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El sangrado gastrointestinal se refiere a cualquier tipo de sangrado que comienza

en el aparato digestivo. El sangrado gastrointestinal es un síntoma de una


enfermedad o afección, y no una enfermedad o afección en sí misma.
Es la causa ~150 hospitalizaciones por cada 100 000 habitantes cada año en
Estados Unidos; la hemorragia de tubo digestivo alto (UGIB, upper GIB) es ~1.5 a
2 veces más frecuente que la hemorragia de tubo digestivo bajo (LGIB, lower
GIB).
Se clasifican en sangrado gastrointestinal superior o alto, sangrado gastrointestinal
inferior o bajo y sangrado gastrointestinal de origen desconocido.
Hemorragia de tubo digestivo alto o sangrado gastrointestinal superior
La GIB se manifiesta como hemorragia sintomática u oculta. La GIB sintomática se
manifiesta por hematemesis, vómito de sangre roja o material en “posos de café”;
melena, evacuación de heces negras, alquitranadas y fétidas, y hematoquecia,
evacuación de sangre roja o marrón por el recto. La GIB oculta puede identificarse
en ausencia de hemorragia evidente cuando los pacientes tienen síntomas de
hemorragia o anemia, como mareo, síncope, angina o disnea, o cuando un
examen diagnóstico sistemático revela anemia ferropénica o se obtiene un
resultado positivo de sangre oculta en heces.
 Ulcera péptica: Hasta 33% de los pacientes con hemorragias activas o con
un vaso visible que no sangra volverá a sangrar y necesitará una
intervención urgente si sigue un tratamiento conservador. Estos pacientes
mejoran si se tratan por vía endoscópica con electrocoagulación bipolar,
sondas térmicas, tratamiento con inyecciones (p. ej., de alcohol absoluto,
noradrenalina al 1:10 000) y grapas o ambos tratamientos, con lo que
disminuyen las hemorragias, la permanencia hospitalaria, la mortalidad y
los costos
 Desgarros de mallory Weiss: La hemorragia por estos desgarros, que
suelen presentarse en el lado gástrico de la unión gastroesofágica, en 80 a
90% de los casos cesa de forma espontánea y reaparece sólo en 0 a 10%.
El tratamiento endoscópico resulta eficaz durante la fase de hemorragia
activa.
 Varices esofágicas: Los pacientes con hemorragia de varices tienen peor
pronóstico que los que sangran por otras causas de UGIB. Se recomienda
la endoscopia urgente en menos de 12 h en pacientes cirróticos con UGIB y
si se encuentran varices esofágicas se realiza la ligadura endoscópica y se
administra un fármaco vasoactivo IV (p. ej., octreótido en bolo de 50 μg e
infusión de 50 μg/h) durante dos a cinco días.
 La gastropatía hemorrágica y erosiva: es el término utilizado para designar
a las hemorragias y erosiones subepiteliales que se identifican en la
endoscopia. Se trata de lesiones de la mucosa y no producen hemorragias
importantes por la ausencia de arterias y venas en la mucosa. Las
erosiones se desarrollan en varias situaciones clínicas, las más importantes
son la ingestión de NSAID o de alcohol y el estrés.
 Otras: Otras causas menos frecuentes de UGIB son la duodenitis erosiva,
neoplasias, fístulas aortointestinales, lesiones vasculares (como la
telangiectasia hemorrágica hereditaria [de Osler-Weber-Rendu] y las
ectasias vasculares del antro gástrico.
Causas de hemorragia del intestino delgado
Los cuadros causantes de hemorragia del intestino delgado (hemorragias fuera del
alcance del endoscopio estándar de tubo digestivo alto) son difíciles de
diagnosticar y explican la mayor parte de los casos de GIB de causa desconocida.
Por fortuna, las hemorragias del intestino delgado no son frecuentes. Las causas
más frecuentes en los adultos son ectasias vasculares, tumores (p. ej., tumor del
estroma del tubo digestivo, carcinoide, adenocarcinoma, linfoma, metástasis),
erosiones y úlceras por NSAID. Otras causas menos frecuentes en adultos son
enfermedad de Crohn, infección, isquemia, vasculitis, varices de intestino delgado,
divertículos, divertículo de Meckel, quistes por duplicación e intususcepción.
Causas de hemorragias del colon
La causa más frecuente de LGIB son probablemente las hemorroides; las fisuras
anales también producen pequeñas hemorragias y dolor. Si se excluyen a estos
cuadros locales del ano, que rara vez requieren hospitalización, las causas más
frecuentes de LGIB en los adultos son los divertículos, ectasias vasculares (en
particular en el colon proximal de los pacientes >70 años), neoplasias
(principalmente adenocarcinoma), colitis (isquémica, infecciosa, enteropatía
inflamatoria idiopática) y la hemorragia después de una polipectomía. Las causas
menos frecuentes son las úlceras inducidas por los NSAID o colitis, proctopatía
por radiación, síndrome de la úlcera rectal solitaria, traumatismo, varices (casi
siempre rectales), hiperplasia nodular linfoide, vasculitis y fístulas aortocólicas.
En los niños y los adolescentes, las causas más frecuentes de GIB importante son
la enteropatía inflamatoria y los pólipos juveniles.
GIB de origen oculto
La GIB de origen desconocido se define como la hemorragia persistente o
recurrente sin causa aparente en los estudios endoscópicos y radiográficos
sistemáticos; puede ser sintomática (melena, hematoquecia) u oculta (anemia
ferropénica). Las guías actuales recomiendan realizar una angiografía como
prueba inicial en caso de hemorragia masiva de origen desconocido, y dejar a la
endoscopia con cápsula de video, que permite examinar todo el intestino delgado,
para los restantes tipos de hemorragias. La enteroscopia por pulsión casi siempre
utiliza un enteroscopio de diseño especial o un colonoscopio pediátrico para
inspeccionar el duodeno y la parte distal del yeyuno y también se puede utilizar en
la valoración inicial

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