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Glosario

Oído

Otalgia: Dolor en la parte interna o externa del oído que puede interferir en la habilidad para
escuchar. Generalmente, lo ocasiona un exceso de uidos e infección.

Otalgia referida: Sensación de dolor ótico en presencia de un examen físico del oído
totalmente normal. Dolor originado en estructuras próximas al oído y que se irradia a éste
debido a la inervación compartida con dichas estructuras.

Algiacusia: síndrome que se caracteriza por una hipersensibilidad auditiva creando intolerancia
a la mayoría de los sonidos cotidianos que rodean a la persona.

Vértigo: sensación giratoria repentina que se mani esta de forma interna o externa, y que suele
producirse al mover la cabeza rápidamente, es una alucinación del movimiento, y se debe a
una alteración del sistema vestibular (alojado en el oído interno y cuyo centro neurológico está
en el tronco del encéfalo).

Acúfeno: Silbido o zumbido en uno o ambos oídos que puede ser constante o ir y venir, a
menudo asociado con la pérdida de audición.

Vómito: Expulsión forzada del contenido del estómago por la boca.

Otorrea: secreción del oído de diferentes tipos de líquido corporal, según las causas que la
hayan provocado.

Otorragia: Hemorragia que se exterioriza en el conducto auditivo externo.

Hipoacusia: Disminución de la audición. Pérdida de la audición ocasionada por una lesión en


el oído interno o el nervio que conecta al oído con el cerebro, di culta el desarrollo del habla, el
lenguaje y la comunicación.

Anacusia: cofosis o pérdida de audición completa puede darse en uno o en ambos oídos.
Falta total de audición que se traduce en una pérdida auditiva superior a 120 dB.

Disacusia: Trastorno en la audición con alteración en la frecuencia o en la intensidad.

Otodinia: dolor causado por afectación intrínseca del oído. Este tipo de dolor de oído debe a
procesos in amatorios, traumáticos o tumorales que se producen directamente en el oído, ya
sea en el conducto auditivo externo (oído externo) o en la caja timpánica (oído medio).

Otoleucorragia: salida de LCR por el conducto auditivo externo.

Exploración clínica del oído

Otorcopía: examen visual directo del CAE y de la membrana timpánica (MT) Ha de ser
sistemática y su objetivo es de nir el carácter normal o patológico de las porciones externa y
media del oído.

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Técnica de la otoscopia

Se comienza explorando el oído sano, o el clínicamente mejor, observando las características


del pabellón auricular y la entrada al CAE.

Para introducir el otoscopio, es preciso recti car la curvatura del CAE, para lo cual se tracciona
del pabellón hacia atrás y arriba (Fig. 1) En los niños pequeños la tracción debe realizarse
hacia atrás y abajo.

La introducción del otoscopio debe realizarse en la dirección de la porción ósea del CAE de
forma delicada, con el espéculo del mayor tamaño, que no provoque molestias al paciente. Es
importante cambiar el otoscopio entre uno y otro oído si sospechamos que el primero
estuviese infectado. Observamos la piel del CAE, su grosor y coloración, su carácter
descamativo. Nos jaremos si la introducción del otoscopio despierta dolor o alivia el picor.

En el contexto de una otoscopia con microscopio binocular, el examen se realiza de manera


tradicional, después de introducir el espéculo de tamaño adecuado, por lo general con el
paciente acostado.

La limpieza del CAE es un paso previo y fundamental, ya que con frecuencia el cerumen,
secreciones, detritus epiteliales, etc., impiden la correcta visualización del tímpano.

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Audiometría tonal: Este examen evalúa su capacidad para escuchar sonidos. Los sonidos
varían de acuerdo con el volumen o fuerza (intensidad) y con la velocidad de vibración de las
ondas sonoras (tono). es un estudio realizado por tonos puros que

sirve para mediar la audici n de un sujeto, cuanti car el da o y ubicar la

zona topogr ca de la lesi n. El audi metro es un aparato el ctrico que

genera sonidos puros de diferente tono sin decaer la intensidad. El tono

cubre todo el campo auditivo humano, y es capaz de producir

intensidades desde 10-120 decibeles. El estudio audiom trico se informa

en un audiograma; la frecuencia se representa en el eje horizontal (X va

desde 125-8000 Hz) y el nivel de audici n se representa en forma

vertical (Y intensidades en dB 0-110 Db).

Técnica

Un examen especializado con diapasón puede determinar el tipo de pérdida auditiva. El


diapasón se golpea y se sostiene en el aire de cada lado de la cabeza para evaluar la
capacidad de audición por conducción aérea. Se golpea y se coloca contra el hueso detrás de
cada oído (hueso mastoideo) para evaluar la conducción ósea.

