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CAUSAS DE PATOLOGÍAS:
La disfunción cardíaca se debe a uno o más de cinco mecanismos principales:
• Fracaso de la bomba: El músculo cardíaco se contrae de forma débil o inadecuada, y las cámaras no pueden
vaciar correctamente.
• Obstrucción del flujo: Se da por una lesión que impide la abertura de la válvula o que aumenta de alguna otra
forma la presión en la cámara ventricular.
• Flujo de regurgitante: Hace que parte de la sangre impulsada por cada contracción refluya hacia atrás, lo que
añade una sobrecarga de volumen a todas las cámaras que deben bombear la sangre extra.
• Trastornos de la conducción cardíaca: El bloqueo cardíaco o las arritmias por generación desordenada de los
impulsos conduce a contracciones desiguales e ineficaces de las paredes musculares.
• Alteraciones de la continuidad del sistema circulatorio: Producirá un escape de sangre hacia otras cavidades o
espacios.
ENFERMEDAD INFARTO
HIPERTENSIÓN VALVULAR DE MIOCARDIO
Sobrecarga de presión Sobrecarga de presión y/o Disfunción regional con
de volumen sobrecarga de volumen
+ Trabajo cardíaco
Caracterizada por: Disfunción cardíaca
+ Tamaño y masa del
+ Estrés parietal corazón
+ Síntesis de proteínas Caracterizada por:
Inducción de genes Insuficiencia cardíaca
inmediatos-precoces (sistólica/diastólicas)
Estiramiento parietal
Inducción de programa Arritmias
genético fetal Estimulación
Proteínas anormales neurohumoral
Hipertrofia y/o dilatación Fibrosis
Vascularización
inadecuada
Insuficiencia del corazón izquierdo:
Causas:
• Cardiopatía isquémica
• Hipertensión
• Valvulopatía mitral y aórtica
• Enfermedades miocárdica no isquémica.
Los aspectos morfológicos y clínicos de la ICC del lado izquierdo se deben de forma primaria al estancamiento
progresivo de sangre dentro de la circulación pulmonar, y a las consecuencias de la disminución de presión y el flujo de
sangre periférica.
Morfología: Los hallazgos en el corazón varían de acuerdo con la causa del proceso patológico; pueden existir
anomalías como el infarto de miocardio o una deformidad valvular. Excepto con la obstrucción en la válvula mitral u
otros procesos que restringen el tamaño del ventrículo izquierdo, esta cámara suele estar hipertrofiada y con frecuencia
dilatada, a veces de forma masiva. Suelen existir cambios inespecíficos de hipertrofia y fibrosis en el miocardio. El
agrandamiento unitario de la aurícula izquierda con la consiguiente fibrilación auricular (es decir, contracción no
coordinada, caótica, de la aurícula), puede comprometer el volumen sistólico o causar estasis de la sangre y posible
formación de trombos (sobre todo en el apéndice auricular). La asimilación de la aurícula izquierda conlleva un
aumento sustancial del riesgo de ictus embólico. Los efectos extra cardíacos de la insuficiencia de izquierda se
manifiestan de modo más prominente en los pulmones, aunque también se pueden afectar los riñones y el cerebro.
• Pulmones: Aumenta la presión de las venas pulmonares, que en último término es transmitida de forma
retrógrada a los capilares y las arterias. El resultado consiste en congestión y edema pulmonares, con pulmones
húmedos pesados. Aquí sólo señalamos que las alteraciones pulmonares incluyen secuencialmente:
1) Trasudado perivascular e intersticial, sobre todo en los tabiques interlobulares, responsables de líneas B de
Kerley en la radiografía de tórax.
2) Ensanchamiento edematoso progresivo de los tabiques alveolares.
3) Acumulación de líquido de edema en los espacios alveolares.
Además, las proteínas que contienen hierro en el líquido de edema y la hemoglobina procedente de los hematíes,
que se fugan de los capilares congestionados, son fagocitados por macrófagos y convertidas en hemosiderina. La
presencia en los alvéolos de macrófagos con hemosiderina, llamados siderófagos o células de la insuficiencia
cardíaca, denota episodios previos de edema pulmonar.
Estos cambios anatómicos se asocian con manifestaciones clínicas notables. La disnea suele ser la queja más
temprana y cardinal de los pacientes con insuficiencia cardíaca izquierda, y representa una exageración de la
falta de aire normal que sigue al ejercicio al aumentar la afectación aparece ortopnea, que mejora con la postura
sentada o de pie. La disnea paroxística nocturna es una extensión de la ortopnea; consiste en crisis de disnea
extrema, que roza la asfixia, habitualmente durante la noche. La tos es un acompañante común de la
insuficiencia del lado izquierdo.
• Riñones: La disminución del gasto cardíaco reduce la perfusión renal, lo que activa el sistema renina-
angiotensina-aldosterona, e induce a retención de sal y agua con la consiguiente expansión de los volúmenes de
líquido intersticial y de sangre. Esta reacción compensadora puede contribuir al edema pulmonar en la
insuficiencia cardíaca izquierda, y es contrarrestada por la liberación de ANP a través de la dilatación auricular,
que actúa para disminuir el volumen de sangre excesivo. Si el déficit de perfusión del riñón se convierte en
suficientemente intenso, la excreción alterada de productos nitrogenados puede causar uremia, en este caso
uremia prerrenal (ver capítulo 20).
• Encéfalo: En la ICC muy avanzada, la hipoxia cerebral puede dar lugar a encefalopatía hipóxica (ver capítulo
28), con irritabilidad, pérdida de la capacidad de atención e inquietud, que incluso puede progresar a estupor y
coma.
ENFERMEDAD CARDÍACA:
Después de presentar los principios generales de la anatomía funcional cardíaca y de la insuficiencia cardíaca, ahora
describimos las principales formas de enfermedad cardiaca cinco categorías de enfermedad son responsables de casi
toda la mortalidad relacionada con el corazón:
• Cardiopatía congénita
• Cardiopatía isquémica
• Cardiopatía hipertensiva (sistémica un monarca)
• Cardiopatía valvular
• Miocardiopatía no isquémica (primaria)
CARDIOPATÍA CONGÉNITA:
Es un término generalmente utilizado para describir las anomalías del corazón o los grandes vasos presentes desde el
nacimiento. La mayoría de tales desórdenes se deben a defectos de la embriogénesis durante las semanas tres a ocho de
la gestación, período en el que se desarrollan las principales estructuras cardiovadeunsculares.
Incidencia: La cardiopatía congénita es el tipo más común de enfermedad cardiaca en los niños aunque las cifras varían,
generalmente se acepta una incidencia alrededor de uno por cada 100 nacidos vivos. La incidencia es más alta entre los
lactantes prematuros y los mortinatos. 12 procesos representan alrededor del 85% de todos los casos.
Cortocircuitos de derecha-izquierda:
Las enfermedades de este grupo causan cianosis desde el principio de la vida
postnatal. Aunque el DTV es la malformación cardíaca congénita más común,
la tetralogía de Fallot constituye el tipo mas frecuente de cardiopatía
congénita cianótica. Otras anomalías de esta categoría halladas con relativa
frecuencia son la transposición de las grandes arterias, la atresia
tricúspide, la conexión venosa pulmonar anómala total y el tronco
arterioso.
