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Trastornos de ansiedad y fobias: una perspectiva cognitiva.

El estado ansioso se caracteriza por una hipersensibilización motriz y/o


cognitiva, sin embargo un trastorno ansioso es la prolongación de este estado a
través de periodos largos de tiempo que merman la funcionalidad del sujeto,
generando pensamientos automáticos y conductas que elicitan el
mantenimiento, cabe volver a señalar la relación entre la ansiedad y la
depresión vista en textos anteriores ya que son dos caras de una misma
moneda, un estado depresivo causa inactividad y un estado ansioso causa
hiperactividad, entendiendo actividad como cualquier acción fisiológica o
psicológica por lo que no podemos entender un concepto sin el otro, al final el
estado de bienestar es un equilibrio entre ambas, también recordemos que
catalogar estos estados como trastornos nos puede alejar de la realidad donde
cada individuo tiene elementos de cada uno de estos estados en distintos
momentos de la vida sin necesidad de estar en depresión o ansiedad, pero lo
que los transforma en una patología o trastorno (dependiendo del enfoque) es
la perdida de la funcionalidad.

Los autores insisten en hacer una distinción entre la ansiedad, el miedo, el


pánico, las fobias, etc. aunque parezca un tanto obvia la diferencia, desde esta
perspectiva cognitiva si existirá una diferencia notable a tener en cuenta, la
ansiedad es considerada una respuesta emocional mas que una respuesta
cognitiva, resultado de la sensación que deviene posterior a la cognición. Los
autores hablan inclusive de un miedo realista y un miedo irreal, esto
sinceramente me parece un despropósito si no consideramos que incluso
tienen una perspectiva muy particular del miedo, donde este no es instintivo
sino cognitivo, bajo estos dos supuestos la ansiedad puede darse posterior al
miedo y posterior a la formación de una estructura fóbica, no siendo elementos
que chocan entre sí, por el contrario, siendo elementos en cierta medida
complementarios. También me parece un desacierto citar a Freud ya que al
hablar de ansiedad no esta hablando de lo mismo, pues para Freud la ansiedad
es un impulso de acción refrenado de manera inconsciente, no es un proceso
cognitivo por lo tanto no hay punto de comparación, si bien Freud hace una
distinción entre la ansiedad real y la ansiedad neurótica el tema era otro, pues
está centrado en el sujeto y sus mecanismos cognitivos, por lo tanto si
tratáramos de forzar la comparación estaríamos en un conflicto, ya que para
Freud la ansiedad si sería un proceso cognitivo.

Lo mejor es quedarnos con la idea inicial de los autores, viendo el trastorno


ansioso como un evento estresante a nivel fisiológico o psicológico que
siempre tiene que ver con la prevención de eventos futuros, pero con un evento
experiencial generado en el pasado, pongamos un ejemplo, una persona que
constantemente se encuentra preocupado por si cuando salga va a encontrarse
un perro y este le tiene gran miedo a los mismos, se debe a que median
experiencias previas con los animales u otro estimulo relacional que genero la
preocupación inicial, que si bien en determinado momento puede ser racional y
objetiva, puede degenerar en un trastorno de naturaleza ansiosa como los
trastornos obsesivos compulsivos.

Claramente los autores conocen la complejidad teórica que implica describir un


fenómeno de tal naturaleza, tan complejo y variado, por lo que deciden
hablarnos de los síntomas normalmente asociados a la ansiedad, lo cual
considero una herramienta metodológica maravillosa, pues para poder
identificar cualquier evento, fenómeno, enfermedad o trastorno es prioritario
conocer sus señales, síntomas o formas: sirviéndonos de su descripción me
permito sintetizar los síntomas en 3 grandes grupos, síntomas conductuales,
síntomas hipercognitivos y síntomas cognitivos negativos. En el primer grupo
están las conductas visibles como los temblores, cese de actividades frente a
una amenaza, exceso de actividad frente a estresores, etc. en el segundo
grupo esta el exceso de actividad cognitiva como el centrarse en un solo
pensamiento y olvidar el resto, generalizar el impacto de los estímulos, etc. y
en el ultimo grupo se encuentran síntomas que perjudican el pensamiento
normal, como los pensamientos catastróficos, obsesivos, abstracción selectiva,
etc.

Finalmente, los autores describen los trastornos ansiosos mas comunes y no


es coincidencia que varios de estos sean fobias, pues el mecanismo de la fobia
es un mecanismo ansioso, ya no tiene tanto que ver con la exposición a un
estresor físico, sino el pensamiento previo al encuentro con dicho estimulo,
como lo puede ser el agorafóbico a quien le causa ansiedad el pensar en el
espacio cerrado aun sin estar en él. Como ultima mención quisiera señalar el
caso del trastorno de ansiedad atípica, la cual se caracteriza por no
corresponder con características de ningún otro trastorno ansioso pero si
mostrar los síntomas mas característicos, si observamos el DSM podemos ver
multitud de trastornos psicológicos que van a tener esta descripción y una falta
de catalogación especifica, con esto quiero que se reconozca que los
fenómenos psicológicos son amplios y diversos como para ser incluidos en su
totalidad en un manual, sin embargo, si nos dan una guía para lidiar con
determinados padecimientos o trastornos, el punto al que quiero llegar es que
estos manuales metodológicos si bien son una guía también pueden quedarse
muy cortos frente a la realidad de un paciente y como psicólogos nunca
debemos olvidar la particularidad de cada caso intentando tratar a todos los
pacientes de la misma manera y bajo las mismas directrices.

