional Privado, 2021, Ed. LEX, p. 375.
El fallo Aguirre Leo, Ana María c/ Axa Assistance allana el camino disponiendo que “cualquiera
sea la fuente del deber de reparar el daño (…) la responsabilidad se rige, en principio, por las
mismas reglas”.7
Sabiendo que es humanamente irreparable la pérdida de la vida del Sr. Riccio, nos queda sólo
reclamar un monto por la responsabilidad (además de gastos médicos, traslados, etc.),
debidamente acreditada de los demandados. En base al derecho aplicable la suma asciende a
$23.000.0000 (veintitrés millones de pesos argentinos).
V) PRUEBA:
a) Documental: Acta de defunción; certificado de nacimiento e historia clínica del Sr.
Carlos Riccio; informe del Registro de la Propiedad Automotor de Brasil; Declaratoria
de Herederos dictada por la jurisdicción Argentina.
b) Informativa: se solicita a: la Policía Civil de San Pablo; Nota Fiscal Paulista;
Registro Nacional del Automotor de Brasil; al Hospital para que remita historia clínica
c) Testimonial: Se ofrece testimonio: Policía en el lugar; personal médico; testigos
del accidente; testigos que acrediten: quién es Riccio, de qué vivía, su expectativa de
vida; se hace expresa reserva de ampliar el interrogatorio.
d) Pericial: se solicita: informe de Peritos en accidentología y forense.
VI) PETICIÓN: Por lo expuesto, solicitamos ante Vuestro Excelentísimo Tribunal:
1) Se nos tenga por presentados, por parte; por constituido el domicilio procesal;
2) Se corra traslado al demandado por el término y apercibimiento de ley;
3) Se cite en garantía a Nuevo Amanecer Compañía de Seguros S.A.
4) Se respete la jurisdicción Argentina;
5) Se aplique el derecho argentino;
6) Se hace expresa reserva de consensuar con la demandada la aplicación de la autonomía de
la voluntad, en su oportuno momento.
7) Oportunamente se haga lugar a la acción deducida en todas sus partes, y se condene a la
demandada a abonar a la actora la indemnización solicitada y/o lo que en más o en menos
resulte de la prueba a producir, con más sus intereses, costos y costas del juicio; teniéndose
presente la reserva de solicitar la actualización monetaria.

Proveer de conformidad, SERÁ JUSTICIA.-

7
Juz. Nac. Com. 18, secretaría 36, 17/04/18, Aguirre Leo, Ana María c. Axa Assistance Argentina
S.A.

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