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En las fracturas del esqueleto describiremos cuatro, que por su frecuencia el alumno debe conocer:

1. Fracturas patológicas o espontáneas.

2. Fracturas de Colles.

3. Fractura “en tallo verde”.

4. Fracturas de la cadera.

Fractura patológica o espontánea. Es aquella que sucede sin antecedente traumático, o su


severidad no justifica la fractura. Para que ocurra es necesario la existencia de una lesión ósea
previa, que explique la fractura. Se observa en aquellas enfermedades que producen osteoporosis
y/o osteólisis, las cuales se visualizan en los estudios radiográficos que se practiquen, y cuyos signos
fueron explicados en las lesiones elementales de los huesos. También pueden ocurrir en las
osteosclerosis, sobre todo difusas o generalizadas, en que el hueso pierde su elasticidad normal.

Los procesos en los que con más frecuencia se observan estas fracturas son las osteoporosis
generalizadas de causas diversas, sin dejar de mencionar la senil en las metástasis óseas por tumores
de mama en las mujeres, en el mieloma múltiple o tumor de células plasmáticas, en el
hiperparatiroidismo con lesiones óseas severas, en la enfermedad de Paget; no dejaremos de
mencionar dos enfermedades en las cuales predomina la lesión esclerótica: la enfermedad
marmórea de los huesos, llamada también osteopetrosis y en las metástasis de los carcinomas de la
próstata.

Fractura de Colles. Este tipo de fractura fue descrito por Abraham Colles de Dublín, en el año 1814.
Casi siempre sucede como consecuencia de una caída sobre la mano extendida; la fractura es
completa, se localiza en la porción distal del radio y se acompaña de un desplazamiento posterior y
lateral del fragmento distal del radio, lo que da lugar a una deformidad “en dorso de tenedor”; con
frecuencia se asocia con arrancamiento de la estiloides del cúbito. Esta fractura sucede en pacientes
que ya ha terminado el crecimiento óseo, debido a esto, es necesario hacer el diagnóstico diferencial
de una lesión traumática que se observa en los niños, principalmente con pocos años de vida, es la
llamada epifisiólisis, que consiste en un deslizamiento de la epífisis distal del radio al nivel del
cartílago de crecimiento. En estos casos, siempre se estudiará por radiografías simples comparativas
de las regiones homólogas, en placas frontales y laterales. En las radiografías se observará el
deslizamiento con la separación de la epífisis del resto del hueso, lo cual puede ocurrir en sentido
anteroposterior y/o lateral.

La epifisiólisis puede observarse en otros núcleos, principalmente de los huesos largos. Esta no es
una fractura, aunque puede estar asociada.

Fractura “en tallo verde”. Esta es una lesión ósea traumática que se produce en el hueso cuando
está creciendo, sobre todo en niños de pocos años. Las radiografías, con frecuencia parecen que son
normales o incompletas, muestran solo un ligero abombamiento al nivel del sitio de la fractura, así
como un pequeño escalón óseo de la cortical, mientras que de forma aparente se mantiene su
continuidad en el otro lado. El hecho real es que ambas superficies corticales están casi siempre
rotas. También es necesario insistir en la indicación de estudios radiográficos comparativos, en los
que casi siempre se observa una pequeña curva del lado afectado.
Fracturas de cadera. Se producen con frecuencia en las proximidades del cuello femoral, más del 80
% en pacientes mayores de 60 años. Como signo radiográfico importante se observa una línea de
fractura completa, por lo general transversal al cuello del fémur en dirección algo oblicua, que puede
o no estar bien afrontada, con presencia de una osteoporosis vecina, factor posible de la fractura, y
la osteoporosis aumentan con la edad.

Otra fractura de la porción proximal del fémur (región de la cadera) se localiza en las placas
radiográficas, como una banda transparente continua que se extiende de un trocánter a otro, a lo
largo de la línea intertrocantérea, y en ocasiones se asocia con arrancamiento de uno de los dos
trocánteres. Cualquiera de estas fracturas puede ser conminuta.

Tiene valor cuando se describen los estudios radiográficos, al clasificarlos de acuerdo con su
localización en: pretrocantérea, intertrocantérea y subtrocantérea.

La mayoría de las fracturas del cuello femoral deben considerarse como patológicas, ya que la
osteoporosis senil es una secuela normal del envejecimiento. Se debe insistir en el análisis de estas
fracturas, en la presencia o no de “arrancamiento” de los trocánteres.

Luxación. Se define como la pérdida de la relación normal en las estructuras óseas que forman una
articulación, casi siempre sucede debido a traumatismos, aunque existen luxaciones que se
producen espontáneamente por alteraciones de las estructuras blandas que forman la articulación o
ayudan a formarla, en estos casos las más frecuentes son las que se presentan en los hombros, en la
articulación témporomandibular (ATM), y más rara en el codo.

Las placas radiográficas demuestran que en la luxación del hombro, casi siempre la cabeza del
húmero se desplaza hacia delante y hacia adentro, la cavidad glenoidea mira hacia delante y afuera.
La luxación posterior de la cabeza del húmero es rara.

En las placas radiográficas también se detectan, en ocasiones, fracturas en las estructuras óseas
vecinas, principalmente “arrancamiento” con separación del troquiter.

La luxación en el codo aparece en los estudios radiográficos, con la extremidad proximal del cúbito
desplazada hacia atrás en relación con el húmero. La luxación de la cabeza del radio es poco
frecuente, se debe descartar por estudios en distintas posiciones, la asociación de fracturas.

Para la detección de las luxaciones de la ATM se recurre en ocasiones a la tomografía lineal, en la


cual se observa que el cuello del cóndilo permanece siempre fuera de la cavidad articular, tanto con
la boca abierta como cerrada.

En general como consecuencia de traumatismos, pueden ocurrir luxaciones en cualquier otra


articulación, sobre todo en los miembros, pero son menos frecuentes.

Como norma debe buscarse siempre la existencia de alguna fractura y anotar a qué región
anatómica corresponde.

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