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Las fracturas de la articulación coxo-femoral

Las fracturas de cadera pueden ocurrir en la cabeza, el cuello, o el área entre o por debajo de
los trocánteres (prominencias) del fémur. Las fracturas de cadera son más frecuentes en
ancianos, principalmente con osteoporosis y suelen ser el resultado de caídas desde el nivel
del suelo. El diagnóstico se realiza mediante radiografía y, de ser necesario, RM. El tratamiento
es por lo general con reducción abierta con fijación interna o, a veces hemiartroplastia o
artroplastia total de cadera.

La mayoría de las fracturas de cadera son producto de caídas, pero en los ancianos pueden
asociarse a una fuerza mínima (p. ej., dar vueltas en la cama, levantarse de una silla o
caminar), por lo general debido a la osteoporosis que ha debilitado el hueso.

Los lugares de fractura incluyen

La cabeza femoral

Cuello femoral (subcapital)

Intertrocantérica

Subtrocantérica

Las fracturas subcapitales e intertrocantéricas son los tipos más comunes.

Las complicaciones de las fracturas de cadera incluyen

Osteonecrosis de la cabeza femoral

Es un infarto focal del hueso, que puede ser causado por factores etiológicos específicos o ser
idiopático. Puede causar dolor, limitación del movimiento, colapso articular y artrosis
secundaria. El diagnóstico se realiza mediante radiografía y RM.

Seudoartrosis de la fractura

Artrosis

Es una artropatía crónica caracterizada por una degeneración y potencial pérdida del cartílago
articular acompañada de otros cambios articulares, como la hipertrofia ósea (formación de
osteofitos). Los síntomas incluyen dolor de aparición gradual agravado o desencadenado por la
actividad, rigidez durante < 30 min al despertar o luego de un período de inactividad e
hinchazón articular ocasional.

Las complicaciones son más comunes entre los pacientes de edad avanzada con una fractura
de cuello femoral desplazada.

En pacientes con fracturas del cuello femoral, el riesgo de osteonecrosis aumenta porque la
fractura a menudo interrumpe el suministro de sangre a la cabeza femoral.
Las fracturas de cadera pueden ocurrir en la cabeza, el cuello, o el área entre o por debajo de
los trocánteres (prominencias) del fémur. Las fracturas de cadera son más frecuentes en
ancianos, principalmente con osteoporosis y suelen ser el resultado de caídas desde el nivel
del suelo. El diagnóstico se realiza mediante radiografía y, de ser necesario, RM. El tratamiento
es por lo general con reducción abierta con fijación interna o, a veces hemiartroplastia o
artroplastia total de cadera.

(Véase también Generalidades sobre las fracturas).

La mayoría de las fracturas de cadera son producto de caídas, pero en los ancianos pueden
asociarse a una fuerza mínima (p. ej., dar vueltas en la cama, levantarse de una silla o
caminar), por lo general debido a la osteoporosis que ha debilitado el hueso.

Los lugares de fractura incluyen

La cabeza femoral

Cuello femoral (subcapital)

Intertrocantérica

Subtrocantérica

Las fracturas subcapitales e intertrocantéricas son los tipos más comunes.

Las complicaciones de las fracturas de cadera incluyen

Osteonecrosis de la cabeza femoral

Seudoartrosis de la fractura

Artrosis

Las complicaciones son más comunes entre los pacientes de edad avanzada con una fractura
de cuello femoral desplazada.

En pacientes con fracturas del cuello femoral, el riesgo de osteonecrosis aumenta porque la
fractura a menudo interrumpe el suministro de sangre a la cabeza femoral.
Síntomas y signos de las fracturas de cadera

Las fracturas de cadera con mayor frecuencia resultan en dolor en la ingle e incapacidad para
deambular. A veces el dolor es referido a la rodilla y, por lo tanto, esto puede ser mal
interpretado como una rodilla anormal. De manera similar las fracturas de la rama del pubis
pueden causar dolor en la ingle.

