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Efecto en jóvenes

Efectos físicos:

1. Problemas en las articulaciones de los dedos y las muñecas.

2. Sequedad en los ojos.

3. Problemas visuales que derivan en el uso de gafas.

4. Insomnio y otros trastornos del sueño.

5. Obesidad debido al sedentarismo.

Efectos Psicológicos:

Muchos estudios recientes han tratado de medir las consecuencias que puede tener el uso
excesivo de los teléfonos, y en la mayoría de ellos se hace especial énfasis en la prevención
temprana, ya que se ha demostrado que los niños, niñas y adolescentes son más propensos a los
efectos psicológicos negativos.

El teléfono en sí no es el problema, sino el uso que de él se hace y de todo el contenido que esta
almacena. Se podría decir que la vida de nuestros hijos y nuestras hijas adolescentes se encuentra
en ellos: toda su vida social, los datos de contacto de sus amistades, sus aplicaciones favoritas, el
acceso a internet y los juegos virtuales,… . Si al apartar todo eso de su vida, porque por algún
motivo deben pasar sin su Smartphone una temporada, observamos que se deprimen y tienen
comportamientos ansiosos e incluso violentos, podemos concluir que realmente han generado
una adicción y que están pasando por un estado de abstinencia , similar al que producen las
drogas por ejemplo.

El uso constante de un aparato que hace todo por ellos y ellas, también conlleva otro tipo de
consecuencias negativas directamente en la materia blanca del cerebro, adormeciendo la
actividad cerebral involucrada en la creatividad y en la resolución de problemas, haciéndoles
dependientes de un aparato.

Efecto en niños

1. Contracturas cervicales, calambres en brazos y manos, irritación ocular y déficit visual por la
sobreexposición.

2. Insomnio y falta de descanso por el uso de dispositivos en la noche que luego derivan en
dificultades en la atención y baja en el rendimiento escolar. La falta de descanso nocturno afecta la
función de la memoria.
3. La disminución de actividad física y de exposición al sol han provocado un creciente aumento de
trastornos del peso y de metabolización de la vitamina D.
4. En muchas ocasiones empobrecimiento del tipo de juego que hacen los niños y retraso en la
motricidad fina. La sobrestimulación de imágenes y sonidos trae una disminución de la función
creativa del juego. Los niños prefieren ver e interactuar con el mundo digital en vez de crear
escenarios en el mundo real. La reducción de la manipulación de objetos afecta la motricidad.

5. Se prioriza el intercambio online con los pares (por sobre la interacción en presencia) lo cual
dificulta la adquisición de habilidades comunicacionales y sociales y de resolución de conflictos. Un
conflicto online se soluciona “en un click” borrando a alguien como contacto o bloqueándolo.

Estas son algunos de los problemas más habituales y sobre los que es importante intervenir. No
podemos olvidar que a más tiempo de exposición sin supervisión adulta los niños y jóvenes están
más vulnerables a ser atraídos y engañados con identidades falsas por adultos con intensiones
abusivas. Es por lo anterior que recomendamos la supervisión adulta y no darle el celular a niños
menores de 2 años, limitar a no más de una hora diaria la interacción digital en niños de 3 a 5
años, y de 6 a 17 años no superar las dos horas diarias.