Tetralogía de Fallot:
Los cuatro componentes de la tetralogía de Fallot son:
• DTV
• Obstrucción del tracto de salida ventricular derecho (estenosis
subpulmonar)
• Posición de la aorta a horcajadas sobre el DTV
• Hipertrofia de ventrículo derecho.
Desde el punto de vista embriológico, las cuatro características proceden
del desplazamiento antero-superior del tabique infundibular. Las
consecuencias clínicas de la tetralogía de Fallot depende
fundamentalmente de la intensidad de la estenosis su subpulmonar.
• Morfología: El corazón está agrandado con frecuencia y puede
tener “forma de bota” a causa de la marca de hipertrofia
ventricular derecha, en particular de la región apical. El DTV suele
ser grande y se aproxima al diámetro del orificio aórtico. La
válvula aórtica formal por de superior del DTV, y por tanto se
sitúa a horcajadas sobre este defecto y ambas cámaras
ventriculares. La obstrucción del flujo de salida del ventrículo
derecho se debe la mayoría de las veces a estenosis del infundíbulo
(a estenosis subpulmonar), pero suele estar acompañada por estenosis valvular pulmonar. A veces existen atresia
completa de la válvula pulmonar porciones variables de las arterias pulmonares, por lo que es necesario el flujo
de sangre a través del conducto arterioso permeable o las arterias bronquiales dilatadas, o de ambos, para la
supervivencia también puede existir insuficiencia valvular aórtica o DTA, y en alrededor del 25% de los casos se
encuentra un cayado aórtico derecho.
La intensidad de la obstrucción del flujo de salida ventricular derecho determina la dirección del movimiento de la
sangre. Si la estenosis subpulmonar es leve, la anomalía recuerda a un DTV aislado, y el circuito puede ser izquierda -
derecha, sin cianosis (la llamada tetralogía rosada). Conforme aumenta la intensidad de la obstrucción, sube
proporcionalmente la resistencia de flujo de salida del ventrículo derecho. Conforme la resistencia creada por la
obstrucción se aproxima a nivel de la resistencia vascular sistémica, predomina el cortocircuito de derecha- y aparece la
cianosis (tetralogía de Fallot clásica). La reparación quirúrgica completa es posible en la tetralogía de Fallot clásica. El
pulmón está protegido a la sobrecarga de presión, pero a medida que pasa el tiempo la estenosis subpulmonar empeora
por la falta de proporcionalidad del orificio pulmonar con el crecimiento del corazón.
Transposición de las grandes arterias:
La transposición de las grandes arterias y cada discordancia ventrículoarterial, de modo que la aorta procede del
ventrículo derecho y la arteria pulmonar surge del ventrículo izquierdo. El resultado es la separación de las
circulaciones sistémica y pulmonar, una situación incompatible con la vida postnatal, a menos que exista algún
cortocircuito para la mezcla adecuada de sangre los pacientes con TGA y DVT (alrededor del 35%)tienen un
cortocircuito estable. Los pacientes con TGA y CAP (alrededor de 65%), sin embargo, tienen comunicaciones
inestables que tienden a cerrarse, y por tanto requiere intervención inmediata para crear una comunicación dentro de los
primeros días de vida. La hipertrofia ventricular derecha se convierte en prominente debido a que esta cámara actúa
como ventrículo sistémico. Al mismo tiempo, ventrículo izquierdo se convierten una cámara con paredes finas
(atróficas), ya que impulsa la circulación pulmonar de resistencia baja.
Sin cirugía una serie de los pacientes fallecen durante los primeros meses de vida.
Tronco arterioso:
La anomalía conocida como tronco arterioso persistente se debe el fracaso de la separación del tronco arterioso
embrionario de las arterias aorta y pulmonar. La falta de separación conduce a una sola arteria grande que recibe sangre
desde ambos ventrículos, acompañada de DTV presente, y la que proceden la circulación sistémica, pulmonar y
coronaria puesto que la sangre de los ventrículos derecho e izquierdo se mezclan, existe cianosis sistémica precoz así
como aumento del flujos sanguíneo pulmonar, con peligro de hipertensión pulmonar irreversible.
Atresia tricúspidea:
La oclusión completa del orificio valvular tricúspide se conoce como atresia tricúspidea. Desde el punto de vista
embriológico, procede de la división desigual del canal AV, y por tanto la válvula mitral es mayor de lo normal. Esta
lesión se asocia casi siempre con subdesarrollo (hipoplasia) del ventrículo derecho. La circulación es mantenida por un
cortocircuito de derecha- a través de una conexión interauricular (DTA o agujero oval permeable). También existe un
DTV que proporciona comunicación entre el VI y la gran arteria que nace del ventrículo derecho hipoplásico. La
cianosis existe desde el nacimiento, y la mortalidad es alta durante las primeras semanas o meses de vida.
Conexión venosa pulmonar anómala total:
La CVPAT, en la que ninguna vena pulmonar está unida directamente la aurícula izquierda, tiene su origen
embriológico en la falta de desarrollo o la atresia de la vena pulmonar común, por lo que los canales venosos sistémicos
primitivos procedentes de los pulmones, permanece permeable. La CVPAT suele drenar en la vena innominada
izquierda o en el seno coronario. Siempre existe un agujero oval permeable o un DTA, lo que permite la entrada de
sangre venosa pulmonar en la aurícula izquierda. Esta patología desencadene hipertrofia por volumen y por presión de
la aurícula y ventrículo derechos, y la dilatación de esas cámaras y el tronco pulmonar. La aurícula izquierda es
hipoplásica, pero ventrículo izquierdo suele tener un tamaño normal. Puede existir cianosis, debida a la mezcla de
sanedrín oxigenada y mal oxigenada en la conexión venosa pulmonar anómala, y a un gran cortocircuito de derecha-
izquierda a través del DTA.
Anomalías congénitas obstructivas:
Coartación de aorta: Los hombres se afectan con frecuencia dos veces mayor que las mujeres, aunque las mujeres con
síndrome de Turner presentan muchas veces una coartación. Aunque la coartación de aorta pueda parecer como un
defecto solitario, se acompaña de una válvula aórtica bicúspide en el 50% de los casos, y se puede ser también con
estenosis aórtica congénita, DTA, DTV, insuficiencia mitral, y aneurismas en fresa del polígono de Willis. Se han
descrito dos formas clásicas:
• Coartación de aorta con CAP (infantil): Hay hipoplasia tubular del cayado aórtico proximal a un CAP. Suele
producir manifestaciones en épocas tempranas de la vida, a veces después del nacimiento. Muchos lactantes con
esta anomalía no sobreviven al periodo neonatal sin intervención quirúrgica o mediante catéter. En tales casos el
paso de sangre instaurada a través del ductus arterioso producen cianosis localizada en la mitad inferior del
cuerpo.
• Coartación de aorta sin CAP (del adulto): Existe un pequeño repliegue de la aorta, como una cresta, justo
frente al conducto arterioso cerrado (ligamento arterioso), distal a los vasos del cayado. La mayoría de los niños
afectos permanecen asintomáticos, y la enfermedad quizá no sea reconocida hasta bien entrada la vida adulta. En
los casos típicos existe hipertensión en las extremidades superiores, pero con pulsos débiles y presión arterial
más baja en las extremidades inferiores, junto con manifestaciones de insuficiencia arterial (claudicación y
frialdad). En los adultos son especialmente característicos el desarrollo de circulación colateral entre las ramas
arteriales proximales y distales a la coartación, a través de arterias intercostales y mamaria interna aumentadas, y
las erosiones (“muescas”) visibles en la radiografía de las superficies inferiores de las conquistas.