Los pacientes con fracturas desplazadas no pueden caminar y tienen dolor significativo; la
pierna afectada puede aparecer acortada y rotada externamente. Por el contrario, los
pacientes con fracturas impactadas pequeñas pueden ser capaces de caminar y sólo presentan
un leve dolor y deformidad no visible. Sin embargo, tales pacientes suelen ser capaces de
flexionar todo el miembro inferior contra una resistencia si la rodilla está extendida.

La rotación pasiva de la cadera con la rodilla flexionada agrava el dolor, lo que ayuda a
distinguir una fractura de cadera de otros procesos extraarticulares como la bursitis
trocantérica.

Diagnóstico de las fracturas de cadera

¿Quién se rompe la cadera?

Realmente cualquiera puede sufrir una fractura de cadera, lo que ocurre es que suelen
presentarse en dos tipos de escenario diferentes:

Pacientes jóvenes con impactos de alta energía: se trata de personas que sufren la rotura
como consecuencia de un golpe fuerte. Aquí podemos encontrar desde accidentes de tráfico a
fracturas de cadera por caída desde altura pasando por traumatismos deportivos severos.

Pacientes mayores con impactos de baja energía: las fracturas de cadera en ancianos se
producen fundamentalmente debidas a la osteoporosis. Con los años, el hueso pierde
densidad y por ello es más fácil que se rompa. La cadera es una zona muy afectada por la
osteoporosis y, además, está sometida a los impactos repetidos que se producen al caminar.
Por ello las fracturas de cadera en el anciano son muy habituales. Como la osteoporosis afecta
más al sexo femenino, es habitual encontrar tres fracturas de cadera en mujeres por cada una
que se registra en hombres.

Nosotros centraremos la mayor parte de la información del blog en este último tipo de
fracturas. Lo hacemos así porque la incidencia de fracturas causadas por la osteoporosis es
muchísimo mayor que la de las fracturas que se producen en jóvenes. Además, debido al
envejecimiento progresivo de la población en los países industrializados, el número de este
tipo de lesiones crece año tras año.

Radiografías simples

Rara vez RM o TC

El diagnóstico de una probable fractura de cadera comienza con una radiografía


anteroposterior de pelvis y una vista lateral del fémur proximal con la cadera. Si se identifica
una fractura, se deben hacer radiografías de todo el fémur. La evidencia sutil de fractura (p. ej.,
como cuando las fracturas están mínimamente desplazadas o afectadas) puede incluir
irregularidades en la densidad trabecular femoral del cuello o de la corteza del hueso. Sin
embargo, las radiografías son en ocasiones normales, sobre todo en pacientes con fracturas
subcapitales u osteoporosis grave.

Si la fractura no se ve en las radiografías pero todavía se sospecha clínicamente, se realiza RM


porque tiene casi el 100% de sensibilidad y especificidad para fracturas ocultas. La TC es una
alternativa menos sensible.

Áreas comprometidas y como están comprometidas

Tipos de fractura de cadera

Dejando de lado la distinción entre fracturas de alta y baja energía que ya hemos comentado,
las fracturas de cadera se clasifican en función de la localización de la misma. En la siguiente
infografía podemos ver los trazos de rotura más habituales y el nombre que recibe la fractura
que originan.

Fractura de cadera: tipos

Hemos dividido artificialmente las fracturas en tres zonas porque su localización tiene mucho
que ver con el tipo de tratamiento que se les práctica. Así pues, los nombres que reciben los
distintos tipos de fractura en esta clasificación son:

Zona 1:

Fracturas subcapitales: Son las que se producen justo por debajo de la cabeza femoral (la parte
esférica del hueso).

Fracturas cervicales o del cuello femoral: Tienen lugar en el cuello del fémur (la parte tubular
justo por debajo de la cabeza).

Fracturas basicervicales o de la base del cuello femoral: Su trazo principal está localizado en la
unión entre el cuello femoral y la región trocantérica (zona de ensanchamiento del fémur por
debajo del cuello).

