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PRÁCTICA II – EJE DE FORMACIÓN CORPORAL

Universidad: Universidad Provincial de Córdoba


Facultad: Facultad de Educación y Salud – Dr. Domingo Cabred.
Cátedra: Práctica II – Eje de formación Corporal
Tema: Fichaje
Comisión: 1
Turno: Mañana
Horario: Lunes de 9 a 12
Profesor/a: Capomassi, Florencia
Alumnas: Ferreyra, María Fernanda
León, Ruth Noelia
Rodriguez, Candela Rocío
BIBLIOGRAFÍA

Papandrea, A. (2005) El trabajo corporal en psicomotricidad y sus formatos. Artículo inédito.

Valsagna, A. (2003) La Formación corporal del psicomotricista. Revista Iberoamericana de


Psicomotricidad y Técnicas Corporales. ISSN: 1577-0788. N°11
Autor: Papandrea, Alejandra
Título: El trabajo corporal en psicomotricidad y sus formatos

Subtítulo: Algunas reflexiones por Alejandra Papandrea.

Lugar: UNTREF. Buenos Aires

Fecha. Agosto de 2003 primer escrito. Septiembre de 2005 primera reformulación

Papandrea elabora algunas reflexiones referentes al trabajo corporal de la psicomotricidad,


expresa que son las diversas prácticas que se realizan con el cuerpo en la formación corporal y
Psicomotricista para después utilizarlo en clínicas con pacientes o en otros tipos de intervenciones
como el ámbito educativo.
Los recursos o técnicas específicos del abordaje psicomotor tales como; la relajación, el juego o las
actividades grafoplásticas al igual que aportes de diferentes autores brindan mayor variedad y
estrategias al principio de la construcción del Psicomotricista, la autora manifiesta que si esos
recursos se presentan en algún momento ayuda a proporcionar variedad de alternativas ante una
necesidad de resolver situaciones imprevistas o razonar estrategias de trabajo anticipado.
Aparecen con frecuencia en el momento del armado de planificación, diseño o formato para una
praxis.
Los recursos no son sólo las técnicas o prácticas corporales, se logran acompañar con los medios
teóricos y personales que les dan sentido. La autora plantea que es nuestra “Caja de
Herramientas” a partir de la cual se pueden operar en cada ámbito, encuadre y contexto del
quehacer psicomotor, incluyendo lo imprevisto, También la autora destaca el trabajo en equipo
(tarea grupal), expresa que favorece y facilita sostener la intervención en el encuadre que
pertenece. El trabajo en equipo, tanto interdisciplinario como al interior de la propia disciplina,
causa una mayor riqueza en la producción, pero al mismo tiempo necesita la preparación para
sujetar un mayor grado de fluctuación de la tensión-distensión respecto de la tarea. La tarea en
equipo exige a consensuar, opinar, objetar, negociar acerca del quehacer y sus contenidos,
pone en ejercicio el encuentro con lo distinto, que constantemente incomoda, altera.
El trabajo práctico es asimismo trabajo corporal ya que se pone en juego el cuerpo en la
convivencia, El coordinador, el terapeuta o docente se tienen que dejar sostener dentro del equipo
que se van estableciendo naturalmente con el otro que trabaja, entre profesionales, entrecruzan
criterios y actitudes dando mayor consistencia a la posición frente a la tarea y organización de
equipo.
Papandrea sostiene que dentro del trabajo corporal tiene que haber una planificación o formato
para registrar las ideas que se sugiere dentro del intercambio en el equipo, ese formato es único y
singular del individuo, se expresa en modo escrito, imagen, foto, etc. La autora manifiesta que los
psicomotricistas, y en general los que trabajan con lo corporal, no dejan registro escrito de ese
trabajo corporal que realizan, sólo a veces con un borrador, un esbozo de ideas, porque saben que
la inscripción pasa por el cuerpo, confían en esa otra escritura que produce el hacer, la experiencia
vivida en el encuentro con el cuerpo del otro y con el propio cuerpo.
Implica plasmar por escrito esas construcciones y experiencias, resignando algo de la autoría y
exclusividad de su uso, ya que desde el momento en que el profesional lo esparce a otro colega,
ya no le pertenece a él solo si no que pasa a ser objeto y modificable por parte de los otros.
Papandrea llamo formalización de los formatos de trabajo corporal, en los que, al formato,
planificación y diseño, en líneas generales los dividió en tres momentos, aunque no estén
calificados como tales;
1; CALDEAMIENTO: Es el principio del trabajo con el cuerpo, puesta en recurso corporal,
crecimiento del campo perceptivo habitual, lugar de paso hacia la actividad central.
2; ACTIVIDAD CENTRAL: Se trabaja específicamente en esa ocasión, puede implicar diferentes
niveles de intensidad en relación a lo propio, necesita del caldeamiento como pasaje a una zona o
territorio corporal donde se juega lo conocido y lo desconocido, lo visible y lo no visible del cuerpo
propio y del otro.
3; RETORNO Y REFLEXIÓN: La actividad central se despliega hasta producirse un cierre y el
regreso al estado habitual en lo tónico, en lo postural, en lo perceptivo, en lo expresivo para pasar
a efectuar un trabajo de puesta en común desde lo verbal, la reflexión es una oportunidad para
pensar sobre lo vivido, para ejercitar la puesta en palabras de la experiencia, para escuchar a los
otros, para articular ideas, conceptos y quehaceres.