En todas las exportaciones significativas suelen existir sordos a lo largo de la sístole. A veces se detecta un frémito, y se
aprecia cardiomegalia con hipertrofia ventricular izquierda.
La isquemia miocárdica constituye a las arritmias a través de mecanismos complejos y mal conocidos, en los que
probablemente participe la inestabilidad eléctrica (irritabilidad). La muerte súbita, una de las principales causas
de mortalidad en los pacientes con CI, puede ser producida por la lesión celular masiva con fracaso mecánico,
pero se debe con más frecuencia a fibrilación ventricular a consecuencia de la irritabilidad miocárdica inducida
por isquemia o infarto.
La localización exacta, de tamaño y las características morfológicas específicas de un infarto de miocardio agudo
dependen de:
o La localización, intensidad y rapidez de desarrollo de las obstrucciones ateroscleróticas coronarias.
o El tamaño del lecho vascular prefundido por los vasos obstruidos.
o Duración de la oclusión.
o Las necesidades metabólicas y de oxígeno del miocardio en riesgo.
o La extensión de los vasos colaterales.
o La presencia, localización y gravedad del espasmo arterial coronario.
o Otros factores, como alteraciones de la presión arterial, la frecuencia cardiaca y el ritmo del corazón.
o La necrosis se completa en gran parte dentro de las 6 primeras horas en modelos experimentales y humanos
con afectación de casi todo el hecho miocárdico isquémico en riesgo y regado por arteria coronaria ocluida.
Morfología: Casi todos los infartos transmurales afectan a por lo menos una parte del ventrículo izquierdo (incluyendo
el tabique ventricular). Alrededor del 15 al 30% de los infartos que afectan a la pared libre posterior y a la porción
posterior del tabique se extienden a la pared ventricular derecha adyacente. El infarto aislado del ventrículo derecho, sin
embargo, sólo ocurre a en 1 al 3% de los casos. El infarto asociado del tejido auricular acompaña en algunos casos a los
infartos grandes de la porción posterior del ventrículo izquierdo. Los infartos transmurales suelen abarcar casi toda la
zona de perfusión de la arteria coronaria ocluida. Casi siempre existe un reborde estrecho (aproximadamente 0,1 mm)
de miocardio subendocárdico conservado, gracias a la difusión de oxígeno y nutrientes desde la luz.
La frecuencia de estenosis crítica (y de trombosis) de cada uno de los tres troncos arteriales principales, y los sitios
correspondientes de las lesiones miocárdicas que conducen al infarto (en el caso típico del corazón derecho dominante)
son los siguientes:
• Arteria coronaria descendente anterior izquierda (40 a 50%): El infarto afecta la pared anterior del
ventrículo izquierdo cerca del ápex; porción anterior del tabique ventricular; circunferencia del ápex.
• Arteria coronaria derecha (30 a 40 %): El infarto afecta a la pared inferior/posterior del ventrículo izquierdo;
porción posterior del tabique ventricular; en algunos casos, pared libre inferior/posterior del ventrículo derecho.
• Arteria coronaria circunfleja izquierda (15 a 20%): El infarto afecta la pared lateral del ventrículo izquierdo,
excepto el ápex.
A veces se encuentran otras localizaciones de lesiones arteriales coronarias críticas causantes de infarto, como la arteria
coronaria principal izquierda por las ramas secundarias. Por el contrario, casi nunca se encuentran aterosclerosis o
trombosis estenosantes de una rama intramiocárdica penetrante de las arterias coronarias. En ocasiones, la observación
de múltiples estenosis intensas o trombosis en ausencia de daño miocárdico sugiere un efecto protector de la formación
de conexiones colaterales entre las arterias coronarias.
El aspecto a simple vista y microscópicos de un infarto de la autopsia depende de la duración de la supervivencia del
paciente después del IM. Las áreas de daño experimentan una secuencia progresiva de cambios morfológicos, y
consisten en necrosis coagulativa isquémica típica seguida por inflamación y reparación muy similares a las que ocurren
después de la lesión en otros órganos distintos del corazón.
El reconocimiento precoz de los infartos de miocardio agudo por el anatomopatólogo puede ser difícil, en particular
cuando la muerte ha ocurrido dentro de las pocas horas siguientes al comienzo de los síntomas. Los infartos de
miocardio de menos de 12 horas de antigüedad no se suelen apreciar en el examen macroscópico. Sin embargo, con
frecuencia es posible resaltar el área de necrosis, que comienza a hacerse aparente al cabo de 2 a 3 horas después del
infarto, mediante inmersión de los cortes tisulares en una solución de cloruro de trifeniltetrazoilio (CTT). Esta tinción
histoquímica proporciona un color rojo ladrillo al miocardio intacto, no infartado, en el que están conservadas las
enzimas deshidrogenasas. Puesto que las deshidrogenasas se encuentran agotadas en el área de necrosis isquémica, el
área infartada aparece como una zona pálida no teñida (mientras que los infartos cicatrizados antiguos aparecen blancos
y brillantes). Más adelante, a las 12-24 horas, el infarto pueden identificarse en los cortes macroscópico fijados con
técnicas habituales, debido al tono rojo-azulado de la sangre estancada. Más adelante, el infarto se convierte de forma
progresiva en una zona mejor definida, de color pardo amarillento, algo ablandada, que al cabo de 10 días a 2 semanas
aparece bordeada por un área hiperémica de tejido de granulación altamente vascular. Al largo de las semanas
siguientes, la región lesionada se convierte en una cicatriz fibrosa.
Los cambios histopatológicos también siguen una secuencia bastante predecible. En el examen con microscopio óptico
de cortes titulares teñidos con las técnicas habituales, los cambios típicos de la necrosis por coagulación se pueden
detectar durante las primeras 4 a 12 horas. Pueden existir “filas onduladas” en la periferia del infarto; es probable que
estos cambios deban a las fuertes tracciones sistólicas de las fibras viables inmediatamente adyacentes a las fibras
muertas no contráctiles, que las estiran y ondulan. En los márgenes del infarto se puede ver un cambio isquémico
adicional, aunque subletal: la llamada degeneración vacuolar o miocitólisis, con espacios vacuolares grandes dentro de
las células, que probablemente contienen agua. Esta alteración, en potencia reversible, es particularmente frecuente en
la delgada zona de células endocárdicas viables. En otros contextos, la vacuolización subendocárdica de los miocitos
puede significar isquemia crónica grave.
El músculo necrótico provoca inflamación aguda (en los casos típicos, más prominente a los 2 o 3 días). Más adelante,
los macrófagos eliminan los miocitos necróticos (de forma más pronunciada al cabo de 5 a 10 días), y la zona dañada es
sustituida progresivamente por la invasión del tejido de granulación altamente vascularizado (más prominente a las 2-4
semanas), que poco a poco se convierten en menos vascularizado y más fibroso. En la mayoría de los casos, la
cicatrización está bastante avanzada al final de la sexta semana, aunque la eficacia de la reparación depende del tamaño
de la lesión original. Puesto que la curación exige participación de células inflamatorias, que miran a la región del daño
a través de los vasos sanguíneos intactos, y es frecuente que los vasos sólo sobrevivan a los márgenes del infarto, la
curación se produce desde los bordes hasta el centro. Así pues, un infarto grande quizá no cure con tanta facilidad y de
forma tan completa como otro pequeño. El infarto en fase cicatrización puede parecer no uniforme, con curación más
avanzada en la periferia. Una vez curada por completo la lesión, es imposible distinguir su antigüedad (es decir, la
cicatriz de tejido fibroso denso de una lesión de 8 semanas puede tener el mismo aspecto que la de una lesión de 10
años de antigüedad).