Propiedades psicométricas del inventario de ansiedad de Beck en


población general de México.

Si algo provoco este articulo en mi fue duda, ya que el estimado ansiedad en


población mexicana es del 50% de acuerdo a los autores, de ahí su necesidad
por rectificar la validez interna de la escala de Beck para ansiedad, pensémoslo
en que se justifica su interés a través de la creciente ansiedad y mas aun si
tenemos en cuenta que es altamente probable que se disparará debido a la
pandemia, los estadísticos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos), muestran que México esta en lo mas alto de las listas
de depresión en la actualidad, con un 50% de su población afectado por la
misma y aquí solo veo dos posibles escenarios, el 50% de la población es
ansiosa y el otro 50% es depresiva, o hay un grueso poblacional que encuadra
dentro de los dos padecimientos y el índice es mas bajo. Ciertamente esto nos
pone a pensar en si pensar los padecimientos de manera aislada es la vía mas
eficaz para hacer un análisis estadístico, pues no podríamos hablar de un
problema como grave si no estamos tomando en cuenta el resto de
problemáticas de características similares que aquejan a la misma población.
Zanjando este tema pasemos al método de los autores, trabajaron con una
población de 1,245 habitantes de Michoacán de entre 18-73 años, de los
cuales el 59.2% fueron mujeres y el 40.8% hombres. Para la evaluación del
Inventario de Ansiedad de Beck se utilizó específicamente su adaptación al
español para población mexicana, concluyendo que a pesar de la aparente
falta de validez interna demostró correlaciones importantes entre la edad y la
ansiedad por lo que no deja de ser un instrumento de suma importancia frente
a este padecimiento. Aquí nuevamente me surgen dos dudas, de entrada,
quiero recordar que los datos estadísticos siempre han arrojado una distinción
notable en cuanto al sexo, siendo las mujeres las que presentan índices
potencialmente mas altos en ansiedad y depresión, pero ¿de verdad esto es
así? Como puede ser de esta manera si los hombres están expuestos a
situaciones y estímulos culturales, ambientales y familiares prácticamente
iguales, si bien el desarrollo social y el rol de estos los predispone para
reaccionar de manera diferente ante los estresores y demás elementos no
quiere decir que no les afecten, por algo son significativamente superiores los
índices de suicidio en hombres, a lo que voy con este punto es que este tipo de
estudios aislados solo nos hacen pensar que simplemente los hombres son
menos afectados por ansiedad y ciertamente es así, son afectados en menor
medida por lo que hemos establecido en las variables como ansiedad, pero
sufren de otras expresiones sintomáticas de igual gravedad que se desarrollan
y desembocan en suicido, pero estas no están presentes en estudios aislados.
Mas allá de esto quisiera recordar que el alfa de Cronbach esta estructurada
para medir variables no observables, es decir construcciones teóricas que se
han vinculado a través de una correlación teórica a variables observables, si
olvidamos esto es muy fácil creer en el estadístico ciegamente únicamente a
través de valores altos y aceptables en el coeficiente, sin embargo, si las
correlaciones teóricas son erradas para una población en particular, a pesar de
que los datos sean favorables puede que no arrojen una realidad objetiva, por
ello siempre es importante ver los constructos teóricos y epistemológicos de los
creadores de dichas escalas, al final no debemos olvidar que medimos
variables humanas y tienen una gran variabilidad a través del tiempo y espacio,
por lo que no debemos dejar de revisar y corregir dichas escalas tal como lo
hacen los autores y porque no, crear nuevas escalas mas acordes a los
tiempos vividos.
Inventario de Ansiedad de Beck (BAI)

El inventario de Beck fue creado para medir depresión en 1961, sin ninguna
afiliación teórica especifica, mas bien se centraron en la sintomatología, consta
de 21 preguntas de opción múltiple y ha sido adaptado a distintos idiomas, la
versión en español se adapto en los noventas, convirtiéndose en la escala mas
recurrente a la hora de medir la depresión. Este es un instrumento con fines
diagnósticos y los resultados se expresan en una escala de mínima a grave,
ciertamente en el ámbito clínico y psiquiátrico a sido la herramienta
fundamental para abordar este tipo de trastornos en conjunto con otras
escalas, recordemos que utilizar mas de un instrumento es la mejor forma de
alcanzar un diagnostico preciso por estos medios, pensemos que estas
herramientas son el primer paso de un proceso psicológico o psiquiátrico pues
de ahí en adelante queda definir mas aspectos del trastorno del paciente, como
se desarrolló, como lo afronta, como lo mantiene, etc. por ello estos inventarios
siempre tienen que ser conducidos y aplicados por profesionales de la salud.

Referencias

Beck, A. & Emery, G. (2014). Trastornos de ansiedad y fobias: una perspectiva

cognitiva. (p. 53-96) Bilbao: Desclée de Brouwer

Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos (s/f). Evaluación del


Inventario BAI. Recuperado de https://www.cop.es/uploads/PDF/2013/BAI.pdf

Inventario de Ansiedad de Beck (BAI)

Padrós, B. (2020). Propiedades psicométricas del inventario de ansiedad de


Beck (BAI, Beck Anxiety Inventory) en población general de México. Ansiedad y
Estrés, (26), 181-187.

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