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Adolescentes población mas afectada

El uso de nuevas tecnologías para la telecomunicación y el ocio pasivas, como


la televisión, o interactivas, como los ordenadores, los teléfonos móviles, las
tabletas y las videoconsolas, ha aumentado significativamente las últimas
décadas y se ha relacionado con una mala calidad del sueño en la
adolescencia.

Entre un 20% y un 40% de los adolescentes sufren de una mala calidad del
sueño, hecho que se ha asociado con problemas de atención, problemas
mentales, aumento de accidentes, obesidad y riesgo de enfermedades
cardiovasculares y diabetes.

El tiempo total que pasamos mirando una pantalla y el número de dispositivos


que tenemos en nuestro dormitorio, siendo esto un indicador de mayor uso
cerca de la hora de ir a dormir, se han asociado con una disminución de
nuestra calidad del sueño. La televisión ha sido el dispositivo más estudiado
hasta día de hoy y un mayor uso se ha relacionado con menos horas de sueño.
En España, el 25% de los niños tiene teléfono móvil a los 10 años y un 94%, a
los 15, lo que indica claramente que el uso del teléfono móvil sube
drásticamente entre la infancia y la adolescencia. En el plano de la salud
pública, esto es importante ya que deja en evidencia que intervenciones a
edades tempranas para promover un buen uso de estos dispositivos pueden
ayudar disminuir futuros problemas relacionados con un uso poco adecuado.

El estrés de la vida diaria y las largas jornadas de trabajo afectan a nuestra


calidad de sueño. Pero el trajín del día a día no solo afecta a los adultos, sino
que cada vez lo sufren más los niños.  

Hoy en día es habitual que muchos niños se despierten con sueño y con
cansancio, un hecho que puede afectar a la concentración y al rendimiento
escolar. ¿El principal motivo? La privación de horas de sueño. Los niños y
adolescentes, que deberían dormir alrededor de nueve horas, tienen largas
jornadas en el colegio y, algunos,  con diversas clases extraescolares después.
El ritmo frenético unido al incremento del uso de aparatos electrónicos provoca
que nuestro cerebro esté muy activo hasta altas horas de la noche y no se
“apague” hasta estar agotado.

El fenómeno conocido como “vamping”, o utilizar aparatos electrónicos antes


de dormir con la consecuente reducción de las horas de sueño, es un
fenómeno en auge, sobre todo en los niños y adolescentes.

 
El culpable: la luz azul

El problema de usar pantallas antes de dormir reside en la luz azul de onda


corta emitida por estos aparatos electrónicos. Para conciliar el sueño, nuestro
cuerpo segrega melatonina, que es la hormona encargada de regular el ciclo
del sueño. El cerebro comienza a producir esta hormona aproximadamente dos
horas antes de irnos a dormir.

Sin embargo, si utilizamos aparatos electrónicos con luz, el cerebro entiende


que aún es de día y no segrega esta hormona, ya que la luz detiene la
producción, por lo que retrasamos el inicio del sueño y dormimos menos horas,
lo que los especialistas llamamos ‘insomnio tecnológico’.

¿Qué es el vamping?

El vamping hace referencia al fenómeno por el cual las personas, generalmente


adolescentes, utilizan aparatos electrónicos (móvil, Tablet, ordenador,
etcétera) durante la noche, reduciendo las horas necesarias de sueño para
lograr un buen descanso y aumentando el riesgo de sufrir las consecuencias
propias del insomnio y de no dormir lo suficiente.

Esta práctica recibe su nombre de la unión de las palabras en


inglés vampire (vampiro, en referencia a los seres fantásticos que se caracterizan,
entre otras cosas, por su actividad nocturna) y texting (que comprende la acción de
enviar mensajes de texto a través de aparatos electrónicos).

¿Cómo prevenir el vamping?

Las nuevas tecnologías no tienen por qué ser la causa de problemas y


complicaciones, sino que pueden servir para resolver determinadas situaciones,
aprender, o simplemente divertirse. La clave pasa por usarlas con cierta lógica y
responsabilidad.

La Federación Americana del Sueño establece una serie de medidas de prevención


que pasan por un consumo responsable de tecnología y que buscan evitar el
vamping y el desarrollo de una adicción por estos dispositivos. La federación, entre
otras cosas, recomienda:

 Controlar y limitar el uso de dispositivos electrónicos y pantallas: Las nuevas


tecnologías no representan un problema por sí mismas, sino que la
problemática radica en cómo se utilizan. Limitar el tiempo dedicado a los
dispositivos electrónicos ayudará a disminuir el riesgo de sufrir complicaciones
como el vamping, la adicción, o la fatiga visual. Prohibir el uso de teléfonos
móviles y otros aparatos durante determinadas situaciones, como las reuniones
y comidas familiares, reforzará las relaciones sociales entre los miembros y
disminuirá la dependencia de los mismos.
 
 No dormir con aparatos electrónicos: Una de las recomendaciones de la
Federación Americana del Sueño es no dormir con móviles y otros aparatos
electrónicos. El brillo de las pantallas y la recepción de mensajes y llamadas
durante la noche pueden alterar el sueño; además, así se evita la tentación de
utilizarlos.
 
 Ejemplo de los adultos: Aunque el vamping sea un fenómeno que se da de
forma mayoritaria entre los adolescentes, los adultos, cada vez más, también
acostumbran a utilizar dispositivos electrónicos durante la noche, antes de irse
a dormir. Si los padres y madres siguen un hábito de consumo tecnológico
nocivo, es muy probable que su hijo o hija sigan su ejemplo. Por el contrario, si
los adultos realizan un consumo responsable y limitan el uso de estos aparatos,
los jóvenes tendrán un referente y la conducta a imitar les favorecerá en vez de
perjudicarles

Entre la población en general, el problema es que los dispositivos


usualmente se ubican en el lugar más privado de los hogares: las
recámaras. Incluso, en la cama nos estimulamos con esos aparatos y
al querer dormir no nos es posible; cuando lo logramos se presentan
despertares, y en la mañana hay cansancio, somnolencia y el horario
de sueño se hace irregular.

Por eso es importante limitar el tiempo de uso de estos dispositivos y que


sea en horarios adecuados para que no interfieran en la calidad del sueño,
remarcó en el auditorio Fernando Ocaranza de la propia entidad.

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