Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Revisión Bibliográfica
La educación de los pacientes les permite participar más en su propio cuidado. También se
alinea con la atención centrada en la familia y el paciente, para que sea eficaz, es necesario
que la educación al paciente sea algo más que instrucciones e información. Los educadores y
los médicos necesitan ser capaces de evaluar las necesidades del paciente y comunicarse
claramente.
El éxito de la educación al paciente depende en gran medida de qué tan bien evalúa el
personal de blanco las necesidades, preocupaciones, disposición para aprender, preferencias,
apoyo, barreras y limitaciones, tales como la capacidad física y mental del paciente.
Para que la educación al paciente y su familia sea efectiva es necesario evaluar la existencia
de barreras de comunicación, fortalecer el proceso educativo con enfoque multidisciplinario,
considerando la intervención educativa de todos los integrantes del equipo de salud que
participan en la atención del paciente.
Marco Teórico
Educación al paciente y su familia
3. Organizacional.
Como parte del proceso educativo se deben evaluar las barreras para el aprendizaje de cada
paciente y sus necesidades específicas de educación. Para la planeación del proceso
educativo, el personal debe considerar los valores, creencias, condiciones socioculturales y
físicas del paciente y su familia, teniendo en cuenta sus derechos con la finalidad de propiciar
un ambiente que favorezca el aprendizaje.
Como parte del proceso de educación el personal de salud debe identificar las necesidades de
educación de cada paciente. El Médico responsable debe proporcionar información y
orientación al paciente y su familia sobre su diagnóstico y tratamiento, procurando que la
información sea comprendida y buscando la retroalimentación con los usuarios para la
resolución de dudas e inquietudes.
El personal de Enfermería debe realizar la orientación al entorno hospitalario y a todos los
pacientes que ingresen a hospitalización como parte del proceso educativo. El personal de
salud que realiza el primer contacto debe proporcionar información básica al paciente y su
familia, así como realizar la búsqueda intencionada de dudas e inquietudes, con el objetivo de
que adquieran el conocimiento y las destrezas necesarias para el control y manejo de su
enfermedad.
Como parte del proceso educativo se debe proporcionar educación basada en la condición
clínica del paciente, incluyendo temas relacionados con el proceso de atención. El personal
que participa en el proceso educativo debe tomar en cuenta los conocimientos y destrezas que
el paciente y su familia necesitarán para tomar decisiones sobre la atención, y participar en
sus cuidados al egreso. Se debe educar a todos los pacientes hospitalizados sobre el uso
seguro de medicamentos, sobre el uso seguro del equipo médico. El personal de nutrición
debe educar a todos los pacientes hospitalizados sobre la dieta y nutrición al paciente y su
familia. Cuando corresponda, el personal de rehabilitación debe educar a los pacientes
hospitalizados sobre técnicas de rehabilitación. Cuando corresponda el personal de
enfermería debe educar a los pacientes hospitalizados sobre el manejo del dolor, y realizar el
registro correspondiente en Formato de Evaluación de la Educación al Paciente y su familia,
así como en el sistema de Histoclin mediante la escala EVA.
Educación Organizacional
Como parte del proceso educativo se debe proporcionar educación organizacional a todos los
pacientes para facilitar su estancia hospitalaria.
Todos los pacientes que ingresan a hospitalización deben recibir la capacitación sobre higiene
de manos, riesgo de caídas y manejo del dolor. El personal de enfermería se encarga de
proporcionar la educación sobre higiene de manos, riesgo de caídas, y debe registrarla en el
Formato de Evaluación de la Educación al Paciente y su familia. En el caso de pacientes
pediátricos lactantes, el personal de enfermería debe incluir en el proceso educativo el
fomento a la lactancia materna. En el caso de pacientes con patologías oncológicas, el
personal médico, debe incluir en el proceso educativo el manejo integral de cuidados
paliativos.
Métodos de Educación
Educación a Tercero
Hombre de 73 años que se pone en contacto con la enfermera vía telefónica. Su consulta está
relacionada con administración de heparina, de reciente prescripción tras dar PCR positiva en
covid-19. Tras la cita telefónica el paciente tiene dudas de cómo y dónde realizar la
administración de la inyección, refiere no haber tenido ningún tipo de educación sanitaria en
las urgencias hospitalarias y la comunicación por teléfono es dificultosa. Se cita
presencialmente en consulta con todas las medidas de seguridad frente al virus covid-19. En
esa consulta se le instruye de los lugares adecuados para la inyección y de cómo
autoadministrarse, lo realiza él mismo frente a la enfermera.