Zona 2:

Fracturas trocantéricas o pertrocantéricas: Se producen en el área coloreada de color rojo.

Zona 3:

Fracturas subtrocantéricas: Por debajo de la región trocantérica. Son las que tienen su trazo
principal en la parte coloreada de azul.

Debido a las variantes múltiples en los trazos de fractura que se presentan en

el extremo proximal del fémur,8


Se han diseñado varias clasificaciones, muchas de ellas muy bien elaboradas, y otras que sólo
ocasionan confusión. A continuación explicaremos las clasificaciones más importantes según
el segmento en donde se presenta la patología fracturaria.

Clasificación de Garden 1964 (basada en el grado de desplazamiento de los fragmentos).

• Tipo I: Fractura incompleta o en abducción (impactada en valgo).

• Tipo II: Fractura completa sin desplazamiento.

• Tipo III: Fractura completa, parcialmente desplazada, menos de 50%.

• Tipo IV: Fractura completa, pérdida del contacto entre los fragmentos.

Clasificación de Pawells (Fractura trans cervical, según la dirección de trazo de fractura con la
horizontal).

• Tipo 1: Entre 30 y 50 grados.

• Tipo 2: Entre 50 y 70 grados.

• Tipo 3: Mayor de 70 grados.

Clasificación de Pipkin (para fracturas de la cabeza femoral):

• Tipo I: Trazo de fractura por debajo del ligamento redondo. No coincide con zona de apoyo.

• Tipo II: Trazo de fractura por encima del ligamento redondo. Compromete zona de apoyo.

• Tipo III: Tipo I o II con fractura del cuello femoral asociada. Es la de peor pronóstico.

• Tipo IV: Cualquiera de las anteriores con fractura asociada de acetábulo.

• Tipo V: Fractura de la cabeza asociada a luxación posterior.

Clasificación de Evans (estables-inestables).

• Tipo I: La línea de fractura se irradia hacia arriba y afuera, desde el trocánter menor.

• Tipo II: Fractura con trazo oblicuo invertido: el trazo principal irradia hacia abajo y afuera,
desde el trocánter menor, con desplazamiento medial del fragmento distal por acción de los
aductores.
Clasificación de Tronzo (intertrocantérica)

• Tipo I: Fractura incompleta, sin desplazamiento.

• Tipo II: Fractura completa sin desplazamiento.

• Tipo III:

IIIA: Conminución del trocánter mayor.

IIIB: Conminución del trocánter menor con el fragmento proximal telescopado.

• Tipo IV: Fractura con conminución de la pared posterior.

• Tipo V: Fractura con trazo invertido.

Clasificación de Boyd y Griffi n (1949). Incluye todas las fracturas desde la parte extracapsular
del cuello hasta un punto 5 cm distal al trocánter menor.

• Tipo I: Fractura a lo largo de la línea intertrocantérica desde el trocánter mayor al menor.

• Tipo II: Fractura conminuta, el trazo principal va a lo largo de la línea intertrocantérica, pero
con múltiples trazos en la cortical medial.

• Tipo III: Fractura subtrocantérica, con al menos una fractura que irradia a la diáfisis femoral
proximal, inmediatamente distal o a nivel del trocánter menor.

• Tipo IV: Fractura de la región trocantérica con irradiación a la diáfisis femoral.

Clasificación de Kyle y Gustilo (1979).

• Tipo I: Fractura estable, sin desplazamiento ni conminución.

• Tipo II: Fractura estable, con mínima conminución.

• Tipo III: Fractura inestable, con conminución posteromedial.

• Tipo IV: Fractura con extensión subtrocantérica, muy inestable.

Clasificación de Seinsheiner (fractura subtrocantérica). Basada en el número de fragmentos, la


localización y la dirección de los trazos de fractura.

• Tipo I: Fractura no desplazada o con un desplazamiento de menos de 2 mm.

• Tipo II: Fractura de dos fragmentos;

IIA: Fractura transversa.