Efectos e adultos

1. Posibles tumores cerebrales


En 2014 la Organización Mundial de la Salud, OMS, publicó los resultados de una
investigación coordinada por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC),
que tenía como objeto determinar si había vínculos entre el uso de los teléfonos móviles y el
cáncer de cabeza y cuello en adultos.
El estudio concluyó que respecto a los posibles trastornos en el sistema nervioso por la
exposición constante a los campos electromagnéticos de los celulares, fenómeno conocido
como ‘hipersensibilidad electromagnética’, no se había podido determinar una relación causa
efecto. Sin embargo, la OMS ha sido enfática en aclarar que, debido al aumento de casos de
personas que presentan síntomas de trastornos en el sistema nervioso como aumento del ritmo
cardíaco o la presión arterial, se requieren más estudios para llegar a una conclusión definitiva.
Nomofobia es el término que se ha empezado a usar para designar el miedo a no tener cerca el
celular, una conducta que los psiquiatras califican de compulsiva.
La misma investigación, por otro lado, concluyó que “hay ciertos indicios de un aumento del
riesgo de glioma (tumor cerebral) en las personas que se hallaban en el 10 % más alto de horas
acumuladas de uso del móvil, aunque no se observó una tendencia uniforme de aumento del
riesgo con el mayor tiempo de uso (...) Basándose en buena parte en estos datos, el CIIC ha
clasificado los campos electromagnéticos de radiofrecuencia como posiblemente carcinógenos
para los seres humanos”.
Los estudios, sin embargo, no llegan a una conclusión taxativa sobre el aumento del riesgo de
cáncer por la exposición a los campos electromagnéticos de los celulares, sin embargo, la OMS
aclara que eso puede deberse al hecho de que muchos tipos de cáncer solo pueden detectarse
hasta muchos años después del contacto que pudo provocar el tumor.
2. Síndrome de la contractura de cuello
Se conoce como ‘ Text neck’ y es una enfermedad provocada por el uso inadecuado y
prolongado de las pantallas. Al inclinar el cuello hacia adelante para observar, por ejemplo, la
pantalla del celular, se sobrecarga la columna vertebral, la que acostumbra transportar unos 5
kilos (la cabeza en posición normal), y se sobreexige con hasta 27 kilos al llegar a los 60 grados
de inclinación.
Este fenómeno si se presenta con exceso puede conducir a la condición conocida como
neuralgia occipital, en la que los nervios occipitales -que van desde la parte superior de la
médula espinal hasta el cuero cabelludo- se inflaman o dañan.
Los síntomas de esta enfermedad, que se conoce popularmente como el ‘síndrome del cuello
roto’ son dolores de cabeza constantes, sensibilidad en el cuero cabelludo, molestias detrás de
los ojos y rigidez de la columna asociada a mareos.
El fisioterapeuta caleño Carlos de los Reyes sostiene que si bien no hay estadísticas locales de
este tipo de síndrome, sí percibe un aumento de la dolencia, sobre todo en personas menores de
25 años. “Estas pantallas cada vez más pequeñas obligan a las personas a mantenerse en la
misma postura durante mucho tiempo, y eso hace que el músculo no se oxigene, allí se generan
lo que se conoce como micos o nudos.
La recomendación, dice el médico, es realizar siempre lo que se conoce como una pausa activa
para que los músculos tengan oxigenación.
3. Desórdenes en el sueño y problemas mentales
Según los resultados de una investigación realizada por el Instituto Politécnico Rensselaer, de
New York, en 2013, el uso constante de equipos electrónicos como celulares, tablets o
computadores, hasta dos horas previas a la hora de irse a la cama, genera problemas de
insomnio y desórdenes en el sueño.
La investigación demuestra que la exposición, dos horas antes de dormir, a la luz blanca y
brillante que emiten las pantallas de computadores, tabletas, celulares y televisores causa
insomnio porque reduce en un 22 % los niveles de melatonina, la hormona que regula el sueño.
La glándula pineal, que produce la melatonina en la noche y en la oscuridad, es muy sensible a
las variaciones de luz, y la emitida por esos equipos electrónicos hace que se reduzca o se
paralice la emisión de la hormona del sueño.
Según el doctor César Gonzalez, psiquiatra especializado en sueño del Centro Médico
Imbanaco, uno de los grandes problemas del insomnio es que quienes lo padecen tienen una
mayor probabilidad de desarrollar una variedad de problemas psiquiátricos y de hacer uso más
frecuentemente de los servicios de salud. Más aún, los desórdenes del sueño pueden hacer
sentir a las personas más estresadasdurante el día, lo que hace que sean menos productivas.
4. Sobrepeso en niños y adolescentes