Es frecuente encontrar en el mismo corazón varios infartos con distinta antigüedad. La necrosis repetida de regiones
adyacentes produce extensión progresiva de un infarto individual a lo largo de un período de días o semanas. En tales
casos, el examen de corazón revela con frecuencia una zona central de infarto en reparación, días o semanas más
antigua, y cuya cicatrización está más avanzada que la del margen periférico, con necrosis isquémica más reciente. Esta
situación contrasta con el aspecto del infarto como un solo evento, descrito anteriormente, en el que la reparación más
avanzada es la periférica. El infarto inicial se puede extender por propagación retrógrada de un trombo, vasoespasmo
proximal, afectación progresiva de la contractilidad cardíaca que convierte en insuficiente el flujo a través de estenosis
moderadas, formación microémbolos de plaquetas y firbrina, aparición de una arritmia con afectación de la función
cardíaca, o perfusión deficiente por afectación progresiva de la función miocárdica. En general, la morfología
secuencial de los infartos subendocárdicos y transmurales en evolución es cualitativamente similar, pero los infartos
subendocárdico tienden a ser más pequeños.
En resumen:
Tiempo Características Macroscópicas Características Microscópicas*
Lesión reversible
0-0,5 h Ninguna Al MO ninguna. Al MET relajación de miofibrillas; pérdida de
glucógeno; tumefacción mitocondrial
Lesión irreversible
0,5-4 h Ninguna Al MO usualmente ninguna; ondulación variable de las fibras en el borde.
Al MET alteración del sarcolema; densidades mitocondriales amorfas
4-12 h En ocasiones moteado oscuro Comienza necrosis por coagulación; edema; hemorragia
12-24 h Moteado oscuro Continúa la necrosis por coagulación; picnosis de núcleos;
hipereosinofilia de los miocitos; necrosis de banda de contracción
marginal; comienza infiltrado neutrófilo
1-3 días Moteado con centro e infarto pardo Necrosis por coagulación con pérdida de núcleos y estriaciones; infiltrado
amarillento intersticial de neutrófilos
3-7 días Borde hiperémico; ablandamiento Comienza desintegración de miofibras muertas, con neutrófilos
central amarillo pardo moribundos; fagocitosis precoz de células muertas por macrófagos en el
borde del infarto
7-10 días Máximo grado de ablandamiento y Fagocitosis bien desarrollada de células muertas; formación precoz de
coloración parda amarillenta, con tejido de granulación fibrovascular en los márgenes
márgenes deprimidos rojos-morenos
10-14 días Bordes deprimidos rojos-grisáceos Tejido de granulación bien establecido, con nuevos vasos sanguíneos y
del infarto depósitos de colágeno
2-8 semanas Cicatriz gris-blanca, progresiva Depósito aumentado de colágeno, con celularidad disminuida
desde el borde hacia el centro del
infarto
> 2 meses Cicatrización completa Cicatriz de colágeno denso
* En caso de no aclararse, la descripción corresponde a la microscopía óptica. MO (Microscopio Óptico), MET (Microscopio Elenectrónico)
Modificación del infarto mediante reperfusión:
• Técnicas de reperfusión: El método más efectivo para salvar el miocardio isquémico amenazado por el inflarto
consiste en restarurar la perfusión tisular con la mayor rapidez posible. Ello, como mejor se consiguese,, es
mediante restauración del flujo coronario (reperfusión) con trombólisis, angioplastia con balón (conocida
también como angioplastia coronaria transluminal percutánea o ACTP), o injerto de derivación arterial coronaria
(IDAC). El beneficio potencial guarda una clara relación con la rapidez con que se alivie la oclusión coronaria,
las 3 a 4 primeras horas después del comienzo de los síntomas son críticas. Además, en el mejor de los casos, la
trombólisis puede eliminar el trombo que ocluye una arteria coronaria, pero no cambia de forma significativa la
placa aterosclerótica alterada subyacente. Por el contrario la ACTP no sólo elimina la oclusión trombótica, sino
que también pueda aliviar en parte la obstrucción original causada por la placa subyacente. El IDAC proporciona
flujo de sangre salvando la anterior.
• Modificaciones morfológicas por reperfusión:
o Hemorragia: Un infarto en parte completo y después le prefundido suele experimentar hemorragia puesto que
los vasos lesionados durante el periodo de isquemia permite la fuga de sangre al restaurar su flujo.
o Aceleración del daño de los miocitos muertos: La desintegración de los miocitos sometidos al daño letal por la
isquemia precedente puede ser acentuada o acelerada por la repercusión.
o Bandas de contracción: El examen microscópico revela que los miocitos ya dañados de forma irreversible en
el momento de reaparecer el flujo, presentan muchas veces necrosis con bandas de contracción. Se trata de
bandas transversales intensamente eosinófilas, compuestas de sarcómeros hipercontraídos e íntimamente
agrupados. La contracción exagerada de estas miobribrillas en el instante de restablecerse la perfusión, se debe
las concentraciones elevadas de calcio extracelular del plasma, que contactan directamente con ellas, a causa
del daño de la membrana celular, de las células muertas, en proceso de necrosis, de las cuales formaban parte.
o Lesión por reperfusión: El significado clínico de la lesión por reperfusión miocárdica es incierto. La lesión por
reperfusión está mediada, al menos en parte, por la generación de radicales libres por los leucocitos que
infiltran el tejido durante la reperfusión. Avances recientes descubrimientos sugieren que la apoptosis es el
prominente. La lesión microvascular inducida por reperfusión no sólo causa hemorragia sino tambien
tumefacción endotelial, que ocluye los capilares y puede evitar la reperfusión local en áreas con miocardio
sometido a lesión crítica.
o Disfunción ventricular post isquémica prolongada o miocardio aturdido: Aunque la mayor parte del
miocardio viable en el momento de la repercusión acaba por recuperarse después de aliviar la isquemia, hay
anomalías críticas de la bioquímica celular y la función de los miocitos salvados mediante reperfusión que
pueden persistir durante varios días. El “aturdimiento” puede inducir un estado de insuficiencia cardiaca
reversible, que quizás se necesite con asistencia cardiaca temporal.
Clínica:
• Signos y síntomas: El paciente presenta pulso rápido y débil, y muchas veces diaforesis. Es común la disnea.
Generalmente el síntoma más llamativo es el dolor precordial de tipo opresivo, que puede irradiarse hacia el
hombro izquierdo. El dolor es de ubicación muy variable y puede o no estar presente (diabéticos o ancianos).
Ampliar con textos de semiología.
• ECG: Remitirse a textos de electrocardiografía.