IIB: Fractura espiroidea con el trocánter menor unido al fragmento proximal.

IIC: Igual a B, pero con el fragmento del trocánter menor unido al fragmento distal.

• Tipo III: Fractura en tres fragmentos;

IIIA: Espiroidea en tres fragmentos, con el trocánter menor como tercer fragmento.

IIIB: Igual a la anterior, pero el tercer fragmento en ala de mariposa.

• Tipo IV: Fractura conminuta en 4 o más fragmentos.

• Tipo V: Fractura inter y subtrocantérica.

Tratamiento traumatológico (medico)

En general reducción abierta con fijación interna (RAFI)

A veces reemplazo de la cabeza femoral o reemplazo total de cadera

La gran mayoría de las fracturas de cadera se tratan quirúrgicamente para reducir al mínimo la
duración del dolor y para evitar el reposo en cama prolongado, el cual se requiere después del
tratamiento no quirúrgico, incrementa el riesgo de complicaciones graves (p. ej., trombosis
venosa profunda, úlceras por presión, des acondicionamiento, neumonía, muerte),
particularmente en los ancianos.

La rehabilitación se inicia tan pronto como sea posible después del tratamiento de una fractura
de cadera.

La anticoagulación profiláctica puede reducir la incidencia de trombosis venosa tras la fractura


de cadera.

En el departamento de urgencias, los pacientes mayores con fracturas de cadera pueden sentir
dolor mientras esperan el apto cardiológico para la cirugía de cadera. Los bloqueos del nervio
femoral y los del compartimento de la fascia iliaca se utilizan cada vez más para controlar el
dolor en pacientes mayores con fracturas aisladas de cadera. El dolor puede controlarse
durante hasta 6 a 8 horas, y los pacientes no necesitan opioides, que tienen más efectos
adversos sistémicos (p. ej., depresión respiratoria). Las contraindicaciones para los bloqueos
nerviosos regionales incluyen trastornos hemorrágicos y coagulopatías.

Rehabilitación

La rehabilitación se inicia tan pronto como sea posible después de la cirugía de fractura de
cadera. Los primeros objetivos pueden ser aumentar la fuerza y evitar la atrofia del lado
afectado. En un comienzo, se permite sólo el ejercicio isométrico del miembro afectado
mientras esté completamente extendido. La colocación de una almohada debajo de la rodilla
está contraindicada, porque puede conducir a la contractura en flexión de la cadera y la rodilla.
La movilización gradual del miembro afectado suele dar por resultado la deambulación total.
La velocidad de la rehabilitación depende en parte del tipo de cirugía. Por ejemplo, después de
la artroplastia de cadera, la rehabilitación suele progresar con mayor rapidez, se necesita
menos rehabilitación y el resultado funcional es mejor que aquel después de la fijación con
tornillo y placa o clavo y placa. Lo ideal es comenzar a soportar todo el peso el segundo día
posterior a la cirugía. Los ejercicios de deambulación se inician después de 4 a 8 días
(suponiendo que los pacientes pueden soportar todo su peso y pueden mantener el equilibrio)
y los ejercicios para subir escaleras se inician después de 11 días.

Se les enseña a los pacientes a realizar ejercicios diarios para fortalecer los músculos del tronco
y del cuádriceps de la pierna afectada. Puede ser perjudicial la elevación prolongada de
objetos pesados o empujarlos, agacharse, tratar de alcanzar objetos en lo alto o saltar.
Durante la deambulación, la cantidad de tensión mecánica es la misma si los pacientes usan 1
o 2 bastones, pero al usar 2 puede interferirse con ciertas actividades de la vida cotidiana. Los
pacientes no deben sentarse en una silla, sobre todo si es baja, durante un período prolongado
y deben utilizar el brazo de la silla para apoyarse cuando están de pie. Cuando se sientan,
deben mantener las piernas sin cruzar.