A mediados de la primera década de este siglo, el ejecutivo de Google Daniel Sieberg acuñó la
expresión ‘obesidad digital’, para hacer referencia al exceso de uso o a la dependencia de las
nuevas tecnologías, como los aparatos celulares o las tabletas.
De acuerdo con datos de la OMS, lo que se conoce como ‘obesidad digital’ es, además, una de
las principales variables a la hora de explicar las causas de la obesidad física durante los
últimos 15 años, periodo en el cual el uso de las tecnologías informáticas ha experimentado un
aumento casi exponencial.
5. Adicción comportamental
La psiquiatra especialista en adicciones Delia Hernández sostiene que el uso excesivo de
aparatos electrónicos está conduciendo a muchos jóvenes a un patrón adictivo conocido de
compulsión que, además, puede estar dentro de lo que se conoce como ‘adicción
comportamental’, un estado en el cual lo que se conoce como ‘sistema de recompensa’ de cada
persona se encuentra.
Javier Díaz, residente de psiquiatría del Hospital Psiquiátrico, explica que este sistema es el que
regula el placer o la gratificación en diversas actividades en el ser humano, como comer,
dormir, tener sexo, y está mediado por la dopamina, la hormona de la felicidad. “Lo que sucede
con las drogas es que estas permiten liberaciones anómalas de dopamina y de ahí viene su
potencial adictivo”, dice Díaz.
En el caso del uso de los aparatos electrónicos se ha detectado que su abuso puede alterar el
sistema de recompensa generando una sensación de satisfacción y de alegría por su uso y, en
consecuencia, una sensación de vacío cuando no se tiene acceso a ellos.
“Y de ese modo, como en otras adicciones, se empieza a requerir mayores ‘dosis’ de uso para
obtener satisfacción y ese fenómeno comienza a tener consecuencias negativas sobre la vida de
las personas: interfiere en su trabajo, en sus relaciones sentimentales, interpersonales, etc”.
Para la doctora, uno de los grandes problemas de este tipo de adicción es que, como se trata de
un comportamiento que cada vez es más aceptado socialmente, su naturaleza de adicción se
trivializa y no se le presta la atención suficiente. Javier Díaz explica, por ejemplo, que ha
atendido varios casos de pacientes con cuadros adictivos a su celular, derivados de juegos como
‘Candy Crush’, ‘Sims’ ‘Diamond Dash’, que se juegan en línea a través de dispositivos móviles
o de computadores.
6. Afectaciones crónicas en los ojos
“Los dispositivos electrónicos que se utilizan en distancias cortas emiten una gran cantidad de
luz azul y una sobre-exposición es nociva para nuestra salud visual: genera fatiga, estrés visual
y puede causar la muerte prematura de las células de la retina”, afirmó en un artículo publicado
por el diario ABC de España Isabel Yuste, optometrista especializada en Baja Visión y
cofundadora de la Óptica Kepler.
Según la especialista, el hecho de estar viendo constantemente hacia la pantalla de los
dispositivos móviles disminuye el número de parpadeos promedio que debe hacer el ojo por
minuto para mantenerse humedecido, de ahí que el enrojecimiento ocular sea común entre
quienes usan con exceso este tipo de aparatos.
Por su parte la OMS sostiene que las discapacidades visuales más comunes se deben al contacto
constante de las personas con varias pantallas de artefactos tecnológicos.
Entre las dolencias más complicadas generadas por uso excesivo de dispositivos electrónicos se
cuenta el aumento de presión en el ojo debido a su exposición constante a la luz directa de los
monitores de los dispositivos que puede conducir al glaucoma ocular, la segunda causa de
ceguera en el mundo.
7. Síndrome del túnel carpiano y ‘Whatsappitis’
Esta es quizá la dolencia más común generada por el uso excesivo de aparatos electrónicos
como el celular, las tabletas y el computador.
El fisiotearapeuta Carlos de los Reyes aclara que no es lo mismo padecer del síndrome del túnel
carpiano que de una tendinitis, y que ambas dolencias pueden presentarse al mismo tiempo.
El síndrome del túnel carpiano se presenta cuando se ve afectado el nervio mediano, que
permite la sensibilidad a toda la mano, afectación que provoca entumecimiento, hormigueo,
debilidad, o daño muscular en la mano y dedos.
Las otras afectaciones más comunes son lesiones en los tendones de las manos, especialmente
en los de los dedos pulgares, que son los más usados para ‘textear’.
Este tipo de lesiones se empezó a denominar ‘Whatsappitis’, luego de que en marzo de 2014 se
conociera el caso de una mujer en España que había permanecido enviando mensajes a través
de whatsapp durante seis horas seguidas.

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