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Proyecto “Taller de Movimiento”

Hospital de Día “Rodolfo Iuorno” HIGA Eva Perón de San Martín

Residentes de Primer Año Salud Mental:


Dr. Parrado, Rodrigo
Lic. Bertola Delfina
Dr. Bustos, Martín
Lic. Bauman, Mailén Daniela
Dr. Stella, Pablo
Lic. Romero María Lía

Jefas de Residentes:
Lic. Bonitatibus, Macarena
Lic. Gaido Lucila
Dra. Zalazar Mara
Dra. Olmedo, Natalia
TALLER HOSPITAL DE DÍA 2022

1. Nombre del taller: Taller de Movimiento

2.Objetivos

2.A.Objetivo General:

● Ofrecer un espacio y un tiempo en que entre en juego el cuerpo en


movimiento, a través de actividades de carácter lúdico que propicien el
encuentro con otros.

2.B. Objetivos Específicos:

● Propiciar el registro del propio cuerpo, el espacio y el cuerpo de los otros


participantes.
● Estimular la cinética, la coordinación y la motricidad corporal.
● Promover la construcción del lazo social entre los integrantes del taller.
● Consolidar el sentido de pertenencia al dispositivo de Hospital de Día.

3.Fundamentación:

"El sujeto creador logra obtener una nueva posición subjetiva en relación con
el mundo” (Calisti, 2014, p.97)

Somos un equipo interdisciplinario en formación, psicólogas y psiquiatras


ingresantes a la residencia de salud mental del Hospital Eva Perón de San Martín.
Hoy se nos plantea una de las primeras tareas a cumplir: la creación de un taller
para usuarios del dispositivo Hospital de Día “Rodolfo Iuorno”.
Los primeros acercamientos al dispositivo nos han permitido ubicar que la población
que allí asiste presenta mayormente un diagnóstico de psicosis crónica, y que su
tratamiento actual apunta a trabajar la rehabilitación y la resocialización. De esta
manera, a partir de esta breve caracterización, nos vemos obligados a situar algo en
relación a la concepción de la psicosis y a cómo pensar ese proceso de
rehabilitación y resocialización, con el fin de fundamentar nuestra propuesta de
taller. A modo de introducción diremos que, mediante nuestra propuesta, nos
enfocaremos en la dimensión del cuerpo, y que por tanto propondremos un taller de
movimiento.
El encuentro con la práctica hospitalaria ha comenzado a introducirnos en distintos
discursos que permiten definir, nombrar, pensar las psicosis. Así, a pocos días de
haber comenzado la residencia logramos ir localizando la fenomenología
característica de estos cuadros clínicos, donde puede destacarse la presencia de
sintomatología negativa, a saber: abulia, aplanamiento afectivo, retraimiento
emocional, pasividad, falta de espontaneidad, entre otros. Aquí ubicamos lo
evidente, lo sintomático, incluso lo que desde nuestro punto de vista puede resultar
preocupante e inquietante. No obstante, la circulación por el hospital también nos
acerca al discurso del psicoanálisis, del cual nos servimos para dar un paso más,
para realizar el pasaje del campo del síntoma psicótico, recortado en tanto déficit, al
campo de la psicosis, leída en términos de modalidad subjetiva posible. Ya en este
marco conceptual, nos interesa detenernos puntualmente en la dimensión del
cuerpo, ubicar brevemente de qué cuerpo hablamos cuando hablamos de psicosis,
qué cuerpo invitamos a poner en movimiento y para qué.
Desde la perspectiva psicoanalítica, la constitución del cuerpo, del yo y de la
realidad, son el resultado de una serie de operaciones psíquicas necesarias. Sobre
esto, Leibson (2018) ubica que el hecho de que el cuerpo se pueda sentir como
propio no es una obviedad. El psicoanalista afirma: “El cuerpo es algo que se hace,
que no se nace con un cuerpo sino que el cuerpo se construye. Y así como se hace,
a veces se deshace o muestra fallas en su confección” (p.74). En las psicosis el
cuerpo se vivencia como despedazado, desgarrado y ajeno. “Podemos afirmar que
el desarrollo de la psicosis es el intento de volver a apropiarse del cuerpo, de volver
a afirmar o poder llegar a afirmar ‘este cuerpo es mío, este cuerpo me pertenece’”
(Schejtman, 2012, p.180). Por lo antedicho, en el taller de movimiento se propondrá
a través de diversas actividades, poner en escena el cuerpo de los pacientes para
propiciar allí su reconocimiento y apropiación, así como el reconocimiento del
cuerpo de los otros en la dinámica ofrecida. Esto último se asocia a lo planteado por
Fernández (2019) quien sostiene que “El cuerpo se hace a imagen y semejanza de
la imagen del otro, de un semejante” (p.75). Teniendo en cuenta la escasa red de
contención vincular de los pacientes que asisten a hospital de día, las diversas
actividades se realizarán en el marco del intercambio entre los distintos integrantes
del dispositivo en busca de ofrecer la posibilidad de alojamiento y de lazo social
entre pares, que a su vez opera en la línea de consolidar el sentido de pertenencia
al dispositivo del que todos participan. “El alojamiento puede advenir del otro con
minúscula en un intercambio de una producción que circule, que tenga valor de
cambio y que ponga por fuera de él un acotamiento al goce. Si el psicótico puede
producir un objeto (...) que, proviniendo de él, circule para otros con valor y
reconocimiento (...), esto opera estabilizando la estructura” (Fernández, 2019,
p.118).