Título: La Formación corporal del psicomotricista.


Autor: Valsagna, Alicia
Edición: Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas Corporales. ISSN: 1577-0788.
N° de volumen: 11
Fecha: Agosto de 2003
Lugar: Este artículo reproduce la conferencia impartida por la autora en el marco del I Seminario
Internacional de Psicomotricidad, celebrado en Santiago de Chile los días 11 y 12 de abril de 2003,
sede de la III Reunión de la Red Fortaleza de Universidades Latinoamericanas con Formación en
Psicomotricidad.

En este artículo Alicia Valsagna nos lleva a plantearnos la formación corporal que se desarrolla en
el Instituto Superior Dr. Domingo Cabred, actualmente es la Facultad de Educación y Salud de la
Universidad Provincial de Córdoba. Comienza hablando de que la formación corporal en nuestra
carrera se va modificando en base a la noción de cuerpo que va transmutando a través del tiempo
y las corrientes que lo estudian.

Principio base de la experiencia corporal es en conjunto a las propias manifestaciones corporales


del sujeto en quien esta puesta la práctica, también están presente las propias manifestaciones
corporales del psicomotricista, en donde se ve su disponibilidad para ver, recibir, sostener,
contener y escuchar al otro. Es una relación entre dos cuerpos en donde importa la presencia de
ambas personas que forman parte de esta práctica. Es repensar el lugar del cuerpo del
psicomotricista, saber acerca de su propio cuerpo, creando una mirada y escucha sensible lo que
le brinda al profesional una mejor comunicación, comprensión, y poder participar eficazmente en un
diálogo tónico con el otro. “Hay una comprensión corporal desde la propia vivencia, desde las
propias reacciones corporales, desde la percepción propia, que permite abrirse a la recepción del
decir del otro”.

Aucouturier formula algunos principios básicos en los cuales se apoya la formación corporal, en
ellos plantea que

- La formación debe tener un marco, un espacio y una duración;


- Debe ser una formación en grupo, por vía corporal;
- Tener una dirección, es una formación para la escucha del otro y de uno mismo;
- Y por último necesita tiempo, progresividad y prudencia.

Con esto lo que se quiere lograr es que el profesional pueda observar su propio cuerpo para asi
observar el cuerpo de otro, sus necesidades, formarse en la disponibilidad corporal necesaria para
ejercer tal rol. El trabajo corporal es un proceso de aprendizaje que aborda sentimientos,
movimientos y tonicidad, intentando reconocer en el mismo las limitaciones y posibilidades que
tiene el propio psicomotricista con sigo mismo y con relación al otro.