• Laboratorio: los día marcadores preferidos) ñ tráfico son las proteínas específicas de corazón, en particular la
toponimia I (TnI) y la toponimia T (TnT). La creatinincinasa cardíaca (CK-MB) sigue siendo la mejor
alternativa de las troponinas. La actividad CK.MB comienza a subir entre 2 y 4 horas después del inicio del IM,
obtiene un valor máximo alrededor de las 24 horas. La falta de cambio de los niveles de CK y CK-MB durante
los primeros dos días con valor torácico, días siguientes, prácticamente excluye el diagnóstico de IM. La
proteína C reactiva (PCR) se puedo usar con marcador para crecer resto de infarto de miocardio en pacientes
con angina, y el riesgo de nuevos infarto en pacientes que se han recuperado de uno. Cifras mayores de 3 mg/l
indican riesgo alto y entre 1 y 3 mg/l riesgo moderado.
• Otras pruebas diagnósticas: La ecocardiografía, estudios radioizotópicos como la angiografía isotópicaa, la
gammagrafía de perfusión y la resonancia magnética, proporcionan a veces datos adicionales anatómicos,
bioquímicos y funcionales.
Consecuencias y complicaciones del infarto de miocardio: En general, los factores asociados con mal pronóstico
incluyen edad avanzada, sexo femenino, diabetes mellitus y, a través de una paridad de miocardio funcional, IM previo.
El 75% de los pacientes experimentan una o varias complicaciones después del IM agudo, entre las que se pueden
incluir las siguientes:
• Disfunción contráctil: El infarto de miocardio produce anomalías de la función ventricular izquierda de
intensidad aproximadamente proporcional a su tamaño. La mayoría de las veces existe algún grado de
insuficiencia ventricular izquierda. El shock cardiogénico ocurre en el 10 al 15% de los pacientes después del IM
agudo, generalmente con el infarto es grande (muchas veces superior al 40% del ventrículo izquierdo). El shock
cardiogénico tiene una mortalidad de casi el 70%, y es responsable del 75% de las muertes en el hospital.
• Arritmias: Muchos pacientes presentan trastornos de la conducción e irritabilidad miocárdica después de del IM,
que indudablemente son responsables de numerosas muertes súbitas. Entre las anemias relacionadas con el IM se
incluyen bradicardia sinusal, bloqueo cardíaco (asistolia), taquicardia, extrasístoles ventriculares, taquicardia
ventricular y fibrilación ventricular.
• Ruptura miocárdica: Se deben a la debilidad mecánica del miocardio necrótico y después inflamado, e
incluyen:
o Rotura de la pared libre ventricular: Más común, con hemopericardio y taponamiento cardíaco, en general
mortal. Es más frecuente que ocurra entre los 3 y 7 días desde el comienzo, cuando la necrosis, la infiltración
neutrófila y la lisis del tejido conjuntivo miocárdico han debilitado en forma apreciable el miocardio infartado
(media 4 a 5 días; límites 1 a 10 días). Los factores de riesgo incluyen edad superior a 60 años, sexo femenino,
hipertensión previa y falta de hipertrofia ventricular izquierda. Una adherencia pericárdica localizada en un
punto estratégico, que aborta la rotura, puede conducir a la formación de un falso aneurisma (es decir, una
rotura contenida que origina un hematoma en comunicación con la cavidad ventricular). La pared de un
aneurisma falso consiste sólo en epicardio y pericardio parietal adherido.
o Rotura del tabique ventricular: Menos común, con cortocircuito de izquierda-derecha.
o Rotura de músculos capilares: Menos frecuente, con inicio agudo de insuficiencia mitral grave.
• Pericarditis: Hacia el segundo o tercer día después del infarto transmural se suele desarrollar una pericarditis
dividirnos a posible hemorragia, que de modo habitual se resuelve con el transcurso del tiempo. La pericarditis
es la manifestación epicárdica de la inflamación miocárdica subyacente.
• Infarto ventricular derecho: Un infarto ventricular derecho de cualquier tipo puede provocar una afectación
funcional grave, y puede estar asociado a lesión isquémica del ventrículo izquierdo posterior adyacente y del
tabique ventricular.
• Extensión del infarto: Se puede producir necrosis nueva adyacente a un infarto existente.
• Expansión del infarto: Debido a la debilidad del músculo necrótico, puede existir estiramiento
desproporcionado, adelgazamiento y dilatación de la región del infarto (sobre todo en los infartos anteroseptales),
muchas veces junto con trombosis mural.
• Trombo mural: En cualquier infarto, la combinación de una anomalía local en la contractilidad del miocardio
(que causa estasis), con daño del endocardio (que origina una superficie trombogénica), puede favorecer la
trombosis mural y, potencialmente, el tromboembolismo.
• Aneurisma ventricular: En contraste con los aneurismas falsos mencionados anteriormente, los aneurismas
verdaderos de la pared ventricular están limitados por miocardio que se ha convertido en cicatrizal, una
complicación tardía, los aneurismas de la pared ventricular, se deben a la mayoría de las veces a un infarto
anteroseptal transmural grande (muchas veces como un infarto que ha experimentado expansión), que cura con
formación de una gran región de tejido cicatrizal fino, y esta zona experimenta abombamiento paradójico
durante la sístole. Las posibles complicaciones de los aneurismas ventriculares incluyen trombosis mural,
arritmias e insuficiencia cardíaca, pero no se conoce rotura de la pared fibrosa.
• Disfunción de los músculos papilares: Como ya se ha dicho en raras ocasiones se produce disfunción precoz de
músculo papilar después del IM a consecuencia de su rotura. Sin embargo, es más frecuente observar
insuficiencia mitral post infarto por disfunción isquémica precoz de músculo papilar y el miocardio subyacente,
y más tarde por fibrosis y acortamiento musculares papilares o dilatación ventricular.
• Insuficiencia cardiaca tardía progresiva: Se describe como CI crónica. Ver adelante
La tendencia a complicaciones específicas y el pronóstico después del IM dependen primariamente del tamaño del
infarto, su localización y la proporción del grosor de la pared que ha sido dañada (infarto subendocárdico o transmural):
• Infarto transmural grande: Probabilidad alta de shock cardiogénico, arritmias e ICC tardía.
• Infarto transmural anterior: Riesgo de rotura de pared libre, expansión, trombos murales y aneurisma.
• Infarto transmural posterior: Tendencia a sufrir complicacionesen forma de bloqueo grave de la conducción
y/o afectación del ventrículo derecho.
• Infarto subendocárdico: Riesgo de formar trombos sobre la superficie endocárdica, en raros casos se produce
pericarditis, rotura y aneurismas.
Causas:
Aunque la dilatación y el engrosamiento del ventrículo derecho, causados por enfermedades del lado izquierdo del
corazón o por cardiopatías congénitas, son excluidos en general por esta definición del col pulmonar de, es muy común
la hipertensión venosa pulmonar que siguiera a las enfermedades del lado izquierdo del corazón por causas diversas.
Morfología:
• Cor pulmonale agudo: (p.ej., por un TEP) existe una marcada dilatación del ventrículo derecho sin hipertrofia.
En la sección transversal, la forma semilunar normal del ventrículo derecho está cambiada por ovoide dilatado.