Conclusiones: Al finalizar la consulta presencial, el paciente se sintió con más confianza para
poder realizar el acto en su domicilio con plena autonomía. Se le citó a las 48 horas
telefónicamente para la evaluación del proceso.
El plan de cuidados es una guía cuya aplicación varía según las necesidades del paciente, en
este caso para el control y prevención de problemas de coagulación causados por la covid-19.
Con frecuencia, el primer paso es averiguar lo que el paciente ya sabe. Utilice estas pautas
para hacer una evaluación exhaustiva antes de empezar con la educación del paciente: Reúna
pistas, conozca al paciente, establezca una buena relación, gánese la confianza, determine la
disposición del paciente para aprender, conozca la perspectiva del paciente, formule las
preguntas correctas, conozca las habilidades del paciente, comprometa a otros. Identifique
barreras y limitaciones, Tómese el tiempo para establecer una buena relación. Educar sobre la
enfermedad: Se explica tanto al paciente como a su cuidador qué es, por ejemplo, la
insuficiencia cardíaca y cuáles son las etiologías, los signos y síntomas de la enfermedad.
Estas instrucciones se hacen en un lenguaje simple con lo que se consigue que el paciente
reconozca los signos y síntomas habituales e identifique los signos de alarma con el propósito
de que se efectúen los ajustes correspondientes para evitar un nuevo ingreso hospitalario. Este
primer aspecto de la educación contesta preguntas como: ¿Qué es la insuficiencia cardíaca?,
¿Por qué se presenta?, ¿Cómo se reconoce?.
Educar sobre el tratamiento: Se explican al paciente los tratamientos instituidos, tanto
farmacológicos como no farmacológicos, los objetivos de los medicamentos suministrados,
los posibles efectos secundarios y los eventuales signos de intolerancia. De igual forma, se
recomienda la toma de las medicinas a un horario determinado y la conducta a tomar en caso
de olvidar una dosis. Este aspecto educativo debe contestar preguntas básicas como: ¿Por qué
recibe ese medicamento o este tratamiento?, ¿Cuál es el efecto esperado?, ¿Qué puede sentir
como efecto secundario?.
Educación e instrucciones de prealta: Todos los pacientes dados de alta recibirán
instrucciones escritas o material educativo (paciente o cuidador) en el momento del egreso o
durante la estancia en el hospital, reiterando la educación en el conocimiento de la
enfermedad, además de los aspectos del tratamiento farmacológico y el autocuidado. Las
acciones de la educación previa al alta deben seguir instrucciones frente a los siguientes
temas: signos y síntomas de la enfermedad, empeoramiento de los síntomas, toma de la
medicación y adherencia al tratamiento, dieta, monitorización del peso diario y actividad
física. Finalmente, la última fase, seguimiento ambulatorio, se planea previo a la salida,
preferiblemente se asigna la cita de control dentro de la semana siguiente al egreso
hospitalario, lo cual permite el acceso del paciente al control ambulatorio para garantizar la
titulación y los ajustes terapéuticos necesarios.
Material educativo: El material que se entrega al paciente debe tener unas características
esenciales para que cumpla el propósito establecido. Se deben diseñar cartillas o formatos
con un contenido claro y sencillo, preferiblemente ilustrado, que abarque todos los tópicos de
la enfermedad, el tratamiento y el autocuidado.
Por ejemplo, en un paciente quirúrgico, durante la estancia hospitalaria, el paciente y/o
familiar recibe toda la información sobre los cuidados de su proceso, tanto durante su ingreso
como al regreso a su domicilio. Se procura en todo momento que el paciente pueda intervenir
activamente en sus cuidados.
Al alta, el paciente recibe por parte del personal sanitario, además del informe médico, la
continuidad de cuidados con la que el paciente acudirá a su ambulatorio a retirar las suturas y
los cuidados postoperatorios de su patología específica, tanto por escrito como verbalmente, y
se le aclaran todas sus dudas.
Se enseña al paciente cómo debe movilizarse para disminuir el dolor, se insiste en la
necesidad de la deambulación precoz para evitar el encamamiento y disminuir el riesgo de
trombosis, se aconseja una alimentación progresiva rica en fibra para evitar el estreñimiento
y, por último, se informa de la importancia de realizar la higiene diaria de la herida
quirúrgica, momento en el que se pueden detectar, si existieran, signos tempranos de alarma:
exudado de herida quirúrgica, enrojecimiento de esta, fiebre, dolor, etc., por lo que deberían
acudir a su ambulatorio.