LOS OBJETIVOS QUE ORIENTAN EL HACER:

los objetivos propuestos sirven para que el futuro Psicomotricista pueda lograr:

- Desarrollar su disponibilidad corporal y actitudinal, para el ejercicio del futuro rol


profesional.
- Ampliar la toma de conciencia del propio cuerpo, su gestualidad, modos posturales,
tonicidad y posibilidades de movimiento, descubriendo así posibilidades y limitaciones en el
propio accionar corporal.
- Conciencia acerca de actitudes corporales propias y en relación a otros.
- Desplegar capacidades creativas y comunicativas.
- Comprender la importancia del juego participando, investigando y valorando el placer de
jugar.
- Redescubrir el placer sensoriomotriz y expresivo.
- Desarrollar la capacidad de observación y escucha de la demanda corporal del otro, y de la
adecuación corporal de sus propias respuestas.
- Aprender a observar al otro, diferenciando aspectos fenoménicos, de la resonancia
personal que aquellos generan, y realizar inferencias sobre lo observado.
- Enriquecer la propia imagen corporal.
- Reflexionar sobre las resonancias personales que producen las distintas actividades, y los
procesos que ellas implican.
- Valorar la importancia del trabajo corporal en grupo, y del intercambio comunicacional, en
la formación del Psicomotricista.
En referencia al espacio de la formación corporal en una institución educativa, la autora
resalta la importancia de tener en cuenta que el mismo, no es un espacio terapéutico de
catarsis o de resolución de conflictos personales de quienes participan. Si se presenta
como un espacio asegurador que posibilita el ponerse en contacto con la emocionalidad, el
mundo interno, vivencias anteriores cuyos conflictos deberán ser abordadas al exterior de
la institución educativa. Toma relevancia aquí, el encuadre del trabajo corporal, el
posicionamiento del coordinador donde la escucha del grupo, la claridad en los objetivos
de las propuestas, su propia formación le permitan sostener dicho espacio y ejercer un rol
contenedor. además de abrir caminos a la exploración y desenvolvimiento de la
expresividad.

El lugar de la práctica de formación corporal es un lugar de encuentro, donde el grupo es


un dispositivo que permite el despliegue de las relaciones y se desarrolla por medio de la
práctica vivencial: implica un trabajo corporal que concientiza en la exploración
sensoperceptiva del propio cuerpo, y del vínculo con los otros, en actividades donde se
aborda el juego, el movimiento y su componente tónico. Se intenta el reconocimiento de las
posibilidades y limitaciones en el propio accionar, y se significa la vivencia cuando es
representada en diferentes modos de expresión, poniendo palabras a la práctica.

DESARROLLO DE ACTIVIDADES

● Encuentros semanales de dos ó tres horas de duración


● Un espacio suficientemente amplio para explorar las posibilidades del movimiento y el
juego, y un grupo de participantes, cuyo número permita un adecuado aprovechamiento de
las situaciones y una participación activa en las verbalizaciones
● Se comienza con una actividad que posibilite un pasaje delimitador entre el afuera y el
adentro del encuadre. Un cambio tónico, que puede lograrse mediante actividades de
movimiento (de descarga energética), o la quietud para el reencuentro con la sensación
● Las actividades que aparecen en la continuidad se alternan entre centrarse en la
exploración del propio cuerpo (individuales, de exploración sensoperceptiva), o tender al
encuentro con el otro o los otros (juegos, movimientos compartidos, búsquedas creativas).
● Se incluyen recursos orientados a elevar o disminuir el tono muscular, a facilitar el registro
consciente de la sensación, a regular las energías puestas en juego, a fomentar el
desarrollo de la creatividad.
● Se utilizan objetos como globos, pelotas, sogas, cañas, telas, elásticos, tubos, papeles, y
diversos elementos que puedan funcionar como facilitadores de la exploración y registro
sensorial, como mediadores en la comunicación, o como incentivadores del juego y la
creatividad en el movimiento. Pero no siempre está presente el objeto mediador.
● La actitud de juego es indispensable para darse permiso en los encuentros, pero también
son necesarios espacios de búsqueda personal, de reencuentro con la propia sensación,
donde la quietud, la detención o la calma se convierten en requisito ineludible.
● El grupo no conoce previamente la propuesta de trabajo, y el coordinador no conoce las
respuestas que el grupo dará a sus propuestas (aunque la formación y la experiencia
previas del Coordinador permiten prever posibles desarrollos).
● En la reflexión final, se rearma el sentido de lo que fue apareciendo, cuando se posibilita la
simbolización por algún modo expresivo y se ponen palabras a la vivencia, que significan lo
desarrollado.
● Instancias evaluativas de reflexión individual y/o grupal, sobre el propio proceso de
aprendizaje.

La disponibilidad corporal es un saber incorporado. Un saber aprendido y registrado en el propio


cuerpo, desde donde se pone en juego, en el ejercicio del rol profesional.

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