• Cor pulmonale crónico: (p.ej., por hipertensión pulmonar primaria o enfisema) la pared ventricular derecha
aumenta de grosor, a veces hasta 1 cm o más, e incluso se puede aproximar al grosor de la pared del ventrículo
izquierdo. Se pueden observar fases más sutiles de hipertrofia ventricular derecha en forma de engrosamiento de
los fascículos musculares en el tracto de salida, inmediatamente debajo de la válvula pulmonar, o de la banda
moderadora, el fascículo muscular que conecta el tabique ventricular con el músculo papilar ventricular derecho
anterior. A veces existe compresión secundaria de la cámara ventricular izquierda por insuficiencia tricúspidea
con engrosamiento fibroso de esta válvula.
CARDIOPATÍA VALVULAR
La afectación valvular por diversas enfermedades puede causar estenosis, insuficiencia (regurgitación o incompetencia)
o ambas:
Comparación de los 2 tipos de cardiopatías valvulares
Patología Estenosis Insuficiencia
Definición Falta de apertura completa de la válvula, con lo que Falta de cierre completo de la válvula, lo que permite
dificulta el flujo anterógrado de la sangre. el flujo retrógrado.
Causas Casi siempre por anomalía primaria de las cúspides Enfermedad intrínseca de las cúspides valvulares, o a
daño o distorsión de las estructuras de soporte.
Tiempo de evolución Crónico Agudo o Crónico
Causas:
Valvulopatía mitral Valvulopatía aórtica
Estenosis mitral Estenosis aórtica
Cicatrización inflamatoria (cardiopatía reumática) Cicatrización postinflamatoria (cardiopatía reumática)
Estenosis aórtica calcificada senil
Calcificación de la válvula con deformidad congénita
Insuficiencia mitral Insuficiencia aórtica
Anomalías de las valvas y las comisuras Enfermedad valvular intrínseca
Cicatrización postinflamatoria Cicatrización postinflamatoria (cardiopatía reumática)
Endocarditis infecciosa Endocarditis infecciosa
Prolapso de la válvula mitral
Fibrosis valvular inducida por fen-fen
Anomalías del aparato tensor Enfermedad aórtica
Rotura del músculo papilar Dilatación aórtica degenerativa
Disfunción del músculo papilar (fibrosis) Aoritis sifilítica
Rotura de cuerdas tendinosas Espondilitis anquilosante
Artritis reumatoide
Síndrome de Marfan
Etiología y patogenia:
Vegetaciones no infectadas
Endocarditis trombótica no bacteriana (ETNB)
La ETNB se caracteriza por el depósito de pequeñas masas de fibrina, plaquetas y otros componentes sanguíneos sobre
las valvas de las válvulas cardíacas.
• Patogenia: Sugiere el factor del ponente principal un estado de hipercoagulabilidad con activación sistémica de
la población sanguínea. La situación puede guardar relación con alguna enfermedad subyacente, como el cáncer
(especialmente el adenocarcinoma mucinoso del páncreas), estados hiperestrogénicos, quemaduras extensas,
sepsis, CID, etc. (Ver capítulo 4, estados de hipercoagulabilidad). El traumatismo endocárdico, como el debido a
un catéter permanente, también representanta un factor predisponerte bien conocido.
• Morfología: A diferencia de la EI, las vegetaciones de la ETNB son estériles, no destructivas y pequeñas (1 a 5
mm), y aparecen, sólo una o múltiples, a lo largo de la línea de cierre de las valvas o las cúspides.
Microscópicamente, se componen de un simple trombo, sin reacción inflamatoria acompañante ni daño valvular
inducido, si el paciente sobrevive la enfermedad subyacente puede ocurrir una organización, que deja bandas
dedicadas de tejido fibroso.
• Clínica: Aunque en el efecto local sobre las válvulas no suele ser importante, el ETNB puede conseguir
significado clínico al producir émbolos e infartos consiguientes en el cerebro, el corazón u otros lugares.
Endocarditis del lupus eritematoso sistémico (Endocarditis de Lde unibman-Sacks):
Este tipo de endocarditis se encuentra en algunos pacientes que sufren de LES.
• Morfología: Las lesiones son vegetaciones pequeñas, únicas o múltiples, estériles, granulosas, de color rosado y
de un diámetro variable entre 1 y 4 mm. Pueden estar localizadas en las superficies inferiores de las válvulas
auriculoventriculares, el endocardio valvular, las cuerdas o el endocardio mural de las aurículas o los ventrículos.
Microscópicamente, las verrugas consisten en un material eosinófilo, fibrinoso, finamente granular, que puede
contener cuerpos hematoxilínicos (el equivalente insular de las células LE observadas en la sangre y la médula
ósea; ver Capítulo 6). Puede existir una valvulitis intensa, caracterizada por necrosis fibrinoide de la sustancia
valvular, muchas veces contigua a la vegetación. En algunos casos, las vegetaciones de las valvas pueden ser
difíciles de diferenciar respecto a las observadas en la EI o la ETNB. Se pueden producir fibrosis y deformidad
intensa subsiguientes, recuerdan a la CaRe crónica y requieren cirugía.
Cardiopatía carcinoide:
La enfermedad carcinoide del corazón es la manifestación cardiaca del síndrome sistémico causado por tumores
carcinoides. Afecta al endocardio y las válvulas del corazón derecho principalmente. Estas lesiones aparecen en el 50%
de los pacientes con síndrome carcinoide, caracterizado por enrojecimiento episódico de la piel, retortijones, náuseas,
vómitos y diarrea.
Patogenia: Los hallazgos guardan relación con la elaboración por los tumores carcinoides de una variedad de productos
bioactivos, como serotonina (5-OH-triptamina), calicreína, bradicidina, histamina, prostaglandinas y taquicininas. De
todos estos la serotonina parece ser el más importante.
El hecho de que los cambios se asienten sobre todo en el lado derecho, se explica por inactivación de la serotonina y la
bradicidina durante el paso de la sangre a través de los pulmones por la monoaminooxidasa del endotelio vascular
pulmonar. En ausencia de metástasis hepáticas, los carcinoides con drenaje venoso porta no suelen inducir el síndrome
carcinoide, debido al metabolismo hepático de la serotonina. Sin embargo, los carcinoides de drenaje cava no necesitan
metástasis hepáticas para producir síndrome carcinoide.
Morfología: Las lesiones cardiovasculares asociadas con el síndrome carcinoide son típicas, y consisten en
engrosamientos fibrosos de la íntima de la superficie interna de las cámaras cardíacas y las valvas. Están localizadas
principalmente en el ventrículo derecho, las válvulas tricúspide y pulmonar, y a veces, en los grandes vasos sanguíneos.
Los engrosamientos endocárdico, similares a placas, están compuestos predominantemente por células de músculo liso
y escasas fibras colágenas, inmersas en una matriz rica en mucopolisacáridos ácidos. No existen fibras elásticas. Las
estructuras subyacentes permanecen intactas, entre ellas las capas de la válvula y la capa de tejido elástico
subendocárdico. A veces se encuentran también lesiones en el lado izquierdo del corazón.