Los terapeutas ocupacionales enseñan a los pacientes cómo modificar las formas de hacer las
actividades básicas e instrumentales de la vida cotidiana con seguridad después de la
artroplastia de cadera, lo que favorece la curación y mejora la movilidad. Por ejemplo, los
pacientes pueden aprender lo siguiente:

Mantener su cadera correctamente alineada

Lavar los platos y planchar sentados en un taburete alto

Utilizar una almohada para elevar el asiento del automóvil cuando se ingresa o se sale de éste

Utilizar dispositivos de mango largo (p. ej., alcanzadores, calzadores) para disminuir la
necesidad de agacharse

Estas instrucciones pueden darse en el hospital, en los centros de rehabilitación a largo plazo,
en el domicilio del paciente inmediatamente después del alta o en el ámbito ambulatorio.
Luxaciones de la articulación coxo-femoral

La mayoría de las luxaciones de cadera son posteriores y se deben a una fuerza intensa dirigida
en sentido posterior hacia la rodilla mientras que la cadera y la rodilla se flexionan (p. ej.,
golpes contra el tablero de un automóvil).

Las complicaciones pueden incluir

Lesión del nervio ciático

Osteonecrosis tardía de la cabeza femoral

Las lesiones asociadas incluyen

Fracturas de la rótula

Lesiones del ligamento cruzado posterior

Los esguinces sobre los ligamentos externos (medial y lateral) o internos (cruzados anterior y
posterior) o lesiones en los meniscos se pueden producir a partir de un traumatismo de rodilla.
Los síntomas incluyen dolor, derrame articular, inestabilidad (en los esguinces graves) y
atrapamiento (en algunas lesiones de menisco). El diagnóstico se realiza mediante examen
físico y, en ocasiones, con RM. El tratamiento es PRICE (protección, reposo, hielo, compresión
y elevación) y, en casos graves, escayola o reparación quirúrgica.

Muchas estructuras que ayudan a estabilizar la rodilla se localizan principalmente fuera de los
músculos articulares, ellos incluye, (p. ej., cuádriceps, músculos isquiotibiales) y sus inserciones
(p. ej., pata de ganso) y ligamentos extracapsulares. El ligamento colateral es extracapsular,
mientras que el medial (tibial) tiene una parte superficial extracapsular y una profunda que
forma parte de la cápsula articular.

Dentro de la rodilla, la cápsula articular y los ligamentos cruzados posteriores y el anterior muy
vascularizado ayudan a estabilizar la rodilla. Los meniscos medial y lateral son estructuras
cartilaginosas interarticulares sirven principalmente para absorber los golpes pero también
proporcionan cierta estabilización (véase figura Ligamentos de la rodilla).

Ligamentos de la rodilla

Ligamentos de la rodilla

Las estructuras de la rodilla que con mayor frecuencia sufren lesiones incluyen

Ligamento colateral medial

Ligamento cruzado anterior

El mecanismo de la lesión predice el tipo de lesión:

Fuerza hacia el interior (valgo): por lo general, el ligamento colateral medial, seguido por el
ligamento cruzado anterior, luego el menisco interno (este mecanismo es el más común y
generalmente se acompaña de cierta rotación externa y flexión, como cuando se es tacleado
en el fútbol)

Fuerza hacia el exterior (varo): a menudo, el ligamento colateral lateral, el ligamento cruzado
anterior, o ambos (este mecanismo es el segundo más común)

Las fuerzas anteriores o posteriores y la hiperextensión. Típicamente los ligamentos cruzados

La carga de peso y la rotación en el momento de sufrir la lesión: en general meniscos

Fracturas del acetábulo y la cabeza femoral

En los pacientes con luxaciones posteriores, la pierna se acorta, se aduce y se rotación hacia
adentro. Las luxaciones anteriores son raras y producen la abducción y la rotación externa de
la pierna.

Patología de luxaciones

LUXACIÓN DE LA ARTICULACIÓN DE LA CADERA

Una luxación de la cadera ocurre cuando la cabeza del fémur se sale de su lugar en el
acetábulo, que es parte de la pelvis. Por lo general, se requiere una fuerza importante para
luxar la cadera.

