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EL CORAL

Miguel Ángel Urbano Lasarte


- El coral

Podemos definir al coral como una composición para canto, que habitualmente
se reproduce en la iglesia protestante, típicamente alemana, que fueron creadas por
Martín Lutero (teólogo, música y compositor que comenzó la reforma protestante de
Alemania del S.XVI) y sus contemporáneos en este siglo.

Lutero quiso proporcionar al pueblo cantos fáciles en la lengua alemana para que
pudieran cantarlos en las iglesias protestantes. El texto está casi siempre en alemán, pero
también los hay en latín. En cuanto a la música se dedicaron a adaptar los textos religiosos
a melodías populares y a melodías procedentes del canto gregoriano. También existen
corales compuestos con melodías originales de los compositores, aunque siempre son de
construcción muy sencilla. El propio Martín Lutero inventó alguna melodía para corales
y estas solían ser muy solidas y austeras; estando desprovistas de toda ornamentación
melódica, con el fin proporcionar un resultado de nobleza a estas. Los corales durante el
citado S. XVI se cantaban al unísono, pero posteriormente se armonizaron en forma muy
sencilla para las cuatro voces humanas básicas, que son: Soprano, Contralto, Tenor y
Bajo.

Lutero consideraba el canto de corales como uno de los elementos fundamentales


de su Reforma religiosa: inducido por ello traducía casi siempre del latín a la lengua
vulgar himnos del canto gregoriano. Destaquemos que la palabra ``Coral´´ se utiliza para
referirse tanto al canto unísono como al polifónico. Podemos considerar que,
académicamente, existe las siguientes formas de coral:

- El coral: propiamente dicho coral en ``estilo severo´´

- El coral figurado: esta forma se inició cuando el pueblo cantaba alguna voz y
con gran lentitud. La melodía se consideró como cantus firmus y se le superponían
melodías contrapuntísticamente mas floridas y el ritmo más rápido. Posteriormente hacia
el siglo XVI la melodía que se utilizaban como cantus firmus paso al soprano y se
armonizaba con el resto de las voces.

- El coral canónico: en el que la melodía principal y las demás voces adoptar esta
forma de comunicación.

- El coral fugado: en el que se use estilo fugado, empleándose como motivo o


tema un fragmento de melodía de otro coral.

El coral llego a su máxima perfección con las obras de Juan Sebastian Bach.
Terminaba sus cantatas y sus pasiones con corales a cuatro voces y orquesta, obteniendo
con ello gran plenitud y libertad, dentro de la mayor claridad y simplicidad en el
tratamiento armónico y contrapuntístico.

Aunque el coral es típicamente vocal, si escribieron corales para órgano, como


preludio de las funciones religiosas y el coral variado, (en el que la melodía puede
identificarse a pesar de las ornamentaciones con que se adorna o varía), que constituye
una de las más bellas formas del arte religioso del S. XVIII (Barroco).
Si hablamos de su textura, podemos encontrar varios tipos a la vez como la
melodía acompañada (que a simple vista no la podemos ver, pero el soprano es la melodía
que más se escucha y que más se cuida a la hora de componer). También podemos
observar en ocasiones una textura homorrítmica (en donde todas las voces utilizan la
misma figuración rítmica).

Posteriormente el coral se ha utilizado para grupos de cámara y reuniones


orquestales, incluso habiendo obras que llevan insertado el coral en el lugar donde el
compositor desea conseguir un efecto de noble grandeza, sobretodo en finales de obras.

Es importante en el coral que la forma sea simple y que los periodos musicales
estén modelados sobre las rítmica del texto, para que éste pueda entenderse con facilidad.
Aunque la forma coral depende del texto, es preciso que observe una proporción
aproximada en la amplitud de los episodios melódicos de manera que se pueda establecer
entre ellos cierto equilibrio.

CARACTERÍSTICAS ESTILÍSTICAS

Hablemos ahora de las características que podemos encontrar en este estilo:

- Estilo de escritura: Su estilo es vocal, sobrio y muy elegante. Debe estar


equilibrado (no por poner más cosas estará mejor), bien repartido entre sus partes. No se
puede intentar hacer efectos especiales ni repetir muchas notas sucesivas (salvo con las
anticipación o un diseño concreto de ese estilo).

- Armonía: Acordes en estado fundamental, primera y segunda inversión como


elementos principales (excepto los VII grados al ser una 5ª disminuida, bastante pobre).
Los acordes cuatriádicos con las 7ª siempre preparada del acorde anterior de una manera
muy melódica. Los acordes de 9ª son muy poco usados por su sonoridad, pero podrían
usarse bien preparados y resueltos (como notas de paso).

- Notas extrañas o adorno: Son permitidas siempre y cuando tengamos un


equilibrio con sus apariciones y se puedan resolver con normalidad estas tensiones. No
obstante, lo más importante es el equilibrio para no cometer movimientos impuros ni que
provoquen un desorden de la pieza.

- Cadencias: El descanso cada versículo es muy necesario en este estilo para


aclarar las ideas tonales (siempre colocando en estos calderones un I o V de la tonalidad
que se esté trabajando). Conviene que estos finales sean siempre en estado fundamental
para provocar una sensación de más reposo o final. El uso de la picarda en las tonalidades
menores es también muy común.
- Modulaciones: Deben ser naturales, lógicas y sin retorcimientos. No hay que
modular en exceso, pero tampoco no hacerlo, buscar un equilibrio, siempre modulando a
tonalidades vecinas o de fácil alcance. Muy importante previamente antes de escribir
hacer un camino tonal hacia donde queremos llegar y cuales serán los acordes que
usaremos para esto, ya que nos dará siempre puntos importantes para caminar en la pieza.

- Cambios de acorde: Conviene escribir una armonía clara, sin excesiva


frecuencia en los cambios de acorde, con el fin de que las notas extrañas tengan un amplio
movimiento y buenas oportunidades de búsqueda de línea melódica individual

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