Para llevar a cabo todo lo propuesto anteriormente “Es imprescindible ofrecer al


paciente un marco seguro y confortable ya que, si no se siente seguro ni acogido,
no podrá jugar ni crear. En esto consiste la tarea del terapeuta, y ésta es su
responsabilidad: establecer un marco, un encuadre con unos límites determinados
en los que la confidencialidad, la seguridad, la empatía y la comprensión son
condiciones clave” (Marxen, 2011, p.55). En consonancia con esta línea, en el
siguiente apartado se presenta el modo en que nos proponemos llevar a cabo los
objetivos expuestos.

4.Metodología

“La creatividad, una potencialidad existente en todo ser humano, un espacio


dinámico de intersección entre lo sublime y lo tanático que puede dar lugar a
la génesis de lo nuevo” (Cebolla Las Heras, 2014, p17)

El taller de movimiento se llevará a cabo los días viernes de 9.30hs a 10.30hs en el


espacio de Hospital de Día. A lo largo de esa hora de duración el taller se
desplegará en tres momentos sucesivos: actividad de apertura, desarrollo y cierre.
Allí se desarrollarán actividades lúdicas, musicales, deportivas, de expresión
corporal y artísticas que se realizarán de manera individual y grupal, en función de
los diversos momentos del taller.
El mismo será coordinado por una dupla interdisciplinaria de residentes de primer
año, esto es, psicólogo y psiquiatra. Además, otra dupla llevará adelante la actividad
de registro escrito y la dupla restante participará del taller realizando las actividades
junto a los pacientes integrantes.
La dupla coordinadora dirigirá las actividades ubicando los distintos momentos del
taller y brindando las consignas a realizar. Por otro lado, la dupla que lleva adelante
el registro escribirá los aconteceres que tengan lugar durante el taller, con el objetivo
de pensar al interior del equipo interdisciplinario, en un segundo momento posibles
efectos terapéuticos, así como ir modificando las actividades a partir de la recepción
de las mismas y de las características de los integrantes. Se registrarán los
objetivos de la actividad a realizar, los participantes de la misma, la dinámica
implementada, los efectos subjetivos grupales e individuales y los profesionales a
cargo.
En una primera instancia se propone que los pacientes elijan una canción para
acompañar el trabajo grupal en la sección de apertura.

5.Finalidad

En función de lo antedicho, se propone como finalidad del presente taller la oferta de


un tiempo y un espacio de alojamiento que, desde una mirada que se aparte de una
tentativa normalizadora, ponga a circular la subjetividad propia de cada uno de los
integrantes del taller. En este sentido, se plantea la búsqueda de un encuentro entre
los cuerpos que posibilite la inserción de los participantes en el lazo social, y que a
la vez propicie el armado del propio esquema corporal, lo cual no es sin el otro.
Además, mediante la propuesta de dinámicas grupales se busca posibilitar un
compartir entre los asistentes al dispositivo que habilite un reconocimiento y registro
de los participantes entre sí, teniendo en cuenta la llamativamente escasa
interacción que se percibe entre ellos. A su vez, se espera que esta interacción
facilite el armado de una identidad de grupo que pueda sostenerse incluso después
de culminado nuestro paso por el Hospital de Día.
De esta manera, creemos que a través de la puesta en movimiento del cuerpo se
puede dar lugar a un movimiento a nivel subjetivo, habilitando una búsqueda de
aquello propio de cada quien. Del mismo modo, sostenemos que la apropiación del
propio cuerpo puede derivar en una ganancia de autonomía sobre el mismo y, en
consecuencia, sobre la vida del propio paciente, allanándose de esta manera el
camino hacia la reinserción social.
Referencias Bibliográficas
Calisti, T. Cebolla Las Heras, M. Cela, M. Fortuny, P. Goicoechea, C (2014). Arte,
Psicoanálisis y Salud Mental. Teoría y Clínica. (2014), Letra Viva, 2014.
Fernández, E. (2019). Algo es Posible, Clínica Psicoanalítica de Locuras y Psicosis,
Letra Viva, 2019.
Jufe, G (2021). Psicofarmacología Práctica. Polemos, 2021.
Leibson, L. (2018). La Máquina Imperfecta, Buenos Aires, Letra Viva, 2018.
Marxen, E. (2011) Diálogos entre arte y terapia: Del arte psicótico al desarrollo de la
terapia y sus aplicaciones, Gedisa, 2011.
Schejtman, F. (comp.) y otros, Elaboraciones lacanianas sobre la psicosis, Grama,
Buenos Aires, 2012.

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