Una luxación de cadera es una emergencia médica y es necesario un tratamiento inmediato.

Anatomía

La cadera es una articulación esférica que está formada por:

El acetábulo, con forma de copa y que forma parte de la pelvis.

La cabeza femoral, que es el extremo superior del fémur, el hueso del muslo.

El cartílago articular cubre la superficie de la cabeza femoral y el acetabulo, creando una


superficie de baja fricción que ayuda a los huesos a deslizarse fácilmente entre sí.

El acetábulo está rodeado por un rodete de fibrocartílago llamado labrum, que produce un
sello hermético y ayuda a proporcionar estabilidad a la articulación.

Mecanismo de lesión

Cuando hay una luxación de la cadera, la cabeza femoral se sale del acetábulo hacia atrás o
hacia adelante.
Luxación posterior. Ocurre en el 90% de los pacientes con luxación de cadera

Luxación anterior. Es más rara

Cuando la cadera se luxa, los ligamentos, labrum, músculos y otros tejidos blandos a menudo
son dañados.

Cuadro clínico

Una luxación de cadera produce mucho dolor. Otros síntomas son:

Incapacidad para deambular

Incapacidad de movilidad de la cadera

Deformidad

Alteraciones sensitivas o motoras en caso de lesión nerviosa

Causas

Los accidentes de vehículos de motor son la causa más común de luxaciones traumáticas de
cadera. La luxación ocurre cuando la rodilla golpea el tablero en una colisión. El uso de un
cinturón de seguridad puede reducir considerablemente el riesgo de luxación de cadera
durante una colisión.

Una caída de una altura significativa también puede generar suficiente fuerza para dislocar una
cadera.

Diagnóstico

La mayoría de las luxaciones de cadera son posteriores y determinan que la pierna se acorte,
se aduzca y experimente rotación interna.

Diagnosticar mediante radiografías de rutina.

Reducción lo más rápidamente posible, preferentemente en ≤ 6 horas con una de las diversas
técnicas; la demora incrementa el riesgo de osteonecrosis.

Después de la reducción, se indica TC para identificar fracturas y detritos intraarticulares o


fragmentos óseos sueltos.

Prótesis de cadera luxada

Después del reemplazo total de la cadera, la cadera protésica se luxa sin traumatismo en hasta
el 2% de los pacientes. Las luxaciones interfalángicas proximales posteriores son más
frecuentes.
La reducción cerrada es a menudo exitosa, sobre todo para las primeras luxaciones, pero la
cirugía de revisión de cadera a veces es necesaria.

Si no hay otras lesiones, su ortopedista le administrará un anestésico o un sedante y colocará


los huesos en su posición normal. Esto se llama una reducción.

En casos raros, los tejidos blandos desgarrados o fragmentos óseos pequeños impidan la
reducción, se requiere de cirugía para retirar esos tejidos y colocar correctamente los huesos
en su lugar.

Después de la reducción, el ortopedista solicitará otro conjunto de rayos X y, posiblemente,


una tomografía computarizada (TC) para asegurarse de que los huesos están en la posición
correcta.

Rehabilitación

En los casos en que la luxación de cadera es la única lesión, un cirujano ortopédico a menudo
puede diagnosticarla al mirar la posición de la pierna.

Su médico puede solicitar pruebas de imagen, como rayos X, para mostrar la posición exacta
de los huesos luxados, así como cualquier fractura adicional.

Tratamiento de las luxaciones de cadera

Reducción cerrada

El tratamiento de las luxaciones de cadera es la reducción cerrada lo más rápidamente posible,


preferentemente en ≤ 6 horas; la demora incrementa el riesgo de osteonecrosis.

La cadera se puede reducir utilizando una de las técnicas siguientes:

Técnica de Allis

Técnica de Captain Morgan

Técnica del lanzador de cohetes

Cuando se usa cualquiera de estas técnicas técnica, el paciente requiere sedación y relajación
muscular y está en decúbito supino. (Véase también Cómo reducir una luxación de cadera
posterior.)