Disfunción miocárdica
Patrón Fracción de eyección Mecanismos de indirecta
funcional ventricular izquierda* insuficiencia cardíaca Causas (no miocardiopatía)
Dilatada < 40% Trastornos de la Idiomática; alcohol; periparto; genética; Cardiopatía isquémica;
contractilidad miocarditis; hemocromatosis; anemia cardiopatía valvular;
(disfunción sistólica) crónica; doxorubicina; sarcoidosis cardiopatía hipertensiva;
cardiopatía congénita
Hipertrófica 50-80% Trastorno de la Genética; ataxia de Friedreich; Cardiopatía hipertensiva;
distensibilidad enfermedades de depósito; lactantes hijos estenosis aórtica
(disfunción diastólica) de madres diabéticas
Restrictiva 45-90% Trastornos de la Idiopática; amiloidosis; fibrosis inducida Constricción pericárdica
distensibilidad por radiación
(disfunción diastólica)
Clínica
Insuficiencia cardíaca
Muerte súbita
Fibrilación auricular
Ictus
Miocardiopatía restrictiva:
Se caracteriza por disminución primaria de la distensibilidad ventricular que dificulta el llenado del ventrículo durante
la diástole; no suele afectar la función contráctil del ventrículo izquierdo. Puede ser idiopática o asociada con
enfermedades específicas que afectan al miocardio, principalmente de fibrosis por radiación, amiloidosis, sarcoidosis,
tumor metastático o productos de errores congénitos del metabolismo.
Morfología: En la cardiomiopatía restrictiva, los ventrículos son de tamaño aproximadamente normal o algo grandes,
las cavidades no están dilatadas y el miocardio es firme. Se observa con frecuencia dilatación biauricular.
Microscópicamente sólo suele existir fibrosis intersticialfocal o difusa, que puede variar entre mínima y extensa. Las
cardiomiopatías restrictivas de causas dispares pueden cursar con morfología macroscópica similar. Sin embargo, la
biopsia endomiocárdica revela con frecuencia características histológicas específicas de la enfermedad causal.
Otros procesos restrictivos requieren una breve mención:
• Fibrosis endomiocárdica: Enfermedad de los niños y los adultos jóvenes en África y otras áreas tropicales,
caracterizada por fibrosis del endocardio ventricular y el subendocardio, que se extiende desde el ápex hasta las
válvula tricúspide y mitral, y muchas veces las afecta. A veces se forman trombos murales ventriculares, de
hecho se ha sugerido que el tejido fibroso procede de la organización de los trombos murales. Se desconoce la
etiología.
• Miocarditis de Loeffler: Se caracteriza también por fibrosis endomiocárdica, en los casos típicos son grandes
trombos murales similares a los observados en la enfermedad tropical, pero los casos no se limitan a un área
geográfica específica. Existe con frecuencia una leucemia eosinófila. Los eosinófilos circulantes son anormales y
muchos han perdido sus gránulos. Se ha postulado que la liberación de productos tóxicos de los eosinófilos, en
particular proteína básica mayor, inicia el daño endocárdico, con focos subsiguientes de necrosis endomiocárdica
acompañados de un infiltrado eosinófilo. A continuación se producen cicatrización del área necrótica, depósitos
de capas trombótica en el endocardio y, finalmente, organización del trombo.
• Fibroelastosis endocárdica: Enfermedad cardiaca rara de etiología oscura caracterizada por engrosamiento
fibroelástico focal o difuso, que suele afectar al endocardio ventricular izquierdo mural. Es más común durante
los dos primeros años de vida y se acompaña con frecuencia de alguna forma anomalía congénita, existiendo
obstrucción valvular aórtica en alrededor de la tercera parte de los casos.
Miocarditis:
Procesos inflamatorios, causas de más de una respuesta a la lesión miocárdica.
Patogenia:
Principales causas de miocarditis
Infecciones
Virus (p. ej., coxackievirus, ECHO, influenza, VIH, citomegalovirus)
Clamidias (p. ej., C. psittaci)
Rickettsias (p.ej., R. typhy, fiebre tifoidea)
Bacterias (p.ej., C. diphtheriae, N. meningitides, Borrelia (enfermedad de Lyme))
Hongos (p.ej., Candida)
Protozoos (p.ej., Tripanosoma cruzi (enfermedad de Chagas), toxoplasmosis.
Helmintos (p.ej., triquinosis)
Reacciones de mecanismo immune
Posvírica
Postestreptocócica (fiebre reumática)
Lupus eritematoso sistémico
Hipersensibilidad a fármacos (p.ej., metildopa, sulfamidas)
Rechazo del trasplante
Desconocida
Sarcoidosis
Miocarditis de células gigantes
VIH: virus de la inmunodeficiencia humana
Morfología: Durante la fase activa de la miocarditis, el corazón puede aparecer normal o dilatado; quizás exista alguna
hipertrofia. Las lesiones pueden ser difusas o focales. El miocardio ventricular aparece típicamente flácido y muchas
veces moteado, con focos pálidos o diminutas lesiones hemorrágicas. Pueden existir trombos murales en cualquier
cámara. Durante la enfermedad activa, la miocarditis se caracteriza la mayoría de las veces por un infiltrado
inflamatorio intersticial y necrosis focal de los miocitos adyacentes a las células inflamatorias. Aunque las biopsias
endomiocárdicas establecen el diagnóstico en algunos casos, pueden ser falsamente negativas debido al carácter focal
de la afectación inflamatoria. Si el paciente sobrevive a la fase aguda de la miocarditis, las lesiones inflamatorias se
resuelven sin dejar cambios residuales, o cura mediante fibrosis progresiva, como ya se ha mencionado.
• Miocarditis por hipersensibilidad: Existen infiltrados intersticiales, sobre todo perivasculares, compuestos de
linfocitos, macrófagos y una gran proporción de eosinófilos.
• Miocarditis de células gigantes: Una forma morfológicamente peculiar de miocarditis con causa incierta, se
caracteriza por un infiltrado celular inflamatorio generalizado que contiene células gigantes multinucleadas
entremezcladas con linfocitos, eosinófilos, células plasmáticas y macrófagos, cursando con necrosis al menos
focal pero muchas veces extensa. Las células gigantes proceden de los macrófagos o de los miocitos. Esta
variante de la enfermedad tiene mal pronóstico.
• Miocarditis de la enfermedad de Chagas Es peculiar dada la infestación de miofibras dispersas por
tripanosomas, junto con un infiltrado inflamatorio a base de neutrófilos, linfocitos, macrófagos y los cinéfilos
ocasionales.
Clínica: El espectro clínico de la miocarditis es amplio: en un extremo, la enfermedad resulta por completo
asintomática y el paciente se recupera totalmente sin secuelas, y en otros se observa un comienzo rápido de
insuficiencia cardíaca o arritmias, en ocasiones con muerte súbita. Entre estos extremos existen muchos niveles de
afectación, que cursan con síntomas como cansancio, disnea, palpitaciones, molestias precordiales y fiebre.
Amiloidosis: La amiloidosis cardiaca puede aparecer junto con la amiloidosis sistémica (ver Capítulo 6) o a existir sólo
en el corazón, sobre todo en individuos de edad avanzada.
• Patogenia: La amiloidosis cardíaca produce la mayoría de las veces una hemodinámica restrictiva, pero puede
cursar sin síntomas, o prestarse por dilatación, arritmias o características que imitan a la enfermedad isquémica o
valvular, a causa de los depósitos en el intersticio, el sistema de conducción, los vasos y las válvulas,
respectivamente.