Diapasones: instrumentos de acero o de aleaciones metales en forma

de “Y” (un mango y dos ramas iguales) que al ponerse en vibración,

producen tonos puros. Exploran frecuencias graves y medias. Suele

haber cinco diferentes tonos emitidos por los diapasones que van desde

128 hasta 2048 Hz. Su función principal es la de averiguar: si la lesión

que produce la sordera se encuentra en el oído medio o en el interno; las

pruebas que más se utilizan son las de:

Prueba de Weber: la punta del diapasón se coloca en la línea media de

la cabeza (frente o en los dientes incisivos), y se pregunta al paciente

donde escucha el sonido. En oídos con audición normal el sonido no se

lateraliza. En hipoacusias de conducción, el sonido se lateraliza al oído

con peor audición; en hipoacusias sensoriales, el sonido se lateraliza al

mejor oído.

Prueba de Rinne: esta prueba trata de establecer la diferencia del

tiempo de audición en un mismo oído entre la vía ósea y la aérea. En

lesiones conductivas, se oirá más tiempo el diapasón por la vía ósea, y

en lesiones sensoriales por la aérea. Primero se coloca el diapasón en el

mastoides del paciente, indicándole que avise cuándo deja de percibirlo;

en ese momento, se aplica el instrumento por la vía aérea. Si el oído es

normal o hay una hipoacusia de percepción; oirá todavía el diapasón por

vía aérea, aunque haya dejado de percibirlo por la ósea. Esto se

considera un Rinne positivo. En cambio, si el diapasón no se oyera por la

vía aérea, se trataría de un Rinne negativo, causado por una hipoacusia

de conducción.

Prueba de Schwabach: se basa en la diferencia del tiempo de

percepción por vía ósea entre el sujeto de estudio y el examinador. Se

coloca primero el diapasón en vibración sobre el mastoides del paciente y se le pide que
comunique el momento en que deja de percibir el

sonido; cuando cesa de oírlo, se retira y el examinador lo apoya en su

propia mastoides e indica el número de segundos que continúa escuchándolo. Si la audición


es buena, el número de segundos será igual al del examinador, o al normal del diapasón.


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Potenciales evocados auditivos del tallo cerebral: respuesta neuroeléctrica del sistema auditivo
(desde el nervio auditivo hasta el tubérculo cuadrigémino inferior, situado en el tronco
encefálico) ante un estímulo sonoro. Permite diagnosticar, por comparación con las respuestas
consideradas normales, diversas patologías o disfunciones del aparato auditivo y las vías
nerviosas.

Técnica

En la prueba de potenciales evocados se colocan electrodos en el cuero cabelludo, sobre las


zonas que corresponden con las áreas cerebrales que serán estimuladas. También pueden
situarse cerca de las orejas, en el cuello o la espalda. El técnico proporciona estímulos
diferentes (sonidos, luces o sensaciones) y recoge las respuestas en el cerebro del paciente. 

La prueba de potenciales evocados es segura, rara vez dolorosa o molesta, y es una técnica
de diagnóstico muy precisa para detectar lesiones en la capa de mielina. Fue empleada por
primera vez en 1947. 

Acumetria: La acumetría es un método que permite realizar un diagnóstico de la pérdida


auditiva. Es una técnica de evaluación auditiva, de carácter cualitativa y subjetiva, y es
necesaria la colaboración del paciente para poder efectuarla. No necesita elementos
electrónicos de evaluación.

Nistagmo espontáneo: El nistagmo consiste en un movimiento ocular sincr nico, compuesto


de dos fases:

a) La fase lenta en la que los ojos se desplazan en forma progresiva.

b) Fase r pida, en la cual hay un movimiento brusco instant neo de retorno de los ojos al
punto en donde se inici la fase lenta.





La direcci n del nistagmo se denomina como la de su componente r pido; es decir, si los ojos
se desv an lentamente a la derecha y regresan al punto de partida en forma r pida hacia la
izquierda, se trata de un nistagmo hacia la izquierda.

Técnica

La valoraci n del nistagmo espont neo se puede realizar al solicitarle al enfermo que mire
jamente un dedo colocado en distintas posiciones (derecha–izquierda, arriba–abajo), a una
distancia aproximada de 1 m, y manteniendo la jaci n por un lapso de 20 seg. Es preciso
tener cuidado de no producir el nistagmo de posici n extrema, que se presenta en algunos
individuos al llevar los ojos a una posici n de 40° o mayor. Por lo tanto, se recomienda llevar
los ojos a una posici n aproximada de 30° a la derecha, izquierda, arriba y abajo.

Prueba de romberg:
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