Al alta, el paciente recibe por parte del personal de blanco, además del informe médico, la
continuidad de cuidados con la que acudirá a su ambulatorio a retirar la sutura y los cuidados
postoperatorios de su proceso específico.
Importancia de la educación sanitaria en una unidad de corta estancia
Las unidades de corta estancia se crean para reducir el tiempo de hospitalización de los
pacientes y mantener los niveles de calidad, contener el gasto hospitalario y reducir las listas
de espera. La educación sanitaria se convierte así en un pilar importante para garantizar la
buena evolución del paciente y la vuelta temprana a su domicilio debemos potenciar y
favorecer la autonomía del paciente y facilitarle nociones básicas en el cuidado de su proceso
y asegurarnos su comprensión para la puesta en práctica más tarde en su domicilio.
Los obstáculos para que el médico asuma plenamente su papel de educador sanitario en la
atención primaria son múltiples:
La clásica actitud asistencial, ya citada, aprendida en la facultad de medicina), que hace que
los médicos se sientan más identificados con los componentes clínicos (diagnóstico y
tratamiento) de la consulta médica que con los componentes preventivos y educativos; el
exceso de trabajo (los aspectos asistenciales absorben la mayor parte de los esfuerzos del
médico, por lo que no le queda tiempo para la educación sanitaria); la actitud negativa de los
pacientes frente a la educación sanitaria (no esperan un consejo del médico, sino una
prescripción), y la creencia por parte de los médicos de que no están preparados para
desarrollar la acción educativa, etc.
La educación sanitaria en la pandemia por el covid-19 fue una prueba difícil para la
población paraguaya, al igual que para otros países del mundo. Una buena educación
sanitaria poblacional minimiza el riesgo de circulación viral comunitaria. El conocimiento
adecuado de medidas básicas de higiene, como la higiene de manos, higiene respiratoria y
evitar contacto estrecho con personas enfermas son fundamentales para minimizar la
transmisión del virus y de esta manera salvar muchas vidas humanas.
Conclusión
La educación continua y personalizada debe hacerse desde el primer contacto con el paciente
y corre a cargo del grupo tratante, y del médico, quien constituye una pieza clave en el logro
de los objetivos educativos. La educación al paciente incluye la enfermedad, sus causas,
signos y síntomas, cómo reconocerlos y cómo identificar las descompensaciones; los
tratamientos instaurados, el propósito esperado y los posibles efectos colaterales, así como el
autocuidado en las medidas higiénico-dietéticas (peso diario, ejercicio, restricción de la
ingesta de sal y de líquidos). Se dispondrá de material didáctico sencillo y claro, en el que se
tratarán todos los aspectos descritos. Este proceso educativo se realizará durante la
hospitalización, previo a la salida hospitalaria y durante el control ambulatorio.
La educación sanitaria debe ser dirigida, se deben tener en cuenta las condiciones de cada
paciente, por ejemplo, la información que necesita una madre con su recién nacido serán
instrucciones que tengan que ver con la lactancia materna.
Instrucciones como el lavado correcto de manos, el uso de tapabocas o el uso seguro del
equipo médico se pueden impartir a todos los pacientes, así también se puede instruir a los
familiares del paciente que ayudan en su cuidado.
Para garantizar que el proceso educativo se lleve a cabo por personal de salud que cuente con
las competencias necesarias. Es vital entender la importancia y beneficios de proporcionar
educación al paciente de manera coordinada a través de un enfoque multidisciplinario. La
educación al paciente incluye la enfermedad, sus causas, signos y síntomas, cómo
reconocerlos y cómo identificar las descompensaciones; los tratamientos instaurados, el
propósito esperado y los posibles efectos colaterales.
Se debe tener como objetivo establecer pautas que permitan estandarizar el programa
educativo que se brinda a los pacientes.
Una vez que se logre establecer la relación médico-paciente será más fácil para el médico
indagar sobre los hábitos del paciente ya sean hábitos fisiológicos, alimentación o vicios, de
esa manera podrá dar los consejos pertinentes.
En general, los profesionales sanitarios son mucho más efectivos de lo que creen en la
modificación de los comportamientos insanos de sus pacientes. El contacto frecuente en la
consulta o centros de atención primaria, la credibilidad de que gozan y la situación de
demanda de ayuda con la que muchas veces acuden los pacientes a la consulta son factores
que favorecen esta efectividad.