Existen diferentes formas de presentación:
• Morfología: El corazón de la amiloidosis cardíaca varia macroscópica mente desde normal hasta firme, con
consistencia de goma, no distensible y con paredes engrosadas. En general, las cámaras son de tamaño normal,
pero en algunos casos están dilatadas. Se pueden dar numerosos nódulos pequeños, semitranslúcidos, que
recuerdan a gotas de cera, en la superficie endocárdica auricular, sobre todo en el lado izquierdo. Los depósitos
de amiloides ocurren fuera de los miocitos en el intersticios miocárdico, el tejido de conducción, las válvulas, el
endocardio, el pericardio y las pequeñas arterias coronarias intramurales, y son resultados por la clásica
birrefrigencia verde manzana, demostrada por polarización de las cortes tisulares teñidos con rojo Congo, o por
la tinción con azul Alcian sulfatado. En el intersticio, los depósitos de amiloides forman con frecuencia anillos
alrededor de los miocitos y los capilares cardiacos. Las arterias y las arteriolas intramurales pueden tener en sus
paredes amiloides suficiente para comprimir y concluir la luz, e inducir así isquemia miocárdica (“enfermedad
de vasos pequeños”).
Hipertiroidismo e hipotiroidismo:
• Hipertiroidismo: Son comunes la taquicardia, las palpitaciones y la cardiomegalia sutil, en ocasiones aparecen
arritmias supraventriculares. La insuficiencia cardiaca ocurre rara vez, usualmente en pacientes ancianos con
otras enfermedades cardíacas de base.
• Hipotiroidismo: El gasto cardíaco está disminuido, con reducción del volumen sistólico y la frecuencia cardíaca.
El aumento de la resistencia vascular periférica y reducción del volumen de sangre conducen a estrechamiento
de la presión del pulso, prolongación del tiempo de circulación y disminución del flujo de sangre hacia los
tejidos periféricos. La circulación reducida la piel es responsable de la característica sensibilidad al frío.
• Morfología: En el hipertiroidismo, las características macroscópica e histológicas son las de una hipertrofia
inespecífica. En el hipotiroidismo avanzado (mixedema), el corazón es flácido, agrandado y dilatado. Las
características histológicas del hipotiroidismo incluyen hinchazón de las miofibras con pérdida de estriaciones y
degeneración basófila, acompañada por líquido de edema intersticial rico en mucopolisacáridos. A veces se
acumula un líquido similar dentro del saco pericárdico. El término corazón del mixedema se ha aplicado estos
cambios.
ENFERMEDAD PERICÁRDICA:
Las lesiones pericárdicas se asocian casi siempre con alteraciones en otras porciones del corazón o de las estructuras
adyacentes, o son secundarias a algún trastorno sistémico; la enfermedad pericárdica aislada es inusual.
Derrame pericárdico y hemopericardio:
Bajo diversas circunstancias, el pericardio parietal experimenta distensión por líquido de composición variable (derrame
pericárdico), sangre (hemopericardio) o pus (pericarditis purulenta). Las consecuencias depende de la capacidad del
pericardio parietal para estirarse, de acuerdo con la rapidez de la acumulación y la cantidad de líquido. Así pues, los
derrames en que se acumulan lentamente y no superan los 500 ml, la única consecuencia clínica puede ser un
agrandamiento globular característico de la sombra cardiaca, apreciable en la radiografía de tórax. En contraste, el
desarrollo rápido de colecciones con tan sólo 200 a presuntos mililitros (p.ej., hemopericardio causado por rotura de un
IM, perforación traumática, endocarditis infecciosa o rotura de disección aórtica) puede producir compresión de las
aurículas y las venas cavas, que tienen paredes finas, o de los mismos ventrículos. Como consecuencia, el llenado
cardíaco se dificulta, y se produce un cuadro de taponamiento cardiaco potencialmente letal.
Pericarditis:
Causas:
Causas de pericarditis
Agentes infecciosos Probable mecanismo inmune Miscelánea
Virus Fiebre reumática Infarto de miocardio
Bacterias piógenas Lupus eritematoso sistémico Uremia
Tuberculosis Esclerodermia Después de cirugía cardiaca
Hongos Poscardiomiopatía Neoplásica
Parasitos Síndrome postinfarto de miocárdio (de Dressler) Traumatismo
Reacción de hipersensibilidad a fármacos Radiación
Pericarditis aguda:
• Pericarditis serosa:
o Causas:
Causas de pericarditis serosa
Inflamaciones no infecciosas (FR, LES, Esclerodermia, Tumores, Uremia
Inflamaciones infecciosas contiguas (por irritación)
Infecciones víricas
o Morfología: Cualquiera se ala causa, existe una reacción inflamatoria en las superficies epicárdica y
pericárdica, con une escaso número de leucocitos polimorfonucleares, linfocitos y macrófagos. En general, el
volumen de líquido no es grande (50 a 200 ml) y se acumula con lentitud. La dilatación y la permeabilidad
aumentadas de los vasos, debidas a inflamación producen un líquido con densidad alta y rico en proteínas. El
infiltrado inflamatorio leve de la grasa epicárdica, compuesto de forma predominante por linfocitos, se suele
denominar pericarditis crónica. Rara vez se produce organización hasta formar adherencias fibrosas.
• Pericarditis fibrinosa y serofibrinosa: Es la más común de pericarditis.
o Causas:
Causas de pericarditis fibrinosa y serofibrinosa
IM agudo FR
Síndrome postinfarto (de Dressler) LES
Uremia Traumatismo
Irradiación torácica Post cirugía
o Morfología: En la pericarditis fibrosa la superficie es seca con rugosidad granular fina. En la pericarditis
serofibrinosa, el mayor proceso inflamatorio induce acumulación de líquido más abundante, espeso, turbio y
de color amarillento, debudo a la presencia de leucocitos y hematíes y con frecuencia, fibrina. Como en todos
los exudados inflamtorios, la fibrina puede ser digerida, lo que conduce a la resolución de exudado, o puede
organizarse.
o Clínica: El desarrollo de un fuerte roce de fricción pericárdico es la característica más notable de la pericarditis
fibrinosa, y pueden existir dolor, reacción febril sistémica y signos sugestivos de insuficiencia cardíaca. Sin
embargo la colección de líquido separas las capas y elimina el roce.
• Pericarditis purulenta o supurada:
o Causas: Este cuadro denota casi siempre la invasión del espacio pericárdico por microorganismos infecciosos,
que pueden llegar a la cavidad pericárdica a través de varias vías:
Extensión directa desde una inflamación vecina: Empiema de la cavidad pleural, neumonía lobar,
infecciones mediastínicas o extensión de absceso del anillo a través del miocardio o raíz aórtica en la
endocarditis infecciosa.
Siembra hematógena
Extensión linfática
Introducción directa durante la cardiotomía.
o Morfología: El exudado oscila desde flujo hasta el pus cremoso, con un volumen de hasta 400 a 500 ml. Las
superficies serosas aparecen enrojecidas, granulosas y tapizadas por el exudado. Microscópicamente revela
una reacción inflamatoria aguda. A veces, el proceso inflamatorio se extiende en las estructuras adyacentes,
para inducir lo que se conoce como mediastinopericarditis. La organización representa el resultado habitual; la
resolución es infrecuente. Debido a la gran intensidad de la respuesta inflamatoria, la organización produce
con frecuencia pericarditis constrictiva, una consecuencia seria.
o Clínica: Sumados a los síntomas de la pericarditis fibrinosa hay picos febriles y escalosfríos.
• Pericarditis hemorrágica:
o Causas:
Causas de pericarditis hemorrágica
Neoplasia
Infecciones bacterianas em pacientes com diátesis hemorrágica
Tuberculosis
Cirugía cardíaca