Para la técnica de Allis, la cadera se flexiona suavemente a 90°, y se aplica tracción vertical en
el fémur; esta maniobra puede ser la más fácil y segura cuando el paciente se coloca
temporalmente sobre una tabla rígida que se coloca en el suelo. Se usa una correa o un corsé
para mantener presionadas las caderas del paciente (lo que proporciona contrapresión a la
tracción vertical del fémur).

Para la Técnica de Captain Morgan, las caderas del paciente se sostienen con una sábana o un
cinturón, y la cadera luxada se flexiona. Entonces el técnico coloca su rodilla bajo la rodilla del
paciente y se levanta mientras aplica tracción vertical al fémur. La técnica de Captain Morgan
puede tener una mejor tasa de éxito por primera vez que la técnica de Allis.
Técnica de Captain Morgan

Técnica de Captain Morgan

Para la técnica del lanzador de cohetes (3), el profesional separa del lado de la cadera afectada
y mira hacia los pies del paciente. La cadera y la rodilla dislocadas se flexionan a 90°. Las
caderas del paciente se mantienen sostenidas por una sábana o por un segundo asistente
(para proporcionar contra tracción a la pelvis). El profesional se pone en cuclillas, y coloca la
rodilla del paciente en su hombro; el profesional esencialmente sostiene la pierna como un
lanzador de cohetes. La cadera del paciente se aduce presionando hacia adentro sobre la
rodilla y girando internamente el pie; luego el profesional aplica suavemente tracción sobre el
fémur parándose desde la posición en cuclillas y tirando del pie del paciente, mientras se usa el
hombro del profesional como punto de apoyo.

Técnica del lanzador de cohetes

Técnica del lanzador de cohetes

Después de la reducción, se necesita una TC para identificar fracturas acetabulares y de la


cabeza femoral y restos intraarticulares o cuerpos sueltos (fragmentos de hueso o cartílago).
Alrededor del 70% de los pacientes con luxación posterior de la cadera tienen una fractura
acetabular concomitante. Si se encuentran fracturas o cuerpos sueltos, se debe consultar a un
ortopedista sobre una posible intervención quirúrgica. Si la TC no muestra fracturas o cuerpos
sueltos, se envía a los pacientes a su domicilio con muletas y se les dice que su pie puede tocar
el suelo (p. ej., para mantener el equilibrio) pero no deben poner peso sobre él (tolerancia de
peso por el dedo del pie). al menos hasta que se les permita hacerlo después del seguimiento
ortopédico.

Recuperación

Lleva de 2 a 3 meses para que la cadera luxada se cure. El tiempo de rehabilitación puede ser
más largo si hay fracturas adicionales. A menudo se recomienda la terapia física durante la
recuperación. Los pacientes a menudo comienzan a caminar con muletas dentro de poco
tiempo.
Bibliografía

Fracturas de cadera

(Fracturas de cuello femoral, fracturas de cabeza femoral, fracturas subcapitales, fracturas


intertrocantéreas, fracturas subtrocantéreas) Por Danielle Campagne, MD, University of
California, San Francisco Revisado médicamente ene. 2021 [Página web en línea].

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MBA surgical empowerment Qué es una fractura de cadera Tipos de fractura y de paciente
[Página web en línea].

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Jul.-Sep. 2012 www.medigraphic.org.mx Clasificación de las fracturas de la cadera

Ramiro Padilla Gutiérrez * [Página web en línea].

Disponible en: https://www.medigraphic.com/pdfs/orthotips/ot-2012/ot123d.pdf

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Hospital Zambrano Hellion, Batallón de San Patricio 112, Col. Real San Agustín 66278, San
Pedro Garza García, N.L., México. [Página web en línea].

Disponible en: https://drvilchez.mx/2019/04/29/luxacion-de-la-articulacion-de-la-cadera/

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